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162 Cultura y representaciones sociales

RESEÑA:
GIMÉNEZ MONTIEL, GILBERTO (2005).
TEORÍA Y ANÁLISIS DE LA CULTURA. PROBLEMAS
TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS
(TOMOS I Y II)
MÉXICO, CONACULTA–ICOCULT
Margarita Quezada Ortega

El nombre de Gilberto Giménez teórico e histórico en que se funda-


evoca, entre un creciente número mentan sus ideas, a partir del aná-
de estudiosos de las ciencias socia- lisis crítico de diferentes posturas
les en Iberoamérica, una referencia teóricas y miradas disciplinarias.
imprescindible para abordar temas La obra está dividida en dos
y conceptos como cultura, identi- volúmenes —que superan las
dad o memoria colectiva. De ahí la ochocientas páginas— e integrada
importancia y trascendencia de la básicamente por dos partes com-
obra que aquí reseño. plementarias estrechamente vincu-
Encontramos aquí una compila- ladas: la primera, titulada “Prolegó-
ción de los innumerables textos del menos”, donde el autor desarrolla
autor sobre estos temas, además de ideas propias sobre cada tema, y la
un conjunto de ricas elaboraciones segunda —“Antología”—, que pre-
que permiten hacer el recorrido senta una selección cuidadosa de

* La autora es Doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM y trabaja en


el Instituto Superior de Ciencias de la Educación Estado de México, División
Ecatepec.
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textos (o fragmentos) de diferentes ahí mismo, la ampliación extensa


autores, aportando elementos clave —previamente seleccionada y aco-
para el estudio de las temáticas pro- tada— de las fuentes bibliográficas
puestas. referidas y los textos originales que
La concepción misma de esta van sustentando las ideas centrales.
obra constituye precisamente una Así, se facilita el sano ejercicio de
de sus mayores riquezas. El autor consultar directamente las fuentes
nos brinda, junto con sus propias citadas en aquellas obras que nos
elaboraciones y sistematizaciones, parezcan especialmente relevantes.
la entrada a fuentes directas donde En la sección de “Prolegóme-
él mismo ha abrevado, de tal mane- nos” —con esa claridad expositiva
ra que los lectores podemos hacer que lo caracteriza— nos invita a re-
el recorrido documentado por flexionar sobre las diversas concep-
diversos textos, autores y perspecti- ciones del concepto de cultura que
vas que fundamentan las ideas plas- se han desarrollado históricamente
madas en los prolegómenos. Esto desde diferentes perspectivas teóri-
otorga un valor incalculable a la cas y disciplinarias.
obra, ya que nos permite encontrar,

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El recorrido inicia con un primer cultura-incultura—, oculta una


capítulo, dedicado a la cultura en la postura discriminatoria y excluyen-
tradición filosófico-literaria y en el te con relación a aquellas formas
discurso social común. Este punto culturales subalternas o populares
de partida resulta fundamental para que no se apegan a los cánones de
comprender la estructura misma la cultura dominante. Como se ha
de la obra: las múltiples represen- dicho, las reflexiones de nuestro
taciones que se tienen del propio autor se complementan con una
término “cultura” —desde nuestras acertada selección de textos que
diferentes posturas y concepcio- podemos encontrar en la antología.
nes— constituyen el principal obs- Como era de esperarse en un
táculo a sortear para profundizar en buen libro sobre teorías de la cultu-
algo tan invisible —precisamente ra, las perspectivas antropológicas
por conocido— y tan complejo: tienen un lugar especial; nos per-
tratar de “ver” esa cultura de ma- miten incursionar por las diferentes
nera objetiva; esa en la que, ine- posturas producidas desde esta
vitablemente, estamos atrapados. disciplina que tradicionalmente se
Giménez decide hacer frente a esta ha enfocado en el estudio de las
primera dificultad, advirtiéndonos formas culturales. Aquí, el prolegó-
sobre la polivalencia del concepto y meno nos ayuda a ubicar diferentes
el extenso recorrido que han hecho escuelas antropológicas y nos aclara
las diversas disciplinas. Este primer cómo éstas han ido transformán-
acercamiento permite al lector ubi- dose históricamente al romper
car sus propias prenociones, como con las antiguas posturas (elitistas
un paso indispensable para transitar y excluyentes), dando paso a la
hacia un estudio serio y sistemático concepción totalizadora de la cul-
de ese objeto tan cercano y, a la vez, tura fundada por Tylor, continuada,
huidizo: la cultura. revisada y complementada por una
En este primer capítulo de los larga lista de antropólogos. El texto
prolegómenos, encontramos tam- da cuenta y explica cómo fueron
bién una interesante crítica a las cambiando estos enfoques a través
elaboraciones teóricas y filosóficas de diferentes escuelas y tradiciones
de la cultura que la reducen a un antropológicas, particularmente an-
ámbito de “alta cultura” y la identi- glosajonas y francesas. Cierra este
fican con la producida por aquellos capítulo una interesante crítica so-
intelectuales legitimados desde la bre la insuficiencia de estas concep-
perspectiva dominante. Esta pers- ciones antropológicas, totalizadoras
pectiva —basada en la dicotomía y normativas, para dar cuenta de

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problemas sociales centrales como raciones teóricas precedentes, pero


la dominación, explotación o las teniendo el cuidado de rescatar
desigualdades sociales, y sus efectos aquellas contribuciones estratégicas
en la propia cultura. que precisamente han servido de
Los comentarios críticos de Gi- sustento para nuevas conceptuali-
ménez acerca de las posturas antro- zaciones.
pológicas clásicas sobre la cultura, Este capítulo constituye una de
engarzan perfectamente con la si- las principales aportaciones de la
guiente sección, dedicada al análisis obra, donde se apuesta por una
de la perspectiva marxista. Para la concepción de la cultura —que
discusión sobre la concepción de la el propio Giménez reelabora re-
cultura desde esta mirada, recupera cuperando críticamente diversas
la postura de autores como Lenin aportaciones disciplinarias—, par-
y Gramsci, que incluyen ya una ticularmente desde la antropología,
dimensión simbólica o de significa- la sociología y la semiótica; nos
ción, con su tendencia a homologar propone una delimitación prelimi-
cultura e ideología y situarlas dentro nar que concibe a la cultura como
del campo de la lucha hegemónica, el conjunto de hechos simbólicos presentes
lo que concibe como “un progreso en una sociedad —lo simbólico es
indudable” en relación con las pers- entendido como el conjunto de
pectivas antropológicas clásicas. procesos sociales de significación
Al respecto, los fragmentos de y comunicación que abarcan los
textos de Thurn, Establet, Cirese códigos sociales, la producción del
y Signorelli, (estos tres últimos sentido y su “gramática” de reco-
traducidos por el propio Gilberto nocimiento e interpretación—.
Giménez) que encontramos en la En este capítulo enfatiza una dis-
sección de “Antología”, permiten tinción que le parece fundamental:
al lector abundar y contrastar sus la diferencia entre formas objetiva-
posturas sobre esta perspectiva de das y subjetivadas de la cultura, con
la cultura. lo que abre la discusión sobre la
El recorrido por los diferentes importancia central de reasignarle
desarrollos teóricos, arriba final- un importante lugar a las represen-
mente a la postura defendida y que taciones sociales de los sujetos y a
presenta en su prolegómeno 4: la las diferentes maneras en que éstos
concepción simbólica de la cultura. interiorizan una cultura determina-
De entrada, Giménez nos advierte da. La propuesta de Giménez para
sobre la necesidad de superar las el estudio de la interiorización de la
limitaciones señaladas en las elabo- cultura recupera dos perspectivas

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que considera homologables para aquellos dedicados al estudio de las


fines prácticos: las aportaciones de formas interiorizadas y objetivadas
Bourdieu con su teoría del habitus, de la cultura como los de Bourdieu,
y la teoría de las representaciones so- Abric y del propio Giménez.
ciales; en ambas puede considerarse Estas puntualizaciones sobre
la eficacia operativa de las formas el carácter simbólico de la cultura
subjetivadas de la cultura desde las permiten al lector introducirse
funciones cognitivas, identificado- y engarzar conceptualmente el
ras, orientadoras y justificadoras capítulo dedicado al estudio de la
que desempeñan en la vida social. identidad y la memoria colectiva.
Estas puntualizaciones apor- El lector familiarizado con la obra
tan al estudioso de la cultura no de Giménez, encontrará en el ca-
solamente una conceptualización pítulo 5 de los prolegómenos, un
teórica, sino que, junto con ella, texto donde se resume brevemente,
señalan caminos para abordar su pero con gran claridad, su postura
investigación, lo que indudable- sobre el concepto de identidad,
mente le da un valor particular a la vinculándolo de manera estrecha
obra que aquí reseño, y que se com- e imprescindible con el de cultura,
plementan con la sección dedicada y abundando sobre la importancia
a los problemas metodológicos que tiene la memoria colectiva en
presentes en la investigación de la conformación de las identidades
este vasto universo. Se recupera de sociales.
manera particular la propuesta de la El prolegómeno de Giménez
“hermenéutica profunda” de John puede complementarse y profun-
B. Thompson, discutida y com- dizarse, en la antología, con un
plementada a partir de múltiples texto de su propia autoría titulado
autores que nos permiten ubicar “Materiales para una teoría de las
una mirada para abordar este cam- identidades sociales”, que es proba-
po, lo que sin duda constituye una blemente uno de sus trabajos más
guía y punto de debate tanto para conocidos y reconocidos entre los
el investigador novel como para el estudiosos del tema, ya que es en él
más experimentado. donde desarrolla su concepción de
En la antología, el lector encon- la identidad como distinguibilidad a
trará fragmentos fundamentales partir de tres elementos diferencia-
para el estudio de la concepción dores: pertenencia social, atributos
simbólica de la cultura —parti- identificadores y narrativa biográfi-
cularmente los de Clifford Geer- ca. También me parece particular-
tz— y, en un capítulo aparte, mente importante la inclusión del

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fragmento del texto “Identidades otros—, incluyendo también en


asesinas” de Amin Maalouf donde, esta sección un texto escrito por el
a partir de su relato autobiográfico, propio Giménez.
analiza su particular conformación Por último, sólo me resta invitar
identitaria y las aparentes contra- a todos los gentiles lectores a que se
dicciones y posibilidades que ella acerquen directamente a esta obra,
encierra desde el conflicto pro- de la que aquí solamente ofrezco
vocado por su doble pertenencia un breve e incompleto panorama.
a comunidades enfrentadas; esto Estoy segura que la lectura de estos
permite al lector incursionar en libros de nuestro querido y entra-
estas temáticas, de por sí áridas, ñable Gilberto Giménez se conver-
de una manera más clara, amable tirá, como ya lo son muchas de sus
y accesible. También son dignos de obras, en una referencia y punto
destacarse la selección de textos de de partida imprescindible para los
Bassand, sobre identidades regiona- estudiosos de la cultura. Encontra-
les; para el tema de la identidad na- rán aquí las más diversas miradas
cional, los fragmentos selectos de la disciplinarias, un manejo erudito
obra clásica Comunidades imaginadas acompañado de un toque amable y
de Benedict Anderson; de Edgar accesible que les permitirá abordar
Morin se retoma el carácter mítico- los temas más difíciles e intrinca-
real de este tipo de identidad, y del dos, gracias a un generoso lenguaje,
mexicano Bonfil Batalla, un texto limpio y llano, y a una gran capa-
sobre la cultura nacional. cidad para transmitir y compartir
Congruente con su concepción experiencias, y sabiduría.
dinámica de la cultura, Giménez
dedica un capítulo de sus prolegó-
menos al análisis del cambio cul-
tural y los mecanismos a través de
los cuales se reconfigura la cultura
a través del tiempo y los cambios
e intercambios contextuales. Nue-
vamente, la antología correspon-
diente permite al lector profundizar
y debatir con nuestro autor y, para
esta sección, nos ofrece diferentes
textos que nutren su obra, como
los de Pierre Bourdieu, Alberto
Cirese o Michel Bassand —entre

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