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Políticas de Comando de la Dirección de la

Escuela de Postgrado de la Armada


Enero de 2008
CN. Roberto Betancourt Arocha
Director de la Escuela de Postgrado de la Armada (EPAR)

Es obligación ineludible de todo comandante expresar las líneas generales sobre


las cuales la gestión y rumbo que la institución a su cargo avanzará a lo largo de un
período de tiempo definido. Sin embargo, es necesario señalar que toda institución que
se precie de poseer sólidas bases, no necesita de programas que marquen un término,
sino ideales que señalen el camino. “La meta importa menos que el rumbo. Quien pone
bien la proa no necesita saber hasta dónde va, sino hacia dónde” . Los pueblos, como
los hombres, navegan sin llegar nunca; cuando cierran el velamen, es la quietud, la
muerte. Los senderos de perfección no tienen fin, y la Escuela de Postgrado de la
Armada se ha embarcado en ésta pertinente e inaplazable senda. El texto que a
continuación hago del conocimiento público busca homologar nuestros métodos, no
nuestras iniciativas. Intenta mostrar la senda en la que avanzaremos en este novel año
2008.

Las breves políticas que se expresan en este pergamino no eluden ni suprimen


sendas políticas de alto y medio nivel expresadas en documentos o discursos de los
entes que rigen la vida militar, naval, investigativa y educativa nacional, al contrario
esperan complementarlas para enfocarnos sobre aquellas áreas que merecen nuestro
mejor desempeño en función de nuestras particulares cualidades y especial misión.
Más trascendental que decir lo correcto es decirlo en el momento adecuado, por lo que
las consideraciones estratégicas han sido de vital importancia en la selección de lo
aquí escrito.

Inicialmente, quiero conminar a todos los jefes de división, jefes de áreas y


diferentes grupos que conforman a la Escuela de Postgrado de la Armada a no cesar
jamás en el enunciado y ejecución de iniciativas que impulsen y cumplan las tareas de
sus respectivos espacios. El aspecto humano de nuestra institución es la piedra
filosofal de los mejores resultados que podamos obtener. Inviertan en los hombres y
mujeres que le acompañan, y obtendrán una trascendente actuación. Los recursos
siempre son escasos, mas el ingenio y el talento de ustedes serán los que marquen la
diferencia en la proyección de nuestro esfuerzo conjunto.

La Escuela de Postgrado recibe jóvenes oficiales en los grados de teniente de


fragata, teniente de navío y algunos noveles oficiales superiores, todos conforman una
juventud que es prometeana, en tanto y cuanto asocian el ingenio y la voluntad, el
saber y la potencia, la inspiración de Apolo y el heroísmo de Hércules . “Un brazo vale
cien brazos cuando lo mueve un cerebro ilustrado; un cerebro vale cien cerebros
cuando lo sostiene un brazo firme” . Descifrar los secretos de la naturaleza acuática
nacional, en las cosas que la constituyen, equivale a multiplicarse para vivir entre
ellas, gozando sus bellezas, comprendiendo sus armonías, dominando sus fuerzas. Es
obligación urgente de nuestra escuela impulsar las funciones tradicionales de todo
centro académico: educar e investigar. Así mismo, establecer las pautas de las
corrientes terciarias de la academia: las actividades de extensión; estas últimas hoy

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establecidas en el manual de organización (próximo a su aprobación). Nuestros
esfuerzos serían inútiles si la discusión y la dialéctica teoría-práctica no benefician al
plural pueblo que vive y se beneficia del mar, su cultura socio-política es de vital
importancia en función a su carácter hacia el mar.

La Escuela de Postgrado se ha dedicado con especial interés y a lo largo de las


últimas décadas a graduar promociones de oficiales en diferentes y bien elaborados
cursos de obligatorio cumplimiento por la oficialidad media, que buscan el
mejoramiento continuo de la institución a través del avezado estudio de sesudos
programas académicos. Esta tarea se ha cumplido con distintiva vehemencia, mas la
asistencia del alumnado merma en virtud de los múltiples compromisos que la Armada
atiende, donde demanda de la presencia de estos potenciales cursantes. La Escuela de
Postgrado continuará y perfeccionará los innovativos planes de estudio a distancia que
garanticen el mejoramiento educativo continuo de la institución sin comprometer la
calidad y perfil de egreso de los oficiales, y en cualquier caso de los conocimientos
necesarios que impulsen la táctica naval vernácula venezolana.

La división académica, agrupa al más alto porcentaje de profesionales que


laboran en esta escuela de postgrados, a la vez que congrega la tradicional tarea
docente cumplida por esta institución. Esta división seguirá ofreciendo a su tradicional
cliente: la Armada, cursos de indiscutible calidad, basados en la pulcritud docente y en
el puntual apego a los planes de estudio. La escuela se alimenta de oficiales jóvenes,
curtidos después de desempeñarse por uno o dos lustros en las unidades y
dependencias de la Armada. En esta academia de postgrado naval se re-encuentran
para discutir los puntos comunes que unen la teoría y la praxis de su ejecución. De
aquí nacen necesarios trabajos de investigación que nutren -en un extraordinario
círculo virtuoso- la teoría que ellos mismos elaboran y que se recogen de la práctica
cotidiana que caracteriza a los oficiales navales. En virtud de esta necesaria comunión,
se harán los cambios pertinentes para que los procesos educativos e investigativos no
sufran un divorcio en la cadencia con la cual los cursantes maduran sus conocimientos
en las áreas que son de especial interés para la Armada, tal como se desprenden de
las “Políticas de Comando del Comandante General de la Armada Nacional Bolivariana”
publicadas en Noviembre de 2007.

Si bien los procesos educativos, y tradicionales de esta escuela, están


encaminados ya hacia la fehaciente obtención de títulos académicos de cuarto nivel
por parte de buena parte del alumnado [avalados por el Consejo Nacional de
Universidades (CNU)], se deben concretar -dentro de la dinámica organizacional- los
cambios que sean pertinentes para adecuarnos a las necesidades imperecederas y a la
vez aquellas estratégicamente cambiantes de la Armada .

Nada puede ser más práctico para un oficial naval, y para aquellos que hacen
del mar su vida, que el estudio de la historia con el firme propósito de formular los
principios y métodos por los cuales debe conducirse cualquier conflicto armado para
nuestra ventaja. La Escuela debe tomar una amplia visión de la historia y enfocarse en
una amplia selección de eventos nacionales e internacionales, de manera de tomar las
mejores prácticas y enseñanzas para la impostergable tarea de enunciar el
“pensamiento militar venezolano”, con especial profundidad en la vertiente táctica-
naval del mismo.

Las bases de datos del área de control de estudio deben dinamizarse y


protegerse. El análisis continuo de los datos estadísticos imprescindibles de la
institución deben ser “oídos” para retroalimentar la red de conocimientos educativos, a

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la vez que sean puestos al servicio de la institución, y así ayuden a afinar el rumbo que
se imprime.

Finalmente, en lo concerniente a los aspectos docentes de la Escuela, debemos


“promover la implementación de las nociones elementales de la cultura acuática”
nacional, como parte de nuestra imperecedera labor de consolidar la conciencia
acuática nacional, y ésta a su vez como elemento fundamental del Poder Naval .

La división de investigación tiene a su cargo la tarea de “formar los


profesionales investigadores” que la Escuela de Postgrado tan magnánimamente
expresa en su misión general, por lo que dentro de sus funciones está además la
investigación formativa. Para ello, implementará las relaciones inter-institucionales
necesarias para que la Escuela de Postgrado promueva a nivel nacional e internacional
las investigaciones científicas y tecnológicas que faciliten la ejecución de la
investigación en la Armada en general y en los aspectos técnicos y tácticos en
particular.

La Escuela de Postgrado debe figurar en los programas adscritos al Ministerio de


Ciencia y Tecnología, tales como “Calidad de la Educación”, “Ciencia y Tecnología para
la Seguridad y Defensa del Estado”, “Soberanía y Seguridad Alimentaria”, entre otros.
La Escuela de Postgrado mantiene una deuda con el Sistema Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación (SNCTI), tal como se desprende del contenido de la Ley
Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) (2001) y soliviantará esto a
través de un agresivo plan que será co-redactado con la Dirección de Ciencia y
Tecnología del Estado Mayor Naval .

El principal cliente de esta división es, hoy por hoy, la Armada Bolivariana
Nacional, mas ello debe ampliarse al universo acuático nacional, por lo que las
investigaciones deben ser agrupadas bajo el manto de esta división para correlacionar
fuerzas con el cosmos investigativo nacional y la comunidad académica acuática en
este orden de conocimientos y en función a las líneas de investigación de la escuela.
Los trabajos de investigación –considerando su inapelable nivel de seguridad- deben
ser publicables y publicados por los órganos de divulgación existentes, a la vez que es
necesario publicar en la “Web” nuestra esencia investigativa, así como también
continuar y extender la divulgación de la revista arbitrada de este instituto “La
Flechera”; la publicación consuetudinaria de este órgano es vital para el
posicionamiento de la escuela en la cotidianidad investigativa nacional.

Así mismo, tal como se señaló anteriormente, la división de investigación aunará


esfuerzos con la división académica para alinear en un solo propósito el proceso de
investigación formal y científico de los cursos seculares que dicta la Escuela de
Postgrado, con los actos docentes. Los términos educativos deben ir de la mano en
singular comunión con el proceso investigativo, dándole a los investigadores las
facilidades necesarias para su profesional investigación. De igual forma, el producto de
este trabajo arduo no debe recogerse únicamente en lenguaje excesivamente barroco,
pues la dialéctica discursiva sería vacua si se requiriere una traducción del lenguaje
académico al lenguaje doméstico naval. La división de investigación debe “activar una
dialéctica científico y tecnológica militar naval, que facilite la definición, conformación,
aplicación y desarrollo de la defensa integral de la Nación” . Los trabajos de
investigación deberán agruparse por áreas temáticas –tanto geográficas como por
sistemas navales- en función a las prioridades expresamente redactadas por el Estado
Mayor Naval, de manera de concatenar esfuerzos en un área y no dispersarlos en
varias.

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Tal como se señalaba anteriormente, las actividades de extensión son de
fundamental cumplimiento por parte de los entes educativos a nivel nacional,
internacional y mundial, así lo reafirman diferentes trabajos científicos que abordan el
tema sobre el impacto de las universidades en la labor cotidiana de la comunidad que
le engloba. En el caso de la Escuela de Postgrado, el fortalecimiento de las relaciones
inter-institucionales se deben dirigir a promover la articulación de la Escuela con el
sector educativo e investigativo nacional en general y con la porción acuática de estos
sectores en particular, que permita hacer un seguimiento de las necesidades locales
para vislumbrar soluciones, producto de la necesaria simbiosis, con impacto en el
corto, mediano y largo plazo. Así mismo, “promover la vinculación y articulación de la
Armada con las nuevas formas de organización política y social emergentes”.

La división de extensión desempeñará un rol novel, inédito y fundamental en las


actividades cotidianas de la Escuela de Postgrado, para lo cual enunciará las áreas de
extensión que serán prioritarias en función de nuestras capacidades actuales, a la vez
que cimentará las potenciales áreas de crecimiento en el futuro mediato, entre las
cuales se puede mencionar: la educación socio-comunitaria, ambiental y deportiva;
actividades de transferencia de tecnología e innovación local y regional; la
contribución a políticas públicas; el uso de instalaciones para actividades no
académicas; y la actividad investigativa contratada o colaborativa; entre otras.

La escuela debe poblarse con estudiantes e investigadores, no solo con aquellos


que tradicionalmente han asistido a sus aulas, sino además con quienes hacen vida en
el medio acuático en general. Con el aporte científico y mancomunado de la sociedad
podremos reinventarnos y proyectar las buenas y necesarias soluciones a eternos
problemas.

Las divisiones de logística y telemática brindarán su colosal apoyo a la gestión


de las divisiones mencionadas ut supra. Para ello deben espolear su crecimiento en
función a las necesidades individuales de cada área, esto es; educativa, investigativa y
de extensión. La base de infraestructura debe planificarse y ejecutarse hoy para la
visión de la Escuela de Postgrado del mañana, sin aminorarla por la ausencia de la
adecuada prospección de las necesidades integrales del instituto. La página Web de la
escuela debe congregar la visión de la escuela, pero también las actividades actuales
de investigación y educación para su uso por la comunidad científica y educativa
nacional e internacional, para ello debe adaptarse en formato de rápido uso a las
necesidades informativas endógenas y exógenas. La investigación de estas
necesidades es tarea fundamental y cotidiana de la división de telemática. Así mismo,
la división de telemática debe realizar todos los procesos necesarios para migrar hacia
el software libre, desde el punto de vista formativo y de plataforma.

Finalmente, acudo a ustedes para que se unan con sus propósitos individuales,
grupales e institucionales y ayuden a complementar lo que aquí –por razones de
espacio- no se haya escrito, mencionado o ubicado en espacio de vital ejecución. Les
invito a acompañarme en esta misma singladura, no es una nueva navegación, es el
mismo derrotero. Esta Escuela es de todos y como tal sólo estoy aquí para servir a los
propósitos elevados que la Nación nos impone y demanda.

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