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CAPÍTULO II

“Arteterapia: Dibujando en el pasado y en el presente”

El Arte es el terreno donde se encuentran el mundo interno y el mundo externo.


Elinor Ulman, “Arteterapia en la teoría y en la práctica”.

Ahora que usted tiene alguna idea de lo que es la ATTpia, se preguntará de donde proviene. La
ATTpia es un nuevo campo que se ha formado a partir de muchos campos de pensamiento
relacionados: arte, historia del arte, antropología, psicología y psiquiatría. Emergió en el siglo
veinte proveniendo como un resultado de diversos y únicos eventos. Desde que el ATTpia
posee sus fundamentos en ambas: arte visual y psicología, ha tenido muchas influencias, ambos
lo pasado y lo moderno, han afectado su desarrollo y creado un creciente interés en los
pasados 50 años.

Arte: Una antigua cura


La ATTpia, como muchas formas de tratamiento, posee raíces que se extienden lejos, atrás en
de la historia. Desde tiempos antiguos, el arte ha jugado un rol en la salud, y la expresión
simbólica ha sido una parte importante de los rituales de sanación. La necesidad de hacer arte
es un deseo básico del hombre, un rasgo natural de nuestra especie así como el lenguaje, el
sexo, la interacción social y la agresión.
Escritos tempranos, como los jeroglíficos egipcios, a menudo usaban imágenes de objetos como
animales y pájaros. Escritos cuneiformes de los sumeros, logogramas de la cultura maya, y
ambos antiguos y contemporáneos caracteres chinos son otros ejemplos.
Desde al menos 20.000 años antes de Cristo, los hombres han estado realizando marcas e
imágenes no sólo para decorar, sino también para hacer magia. En la edad de piedra los
humanos fueron los primeros en realizar marcas de imágenes, bosquejando figuras y formas en
las paredes de las cavernas con implementos primitivos. Debido a que estaban preocupados de
protegerse a ellos mismos del medio ambiente, animales, y fuerzas desconocidas, ellos creaban
no sólo herramientas y abrigos, sino también imágenes. Es muy posible que estas tempranas
expresiones humanas trataban de asegurar una exitosa búsqueda para capturar la presa a
través de las pinturas. Algunas de las más famosas de estas pinturas fueron encontradas en
Europa, en profundas cavernas, las que sugieren que eran para propósitos diferentes a los
ornamentales. Probablemente ellos tenían un propósito mágico y eran usados en rituales, más
que simplemente para decoración.
Los hombres han creado arte consistentemente para propósitos mágicos, para protegerse a
ellos mismos del mal, para expresar y controlar el poder de las emociones como el miedo y la
ansiedad, y para prepararse ellos mismos a la llegada de eventos como la caza. Por ejemplo, los
antiguos egipcios ponían símbolos protectores en ciertas momias así éstas no podrían ser
destruídas. Durante el segundo milenio antes de Cristo, los Hittites usaban diferentes colores
de lana en rituales mágicos de protección. En muchas culturas el crear y usar máscaras era la
llave para una preservación personal y la invocación de poderes especiales. En algunas
sociedades africanas, se creía que las máscaras eran para llamar a los primeros ancestros, para
rechazar todas las fuerzas peligrosas, y para ayudar el desgaste de asumir la identidad del
poder de los animales y espíritus.
En las culturas contemporáneas así como en las sociedades preliterarias, el arte fue usada
simbólicamente para curar enfermedades y brindar alivio tanto físico como psicológico. El
Navajo, por ejemplo, combina música, danza, y pintura de arena, en la cual patrones específicos
eran usados para enfermedades específicas. Los Tibetanos también usan la pintura de arena,
en la forma de mandala , como un centro para rezar y con una intención para la salud y el alivio
del sufrimiento. El elemento central de la pintura de arena, es su característica de ser
visualmente simbólica e intencionada, en parte, por la transformación y la salud. La creencia de
la humanidad de que el arte puede ser mágico, con efecto de cambio, o transformadora de la
gente y de las circunstancias puede ser una razón de porqué el arte también es vista como
terapéutica.
Los chamanes son los ancianos precursores de los psiquiatras modernos y particularmente de
los artetetapeutas. El trabajo de los chamanes es llevar fuera del cuerpo los elementos
dañinos y no saludables y curar la mente, el cuerpo y el espíritu usando imágenes y rituales.
Los chamanes utilizan símbolos visuales en sus ropas, rituales y ceremonias para atraer
espíritus, para conseguir alternantes estados de consciencia, y para brindar salud. El trabajo
de los chamanes está fuertemente conectado con el campo de la ATTpia, la cual utiliza el hacer
imágenes como una modalidad para la salud y la recuperación.
Mientras el arte tiene propósitos de protección, magia, preservación personal, medicina
preventiva, salud física y psicológica, las imágenes creadas por ambas, las culturas antiguas y
contemporáneas, son además intrigantes por las similitudes de ambas de significación y forma.
Existe una fuerte evidencia que durante toda la historia los humanos han tenido un significado
universal para las imágenes y que muchos símbolos visuales han sido recurrentes a lo largo de
los siglos. Marcas y configuraciones similares han aparecido en culturas de diferentes partes
del mundo, también indicando que son significados comunes de símbolos. Por ejemplo, círculos
concéntricos (círculos dibujados concéntricamente) han sido encontrados en España, Italia,
Australia, Indonesia, Africa y América. Otras formas, como los espirales, líneas como de
laberintos , y círculos con líneas perpendiculares aparecían repetidamente en el arte y el
diseño de sociedades y culturas que no tenían contacto con cualquiera de las otras. Estos
fenómenos disminuyen la promesa de que la humanidad posee un rol en la comunicación de los
conceptos universales a través del lenguaje del arte visual.

Arte y Enfermedad Mental


Las ideas que caracterizan al AATpia provienen en parte de los antiguos y tradicionales usos
del arte, además éstas también tienen un impacto por los eventos recientes, particularmente el
advenimiento de la psiquiatría moderna. En el comienzo del SXX, la psiquiatría se fue
transformando crecientemente interesada en las conexiones entre imágenes, emociones
humanas y el inconsciente. Este es el resultado de la creencia de que las expresiones
artísticas proveen la evidencia tangible de los mundos internos de las personas. En 1901,
Marcel Reja, psiquiatra francés, notó similitudes entre el arte de los pacientes niños y artistas
primitivos. Tempranamente, en 1912, Emil Kraepelin y Karl Jaspers, psiquiatras europeos,
observaron que los dibujos de los pacientes se podían usar como ayuda en el entendimiento de
la psicopatología. Sin embargo, la puerta hacia la relación entre la psiquis y la expresión visual
no estaba cerrada hasta el aparecimiento de las teorías de Sigmund Freud sobre el
inconsciente y la escritura de las imágenes presentadas en los sueños. Freud notó que sus
pacientes frecuentemente decían que podían dibujar sus sueños, pero estaban imposibilitados
para describirlos en palabras. Esta observación inspiró y eventualmente confirmó la creencia
de que la expresión artística podía ser una ruta para el entendimiento del mundo interno de la
psiquis humana. Freud también incluyó conceptos artísticos en su trabajo clínico y derivaron
muchas de sus teorías del estudio de la literatura y el arte visual.
Posteriormente, Carl Jung, formuló el concepto de “inconsciente colectivo”, con símbolos y
arquetipos transculturales que fueron pasados de una generación hacia la próxima a través del
arte y la mitología. Jung tenía un interés especial en el arte, y creó dibujos, pinturas y
esculturas a lo largo de su vida, recordando y explorando sus sueños en el arte visual. Se dio
cuenta de que todas las artes proveían vías de acceso a los sentimientos y a la comprensión
personal; además de que la mente inconsciente es una fuente de bienestar y transformación.
Jung llegó a creer que era importante llevar a la consciencia emocional imágenes cargadas,
debido a que si esto pasara en el insconciente izquierdo, se podrían tener efectos negativos en
el desarrollo de las personas. El sintió que los sueños, memorias, historias, y arte pueden llevar
fuertes imágenes ocultas en el inconsciente.
Jung estuvo particularmente interesado en los significados psicológicos y en los usos de la
expresión artística, especialmente en el mandala o “círculo mágico” así como en sus propios
dibujos y aquellos de sus pacientes. A diferencia de Freud, Jung a menudo estimulaba a los
pacientes a dibujar sus imágenes de los sueños. “Para pintar lo que vemos antes en nosotros
mismos”, el dijo, “es un arte diferente de pintar de lo que vemos en nuestro interior”.
Claramente, Jung entendió que existía una conexión entre la imagen y la psiquis, y desarrolló
una fundación para el entendimiento de los significados simbólicos en imágenes a través de sus
estudios de arquetipos y lo universal inherente en el arte visual.
Ambas explicaciones, tanto las de Freud como las de Jung, de imágenes en arte y sueños
atrajeron a la comunidad psiquiátrica y generaron interés en la expresión artística
incorporando a la profesión psicoanalítica. Sus interpretaciones de los procesos inconscientes
de la mente también proveyeron a la psiquiatría con bases para el uso de la expresión artística
y de los sueños en psicoanálisis. A través de los escritos de Freud y de Jung, los
psicoterapeutas comenzaron a darse cuenta de que el lenguaje no era siempre adecuado y que
las imágenes, ya sea, en la forma de arte o sueños, pueden proveer más de lo que las palabras
solas podrían. La idea de que la expresión a través de las imágenes era simbólica comienza a
ser considerada, y hubo un incremento en la atención para entender y encontrar imágenes para
los pacientes como fuentes del inconsciente o pensamientos y emociones reprimidas.
Durante el turno del siglo XIX, el interés también rondó el trabajo artístico de personas con
enfermedades mentales. En 1872, Ambroise Tardieu, un gran y respetado psiquiatra francés,
publicó un libro de enfermedad mental que incluyó un breve perfil de lo que él pensaba en
relación a cómo eran las características del trabajo artístico creado por personas
determinadas como insanas. En 1876 y 1888, Paul-Max Simon, un psiquiatra francés, publicó
series más comprensivas de estudios de dibujos de personas con enfermedad mental. Simon
fue acreditado con la influecia del diagnóstico utilizado de los dibujos, basados en sus
creencias de que los síntomas pudieran ser relatados en los contenidos del trabajo artístico.
Durante 1920, Hans Prinzhorn, un historiador de arte transformado en psiquiatra, comenzó a
solicitarles a los pacientes los dibujos, pinturas y esculturas, además de la de otros doctores y
hospitales a lo largo de Alemania, Suiza, Italia, Austria y Netherlands. Él coleccionó 5.000
piezas de más de 500 pacientes, trabajos que posteriormente podrían transformarse en su
publicación “Artisty of de Mentally III”, y de los fenómenos contemporáneos conocidos como
arte externa. En cambio, del estudio de la psicopatología de los artistas de su colección,
Prinzhorn estaba más interesado en los procesos creativos y las formas visuales que ellos
creaban. El creía que lo humanos poseían un drive hacia la expresión personal y comunicación y
que esto incluía la urgencia para jugar, decorar, simbolizar, y organizar ideas dentro de formas
visuales. Prinzhorn sostiene que el proceso creativo de hacer arte es básico para todas las
personas, con o sin enfermedad mental, y que el arte era un camino natural para producir
integración psicológica y bienestar. Él sostenía la idea de que el hacer arte era “una urgencia
creativa universal” y que siempre los afectados con enfermedades pueden expresarse a través
del arte.
Las ideas de Prinzhorn eran compatibles con las de Jung en relación a los arquetipos y el
inconsciente colectivo. Sin embargo, mientras aceptó la noción de una mente inconsciente,
rechazó la idea de que el arte pueda ser reducida a un análisis clínico. Él miraba el arte como
un método de descubrimiento personal para individuos con problemas mentales, y tal vez
siempre como un camino hacia la salud mental. Casi en el mismo tiempo que Prinzhorn estaba
comenzando a coleccionar el arte de personas con enfernedad mental, Walter Morgenthaler,
un psiquiatra suizo, publicó un libro del arte de Adolf Wolfli, quien sufría esquizofrenia. Wolfli
estuvo confinado a un hospital psiquiátrico por más de 30 años, y mientras estuvo allí, realizó
numerosos dibujos que son conocidos por sus detalles, complejidad y color. Como los artistas
de la colección de Prinzhorn, Wolfli había tenido un entrenamiento informal en arte y trabajó
espontáneamente con los limitados materiales que tenía.
El interés en la psicopatología de la expresión artística ha continuado hasta nuestros días.
Historiadores de arte, psiquiatras, profesionales de la salud mental, arteterapeutas y artistas
poseen una fascinación cada vez mayor en personas con enfermedad mental. En su mayor
parte, estos individuos han tenido un entrenamiento informal y han creado trabajos
espontáneos con estilos y contenidos únicos. El arte de éstos es usualmente visualizada como
hermosa, y algunos artistas e historiadores del arte han evaluado las primitivas e ingenuas
cualidades.

Arte y Diagnóstico
El interés en el significado del arte creada por personas con enfermedad mental ha permitido
que se incremente el interés en el uso de imágenes y dibujos para diagnosticar y evaluar las
condiciones mentales. El concepto de los tests proyectivos emergió en un intento por develar
standards frente a tareas, así estas comparaciones se podían hacer entre el desarrollo normal
y las reacciones anormales. El término proyección se refiere a la tendencia de atribuir a otros
sentimientos y percepciones que uno experimenta. Leonardo da Vinci pensaba de haber creado
inadvertidamente uno de los primeros tests proyectivos cuando observó sus propias
asociaciones al pintar con manchas o borrones lanzando una esponja en contra de la muralla.
“Varias experiencias pueden ser vistas como manchas”, escribió, “ proveyendo un querer
encontrar en ellas, cabezas humanas, diferentes animales, batallas, acantilados, mares, nubes,
o bosques y otras cosas”.
El test de Rorschach, que fue publicado en Europa a comienzos de 1920 e inmediatamente
después en U.S.A., es una serie de diseños de manchas para evocar asociaciones y emociones
del que las observa. Fue nombrado antes de su creador, Hermann Rorschach, quien creyó que
había una relación entre una personalidad individuale y como él percibía las formas y colores.
En el test de Rorschach, las manchas de tinta de diferentes colores, formas, y configuraciones
son mostradas a una persona una a una en un orden definido. La persona es cuestionada para
describir que es lo que él o ella ven en cada lámina. El test fue originalmente utilizado como
una forma de asociación libre que podía ser interpretada por un psicólogo o psiquiatra.
Mientras actualmente el Rorschach no era considerado un confiable test de personalidad, fue
parte de la temprana tendencia hacia la visualización de las expresiones artísticas e imágenes
como caminos para ayudar a entender y descifrar la mente inconsciente.
Los dibujos también comienzan a ser estudiados para posibles indicaciones de enfermedad
mental. En 1906, Fritz Mohr, un psiquiatra alemán, describió el primer test de dibujos para
propósitos psicológicos. En 1926, Florence Goodenough, desarrolló un test de dibujo para
designar en los niños mediciones mentales de inteligencia a través del número de detalles en
los dibujos de hombres o figura humana. Goodenough y otros investigadores de ese tiempo se
dieron cuenta que este test de dibujo de figura humana puede revelar no sólo inteligencia, sino
características de personalidad. Otros tests fueron desarrollados en los 40`s para evaluar la
personalidad a través del dibujar. Desde ese momento, los dibujos tanto de niños como de
adultos han sido considerados para ser representaciones de emociones y estados internos,
aunque la investigación que valida estas ideas es inconsistente. Sin embargo, el interés en
como los dibujos pueden proyectar la personalidad, continúa todavía.

Artistas y Psicología
Mientras los artistas han siempre buscado el significado de sus imágenes y explorado el poder
de la creatividad para curar y hacer frente a los problemas, el advenimiento de la psiquiatría y
psicología en los inicios del siglo XX tuvo un fuerte impacto en muchos trabajos artísticos. El
concepto de inconsciente de Freud se hace importante. El inconsciente es definido como una
parte de la mente no disponible para la consciencia; es visualizado en el desarrollo como un
camino del lenguaje, acciones disociadas y sueños.
El Surrealismo es un estilo del siglo XX que fue influenciado por la psicología freudiana; que se
basaba en la idea de que las imágenes provenían del inconsciente. Los Surrealistas estaban
también interesados en los sueños de imágenes. Ellos creían que los sueños contenían
significados que podían ser interpretados, concepto que Freud propuso. Los artistas como
Salvador Dalí y Marx Ernst incluyeron imágenes simbólicas en sus trabajos. Los Surrealistas
buscan para crear arte, fantásticos o choqueantes contenidos similares a las imágenes
experienciadas en los sueños. Ellos enfatizaban la necesidad de ir más allá de la reproducción
externa de la realidad y de llevar a la luz el mundo interno individual.
Técnicas como el dibujar automático interesaron a artistas como Joan Miró. Estos artistas
creían que a través del dibujo espontáneo y automático, ellos podrían buscar y expresar la
mente inconsciente. Posteriormente, el artista Jackson Pollock (quien estuvo bajo un
psicoanálisis al mismo tiempo que sus famosas pinturas de gotas) usó un método de pintura
llamado automatismo psíquico para ayudar a expresar sus pensamientos internos e ideas en
lienzos. Este método envolvió la generación de imágenes de la mente inconsciente y pintura en
una no reservada manera. Pollock, como muchos de sus contemporáneos, estaba convencido de
que el inconsciente jugaba un rol mayor en su arte.
El expresionismo, un movimiento artístico que enfatizaba la representación de la emoción,
también dejaba traslucir la exploración del mundo interno de los artistas. Gran parte de los
trabajos de Paul Gauguin y Vincent Van Gogh son claramente expresionistas, debido a la carga
emocional del uso del color y toques de brocha. En los comienzos del siglo XX, Wassily
Kandinsky y otros pintores, usaron formas abstractas y colores puros para comunicar
sentimientos y evocar una reacción emocional de los observadores. Kandinsky, en particular,
exploró lo concerniente tanto a lo psicológico como a lo emocional a través del espontáneo y
dramático uso del color, líneas y formas. El creía que su trabajo reflejaba el libre fluir del
pensamiento inconsciente.
Para Kandinsky, otros expresionistas, y pintores surrealistas, el arte era interpretada con la
espontaneidad como la del proceso de libre asociación. Al mismo tiempo, la asociación libre
(proceso que permite a la consciencia el poder fluir de pensamiento a pensamiento, sin
intención ni censura) estaba siendo investigado por Freud como un método clínico de
entendimiento de la mente inconsciente y de desarrollo humano. Mientras la psiquiatría
intentaba entender los trabajos internos de la mente, los artistas también comenzaron a
observar hacia el interior las imágenes de sus trabajos.
Otros artistas exploraron la espontaneidad de los “no artistas”, como niños y personas con
enfermedad mental. Jean Dubuffet es uno de muchos artistas que tuvo que trabajar en el
estilo del arte en bruto, o “arte inexperto”. Dubuffet fue influenciado por el trabajo artístico
de las colecciones de Prinzhorn y Mongenthaler y comenzó a crear arte basado en el arte de
los niños y de personas con enfermedad mental. Mientras Prinzhorn y Mongenthaler
observaron los trabajos de personas con enfermedad mental como la expresión creadora de
instintos propiamente humanos, Dubuffet consideraba el trabajo como un arte única y original,
valorándola espontáneamente.
La fascinación, con los únicos y talentosos trabajos de artistas no entrenados continúa
actualmente, y los artistas, historiadores de arte y críticos deben traer para valorar que es lo
que actualmente se conoce como arte aficionados o arte externo. El arte externo es un
concepto importante, debido a que reconoce que la creatividad artística es una parte de la
experiencia humana que trasciende la inhabilidad y el medio ambiente. Este reconocimiento
ayudó a sentar las bases para adelantar la exploración dentro de las expresiones artísticas de
personas que tienen problemas psiquiátricos y todos aquellos que están marginados por la
sociedad, como prisioneros, discapacitados físicos, y los mayores de edad.

Artistas, Creatividad y Locura


Si estás tomando un curso de historia del arte o leyendo biografías de artistas, te debes
preguntar porqué muchas personas creativas parecen tener que dirigir la emocionalidad hacia
la tortura o hacia vidas complicadas psicológicamente. Existen algunas preguntas acerca de
conexiones entre la creatividad y la locura. Plato notó que los artistas estaban dotados por los
dioses con una “locura divina”, connotando una más positiva observación de la creatividad como
una cualidad personal y como un talento o regalo. Otros han observado la relación entre el
proceso creativo de hacer arte y la relación entre el arte visual y la salud mental en diferente
forma.
Es verdad que muchos de los grandes artistas, compositores, y escritores han sufrido
enfermedades mentales, particularmente depresión o desórdenes maníaco-depresivos. El
investigador Kay Redfield Jamison ha observado en “Tocado con fuego” que a través del
criterio de la corriente diagnóstica psiquiátrica, muchos artistas han sufrido de una de los
mayores desórdenes del ánimo, como es la enfermedad maníaco-depresiva o la depresión
mayor. La enfermedad maníaco-depresiva puede causar dramáticos y cíclicos cambios en los
niveles de energía, ánimo, desarrollo y patrones de pensamiento. La depresión causa
melancolía, disminución de la energía, apatía, deseperanza, y en algunos casos ideas suicidas.
Recientes estudios que concuerdan con Jamison, indican que un alto porcentaje de artistas
-artistas visuales, escritores, poetas y compositores- se encuentran con el criterio de
diagnóstico de enfermedad maníaco-depresiva o depresión mayor. Ella notó que estas
enfermedades mentales pueden aveces enriquecer o contribuir posiblemente a las habilidades
creativas en ciertas personas.
Uno de los más conocidos casos de artistas que probablemente sufrió de desórdenes del ánimo
es aquel de Vincent Van Gogh. La familia de Van Gogh también sufrió de depresión y
enfermedad maníaco-depresiva. Su hermano Theo era depresivo, su hermano más joven,
Cornelius, reportó haber cometido varios intentos suicidas, y su hermana Wilhelmina poseía una
enfermedad psicótica, posiblemente esquizofrenia.
Los biógrafos reportan que Vincent era depresivo desde niño, una característica que continuó
hasta su adultez. El creía, sin embargo, que su tristeza y propios tormentos fueron el
combustible de su creatividad como pintor. Existían aspectos maníacos en Vincent como:
durante los 8 años de su carrera como artista, el creó aproximadamente 800 trabajos, 400 de
éstos en el último período de su vida.
Mientras parece que Vincent era maníaco-depresivo, más de cientos de diagnósticos se han
ofrecido, incluyendo esquizofrenia, desorden cerebral, epilepsia, sífilis y absinthe poisoning,
una adicción que puede haber contribuído a su desorden maníaco-depressivo. Vincent reportó
que escuchaba voces, tenía amnesia durante sus pérdidas de consciencia, se comportaba
agresivamente en ocasiones, y se sentía desorientado. El trató de suicidarse en muchas
ocasiones consumiendo pinturas tóxicas y trementina.
Por muchos años ha existido especulación acerca del estilo de las imágenes en la pintura de
Vincent Van Gogh y la conexión de éstas con su propio carácter depresivo. Es obvio de lo que
nosotros conocemos acerca de Van Gogh a través de los acontecimientos históricos y de sus
propios escritos que lo atormentaban emocionalmente. Historiadores de arte y psiquiatras han
notado que los arremolinados toques de brocha de Van Gogh son indicativos de sus episodios
maníacos. El mismo artista anotó en una carta durante el último verano de su vida: “I am
painting inmense expanses of wheat beneath troubled skies, and I have not hesitated to
express sadness, extreme solitude”. La pintura final de Van Gogh, “Campos de trigo con
cuervos”, describe una escena con el cielo negro, tiempo tormentoso, y una larga manada de
cuervos negros, a menudo referido a posibles presagios de sus estados emocionales y
pendiente suicidio.
Casos como Van Gogh y otros tienen intrigada a gente en las conexiones entre arte y
enfermedad, y aumentó las preguntas acerca de cómo las expresiones artísticas reflejan los
problemas psicológicos o el estrés emocional. Algunos especulan que los problemas psicológicos
y el estrés emocional obliga a algunas personas a hacer arte. Ciertamente, algunos de los
considerados como los mejores artistas del mundo, como el trabajo de Van Gogh, provienen del
sufrimiento emocional. Muchos artistas consideran las desgracias como inspiración e impulso
para su hacer arte.
Pero la creatividad no es siempre resultado de desórdenes emocionales. En “ El curar”, las
notas del psicólogo Rollo May: “Los procesos creativos deben ser explorados no como producto
de enfermedad, sino como representando el más alto grado de salud emocional como expresión
de personas normales en el acto de actualización de ellos mismos”. Puede también observarse
que las personas creativas pueden ser especiales en lo que ellos pueden vivir como estrés
emocional y tener la habilidad de transformarlo en trabajo creativo.
Puede la enfermedad mental causar mayor creatividad en las personas? Mientras la evidencia
de esta conexión está inconclusa, artistas con desórdenes del estado de ánimo como depresión
a menudo reportan que su condición es una fuerte no sólo de desorden, sino también de
inspiración y pensamiento creativo. Es verdad que la creatividad ha ayudado a algunas
personas a transformar los conflictos, sanar estrés emocional, y explorar crisis personales,
dolor y desórdenes psicológicos.
Mientras algunos eruditos relacionaron la creatividad y el genio artístico con a la locura y los
desórdenes emocionales, existe mucha gente que ha encontrado el arte para poder salvarse de
la enfermedad mental y experiencias traumáticas. La creatividad para ellos es un significado
de copiar con ansiedad, depresión, emociones perturbadas, más que el resultado de problemas
psicológicos.

Arteterapia: Una idea para la que el tiempo ha llegado


El siglo XX trajo con el advenimiento del psicoanálisis, el interés artista en imágenes
simbólicas y espontáneas, el interés psiquiátrico en el arte de los mentalmente enfermo, y el
desarrollo de tests proyectivos. Como muchos terapeutas del tiempo, el ATTapia creció del
movimiento psicoanalítico y de las creencias acerca de los contenidos simbólicos de imágenes
que podrían haber derivado de las expresiones artísticas y sueños de pacientes. A mediados
del siglo existía también un incremento en las creencias de que el proceso creativo de hacer
arte puede alentar la rehabilitación, cambio y crecimiento. Ambos, el creciente interés en las
imágenes como representaciones del inconsciente y el potencial terapéutico del proceso
creativo, ayudaron a abrir la puerta para la emergencia del campo de la ATTapia.
Existieron otros importantes eventos que pavimentaron el camino para la ATTpia. El desarrollo
de las nuevas terapias y aproximaciones a tratamientos que se han incrementado después de
1950, creando una atmósfera que ayuda el aparecimiento y la aceptación de originales métodos
de tratamiento. Algunas de estas aproximaciones terapéuticas se originaron en el siglo XIX en
U.S.A. y Europa, cuando el tratamiento más humano en pacientes mentales, llamado terapia
moral, fue iniciada. La terapia moral incluyó el envío de pacientes a lugares de retiro donde
ellos recibían atención personal en la forma de entrenamiento ocupacional y artística,
incluyendo la pintura. El movimiento terminó sólo hace pocos años, pero resurgió en el siglo XX,
conocido como milieu therapies (terapias ambientales). En forma creciente, hospitales, clínicas
y centros de rehabilitación comienzan a incluir no sólo arte visual, sino también música,
movimiento y “escritura creativa” a lo largo de las “talk therapies”(terapias expresivas
comunicativas). El arte comenzó a ser usada con tratamientos tradicionales para ayudar a
través del trabajo a los clientes, a identificar y entender sentimientos, pensamientos,
percepciones, y experiencias.
Consecuentemente, las ATTpias (no sólo el arte, sino también la música y la danza/movimiento)
se transformaron en campos de estudio en sus propios caminos y se fueron incrementando y
reconociendo como opciones viables de tratamientos para individuos hospitalizados. El campo
del ATTpia emergió y ganó atención en el cuidado y facilitación de la salud por todo U.S.A. y en
la psiquiatría, psicología, educación y arte. A pesar de que muchos individuos estaban envueltos
en los comienzos del ATTpia y muchos descubrieron el poder sanador del arte, se piensa que
dos personas fueron las primeras responsables del AATTpia en U.S.A.
La introducción del arte como una modalidad terapéutica es atribuída a Margaret Naumburg en
1940. Naumburg es considerada por ser una de las primeras en delinear el ATTpia como una
forma distintiva de psicoterapia. Ella observó la expresión artística como un camino de
manifestación de las imágenes inconscientes, una observación resonante con los puntos de vista
psicoanalíticos de los comienzos del siglo XX. Sin embargo, tomó los conceptos de Freud,
teniendo los clientes que dibujar sus sueños e imágenes, algo más que sólo hablar de ellos. En
la visión de Naumburg, la primera valoración de la ATTpia fue como expresión auténtica y como
comunicación; ella consideró que las imágenes producidas por los clientes eran como una forma
de comunicación simbólica.
En 1950, la arteterapeuta Edith Kramer propuso que el potencial sanador del hacer arte tiene
su raíz en la habilidad del trabajo creativo para activar ciertos procesos psicológicos. Kramer
acentuó la creatividad, no simplemente como una comunicación visual simbólica, sino como la
llave de los procesos de ATTpia. Ella observó que el acto de crear un producto artístico
envuelve canales o vías, reduce y transforma las propias experiencias o puede ser un acto de
sublimación, integración y síntesis. Aunque la expresión artística no puede resolver
directamente los conflictos, puede proveer un lugar donde nuevas actitudes y sentimientos
puedan ser expresados y tratados. De este modo, la visión de Kramer de la ATTpia es más
profundamente empotrado en los procesos artísticos que en los productos y orientación
filosófica de Naumburg.
Existen otros que tuvieron una mayor influencia en el temprano desarrollo del ATTpia. Hanna
Yaxa Kwiatkowska, una arteterapeuta que trabajó en el Instituto Nacional de Salud Mental
entre 1950 y 1960, introdujo el ATTpia en las sesiones de terapia familiar. Ella creyó que
actividades específicas de dibujo podían ayudar en la identificación de los roles y status de los
miembros de la familia y proveer una experiencia terapéutica de trabajar en conjunto.
Posteriormente, en 1960 y 1970, Janie Rhyne usó la expresión artística para ayudar a las
personas a alcanzar la propia consciencia y la propia actualización (que es, de uno de los más
fuertes potenciales y sentido de satisfacción con la propia vida). Rhyne enfatizó que la propia
interpretación personal de la expresión artística y la centración personal se aproximaba a la
terapia popular durante ese tiempo. Gracias a aquellos avocados, desde 1960 el ATTpia se
transformó en un campo reconocido.
Al mismo tiempo el campo del ATTpia estaba emergiendo en U.S.A., y estaba también siendo
descubierta y desarrollada en Europa. El artista Adrian Hill descubrió el valor de hacer arte
durante su estadía en un sanatorio de Inglaterra como paciente de tuberculosis. El comenzó a
desarrollar la idea del ATTpia como tratamiento para enfermedades físicas y emocionales, y,
por su propia cuenta, fue el primer arteterapeuta. Como otros en U.S.A. en ese tiempo, Hill
creyó que el hacer arte aliviava la monotonía de la hospitalización y proveyó de un sentido de
esperanza frente a serias enfermedades. Las ideas de Hill se transformaron en las
importantes bases para la ATTpia en settings médicos.
Edward Adamson, otro arteterapeuta pionero de Inglaterra, trabajó como un artista con
pacientes en un hospital de estudio. En 1946, Adamson proveyó a los pacientes de un entorno
para pintar y “curarse a ellos mismos”. Se dio cuenta que el hacer arte era el único camino de
los individuos para contribuir con sus propios tratamientos. Más que analizar las expresiones
artísticas de los pacientes, como otros de este tiempo lo hacían, el creyó que la expresión
artística hablaba por ellos mismos y era un testimonio de las cualidades de salud de los
procesos artísticos. Adamson compiló una colección de 6.000 pinturas y objetos, de personas
con enfermedad mental, las cuales ahora constituyen la colección de Adamsom en Inglaterra.
Mientras muchos individuos contribuyeron a la emergencia y al desarrollo temprano de la
ATTpia como un campo distinto, un hospital fue particularmente influencial: la clínica
Meninger, en Topeka, Kansas. La clínica Menninger es la más famosa clínica psiquiátrica
facilitadora, fundada por Charles Menninger y sus dos hijos, Karl y William, en 1925. Como
psiquiatras, los Menninger sentían que el arte podía ayudar a recuperar a los pacientes de las
enfermedades mentales, y ellos sostenían el desarrollo de la actividad de estas terapias. En
1930, ellos introdujeron la ATTpia cuando invitaron a la artista Mary Huntoon a ofrecer clases
de arte a los pacientes psiquiátricos. Huntoon, quien fue entrenado como artista, no como
psicólogo, ayudó a los pacientes a utilizar el arte para procesar y aliviar los problemas
emocionales y los traumas. Ella acuñó la palabra artsynthesis para describir los procesos de
descubrimiento personal que muchos de sus pacientes experienciaron después de completar un
trabajo artístico. Ella sintió que la valoración terapéutica del arte estaba en su realización,
más que en el análisis para el diagnóstico o el significado simbólico. A través de la creación de
un dibujo, pintura u otro trabajo artístico, los pacientes tenían la oportunidad de experienciar
catarsis y descubrir sus propios significados para sus expresiones artísticas.
La clínica Menninger continuó teniendo la mayor influencia en el desarrollo del ATTpia en
U.S.A. a lo largo de décadas. Otros artistas trabajaron en la clínica Menninger durante los 50
´s y los 60´s. Dos de ellos Don Jones y Robert Ault, eran el instrumental en 1969 en la
formación de la Asociación Americana de Arteterapia, una organización nacional de ATTpeutas,
haciendo del ATTpia un campo profesional reconocido.

Mente, Cuerpo y Espíritu


Muchas otras importantes influencias en el desarrollo de la ATTpia son notablemente
mencionadas. La primera es el impacto de la medicina alternativa o complementaria en el
campo del cuidado de la salud en los últimos años. La medicina alternativa o complementaria se
refiere a la práctica médica no convencional, que usualmente envuelve un significado natural u
holístico, para promover el bienestar. Fue reportado que un tercio de todos los americanos
usaban algunas formas alternativas o complementarias de tratamiento, para mantener la salud
o para suplementar el tratamiento que ellos están recibiendo.
La frase intervención mente-cuerpo es a menudo usada cuando se refieren a aproximaciones
alternativas y/o complementarias de tratamiento. Durante los pasados 30 años, existió un
movimiento creciente para explorar la capacidad mental de la influencia de ésta en el cuerpo.
Practicantes en los campos de la medicina y la psicología comenzaron a darse cuenta de que la
conexión mente-cuerpo era importante para tratar y que las terapias podían tener un impacto
simultáneo en la mente y el cuerpo. El placebo –un procedimiento que tiene una valoración
terapéutica no intrínseca y que aún provee resultados positivos- es uno de los más ampliamente
reconocidos ejemplos de interacciones mente-cuerpo.
Muchas de las nuevas alternativas de tratamiento están basadas en la creencia de que la mente
y cuerpo están conectados. Muchos de los procedimientos actuales mente-cuerpo y filosofías,
incluyendo la ATTpia, no son nuevas, pero fueron encontrados en los conceptos y prácticas
tempranas.

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