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La mayor prueba de amor es la libertad

Agradecimientos

Principalmente a el “mero-mero” por inspirarme y darme la fuerza y el valor


para vivir.

A mi LUZ que es mi CHISPITA de amor.

A mis padres porque a pesar de todo me siguen amando.

Y a todos los que se han involucrado conmigo en este maravilloso desfile, que
han tenido la gran idea de compartirme un poco de su vida.
Para empezar me gustaría que este texto no se lea y se abandone; si no al contrario, que
se lleve día a día en la bolsa y se consulte cuando se está triste o alegre, deprimido o
feliz, en fin me gustaría que este se convierta en “mi texto de bolsillo”.

Cómo enfrentar un mundo cada vez más hostil y deshumanizado. Cómo sobrevivir entre
una masa uniforme de gente embrutecida que sólo piensa en el dinero, el consumir, el
grotesco placer y la diversión degradante. Qué hacer cuando las instituciones sociales
más importantes se encuentran dirigidas por personas corruptas, simuladoras y cínicas
quienes, a través del engaño y la mentira, hunden cotidianamente estas instituciones, que
en su lugar deberían brindar dirección, apoyo y confianza a los ciudadanos. Qué hacer
cuando los medios de comunicación masiva enajenan y embrutecen al pueblo
sistemáticamente, y el sistema educativo engaña y coloniza a los estudiantes, dejándolos
en la desolada ignorancia, totalmente deshumanizados, carentes de principios y valores
éticos; únicamente despertándoles la ambición del lucro, la competitividad y el
consumismo.

Qué hacer cuando vemos que todo se derrumba alrededor y aparentemente nada se
puede hacer. Qué hacer cuando percibimos que estamos solos y el sistema se yergue
contra nuestras más elevadas aspiraciones. Qué hacer cuando no nos resignamos a morir
enajenados y embrutecidos, o cuando nos sentimos solos. Cómo sobrevivir en el caos.

La respuestas a estas preguntas y a muchísimas más se encuentra en todo y en nada,


para encontrarlas tenemos que encontrarnos primero a nosotros, y como decían los
“viejos abuelos toltecas” pelear la “guerra florida” que no es más que la lucha con nuestro
ego para encontrarnos a nosotros tal como somos, hay que morir al mundo material para
renacer en espíritu.

Antes que nada déjame platicarte que este texto es el resultado de una larga y difícil
procesión en mi vida, en esta sociedad, a mi me costó cierto tiempo y choques en la
pared; aunque conocía o vislumbraba la puerta siempre iba a estrellarme en la pared, que
yo recuerde esta visión empezó después de haber tocado fondo a causa de lo que yo creí
una injusticia y un castigo divino o algo por el estilo. Pero después de recapitular mi vida
me doy cuenta que desde siempre fui un rebelde de las condiciones y conceptos de la
sociedad, nada me llenaba, ni nada me complacía tan fácilmente, siempre anteponía un
por? y la respuesta tendría que satisfacerme, pero como eso casi nunca ocurrió, “porque
es un misterio de dios”, “porque lo digo yo” “porque así tiene que ser”, etc.

Sin adentrarme mucho en mi vida y mis métodos radicales, quiero regalarles este texto,
no sé cuantas palabras halla aquí mías o si todas sean copiadas, lo que si sé es que
quiero compartirlo con ustedes y ojalá les pueda despertar el alma, esperando que esto
sirva de introducción. Paso a los primeros puntos que considero esenciales para
encontrar nuestros caminos a la felicidad.
Amate
solo necesitas de alguien para vivir y ser feliz…

EL VERDADERO VALOR DEL ANILLO


-Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada.
Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo
puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio
problema. Quizás después... –y haciendo una pausa agregó- Si quisieras ayudarme tú a
mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

-E... encantado, maestro –titubeó el jóven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus
necesidades postergadas.

-Bien –asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano
izquierda y dándoselo al muchacho, agregó –toma el caballo que está allí afuera y
cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda.
Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una
moneda de oro. Vete antes y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer al anillo a los mercaderes.
Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.
Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la
cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una
moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar,
alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía
instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y rechazó la oferta. Después
de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado –más de cien personas-
y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó. Cuánto hubiera deseado el joven
tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado al maestro para
liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda. Entró en la habitación.

-Maestro –dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera


conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie
respecto del verdadero valor del anillo.

-Qué importante lo que dijiste, joven amigo –contestó sonriente el maestro-. Debemos
saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor
que él, para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él.
Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su
lupa, lo pesó y luego le dijo:
-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58
monedas de oro por su anillo.
¡¿58 monedas?! –exclamó el joven.
-Sí –replicó el joyero- Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70
monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.


-Siéntate –dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya,
valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué
haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

Si le preguntas a cualquiera ¿“te amas”? siempre te contestaran que si, por supuesto, me
cuido, hago ejercicio, no permito que nadie abuse de mi y un largo etc. pero ¿realmente
se ama o solo se cuida? ¿es amoroso o vanidoso? en fin, un sin número de cuestiones
saltan a mi cabeza. Considero que el amor a uno mismo empieza por conocerse (también
en el 99.93% dirá que se conoce) pero el conocerse implica conocer a ese ser (lo llamaré
de muchas formas a lo largo de este texto) que llevamos dentro, a esa sustancia etérea
que algunos llaman alma, platicar con ella, escucharla porque es ella nuestro enlace con
dios, la primera fuente, la naturaleza, el gran espíritu, etc. Lo que salga de él no tendrá
mancha y nunca nos causara daño aunque parezca lo contrario, siempre hay que purificar
los pensamientos con el alma y no contaminar los sentimientos con la mente. Debemos
de tener en cuenta que la mente es nuestro principal enemigo, por ahora ya está
programada por la sociedad.

Cuando logres no pensar y poner tu mente en blanco poco a poco irá hablando el alma,
se comunicará contigo, al principio quizá no entendamos nada de lo que nos dice pero se
nos irá revelando poco a poco y después lo entenderemos, hablaremos su lenguaje fácil
como el fluir del rio. Así iremos aprendiendo que debemos de dejar de hacerle caso a las
personas o a las reglas y empezar a hacerle caso a nuestra alma.

Aprendamos a no culpar a la gente por nuestros errores o nuestras equivocaciones

SOLO YO SOY EL ÚNICO Y ABSOLUTO RESPONSABLE DE TODO LO QUE ME


PASA.

No te tomes las cosas personales, las cosas suceden, a ti, a él, a ella, a cualquiera, las
cosas simplemente suceden. Tomando un ejemplo no creo que dios sea ese viejito de
barba blanca que mueve los hilos de todo lo que nos pasa, que nos atropellan al perro es
culpa de dios, que si nuestro abuelo muere de cáncer pulmonar es culpa de dios; NO!!, el
perro no tuvo cuidado o nosotros fuimos los descuidados y mi abuelo fumo durante 50
años.
Déjate sentir, no le pongas conceptos o preceptos a lo que sientes, nadie en la historia del
mundo ha sentido o siente lo que estas sintiendo, no dejes que te engañe la sociedad o la
publicidad, solo tú conoces tus sentimientos, tampoco exijas a los otros que te amen
como tú quieres o concibes el amor, ellos te amaran como ellos lo sienten, este respeto
muto de los sentimientos solo puede generar un verdadero sentido de reciprocidad.

Una vez que comprendas la libertad total en el sentir, pensar y vivir y se la otorgues a tu
“pareja” empezaras a ver los frutos de una hermosa relación interpersonal o una
verdadera razón de estar juntos sin el estar atados, te darás cuenta que la individualidad
de la persona es lo que más amas y no sus (celos o detalles) no esperaras fidelidad
porque no te interesara que sea fiel o cariñoso, sentimental, demostrativo, atento. Lo
único que te importa es la persona, su amor, su felicidad la cual mezclaras con tu amor,
con tu felicidad y con tu persona.

¿Alguna vez te has puesto a pensar que es lo peor que te pueden hacer en la vida?

Supongo que si, como todos y déjame decirte que no es lo peor que te pueden hacer,
siempre hay cosas peores, cosas inimaginables, así que no dejes que tu pesar te
destruya, sal siempre adelante, recuerda que todo puede empeorar si continuas con esa
actitud pero todo puede mejorar y volverse maravilloso si cambias tu actitud y tu modo de
enfrentar la vida.

CÓMO TEMPLAR EL ACERO

Había un herrero que, después de una juventud llena de excesos, decidió entregar su
alma a Dios. Durante muchos años trabajó con ahínco, practicó la caridad, pero -a pesar
de toda su dedicación, nada parecía andar bien en su vida.
Muy por el contrario: sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día.
Una hermosa tarde, un amigo que lo visitaba -y que sentía compasión por su situación
difícil-le comentó:
-Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un
hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fé,
pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado.
El herrero no respondió enseguida: él ya había pensado en eso muchas veces, sin
entender lo que acontecía con su vida.
Sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar -y
terminó por encontrar la explicación que buscaba. He aquí lo que dijo el herrero:
-En este taller yo recibo el acero aún sin trabajar, y debo transformarlo en espadas.
¿Sabes tú como se hace esto?
Primero, caliento la chapa de acero a un calor infernal, hasta que se pone roja. En
seguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta
que la pieza adquiere la forma deseada.
Luego la sumerjo en un balde de agua fría, y el taller entero se llena con el ruido del
vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura.
Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta: una sola vez no es
suficiente."
El herrero hizo una larga pausa, encendió un cigarrillo y siguió:
-A veces, el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento. El calor, los
martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras. En ese momento, me doy
cuenta de que jamás se transformará en una buena hoja de espada.
Y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de fierro viejo que ves a la entrada de mi
herrería."
Hizo otra pausa más, y el herrero terminó:
-Sé que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que
la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al
acero. Pero la única cosa que pienso es: "Dios mío, no desistas hasta que yo consiga
tomar la forma que Tú esperas de mí. Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el
tiempo que quieras -pero nunca me pongas en la montaña de fierro viejo de las almas."

Siempre estás tenso; ese es el agarre, el aferramiento. Nunca estás relajado, nunca en un
estado de dejarte ser. Siempre estás haciendo algo; ese hacer es el problema. Nunca
estás en un estado de no-hacer, en el que las cosas están sucediendo y tú simplemente
estás ahí disfrutando, deleitándote con eso que sucede, debes dejar que el amor fluya,
que la ola de sentimientos te arrastre a los confines de la existencia, no detengas el
eterno flujo, conviértete en uno, deja que te lleve, que borre de ti todos rastro de
impureza.
Realmente el amor es inmenso, puro y eterno, nada tiene que ver con las connotaciones
que le da la sociedad, no puedes detenerlo porque eso solo te produce pesar, sufrimiento,
solo te deja un sensación de soledad, de incompleto y así es, puedes tener todo lo
material, la estabilidad emocional y funcionando todo perfecto pero te hace falta algo, no
eres feliz, estas tranquilo, seguro, pero incompleto. No te limites, siempre entrégate, sin
miedos, lo más que puede pasar es que resultes inmensamente feliz.

LA VIDA ES INJUSTA

Claro que la vida es injusta, llena de violencia, de gente mala, de accidentes, de


desastres, y miles y miles de cosas más, pero es maravillosa, tiene cosas divinas como:


tu hijos
los días
las noches
nadar en el rio
tomar chela en el mar
los amigos
las reuniones con los amigos
la música

No sé, la lista es eterna de las cosas hermosas que tiene la vida, pero todo está en el
enfoque que le des, el cristal con que se mire, te puedes quejar que tu hija se enferma...
pero eso la hará fuerte, te puedes quejar que haya noche, pero no apreciarías el día si no
existiera la noche, la vida es maravillosa llena de todo, cualquier cosa que quieras lo
encuentras en la vida, lo imaginable e inimaginable, la verdad que si me dieran a escoger
volvería a nacer, a sufrir enfermedades o llorar por los amores o por los seres queridos
muertos, volvería a correr desnudo por el campo y nadar en el mar y reírme hasta que me
duela el estomago y saltarme una clase y reprobar y sacar diploma y jugar futbol, y por
supuesto volvería a escogerte a ti como parte de esta vida.

EL PORTERO DEL PROSTÍBULO

Cursaba la mitad de la carrera y, como muchos, de repente empecé a replantearme mi


decisión de estudiar. Llevé el tema a mi terapia. Yo me daba cuenta de que me
presionaba, me forzaba para seguir estudiando.
-Ése es el problema –dijo -. Mientras sigas creyendo que “tienes que” estudiar y recibirte,
no hay posibilidades de que lo hagas con placer y mientras no haya por lo menos un poco
de placer, algunas partes de tu personalidad te van a jugar malas pasadas.
Repetía hasta aburrir que no creía en el esfuerzo. Decía que nada útil se puede conseguir
esforzándose. Sin embargo... en este caso yo creo que se equivocaba. Por lo menos
sería la excepción que confirma la regla.
-Pero, yo no puedo dejar de estudiar –dije- yo no creo que en el mundo en que me va a
tocar vivir, yo pueda ser alguien si no tengo un título. Una carrera de alguna manera es
una garantía.
-Puede ser –dijo el - ¿Sabes lo que es el Talmud?
-Sí.
-Hay un cuento en el Talmud, trata sobre un hombre común. Ese hombre era el portero
de un prostíbulo. No había en aquel pueblo un oficio peor conceptuado y peor pagado
que el de portero del prostíbulo... Pero ¿qué otra cosa podría hacer aquel hombre? De
hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio.
En realidad, era su puesto porque su padre había sido el portero de ese prostíbulo y
también antes, el padre de su padre.
Durante décadas, el prostíbulo se pasaba de padres a hijos y la portería se pasaba de
padres a hijos. Un día, el viejo propietario murió y se hizo cargo del prostíbulo un joven
con inquietudes, creativo y emprendedor. El joven decidió modernizar el negocio. Modificó
las habitaciones y después citó al personal para darle nuevas instrucciones. Al portero, le
dijo:
-A partir de hoy, usted, además de estar en la puerta, me va a preparar una planilla
semanal. Allí anotará usted la cantidad de parejas que entran día por día. A una de cada
cinco, le preguntará cómo fueron atendidas y qué corregirían del lugar. Y una vez por
semana, me presentará esa planilla con los comentarios que usted crea convenientes. El
hombre tembló, nunca le había faltado disposición al trabajo pero...
-Me encantaría satisfacerlo, señor –balbuceó- pero yo... yo no sé leer ni escribir.
- ¡Ah! ¡Cuánto lo siento! Como usted comprenderá, yo no puedo pagar a otra persona
para que haga esto y tampoco puedo esperar hasta que usted aprenda a escribir, por lo
tanto...
-Pero señor, usted no me puede despedir, yo trabajé en esto toda mi vida, también mi
padre y mi abuelo...
No lo dejó terminar. -Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted.
Lógicamente le vamos a dar una indemnización, esto es, una cantidad de dinero para que
tenga hasta que encuentre otra cosa. Así que, los siento. Que tenga suerte. Y sin más, se
dio vuelta y se fue.
El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a
encontrarse en esa situación. Llegó a su casa, por primera vez, desocupado. ¿Qué
hacer? Recordó que a veces en el prostíbulo cuando se rompía una cama o se arruinaba
una pata de un ropero, él, con un martillo y clavos se las ingeniaba para hacer un arreglo
sencillo y provisorio. Pensó que esta podría ser una ocupación transitoria hasta que
alguien le ofreciera un empleo. Buscó por toda la casa las herramientas que necesitaba,
sólo tenía unos clavos oxidados y una tenaza mellada. Tenía que comprar una caja de
herramientas completa. Para eso usaría una parte del dinero que había recibido.
En la esquina de su casa se enteró de que en su pueblo no había una ferretería, y que
debería viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano a realizar la compra. ¿Qué
más da? Pensó, y emprendió la marcha. A su regreso, traía una hermosa y completa caja
de herramientas. No había terminado de quitarse las botas cuando llamaron a la puerta
de su casa. Era su vecino.
-Vengo a preguntarle si no tiene un martillo para prestarme.
-Mire, sí, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar... como me quedé sin
empleo...
-Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano.
-Está bien.
A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta.
-Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?
-No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería está a dos días de mula.
-Hagamos un trato –dijo el vecino- Yo le pagaré a usted los dos días de ida y los dos días
de vuelta, más el precio del martillo, total usted está sin trabajar. ¿Qué le parece?
Realmente, esto le daba un trabajo por cuatro días... Aceptó. Volvió a montar su mula. Al
regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su casa.
-Hola, vecino. ¿Usted le vendió un martillo a nuestro amigo?
-Sí...
-Yo necesito unas herramientas, estoy dispuesto a pagarle sus cuatro días de viaje y una
pequeña ganancia por cada herramienta. Usted sabe, no todos podemos disponer de
cuatro días para nuestras compras. El ex–portero abrió su caja de herramientas y su
vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue.
“...No todos disponemos de cuatro días para hacer compras”, recordaba.
Si esto era cierto, mucha gente podría necesitar que él viajara a traer herramientas. En el
siguiente viaje decidió que arriesgaría un poco del dinero de la indemnización, trayendo
más herramientas que las que había vendido. De paso, podría ahorrar algún tiempo en
viajes. La voz empezó a correrse por el barrio y muchos quisieron evitarse el viaje. Una
vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y compraba lo que
necesitaban sus clientes.
Pronto entendió que si pudiera encontrar un lugar donde almacenar las herramientas,
podría ahorrar más viajes y ganar más dinero. Alquiló un galpón. Luego le hizo una
entrada más cómoda y algunas semanas después con una vidriera, el galpón se
transformó en la primera ferretería del pueblo. Todos estaban contentos y compraban en
su negocio. Ya no viajaba, de la ferretería del pueblo vecino le enviaban sus pedidos. Él
era un buen cliente.
Con el tiempo, todos los compradores de pueblos pequeños más lejanos preferían
comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha.
Un día se le ocurrió que su amigo, el tornero, podría fabricar para él las cabezas de los
martillos. Y luego, ¿por qué no? las tenazas... y las pinzas... y los cinceles. Y luego fueron
los clavos y los tornillos...
Para no hacer muy largo el cuento, sucedió que en diez años aquel hombre se transformó
con honestidad y trabajo en un millonario fabricante de herramientas. El empresario más
poderoso de la región. Tan poderoso era, que un año para la fecha de comienzo de las
clases, decidió donar a su pueblo una escuela. Allí se enseñarían además de
lectoescritura, las artes y los oficios más prácticos de la época. El intendente y el alcalde
organizaron una gran fiesta de inauguración de la escuela y una importante cena de
agasajo para su fundador. A los postres, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad y el
intendente lo abrazó y le dijo:
-Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos nos conceda el honor de poner su firma en
la primera hoja del libro de actas de la nueva escuela.
-El honor sería para mí –dijo el hombre-. Creo que nada me gustaría más que firmar allí,
pero yo no sé leer ni escribir. Yo soy analfabeto.
- ¿Usted? –Dijo el intendente, que no alcanzaba a creerlo - ¿Usted no sabe leer ni
escribir? ¿Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy
asombrado. Me pregunto ¿qué hubiera hecho si hubiera sabido leer y escribir?
-Yo se lo puedo contestar –respondió el hombre con calma-. ¡Si yo hubiera sabido leer y
escribir... sería portero del prostíbulo!

Hay que tener valor y coraje para vivir, porque es muy fácil sobrevivir, dejarse llevar, no
preocuparse simplemente seguir, seguir a todos sin más, sin pensar… todos dirán claro
que pensé, pero realmente piensan o solo repiten lo que les han enseñado?

Una amiga me dijo un día -tienes que aceptar que hay realidades que no puedes evitar-, a
mí se me ocurrió preguntarle “realidades ¿cómo cuales?”, pues como la que yo creo que
él piensa…. Me pareció bastante simpático porque todo se basaba en una suposición o
en una opinión de ella, pero como así lo ven “todos“ pues automáticamente se convierte
en “Realidad”, esto me hace pensar ¿donde se perdió la humanidad? Donde decidieron
que los seres humanos no podíamos ser diferentes, que teníamos que actuar igual y
reaccionar igual a todas las circunstancias? Y se me ocurrió buscar que es coraje y
encontré esto:
La palabra «coraje» es muy interesante. Proviene de la raíz latina, cor, que quiere decir
corazón. Por tanto, ser valiente significa vivir con corazón. Los cobardes y sólo los
cobardes viven con la cabeza; están atemorizados, se rodean de la seguridad de la
razón. Atemorizados, cierran todas las ventanas y las puertas y se esconden detrás.
El camino del corazón es el camino del coraje. Es vivir en la inseguridad, es vivir con
amor, con confianza; es adentrarse en lo desconocido. Es renunciar al pasado y permitir
el futuro. Coraje es adentrarse por caminos peligrosos. La vida es peligrosa, y sólo los,
cobardes pueden evitar el peligro, pero entonces, ya estarán muertos. La persona que
está viva, realmente viva, vital, siempre se aventurará a lo desconocido. Allí encontrará
peligros, pero se arriesgará. El corazón siempre está dispuesto a arriesgarse, al corazón
le gusta apostar. La cabeza es un hombre de negocios. La cabeza siempre hace cálculos,
es astuta. El corazón no es calculador.
La palabra inglesa courage es muy bonita, muy interesante. Vivir a través del corazón es
descubrir el significado. El poeta vive a través del corazón y, poco a poco, empieza a
sentir en su corazón los sonidos de lo desconocido. La cabeza no puede escucharlos,
está demasiado lejos de lo desconocido. La cabeza está llena de lo conocido.
¿Qué es tu mente? Es todo lo que has conocido. Es el pasado, lo que ha muerto, lo que
se ha ido. La mente no es más que pasado acumulado, memoria. El corazón es futuro; el
corazón es esperanza, el corazón siempre está en algún lugar del futuro. La cabeza
piensa en el pasado, el corazón sueña con el futuro.
El futuro está por venir. El futuro todavía no existe. El futuro todavía tiene una posibilidad,
llegará, ya está llegando. En cada momento, el futuro se convierte en presente y el
presente se convierte en pasado. El pasado no tiene ninguna oportunidad, ya ha sido
utilizado. Ya te has alejado de él, se ha extinguido, está muerto, es como una tumba. El
futuro es como una semilla; está por venir, siempre está por venir, siempre llega y se
encuentra con el presente. Siempre estás cambiando. El presente no es más que un
cambio hacia el futuro. Es el paso que ya has dado; es ir hacia el futuro.
TODO EL MUNDO QUIERE SER AUTÉNTICO, porque ser auténtico da mucha alegría y
mucha felicidad, ¿por qué deberíamos ser falsos? Tienes que tener el valor de
profundizar un poco más: ¿Por qué tienes miedo? ¿Qué te puede hacer el mundo? La
gente se puede reír de ti; les sentará bien, la risa siempre es una medicina, es saludable.
La gente puede pensar que estás loco... pero no te vuelves loco simplemente porque
ellos piensen que estás loco.
Si tu alegría, tus lágrimas y tu baile son auténticos, antes o después habrá gente que
empezará a entenderte, quizá se sumen a tu caravana. Yo mismo empecé mi camino
solo, después la gente empezó a llegar y ¡se convirtió en una caravana mundial! No he
invitado a nadie, sólo he hecho lo que sentía que venía de mi corazón.
Sólo respondo ante mi corazón y ante nadie más. Tú sólo debes responder ante tu
persona. No vayas contra ti mismo, porque hacerlo es cometer un suicidio, es destruirte.
Y, ¿qué puedes ganar? Aunque la gente te respete y piensen que eres una persona muy
seria, respetable y honrada, eso no va a enriquecerte. Estas cosas no te van a
proporcionar una mayor comprensión de la vida y de su enorme belleza.
¿Cuántos millones de personas han vivido sobre la Tierra antes que tú? Ni siquiera sabes
sus nombres; no te afecta en absoluto si han vivido o no. Ha habido santos y ha habido
pecadores, ha habido gente muy respetable y ha habido toda clase de excéntricos y
locos, pero todos ellos han desaparecido, no ha quedado ni rastro de ellos sobre la Tierra.
Sólo deberías preocuparte de cuidar y proteger las cualidades que podrás llevarte contigo
cuando la muerte aniquile tu cuerpo y tu mente, porque estas cualidades serán tu única
compañía. Son los únicos valores verdaderos, y sólo las personas que lo consiguen están
vivas; el resto finge estar vivo.
Una noche oscura la KGB llama a la puerta de Yussel FinkeIstein. Yussel abre la puerta.
El hombre de la KGB ruge: —¿Vive aquí Yussel FinkeIstein?
—No—responde Yussel en la puerta con su pijama raído.
—¿No? Entonces, ¿cómo te llamas?
—Yussel FinkeIstein.
El hombre de la KGB le derriba de un golpe y dice: —¿No acabas de decir que no vivías
aquí?
Yussel le responde: —¿Y a esto le llamas vida?
Vivir no siempre es vida. Fíjate en tu vida. ¿Podrías decir que es una bendición? ¿Podrías
decir que es un regalo, un obsequio de la existencia? ¿Te gustaría que te tocara esta vida
una y otra vez?
NO HAGAS CASO DE LAS ESCRITURAS, haz caso a tu corazón. Ésa es la única
escritura que yo recomiendo: escucha atentamente, muy conscientemente, y nunca te
equivocarás. Escuchando a tu propio corazón nunca estarás dividido. Escuchando a tu
propio corazón, empezarás a ir en la dirección correcta, sin tener que pensar en lo que
está bien o está mal.
La nueva humanidad tendrá una habilidad que consistirá en el secreto de escuchar al
corazón conscientemente, vigilando, atentamente. Síguele adondequiera que te lleve. Sí,
a veces te llevará a algún peligro, pero recuerda que esos peligros son necesarios para
que madures. A veces te confundirá, pero esas confusiones son parte del crecimiento.
Caerás muchas veces; vuelve a levantarte, porque cayéndote y levantándote es como
vuelves a recobrar fuerzas. Así es como uno se equilibra.
Pero no obedezcas las reglas que vienen impuestas desde el exterior. Las reglas
impuestas nunca estarán bien, ¡porque las ha inventado alguien que quiere dominarte! Sí,
en el mundo también ha habido grandes iluminados: un Buda, un Jesús o un Mahoma. No
han dado reglas para el mundo, han dado su amor. Pero, antes o después, sus discípulos
se reúnen y empiezan a marcar las normas de conducta. Cuando el maestro ya no está,
cuando la luz se ha ido y están en la oscuridad, empiezan a buscar a tientas
determinadas normas que obedecer, porque ahora ya no está la luz que les alumbraba.
Ahora tienen que depender de las normas.
Jesús hizo lo que le susurró el corazón, pero los cristianos no están haciendo lo que les
susurra su corazón. Son imitadores y, en cuanto imitas, estás insultando a la humanidad,
estás insultando a tu Dios.
No seas un imitador, sé original siempre. No te conviertas en una copia. Eso es lo que
pasa en todo el mundo, copias y más copias.
Si eres original la vida realmente es un baile, y ser original es tu destino.
Tú eres tú. Y tú no eres, de ninguna manera, menos que los demás. Respétate, respeta
tu voz interior y obedécela.
Ten en cuenta que no te estoy garantizando que esto te vaya a conducir siempre a lo
correcto. Muchas veces te conducirá a lo equivocado, porque para llegar a la puerta
correcta hay que llamar primero a muchas puertas equivocadas. Es así. Si te encuentras
con la puerta correcta de golpe, no sabrás reconocer que era la correcta. Por tanto,
recuerda que en el balance final los esfuerzos nunca sobran; todos los esfuerzos
contribuyen al desarrollo final de tu crecimiento.
No seas indeciso, no te preocupes demasiado de equivocarte. Éste es uno de los
problemas: se ha enseñado a la gente a no equivocarse, y entonces se vuelven tan
indecisos, tan cobardes y temerosos de hacer algo mal, que se quedan paralizados. No
pueden moverse por si pasa algo malo. Se convierten en rocas, pierden la movilidad.
Comete todas las equivocaciones que puedas, y recuerda sólo una cosa: no vuelvas a
cometer el mismo error. Entonces, estarás creciendo. Parte de tu libertad consiste en
equivocarte, incluso el ir en contra de Dios forma parte de tu dignidad. Así empezarás a
tener una columna vertebral; por otro lado, hay millones de personas sin columna
vertebral.
Olvídate de todo lo que te han dicho: «Esto está bien y eso está mal.» La vida no es
estática. Lo que hoy está bien puede estar mal mañana, lo que está mal en este momento
puede estar bien en el momento siguiente. La vida no se puede encasillar, no se puede
etiquetar tan fácilmente: «Esto está bien y aquello está mal.» La vida no es una farmacia
donde cada botella tiene su etiqueta y sabes cuál es cuál. La vida es un misterio: en un
momento determinado utilizas una cosa y está bien, y en otro momento, habrá pasado
tanta agua por el Ganges, que ya no servirá y estará mal.
¿Cuál es mi definición de lo que está bien? Está bien aquello que está en armonía con la
existencia, y lo que no está en armonía con la existencia está mal. Tendrás que estar muy
despierto en todo momento, porque tienes que decidir espontáneamente. No puedes
contar con respuestas premeditadas para lo que está bien y lo que está mal. Sólo los
estúpidos cuentan con las respuestas premeditadas, porque de ese modo no necesitan
tener inteligencia, no les hace falta. Ya saben lo que está bien y lo que está mal, pueden
aprenderse la lista de memoria; no es muy larga.
Los Diez Mandamientos —¡qué sencillo!— sabes lo que está bien y lo que está mal. Pero
la vida cambia constantemente. Si volviese Moisés, no creo que volviera a daros los
mismos diez mandamientos, no podría. ¿Cómo os va a dar los mismos mandamientos
tres mil años más tarde? Tendría que inventar algo nuevo.
Pero ésta es mi conclusión: siempre que hay unos mandamientos, la gente se encuentra
con dificultades, porque en el momento que se divulgan ya se han quedado anticuados.
La vida va muy rápido; es dinámica, no es estática. No es una charca estancada, es el
Ganges, está fluyendo. Nunca es el mismo río en dos instantes consecutivos. Una cosa
puede estar bien en un momento, y no estar bien en el momento siguiente.
¿Qué podemos hacer? La única posibilidad es que la gente sea tan consciente que pueda
decidir cómo responder a la vida cambiante.
Una historia zen:
Había dos templos rivales. Los dos maestros —probablemente sólo se trataba de
supuestos maestros; en realidad, debían ser sacerdotes estaban tan en contra el uno del
otro que le dijeron a sus seguidores que no debían mirar nunca hacia el otro templo.
Cada sacerdote tenía un niño a su servicio para traerle cosas o hacer los recados. El
sacerdote del primer templo le dijo a su niño sirviente: —No hables nunca con el otro
chico. Esa gente es peligrosa.
Pero los niños son niños. Un día se encontraron en la carretera, y el niño del primer
templo le preguntó al otro: ¿Adónde vas?
El otro le dijo: —A donde me lleve el viento. —Probablemente, debía haber escuchado
grandes cuestiones zen en el templo; —A donde me lleve el viento —dijo. Una gran
declaración, Tao puro.
Pero el primer niño estaba muy avergonzado y ofendido porque no había encontrado
ninguna respuesta a esto. Estaba triste y enfadado, y también le remordía la conciencia...
—Mi maestro me ha dicho que no debía hablar con esa gente. Esa gente es realmente
peligrosa. Pero ¿qué clase de respuesta es ésa? Me ha humillado.
Fue a su maestro y le dijo lo que había ocurrido: —Siento haber hablado con él. Tenías
razón, son raros. ¿Qué clase de respuesta es ésa? Yo le pregunté: «¿Adónde vas?» —
una pregunta sencilla, normal— y sabía que estaba yendo al mercado igual que yo. Pero
me contestó: «A donde me lleve el viento.»
El maestro le dijo: —Te había advertido, pero no me has hecho caso. Mira, mañana te
vuelves a colocar en el mismo sitio. Cuando llegue él, le preguntas: «¿Adónde vas?», y él
dirá: «A donde me lleve el viento.>~ Entonces, tú también tienes que ser un poco más
filosófico y decirle: «¿Y si no tienes piernas?» —porque el alma es incorpórea y el viento
no se puede llevar al alma a ningún sitio «entonces, ¿qué harás?»
El niño quería estar absolutamente preparado; se pasó toda la noche repitiéndolo. A la
mañana siguiente se marchó muy pronto hacia el lugar, se colocó en el mismo sitio, y a la
misma hora volvió a aparecer el otro niño. Estaba muy contento, ahora te iba a enseñar
qué es la verdadera filosofía. Así que le preguntó: —¿Adónde vas? —Y se quedó
esperando...
Pero el niño dijo: —Voy al mercado a comprar verduras.
Y ahora, ¿de qué le servía la filosofía que había aprendido?
La vida es así. No puedes prepararte, no puedes estar listo. Ésa es su belleza, ése es el
misterio, que siempre te coge de sorpresa, siempre llega de sorpresa. Si tienes ojos, te
darás cuenta de que cada momento es una sorpresa y no se puede aplicar una respuesta
premeditada.
Osho.

Estuve leyendo un libro que encontré por casualidad no sé dónde y creo que estos 7
puntos son un gran paso hacia el autoconocimiento y estar en paz contigo mismo para
desfrutar al máximo la vida.

“El responsable soy yo."


Nunca deje que la historia controle su destino. Usted está donde está ahora por las
decisiones que ha hecho hasta ahora. El primer paso es aceptar la responsabilidad por su
situación actual, sea mental, física, espiritual, emocional o financiera y darse cuenta de
que sus pensamientos dictan sus circunstancias.
"Tú has escogido el camino a tu destino presente. La responsabilidad por tu situación es
solamente tuya". "Nuestra forma de pensar crea una senda hacia el éxito o hacia el
fracaso".
"Buscaré sabiduría"
Usted puede transformar las experiencias en su vida mediante tres aspectos: La
búsqueda de la sabiduría, una elección cuidadosa de amigos y mentores y una vida de
servicio a los demás.
"Nosotros, los humanos, estamos constantemente en un proceso de cambio. Por esa
razón, podemos entonces cambiar el rumbo hacia una dirección que provoque el cambio".

"Yo soy una persona de acción"


Convertirse en una persona de acción (alguien que toma decisiones y actúa rápidamente)
multiplicará su esfuerzo en un cien por ciento. Con valor y una energía sin límites, usted
se puede transformar en un líder motivador.

"Tengo un corazón resuelto"


Un hombre sabio dijo una vez: "Un viaje de mil millas comienza con el primer paso".
Sabiendo que esto es cierto, usted puede dar ese primer paso. Si usted tiene un corazón
resuelto, su curso está establecido y su destino asegurado.

"Hoy escogeré ser feliz"


La felicidad es una elección. Pocas personas pueden aferrarse a la verdad de la ley física
que nos permite vivir felizmente todos los días. La felicidad no es un fantasma emocional
que flota en nuestras vidas de vez en cuando, sino más bien el resultado final, de ciertos
pensamientos y actividades, las cuales provocan una reacción química en nuestros
cuerpos.
"Iniciaré este día con un espíritu perdonador"
El secreto para disipar el enojo y el resentimiento es a través del perdón. Es perdonar a
otros, aún aquellos que no lo están pidiendo. Con el simple hecho de perdonar usted se
está deshaciendo de los errores del pasado y creando un corazón renovado, un nuevo
inicio.

"Yo persistiré a toda costa"


El poder más grande investido en la humanidad es el poder de la elección. Escoja persistir
siempre. Aférrese a sus sueños y mantenga el curso, aún cuando se enfrente al
cansancio, al rechazo o a la incertidumbre.

Me preguntaba un amigo “¿tú nunca te enojas?”


Claro que me enojo pero no dejo que eso me afecte e inmediatamente después se me
olvida, así mi vida es muy tranquila, yo tengo una teoría no dejo que nada me afecte,
habrá cosas que me pongan triste, deprimido o enojado pero tengo dos caminos o me
dejo arrastras por el sentimiento o me olvido de él y gozo el momento en el que estoy
viviendo; lo otro ya paso ya quedo a tras no puedo estar viviendo en el pasado o solo
pensando en el futuro de esta forma dejo pasar el presente que el final de cuentas es lo
único que tengo.
Claro que no es fácil pero hay que practicarlo con cosas sencillas cambiemos nuestro
enojo, nuestra tristeza, por una sonrisa, una risa o simplemente pensando en algo
agradable.
El coleccionista de insultos

Cerca de Tokyo vivía un gran samurái, ya anciano, que ahora se dedicaba a enseñar el
budismo zen a los jóvenes.

A pesar de su edad, corría la leyenda de que aún era capaz de derrotar a cualquier
adversario. Cierta tarde, un guerrero, conocido por su total falta de escrúpulos, apareció
por allí. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que su adversario
hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para captar los
errores cometidos contraatacaba con velocidad fulminante. El joven e impaciente guerrero
jamás había perdido una lucha. Conociendo la reputación del samurái, estaba allí para
derrotarlo y aumentar así su fama.

Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el


desafío.
Fueron todos hasta la plaza de la ciudad, y el joven comenzó a insultar al viejo maestro.
Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió a la cara, gritó todos los insultos
conocidos -ofendiendo incluso a sus ancestros.

Durante horas hizo todo lo imposible para provocarlo, pero el viejo permaneció impasible.
Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.
Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones,
los alumnos le preguntaron:

-¿Cómo ha podido usted soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usó su espada, aún
sabiendo que podía perder la lucha, en vez de mostrarse cobarde ante todos nosotros?
-Si alguien se acerca a ti con un regalo, y tú no lo aceptas, ¿a quién pertenece el regalo?
preguntó el samurái.

-A quien intentó entregarlo -respondió uno de los discípulos.


-Pues lo mismo vale para le envidia, la rabia y los insultos -dijo el maestro. - Cuando no
son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.

En las relaciones personales y en las de pareja principalmente tenemos un gran error que
nos está llevando a la destrucción de pequeñas sociedades llamadas familia, BASAMOS
NUESTRAS RELACIONES EN LA FIDELIDAD, considero que es el punto más débil y vulnerable
de una relación, las relaciones deben basarse en el amor, la individualidad, la ayuda, la
paciencia, el compañerismo, la complicidad…. Y ya al final de la lista y esto lo considero
más personal que de pareja la fidelidad. Es muy curioso que hay parejas que soportan mil
cosas, maltratos, violencia… pero nunca y en esto son irreductibles soportan o perdonan
una infidelidad, algunas veces dicen “lo perdone” pero en realidad quieren decir “te la
estoy guardando” y después en algunos meses o años lo echan en cara, el perdonar es
hacer que esto no te importe pero que realmente no te importe, quizás no lo olvides
porque eres de los privilegiados que tienen muy buena memoria, pero al recordarlo lo
recordaras como aquella vez que cruzaste al calle, sin que te afecte.
Luego tenemos la famosísima lucha de poderes que yo le llamo “quien destruye primero
el amor” para mí cuando existe el amor no tiene cabida el poder, si puede haber arreglos
para la mejor comunión y quizás también se pueda unas veces ceder pero nunca en una
lucha de a ver quién gana o quien se sale con la suya, es en esta lucha cuando se
empiezan a acumular los resentimientos y se empieza a formular la venganza ¡por dios si
no son enemigos! son 2 personas que se aman y cuando uno ama no existe la maldad.
También creo importante analizar el punto sobre la posesión, cuando uno tiene una pareja
la cree de su propiedad es “MI novio”, gramáticamente es correcto pero si estamos
hablando con relación a la pareja no lo es, a los seres humanos no se les puede poseer
este es uno de los grandes problemas que enfrentan los niños ya que desde bebés se les
inculca que es solo su mamá y de nadie más y empiezan los celos, las desconfianzas, las
discusiones, los malos entendidos, etc.
Analicen fríamente sus relaciones o las de sus amigos y vean que todos los problemas
que tienen son por la posesión de la pareja, hay que rendir cuentas, hay que hacer lo que
la pareja dice o piensa hay que amar como la pareja dice y piensa porque si no, aunque
uno se desviva de amor no importa, tienes que demostrárselo como él o ella lo quieren,
eso me da la sensación como que no les importa que los ames si no que lo tienes que
demostrar aúnque mientas como ellos quieren, si no es así no sirve, no amas, eres un
mentiroso aunque digas la verdad, en fin todos estos problemas no son exclusivos de
ustedes ni ustedes los crearon, son cosas que hemos aprendido de padres, abuelos
medios, etc. Pero en nosotros esta cambiar todo esto y mantener una relación sana,
madura, inteligente y llena de amor. Solo se necesita tener paciencia, poner en práctica
tus nuevos conceptos redirecciona, deja de tomar decisión y de sentir como te ha
enseñado la gente solo hazle caso a tu corazón él nunca se equivoca y no te equivoques
tú al creer que lo que te dice tu cabeza es lo que manda el corazón.
El amor te hace rebelde, revolucionario. El amor te da alas para volar alto. El amor te da
un enfoque correcto de las cosas, de forma que nadie te pueda engañar, te pueda
explotar, te pueda oprimir. Y realmente es una lástima que al mundo siempre lo hayan
castrado con el amor que el digan cómo debe de amar cuales deben de ser las relaciones
correctas y las incorrectas que el amor es único y exclusivo, que el amor duele, por dios
esto es absurdo el amor es inmenso, es el fluir incesante del rio, nunca duele nunca se
encierra lo que duele es que las personas le dan una connotación a las relaciones
“correctas” las relaciones son simplemente el amor es el manto que las envuelve no una
pequeña parte dentro de ellas, las relaciones son parte del amor.

Ahora tocare el tema de la muerte donde se que muchos van a estar en desacuerdo
conmigo pero es un punto importante y no quería dejar pasar la oportunidad de
expresarlo. La mayoría de las personas piensa que la muerte es algo muy doloroso, la
pérdida de alguien importante e incluso han llegado a matarse por la ausencia de ese
alguien, aquí es donde entra la controversia, si desde el momento que nacimos sabemos
que irremediablemente vamos a morir por qué no estar dispuesto a hacerlo, la muerte es
el siguiente paso a donde vamos todos, algunos antes otros después, el que murió no nos
dejo simplemente se adelantó, ahora ya no sufre, ahora está en un nivel espiritual mayor y
a nosotros nos queda su hermoso recuerdo, sonríe al pensar en esa persona aprovechar
esos momentos en que la pasamos con ellos, las peleas, los bellos momentos, las risas,
todo lo que vivimos con ellos, lo que nos enseñaron y lo que les falto por hacer.
Naturalmente que la muerte de un ser querido duele, pero ¿es necesario volverse loco
con los preparativos del entierro? ¿Atender a los “invitados” que nos acompañan en el
dolor? No, el cuerpo que ves ahí ya no es el que vivió contigo, ahora solo es materia
orgánica, entonces ¿Por qué llorarle, por qué atormentarse viendo el cuerpo e infringirse
dolor? ¿Tú crees que la persona a la que le lloras se sentirá contenta en verte así?
Analiza yo considero que a la persona que le lloras estaría mejor si le sonríes si sales
adelante, si te inspiras en el amor que te dio para vivir. Que mejor homenaje que a
provechar cada segundo de tu vida, vivir intensamente y darle gracias a Dios, a la vida
que te permitió compartirla con esa persona.
Que no se mal entienda yo no estoy hablando de indiferencia a las la muerte y los
sentimientos que esta genera de lo que yo estoy hablando es de la actitud que debemos
tomar en esta situación, una vez escuche “es maravilloso que seas tan sensible a las
cosas pero sal adelante”.
Le preguntaron cierta vez a Uwais, el Sufí: «¿Qué es lo que la Gracia te ha dado?». Y
les respondió:
«Cuando me despierto por las mañanas, me siento como un hombre que no está
seguro de vivir hasta la noche».
Le volvieron a preguntar:
«Pero esto ¿no lo saben todos los hombres?». Y replicó Uwais: «Sí, lo saben, Pero
no todos lo sienten».

Jamás se ha emborrachado nadie a base de comprender intelectualmente la palabra


VINO.

Y como inicio este texto

Solo necesitas de alguien para vivir y ser feliz… DE TI.

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