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UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


ESCUELA DE DERECHO

LA PROPIEDAD INTELECTUAL EN EL ESTADO SOCIAL

Autor: Martínez Niño, Luis Arturo


C.I.: 7.103.564

Profesor: García, Nixon


Jefe de la Línea de Investigación

San Diego, Septiembre de 2010


Introducción
La legislación nacional en materia de propiedad intelectual está muy desactualizada o no ha
sido ajustada a la Constitución de 1999, como tampoco se ha adaptado a las nuevas
tecnologías, a pesar de los concurrentes cambios de conceptos como el de soberanía o
fronteras, que se dan dentro del ámbito del internet, televisión por cable, o twitter1.
Pareciera más, entonces, que la legislación reacciona tarde y de forma inercial –inclusive de
forma marginal y ciega– ante la magnitud de estos cambios.

La Propiedad Intelectual, Estado Social y de Derecho, son conceptos que parecen convivir
dentro de la llamada Economía Social de Mercado, presente en la Constitución Bolivariana
de la República de Venezuela (CRBV2), pero las aguas no están en calma, la corriente lleva
este barco hacia un horizonte; existen nuevas formas de ver las fronteras y la legislación
venezolana parece más que se ancla, que se hunde en conceptos caducos o visiones
perdedoras de la realidad.

Estado Social
El concepto Estado Social, dándole un principio en las ideas de Ferdinand Lassalle, ha
cambiado a través del tiempo, o mejor dicho, ha ido evolucionando. Esta idea está presente
en sus discursos de 1862 y 1863, donde asegura que el Estado es el instrumento de
transformación social por excelencia, y su función histórica es liberar al ser humano de la
miseria. Estos pensamientos buscan la armonía social como objetivo del Estado Social.

A principios del siglo XX, el politólogo y jurista Herman Heller habla de la llamada
"Cuestión Social", lo cual produce un movimiento que busca una forma de humanización
de la civilización industrial y post industrial. Aunque inicialmente era un movimiento
social, o de connotación de este tipo, sus alcances se movieron hacia el campo económico
también. Para 1919, ya la constitución de Weimar introduce un conjunto de normas
orientadas a la reforma social, de carácter programático, que luego, debían ser desarrolladas

1
Twitter (pronunciado en inglés [ˈtwɪɾɹ̩] o ['twɪtəʳ] gorjear, parlotear, trinar), es un servicio de red social
(aunque su creador, Jack Dorsey, dice que no se trata de una red social) y de microblogging que permite a sus
usuarios enviar y leer micro-entradas de texto de una longitud máxima de 140 caracteres denominados como
"tweets".
2
CBRV es Constitución Bolivariana de la República de Venezuela.
por el legislador. Más tarde en 1949, se redacta la Constitución de Bonn, donde se incluye
la cláusula del Estado Social de Derecho.

Ésta cláusula ha sido interpretada doctrinariamente de varias formas. La primera entiende


que el Estado Social no es otra cosa que el proceso de intervención que dicho ente realiza
sobre las actividades económicas. La segunda, le da un papel de redistribuidor de riqueza al
Estado, en una búsqueda constante de la nivelación de la riqueza. La tercera, identifica al
Estado con un sistema de seguridad social, operando dentro de la economía pero de forma
discreta o limitada.

Por último, se encuentra la que considera que el Estado cumple un papel de intervención
sólo para evitar los conflictos sociales, solucionándolos o al menos buscando los
mecanismos para resolverlos.

Actualmente la postura es más ecléctica combinando estas ideas con otras nuevas. En
Venezuela estas ideas están plasmadas en la CBRV en el artículo 2 en concordancia
también con los artículos 112, 113, 115 y 299 del mismo texto fundamental, dando como
resultado un término impreciso pero con el cual se define actualmente nuestro sistema
económico como lo es el de "economía social de mercado". Término ya usado en la
Constitución de 1961, la cual muestra la preocupación por el asunto social.

Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia


En Venezuela la tradición constitucional era que éstas no llevaran preámbulo, cubriéndose
con un llamado a Dios pidiendo la ayuda o protección a la patria e invocando a los pasados
aborígenes. El preámbulo, es un texto preliminar a la normativa constitucional que
generalmente no lleva numeración, como lo dice el DRAE3, que es un"...Exordio,
prefación, aquello que se dice antes de dar principio a lo que se trata de narrar, probar,
mandar, pedir, etc...". Para algunos jurisprudencialmente no tiene valor legal; éstos creen
que es insuficiente que se encuentre dentro del texto constitucional para convertirse en
norma. Para otros, es suficiente su presencia, y su función es orientadora a los fines o con el
objetivo de dirigir la visión del legislador, y por ende constituye un elemento de juicio, una
luz que permite ver el sentido y propósito de las instituciones.
3
Véase, Diccionario de la Real Academia Española, 21ª ed., p. 1652.
La novísima Constitución de 1999, en su preámbulo tiene tres enunciados principales. El
primero referido a los orígenes de las potestades o poderes constituyentes, el segundo
señala o enuncia los objetivos del nuevo texto fundamental, y el tercero describe el proceso
o medio por el cual esta norma fue elaborada y después aprobada.

Según este preámbulo, en su primer enunciado, el autor del texto constitucional es el pueblo
de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores. Se evoca en él al libertador Simón
Bolívar, a la protección de Dios, a los antepasados aborígenes con su heroísmo y sacrificio,
ya que juntos lograron una patria libre y soberana.

La segunda parte nos dice las metas perseguidas, es decir, el objeto de ésta constitución,
siendo a todo efecto "refundar la República", para lograr:

una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en


un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la
libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad
territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones;
asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia
social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la
cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración
latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación
de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la
democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio
ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e
irrenunciable de la humanidad4.
Es pertinente resaltar "la justicia social" y "la independencia" como objetivos a alcanzar,
que tiene especial preponderancia en decisiones que posteriormente tomó el Estado en
relación a la Propiedad Intelectual.

La tercera parte alude al modo mediante el cual se logró el nuevo texto constitucional,
puntualizando que deriva del poder originario del pueblo, representado allí por la Asamblea
Constituyente, que fue elegida por el voto libre y en referendo democrático.

Inmediatamente después comienza la enunciación de los principios fundamentales de la


Constitución de 1999. En su Título I, compuesto por 9 artículos, donde cabe resaltar el
segundo; leamos cuando dice que "...Venezuela se constituye en un Estado Democrático y
4
Asamblea Nacional Constituyente, Constitución Bolivariana de la República de Venezuela, Gaceta Oficial
N°5.453, de 24 de Marzo de 2000, Preámbulo.
Social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento
jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la
democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos
humanos, la ética y el pluralismo político...".

El profesor y abogado constitucionalista Allan R. Brewer-Carías 5 afirma que la definición


de un "Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia", es propuesta suya. Esta
afirmación, aunque sea nueva en el sistema legal venezolano, no lo es históricamente. Nace
como una respuesta al “liberalismo”, que tenía una concepción individualista, es decir, una
visión donde los valores del particular son superiores a los colectivos, donde los individuos
y no los grupos, constituyen la verdadera esencia, luego, el hombre escoge su destino y crea
la historia.

Respuesta que hoy en día se hace patente en las llamadas constituciones económicas, que
según Rafael Badell Madrid6, en el caso de las dos últimas venezolanas, entiéndase la de
1961 y de 1999, pasamos de la primera, de una misión de Estado como distribuidor de la
riqueza, a la segunda, con un marcado acento colectivista.

La solidaridad es remarcada con el principio de responsabilidad social, presente de forma


clara y taxativa en tres artículos constitucionales (artículos 2, 135 y 274 CBRV). La
responsabilidad social es asunto del individuo y es potestad del Estado, y es obligación de
todos sus órganos, vigilar y promover su cumplimiento. Pero como se dijo antes, estas
propuestas de Estado Social de Derecho surgieron como soluciones a las disfunciones de la
sociedad industrial, capitalista pura, las cuales al haberse desgastado, pusieron en peligro la
democracia y el Estado de Derecho. La sociedad liberal en algunos casos acaba en fascismo
o en dictadura económica, cuando no en estatismo socialista. Todos éstos fueron
mecanismos fallidos y deshumanizados.

Es un hecho que la Constitución de 1999, desarrolla más prolijamente las cláusulas


económicas, que la de 1961. Tanto así que por ser tan acucioso se pierde el principio de
flexibidad, terminando en la rigidez. El caso más notable es el artículo constitucional 302,
5
Hildergard Rondón de Sansó, Análisis de la constitución venezolana de 1999, Caracas, Editorial Ex Libris,
2005, p. 61.
6
Rafael Madrid Badell, “Consideraciones acerca de la Constitución Económica”, Revista BCV, XIV
(Caracas), nº 1, 2000.
que emplaza al Estado a reservarse la industria petrolera, en concordancia con el 303, que
prohíbe la privatización de PDVSA 7. La jurisprudencia venezolana también se ha movido o
inclinado hacia el control, interprétese esto en el sentido "para darle más peso a la cláusula
social".

El TSJ8, en Sala Constitucional, en decisión de 24 de Enero de 2002 9, decidió en sentencia


de contenido socialmente sensible, refiriéndose a los "créditos indexados", caso
Asodeviprilara10, expuso y sostuvo que el Estado Social de Derecho: "...persigue la armonía
entre las clases, evitando que la clase dominante, por tener el poder económico, político o
cultural, abuse y subyugue a otras clases o grupos sociales, impidiéndoles el desarrollo y
sometiéndolas a la pobreza y a la ignorancia; a la categoría de explotados naturales y sin
poder redimir su situación...".

Como se recuerda, la sentencia in comento analizó los efectos derivados de un tipo especial
de préstamos, denominados créditos indexados, en el caso de créditos hipotecarios, y cuota
balón, refiriéndose a préstamos para la adquisición de vivienda, y sobre esa situación de
alta sensibilidad social y de extremo cuidado, se ensalzó el valor o preponderancia de la
“cláusula” de Estado Social en Venezuela.

El Estado Social es profundamente analizado por la Sala, y se hace eco de la doctrina


nacional e internacional al respecto, mencionando entre otros la postura de la abogada
Hildegard Rondón de Sansó, quien en criterio de la Sala, sigue la concepción de Estado
Social de Derecho, cuando afirma que:

El Estado tradicional se sustentaba en la justicia conmutativa, el Estado Social en la


justicia distributiva. El Estado tradicional es el legislador, en cuanto que el Estado
Social es fundamentalmente un gestor al cual debe sujetarse la legislación (de allí el
predominio de los decretos leyes y de las leyes habilitantes). El Estado tradicional
se limita a asegurar la justicia legal formal; en cuanto que el Estado Social busca la
7
PDVSA es Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima. Es la corporación estatal de la República Bolivariana
de Venezuela que se encarga de la exploración, producción, manufactura, transporte y mercadeo de los
hidrocarburos.
8
TSJ es Tribunal Supremo de Justicia, El Tribunal Supremo de Justicia, es parte del Sistema de Justicia y
órgano rector del Poder Judicial, en consecuencia es su máxima autoridad jurisdiccional y ejerce su dirección,
gobierno y administración, con la finalidad de asegurar al justiciable la protección y tutela de sus derechos y
garantías constitucionales.
9
Véase la siguiente página consultada, <http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Enero/85-240102-01-
1274%20.htm>.
10
Asodeviprilara es Asociación Civil Deudores Hipotecarios de Vivienda Principal.
justicia legal material. El Estado tradicional profesó los derechos individuales como
tarea fundamental; en cuanto que el Estado social entiende que la única forma de
asegurar la vigencia de los valores es su propia acción. El Estado tradicional se
caracteriza por su inhibición, mientras que el Estado Social por sus actividades11.
Como se ve la opinión de la abogada, ésta va hacia un Estado partícipe de los hechos, no
simplemente observador, donde el Estado asegura o debe garantizar, la preeminencia del
bien común ante el individual con su gestión diaria, además donde el logro del
cumplimiento de las leyes resulta insuficiente, pues lo que se busca es la "justicia", la
justicia social.

En el análisis inicial de este punto se habla del preámbulo de la Constitución de 1999, como
parte esencial de la misma, vertiendo sobre ella un espíritu o norte filosófico y político que
debe ser seguido y materializado en las normas constitucionales, así como en otras leyes de
menor rango. El profesor y jurista Ricardo Combellas 12, en una de sus obras, hace un
análisis del preámbulo y de su importancia al Estado de Derecho venezolano, diciendo que:

El Preámbulo de la Constitución, como tal es parte de ella, y según él, la


Constitución es la base para refundar la República de acuerdo a los valores
expresados en el mismo Preámbulo.
Consecuencia de ello, es que la conceptualización de lo que es Estado Social de
Derecho y de Justicia tiene que adaptarse a los valores finalistas del Preámbulo, y
por ello el concepto venezolano, puede variar en sus fundamentos del de otro
“Estado Social”, ya que su basamento será diferente.
Manteniéndose la columna vertebral conceptual de lo que es un Estado Social, el
cual la Sala ya lo expresó, del Preámbulo se colige que el Estado Social está
destinado a fomentar la consolidación de la solidaridad social, la paz, el bien
común, la convivencia, el aseguramiento de la igualdad, sin discriminación ni
subordinación. Luego, la Constitución antepone el bien común (el interés general) al
particular, y reconoce que ese bien común se logra manteniendo la solidaridad
social, la paz y la convivencia. En consecuencia, las leyes deben tener por norte esos
valores, y las que no lo tengan, así como las conductas que fundadas en alguna
norma, atenten contra esos fines, se convierten en inconstitucionales.
El profesor fue también citado en la decisión in comento, haciéndose eco la sala, de lo
expresado por él en su obra. Este escrito no discrepa en nada de lo afirmado por la abogada

11
Hildergard Rondón de Sansó, Análisis de la Constitución Venezolana de 1999, Editorial Ex Libris, Caracas,
2005, p. 48.
12
Ricardo Combellas, Estado de Derecho. Crisis y renovación, Caracas, Editorial Jurídica Venezolana, 1982.
Rondón; en realidad, profundiza los conceptos y muestra su determinación a partir del
preámbulo. Quedando claro que lo que se busca es el bien común.

Constitución Económica
La Constitución Económica según Manuel García-Pelayo se puede definir como "...las
normas básicas destinadas a proporcionar el marco jurídico fundamental para la estructura y
funcionamiento de la actividad económica o, dicho de otro modo, para el orden y el proceso
económico. Tales normas sirven de parámetros jurídicos básicos para la acción de los
actores económicos públicos o privados, y pueden ser de enunciación de principios y
valores directivos orientadores de la acción, o pueden tener formulación y garantías más
rigurosas..."13.

La Constitución Económica, como concepto, surge en Alemania durante el siglo XIX, con
una connotación netamente económica, eran una serie de principios o ideas base sin
connotación o significación jurídica. Pero con la llegada del Estado Social, y su posterior
inclusión en las constituciones políticas a través de la cláusula del Estado Social, se daría
todo un nuevo significado al término. Este concepto tiene arraigo en Venezuela; por ello es
menester citar la sentencia de la entonces Corte Suprema de Justicia en Pleno, de 15 de
diciembre de 1998, caso Pedro Antonio Pérez Alzurutt I:

Las constituciones modernas de los distintos países, si bien establecen de manera


general la forma de actuación de los Poderes Públicos y de los individuos en la
actividad económica, dicha consagración se hace en términos principistas; de esta
forma, La Constitución Económica, entendida como el conjunto de normas
constitucionales destinadas a proporcionar el marco jurídico fundamental para la
estructura y funcionamiento de la actividad económica, no está destinada –salvo el
caso de las constituciones socialistas de modelo soviético –, a garantizar la
existencia de un determinado orden económico, sino que actúan como garantes de
una economía social de mercado, inspiradas en principios básicos de justicia social
y con una "base neutral" que deja abiertas distintas posibilidades al legislador, del
cual sólo se pretende que observe los límites constitucionales14.
La economía de mercado, según la Constitución de 1999, se consagra en varios principios:
Primero la libertad económica en su artículo 112 "Todas las personas pueden dedicarse
13
Manuel García-Pelayo, Obras Completas, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1991, t. III, p.
2851.
14
José Ignacio González Hernández, Derecho administrativo y regulación económica, Caracas, Editorial
Jurídica Venezolana, 2006, p. 31.
libremente a la actividad económica de su preferencia..." 15; segundo la libre competencia en
su artículo 113 "No se permitirán monopolios..." 16; tercero el derecho a la propiedad
privada en su artículo 115 "Se garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene
derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes..."17; y cuarto el derecho de los
consumidores a seleccionar bienes y servicios de calidad en su artículo 117 "Todas las
personas tendrán derecho a disponer de bienes y servicios de calidad, así como a una
información adecuada y no engañosa sobre el contenido y características de los productos y
servicios que consumen, a la libertad de elección y a un trato equitativo y digno..."18.

Pero en todo esto parece haber una antinomia entre la cláusula de Estado Social y el
artículo 112 constitucional, por ello la Sala Constitucional, en sentencia del 1 de Octubre de
2003, parece resolverla, decidiendo así:

La libertad económica es manifestación específica de la libertad general del


ciudadano, la cual se proyecta sobre su vertiente económica. De allí que, fuera de
las limitaciones expresas que estén establecidas en la Ley, los particulares podrán
libremente entrar, permanecer y salir del mercado de su preferencia, lo cual supone,
también, el derecho de la explotación, según su autonomía privada, de la actividad
que han emprendido. Ahora bien, en relación con la expresión que contiene el
artículo 112 de la Constitución, Los Poderes Públicos están habilitados para la
regulación –mediante Ley– del ejercicio de la libertad económica, con la finalidad
de alguno de los objetivos de "interés social" que menciona el propio artículo. De
esa manera, el reconocimiento de la libertad económica debe conciliarse con otras
normas fundamentales que justifican la intervención del Estado en la economía, por
cuanto la constitución venezolana reconoce un sistema de economía social de
mercado.
Luego, nuestro sistema económico constitucionalizado queda sostenido por dos pilares. Por
un lado, el reconocimiento del mercado; y por el otro, su eminente carácter social.

Como se ve, la libertad económica es reconocida en la Constitución de 1999 hasta en su


contenido esencial, el cual debe quedar inmune a la acción de limitación y ordenación del
Estado, tal y como dictaminó la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en
sentencia de 6 de abril de 2001; caso Manuel Quevedo Fernández.

15
Asamblea Nacional Constituyente, Constitución Bolivariana de la República de Venezuela, Gaceta Oficial
N°5.453, del 24 de Marzo de 2000.
16
Ibid.
17
Ibid.
18
Ibid.
Claro, no se niega la existencia de restricciones que al ejercicio de la libertad de empresa
puedan imponer los poderes públicos, en especial o principalmente, para dar satisfacción a
los fines del Estado Social. Sin embargo, tales restricciones deben respetar el contenido
esencial de la libertad económica y tener carácter externo, no afectando el contenido del
derecho, sino en todo caso su ejercicio. Así lo señaló la Sala Constitucional:

En primer lugar, y respecto a la pretendida violación del derecho a la libertad de


empresa, debe anotarse que tal derecho tiene como contenido esencial, no la
dedicación por los particulares una actividad cualquiera y en las condiciones más
favorables a su personales intereses; por el contrario, el fin del derecho a la libertad
de empresa constituye una garantía institucional frente a la cual los poderes
constituidos deben abstenerse de dictar normas que priven de todo sentido a la
posibilidad de iniciar y mantener una actividad económica sujeta al cumplimiento
de determinados requisitos. Así pues, su mínimo constitucional viene referido al
ejercicio de aquella actividad de su preferencia en las condiciones o bajo las
exigencias que el propio ordenamiento jurídico tenga establecidas. No significa, por
tanto que toda infracción a las normas que regulan el ejercicio de una actividad
económica, entrañe una violación al orden constitucional o amerite la tutela
reforzada prodigada por el amparo constitucional19.
Este criterio también se ha aplicado de forma reiterada respecto a las limitaciones a la
propiedad privada. Ejemplo de ello, es la sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia de 24 de febrero de 2006 (Expediente N° 05-2389); donde se lee que la
libertad de empresa y la propiedad privada, como derechos fundamentales, implica que los
Poderes Públicos no podrán adoptar restricciones que hagan nugatorio el ejercicio de tales
derechos, vulnerando la autonomía con la que deberían actuar los actores económicos
privados. No se admiten tampoco, restricciones arbitrarias al ejercicio de la libertad
económica o de empresa. De allí que la función social per se no puede aparejar limitaciones
las cuales anulen o restrinjan absolutamente el derecho de propiedad.

Propiedad Intelectual
Podemos inferir de forma rápida que es un tipo de propiedad, de un bien, sólo que muchas
veces no es material y en ocasiones es intangible; se puede decir que es un sistema
normativo para la protección de la manifestación más sublime del intelecto humano. Pero
no por ser bienes intangibles muchas veces dejan de ser codiciados y por tanto necesitados
de protección, o sea, hablamos de protección jurídica.
19
Véase Sentencia Nº 462 de Sala Constitucional, Expediente Nº 00-0900 de fecha 06/04/2001
Quizás, entonces se puede coincidir con el maestro Messineo que consideraba tales bienes
como "No-perceptibles por los sentidos, pero cognoscibles por el pensamiento". Es decir,
que aunque no los pudiéramos tocar o en ocasiones ver, podíamos percibir su presencia, y
de forma más precisa su valor económico, derivados de su valor artístico, intelectual,
científico o tecnológico. Creándose una rama del Derecho para su protección, que ha dado
por llamarse Derecho de la Propiedad Intelectual.

En tanto que las recientes leyes venezolanas tratan de colectivizar, la Propiedad Intelectual,
camina en el otro sentido, pues ésta realmente funciona como una visión individual del
hombre y de su creación. Busca proteger los derechos de carácter o contenido patrimonial
de los frutos del intelecto. Éstos, al ser susceptibles de valoración, gozarán del carácter
patrimonial. Luego, se puede ser más formal y citar la definición de Ivor Dalvano
Mogollón-Rojas, jurista especialista en Propiedad Intelectual quien define esta rama del
derecho así: "El sistema jurídico integral que le brinda protección y defensa a las
aplicaciones prácticas o técnico-industriales de Ideas e Informaciones específicas que son
consideradas con una valoración comercial apreciable por sus titulares"20.

Por otro lado Díaz Velasco considera a la Propiedad Industrial como él: "Conjunto de
normas relativas a los derechos sobre creaciones intelectuales de carácter industrial
(invenciones patentadas, modelos de utilidad y dibujos y modelos industriales), y sobre los
signos distintivos de la empresa, de sus locales y sus productos (nombres comerciales,
rótulos de establecimiento y marcas de fábrica y de comercio)" 21.

La profesora Concetta Espósito de Díaz define así dicho concepto: "Al oír las palabras
Propiedad Intelectual lo relacionamos al ser humano. Este, con su intelecto y una mínima
preparación puede generar ideas, conocimientos suyos que plasmados en un soporte (obra
literaria, pintura, diseño, proceso industrial, etc.) puede obtener un beneficio económico
previa protección de esa manifestación externa"22.

20
Ivor Dalvano Mogollón-Rojas, Propiedad Intelectual, Caracas, Vadell Hermanos Editores, 2008, p. 25.
21
M. Díaz Velasco, "Derecho Industrial", en Estudios de Propiedad Industrial, Barcelona, 1978, p. 3.
22
Concetta Espósito de Díaz, "La propiedad intelectual y su vinculación con la gestión del conocimiento..." ,
Revista de Universidad y Sociedad de Conocimiento, Barquisimeto, 2008, p. 3.
Es costumbre relacionar a la Propiedad Intelectual con el Derecho de Autor, de hecho, son
sinónimos en muchos países, quizás sea un recuerdo del origen de nacimiento del Derecho
de Autor; la protección de la edición de las obras y más tarde el del autor. Al incorporarse
con el tiempo en las leyes el apoyo para "...promover el progreso de la ciencia y de las artes
útiles..."23 en la Constitución de los Estados Unidos de América, la protección de
invenciones, procesos técnicos, descubrimientos científicos, se amplió dicho interés con la
idea de hacer la protección a través del registro de patente, denominándose esto, Propiedad
Industrial.

Cuando se crea la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI, en inglés las


siglas WIPO), el 14 de Julio de 1967, en el Convenio firmado en Estocolmo, se precisan las
disciplinas comprendidas bajo esta denominación común al disponer en el artículo 2, del
señalado Convenio, que por Propiedad Intelectual se entenderán los derechos relativos:

a las obras literarias, artísticas y científicas; a los fonogramas y a las emisiones de


radiodifusión; a las invenciones en todos los campos de la actividad humana; a los
descubrimientos científicos; a los dibujos y modelos industriales; a las marcas de
fábrica, de comercio y de servicios, así como a los nombres y denominaciones
comerciales; a la protección contra la competencia desleal, y todos los demás
derechos relativos a la actividad intelectual en los terrenos industrial, científico,
literario y artístico24.
La OMPI separa en dos grandes ramas los Derechos Intelectuales: Primero Derecho de
Autor y Derechos Conexos, y segundo la Propiedad Industrial, las cuales están aceptadas y
reconocidas internacionalmente. De manera que las creaciones expresadas en obras
literarias, musicales, científicas y artísticas, en sentido amplio, están protegidas por el
derecho de autor; y las patentes que conforman el llamado derecho de propiedad industrial,
se conforman con las marcas, los dibujos y modelos industriales y la protección contra la
competencia desleal. Su finalidad es la de proteger la manifestación externa del acto de
creación y asegurar la obtención de un beneficio económico para su explotación.

En Venezuela, la protección de estos derechos del hombre, sobre su creación, tienen su


referencia en la Constitución Nacional en el artículo 98, leyéndose en su contenido: "...El

23
Convención Constitucional, Constitución de los Estados Unidos de América, Art. 1, Secc. 8, Filadelfia,
1787.
24
Delia Lipszyc, Derechos de Autor y de derechos conexos, Bogotá, Centro Regional para el Fomento del
Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), 1993.
Estado reconoce y protege la propiedad intelectual sobre las obras científicas, literarias y
artísticas, invenciones, innovaciones, denominaciones, patentes, marcas y lemas de acuerdo
con las condiciones y excepciones que establezcan la ley y los tratados internacionales
suscritos y ratificados por la República en esta materia..."; expresando la naturaleza de los
bienes a protegerse por las Leyes que deberán ser legisladas de forma general y especial
sobre la materia.

Dentro de las Leyes Generales se contemplan aquellas que tienen relación directa con la
propiedad de las invenciones. Estas son: el Código Civil que establece el origen de la
propiedad de las invenciones, y la Ley Orgánica del Trabajo que se refiere a las invenciones
obtenidas por el trabajador. El artículo 546 del Código Civil establece que "El producto o
valor del trabajo o industria lícitos, así como las producciones del ingenio o del talento de
cualquier persona, son propiedad suya y se rigen por las leyes relativas a la propiedad
general y las especiales sobre estas materias"25.

En la Ley Orgánica del Trabajo, capítulo III, referente a las Invenciones y Mejoras, se
establecen normativas por las cuales se rige toda relación de trabajo dentro del país, donde
se incluyen las retribuciones, el derecho patrimonial y el derecho de su autoría. Tanto en el
artículo 80 como en el 81,82, y 83, se contempla lo relativo a los tipos de creaciones
intelectuales, y la descripción de lo que puede ser cada una de ellas.

El artículo 84 se refiere a la propiedad de la creación intelectual desde el punto de vista de


la relación trabajador-patrono. El caso de las invenciones libres u ocasionales es tratado en
el artículo 85. En lo referente al reconocimiento de la autoría, el artículo 86 contempla la
obligatoriedad de mencionar el nombre del autor.

Las Leyes Especiales, como la Ley de Propiedad Industrial y la Ley del Derecho de Autor
son las que protegen la propiedad y la creación de ser víctimas de posibles hechos ilícitos,
garantizándole así al autor, todos los derechos que la Ley le otorga. En Venezuela, estas
leyes establecen tiempo y protección, además de normar todo lo relativo al aspecto
específico en sí.

25
Emilio Calvo Baca, Código Civil Venezolano, Caracas, Ediciones Libra, 1982, pp. 344-351.
Entre las leyes especiales encontramos: La Ley de Propiedad Industrial de 1955
(actualmente, en la Asamblea Nacional, está en discusión una nueva Ley que la sustituirá),
la Ley del Derecho de Autor, la Ley de Reforma Parcial de la Ley sobre el Derecho de
Autor de 1993 y las Decisiones 344 (Régimen Común de Propiedad Intelectual), 345
(Derecho de los obtentores de las variedades vegetales) y 351 (Régimen Común sobre
Derecho de Autor y Derechos Conexos) de la Comisión del Acuerdo de Cartagena dentro
del marco del Pacto Andino.

Situación actual de la propiedad intelectual


El Poder Ejecutivo actual venezolano, presenta una postura en contracorriente con respecto
a la evolución mundial de la regulación de la propiedad intelectual, no tanto con esta
última, sino con el concepto de “propiedad” en sí, especialmente a aquello que suene a
propiedad privada, que se ha convertido en una suerte de anatema. Siendo la propiedad
intelectual un ámbito muy especial de trabajo, no había que esperar menos que el gobierno
se opusiese a que existiera “la propiedad intelectual privada”, a los derechos de autor y de
patentes, así como todo aquello que restrinja el uso "social" del conocimiento.

Las expropiaciones que han sufrido muchos ciudadanos en Venezuela, ya sea de tierras
agrícolas, empresas en funcionamiento o simples maquinarias, sin seguir el proceso
estipulado para una expropiación según la CBRV o al menos violentándolo, así como la
forma maniquea que se le da al concepto o la idea de "utilidad pública", nos llevan a una
economía poco o nada incentivada hacia la innovación o la inversión.

Los anuncios de personeros del alto gobierno, así como el de los miembros de la Asamblea
Nacional del ala oficialista, dejan colar el concepto de colectivización de la propiedad
intelectual; supuestamente en beneficio del pueblo basados en la premisa de que el sector
privado genera desigualdades, porque tiene origen egoísta, con lo cual parecen querer
justificar, cualquier acción del Estado en contra de la propiedad privada, como una batalla
contra el cáncer.

Respecto de esta postura gubernamental, es propicio mostrar la reproducción de una


entrevista hecha el 6 de septiembre de 2010, al director general del Servicio Autónomo de
la Propiedad Intelectual (SAPI):
El director general del Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI 26), José
Julián Villalba, propondrá a la Asamblea Nacional una nueva Ley de Propiedad
Industrial.
Desde el Ejecutivo Nacional se ha venido planteando un cambio en esta ley que data
de 1955 y según el funcionario, el nuevo instrumento legal serviría para ajustar el
concepto "al proceso de cambios e integración del país, a fin de crear modelos
novedosos para alcanzar la apropiación social del conocimiento y garantizar a la
población el acceso a medicamentos y productos de calidad a precios justos y
solidarios".
Durante su participación en el seminario internacional Patentes, Soberanía
Tecnológica e Inteligencia Industrial, Villalba argumentó "la necesidad de crear otra
ley, puesto que la actual tiene muchos vacíos legales, debido a que no contempla
temas de altas tecnologías".
Adelantó que la redacción de esta ley estará en manos de la nueva Asamblea
Nacional. "Es importante que luego de las elecciones parlamentarias del 26 de
septiembre, la AN pueda contar con personas que tengan un altísimo compromiso
con la revolución y no con personas que estén sometidas a los dictámenes de las
empresas transnacionales ni gobiernos extranjeros, que dificulte el desarrollo del
país. Necesitamos un instrumento que nos permita avanzar en el desarrollo
armónico y sustentable", agregó.
No obstante, asomó que la redacción del instrumento se efectuará bajo la modalidad
que plantean los candidatos oficialistas a diputados, como es el "pueblo legislador".
"Se está evaluando un proceso de discusión más amplio, en el cual el pueblo
venezolano participe como organización legisladora de este proceso de discusión,
para contar con un nuevo texto legal que vaya en beneficio de la población, para así
romper con la lógica excluyente de patente y de propiedad".
El director general del SAPI refirió que esta nueva ley de propiedad industrial
permitirá "una potenciación del desarrollo nacional de Venezuela en materia de
ciencia y tecnología, farmacéutica y productiva". José Julián Villalba no precisó
cuándo presentará la propuesta ante la AN, pero se supo que será antes de fin de
año.
En abril de este año, la institución promovió foros para discutir sobre la materia,
luego que el presidente Hugo Chávez exigiera al ex ministro de Comercio Eduardo
Samán, realizar los cambios legales en este campo. En los foros fue presentado un
borrador denominado "Ley de Concesiones de Invenciones y Marcas", el cual fue
calificado como "inconstitucional" por la ex magistrada del Tribunal Supremo de
Justicia, Hildegard Rondón de Sansó, quien dijo que el documento fue elaborado
por "alguien que no sabe nada de derecho", y agregó que no estaba de acuerdo en
darle al Estado "una especie de arsenal de creaciones (...) indudablemente que todo
el planteamiento está equivocado, la idea de que cualquier cosa que surja dentro del
26
Véase http://www.sapi.gob.ve/
ámbito de una creación inmaterial va a ser de la titularidad del Estado. Esto es el
absurdo total". La especialista planteó, en primer lugar, cambiar el nombre de la
Ley. "Para no crear polémicas, porque se ha criticado la designación de 'Propiedad
Industrial', sugerí utilizar la de "Normativa Rectora de las Creaciones Inmateriales
Destinadas a la Industria y al Comercio", según se lee en un artículo de la ex
magistrada publicado en el website Aporrea.org.
A su juicio, en una norma de este tipo se deben "recoger instituciones tales como los
certificados de autor de invención, con los cuales se resguarda su reconocimiento de
la paternidad (...) para proteger a los inventores de los institutos públicos de
investigación", debido a que en la Ley Orgánica del Trabajo, sus creaciones son
"invenciones de servicio", por lo cual la patente es del empleador, aún cuando el
empleado pueda recibir beneficios.
Igualmente, plantea examinar las ventajas o desventajas de los distintos sistemas
existentes en los procedimientos para el otorgamiento de los derechos de
exclusividad, tales como el del examen de novedad con o sin oposiciones, y el que
prescinde del examen de novedad que permite la oposición por mejor derecho.
Rondón de Sansó cree que es necesaria la divulgación de temas polémicos, entre
ellos el patentamiento de fármacos y productos químicos. Otro punto es la
"Protección de los Datos de Prueba en relación con el registro sanitario de
fármacos".
Agrega que "es indudable que la materia de mayor trascendencia es el control sobre
las patentes. En una materia como la protección de los bienes inmateriales y su
efectiva utilización para el desarrollo tecnológico y la transferencia de tecnología,
una ley de propiedad industrial debe atender a los puntos señalados", concluyó27.
Como se ve, la postura del Gobierno Nacional, va hacia la búsqueda de un régimen de
propiedad intelectual parecido al sistema colectivista de la extinta Unión Soviética, China
Comunista o Cuba, donde el Estado, en primera instancia, es propietario o dueño de toda
invención o creación humana. Luego, el régimen de explotación va a necesitar la
aprobación, o al menos, la participación del Estado como socio mayoritario e incómodo. La
incomodidad proviene de que los intereses del individuo no necesariamente coinciden y en
ocasiones coliden con los del régimen de turno.

Las consecuencias de un régimen de estas características sería el retiro inmediato de la


mayoría de las empresas farmacéuticas, y en general, de cualquier empresa de avanzada,
que evitaría perder años de trabajo y millones de inversión en investigación y desarrollo, en
un país donde no se respetarían sus derechos de propiedad sobre los mismos. De estar ya

Janet Yucra M., "Proponen Nueva Ley Propiedad Industrial Plantea Apropiación Social del Conocimiento",
27

Diario Notitarde, Caracas, 08-09-2010.


radicadas aquí, como ha sucedido seguramente reducirían sus inversiones casi a cero, dado
al ambiente de inestabilidad o incluso hostilidad legal que una norma así crearía.

La flexibilización de los regímenes con respecto a la propiedad intelectual y a las nuevas


tecnologías, así como la redefinición de los conceptos de soberanía, ya no atados a pedazos
de tierra, hace que recordemos que el conjunto de países con mayores niveles de vida y de
industrialización, son aquellos que más respetan y mantienen su sistemas de propiedad
intelectual, promoviéndola, y regulando un sistema de comercialización adecuado del
conocimiento.

Recientemente Venezuela salió de la Decisión 48628. Esta decisión fue publicada en la


Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena el 19 de septiembre de 2000, y entró en vigencia
el 1 de diciembre del mismo año. Esta sustituyó la Decisión 344 que se encontraba en
vigencia desde 1993. Es evidente que al entrar en vigencia la Decisión 486 ya estaba
vigente la Constitución de 1999, y en particular, el régimen de integración.

Artículo 153 La República promoverá y favorecerá la integración latinoamericana y


caribeña, en aras de avanzar hacia la creación de una comunidad de naciones,
defendiendo los intereses económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales
de la región. La República podrá suscribir tratados internacionales que conjuguen y
coordinen esfuerzos para promover el desarrollo común de nuestras naciones, y que
aseguren el bienestar de los pueblos y la seguridad colectiva de sus habitantes. Para
estos fines, la República podrá atribuir a organizaciones supranacionales, mediante
tratados, el ejercicio de las competencias necesarias para llevar a cabo estos
procesos de integración. Dentro de las políticas de integración y unión con
Latinoamérica y el Caribe, la República privilegiará relaciones con Iberoamérica,
procurando sea una política común de toda nuestra América Latina. Las normas que
se adopten en el marco de los acuerdos de integración serán consideradas parte
integrante del ordenamiento legal vigente y de aplicación directa y preferente a la
legislación interna.
Como se puede entender de este artículo, y como en realidad sucedió, toda normativa de la
comunidad en el marco de la Decisión 486, eran de aplicación directa en Venezuela, ya que
28
Régimen Común Sobre Propiedad Industrial de la Comunidad Andina. El 26 de mayo de 1969, cinco países
sudamericanos (Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú) firmaron el Acuerdo de Cartagena, con el
propósito de mejorar, juntos, el nivel de vida de sus habitantes mediante la integración y la cooperación
económica y social. De esa manera, se puso en marcha el proceso andino de integración conocido, en ese
entonces como Pacto Andino, Grupo Andino o Acuerdo de Cartagena. El 13 de febrero de 1973, Venezuela se
adhirió al Acuerdo. El 30 de octubre de 1976, Chile se retiró de él. La historia del Grupo Andino, que hoy
conocemos con el nombre de Comunidad Andina, se ha caracterizado por avances y retrocesos como ocurre
con cualquier otro grupo de integración.
el artículo in comento, apunta a que la norma pasa a formar parte del ordenamiento jurídico
interno y no amerita su conversión, siendo preferentes a la legislación interna. Esto
derogaba la Ley de Propiedad Industrial así como la Ley sobre el Derecho de Autor o al
menos la dejaba como supletorias.

Conclusiones
Uno de los grandes medidores de desarrollo, es la cantidad de patentes privadas, mostrando
una creciente preocupación por la optimización de procesos de toda índole, de deseo de
emprender, de mejorar y de logros. La iniciativa privada, en propiedad intelectual, significa
creación, aplicación, mejora. En un mundo de constante cambio, quién imita al líder lo más
cerca que puede estar es un paso atrás de la vanguardia, nunca será el primero, debe
innovar.

La salida de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones, cuando denuncia la


Decisión 486 motivada según la Cancillería venezolana por la firma de varios países
miembros de Tratados de Libre Comercio 29 con los Estados Unidos de América de forma
individual, implica un alejamiento de los intereses y principios de la CAN, porque
argumentan que los TLC protegen intereses particulares, incrementan la injusticia en el
intercambio e irrespeta los derechos humanos al colocar en minusvalía a los empresarios y
trabajadores andinos en contra de los norteamericanos, su carácter neoliberal y por ende su
falta de visión social significarían que su aceptación conllevara a la derogación de la
CBRV.

Luego, el desconocimiento de acuerdos internacionales que debido al 153 Constitucional se


habían convertido en derecho positivo, nos dejan en un limbo legal, pues todos se
preguntan ¿la simple manifestación de retiro o denuncia por parte de Venezuela de la CAN
rompe la relación que la vinculaba con dicho acuerdo? porque muchas "Decisiones" de la
comunidad fueron incorporadas al ordenamiento jurídico venezolano. Muchas de ella se
refirieron a las políticas tecnológicas subregionales, armonización de planes de desarrollo,
doble tributación, asuntos aduaneros, entre otros asuntos, dándose mucho intercambio y
contratos teniendo como marco estas normas. Entonces, cabe preguntar ¿qué sucede con las

29
Tratados de Libre Comercio (TLC).
normas comunitarias que se aplicaban a partir del retiro de Venezuela? Respuestas a estas
preguntas las han ubicado en la Decisión 40630 en su artículo 153:

Artículo 153.- El País Miembro que desee denunciar este Acuerdo deberá
comunicarlo a la Comisión. Desde ese momento cesarán para él los derechos y
obligaciones derivados de su condición de Miembro, con excepción de las ventajas
recibidas y otorgadas de conformidad con el Programa de Liberación de la
Subregión, las cuales permanecerán en vigencia por un plazo de cinco años a partir
de la denuncia.
El plazo indicado en el párrafo anterior podrá ser disminuido en casos debidamente
fundados, por decisión de la Comisión y a petición del País Miembro interesado.
En relación con los Programas de Integración Industrial se aplicará lo dispuesto en
el literal i) del Artículo 59.
Pero la norma in comento no señala que sucede con las normas de integración una vez que
el país miembro se ha retirado. Luego, con una ley vetusta de los años 50, y con un
régimen que busca colectivizar cualquier forma de propiedad privada en todas sus
manifestaciones. Nada hace pensar que no se pasará de "expropiar" o quizás más
apropiadamente "confiscar" empresas y fincas, bienes reales en todo caso, a la propiedad
intelectual que les resulte deseable; legislándose en este sentido.

Es visto universalmente que en los países más desarrollados es donde más se respeta el
derecho de la propiedad intelectual, luego que si se ejerce una postura que no favorezca la
labor creadora, no llegará a funcionar ésta, como vector de desarrollo sino que desplegaría
el entorpecimiento de la misma.

Es una trampa el argumento de que sólo se roba porque se tiene hambre; debido a que el
software en Venezuela vive una crisis de seguridad, según un informe de la BSA 31, ya que
el 82% del que circula en el mercado venezolano, es ilegal, y las pérdidas para la economía

30
El presente Acuerdo tiene por objetivos promover el desarrollo equilibrado y armónico de los Países
Miembros en condiciones de equidad, mediante la integración y la cooperación económica y social; acelerar
su crecimiento y la generación de ocupación; facilitar su participación en el proceso de integración regional,
con miras a la formación gradual de un mercado común latinoamericano.
31
La Business Software Alliance (BSA) es una organización sin fines de lucro creada para promover los
objetivos de la industria del software y sus socios del hardware. Es la organización más importante dedicada
al desarrollo de un mundo digital seguro y legal. Con sede en Washington, DC, la BSA tiene presencia en más
de 80 países, y cuenta con 11 oficinas regionales con sede en las ciudades de Bruselas, Londres, Múnich,
Beijing, Delhi, Yakarta, Kuala Lumpur, Taipéi, Tokio, Singapur y San Pablo.
ascienden a 124 millones de dólares anuales. Por lo visto se tiene uno de los índices de
piratería32 más altos del mundo.

Lo irónico de esto, es que el organismo denominado CICPC 33, encargado de perseguir la


piratería de software tiene en frente a su puerta de entrada, específicamente al departamento
encargado de esto, gran cantidad de vendedores informales que se dedican a ofrecer
películas en DVD copiadas, y programas de computación copiados ilegalmente. La copia
ilegal es un robo de los derechos sobre la propiedad intelectual del autor.

Por otro lado, iniciativas como de la LOCTI34, crean en el empresario las condiciones para
invertir en su gente y en tecnología para ser más productivos, así como para investigar y
crear nuevas formas de aplicación tecnológicas. Pero bien se sabe que si no hay el incentivo
económico razonable, se pierde el interés y todo se anquilosa feneciendo después de forma
aparentemente inevitable.

Referencias Bibliográficas
Libros:
 ANTEQUERA PARILLI, Ricardo: Estudios de Derecho de Industrial y de Derecho
de Autor. Bogotá: Editorial Temis. 2009.
 ASTUDILLO GÓMEZ, Francisco. La Protección Legal de las Invenciones. Mérida
(Venezuela), Universidad de los Andes. 2004.
 BETHENCOURT V., Ricardo: Comprensión de la propiedad Intelectual. Caracas:
Editorial Jurídica Venezolana. 2005.
 BREWER-CARÍAS, Allan R. Debate Constituyente. Caracas: Editorial Jurídica
Venezolana. 2000. (2 t.).
 CALVO BACA, Emilio. Código Civil Venezolano. Caracas: Ediciones Libra. 2007.
 FUENTES, Fernando. Manual de los Derechos Intelectuales. Caracas: Vadell
Hermanos Editores. 2006.

32
La piratería de software es la copia o la distribución no autorizada de software con derecho de autor. Esto
puede suceder al copiar, descargar, compartir, vender o instalar múltiples copias en equipos personales o de
trabajo Lo que muchas personas no advierten es que al adquirir software, están comprando una licencia para
usarlo, y no el software en sí. Esa licencia es lo que le permitirá instalar el software una determinada cantidad
de veces, por lo que es importante que la lea. Si hace más copias del software de lo que la licencia le permite,
usted está incurriendo en piratería.
33
CICPC es Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
34
LOCTI es Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación.
 HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, José Ignacio. Derecho Administrativo y Regulación
Económica. Caracas: Editorial Jurídica Venezolana. 2006.
 MOGOLLÓN-ROJAS, Ivor Dalvano: Propiedad Intelectual. Caracas: Vadell
Hermanos Editores. 2008.
 .——— Derecho Andino de Patentes. Caracas: Vadell Hermanos Editores. 2008.
 RONDÓN DE SANSÓ, Hildegard: Análisis de la constitución venezolana de 1999.
Caracas: Editorial Ex Libris. 2005.
 .——— La situación actual de la propiedad industrial. Caracas: Lito Formas. 2008.
 SAMBRANO URDANETA, Oscar. Apreciación Literaria. Caracas: Italgráfica.
1976.

Artículos de revistas:
 BADELL MADRID, Rafael. "Consideraciones acerca de la Constitución
Económica”. En: Revista BCV. XIV.1. Caracas, 2000.
 ESPÓSITO DE DÍAZ, Concetta. "La propiedad intelectual y su vinculación con la
gestión del conocimiento...", Revista de Universidad y Sociedad de Conocimiento.
Barquisimeto. 2008. p. 3.
 YUCRA M., Janet. "Proponen Nueva Ley Propiedad Industrial Plantea Apropiación
Social del Conocimiento". Diario Notitarde. Caracas. 08-09-2010.

Leyes:
 Asamblea Constituyente, Constitución Bolivariana de la República de Venezuela.
Caracas: Ediciones Garay. 2001.
 Congreso de la República de Venezuela, Ley de Propiedad Industrial. Gaceta
Oficial. Caracas. 1955.
 Congreso de la República de Venezuela, Ley sobre el Derecho de Autor. Gaceta
Oficial N°4638. Caracas. 1993.
 Congreso de la República de Venezuela, Código Civil. Gaceta Oficial. Caracas.
1982
 Comunidad Andina. Decisión 406. Gaceta Oficial. Diciembre 1997.
 Comunidad Andina. Decisión 486. Gaceta Oficial. Diciembre 2000.
 Asamblea Nacional, Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación. Gaceta
Oficial N° 38337. Caracas. 2005.

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