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LOS MIEDOS A LA INDEPENDENCIA1

Durante muchos años los líderes del Partido


Popular y los líderes del PNP le han metido miedo a
nuestro pueblo con la independencia. Nosotros
decimos que esos miedos son como el cuco, producto
del engaño y de la ignorancia.

Podemos resumir esos miedos en dos


categorías:

A. Los miedos de tipo económico.


B. Los miedos de tipo político.

A. Los miedos de Tipo Económico

Los enemigos de la independencia alegan:

1. Que con la República se perderían


“los millones de dólares que hoy
recibimos del gobierno federal”; se
perdería el seguro social federal y la
ayuda para viviendas, carreteras,
salud, etc., y que esto significaría un
desastre económico.
2. Que la República traería el cierre del
mercado americano y por lo tanto el
colapso inmediato de nuestras indus-
trias.
3. Que con la República, Puerto Rico se
quedaría sin capital para invertir.

1- Primera Conferencia Nacional Juventud PIP, 1981, PP. 15-21. Una


versión más detallada sobre este tema se incluye en Rubén Berríos
Martínez, ‘Los falsos temores a la independencia”, La Independencia de
Puerto Rico: Razón y Lucha, 1983, pp. 333-355.
Los miedos a la independencia

4. Que ya que Puerto Rico es pequeño y


tiene pocos recursos naturales y
mucha población; no podría
mantenerse como República.

Para el primer argumento hay que responder


que gran parte de los fondos federales no son
ayuda bajo ningún concepto, sino que son
reembolsos de pagos ya hechos o compensaciones.
Ejemplo de eso son los pagos al seguro social, los
pagos a veteranos, a pensionados o retirados del
gobierno federal, los pagos a Medicare. Tampoco son
ayuda los gastos del Departamento de Defensa en
Puerto Rico, la Corte Federal, el FBI, y otras
agencias federales. Pero los colonialistas suman todos
esos gastos del gobierno federal y los califican de
ayuda a los puertorriqueños.
Las ayudas federales, aún asumiendo que
fuera real y desinteresada, no compara con lo que
las compañías se llevan de Puerto Rico. Ejemplo:
cuando el Departamento de Transportación Federal
asigna 14 millones de dólares para carreteras en
Puerto Rico; ese mismo año las compañías de
automóviles se llevan 122 millones. ¡Siempre es más
lo que se llevan que lo que dejan! Ese es el “racket”
de la colonia.
El argumento número 2, el que dice que con
la República se cierra el mercado americano, es más
fácil de rebatir. Lo primero es que siendo Puerto
Rico un gran mercado para Estados Unidos, seria
una tontería de parte de ellos negarse a vendernos
y a comprarnos productos.
Pero si prohibieran la entrada libre de
nuestros productos, tampoco nos afectaríamos porque
en realidad, el supuesto beneficio de esa entrada libre
es altamente perjudicial a nuestra economía. Porque
nos cuesta cada año cientos de millones de dólares,
porque

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Los miedos a la independencia

nos impide desarrollar plenamente nuestras industrias


y nuestra agricultura.
La respuesta para el argumento número 3, que
en la República no habría capital para invertir, es que
en Puerto Rico existiría suficiente capital para
desarrollar nuestra economía en la República.
El capital para inversión se obtiene mayor-
mente del ahorro. En la República ahorraríamos al
comprar en mercados más baratos que el de los
Estados Unidos, usaríamos barcos más baratos que
la marina mercante de Estados Unidos, que es la más
cara del mundo; se impediría que las ganancias se
sacaran fuera de Puerto Rico; se le daría mejor uso
a los depósitos en los bancos. En esas y otras
medidas Puerto Rico podría ahorrarse del 25% al
35% de su producción, dejando así suficiente
capital para invertir.
Además, con la República se abrirían las
puertas del mercado de capital internacional.
En resumen, en Puerto Rico puede generarse
capital más que suficiente para nuestro desarrollo; el
problema es que se malgasta el capital o se lo llevan
fuera del país.
El otro argumento es que Puerto Rico es muy
pequeño y que no tiene recursos naturales.
Lo primero que debemos saber es que no
existe relación directa entre la riqueza de un país
y su tamaño fisico, población y recursos naturales.
Hay países grandes, con enormes recursos naturales
que aún no salen del subdesarrollo, como Brasil y la
India, por ejemplo. Hay países pequeños con
limitados recursos y muy poblados que disfrutan de
altos niveles de ingreso. Ej. Israel, Bélgica, Trinidad-
Tobago, Suiza y otros.

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Los miedos a la independencia

Puerto Rico cuenta con un gran recurso


natural: su gente preparada en todos los campos
del saber: médicos, maestros, ingenieros,
químicos, fisicos, agrónomos, expertos en
computadoras, biólogos, etc.
Hay grandes extensiones de terrenos sin
utilizar, otros mal utilizados.
El tamaño de la Isla es otro recurso, por los
ahorros que representa para la infraestructura.
Nuestra posición geográfica es otro recurso
natural explotable. Estamos cerca de tres grandes
continentes: América del Norte, América del Sur y
África.
Si hoy los puertorriqueños aún, dentro de
las limitaciones actuales, producimos en nuestras
fábricas, en nuestras fincas, en nuestros comercios;
¿por qué no vamos a producir en la República? Si no
nos morimos de hambre hoy, ¿por qué nos vamos a
morir de hambre en la República? ¿O es que acaso
las fábricas volarán hasta los Estados Unidos, las
tierras dejarán de dar frutos y los puertorriqueños
dejarán de trabajar cuando seamos libres? Toda la
prédica del miedo consiste en quitarle la confianza
a nuestro pueblo en él mismo y en ocultarle la
verdad: que todo lo de valor que hay en esta tierra
lo han hecho los hombres y mujeres que trabajan
con sus mentes y con sus brazos. Las carreteras, las
iglesias, los edificios, las escuelas, los hogares los
hicieron los carpinteros, los albañiles, los
mezcladores de cemento en Puerto Rico; la tierra la
hacen fructificar nuestros jíbaros y los productos de
las fábricas los hacen nuestros obreros; la educación
la dan nuestros maestros, las poesías las componen
nuestros poetas, las canciones las sueñan nuestros
compositores, los trabajadores del

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Los miedos a la independencia

intelecto y del brazo lo han hecho absolutamente todo

en Puerto Rico.

B. Los Miedos de Tipo Político

Para los colonialistas del PNP y del PPD la


independencia es igual a desorden, a dictadura, o a
comunismo.
La violencia no tiene nada que ver con la
independencia. Ahora mismo Puerto Rico no es una
República y sin embargo tiene uno de los índices más
altos de criminalidad en el mundo.
Lo que significa que tampoco hay relación
directa entre la violencia y ser independiente. Si
fuera así, Estados Unidos no podría ser independiente
porque allí sí la violencia es nota predominante de la
sociedad norteamericana. Los norteamericanos han
matado a cinco (5) de sus presidentes, además de a
Martin Luther King y a Robert Kennedy.
La estabilidad política de la República de
Puerto Rico dependerá, por lo tanto, de nuestras
instituciones de justicia y cambio. Triste futuro de
estabilidad política nos espera en unión permanente
con la sociedad norteamericana que, con sus
desigualdades económicas y raciales, constituye un
volcán en erupción. En la República la estabilidad
política dependerá por fin de nosotros mismos y
será grande y ejemplar, pues una vez libres de la
influencia perniciosa del capitalismo inhumano que
mantienen los norteamericanos en Puerto Rico, será
la propia justicia social la garantía de la estabilidad.
Lo de la dictadura es puro cuento. Nuestro
país tiene un largo proceso histórico de participación
ciudadana, de respeto a las decisiones del pueblo, de
una tradición electoral fuerte que impediría cualquier

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Los miedos a la independencia

intento de gobierno dictatorial. La dictadura no


encaja dentro del contexto político puertorriqueño.
Quienes usan ese argumento lo hacen a
sabiendas de que engañan y le mienten al pueblo.
El PIP es un partido profundamente democrá-
tico. Por lo tanto, la República a que aspiramos tiene
que ser democrática.
El comunismo es otro de los cucos que se
utilizan en contra de la independencia. Para empezar,
el PIP no es un Partido comunista. Segundo, la
mayoría del pueblo no cree en el comunismo.
Tercero, los comunistas que hay en Puerto Rico son
tan pocos que no alcanzarían el poder.
La República de Puerto Rico no tiene por qué
escoger entre los Estados Unidos y los países
comunistas. La mayoría de los países no están bajo el
control político de ninguna de las superpotencias.
Queremos una independencia libre del control
de potencias extranjeras, llámese como se llame. Eso
es lo que nos distingue como independentistas.
Si algo ha quedado comprobado a través de
nuestra historia es que hemos sido siempre los
independentistas, tanto bajo España como bajo los
Estados Unidos, los que hemos luchado por ver a
nuestra Patria libre del amo extranjero.
En resumen, los que le meten miedo al pueblo
con la República diciéndoles que va a venir la
“violencia”, la “dictadura”, o el “comunismo” no
confían en la capacidad de nuestro pueblo para
gobernarse a sí mismo. En última instancia la Patria,
la República, no es más que la extensión de nosotros
mismos individualmente y de nuestros hogares. Si los
puertorriqueños somos trabajadores y responsables
así mismo será la República.

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