Crear clima de seguridad-comprensión con ambiente relajado.
No reaccionar mal ante el niño cuando se atasque, intentando no manifestar signos de impaciencia o ansiedad. NUNCA hacerle repetir una palabra o frase. Evitar en la medida de lo posible que el niño tenga que hablar en situaciones de tensión o estrés. No burlarse, ni reñirles. Darle tiempo para que termine la frase y nunca adelantarse adivinando lo que el niño va a decir. No hacerles repetir cuando han tartamudeado. Es bueno darle conversación y animarle a que hable en situaciones de no tensión. Al hablar al niño, hacerlo con una pronunciación clara y con frases sencillas (esto hace de modelo para el niño). No interrumpirle, a excepción de que manifieste signos de esfuerzo brusco al hablar. Cuando pase esto, intervenir suavemente distrayendo el esfuerzo y facilitando la buena comunicación. Al hablar al niño, moderar la velocidad y ritmo de hablar procurando marcar las pausas entre las palabras, frases, etc. Evitar compararle, en el modo de hablar, con otros niños en su presencia. Enseñarles: o Vocabulario. o Dramatizaciones, poesías, canciones. No actitudes sobreprotectoras.