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Epicuro

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Epicuro
Marble head of Epikouros MET DP333053 (cropped).jpg
Busto de Epicuro. Copia romana del siglo II de un original griego de la primera
mitad del siglo III a. C. Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
Escolarca
por El Jardín
Información personal
Nombre en griego antiguo Ἐπίκουρος Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 342 a. C. Ver y modificar los datos en Wikidata
Samos (Grecia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 270 a. C. (71 años)
Atenas (Antigua Atenas) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de la muerte Cálculo renal Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Atenas Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Ateniense
Religión Religión de la Antigua Grecia Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Neocles
Querestrata
Familiares Neocles (hermano)
Educación
Alumno de Nausífanes
Información profesional
Ocupación Filósofo Ver y modificar los datos en Wikidata
Área Filosofía Ver y modificar los datos en Wikidata
Alumnos Hermarco de Mitilene
Leontion
Idomeneo de Lámpsaco
Metrodoro de Lámpsaco
Movimientos Epicureísmo, Hedonismo, Atomismo
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Epicuro (en griego, Ἐπίκουρος Epikouros, «aliado» o «camarada»), también conocido


como Epicuro de Samos, (341 a. C.,1 nació en Samos, y falleció en Atenas en 271/270
a. C.)23 fue un filósofo griego, fundador de la escuela que lleva su nombre
(epicureísmo). Los aspectos más destacados de su doctrina son el hedonismo racional
y el atomismo. Influido por Demócrito, Aristipo, Pirrón, y posiblemente Aristóteles
y los cínicos, se volvió contra el platonismo y estableció su propia escuela en
Atenas, conocida como "El jardín", donde permitió la entrada de mujeres,
prostitutas y esclavos a la escuela.45 Se dice que escribió más de 300 obras sobre
diversos temas, pero la gran mayoría de estos escritos se han perdido. Sólo tres
cartas escritas por él, la Carta a Heródoto, Pítocles y Meneceo; y dos colecciones
de citas, las Máximas capitales y las Sentencias Vaticanas, han sobrevivido
intactas.

Para Epicuro, el propósito de la filosofía era la búsqueda de la felicidad


(eudaimonia), caracterizada por la ausencia de turbación en el alma (ataraxia) y de
dolor en el cuerpo (aponía). Su ética hedonista considera procurar el placer y
evitar el dolor el propósito de la vida humana; siempre de una manera racional para
evitar los excesos, pues estos provocan un sufrimiento posterior. Los placeres del
espíritu son superiores a los del cuerpo, y ambos deben satisfacerse con
inteligencia, procurando llegar a un estado de bienestar corporal y espiritual.
Criticaba tanto el desenfreno como la renuncia a los placeres de la carne, y argüía
que debería buscarse un término medio y que los goces carnales deberían
satisfacerse, siempre y cuando no conllevaran un dolor en el futuro. Manifestó que
los mitos religiosos amargan la vida de las personas, y no se debe temer a ellos
porque no se preocupaban por nuestras vicisitudes.6 Abogó por que las personas
pudieran seguir la filosofía mejor si vivían una vida sencilla y autosuficiente
rodeada de amigos.7

Otro aporte importante de Epicuro fue su filosofía respecto a la muerte, y


complementando su pensamiento sobre la felicidad, Epicuro buscó reducir el miedo
respecto a esta, y ayudar al encuentro de nuestra felicidad. Su pensamiento
consistía en que no hay que temerle a la muerte, ya que esta consiste en la falta
de sensación, por lo que no tiene sentido espantarnos por algo que nunca vamos a
sentir. A su vez, explicó que mientras existimos, la muerte no estará presente, y
cuando esté presente, nosotros no existiremos, lo que significa que jamás estaremos
en una relación directa con nuestra muerte, concluyendo así con la idea de que no
hay que temerle a algo que no estará presente mientras existamos en este mundo.6

Como Aristóteles, Epicuro era un empirista, lo que significa que creía que los
sentidos son la única fuente confiable de conocimiento sobre el mundo. Derivó gran
parte de su física y cosmología del filósofo atomista Demócrito. Enseñó que el
universo es infinito y eterno, donde toda la materia está formada por diminutas
partículas invisibles llamadas átomos. Se manifestó en contra del destino, la
necesidad y el recurrente sentido griego de fatalidad. La naturaleza, según
Epicuro, está regida por la necesidad y el azar, entendiendo este como ausencia de
causalidad debido a la desviación producida por la caída de los átomos
(parénklisis), permitiendo así que los humanos posean libre albedrío como
fundamento de la ética en un universo determinista.6

Aunque la mayor parte de su obra se ha perdido, conocemos bien sus enseñanzas a


través de la obra De rerum natura, del poeta latino Lucrecio (un homenaje a Epicuro
y una exposición amplia de sus ideas), así como a través de sus cartas recogidas
por Diógenes Laercio y fragmentos rescatados por filósofos como Filodemo de Gadara,
Sexto Empírico y Cicerón. El epicureísmo alcanzó la cima de su popularidad durante
los últimos años de la república romana. Se extinguió a finales de la antigüedad,
sujeto a la hostilidad del cristianismo primitivo. A lo largo de la Edad Media,
Epicuro fue recordado popularmente, aunque de manera inexacta, como un patrón de
borrachos, prostitutas y glotones. Sus enseñanzas gradualmente se hicieron más
conocidas en el siglo XV, pero no se volvieron aceptables hasta el siglo XVII con
figuras como Walter Charleton y Robert Boyle. Su influencia creció
considerablemente durante y después de la Ilustración, impactando profundamente las
ideas de pensadores modernos como Pierre Gassendi, John Locke, Thomas Jefferson,
Jeremy Bentham, Karl Marx y Michel Onfray.
Índice

1 Biografía
1.1 Familia
1.2 Formación
1.3 Magisterio
1.3.1 El Jardín
1.4 Muerte
2 Obras
3 Filosofía
3.1 Canónica
3.1.1 Teoría del conocimiento
3.1.2 Teoría del lenguaje
3.2 Física
3.2.1 Los átomos
3.2.2 El azar y la libertad
3.2.3 Cosmología
3.3 Ética
3.3.1 Las cuatro curas
3.3.2 El placer y la felicidad
3.3.3 El amor y la amistad
3.3.4 Los animales y el vegetarianismo
3.4 Política
3.4.1 La Justicia
3.5 Teología
3.5.1 Paradoja de Epicuro
4 Legado
4.1 Antigüedad
4.2 Edad Media
4.3 Renacimiento
4.4 Edad Moderna
4.5 Ilustración
4.6 Edad Contemporánea
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
7.1 Fuente primaria
7.2 Sobre Epicuro
8 Enlaces externos

Biografía
Familia

Epicuro, el segundo de los cuatro hijos de una familia pobre, nació en el año 341
a. C. en una de las islas Espóradas griegas, Samos, lugar en el que los atenienses
habían establecido una cleruquía y en el que su padre, Neocles, un maestro de
escuela a quien probablemente Epicuro ayudaba, se había asentado como colono
gracias a una ayuda estatal.8 Heredó la ciudadanía ateniense de su padre, pese a
haber nacido en Samos.9 Su madre, Queréstrata,10 era adivina. También tenía tres
hermanos: Neocles, Chaeredemus y Aristóbulo.1112
Formación
Grabado de Epicuro por Thomas Stanley (1655)

Epicuro tuvo ya desde joven un gran espíritu crítico y un gran deseo de


conocimientos, y es probable que, al no querer aceptar exclusivamente las
enseñanzas tradicionales de las escuelas, se dedicara a leer a distintos
filósofos.13 Así, comenzó a estudiar filosofía a edad temprana y ya con catorce
años fue alumno de un hombre llamado Pánfilo (discípulo de Platón), que vivía en la
isla y de quien Epicuro aprendió las bases del idealismo platónico, que
posteriormente consideraría un fraude y rechazaría en su filosofía.1415

En el año 323 a. C., con dieciocho años, marchó a Atenas para cumplir el servicio
militar.810 Terminado este, regresó con su familia en el 321 a. C., aunque en esta
ocasión lo hizo a la ciudad de Colofón.10 Allí se habían trasladado tras entrar en
vigor el año anterior un decreto de amnistía política, gracias al cual los
desterrados pudieron recuperar sus tierras en Samos; por tanto, los colonos como la
familia de Epicuro, hubieron de abandonarlas.16

En dicha ciudad permaneció durante una década, hasta el 311 a. C. Allí estudió con
Nausífanes, un filósofo atomista discípulo de Demócrito y de Pirrón, con quien tuvo
una relación decisiva en su formación, a pesar de que posteriormente Epicuro
dirigió contra él duras críticas e improperios.1610
Magisterio

Tras esos años de formación, comenzó una etapa magisterial estableciendo en el año
311 a. C. su primera escuela de filosofía en la ciudad de Mitilene, en Lesbos.10
Sin embargo, dicha escuela tuvo una corta duración, pues él tuvo que abandonarla
debido a rivalidades con los aristotélicos de la ciudad.1716 Aunque se desconocen
los motivos exactos de dichas rivalidades, aquel enfrentamiento bien podría haber
sido una de las primeras reacciones antiepicúrea, aunque se debe tener en cuenta
que el carácter de juventud de Epicuro también podría distar de su posterior
mansedumbre.17

Posteriormente se estableció en Lámpsaco, donde permaneció durante cuatro años en


los cuales tuvo gran actividad.17Allí estableció nuevamente una escuela gracias a
amigos influyentes y consiguió un círculo de discípulos y seguidores,16 entre los
que se encontraban Idomeneo, Metrodoro, Leonteo y su mujer Themista, Colotes,
Pitocles y Timócrates; posiblemente también en Lámpsaco conociera a Hermarco, quien
le acabaría sucediendo al frente de la dirección del Jardín.17
El Jardín
Artículo principal: Jardín (Epicuro)
Grabado de Epicuro y la filósofa Leontion por Ludwig Gottlieb Portman. La escuela
epicúrea permitía el acceso a heteras.

En el año 306 a. C., a los 35 años, regresó a Atenas, donde permanecería hasta su
muerte, para fundar su escuela de filosofía. Compró una casa y un pequeño terreno
en sus cercanías, a las afueras de Atenas, de camino al Pireo; allí fundó el
Jardín, su escuela.1617 El Jardín ofrecía un lugar tranquilo, alejado del bullicio
de la urbe, en el que tenían lugar desde charlas y convivencias hasta comidas y
celebraciones. Se trataba, pues, de un lugar más destinado al retiro intelectual de
un grupo de amigos que de un lugar para la investigación científica y a la paideía
superior, a diferencia de la Academia de Platón o el Liceo de Aristóteles.18

Eran admitidas al Jardín personas de toda condición y clase, por lo que llegó a ser
causa de escándalo. Incluía a personas respetables, pero igualmente a gentes de
vida disoluta. También a mujeres como Temista, prostitutas como Leontion y a
esclavos como Mus y Fedrión5, lo que en aquella época constituía un hecho inusual
para una escuela filosófica.184
Muerte

Fue maestro de la misma hasta su fallecimiento en el año 270 a.C., a la edad de 71


años. Dejó la dirección de su escuela a Hermarco de Mitilene, quien afirmó que su
maestro, después de verse atormentado por crueles dolores durante catorce días,
sucumbió víctima de una retención de orina causada por el mal de la piedra. En su
testamento, conservado por Diógenes Laercio, otorgó la libertad a cuatro de sus
esclavos.19

En una carta de su lecho de muerte, Epicuro encomendó a los hijos de su difunto


estudiante Metrodoro al cuidado de Idomeneo, quien se había casado con Batis, la
hermana de Metrodoro. En el 20 de cada mes era para los epicúreos Eikas, un día
festivo en honor de su maestro y Metrodoro.20
Obras
La escuela de Atenas, de Rafael Sanzio. Epicuro aparece a la izquierda, leyendo un
libro, junto a Zenón de Citio.

Según la obra Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres del
antiguo doxógrafo griego, Diógenes Laercio, Epicuro dejó su muerte más de 300
manuscritos, incluyendo 37 tratados sobre física y numerosas obras sobre el amor,
la justicia, los dioses y otros temas. Según Diógenes Laercio, las principales
obras de Epicuro incluyen:2122

De la naturaleza (treinta y siete libros)


De los átomos y el vacío
Del amor
Epítome de los escritos contra los filósofos naturales
Dudas contra los megarianos
Problemas
Máximas capitales (Kyriai Doxai)
De las sectas
De las plantas
Del fin
Del criterio o Canon
Queredemo o De los dioses
De la santidad o Hegesianacte
De las vidas
De las obras justas
Neocles
A Temista
El Banquete (Simposio)
Euríloco
A Metrodoro
De la visión
Del ángulo en un átomo
Del tacto
Del destino
Opiniones sobre las pasiones.23
A Timócrates.
Pronósticos
Exhortaciones
De las imágenes mentales
Sobre la fantasía
Aristóbulo
De la música
De la justicia y las otras virtudes
De los dones y la gracia
Polimedes
Timocrates (tres libros)
Metrodorus (cinco libros)
Antídoro (dos libros)
Opiniones sobre enfermedades, dirigidas a Mitres
Calístolas
Del reino
Anamenes
Epístolas

De todas ellas, solo se han conservado cuarenta máximas de contenido


fundamentalmente ético y gnoseológico, las llamadas Máximas capitales;24 y tres
cartas transcritas por Diógenes Laercio: la Carta a Heródoto (no el historiador),
que trata sobre gnoseología y física; la Carta a Pítocles, referida a la
cosmología, la astronomía y la meteorología; y la Carta a Meneceo, que aborda la
ética. Además, se conserva el texto de las Sentencias Vaticanas (Gnomologio
Vaticano), descubierto y publicado en 1888 por Karl Wotke, y que contiene citas
escogidas de Epicuro, incluyendo algunas que ya aparecían en las Máximas Capitales.

Algunos breves fragmentos se han recuperado por citas de otros autores, entre ellas
el tratado Sobre la Naturaleza (Περὶ Φύσεως) del filósofo epicúreo Filodemo de
Gadara desde la biblioteca calcinada en Herculano. De esta obra también se han
conservado fragmentos en la biblioteca del epicúreo Pisón (tal vez de Lucio
Calpurnio Pisón Cesonino).25 Gracias a otro epicúreo, Diógenes de Enoanda (mediados
del siglo II d.c), que mandó a grabar una inscripción monumental en la ciudad licia
de Enoanda se conservaron otros fragmentos incluyendo una carta de Epicuro a su
madre. Las doctrinas de filosofía epicúrea también fueron conservadas por filósofos
romanos, como el poeta epicúreo Lucrecio en De rerum natura y por Cicerón en De
natura deorum y De finibus.

En 1887, el filólogo alemán Hermann Usener compiló en su obra Epicurea los


fragmentos y testimonios conservados por los autores de la Antigüedad con un
apartado crítico.
Filosofía
Artículo principal: Epicureísmo

Mientras que para Platón y Aristóteles la filosofía es una búsqueda continua de la


verdad y eI conocimiento de esta trae la rectitud en Ia conducta humana, para
Epicuro la filosofía es el arte práctico de la vida que tiene como finalidad la
curación del alma humana.

«Que nadie, por joven, tarde en filosofar, ni, por viejo, de filosofar se
canse. Pues para nadie es demasiado pronto ni demasiado tarde en lo que atañe a la
salud del alma. El que dice que aún no ha llegado la hora de filosofar o que ya
pasó es semejante al que dice que la hora de la felicidad no viene o que ya no está
presente»
Epicuro, Carta a Meneceo (X, 122)26

La filosofía de Epicuro consta de tres partes: la Gnoseología o Canónica


(criteriología), que se ocupa de los criterios por los cuales llegamos a distinguir
lo verdadero de lo falso; la Física, que estudia la naturaleza; y la Ética, que
supone la culminación del sistema y a la que se subordinan las dos primeras
partes.27
Canónica

Epicuro fue un materialista sensualista. El conocimiento se basa en las


sensaciones, las cuales son siempre verídicas, pues tienen por fuente la realidad
objetiva fuera de la conciencia del hombre e independientemente de ella. Epicuro
criticó el escepticismo.28 Para él, es imposible vivir como un escéptico, ya que al
dudar de todo, no tendría ninguna razón para participar en un curso de ninguna
acción en absoluto y moriría. Además, afirmar no saber algo es un conocimiento, lo
que implica una contradicción, y el escéptico no tendría derecho a usar conceptos
como "conocimiento" y "verdad", ya que dichos conceptos se derivan de los sentidos,
los cuales un escéptico duda.29 Debido a esto, Epicuro creía que la experiencia es
la única fuente confiable de información sobre el mundo exterior.30
Teoría del conocimiento

Como en Aristóteles, la epistemología de Epicuro es empirista; la sensación es la


base de todo el conocimiento y se produce cuando las perfecciones que desprenden
los cuerpos llegan hasta nuestros sentidos. Los sentidos recogen las imágenes o
simulacros (eídola) que desprenden los cuerpos. Estos “eídola” están formados por
átomo muy sutiles y se transmiten como efluvios que penetran en el órgano sensorial
y producen la impresión.31

Ante cada sensación, el ser humano reacciona con placer o con dolor, dando lugar a
los sentimientos, que son la base de la moral. Cuando las sensaciones se repiten
numerosas veces, se graban en la memoria y forman así lo que Epicuro denomina las
ideas generales (diferentes a las platónicas), "anticipaciones" o "prolepsis", y
sirven para reconocer nuevas sensaciones. Para que las sensaciones constituyan una
base adecuada, sin embargo, deben estar dotadas de la suficiente claridad, al igual
que las ideas, o de otro modo nos conducirán al error.31 El error se origina
únicamente por el juicio.

Diógenes Laercio, menciona un cuarto proceso de conocimiento, además de las


sensaciones, los sentimientos y las ideas generales: las proyecciones imaginativas
del entendimiento o de la mente, por las cuales podemos concebir o inferir la
existencia de elementos como los átomos o el vacío, aunque éstos no sean captados
por los sentidos.31

Todos esos aspectos, sin embargo, son solo los principios que rigen nuestro modo de
conocer la realidad. El resultado de su aplicación nos lleva a concluir la
concepción de la naturaleza que se detalla en la Física, segunda parte de la
filosofía epicúrea. Las sensaciones rigen la verdad de las proposiciones (y no al
revés), por ello la lógica queda arrinconada a un lado de la teoría del
conocimiento.32
Teoría del lenguaje

Para Epicuro existe una relación entre el conocimiento y el lenguaje. Él sigue una
teoría naturalista evolucionaria y gradual del lenguaje. Este no es un invento
humano, sino producto del ambiente del hombre y su constitución física. El
significado de una palabra es, por lo tanto, un significado "natural", pero este
significado queda cubierto por los usos que los hombres le dan. Volver al primer
significado es volver a las ideas preconcebidas, y así recurrir a la fuente del
conocimiento humano (en oposición a la dialéctica).333435
Física
Busto de Epicuro en el Museo de Pérgamo

Epicuro fue un materialista, y según su Física, toda la realidad está formada por
dos elementos fundamentales. Por un lado los átomos, que tienen forma, extensión y
peso, y de otro el vacío, que no es sino el espacio en el cual se mueven esos
átomos.
Los átomos

Él escribió en su Carta a Heródoto que "nada surge de la nada", indicando que todos
los eventos tienen causas, independientemente de si esas causas son conocidas o no,
ya que de lo contrario, no habría necesidad de semillas específicas para plantas y
cualquier cosa podría generarse de cualquier forma de material, además que nunca se
ha observado tales cosas. Del mismo modo, también escribe que nunca nada pasa a la
nada, porque aquello en lo que se disiparían las cosas sería inexistente. Por lo
tanto afirma que: "La totalidad de las cosas fue siempre como es en la actualidad y
seguirá siendo la misma porque no hay nada en lo que pueda cambiar, en la medida en
que no hay nada fuera de la totalidad que pueda interferir y efectuar un cambio".36
Para responder a las objeciones que dio Aristóteles contra Demócrito, Epicuro cree
que los átomos son físicamente indivisibles, pero divisibles matemáticamente. A su
vez, la forma del átomo está constituida en diversas partes, siendo matemáticamente
indivisible. De lo contrario, los átomos serían infinitamente grandes al tener un
número infinito de partes.37

Las distintas cosas que hay en el mundo son fruto de las distintas combinaciones de
átomos. El ser humano, de la misma forma, no es sino un compuesto de átomos.
Incluso el alma está formada por un tipo especial de átomos, más sutiles que los
que forman el cuerpo, pero no por ello deja el alma de ser material. Debido a ello,
cuando el cuerpo muere, el alma muere con él.
El azar y la libertad

La concepción atomista procede de Demócrito, cuya teoría fue posteriormente


criticada por Aristóteles, quien señaló que los átomos no podrían juntarse nunca si
se moviesen solo verticalmente. Epicuro modifica la filosofía atomista en aspectos
importantes, pues no acepta el determinismo que el atomismo conllevaba en su forma
original. Por ello, introduce un elemento de azar en el movimiento de los átomos.
Esta reformulación es una de las innovaciones más importantes de Epicuro, y se la
conoce como la teoría del clinamen o parénklisis (desviación atómica),3839 una
desviación de los átomos en su caída en el vacío, es decir, una desviación de la
cadena de las causas y efectos, con lo que la libertad queda asegurada y se
anticipa a la evolución.40

Epicuro fue el primero en afirmar el libre albedrío como resultado del


indeterminismo fundamental en el movimiento de los átomos. Esto ha llevado a
algunos filósofos a pensar que, para Epicuro, el libre albedrío fue causado
directamente por la casualidad. Probablemente él no asumió que podríamos
responsabilizar moralmente nuestras acciones si son puramente aleatorias. Epicuro
necesitó más bien el viraje solo para romper las cadenas causales en algún punto
antes de nuestras acciones voluntarias, para que nuestra voluntad pueda proceder a
donde nos lleve el placer y justo a donde nuestra mente nos lleve.41

«Pues ¿a quién estimas superior […]? Que se burla de aquello que algunos
introducen como déspota de todo, el destino, diciendo él que algunas cosas surgen
de la necesidad, otras del azar, y otras de nosotros mismos, pues ve que la
necesidad es irresponsable, que el azar es inestable, mientras que lo que de
nosotros depende no tiene otro amo, y que naturalmente le acompaña la censura o su
contrario»
Epicuro, Carta a Meneceo (133-134)42

Ambos pensadores han sido ridiculizados por la idea de un "libre albedrío" en


movimientos atómicos aleatorios.43 Susanne Bobzien argumenta que para Epicuro, las
acciones están completamente determinadas por la disposición mental del agente y la
responsabilidad moral surge si la persona no es forzada y es causalmente
responsable de la acción.44 Por otro lado, Tim O'Keefe ha argumentado que Epicuro
no eran libertario, sino compatibilista.45
Cosmología

Con respecto a la totalidad de la realidad, Epicuro afirma que ésta, como los
átomos que la forman, es eterna. No hay un origen a partir del caos o un momento
inicial. El mundo es, por tanto, efecto de unas causas mecánicas, y no hay razón
para postular ninguna teleología. Tal y como leemos en la Carta a Heródoto: «Desde
luego, el todo fue siempre tal como ahora es, y siempre será igual». Al contrario
que sus contemporáneos, creía que el universo era ilimitado con un número ilimitado
de átomos y una cantidad infinita de vacío.29 La Tierra no era el centro del cosmos
y se cree que sostuvo la forma de la Tierra como plana como hizo Demócrito.464748
También sostuvo que los cuerpos celestes eran tan pequeños como se observaban.4950
Ética

La Ética, como ya se ha dicho, es la culminación del sistema filosófico de Epicuro:


la filosofía tiene como objetivo llevar a quien la estudia y practica a la
felicidad, basada en la autonomía o autarquía y la tranquilidad del ánimo o
ataraxia. Puesto que la felicidad es el objetivo de todo ser humano, la filosofía
interesa a cualquier persona, independientemente de sus características (edad,
condición social, etc.).

La Ética de Epicuro se basa en dos polos opuestos: el miedo, que debe ser evitado,
y el placer, que se persigue por considerarse bueno y valioso. Mientras Aristipo
hizo del placer corporal la finalidad de la vida, Epicuro se centró en la calma y
la tranquilidad.51
Las cuatro curas
Artículo principal: Tetrafármaco

Filodemo de Gadara destiló las primeras cuatro de las Doctrinas Principales


epicúreas en "Cuatro Remedios" o el Tetrafármaco: "No temas a los dioses, no temas
a la muerte, el placer es fácil de obtener y el dolor es fácil de evitar". La lucha
contra los miedos que atenazan al ser humano es parte fundamental de la filosofía
de Epicuro. Si bien Epicuro no era ateo, entendía que los dioses eran seres
demasiado alejados de nosotros, los humanos, y no se preocupaban por nuestras
vicisitudes, por lo que no tenía sentido temerles. Por el contrario, los dioses
deberían ser un modelo de virtud y de excelencia a imitar, pues según el filósofo
viven en armonía mutua, manteniendo entre ellos relaciones de amistad.

En cuanto al temor a la muerte, lo consideraba un sin sentido, puesto que al morir,


los átomos del alma se separan y como “todo bien y todo mal residen en la
sensibilidad y la muerte no es otra cosa que la pérdida de sensibilidad”. La muerte
en nada nos pertenece pues mientras nosotros vivimos no ha llegado y cuando llegó
ya no vivimos.

Carece también de sentido temer al futuro, puesto que: “el futuro ni depende
enteramente de nosotros, ni tampoco nos es totalmente ajeno, de modo que no debemos
esperarlo como si hubiera de venir indefectiblemente ni tampoco desesperarnos como
si no hubiera de venir nunca”. En la teoría de Epicuro, los placeres naturales nos
alejan del dolor y no es difícil de obtener. Finalmente, lo que causa dolor se
puede alejar enfocándose en el placer.52

Diógenes de Enoanda, por su parte, ignora los Cuatro Remedios y en una inscripción
de muro para promover la filosofía, argumenta que las tres raíces de todos los
males son el miedo a los dioses, el miedo a la muerte, y los deseos sin fin o la
incapacidad de entender los límites naturales de los deseos.
El placer y la felicidad
Grabado de un busto de Epicuro en la Villa de los Papiros.

Epicuro consideraba que la felicidad es el fin último de la vida y que consiste en


vivir en continuo placer (hedoné). Este punto de su doctrina ha sido a menudo
objeto de malentendidos. Epicuro realizó una cuidadosa categorización de los
placeres y dolores en virtud de los beneficios que producen.

«Y como es el bien primero y connatural, por eso no elegimos todo placer, sino
que a veces omitimos muchos placeres, cuando de éstos se desprende para nosotros
una molestia mayor; y consideramos muchos dolores preferibles a placeres, cuando se
sigue para nosotros un placer mayor después de haber estado sometidos largo tiempo
a tales dolores. Todo placer, pues, por tener una naturaleza apropiada [a la
nuestra], es un bien; aunque no todo placer ha de ser elegido; así también todo
dolor es un mal, pero no todo [dolor] ha de ser por naturaleza evitado siempre»
Epicuro, Carta a Meneceo (129)53

Epicuro valoraba como placer fundamental la tranquilidad del alma (ataraxía) y la


ausencia de dolor (aponía): “la ausencia de turbación y de dolor son placeres
estables; en cambio, el goce y la alegría resultan placeres en movimiento por su
vivacidad".54 Cuando decimos, entonces, que el placer es un fin, no nos referimos a
los placeres de los inmoderados, sino en hallarnos libres de sufrimientos del
cuerpo y de turbación del alma. En efecto, Epicuro señala que existen tres tipos de
placeres:

Los naturales y necesarios: las necesidades físicas básicas, alimentarse,


calmar la sed, el abrigo y el sentido de seguridad.
Los naturales y no necesarios: disfrutar de una comida sabrosa, de los placeres
de carácter espiritual o la gratificación sexual.
Los innaturales e innecesarios, que considera superfluos: la fama, el poder
político o el prestigio.

Epicuro formuló algunas recomendaciones en torno a todas estas categorías de


deseos:

El hombre debe satisfacer los deseos naturales necesarios de la forma más


económica posible.
Se pueden perseguir los deseos naturales innecesarios hasta la satisfacción del
corazón, pero no más allá.
No se debe arriesgar la salud, la amistad, la economía en la búsqueda de
satisfacer un deseo innecesario, pues esto solo conduce a un sufrimiento futuro.
Hay que evitar por completo los deseos innaturales innecesarios, pues el placer
o satisfacción que producen es efímero.
También distinguía entre dos tipos de placeres, basados en la división del hombre
en dos entes diferentes pero unidos, el cuerpo y el alma:

Placeres del cuerpo: aunque considera que son los más importantes, en el fondo
su propuesta es la renuncia de estos placeres y la búsqueda de la carencia de
apetito y dolor corporal;
Placeres del alma: el placer del alma es superior al placer del cuerpo, pues el
corporal tiene vigencia en el momento presente, pero es efímero y temporal,
mientras que los del alma son más duraderos y además pueden eliminar o atenuar los
dolores del cuerpo.

Epicuro dice que “todo placer es un bien en la medida en que tiene por compañera a
la naturaleza”. Los placeres vanos no son buenos, porque a la larga acarrearán
dolor y no solo son más difíciles de conseguir, sino además más fáciles de perder.
También habla de la importancia de poseer una virtud para elegir y la estima en
cuanto a los placeres que puede producir. Virtudes son tales como la sencillez, la
moderación, la templanza, la alegría, la prudencia, etc. Para Epicuro es imposible
vivir placenteramente sin vivir virtuosamente y viceversa.55 El discernimiento de
los diferentes placeres y la recta prudencia, permiten acercarse a una vida feliz.

Epicuro agradeció a la naturaleza "por haber hecho las cosas necesarias fáciles de
adquirir, y las que son difíciles de adquirir, innecesarias". Epicuro vivió
austeramente, comiendo una dieta simple de pan, queso, aceitunas y bebiendo una
copa de vino ocasionalmente. Una vida plena privada, rodeada de amistades y de
placeres moderados con el mínimo de dolores posibles y tranquilidad en el alma,
brinda la felicidad.56
El amor y la amistad

Epicuro tenía una opinión dudosa sobre el placer del sexo y el matrimonio, se
disputa si lo rechazaba o lo aceptaba en ciertos casos.57 Filodemo afirmó que los
epicúreos no respetaban la fidelidad conyugal.58 En cambio, sostuvo que las
amistades son esenciales para una vida feliz en lugar de vagas utopías políticas.59
Una de las Máximas capitales dice:60

«La injusticia no es en sí misma un mal, sino por el temor ante la sospecha de


que no pasará inadvertida a los establecidos como castigadores de tales actos.»
Epicuro, Máximas capitales, XXVII

La amistad epicúrea es una relación natural basada en un amor mutuo e indispensable


para identidad personal, lo que revela al amigo epicúreo como otro yo.55 El tema de
la amistad es un tema paradójico en Epicuro. Al igual que Aristóteles,61 Epicuro
considera que el sabio es autosuficiente, que la autosuficiencia y la autarquía son
un gran bien. El hombre sabio debe mantener su independencia y, sin embargo,
considera Epicuro que la amistad no es para los sabios un medio simple sino un bien
en sí mismo. Por otro lado según Bernard Frischer, la noción de la escuela epicúrea
como una asociación de amigos es coherente con la teoría epicúrea.59
Los animales y el vegetarianismo
En los fragmentos de sus obras recomendó una dieta a base de pan, agua, vino y
queso, como él mismo hizo.62

Los epicúreos tienen cierta tendencia a establecer continuidades entre animales y


seres humanos.63 Epicuro criticó el antropocentrismo aristotélico, aunque no
rechaza la primacía humana sobre los animales, y afirma que todos los seres vivos
están dotados de sensibilidad y buscan placer como los hombres que tratan de evitar
el dolor.64 A diferencia de los platónicos, su respeto por la vida animal se basa
en motivos sensoriales y no puramente religiosos o filosóficos.

No prescribió el vegetarianismo, sin embargo, al menos de acuerdo con el testimonio


del platónico Porfirio, él instó a sus discípulos a respetar a los animales y a una
dieta sin carne.6566
Política

En contraste con los estoicos, los epicúreos mostraron poco interés en participar
en la política de la época, ya que hacerlo genera problemas. Epicuro sostuvo que
así la política y la filosofía son irreconciliables, y que el filósofo debe
rechazar lo político en favor de la vida contemplativa. En su lugar, abogó por el
abandono de la polis por una comunidad de amigos.6759 Este principio se resume en
la frase torno biōsas (λάθε βιώσας), que significa "vive en la oscuridad", "vive la
vida sin llamar la atención"68, es decir, vive sin perseguir la gloria o la riqueza
o el poder, pero anónimamente, disfruta de pequeñas cosas como la compañía de
amigos.69

«Nos debemos liberar de nosotros mismos de la prisión de los asuntos habituales


y políticos.»
Epicuro, Sentencias Vaticanas, 58

Plutarco elaboró sobre este tema en su ensayo An rectum dictum sit latenter esse
vivendum en su obra Moralia.70
La Justicia

La reflexión acerca de la fundamentación racional de la justicia es una constante


en la antigua filosofía griega. Platón, Aristóteles y Zenón de Citio creían en la
existencia de una idea universal de justicia (sabiduría, prudencia, ley natural),
principios que negó Epicuro.71 Epicuro tenía una teoría de la justicia basada en
convención a un contrato social:

«La justicia no era desde un comienzo algo por sí mismo, sino un cierto pacto
sobre el no hacer ni sufrir daño surgido en las relaciones de unos y otros en
lugares y ocasiones determinados.»
Epicuro, Máximas capitales, XXXIII

«La injusticia no es en sí misma un mal, sino por el temor ante la sospecha de


que no pasará inadvertida a los establecidos como castigadores de tales actos.»
Epicuro, Máximas capitales, XXXIV

Las leyes que son útiles para promover la felicidad son justas, pero las que no son
útiles no lo son.72
Teología

Su Carta a Meneceo, es un resumen de sus propias enseñanzas morales y teológicas.


Epicuro concibió a los dioses antropomórficamente compuestos de átomos más
perdurables73 y argumentó que los dioses son cognoscibles por la mente. Unos
subsisten en la individualidad material, otros en la semejanza de forma, producidos
por el continuo flujo de los simulacros semejantes que constituyen el mismo objeto;
son antropomorfos.7475 No se debe temer a los dioses, porque son perfectos y por lo
tanto, son felices y no lastimarían a las personas.52 Según George K. Strodach,
Epicuro podría haber prescindido fácilmente de los dioses por completo sin alterar
en gran medida su visión materialista del mundo, pero los dioses aún desempeñan una
función importante en la teología de Epicuro como el parangón de la virtud moral.76
Paradoja de Epicuro
Artículo principal: Problema del mal
En Diálogos sobre la religión natural (1779), David Hume también atribuye el
argumento a Epicuro.7778

En la filosofía de la religión, se llama al "problema del mal" el intento de


reconciliar la existencia del sufrimiento con una deidad omnisciente, omnipresente,
omnipotente y omnibenevolente. Lactancio atribuye Epicuro el siguiente trilema:7980
«Dios, dice, desea eliminar los males y no puede; o Él es capaz, y no está
dispuesto; o Él no está dispuesto ni es capaz, o Él está dispuesto y es capaz. Si
Él está dispuesto y es incapaz, es débil, lo cual no está de acuerdo con el
carácter de Dios; si Él es capaz y no está dispuesto, Él es envidioso , que está
igualmente en desacuerdo con Dios; si no está dispuesto ni es capaz, es envidioso y
débil a la vez, y por lo tanto no es Dios; Si Él está dispuesto y es capaz, lo que
por sí solo es apropiado para Dios, ¿de qué fuente son los males? ¿O por qué no los
quita?
Lactancio, De Ira Dei, 13, 20-21

En los Diálogos sobre la religión natural (1779), el filósofo escocés David Hume lo
expresa de la siguiente forma:78

«Las viejas preguntas de Epicuro aún no han sido respondidas: ¿Él (Dios) está
dispuesto a prevenir el mal, pero no puede? entonces él es impotente. ¿Él puede,
pero no está dispuesto? entonces él es malévolo. ¿Es capaz y dispuesto? Entonces,
¿de dónde viene mal?»

Ningún escrito existente de Epicuro contiene este argumento. Sin embargo, la gran
mayoría de los escritos de Epicuro se han perdido y es posible que se haya
encontrado alguna forma de este argumento en su tratado perdido Sobre los dioses,
que Diógenes Laercio describe como una de sus más grandes obras. Si Epicuro
realmente hizo alguna forma de este argumento, no habría sido un argumento en
contra de la existencia de las deidades, sino un argumento en contra de la divina
providencia.81 Según el filósofo griego, los dioses residían en intermundos
(metakosmia) o espacios existentes entre los astros, y no se preocupan en absoluto
por el destino de los hombres ni se inmiscuían en el gobierno del universo; el
sabio, por ende, debía honrarlos.828375
Legado
Antigüedad
Bustos de Sócrates, Antistenes, Crisipo de Solos y Epicuro.

El epicureismo fue muy popular desde el principio.84 Diogenes Laercio registra que
el número de epicúreos superó las poblaciones de ciudades enteras.85 Sin embargo,
Epicuro no fue admirado universalmente y, durante su vida, fue vilipendiado como un
bufón ignorante y sibarita egoísta. Aristóteles lo menospreciaba, llamándole
«libertino» y «glotón». Epicuro llegó a calificar a los cínicos como enemigos de
Grecia y a los escépticos de «ignorantes» e «iletrados».86 Se mantuvo como el
filósofo más admirado y menospreciado en el Mediterráneo durante los próximos cinco
siglos.87 El sucesor de Epicuro en dirección al Jardín fue Hermarco de Mitilene, y
Polistrato. Otros epicúreos contemporáneos a ambos fueron Metrodoro y Colotes.
Entre los epicúreos del siglo II a. C., debe mencionarse a Demetrio de Lacón, de
cuyas obras quedan algunos fragmentos, y Apolodoro, que escribió más de 400 libros.
Su discípulo Zenón de Sidón también escribió muchas obras, y su sucesor fue Fedro.
Filodemo de Gadara en los papiros herculaneos, que comprenden numerosas obras
epicúreas. Patro fue el líder de la escuela hasta el 51 a.C.88

Las enseñanzas de Epicuro fueron introducidas en la filosofía y la práctica médica


por el médico epicúreo Asclepíades de Bitinia, quien fue el primer médico que
introdujo la medicina griega en Roma. Asclepíades presentó el tratamiento
simpático, agradable e indoloro de los pacientes. Abogó por un trato humano a las
personas con trastornos mentales y el trato de terapias naturales, como la dieta y
los masajes.89

El epicureísmo ya se había introducido en Roma, en el siglo II a. C. La primera


persona en difundir sus doctrinas en la prosa latina fue un cierto Amafinio.88 El
devoto seguidor de Epicuro, el poeta romano Lucrecio, en su poema De rerum natura
declaró que las prácticas religiosas populares no solo no inculcan la virtud, sino
que resultan en "delitos tanto malvados como impíos", citando el sacrificio mítico
de Ifigenia como ejemplo. Este mito como un ejemplo de los males de la religión
popular, en contraste con la teología más sana defendida por Epicuro. También
argumenta que la creación divina y la providencia son ilógicas, no porque los
dioses no existan, sino porque estas nociones son incompatibles con los principios
epicúreos de la indestructibilidad y la bienaventuranza de los dioses.76

Muchos romanos, tuvieron una visión negativa del epicureismo, ya que consideraban
que su defensa de la búsqueda de voluptas ("placer") era contraria al ideal romano
de virtus ("virtud masculina"). Por lo tanto, a menudo se estereotipaban a sus
seguidores como débiles y afeminados. Los críticos prominentes de su filosofía
incluyen a autores como Cicerón84 y el estoico Séneca88 y el griego neoplatónico
Plutarco.85 En De finibus, Cicerón reproduce una conversación en donde se debate
acerca de cuál es el bien último con sus amigos Lucio Manlio Torcuato y Gayo
Valerio Triario, quienes defienden las enseñanzas éticas de Epicuro, las cuales
Cicerón critica.90 El filósofo escéptico posterior Sexto Empírico rechazó las
enseñanzas de los epicúreos específicamente porque los consideraba como
"dogmaticistas" teológicos.81 Diógenes Laercio elogió a Epicuro: «era un hombre
excelente en todos los aspectos».91 El escritor escéptico Luciano de Samósata se
apoyó vez en el epicureísmo para ridiculizar la superstición, las prácticas
religiosas y creencia en lo paranormal. Dejó escrito este encomio a Epicuro:

Qué bendiciones crea ese libro para sus lectores y qué paz, tranquilidad y
libertad engendra en ellos, liberándolos como lo hace de los terrores, apariciones
y portentos, de vanas esperanzas y ansias extravagantes, desarrollando en ellos
inteligencia y verdad, y verdaderamente purificando su comprensión, no con
antorchas, cebollas albarranas y demás tonterías, sino con pensamiento directo,
veracidad y franqueza.92

En los siglos I y II d.C. , el epicureismo entró en declive, ya que no podía


competir con el estoicismo, que tenía un sistema ético más en línea con los valores
romanos tradicionales. El epicureismo fue el que más se enfrentó con las
cristianas, ya que creían que el alma era mortal, negaban la existencia de una vida
después de la muerte y negaban que lo divino tuviera algún papel activo en la vida
humana.84 A pesar de esto, DeWitt argumenta que el epicureismo, en muchos sentidos,
ayudó a allanar el camino para la expansión del cristianismo por su gran énfasis en
la importancia del amor, el perdón y las primeras representaciones cristianas de
Jesús a menudo son similares a las representaciones de Epicuro.8793
Edad Media
Epicurus representado en la Crónica de Nuremberg (1493)

En la Edad Media, Epicuro era conocido a través de Cicerón y las polémicas de los
Padres de la Iglesia. Seguidores epicúreos como Diógenes de Oenoanda talló obras de
Epicuro en un pórtico y Diogeniano, cuyos fragmentos de polémica contra el Crisipo
se encuentran en el historiador de la iglesia Eusebio de Cesarea. Entre los siglos
IV y V, Epicuro fue mencionado por Palladas.88 A principios del siglo V, el
epicureismo estaba virtualmente extinto. El padre de la iglesia cristiana, Agustín
de Hipona (354–430 dC) declaró: "sus cenizas son tan frías que de ellas no se puede
ni una sola chispa". Mientras que las ideas de Platón y Aristóteles podían
adaptarse fácilmente a una cosmovisión cristiana, las ideas de Epicuro no eran tan
fáciles de entender y no se le tenía en tanta estima.84

Durante la Edad Media, Epicuro fue recordado por los eruditos como un filósofo,
pero con frecuencia apareció en la cultura popular como el portero del Jardín de
las Delicias, el "propietario de la cocina, la taberna y el burdel". Él aparece en
Los Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer y en el Infierno de Dante en el Sexto
Círculo del Infierno, encarcelados en ataúdes de fuego por haber creído que el alma
muere con el cuerpo.8486
Renacimiento
En 1417, Poggio Bracciolini descubrió una copia de De la naturaleza de las cosas de
Lucrecio en un monasterio cerca del lago Constanza. El descubrimiento de este
manuscrito se encontró con una emoción inmensa, porque los estudiosos estaban
ansiosos por analizar y estudiar las enseñanzas de los filósofos clásicos y este
texto previamente olvidado contenía el relato más completo de las enseñanzas de
Epicuro conocidas en latín. La primera disertación académica sobre la ética de
Epicuro, De voluptate (Sobre el placer) del humanista italiano y sacerdote católico
Lorenzo Valla se publicó en 1431. Valla otorgó credibilidad al epicureismo como una
filosofía que merecía ser tomada en serio manteniendo que el verdadero bien es el
placer y no la virtud.8884

Los Humanistas de Quattrocento no respaldaron con claridad el epicureismo pero


eruditos como Francesco Zabarella (1360–1417), Francesco Filelfo (1398–1481),
Cristoforo Landino (1424–1498) y Leonardo Bruni ( c. 1370–1444) le dieron al
Epicureísmo un análisis más justo que el que había recibido tradicionalmente y
proporcionó una evaluación menos abiertamente hostil del mismo Epicuro. No
obstante, el "epicureismo" siguió siendo un peyorativo.84
Edad Moderna

En el siglo XVI, en términos de actitud y dirección del pensamiento, los dos


primeros grandes epicúreos fueron Michel de Montaigne en Francia y Francesco
Guicciardini en Italia.88

En el siglo XVII, el sacerdote y erudito católico francés Pierre Gassendi (1592 -


1655) trató de desalojar al aristotelismo de su posición del dogma más alto al
presentar el epicureismo como una alternativa mejor y más racional. En 1647,
Gassendi publicó su libro De vita et moribus Epicuri (La vida y la moral de
Epicurus), una defensa apasionada del epicureismo. Gassendi modificó las enseñanzas
de Epicuro para hacerlas aceptables para una audiencia cristiana. Por ejemplo,
argumentó que los átomos no eran eternos, increados e infinitos, sino que sostenían
que un número extremadamente grande pero finito de átomos fueron creados por Dios
en la creación.84 Thomas Hobbes, un amigo de Gassendi, retomó la teoría del placer
y la interpretó en un sentido más cercano a la doctrina cirenaica.88

Las enseñanzas de Epicuro fueron respetables en Inglaterra por el filósofo natural


Walter Charleton (1619 - 1707), cuya primera obra epicúrea, The Darkness of Atheism
Dispelled by the Light of Nature (1652), modificó en el epicureismo como un "nuevo"
atomismo. La Royal Society, fundada en 1662, avanzó el atomismo epicúreo. Uno de
los defensores más prolíficos del atomismo fue Robert Boyle.84 Francisco de Quevedo
también defendió al filósofo griego rehabilitándolo como un filósofo cristiano.94
Ilustración
Escultura de mármol de Epicuro entronizado.

Mientras tanto, John Locke (1632 - 1704) adaptó la versión modificada de Gassendi
de la epistemología de Epicuro, que se hizo muy influyente en el empirismo inglés.
Muchos pensadores con simpatías hacia la Ilustración apoyaron el epicureismo como
una admirable filosofía moral.

Durante los siglos XVII y XVIII, la nación europea en la que el epicureísmo estuvo
más activo fue Francia. Entre se encuentran François de La Rochefoucauld, Charles
de Saint-Évremonde, Julien de La Mettrie, Claude-Adrien Helvétius y el barón de
Holbach.88

El filósofo prusiano Immanuel Kant (1724 - 1804) calificó a Epicuro como "el más
destacado filósofo de la sensibilidad". Además, para Kant, Epicuro procedió en su
filosofía de una manera mucho más consecuente que otros filósofos sensualistas como
Locke o Aristóteles.95

El presidente estadounidense Thomas Jefferson (1743-1826), uno de los Padres


Fundadores de los Estados Unidos, declaró en 1819: "Yo también soy un Epicúreo.
Considero que las doctrinas genuinas (no imputadas) de Epicuro contienen todo lo
racional en la filosofía moral que Grecia y Roma nos han dejado".96 Jefferson fue
el mentor personal de la abolicionista y feminista Frances Wright, la autora de la
novela Varios días en Atenas, que ha sido llamada la gran obra maestra epicúrea en
el idioma inglés, donde Epicuro toma un diálogo ficticio con el estoico Zenón de
Citio.9798
Edad Contemporánea

El hedonismo de Epicuro fue la base clave de las doctrinas éticas del utilitarismo
defendidas por Jeremy Bentham (1748 - 1832) y John Stuart Mill (1806 - 1873).99100

El filósofo alemán Karl Marx (1818-1883), cuyas ideas son la base del marxismo, fue
profundamente influenciado como un hombre joven por las enseñanzas de Epicuro y su
tesis doctoral fue un análisis dialéctico hegeliano de las diferencias entre las
filosofías naturales de Demócrito y Epicuro (Diferencia entre la filosofía de la
naturaleza de Demócrito y la de Epicuro). Marx propuso que la ética epicúrea está
relacionada con la física y epistemología.59 Marx veía a Epicuro como un empirista
dogmático, cuya visión del mundo es internamente consistente y prácticamente
aplicable.101102 Marx consideró a Epicuro “el más grande educador griego”,
librepensador más formidable y combativo contra la religión.10328

Pese a que el filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844 - 1900) era antagónico con
los padres de la filosofía griega, Platón y Sócrates, consideró a Epicuro como "el
inventor del modelo heroico del filosofar". Además dijo de él:104

«Epicuro ha vivido en todos los períodos, y vive todavía, sin el conocimiento


de aquellos que llamaron y todavía se llaman ellos mismos epicúreos, y sin
reputación entre los filósofos. Él mismo ha olvidado su propio nombre, ese fue el
equipaje más pesado que alguna vez arrojó.»
Friedrich Nietzsche, "El caminante y su sombra" 227.

En el siglo XIX, la interpretación del placer como principio psíquico de acción fue
iniciada por Gustav Theodor, el fundador de la psicofísica, y desarrollado a
finales de siglo por Sigmund Freud en el nivel psicoanalítico del inconsciente.88
El interés académico en Epicuro y otros filósofos helenísticos aumentó a lo largo
de finales del siglo XX y principios del siglo XXI, con un número sin precedentes
de monografías, artículos, resúmenes y documentos de conferencias que se publicaron
sobre el tema.84105 Filósofos modernos como Jun Tsuji y Michel Onfray fueron muy
influenciados por Epicuro.

Anatole France escribió en 1895 un libro titulado El jardín de Epicuro, donde dicho
autor muestra sus posturas filosóficas.106 El dibujante Sam Kieth ilustró dos
volúmenes de la novela gráfica "Epicuro el sabio" siendo Epicuro el
protagonista.107 Hoy, existe una Sociedad de Amigos de Epicuro108109, y además hay
grupos de filósofos epicúreos en Grecia, Italia y Australia.
Véase también

Ataraxia
Autarquía
Ética epicúrea
Ética de la reciprocidad
Haec, inquit, ego non multis, sed tibi; satis enim magnum alter alteri theatrum
sumus

Referencias

Según D.L. 10.14


Según D.L. 10.14
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asimilación posterior entre epicureísmo y búsqueda del placer, el fundador del
Jardín preconiza una vida sobria, que satisfaga sin exceso los deseos "naturales y
necesarios", lejos de la agitación del mundo, simplemente y, sobre todo, cerca de
los amigos queridos.»
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hizo cargo de difundir calumnias sobre la filosofía y el modo de vida de Epicuro.
Epicuro escribió esta obra en respuesta a una polémica que afirmaba que Epicuro no
era un verdadero ciudadano ateniense, débil, ignorante, grosero y vomitó dos veces
al día por sus exceso.
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En un fragmento conservado por Diógenes de Enoanda (32, Chilton), se encuentra lo
siguiente: "Si alguno utiliza la argumentación de Demócrito, afirmando que no hay
ningún movimiento libre en los átomos, a causa de su choque mutuo, de donde se
deduce que todo se mueve forzosamente, le replicaremos: ¿no sabes tú, quienquiera
que seas, que hay también en los átomos un movimiento libre que Demócrito no ha
descubierto, pero que Epicuro ha traído a la luz: la existencia de la declinación
(parénklisis), como lo muestra a partir de los fenómenos". Diogenes Oenoandensis
fragmenta, ed. C.W. Chilton (Leipzig, 1967: Teubner eds.) Cf. también Cicerón de
Fato 22, 23: "Epicuro introdujo dicho concepto temiendo que si el átomo se movía
siempre por efecto de una gravedad natural y necesaria, no quedaría en nosotros
libertad alguna, por cuanto el espíritu se movería entonces según el movimiento
obligatorio de los átomos. Demócrito, el inventor de los átomos, prefirió admitir
que todo sucede necesariamente, antes de despojar a los corpúsculos indivisos de su
movimiento natural". (H. Rackham, 1942, Loeb Classical Library).
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Consultado el 27 de febrero de 2019.
Como he discutido en publicaciones anteriores, hay una discrepancia enloquecedora
en las diversas traducciones de Diogenes Laercio. La versión de la traducción de RD
Hicks de la Biblioteca Clásica de Loeb, que data de 1931, concuerda: “Tampoco el
hombre sabio se casará y formará una familia: así lo dice Epicuro en los Problemas
y en De Natura. De vez en cuando puede casarse debido a circunstancias especiales
en su vida ". Cyril Bailey en su traducción de 1926 dice lo contrario: “Además, el
hombre sabio se casará y tendrá hijos, como dice Epicuro en los Problemas y en el
trabajo sobre la naturaleza. Pero se casará según las circunstancias de su vida ".
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Enlaces externos

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Wikisource contiene obras originales de o sobre Epicuro.
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Wikisource-logo.svg Varios autores (1910-1911). «Epicurus». En Chisholm, Hugh,
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actualmente en dominio público.

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Epicuro, o el hedonismo inteligente en Filosofía&Co
Artículo en Antroposmoderno sobre Epicuro
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corregida y editada por William W. Goodwin, y publicada en 1874; en la parte
superior derecha se hallan los rótulos activos focus (para cambiar al texto griego
fijado por Gregorius N. Bernardakis en 1895) y load (para obtener el texto
bilingüe).
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Texto, en el Proyecto Perseus, de la trad. inglesa corregida y editada
por Goodwin, y publicada en 1874; en la parte superior derecha se hallan los
rótulos activos focus (para cambiar al texto griego fijado por Bernardakis en 1895)
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Colotes de Lámpsaco (Κολώτης Λαμψακηνός, Kolōtēs Lampsakēnos; ca.
320 - después del 268 a. C.): uno de los discípulos más conocidos de Epicuro.
William W. Goodwin (William Watson Goodwin, 1831 - 1912):
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