Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
FACULTAD DE HUMANIDADES
Y EDUCACIÓN
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
MARCO TEÓRICO
USO DEL FACEBOOK Y RELACIONES DE AMISTAD EN ADOLESCENTES
DE NIVEL SOCIOECONÓMICO BAJO
Edward BARCELÓ
Carla GARCÍA
María Gabriela LA FATA
María Andreína MARCANO
Andreína RAMÓN
Las respuestas que dan los otros al adolescente van a modular la forma
en que este interactuará en el futuro y hará que este adopte para sí criterios
definitorios del grupo con el que desea establecer contactos (Moral, 2004).
Además, este proceso de conformación de la identidad es influenciado no sólo
por el grupo de pares, sino también por la familia y los valores, creencias,
normas y actitudes presentes en la sociedad, y que comienzan a modular la
estructuración del yo del individuo desde la infancia. Además de esto, se debe
tomar en cuenta la influencia de los medios de comunicación en masa y el efecto
de la penetración en la sociedad de nuevas tecnologías. Según Beranuy,
Chamarro, Graner y Carbonell (2009) parece que el uso de ambas tecnologías
es más problemático en la adolescencia y se normaliza con la edad, hacia un
uso más profesional, menos lúdico y con menos consecuencias negativas.
Por tanto, Papalia et al. (2005) sostienen que “el grupo de pares
proporciona a los adolescentes afectos, simpatía, comprensión y orientación
moral. Además representa un lugar para experimentar, así como un escenario
para alcanzar autonomía e independencia de los padres” (p. 493). Esto es
importante pues el tipo de relaciones que sostenga un adolescente y de las
personas con las cuales se relacione, puede contribuir a adoptar cierto tipo de
conductas, creencias y valores (Papalia et al., 2005).
En línea con lo anterior, las TIC son entendidas como “el conjunto de
herramientas, equipos, programas informáticos, aplicaciones, redes y medios,
que permiten la compilación, procesamiento, almacenamiento y transmisión de
información” (Instituto de Ciencia Política [ICP], 2008; cp. García, 2009, p. 21).
Según Moral (2001), las TIC fomentan:
…nuevas formas de ocupación e interacción social. Desde ellas, se
contribuye a la propagación espacial, a nuevas formas de
conocimiento, lenguajes y relaciones sociales entre las personas,
donde este nuevo espacio de interacción, o ciberespacio, se utiliza
frecuentemente para relacionarse con otras personas o con el
deseo de pertenecer a grupos con los que se comparten intereses
(p. 15).
Desde la perspectiva de las ciencias sociales, el desarrollo de las TIC ha
sido un proceso rápido que ha impactado diferentes aspectos de la vida del
hombre (Gutiérrez et al., 2007). Bericat (1999; cp. Moral, 2001) sostiene que
estas nuevas TIC han generado cambios en el ámbito tecnológico (impacto de
los ordenadores y las redes telemáticas), cultural (transformación del
conocimiento y la expresión) y social. Según Bargh y McKenna (2004; cp. Ross
et al., 2009) la Internet combina a todas las formas de comunicación ya que, por
ejemplo, a través de ella puede transmitirse información en masa (como la radio
y la televisión) pero también se pueden dar conversaciones privadas (semejante
al uso del teléfono).
En línea con lo anterior, el impacto de las redes sociales cibernéticas no
sólo está presente en las relaciones afectivas de amistad, sino que se ha
traspasado a las relaciones familiares y ya presenta una problemática. Tal
condición la destacan Ross y Sigüenza (s.f.), quienes señalan que la mayoría de
los usuarios de las redes sociales son los jóvenes, y estos, al sumirse en la red,
pierden relación familiar alguna y con dificultad distinguen entre el mundo real y
el virtual. Esto se debe al bombardeo de datos provenientes del Internet que no
permite a los jóvenes reflexionar sobre las vivencias e integrarlas de forma
coherente en la propia vida, ignorando lo que sus padres les dicen, por
consecuencia, el uso de redes sociales en Internet (entre ellas el Facebook)
sustituye parcialmente la interacción familiar.
Resulta obvio entonces que la Internet tiene el potencial para cambiar la
forma en que la gente se comunica. La capacidad de Internet para transformar
las relaciones interpersonales ha tenido relevancia dentro de las investigaciones
que han analizado el impacto de esta tecnología en la vida de las personas
(Herrero, Meneses, Valiente y Rodríguez, 2004; Boyd y Ellison, s.f.). Moral
(2001) denomina a las relaciones establecidas dentro de Internet como virtuales,
electrónicas, en línea o en la red; y a las relaciones que se desarrollan fuera de
Internet como relaciones de la vida real, 3-D, off-line o fuera de la red.
Las redes de comunicación se han convertido en un medio de uso común,
entendiendo la red social como una “integración de instituciones públicas y/o
privadas, comunidades o líderes que coordinan, comparten e intercambian
conocimientos, experiencias y recursos, con el propósito de alcanzar un objetivo
común, en respuesta a una situación determinada” (Tenzer, Ferro y Palacios,
2009, p. 3), indicando además que son “espacios de encuentro entre
organizaciones, redes, asociaciones e individuos, que tienen expectativas
similares y en donde pueden intercambiar contenidos, desarrollar aplicaciones y
se busca que encuentren respuesta a alguna de sus inquietudes y necesidades”
(Tenzer et al., 2009, p. 3).
Además de cumplir una función interpersonal, las redes sociales son
usadas como medio para la interacción por medio de dispositivos como chats,
foros, juegos en línea o blogs (Fernández, 2010), por ende cumplen una función
de red social cibernética. Éstas son entendidas como una “estructura social de
relaciones entre usuarios a través de Internet” (Tenzer et al., 2009, p. 4). Boyd y
Ellison (s.f.) los llaman Sitios de Redes Sociales (SRS), definiéndolos como
“servicios basados en la Web” (p. 2) que dan a los usuarios la oportunidad de: (a)
crear un perfil (público o semi-público) dentro de un sistema estructurado con
información acerca del usuario, (b) conformar una lista de contactos con los que
están relacionados, y (c) tener acceso las conexiones hechas por ellos y por
otros dentro del sistema.
Uno de esos cambios ha sido la creación de Sitios de Redes Sociales
(SRS), en donde la gente no sólo conoce personas nuevas que compartan sus
mismos intereses, sino que también se mantienen en contacto con relaciones
interpersonales pre-existentes. De hecho, el tipo de relaciones establecidas a
través de las SRS pueden llegar a ser más fuertes que las que se podrían formar
cara a cara (McKenna et al., 2002; cp. Ross et al., 2009).
Cabe resaltar que a través de medios virtuales es más fácil que las
personas elijan cautelosamente lo que quieren decir y cómo quieren decirlo
(Moral, 2001). Según Beranuy et al. (2009) las herramientas electrónicas afectan
el autocontrol de las personas, dando origen a las diferencias entre la
comunicación virtual y la comunicación personal. Tidwell y Walther (2002; cp.
Ross et al., 2009) observaron que en las conversaciones a través de SRS se
daba una mayor cantidad de autorrevelaciones (recuérdese la definición de
Franzoi dicha inicialmente) y se hacían preguntas personales más profundas
que en las conversaciones cara a cara.
Por su parte, Ross et al. (2009) realizaron un estudio para evaluar cómo
las características de personalidad de estudiantes universitarios (definidas a
través del Modelo de los Cinco Factores) y lo competentes que fueran con la
Comunicación Mediada por Computadora (CMC) influyen en el uso del Facebook
para propósitos de interacción social. Encontraron que el 85% de ellos tenían
una cuenta de Facebook y el 79% se conectaba a Facebook entre 10 y 60
minutos al día todos los días.
Ross et al. (2009) evaluaron la frecuencia de uso de las funciones más
comunes encontradas en el perfil del Facebook, como lo son el uso del muro
(foro público donde otros usuarios de Facebook pueden colocar mensajes en el
perfil de uno); colocar fotos; enviar mensajes privados (permiten a los usuarios
comunicarse entre ellos de manera privada a través del servidor del Facebook);
el uso del pinchazo o “poke” (permite a un usuario de Facebook indicar interés o
un intento de hablar con otro usuario); participar en grupos (foros en línea donde
usuarios con intereses similares pueden unirse y discutir alrededor de un tópico
particular); colocar y participar en eventos (eventos de la vida real); cambiar su
estatus (permite a un usuario de Facebook indicar qué está haciendo en ese
preciso momento); y hacer comentarios (donde un usuario de Facebook puede
comentar en un material colocado por algún amigo, como las fotos).
Contrario a las hipótesis que Ross et al. (2009) plantearon, encontraron
poca relación entre los distintos factores de personalidad y la frecuencia de uso
de las distintas aplicaciones del Facebook, es decir, las características de
personalidad estaban asociadas solamente a la preferencia de algunas
aplicaciones, más que tener un carácter explicativo del uso de Facebook. No
obstante, encontraron que las personas introvertidas representan más su
verdadera identidad “en línea” mientras que las extravertidas lo hacen más
“fuera de línea”; dado que el Facebook favorece las relaciones formadas primero
personalmente, su uso podría representar una desventaja para las personas
introvertidas, a quienes se les dificulta el contacto cara a cara, y su uso de
Facebook podría ser limitado (Amichai-Hamburger et al., 2002; cp. Ross et al.,
2009).
Beranuy, M., Chamarro, A., Graner, C., y Carbonell, C., (2009). Validación de dos
escalas breves para evaluar la adición a Internet y el abuso móvil.
Psicothema, 21 (3), 480-485.
Cáceres, M., Ruiz, J., y Brändel, G., (2009). Comunicación interpersonal y vida
cotidiana. La presentación de la identidad de los jóvenes en internet.
Cuadernos de Información y Comunicación, 14, 213-231. Recuperado en
Febrero 7, 2011, de
http://revistas.ucm.es/inf/11357991/articulos/CIYC0909110213A.PDF
Gutiérrez, V., Gonzalez, C., Mogallón, M., Brond, P., Gonzáles, R., Auza, R., y
Carrol, V. (2007). Conformación de una comunidad virtual de aprendizaje, a
partir de un proceso de formación de maestros universitarios. Revista de
Educación a Distancia, 3, 2-28.
Herrero, J., Meneses, J., Valiente, L., y Rodríguez, F. (2004). Participación social
en contextos virtuales. Psicothema, 16 (3), 456-460.
Papalia, D., Wendkos, S., y Dunskin, R. (2005). Desarrollo humano (9na ed.).
México: McGraw-Hill.
Ríos, O., y Christou, M. (2010). Más allá del lenguaje sexista. Actos
comunicativos en las relaciones afectivos-sexuales de los adolescentes y
las adolescentes. Revista Signos, 43 (2), 311-326. Recuperado en Febrero
12, 2011 de http://www.scielo.cl/pdf/signos/v43s2/a04.pdf
Ross, C., Orr, E., Sisic, M., Arseneault, J., Simmering, M., y Orr, R. (2009)
Personality and motivations associated with Facebook use. Computers in
Human Behaviour, 25, pp. 578-586, doi:10.1016/j.chb.2008.12.024
Tenzer, S., Ferro, O., y Palacios, N. (2009). Redes sociales virtuales: Personas,
sociedad y empresa. Recuperado en Diciembre 14 de 2010 de
http://www.ccee.edu.uy/ensenian/catcomp/material/RSVa.pdf
Tsuji, T., García, L., Montivero, S., Ortiz, K., y Tato, F. (2010). Las redes de
sentido en la nueva civilización de las redes sociales: El fenómeno ciego a
citas. FISEC, 13, 177-211.