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Martínez Gutiérrez María Isabel

UNAM SUAYED CATED Tlaxcala


Ciencias de la comunicación
6º Semestre Grupo: 9026
Análisis de políticas de comunicación
Profr. Rodolfo Monroy Velázquez

Trabajo final. Realiza un ensayo general sobre las políticas que asumen
los medios de comunicación y el papel e impacto que juegan en la
construcción de los procesos sociales.

Los medios, la política y la realidad.


La política y la comunicación
La palabra política tiene diversos significados. Podemos pensar en ella de
maneras diferentes, algunas de esas describen la realidad y otras, ideales,
prescriben lo que quisiéramos fuera. Para nuestro trabajo, sin embargo,
veremos a la política como una acto comunicativo que se contrapone al uso de
la fuerza para solucionar las diferencias, pondera el dialogo haciendo posible la
convivencia pacífica de los ciudadanos.
Es la política un saber práctico y quienes la ejercen toman decisiones sobre lo
público y están apoyados en el poder que les han conferido los ciudadanos.
Quien hace política busca el consenso, por eso decimos que es un acto
comunicativo pues para lograrlo es necesario el intercambio de ideas, desde
luego este fenómeno social esta investido por el poder, quienes delegan en
otro u otros les confieren poder para determinar qué habrá de hacerse.
Ejercer la política es un arte, la aplicación y métodos de técnicas tienen que ver
con su quehacer. Las políticas que asuma quien dirige un Estado marcan los
lineamientos y la dirección que tomará la nación, el pueblo, el país, la
empresa, déle usted el nombre que mejor le parezca.
Aquí cabe preguntarnos ¿quiénes ejercen la política? Los actores políticos,
éstos son todos aquellos grupos o individuos que afectan la toma de decisiones
en el sistema político. Así los sindicatos, los empresarios, los partidos políticos,
los medios masivos de comunicación, ciudadanos o pueblo, instituciones,
organizaciones civiles son actores políticos. Todos estos actores influyen sobre
las políticas que emprenden quienes ejercen el poder político.
Todos aquellos que habitan en la polis son actores políticos. Sucede, que
algunos tienen quien se erija como su representante y hay otros que carecen

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de representación o es casi nula. Aunque en estos tiempos las participación de
los diferentes actores políticos estará determinada por su capacidad de
hacerse audible. Por eso cobra especial importancia la comunicación al hacer
política.
La comunicación en su aseveración más simple podemos definirla como el
intercambio de información. Además, es un proceso social y quienes las
estudian tratan de explicar cómo se realizan los intercambios de información y
afectan a la sociedad.
La comunicación hace posible que desarrollemos la visión que tenemos del
mundo. A través de ella se nos transmiten ideas, formas de ser y de actuar, y la
manera en que habremos de relacionarnos con nuestro entorno. La
comunicación hace posible la construcción de la realidad social.
Es aquí donde la comunicación reviste una gran importancia en el quehacer
político. Mattelart nos dice que es imposible pensar en la competencia política
fuera del escenario de los medios de comunicación masivos. Wolton señala
que los medios de comunicación masiva ocupan una posición central en la
comunicación política.
Puede usted imaginarse cómo harían los políticos para hacer llegar sus
mensajes al grueso de la población si no existieran la radio, la prensa, la
televisión y, más recientemente, el Internet. La sociedad se encuentra tan
masificada que el intercambio de información cara a cara sería insuficiente para
llevar las ideas y propuestas de los candidatos a los ciudadanos.
Es cierto, tiene usted razón, la política no se reduce a los medios de
comunicación, pero es imposible negar que ha modificado la forma en cómo se
hace. Los medios de comunicación masiva, en su diversidad: escritos, orales,
visuales multimedia, le han dado características nuevas a las formas de hacer
política.
En una relación extraña, hasta cierto punto insana, los medios se han instituido
como el canal de mediación entre ciudadanos y el poder. Además las noticias
en la televisión y la radio son un espectáculo de escándalos rentable,
originando que los ciudadanos tengan de la política una percepción
desvalorizada.
Los medios de comunicación han mediatizado a las instituciones, al Estado
mismo. Al influir de modo decisivo en su poder y autoridad, los han dejado

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como cascarones que se invocan a la conveniencia de quienes los han
mediatizado. Ejercen sus funciones al arbitrio de los medios y cuando afectan
sus intereses le dificultan, impiden o limitan su trabajo.
La construcción de la realidad política queda en manos de los medios y la
voluntad ciudadana, expresada como opinión pública, se encuentra
secuestrada por los medios, que saben antes que nadie, incluso que los
ciudadanos, lo que éstos quieren mediante encuestas y sondeos de opinión
que reflejan los intereses de quien los elabora.
Los medios son actores políticos al nivel que los partidos políticos e incluso han
sobrepasado a éstos en cuanto a representatividad se refiere. La información
sobre la política, es decir sobre la polis, ha quedado en manos de los medios
de comunicación que filtran o dejan pasar lo que resulta más rentable o
benéfico para sus intereses.

Políticas de comunicación y la comunicación política


Las políticas de comunicación fueron en un principio emprendidas por el
Estado, era él quien intervenía en los medios de comunicación para regularlos
y garantizar el acceso de todos los grupos a ellos.
El surgimiento de grupos de la sociedad civil que demandan el acceso libre a
los medios masivos de comunicación obligó a los Estados a intervenir para
garantizar la democratización de la comunicación frente a la concentración de
los medios y la dependencia de contenidos comerciales.
Si bien, el Estado es el primero en imponer políticas de comunicación, en
delinear el camino que habrán de tomar los medios de comunicación masiva,
no es exclusivo de él hacerlo.
Los mismos medios han impuesto políticas de comunicación, ellos en gran
medida determinan la agenda política. Deciden los grandes temas de la polis,
desechando aquello que es irrelevante para ellos y que es relevante para
sociedad.
Qué sucede bajo estas circunstancias, la comunicación política es imposible.
Esto sucede porque ésta es el espacio de intercambio donde los grupos de
interés de un país se confrontan y llegan a acuerdos.
Si la comunicación política se pierde como un espacio donde se llegan a
consensos porque los medios de comunicación masiva han decidido ser ellos

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quienes medien entre la ciudadanía y quienes ejercen el poder. Tenemos
alguien que determinará que información pasa o no de acuerdo a sus propios
intereses, maniatando la comunicación entre políticos y ciudadanos.
Para el político hacerse audible entre los ciudadanos es imposible sin la
utilización de los grandes medios. Sartori denomina a esto la vídeo-política y
señala que saber de política tiene especial importancia porque condiciona
nuestra vida y convivencia, esta es la clave del por qué resulta para los medios
tan interesante regular la política.
Sartori dice que la prensa y la radio no tuvieron el impacto que ha tenido la
televisión en las formas de hacer política, sin embargo, aquí cabe preguntarnos
cómo estos medios han seguido los parámetros que les marca la televisión. Si
la televisión vende, los demás medios imitarán sus formas de hacer para
conseguir mejores dividendos. No podemos olvidar, ni pasar por alto, que los
medios de comunicación masiva son empresas que tienen un fin lucrativo.
Además, de qué forma la televisión le impone agenda a los políticos y a los
demás medios. Porque los ciudadanos ven, en una gran mayoría, noticieros
televisivos y buscan ampliar la información que obtienen de ella en los diarios.
Tenemos, entonces, ciudadanos que opinan como los medios le inducen a
opinar.

Los medios y la construcción de la realidad en México


¿Cómo son los medios masivos de comunicación en México? Para responder a
esta pregunta es necesario dar un pequeño paseo por la historia de ellos en
nuestro país.
La relación entre medios y poder ha sido una relación maniatada desde sus
orígenes. La prensa durante el porfiriato se encontraba subvencionada y el
primer gran diario de México, El Imparcial, además de tomar el modelo
norteamericano de prensa, encuentra su mejor publicidad en el Estado.
¿Quién trae el cine y lo usa para darse publicidad? Porfirio Díaz, la primera
cinta que se filma es de este personaje, al que se considera el primer actor de
cine mexicano: El presidente de la república paseando a caballo en el bosque
de Chapultepec (1896).
Durante la revolución mexicana cada grupo tenía junto así diarios que los
apoyaban. Incluso Villa fue uno de los preferidos por el cine, tenía un contrato

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de exclusividad con la Mutual Film Corporation en el que se obligaba a que sus
batallas fueran durante el día e igualmente con los fusilamientos.
Cuando surge la radio en México la batalla se libra por hacerla comercial e
implantar el modelo norteamericano. No habría de sorprendernos que igual
ocurriera con la televisión. Sin embargo, esas concesiones que da el Estado
mexicano a diferentes particulares sirven también como un medio de presión,
porque al final el beneficia con ellas a quienes también le han beneficiado.
Tenemos una relación de conveniencia entre medios y quienes han ejercido el
poder en México. El medio se impone una autocensura por no quedar mal con
quien entrega las concesiones. Por sí esto no fuera suficiente esta la publicidad
o propaganda que realiza el gobierno en el medio y cuando lo publicado resulta
incómodo se le retira sin más.
¿Qué tan importante es para los medios el monto que destina el gobierno de la
república a comunicación? Mucho, en una nota publicada por Luis Miguel
Carriedo el 1 de septiembre de 2007 en etcétera señala:
Según datos que la Secretaría de Gobernación proporcionó a etcétera, a través de la ley
de transparencia, durante los primeros seis meses de la presente administración, el
Poder Ejecutivo ha destinado 470 millones de pesos para anunciarse en medios y el
saldo hasta ahora favorece por mucho a Televisión Azteca, con 67 millones 155 mil 190
pesos (14% del gasto total), más de 43 millones por encima de Radiorama, que ocupa el
segundo lugar de las preferencias con 23 millones 264 mil 250 pesos.
Es la publicidad del Estado la que mantiene a los medios y ésta se vuelve un
bien muy apreciado, a tal grado que vale la pena poner alguien en la
presidencia de México a modo de los medios. Sin duda, Tv Azteca ha resultado
ampliamente beneficiado en comparación con Televisa.
Carriedo señala que Televisa durante el gobierno foxista nunca recibió menos
de 150 millones de pesos al año; en cambio, en el primer año de gobierno de
Calderón obtuvo tan sólo 63 millones de pesos.
¿Pueden o no los medios de comunicación en México a través de sus notas
filtrar la información a conveniencia de sus intereses? Los intereses
económicos de estos grupos son tan fuertes que pueden transfigurar la
realidad.
Sabemos pues, que la información no es la realidad misma sino una
interpretación que nosotros los comunicadores hacemos de ella. Pero, el

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comunicador no esta sólo, es alguien que trabaja para un medio, por sí sólo no
puede hacerse audible, no es el medio y tiene que sujetarse a los intereses de
quien es dueño del medio para quien trabaja.
Es cierto que los medios construyen su legitimidad a partir de la comunicación
y la crítica, pero muchas de las ocasiones esa crítica desaparece en cuanto sus
intereses se ven beneficiados por quienes ejercen el poder.
Señalábamos en la primera parte de este trabajo que los medios han
mediatizado a las instituciones y al Estado a tal grado que le dificultan, impiden
o limitan su libertad de acción en el ejercicio de sus actividades y funciones al
ser ellos quienes median con los ciudadanos.
Percibimos la realidad como los medios mexicanos desean. Esto influye
negativamente en los procesos sociales, tenemos ciudadanos a los que les es
indiferente lo que ocurre en la polis. Nuestra convivencia se encuentra en
riesgo al ignorar lo que sucede en México, al interesarnos en política solamente
cuando vienen las elecciones, que por cierto es otro jugoso negocio para los
medios.
La débil figura presidencia de Calderón y la sospecha de fraude que pesa
sobre él lo han convertido en presa fácil de los medios. Son ellos los
encargados de sostener con alfileres la legitimidad que debió haber ganado en
las urnas. Pero, también, a cada instante se encuentran en la tentación de
soltarlo al vacío.

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