¿Cuál es el compromiso de la universidad con la formación de nuevas

generaciones y la producción de conocimiento propio?

LA UNIVERSIDAD COMO EL PRINCIPAL COMPONENTE DEL

DESARROLLO REGIONAL E INTELECTUAL A TRAVÉS DE SUS
EGRESADOS.

Los claustros universitarios deben ser los generadores de su desarrollo

intelectual, ya que es deber de sus egresados continuar con el legado de sus
mentores, se debe dar continuidad a los trabajos de investigación científica y
fomentar el desarrollo intelectual a través de estos proyectos. Es por esto que
es deber de la universidad, centrarse en la formación de sus estudiantes con
criterio científico y democrático fijado en el desarrollo regional por el bien de la
universidad misma y de la población que directa e indirectamente se encuentra
implicada.

Pero no todo el desarrollo es científico o intelectual, también es económico y

cultural, pues un pueblo no se puede sostener sin estos elementos que
conforman el popurrí característico de la región. Es importante resaltar y
enseñar a identificar los componentes del desarrollo económico que a largo
plazo beneficiará a la región y le ayudara a fortalecerse cada vez más;
transformando su ambiente en el propicio para el desarrollo económico y social.

¿Cómo comprometer a las instituciones de educación superior con la sociedad

de la región? Es un interrogante muy difícil de contestar ya que la misma
idiosincrasia de la población no ha permitido el acercamiento deseado para
articular los lineamientos planteados por la universidad. Aunque es evidente el
mayor volumen de egresados anualmente, es más evidente aun el hecho de
que las expectativas puestas en estos no son del todo satisfactorias, quizás un
20% tendrá éxito en el campo laboral inmediatamente, y quizás un 1%
promoverá su propia empresa. Pero aun así el desarrollo regional e intelectual
de la universidad se verá estancado o se desplazara a un ritmo
considerablemente lento. Los proyectos idealizados por los estudiantes
terminará con el ciclo de pregrado, esta falta de compromiso (alimentada por
los deseos propios del aprendiz), también se puede ver en la universidad,
quienes en su afán de producir profesionales, muchas veces no profundizan en
los valores y en el amor propio por la región y en el desarrollo intelectual del
claustro. Quizás una reforma revolucionaria y contemporánea ponga fin a
mencionado ciclo de autosatisfacción y confort, y fomenten un ideal de
progreso y de avance técnico, tecnológico y profesional.
Los antiguos métodos de aprendizaje y enseñanza han de ser reciclados para
introducir una nueva forma de aprender que debe ser implementada también
en las instituciones de educación básica y media, ya que es allí donde se
encamina al joven para continuar con su incremento intelectual y competente
para desempeñarse en la sociedad con la calidad requerida por esta.

Entonces el compromiso de la universidad en la formación de las nuevas

generaciones y en el desarrollo del intelecto propio, está en la creación de
programas encaminados al desarrollo regional y que permita la participación de
todos los gremios que conforman la sociedad para articular el desarrollo
económico social, con el desarrollo técnico-científico e involucrar a los entes
culturales para dar un equilibrio del resultado que se espera obtener. De esta
forma todos los involucrados ya sea directa o indirectamente se verán
beneficiados por estos resultados. No es difícil articular todos los componentes
sociales con la educación superior, de echo es mucho más fácil de lo que se
cree. Puesto que es de los claustros universitarios donde se forman los líderes
que democráticamente elegimos para que sean nuestros voceros a nivel
nacional y que en su única función está el promover el desarrollo social de la
región. También es compromiso de la universidad, promover e incentivar la
creación de proyectos investigativos en todas las áreas en las que se
especialice, de esta forma se obtendrá una fuente invaluable de conocimiento y
desarrollo intelectual.

SONIA STELLA TRUJILLO.