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Nefrología
J. B. MONTORO
A. SEGARRA
R. LÓPEZ
J. MONTERDE
Síndrome urinario
Enfermedades
Edemas:
parenquimatosas HTA
síndrome nefrótico
uronefrológicas
Insuficiencia rena:
uremia
de la muestra. En los varones, todo cultivo con más de otras causas. La existencia de edemas es inconstante en
10.000 colonias por ml es indicativo de infección. La el curso evolutivo de las nefropatías. Puede observarse un
identificación del germen y el de su correspondiente an- edema moderado en las glomerulonefritis agudas y en la
tibiograma son indispensables para establecer un diag- toxemia gravídica y en fases avanzadas de la insuficien-
nóstico y tratamiento adecuados. La presencia de varias cia renal crónica. Los grandes edemas se observan en
especies también puede indicar la contaminación de la el síndrome nefrótico.
muestra. Los edemas comúnmente aparecen en los miem-
bros inferiores, cara (edema palpebral) y pared del ab-
4 DOLOR domen, raras veces en serosas (pleuras y peritoneo) y,
excepcionalmente, se presenta edema pulmonar secun-
La mayoría de las afecciones nefrológicas son indo- dario a insuficiencia ventricular izquierda inducida por hi-
loras porque el individuo normal no tiene sensación vis- pertensión arterial.
ceral de su aparato urinario, salvo en la micción. Las le- Los edemas son la expresión clínica de la hiperhi-
siones del parénquima renal no producen dolor salvo la dratación extracelular como consecuencia de un balan-
distensión de la cápsula por edema intrarrenal (rechazo ce positivo de sodio (eliminación urinaria de sodio de
de transplante, infarto, hematoma perirrenal, absceso 10-20 mEq/día, siempre inferior a los aportes).
perinefrítico y algunas nefropatías agudas oligoanúri-
cas). Los dolores paroxísticos o crónicos son conse- 6 SÍNDROME NEFRÓTICO
cuencia de la distensión de las vías altas o de lesiones ve-
sicales o ureteroprostáticas. El síndrome nefrótico se caracteriza por cuatro
elementos clínicos: proteinuria importante (superior
Dolor lumbar: este tipo de dolor es de localización a 3 g /24 horas), hipoproteinemia-hipoalbumine-
costovertebral, contínuo o intermitente, de tipo sordo, de mia, edemas y finalmente, hiperlipemia. Los dos
irradiación descendente con signos vesicales. Un tipo primeros elementos son criterios obligados mien-
especial de dolor lumbar es el que aparece de forma tras que los otros dos son facultativos(4-5).
aguda durante la micción y que es de tipo ascendente En la etiología del síndrome nefrótico están
hasta la fosa lumbar sugiriendo un reflujo vesico-ure- presentes gran parte de las enfermedades renales
tral. primitivas e incluso diversas enfermedades sisté-
Dolor vesical: es el dolor más frecuente, en forma de micas pueden estar asociadas al mismo. También
tenesmo vesical (cólicos hipogástricos irradiados hacia la puede ser consecuencia de una reacción adversa a
uretra y periné, acompañados con frecuencia de retención algún fármaco(6).
de orina) y de ciatalgia (pesadez retropélvica) y escozor
durante la micción. 6.1. Síntomas clínicos
Dolor prostático: se trata de la asociación de un do- – Proteinuria: es el elemento diagnóstico más impor-
lor pelviano que se irradia hacia la cara interna del mus- tante, siendo la albúmina la fracción principal de esta
lo junto con signos vesicales. proteinuria. Las pérdidas protéicas suelen situarse en-
tre 5-10 g en 24 horas pudiendo llegar a valores de
Dolor uretral: se presenta de forma aguda, acom- hasta 40 g diarios.
pañando a infecciones uretrales o bien de forma cróni- – Hipoproteinemia-hipoalbuminemia: numerosos es-
ca con dolores agudos intermitentes ("pinchazos"). tudios han demostrado que la síntesis protéica corpo-
ral es normal e incluso elevada, por lo tanto la hipo-
5 EDEMAS proteinemia es una consecuencia directa de las
grandes pérdidas protéicas.
Las enfermedades renales son junto a las miocar- – Hiperlipemia: se ha demostrado que existe una re-
diopatías y a la cirrosis hepática las causas más frecuen- lación inversa entre la concentración de albúmina
tes de aparición de edemas. El edema renal no tiene nin- plasmática y las concentraciones de colesterol y tri-
guna característica propia con relación a los edemas por glicéridos. Esta circunstancia explica la hiperlipe-
1110 FARMACIA HOSPITALARIA
mia en el síndrome nefrótico. Por otra parte la hi- 6.3. Tratamiento
perlipemia parece ser la causa de una mayor inci-
dencia de cardiopatía en pacientes afectos de sín- El tratamiento del síndrome nefrótico comprende
drome nefrótico. medidas terapéuticas generales, orientadas al trata-
– Edema: es, a su vez, la consecuencia de la proteinuria miento de las complicaciones asociadas al síndrome
y la hipoproteinemia. Debido a la disminución de la nefrótico, y el tratamiento específico, en función de
presión oncótica del plasma tiene lugar un aumento las causas del síndrome nefrótico.
del volumen intersticial. La disminución del volumen Como norma general, se aconseja seguir una die-
plasmático es de un 20 - 30 % respecto al volumen ta con bajo contenido en sodio, con un contenido en
normal, lo cual determina la disminución del flujo proteínas de 1 a 1,5 gramos/kg de peso y día.
sanguíneo renal y, en consecuencia, provoca un hipe- La hiperlipidemia debe ser tratada en los casos de
raldosteronismo secundario, retención de sal y agua y síndrome nefrótico persistente. En la actualidad, los
deplección de potasio. Todos estos factores contribu- fármacos de primera elección para el tratamiento de
yen a la aparición de edemas. la dislipemia asociada a al nefrótico son las estatinas. Los
inhibidores de la HMG-CoA-reductasa (simvastatina,
Sin embargo, es de resaltar que, a pesar de que el atorvastatina) reducen de forma notoria el colesterol-
edema sea el único síntoma clínico y por tanto de gran va- LDL, con lo que se constituyen en el tratamiento de
lor diagnóstico, a veces puede no presentarse como es el elección en monoterapia. En los casos concretos de
caso del síndrome nefrótico seco. dislipemias mixtas muy graves que no responden ade-
cuadamente a estatinas, puede considerarse la posibi-
6.2. Complicaciones lidad de asociar dosis bajas de gemfibrozilo. En el ca-
so del gemfibrocilo debe tenerse en cuenta que al
Además de los síntomas antes mencionados, con aumentar la aumentar la fracción libre plasmática por
frecuencia se presentan otros que más bien deben con- la hipoalbuminemia, la dosis debe reducirse al menos
siderarse como complicaciones. Citaremos sólo los más un 50% para minimizar la toxicidad. En los enfermos
importantes: tratados con esta asociación deben extremarse los
controles y prestarse especial atención a las posibles
– Tromboembolismo: la trombosis, tanto arterial como enfermedades concomitantes e interacciones farma-
venosa, es frecuente en el síndrome nefrótico, siendo cológicas con otros tratamientos que reciba el enfermo
complicaciones bien conocidas las tromboflebitis su- a fin de evitar la aparición de toxicidad muscular. No
perficiales, la embolia pulmonar, la trombosis de la ve- obstante, el empleo a largo plazo de estatinas no está
na renal y la trombosis pulmonar. Dentro de los fac- contrastado en este tipo de pacientes y, como se ha
tores predisponentes al tromboembolismo estarían la mencionado, su uso se ha asociado también a miopa-
hipovolemia y hemoconcentración, así como las alte- tías y rabdomiolisis(7).
raciones de los factores de coagulación. El tratamiento del edema comprende la restric-
– Complicaciones infecciosas: la pérdida urinaria de in- ción salina y el empleo de diuréticos. En la mayoría de
munoglobulinas puede favorecer la susceptibilidad a las los casos una ingesta de 2-4 gramos de cloruro sódico
infecciones. al día no compromete la situación clínica del paciente
– Aterosclerosis acelerada: la aterosclerosis acelerada es si se establece un tratamiento farmacológico eficaz.
secundaria al transtorno lipídico que ya se ha descrito La furosemida se muestra eficaz en estos casos, ya que
previamente. actúa inhibiendo la reabsorción de cloruro y de sodio
– La pérdida de distintas proteínas plasmáticas puede en el tramo ascendente del asa de Henle. La dosis dia-
inducir transtornos secundarios importantes, como ria inicial es de 40 mg, que pueden ser aumentados a 1
por ejemplo, el déficit de proteína transportadora del gramo hasta la obtención de un efecto diurético(8). En
colecalciferol da lugar a un déficit vitamínico con la el caso de que fracasen las anteriores medidas puede re-
consiguiente osteomalacia. El déficit de transferrina currirse a la asociación de espironolactona en una do-
da lugar a una anemia hipocrómica macrocítica. Por úl- sis de 100 a 400 mg al día(8). Sin embargo, en caso de que
timo, son de destacar los estados de malnutrición pro- exista afectación del funcionalismo renal, su empleo
teica grave. puede ser peligroso debido a que produce retención
NEFROLOGÍA 1111
Figura 2.
Angiotensina
Reabsorción de Na
Secreción de aldosterona
(hiperaldosteronismo secun-
dario)
Hipervolemia Ahorro de Na
Vasoconstricción
HTA
arteriolar
Los betabloqueantes, disminuyen la frecuencia car- balance hidrosalino parece estar conservado por el ri-
diaca y el gasto cardiaco, así como la secreción de renina. ñón contralateral.
En algunos casos puede ser útil la adición de un vasodi- El tratamiento quirúrgico (nefrectomía) es el trata-
latador como la hidralazina o prazosina y en las situa- miento de elección, una vez asegurada la indemnidad
ciones de urgencia, vasodilatadores directos como el ni- del riñón contralateral, aunque las posibilidades de cu-
troprusiato sódico. Los inhibidores de la enzima ración oscilan entre el 30-40% de los casos.
convertidora de la angiotensina (captopril, enalaprilo)
son otra opción terapéutica. En el caso que se utilicen de- 8 INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
ben establecerse medidas de detección precoz de toxi-
cidad (monitorización de la función renal y función de la El término Insuficiencia renal aguda (IRA) expre-
médula ósea). sa la disminución brusca, total o parcial, de la función
renal por cualquier causa(12). La IRA se clasifica en tres
grandes grupos:
7.2. Hipertensión arterial en las nefropatías parenqui-
matosas unilaterales 1) IRA prerrenal.
2) IRA parenquimatosa.
Entre las nefropatías parenquimatosas unilaterales
3) IRA obstructiva.
(congénitas o adquiridas) relacionadas con hipertensión
arterial se encuentran, en primer lugar, las pielonefritis uni- Insuficiencia renal prerrenal. Se produce como con-
laterales secundarias a litiasis, malformación, reflujo ve- secuencia de la disminución de la presión de perfusión re-
sicouretral, tuberculosis y tumores. En los niños la más nal debido a un estado hipovolémico o de hipotensión
común es la hipoplasia renal segmentaria. sistémico causado por reducción del gasto cardiaco, re-
La patogenia de la hipertensión arterial es mal co- ducción de las resistencias periféricas o ambos a la vez.
nocida ya que tanto la actividad de la renina, como el En la práctica es la forma de insuficiencia renal que se
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produce como complicación de deshidratación, hemo- de furosemida puede dar lugar a necrosis tubular
rragia, estado de shock y estados de hipovolemia efecti- aguda. Especialmente capaces de producir lesiones
va como en la insuficiencia cardiaca congestiva o la ci- renales se encuentran la kanamicina, la polimixina
rrosis hepática. B y la colistina. Algunos autores han atribuido a
Insuficiencia renal parenquimatosa. Puede ser de- la tobramicina una menor toxicidad renal que a la
bida a diversos tipos de enfermedades que afectan a las gentamicina. Sin embargo, estudios multicéntri-
estructuras celulares renales: cos exhaustivos con una muestra muy amplia de
pacientes no han revelado diferencias estadística-
1) Vascular mente significativas entre dosificaciones correc-
1.1) Macrovascular: por oclusión trombótica o em- tas y controladas de ambos. El empleo concomi-
bólica de las arterias renales pincipales, bien de tante de vancomicina, cisplatino, ciclosporina o
forma bilateral, bien de forma unilateral, si hay forcarnet, entre otros, puede acelerar o complicar
un único riñón funcionante. la toxicidad atribuible a los aminoglucósidos(15).
1.2) Microvascular: por afección de la circulación Las cefalosporinas se han asociado con fenómenos
intrarrenal. Las formas más frecuentes son las de toxicidad renal, especialmente en el caso de la
vasculitis sistémicas, la hipertensión arterial cefaloridina y la cefalotina. Aunque esta toxicidad
maligna, la nefropatía de la esclerodermia, la parece afectar principalmente a pacientes con un
eclampsia y la nefropatía ateroembólica. funcionalismo renal disminuido, o a aquellos a los
2) Tubular que se les administran conjuntamente aminoglu-
El sustrato anatomopatológico es una necrosis de las cósidos y diuréticos potentes.
células tubulares renales de origen isquémico o ne- Las tetraciclinas presentan efecto antianabólico,
frotóxico. Las formas graves o persistentes de hipo- por lo que, en caso de disminución del funcio-
perfusión renal tras una fase inicial de insuficiencia nalismo renal, provocan un aumento de la con-
renal funcional, acaban desarrollando una necrosis centración de urea en sangre, llegando a agravar
tubular aguda y una IRA establecida. Las causas ne- una afectación renal preexistente. La doxiciclina,
frotóxicas incluyen la exposición de las células tubu- con un efecto antianabólico menos marcado, y
lares a nefrotóxicos endógenos o exógenos. Entre la minociclina pueden utilizarse en casos de in-
los primeros cabe destacar la hemoglobinuria, la suficiencia renal, pero monitorizando estrecha-
mioglobinuria, el ácido úrico, la hipercalcemia o la ex- mente la función renal. Las demás tetraciclinas
creción aumentada de cadenas proteicas ligeras. no deberían administrarse a pacientes con algún
Entre los nefrotóxicos exógenos, que son con di- grado de afectación renal. Por otra parte, la ad-
ferencia los más frecuentes, cabe destacar le ex- ministración de tetraciclinas degradadas o cadu-
posición a contrastes radiológicos y a un gran nú- cadas produce una lesión tubular proximal.
mero de fármacos. Se sabe que algunos fármacos La utilización prolongada de analgésicos en dosis
están relacionados con la aparición de nefropatías, elevadas (incluidos el ácido acetilsalicílico, el para-
ya sea por su nefrotoxicidad intrínseca o por otro cetamol, la fenacetina, la amidopirina y la fenazo-
tipo de causas como la hipersensibilidad. En el na) se ha relacionado con la llamada nefropatía
primer caso, la intensidad de los efectos es, nor- por analgésicos(16,17), la cual puede ser causa de in-
malmente, dosis dependiente. La relación exis- suficiencia renal. Este riesgo parece acompañar,
tente entre la administración de ciertos antibióti- principalmente, a las combinaciones de analgési-
cos y la aparición de lesiones renales está bien cos. En el caso de aparición de nefropatía analgé-
documentada(13,14). La administración de dosis ele- sica debe suspenderse la administración de todos
vadas o tratamientos prolongados de aminoglu- los analgésicos, en cuyo caso puede recuperarse la
cósidos o de polimixinas, especialmente en pa- funcionalidad renal en aproximadamente el 50%
cientes con insuficiencia renal, se ha relacionado de los pacientes. Los antiinflamatorios no esteroi-
con lesión del túbulo contorneado proximal. Es- deos (naproxeno, indometacina, diclofenaco, ibu-
te efecto también se ha observado cuando se ad- profeno, piroxicam) pueden inducir bruscos des-
ministran conjuntamente antibióticos del grupo censos en el filtrado glomerular, especialmente en
de las cefalosporinas. La administración simultánea grupos de riesgo, a través de la inhibición de la sín-
1114 FARMACIA HOSPITALARIA
tesis de prostaglandinas, en detrimento de la activación un mecanismo inmunológico. La penicilina puede
de mecanismos compensatorios de la hemodinámi- producir también nefritis intersticial por hipersensi-
ca renal(15-18). bilidad, tal como se ha descrito con la administración
Las sales de oro y la penicilamina pueden relacionar- de dosis elevadas de meticilina.
se con la aparición de un síndrome parecido a la glo-
merulonefritis membranosa(19). Los medios de con- Uropatía obstructiva
traste radiológico también se han asociado a la La uropatía obstructiva es una de las formas rever-
producción de alteraciones renales(8), sobre todo los sibles más comunes de IRA. Se traduce en una anuria
medios de contraste biliares que parecen ser los más completa o en diuresis con volúmenes oscilantes, si la
nefrotóxicos, en especial en pacientes con afectación obstrucción es episódica. Puede deberse a la obstruc-
hepática. Asimismo, puede aparecer insuficiencia re- ción de la vía común o a la obstrucción unilateral en
nal tras la pielografía intravenosa. presencia de un riñón único funcionante.
La anfotericina B es el fármaco de elección frente a la La IRA presenta, desde el punto de vista clínico, la fa-
infección fúngica sistémica. No obstante, su empleo se oligúrica y la fase poliúrica o diurética. La fase oligúrica
se asocia –hasta en un 80%– a nefrotoxicidad grave, se caracteriza habitualmente por anuria u oligoanuria
la cual se manifiesta por un descenso en el fitrado con volúmenes inferiores a 400 ml/24h, situación que
glomerular, azotemia, acidosis tubular y pérdida de suele durar unos 7-15 días. Si el aporte de sodio es ex-
potasio y magnesio. El mecanismo tóxico no está cesivo tiene lugar hidratación global con aparición de
claramente establecido, aunque se ha observado un edemas, por lo que será importante practicar un con-
efecto vasoconstrictor renal agudo, especialmente trol diario de peso del paciente. En este estado existen
acusado en las células epiteliales del túbulo distal. La riesgos de sobrecarga ventricular y pulmonar. Son fre-
adopción de medidas preventivas y el empleo de for- cuentes las hemorragias digestivas altas secundarias al
mulaciones lipídicas de anfotericina B parecen redu- estrés.
cir la toxicidad renal de la anfotericina B(20,21). Biológicamente es de resaltar la elevación de la re-
3) Glomerular. tención uréica que puede alcanzar los 0,5-1 g diarios, así
La afección aguda de los diferentes tipos de células como otros residuos nitrogenados como el ácido úrico.
de los ovillos glomerulares puede dar lugar a una in- La elevación de la creatinina es más lenta ya que su pro-
suficiencia renal aguda. La forma más comúnmente ducción es regular. El aumento de estos componentes ni-
descrita es la glomerulonefritis aguda post-infecciosa. trogenados está en relación con el grado de catabolis-
Sin embargo, desde la mejora en la prevención y tra- mo protéico. Por lo general suele existir hiponatremia,
tamiento de las infecciones, su incidencia se ha redu- hiperpotasemia y acidosis metabólica.
cido significativamente en favor de otras formas co- La reanudación de la diuresis marca el comienzo de
mo la glomerulitis necrosante asociada a vasculitis, o una mejora clínica, con poliurias que pueden alcanzar
la enfermedad por anticuerpos antimembrana basal hasta 5 litros, constituyendo un periodo sumamente di-
que, por tener características definitorias propias, se fícil para el control hidroelectrolítico. Sin embargo las
considerarán en un apartado independiente. formas con diuresis conservada son las más frecuentes,
4) Intersticial incluso las no detectables clínicamente (aminoglucósidos).
La nefritis intersticial aguda (NIA), consiste en la apa-
rición de un infiltrado inflamatorio en el intersticio 8.1. Particularidades del empleo
renal. Su etiología es muy diversa. Las formas más de fármacos en la insuficiencia renal
frecuentes suelen ser las provocadas por fármacos e
infecciones, aunque también pueden observarse con La insuficiencia renal conlleva una serie de circuns-
relativa frecuencia asociadas a ciertas enfermedades sis- tancias que condicionan un comportamiento de los fár-
témicas como el síndrome de Sjoegren o el lupus, o en macos distinto del que tiene lugar cuando se adminis-
el contexto de algunas neoplasias hematológicas. El tran a individuos con una función renal normal. Esto
número de fármacos que han sido relacionados como tiene lugar, tanto por la alteración de las propiedades
causa de NIA es muy elevado. Un ejemplo muy co- farmacocinéticas de los fármacos, como por la diferen-
nocido es la rifampicina que, administrada en forma te respuesta a las acciones farmacodinámicas de los mis-
intermitente, puede ser causa de una IRA, a través de mos(22).
NEFROLOGÍA 1115
En los pacientes con función renal disminuida, los posibilidades deben tenerse en cuenta sus limita-
fármacos que son eliminados por excreción renal pre- ciones, de manera que los datos obtenidos deben
sentan una semivida plasmática prolongación. Esto ser considerados orientativos y en ningún caso po-
conlleva, si no se modifica la dosis, la acumulación sis- drán sustituir a la monitorización de las concentra-
témica del fármaco o de sus metabolitos activos, con la ciones plasmáticas. En este sentido, la amplia varia-
consiguiente aparición de fenómenos de toxicidad. A bilidad interindividual en cuanto a los mecanismos
todo ello se suma el hecho de que, como ya se ha indi- de eliminación compensatorios, existencia de otras
cado anteriormente, algunos fármacos pueden agravar patologías, administración concomitante de otros
la afectación renal y los mismos riñones presentan una fármacos, edad avanzada, etc., debe ser tenida en
mayor susceptibilidad a los efectos nefrotóxicos de consideración. Por otra parte, las dosis de mante-
aquellos. Por otra parte, las técnicas de depuración ex- nimiento para un paciente concreto variarán en la
trarrenal también pueden influir en el comportamien- media que lo haga el funcionalismo renal. Estos
to de los medicamentos. cambios no tienen una traducción inmediata en
En el paciente con IRA es necesario modificar las do- cuanto a la concentración de creatinina y por tanto
sis con el fin de evitar la aparición de efectos tóxicos. son difíciles de detectar con prontitud. En cual-
Esto es de particular importancia en fármacos con un ín- quier caso debe controlarse siempre la posible apa-
dice terapéutico estrecho y que son excretados princi- rición de efectos tóxicos.
palmente por vía renal, mientras que para los que tie-
nen un índice terapéutico amplio, los que se administran 8.2. Tratamiento de la insuficiencia renal
de forma intermitente o los que se eliminan a través de aguda. IRA prerrenal
una vía alternativa no será, en principio, necesario mo-
dificar la dosis(23). El tratamiento se centra en la recuperación de la
La modificación de la dosis puede hacerse median- presión de perfusión renal mediante la corrección de
te la disminución de la misma manteniendo la frecuen- la hipovolemia y el uso de fármacos vasoactivos.
cia de administración normal o, a la inversa, mante- En presencia de insuficiencia renal prerrenal y oli-
niendo la dosis y reduciendo la frecuencia de guria, la normalización de la volemia mediante la
administración, valorando en cada caso la posible tras- rápida infusión de líquidos y/o coloides, con es-
cendencia de cada una de las alternativas(24,25). tricto control de la presión venosa central o de la
Por otra parte, es necesario tener en cuenta que, en presión capilar pulmonar, puede prevenir de for-
los casos en que la semivida se alarga, es necesario que ma eficaz la instauración de una fracaso renal agu-
transcurra un mayor periodo de tiempo para que las do parenquimatoso por necrosis tubular aguda.
concentraciones plasmáticas alcancen el estado de equi- Una vez se ha producido la necrosis tubular agu-
librio tras la administración de dosis repetidas. Por lo da, la administración de altas dosis de furosemida
tanto, en las situaciones en las que se ha seleccionado la por vía intravenosa podría convertir el fracaso renal
alternativa de reducir la dosis manteniendo la frecuencia agudo en no oligúrico, aunque esta opinión no es
normal de administración y se trate de fármacos con los unánimemente compartida. A pesar de ello, es una
que es necesario alcanzar una concentración determi- práctica habitual realizar una reinfusión parcial y
nada para obtener el efecto deseado (por ejemplo, anti- rápida del déficit de volumen y acto seguido admi-
bióticos), se debe administrar una dosis inicial igual que nistrar una única dosis elevada de furosemida (por
la de un paciente con función renal normal. ejemplo, 200 mg por vía IV en 20 minutos) para
El procedimiento ideal para ajustar la dosis en caso valorar la respuesta diurética. Si no se produce diu-
de insuficiencia renal es la monitorización de las con- resis, es muy poco probable que, con dosis adicio-
centraciones plasmáticas del fármaco en cuestión, so- nales de diuréticos, se produzca respuesta diurética.
bre todo para aquellos que presentan un estrecho mar- Una vez restablecida la volemia y normalizada la
gen terapéutico. Sin embargo, no siempre es posible presión venosa central, el uso combinado de fár-
disponer de este recurso, por lo que es útil recurrir a los macos vasoactivos, como la dopamina, la dobuta-
numerosos nomogramas y tablas que existen para la mina o la noradrenalina, puede ser necesario para
dosificación de fármacos en la insuficiencia renal. mantener una presión arterial y una perfusión renal
En caso utilizar cualquiera de estas dos últimas adecuadas, en función de la causa primaria. En los
1116 FARMACIA HOSPITALARIA
enfermos críticos con miocardiopatía previa o con – Ingesta de electrólitos: ya se ha comentado que la hi-
hipotensión de causa primaria cardiogénica, es im- perpotasemia aparece con frecuencia en la IRA. Por ello
prescindible monitorizar la presión capilar pulmo- no debe administrarse potasio a no ser que exista dé-
nar(26,27). ficit. El control de las concentraciones séricas de potasio
se consigue mediante la limitación de la ingestión de po-
IRA parenquimatosa tasio y, en caso necesario, con el tratamiento con resi-
El tratamiento de la IRA parenquimatosa com- nas de intercambio catiónico.
prende medidas generales de ajuste hidroelectrolítico y
medidas específicas, dirigidas a la causa primaria del fra- En caso de hiperpotasemia, el tratamiento de elec-
caso renal agudo. ción depende de la diuresis del enfermo y de la gravedad
Las medidas generales tienen la finalidad de man- y consecuencias de la hiperpotasemia. En los enfermos
tener el equilibrio hidroelectrolítico y ácido base duran- que presentan un volumen de diuresis conservado y au-
te el periodo de tiempo que transcurra hasta que la fun- sencia de repercusión en el ECG, puede intentarse un tra-
ción renal se recupere. tamiento médico utilizando una o varias de las siguien-
En la fase oligúrica es fundamental mantener la tes medidas: corrección de la acidosis metabólica
volemia y la concentración electrolítica, por lo que mediante la infusión intravenosa de bicarbonato sódi-
además deberán tenerse en cuenta los siguientes co, administración de glucosa al 10-50% (teniendo en
puntos: cuenta las limitaciones de aporte de líquido) junto con in-
sulina o infusión intravenosa de terbutalina o salbuta-
– Equilibrio hídrico: diariamente deben cuantifi- mol asociados a bicarbonato sódico. Debe tenerse en
carse los ingresos y las pérdidas de agua. El apor- cuenta que todas estas medidas promueven una redis-
te de líquido debe reducirse a unos 400 ml dia- tribución del potasio mediante su entrada en la célula y,
rios, más el volumen correspondiente a las por ello, tienen una duración limitada. Sólo serán efica-
pérdidas extraordinarias de líquido (vómitos, dia- ces si la hiperpotasemia se debió a una causa concreta que
rrea, etc). En el supuesto de hiperhidratación se- pudo ser solucionada y, posteriormente, el enfermo
rá necesario recurrir a la depuración extrarrenal presentaba un volumen de diuresis suficiente para eli-
(hemodiálisis, diálisis peritoneal) de forma pre- minar el exceso de potasio. En todos los casos en los
coz para una mejor conservación del estado ge- que se presente una arritmia ventricular, se deben ad-
neral y mejoría del hipercatabolismo(28). ministrar 10 ml de gluconato cálcico al 10 % y corregir
– Dieta: el control dietético es de capital importancia en inmediatamente el nivel sérico de potasio. En todos los
el tratamiento del fracaso renal agudo. Mientras es po- enfermos en los que fracasen las medidas de tratamien-
sible controlar el estado clínico del enfermo sin recu- to médico y en todos los enfermos con oliguria persis-
rrir a técnicas de depuración extrarrenal, deben im- tente, el tratamiento de elección es la diálisis.
ponerse restricciones en la ingesta de potasio, fosfato La hiperfosforemia se controla mediante una re-
y magnesio. El manejo del balance nitrogenado es ducción moderada en la ingesta, asociada al empleo de
complejo, ya que para reducir el aporte de fosfato y quelantes del fósforo como el hidróxido de aluminio, el
otros productos relacionados con el metabolismo ni- carbonato cálcico o el sevelámer. El empleo de antiáci-
trogenado, es necesario reducir la ingesta de proteínas dos con magnesio debe evitarse, ya podría producirse
por debajo de las cantidades que serían necesarias en una hipermagnesemia.
enfermos con enfermedades graves que, con fre-
cuencia se hallan en periodos de post-operatorio in- – Recuperación del equilibrio ácido-base: cuando
mediato. Por ello, es más adecuado imponer pocas existe acidosis metabólica severa (bicarbonato infe-
restricciones en la dieta y recurrir, en caso necesario, a rior a 12 mEq/l) debe tratarse con bicarbonato só-
técnicas de depuración extrarrenal, con unos criterios dico. Normalmente puede ser suficiente un aporte de
amplios de indicación. Estas técnicas, permitirán asi- 1-2 mEq/kg de peso corporal(31). Sin embargo, no
mismo, la administración de soporte nutricional ade- siempre es fácil el tratamiento, ya que pueden ser
cuado por vía enteral o parenteral con el fin de adap- necesarias grandes cantidades de líquido, con el con-
tar los aportes dietéticos a las circunstancias concretas siguiente aporte de sodio elevado, siendo, en estos
de cada enfermo(29,30). casos, preferible recurrir a la diálisis.
NEFROLOGÍA 1117
– Depuración extrarrenal: como criterio operativo, se creatinina sérica así como, en la mayor parte de los casos,
aconseja recurrir a la diálisis cuando, a pesar del trata- una disminución del tamaño de los riñones que adoptan
miento, persiste la hiperpotasemia, hiperhidratación, un aspecto contraído.
creatinina sérica superior a 7-8 mg/dl, BUN superior El cuadro patológico y la velocidad de progresión
a 100 mg/dl o estados de acidosis metabólica de difí- (meses a años), varían en función de la causa de la insu-
cil compensación(31). En la actualidad, sin embargo, ficiencia renal y de la presencia de factores complicantes.
con la introducción de las técnicas de hemodiálisis Las consecuencias de la reducción del número de ne-
continua de bajo flujo, han aumentado significativa- fronas funcionales son amplias e importantes(32):
mente las indicaciones de depuración extrarrenal. Es-
tas técnicas son de aplicación relativamente sencilla y – Transtornos hidroelectrolíticos: al reducirse el núme-
facilitan en gran medida el ajuste hidroelectrolítico y el ro de nefronas existe una mayor carga de solutos para
manejo de fármacos permitiendo la administración las todavía funcionantes, esto determina una diuresis os-
de mayores volúmenes de líquidos y, en consecuencia mótica a la que se suma la incapacidad para concentrar
un soporte nutricional más adecuado. o diluir la orina. En estas circunstancias puede produ-
– Infecciones: la infección es una de las mayores causas cirse una deshidratación.
de mortalidad en pacientes con IRA. Por tanto, son Debido a las alteraciones de la excreción y reabsor-
fundamentales las medidas de prevención de la in- ción de electrolitos, se producen alteraciones en las
fección y en caso que ésta aparezca, debe tratarse de concentraciones séricas de los mismos. Así, el po-
forma precoz con los antibióticos adecuados, adap- tasio, el fosfato y el sulfato aumentan su concen-
tando las dosis al estado de la funcionalidad renal de tración, mientras que la concentración de calcio
cada paciente. disminuye. Se presenta también acidosis cuya in-
– Anemia: un hematocrito inferior al30 % constituye tensidad se refleja en el descenso del bicarbonato y
una indicación para una transfusión de concentrado del pH plasmáticos.
de hematíes. Como consecuencia de la falta de hidroxilación renal
del 25-OH-colecalciferol, se producen alteraciones
En la fase diurética,el balance hidroelectrolíti- complejas en el metabolismo del calcio y en la secreción
co debe ajustarse en función de las pérdidas de ca- de hormona paratiroidea que, asociadas a la retención
da enfermo. de fosfato dan lugar a la aparición de osteodistrofia
A medida que progresa la diuresis, se debe ir redu- renal en sus distintas formas clínicas.
ciendo gradualmente la restricción en líquidos y en la – Hipertensión: constituye un transtorno frecuente en la
dieta hasta alcanzar un aporte normal, aunque, en el ca- uremia, a menudo consecuencia de la expansión del
so concreto del aporte proteico, éste debe mantenerse volumen extracelular.
restringido hasta que disminuyan el BUN y la creatinina – Retención de nitrógeno: como consecuencia de la re-
sérica. ducción de la depuración se presentan valores elevados
de BUN, de creatinina sérica y de urato.
9 INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA – Anemia: la anemia que se observa en los enfermos
con IRC es habitualmente normocítica y normocró-
La insuficiencia renal crónica (IRC) se presenta co- mica y de origen multifactorial. El factor fundamental
mo consecuencia de una serie de enfermedades renales es, sin lugar a dudas, la reducción en la producción de
progresivas crónicas que afecten al parénquima renal o eritrocitos debido a una menor producción renal de
que obstruyan el sistema excretor, se origina una situación rHuEPO. Sin embargo, con frecuencia coexisten
en la cual los riñones sufren una pérdida progresiva e otras causas como la ferropenia, el bloqueo medular del
irreversible de nefronas funcionales (glomérulos y tú- hierro en el contexto de un síndrome inflamatorio
bulos). crónico o la hemólisis, factores que siempre deben ser
Los síntomas no suelen ser apreciables hasta que se analizados antes de concluir que la anemia se debe ex-
ha perdido un 80-90% de la función renal por lo que el clusivamente al déficit de rHuEPO.
paciente, a menudo, no advierte la enfermedad hasta – Transtornos digestivos: los enfermos con IRC pre-
que se ha producido una insuficiencia renal grave. Son ca- sentan una incidencia de hemorragia disgestiva supe-
racterísticas fundamentales un aumento del BUN y de la rior a la de la población general, y deben ser conside-
1118 FARMACIA HOSPITALARIA
rados como población de alto riesgo de sufrir hemo- ción, insuficiencia cardiaca congestiva e infecciones)
rragia digestiva durante el tratamiento con antiinfl- se evidencian por un aumento súbito de la velocidad
matorios no estreroideos. El empleo de resinas de in- de deterioro de la filtración glomerular (normal-
tercambio iónico para el tratamiento de la mente la filtración glomerular va disminuyendo de
hiperpotasemia se asocia, con frecuencia, a estreñi- forma constante y uniforme). Por lo tanto, deben
miento crónico. Cuando el filtrado glomerular des- descartarse previamente todos los procesos super-
ciende, los trastornos digestivos en forma de náuse- puestos que sean corregibles.
as, vómitos o inapetencia son frecuentes. Es importante, además, no caer en los errores más
comunes como una restricción proteica demasiado es-
– Trastornos neuromusculares: tricta, una restricción de sal estricta y no tener en cuen-
a) Neuropatía periférica. Su inicio suele ser de tipo ta el grado de insuficiencia renal al prescribir medica-
sensitivo (quemazón, parestesias nocturnas), mien- mentos.
tras que los trastornos motores son mucho más tar- En general, el tratamiento de la IRC tiene dos
díos o no aparecen, siendo en casos extremos, de vertientes bien diferenciadas sobre la base de la fun-
tipo parapléjico. Es, en cualquier caso, un trastorno cionalidad renal y el grado de diuresis. Si el filtrado
reversible. glomerular es superior a 30 ml/min se limitará a un
b) Trastornos musculares. Consisten fundamental- tratamiento conservador con control de la hiperten-
mente en calambres y mioclonias secundarias a hi- sión arterial, mantenimiento del equilibrio hidroe-
ponatremia e hipocalcemia, respectivamente. lectrolítico, junto con aportes calóricos suficientes.
c) Trastornos cerebrales. Generalmente asociados a la Cuando el filtrado glomerular es inferior a 30
hipertensión, se presentan en forma de convulsiones ml/min, las reglas dietéticas, el control del equilibrio
que traducen los estados de intoxicación acuosa e ácido-base, el tratamiento de la hipertensión y de las
hiponatremia que se producen. alteraciones cardiovasculares, el control de la anemia,
e) Hipocalcemia. Los trastornos de la consciencia el tratamiento de los trastornos fosfocálcicos, el tra-
aparecen en las fases finales y, en general, son de tamiento de las afecciones intercurrentes, así como
causa múltiple. la depuración extrarrenal, tienen que tenerse siem-
pre muy presentes antes de que la vida del paciente es-
– Lesiones cutáneas: la pigmentación amarillenta del en- té en peligro(29,30).
fermo renal crónico es muy característica y se debe
especialmente a la anemia y la hipercarotenemia. Las le- a) Restricción proteica. Aunque durante los últimos
siones cutáneas producidas por el rascado, debido a años se ha insistido mucho en la ingestión diaria de
un prurito intenso, son un síntoma muy común, de proteínas como medida terapéutica para reducir la ve-
causa muy oscura, que en ocasiones son la manifes- locidad de progresión de la insuficiencia renal, la efec-
tación de una hipercalcemia por hiperparatiroidismo se- tividad de esta medida es controvertida, ya que un
cundario. porcentaje significativo de los enfermos con IRC aca-
ba presentando una malnutrición calórico-proteica.
9.1. Tratamiento de la IRC El aporte de proteínas debe ser de 1g de proteínas de
elevado valor biológico por kg de peso y día. En casos
El tratamiento de la IRC comprende el manteni- muy concretos (acidosis intensa o síntomas de ure-
miento de la integridad de las nefronas funcionantes, la mia) y siempre de forma temporal, puede reducirse. En
compensación del metabolismo ácido-base y el mante- el caso de pacientes sometidos a diálisis, deberá te-
nimiento del equilibrio hidroelectrolítico, la profilaxis y nerse en cuenta que, a través de la diálisis peritoneal y
el tratamiento de la osteodistrofia renal, y el tratamiento de la hemodiálisis existen pérdidas adicionales, que
de la anemia y de las alteraciones en el metabolismo li- podemos cifrar entre 20 y 6 g de proteínas, que de-
pídico. berán suplementarse con el correspondiente aporte
Debe tenerse en cuenta que pueden existir si- de proteínas de elevado valor biológico.
tuaciones agudas superpuestas a la IRC que empeo- Con el fin de evitar la aparición de un estado de
ran la azotemia. Estas situaciones, potencialmente malnutrición, se han utilizado diferentes pautas de
reversibles (deshidratación, hemorragia, obstruc- soporte nutritivo tanto por vía oral como paren-
NEFROLOGÍA 1119
teral. Se ha propuesto el tratamiento con suple- les en forma de gluconato, carbonato o acetato cálci-
mentos dietéticos con ceto-hidroxianálogos de co.
los aminoácidos esenciales que actúan como pre- h) La acidosis no necesita, usualmente, tratamiento, ex-
cursores de los aminoácidos esenciales sin apor- cepto cuando la concentración sérica de bicarbonato
te adicional de nitrógeno y utilizando el exceso de es inferior a 20 mEq/l, en cuyo caso puede adminis-
éste existente el en organismo(33). Debido a que se trarse bicarbonato sódico, teniendo en cuenta que la
administran en forma de sales cálcicas no es ne- administración de grandes cantidades puede provocar
cesario el aporte de suplementos de calcio en el una sobrecarga cardiovascular.
tratamiento de la insuficiencia renal. Si la suple- i) El tratamiento de la anemia se basa, fundamental-
mentación se inicia en fases tempranas de la insu- mente, en la administración de eritropoyetina recom-
ficiencia renal, en algunos casos es posible preve- binante humana (rHuEPO), pero no obstante es
nir la aparición de malnutrición. esencial realizar la corrección de todos los factores im-
b) Aporte calórico. Con el fin de reducir el catabolis- plicados. Las normas dictadas por la Sociedad Europea
mo proteico es importante una ingesta elevada de de Diálisis y Trasplante, indican iniciar tratamiento
calorías que podríamos cifrar en 50 kcal/kg de pe- con rHuEPO de forma precoz cuando la cifra de Hb
so y día. sea inferior a 11,5 g/dl. Sin embargo, antes de iniciar el
c) Aporte de líquidos. Debe ser el suficiente para man- tratamiento con rHuEPO debe realizarse un estudio
tener un volumen de orina adecuado sin causar diuresis completo de la anemia y administrar suplementos de
excesiva o edema. hierro, vitamina B12 y ácido fólico, en caso necesario. Si
d) Aporte de sal. Estará adaptado a cada paciente en tras iniciar el tratamiento con rHuEPO humana no
particular. Debido a la incapacidad del riñón para se consigue la corrección de las cifras de Hb, debe
conservar sodio, una restricción salina puede provo- descartarse la presencia de un factor extrarrenal co-
car una disminución del volumen extracelular y un mo causa de resistencia a la acción de la rHuEPO.
mayor deterioro de la función renal. Por ello puede Entre éstos, los más frecuentes son la ferropenia, los dé-
establecerse como adecuada una dieta con 4- 6g de ficits de vitamina B12 y de ácido fólico, la presencia de
sal(30), debiendo tenerse en cuenta las posibles fuen- hemólisis, el hiperparatiroidismo grave, la presencia
tes adicionales de sodio como puede ser el bicarbonato de bloqueo medular del hierro asociada a estados in-
sódico administrado en caso de acidosis u otros me- flamatorios o la afectación medular por diferentes
dicamentos. En el caso concreto de la administración causas. Recientemente se ha descrito una entidad de-
conjunta de bicarbonato sódico, deberá reducirse el nominada aplasia pura de celulas eritroides que se ob-
aporte de sal en función del aporte de sodio proce- serva de forma muy infrecuente en los enfermos tra-
dente del bicarbonato (25 mEq de Na+ = 1,5 g de tados con rHuEPO e, invariablemente, se asocia a la
sal = 2 g de bicarbonato sódico). presencia de anticuerpos anti-rHuEPO.
e) Aporte de potasio. Se deben evitar sobrecargas brus- La reciente comercialización de la nueva proteína es-
cas ya que un aporte dietético excesivamente rico en timulante de la eritropoyesis (darbepoyetina), con
potasio puede producir hiperpotasemia. Los diuréti- una semivida tres veces superior a la de la rHuEPO
cos ahorradores de potasio no deben ser empleados convencional(34,35), y similares parámetros de efica-
ya que pueden producir una hiperpotasemia mortal. cia(36,37), puede permitir una mayor comodidad en el
f) La hiperfosfatemia puede reducirse mediante la ad- tratamiento del control de la anemia.
ministración de carbonato cálcico, acetato cálcico o j) Hipertensión. El tratamiento de la hipertensión arte-
sevelámer. El hidróxido de aluminio pocas veces es rial se basa en la combinación de restricción en el
necesario y no debe administrarse durante periodos aporte de sal, diuréticos y fármacos hipotensores.
prolongados debido al riesgo de aparición de intoxi- k) El tratamiento de la osteodistrofia renal se centra
cación alumínica. No se administrarán antiácidos que en corregir la hipocalcemia y la hiperfosforemia y
contengan magnesio para evitar el riesgo de hiper- prevenir, en lo posible, la aparición de hiperpara-
magnesemia. tiroidismo secundario manteniendo un turnover
g) La hipocalcemia puede normalizarse proporcionan- óseo adecuado, evitando la osteomalacia, la enfer-
do 1-1,5 g diarios de calcio(30). Este aporte correspon- medad ósea adinámica y la enfermedad ósea por
derá a la suma del aporte dietético y suplementos ora- depósito de aluminio. El control de la calcemia se
1120 FARMACIA HOSPITALARIA
basa en la administración de calcio que puede ad- – Sobrecarga cardiovascular.
ministrarse como gluconato, carbonato o acetato – Acidosis metabólica. Cuando la sobrecarga
cálcico. Para el control del fósforo se utilizan sa- de volumen contraindica la administración
les de calcio con capacidad quelante como el car- de la cantidad de bicarbonato sódico necesa-
bonato o el acetato cálcico. En los casos en los ria para restablecer el equilibrio.
que la hiperfosforemia no puede ser controlada – Hiperpotasemia. Cuando no puede ser controlada
adecuadamente o en los que la administración de por los recursos no dialíticos ya descritos ante-
calcio causa hipercalcemia incluso a dosis bajas, es riormente.
muy útil el tratamiento con sevelámer que permi- – Uremia y sus manifestaciones clínicas.
te controlar el nivel de fósforo sin exponer a los
enfermos al riesgo de intoxicación alumínica. El Esta alternativa comprende la diálisis peritoneal y la
hidróxido de aluminio fue ampliamente utilizado en hemodiálisis, debiendo tenerse en cuenta que, tanto
el pasado pero sus indicaciones son muy restrin- una como otra, no reemplazan todas las funciones
gidas en la actualidad ya que su uso prolongado detoxicantes o endocrinas de los riñones.
provoca un cuadro de intoxicación alumínica que La elección entre ambas técnicas se hará en función
se caracteriza por la aparición de anemia microcí- de las circunstancias concurrentes, tanto desde el
tica, clínica neurológica y osteomalacia. punto de vista del paciente como de los recursos dis-
Aunque es bien conocido que la secuencia de acon- ponibles.
tecimientos que determina la aparición de osteodis- La diálisis peritoneal, técnicamente menos compleja
trofia renal se inicia con el déficit de vitamina D3 ac- que la hemodiálisis, tiene una capacidad de extrac-
tiva, el momento de iniciar tratamiento y la dosis ción que oscila entre 1/3 y 1/6 de la correspondien-
adecuada de vitamina D3 han sido objeto de contro- te a la hemodiálisis. No obstante, con una duración su-
versia durante un largo periodo de tiempo. En la ac- ficiente puede ser igualmente eficaz. Requiere que la
tualidad, se acepta que ambos dependen de la fase de cavidad peritoneal esté intacta y tiene algunas limita-
la insuficiencia renal. En general, el objetivo del tra- ciones, siendo una de sus principales complicacio-
tamiento debe ser mantener concentraciones séricas nes la infección en forma de peritonitis, la cual se tra-
de PTH de alrededor de 200 pg/ml. Debido a que ta con los antibióticos indicados según el
los enfermos con IRC presentan una resistencia re- microorganismo causal y teniendo en cuenta los
lativa de los receptores óseos a la PTH, niveles infe- condicionantes en cuanto a la dosificación que rigen
riores de PTH determinarían un recambio óseo in- en estos casos. No deben administrarse antibióticos
suficiente. Antes de iniciar tratamiento con calcitriol con fines profilácticos. Otra de las complicaciones
deben corregirse los niveles de fosfato sérico. Debe te- es la pérdida de proteínas y aminoácidos a través de
nerse especial precaución en evitar la hipercalcemia la diálisis que, al ser continuadas, pueden llegar a ser
ya que puede producir un mayor deterioro del fun- importantes.
cionalismo renal. En la mayor parte de los casos, el En general, aunque la diálisis peritoneal puede ser
calcitriol se administra en una única dosis diaria cuya utilizada de forma temporal o a largo plazo, su em-
frecuencia semanal se prescribe en función de los ni- pleo ha quedado prácticamente relegado a situa-
veles de PTH. En los enfermos que presentan hi- ciones puntuales y a pacientes con difícil acceso
percalcemia o niveles de PTH muy elevados, se ha vascular.
propuesto la administración de grandes dosis de cal- La hemodiálisis, aunque requiere una técnica com-
citriol dos veces a la semana para intentar hacer má- pleja, produce menos molestias al paciente y puede ser
ximo el efecto directo sobre los receptores de la glán- realizada de forma indefinida con un nivel de eficacia
dula paratiroidea y minimizar el riesgo de muy satisfactorio. La supervivencia a 5 años es del
hipercalcemia. Asimismo, recientemente se han in- 60-65% y existen casos de supervivencia superior a 20
troducido derivados del calcitriol que tienen una me- años.
nor acción hipercalcemiante. m) Transplante renal. La evolución constante de esta
l) Depuración extrarrenal. En determinadas situaciones técnica y la disponibilidad de fármacos como ciclos-
debe recurrirse a la diálisis, siendo sus indicaciones porina A, tacrolimus, micofenolato de mofetilo o si-
fundamentales: rolimus, junto con anticuerpos de tecnología re-
NEFROLOGÍA 1121
combinante anti-IL2r, han permitido la obtención origen hereditario, metabólico, inmunológico, y pa-
de resultados altamente satisfactorios y esperanza- raneoplásico.
dores. En otro capítulo de la presente obra se trata con Desde el punto de vista clínico, las enfermedades
mayor profundidad el transplante renal. glomerulares se clasifican en agudas y crónicas. Las for-
n) Administración de fármacos en la IRC. Tal como ya mas agudas se manifiestan como síndrome nefrítico
se ha comentado en el apartado correspondiente a la agudo, insuficiencia renal rápidamente progresiva o
IRA, la dosificación de algunos fármacos debe ajus- IRA. Las formas crónicas pueden tener manifestacio-
tarse según el funcionalismo renal de cada paciente nes clínicas muy diversas. El signo guía es la presencia de
en particular y las eventuales pérdidas a través de la diversos grados de proteinuria que puede causar o no
diálisis. un síndrome nefrótico y asociarse o no a microhematuria,
hipertensión arterial e insuficiencia renal.
10 ENFERMEDADES PARENQUIMATOSAS
RENALES 10.1.1.Glomerulonefritis aguda
cundaria. Las más habituales son las asociadas a lupus forma de bolus de 0.7 gramos/m2 administrados
eritematoso sistémico, endocarditis, sepsis y crioglobu- cada 3 ó 4 semanas en lugar de ciclofosfamida oral.
linemia mixta esencial. En general no hay hipertensión Los resultados obtenidos son similares en la ma-
arterial y los edemas son discretos. En las formas tipo I yor parte de los casos y la dosis total acumulada
y IIII, es frecuente la asociación de hemorragia pulmo- durante el tratamiento mucho menor por lo que
nar. los efectos tóxicos a largo plazo también lo son.
A pesar de que el diagnóstico puede realizarse en En los casos en los que se decida utilizar ciclofos-
algunos casos por criterios clínicos y la demostración famida en bolus, no hay un único esquema estricto
de títulos elevados de anticuerpos antimembrana basal en cuanto a dosis e intervalo que sea común a todos
(tipo I) o anticitoplasma del neutrófilo (tipo III), la biop- los enfermos. La actividad de la enfermedad debe
sia renal es imprescindible para definir la gravedad de la monitorizarse continuamente y ajustar el periodo
lesión y para establecer un pronóstico. Su evolución a de administración y la dosis de cada bolus en fun-
insuficiencia renal terminal es habitual en menos de un ción de la actividad clínica del proceso. Aunque
año. inicialmente se consideró que la determinación se-
El tratamiento depende del tipo de glomerulonefri- cuencial del título de ANCAS podía tener un valor
tis extracapilar(40-42). En las formas tipo I, el tratamiento de como índice de actividad, en la actualidad se sabe
elección es la plasmaféresis asociada a ciclofosfamida. que los ANCAS permanecen positivos o reaparecen
En caso de hemorragia pulmonar, la administración de en un gran número de casos sin que haya ningún
dosis altas de corticoides por vía intravenosa permite criterio de actividad de la enfermedad. Por ello, no
controlar el proceso en la mayor parte de los casos. En se aconseja tomar decisiones terapéuticas basadas
los enfermos con cifras de creatinina superiores a 6 exclusivamente en el título de ANCAS.
mg/dl, semilunas fibrosas en la biopsia renal u oliguria en
el momento del diagnóstico, la función renal raramente 10.1.2. Enfermedades glomerulares
se recupera y, por ello, por regla general, se considera de curso no agudo
que no son candidatos a tratamiento inmunosupresor
a menos que presenten afectación pulmonar. En los en- Es término, incluye un conjunto de procesos que
fermos que desarrollan insuficiencia renal irreversible y se caracterizan por la afección hereditaria, inflamatoria,
requieren diálisis, debe esperarse como mínimo un año metabólica o por depósito de proteínas en el ovillo glo-
antes de practicar un trasplante renal por el riesgo de re- merular. La manera más habitual de clasificarlas es si-
cidiva en el riñón trasplantado. El tratamiento de la glo- guiendo un criterio histológico. A su vez, cada una de
merulonefritis extracapilar tipo II, se centra en controlar las formas histológicas descritas, puede ser idiopática o
el proceso primario, habitualmente una infección sisté- secundaria a otros procesos.
mica o una endocarditis o un proceso inmunológico co- La secuencia diagnóstica apropiada incluye, por es-
mo el lupus o la crioglobulinemia. En casos con insufi- te orden, la presencia de datos sugestivos de enfermedad
ciencia renal graves y siempre que el proceso infeccioso glomerular, la práctica de una biopsia renal y la investi-
primario esté adecuadamente controlado, puede ser útil gación sistemática de posibles etiologías.
la administración de dosis altas de corticoides. Desde el punto de vista clínico, todas ellas se mani-
La glomerulonefritis extracapilar tipo III se fiestan en forma de proteinuria superior a 1 g/día aso-
trata mediante la combinación de cortioesteroides ciada o no a hematuria, hipertensión arterial o insufi-
y ciclofosfamida. Inicialmente, si la clínica es grave, ciencia renal.
se aconseja iniciar el tratamiento con cuatro dosis
consecutivas de 15 mg/kg/día de 6-metil-predni- Glomerulopatía ópticamente normal
solona IV y seguir a dosis de 1 mg/kg/día vía oral Se caracteriza por la presencia de glomérulos de as-
durante 6 meses. La ciclofosfamida se inicia a dosis pecto normal en el examen de microscopía óptica, e in-
de 2 mg/kg/día y posteriormente, se ajusta para munofluorescencia negativa. En microscopía electróni-
mantener un recuento de leucocitos entre 3.000 y ca, se observa típicamente una fusión de podocitos de
5.000. El tratamiento debe mantenerse entre 12 y 18 aspecto muy característico. Clínicamente, se manifiesta
meses para evitar recidivas. En la actualidad, se ha como un síndrome nefrótico puro con función renal
propuesto la administración de ciclofosfamida en normal y sin hipertensión arterial.
1124 FARMACIA HOSPITALARIA
En los niños, es la causa más frecuente de síndro- inmunofluorescencia suele revelar la presencia de
me nefrótico y el diagnóstico suele hacerse atendiendo depósitos de IgM y/o C3 en las zonas de hialinosis.
a criterios clínicos. En los adultos, habitualmente se re- Hay una forma idiopática que, en la mayor parte de
quiere la práctica de una biopsia renal para descartar los casos, se manifiesta como síndrome nefrótico,
otras formas de enfermedad glomerular aunque algu- habitualmente asociado a hematuria y, en ocasiones,
nos nefrólogos son partidarios de iniciar un tratamien- a hipertensión arterial. Entre las causas secundarias,
to empírico y no practicar una biopsia renal a menos las más frecuentes son las asociadas a obesidad, ne-
que la evolución no sea la prevista. fropatía por reflujo, nefropatía asociada a infección
El tratamiento de primera elección son los cortico- por HUV y adicción a drogas por vía parenteral, re-
esteroides administrados por vía oral a dosis de 1 ducción de masa renal funcionante, síndrome de ap-
mg/kg día. En los niños, la respuesta se produce en el nea del sueño y algunas nefropatías hereditarias.
transcurso de las 8 primeras semanas. En los adultos, la También es posible observar lesiones de hialinosis
respuesta es algo más tardía y debe esperarse como mí- en la fase de curación de glomerulonefritis necrosa-
nimo 12 semanas antes de considerar que no ha habido mente y proliferativas de carácter segmentario. To-
respuesta al tratamiento. Tras este periodo, debe sus- das estas causas deben ser consideradas y sistemati-
penderse el tratamiento si el enfermo no ha respondido. camente excluidas antes de llegar al diagnóstico de
En los enfermos que han respondido, debe procederse una forma idiopática. En general, se considera que los
a una reducción paulatina de la dosis hasta la supresión enfermos que presentan función renal normal y
del tratamiento en un periodo de 6 meses. Si durante la proteinuria no nefrótica, no requieren tratamiento
fase de supresión reaparece la proteinuria o tras suprimir ya que la enfermedad tiene buen pronóstico a largo
el tratamiento se producen recidivas frecuentes, se pue- plazo.
de realizar tratamiento con ciclofosfamida a dosis de 1 El tratamiento suele indicarse en los enfermos que,
mg/kg/día durante 8 semanas o con ciclosporina a do- en el momento del diagnóstico o durante la evolución de
sis de 4 mg/kg/día durante 6 meses. la enfermedad, presentan cifras de creatinina superio-
En los enfermos que no responden tras un periodo res a 1,4 mg/dl y/o proteinuria de rango nefrótico(44).
adecuado de tratamiento con esteroides y en los que Aunque durante años se consideró que este tipo de glo-
presentan recidivas frecuentes a pesar de haber realiza- merulopatía era resistente a los esteroides, estudios re-
do tratamiento con ciclosporina debe revisarse la biop- cientes sugieren que el tratamiento con esteroides pue-
sia para descartar que sufran una glomeruloesclerosis de inducir remisiones estables de la proteinuria en un
focal y segmentaria y debe evitarse el tratamiento pro- 30% de los casos. Sin embargo, a largo plazo, la mayor
longado con esteroides ya que causa efectos adversos parte de enfermos sufre recidivas y desarrolla cortico-
graves a largo plazo. No hay una pauta unánimemente dependencia o córtico-resistencia. En estos casos, se
aceptada para estos enfermos. Mientras algunos nefró- aconseja realizar un tratamiento con ciclosporina du-
logos optan por seguir un tratamiento sintomático, rante un periodo mínimo de 6 meses ya que, en ensa-
otros son partidarios de mantener el tratamiento con ci- yos clínicos recientes se ha demostrado que los enfer-
closporina de forma prolongada o indefinida a la dosis mos que responden a este tratamiento tienen un
mínima eficaz para mantener la remisión y evitar la ne- pronóstico significativamente mejor(45-48).
frotoxicidad crónica. La pauta a seguir, debe individua-
lizarse en cada caso contraponiendo la gravedad del sín- Nefropatía por depósitos de IgA
drome nefrótico y el potencial riesgo/beneficio del Inicialmente se definió también como hematu-
tratamiento con ciclosporina. ria benigna recidivante idiopática o enfermedad de
Berger, pero en la actualidad este es un término en
Glomeruloesclerosis segmentaria y focal desuso ya que se ha demostrado que la glomerulo-
Se trata de una enfermedad glomerular que se nefritis IgA puede manifestarse clínicamente de di-
define siguiendo un criterio estrictamente histológi- versas formas. En las formas de pronóstico benig-
co y se caracteriza por la presencia de lesiones hiali- no, se presenta en forma de una hematuria macro o
nas que se distribuyen de forma segmentaria en el microscópica sin apenas proteinuria y precedida, en
interior de los ovillos glomerulares y no afectan a to- ocasiones, por un cuadro febril moderado. En otros
dos los glomérulos por igual(43). El estudio mediante casos, se presenta en forma de combinación de pro-
NEFROLOGÍA 1125
teinuria, habitualmente asociada a hematuria e hi- 30% evoluciona hacia IRC. Los factores de mal pro-
pertensión arterial. Es frecuente la presentación en nóstico son la proteinuria persistentemente, la presencia
forma de hipertensión arterial maligna(49,50). de hipertensión arterial, sexo varón, fibrosis intersticial en
En la actualidad, se acepta que esta constituye la la biopsia renal e hipertensión arterial.
causa más frecuente de insuficiencia renal terminal se- Dada la posibilidad de remisión espontánea, se
cundaria a enfermedad glomerular. Aproximadamente aconseja esperar un plazo de 6 meses desde el diag-
el 60% de enfermos con proteinuria persistente des- nóstico antes de decidir un tratamiento específico.
arrolla insuficiencia renal terminal a los 10 años. Los En las mujeres jóvenes con cifras de proteinuria in-
factores de mal pronóstico son la presencia de protei- feriores a 6 g/día, las remisiones espontaneas son
nuria superior a 1 g/día, hipertensión arterial, fibrosis frecuentes y el pronóstico es en general bueno a lar-
intersticial en la biopsia renal o depósitos capilares de go plazo. En los casos con síndrome nefrótico per-
IgA. En un 30-50% de los casos se encuentra elevada sistente y signos de mal pronóstico, se ha utilizado
la IgA sérica. la pauta descrita por Ponticelli et al, que combina es-
En los enfermos con signos de mal pronóstico, se teroides y clorambucilo con buenos resultados a lar-
aconseja realizar tratamiento con esteroides durante 6 go plazo, demostrados en ensayos clínicos contro-
meses asociado a inhibidores de la enzima de conver- lados(56). Recientemente, se han descrito buenos
sión de la angiotensina II o a antagonistas de los recep- resultados con inhibidores de la calcineurina como la
tores de angiotensina ya que hay evidencia de que la re- ciclosporina o el tacrolimus y, en casos puntuales,
misión de la proteinuria a valores inferiores a 1 g/día con el empleo de dosis altas de inmunoglobulinas(57-
mejora significativamente el pronóstico. En ausencia de 59)
.
respuesta a los esteroides, debe mantenerse como medida
paliativa el tratamiento con inhibidores de la enzima de Glomerulonefritis membranoproliferativa
conversión ya que pueden enlentecer el ritmo de pro- Histológicamente se caracteriza por proliferación
gresión de la insuficiencia renal. Aunque hay algunos mesangial, engrosamiento de las membranas capilares
ensayos clínicos realizados en EE.UU. en los que se de- y proliferación endotelial, con presencia de depósitos
muestra el efecto beneficioso a largo plazo del trata- de inmunocomplejos constituidos por IgG y comple-
miento con ácidos graso omega-3 en estos enfermos, mento mesangiales y subendoteliales. Clásicamente, se de-
su utilización en Europa no ha sido extensamente acep- finen dos formas, la forma tipo I con depósitos suben-
tada. Se han comunicado remisiones de la proteinuria doteliales y las formas tipo II o enfermedad por
tras tratamiento con dosis altas de inmunoglobulinas depósitos densos con depósitos en el interior de la
pero estos resultados deben ser todavía contrastados membrana basal(60).
mediante ensayos clínicos(51-54).
Las formas secundarias se observan asociadas a in-
Glomerulonefritis membranosa fección por el virus de la hepatitis C con o sin crioglo-
Se caracteriza(55) por depósitos de IgG y comple- bulinemia, en el lupus eritematoso sistémico y asocia-
mento en la vertiente externa de la membrana basal glo- das a infecciones sistémicas como abscesos viscerales,
merular, que dan lugar a un engrosamiento de la mis- endocarditis o infección de derivaciones ventrículo-pe-
ma y a la aparición de imágenes espiculadas muy ritoneales.
características. Esta glomerulopatía es una de las causas Clínicamente cursa con proteinuria, a menudo en
más frecuentes de síndrome nefrótico y la causa más forma de síndrome nefrótico, hematuria, hipertensión ar-
frecuente en los enfermos mayores de 60 años. Aparte terial, y es frecuente que en el momento del diagnóstico
de las formas primarias, se han descrito casos asociados el enfermo presente insuficiencia renal.
a fármacos (antiinflamatorios no esteroideos, penicila- Se ha ensayado la utilización de múltiples trata-
mina, captopril, sales de oro), a infecciones víricas co- mientos incluyendo anticoagulantes, azatioprina, es-
mo el virus de la hepatitis B y C, HIV, a lupus eritematoso teroides, antiagregantes plaquetares y combinacio-
sistémico, a neoplasias y a otras enfermedades sistémicas. nes de ellos pero no hay un tratamiento específico
El pronóstico es variable. Un 30-40% de las formas que haya demostrado capacidad para modificar el
idiopáticas entra en remisión espontánea, un 30% per- curso clínico de la enfermedad en los enfermos de
manece con proteinuria y función renal estable y un mal pronóstico(61,62).
1126 FARMACIA HOSPITALARIA
10.1.3. Glomerulonefritis no inmunológicas motensos microalbuminúricos, utilizando dosis cre-
cientes. Probablemente todos los IECA son igualmen-
Glomerulopatía diabética te útiles. Cuando no se consiga un buen control tensio-
La nefropatía diabética (ND) es una de las causas nal o cuando se presenten efectos secundarios con
más importantes de morbilidad y mortalidad prematu- IECA, pueden añadirse otros hipotensores, –bloquea-
ra en pacientes con diabetes mellitus. Constituye la etio- dores beta, antagonistas de los receptores de la angio-
logía de insuficiencia renal con mayor incremento pro- tensina, bloqueadores alfa–, a dosis crecientes. La adi-
porcional en las últimas décadas, con la previsión de un ción de un diurético (furosemida, indapamida,
mayor incremento en los próximos años. La posibilidad torasemida o incluso una tiacida a pequeñas dosis) tam-
de desarrollar ND en diabéticos tipo I se sitúa entre el 25 bién puede ser útil.
y el 35% de los diabéticos, generalmente después de 5 Para los pacientes tipo II, el control metabólico se-
años de evolución de la enfermedad, y entre el l0 y el rá similar al tipo I. El tratamiento de primera elección
25% en diabéticos tipo II. Desde el punto de vista clínico, será también un IECA a dosis progresivas. Será im-
los primeros cambios funcionales renales en la DM tipo prescindible controlar el potasio y la creatinina plasmá-
1 son un incremento en la eliminación urinaria de albú- ticos, iniciando este control 7 -15 días después de esta-
mina (EUA) y una elevación del filtrado glomerular (> blecido el tratamiento. El uso de los antagonistas del
120 ml/minuto/1,73 m2). Después de 5-10 años de calcio es objeto de debate.
evolución de la diabetes, algunos pacientes progresan a
un estadio en el cual aumenta la EUA (microalbuminu- Amiloidosis
ria) sin existir cambios sustanciales en el filtrado glome- La amiloidosis se define por el depósito extracelular
rular. La existencia de microalbuminuria –30 a 300 de proteínas de características fibrilares beta plegadas e
mg/24 h–, ya implica la existencia de nefropatía, aun- insolubles. Estas proteínas, derivadas de otras no rela-
que en fase incipiente. La mayoría de estos pacientes cionadas, comparten la propiedad de unirse a la proteí-
desarrollará proteinuria (> 300 mg en 24 h), también na sérica P (SAP), que se deposita en los tejidos con una
conocida como macroalbuminuria o fase de nefropatía notable estabilidad. Desde el punto de vista bioquímico
diabética establecida. Cuando se produzca un descen- la sustancia amiloide está formada por las proteínas es-
so de la tasa de filtrado glomerular, virtualmente todos los pecíficas de amiloide y componentes comunes. De los di-
pacientes progresarán hacia la IRC terminal (IRCT). En ferentes tipos de amiloidosis sólo trataremos la amiloi-
los pacientes tipo I habitualmente el incremento de la dosis primaria (AL) y secundaria (AA).
tensión arterial sigue al desarrollo de la microalbuminu- Tanto la amiloidosis primaria como la secundaria
ria en 2-5 años. El curso clínico de la nefropatía en los pa- pueden presentar una gran variedad de síntomas o sig-
cientes tipo II puede presentar diferencias significativas, nos sistémicos como son la presencia de pérdida de pe-
comparado con el de los pacientes con tipo I. La hiper- so, debilidad, fatiga, edema, hepatoesplenomegalia, in-
tensión arterial (HTA) está frecuentemente presente en suficiencia cardiaca, polineuritis o síndrome del túnel
los pacientes tipo 11, incluso precediendo al diagnóstico carpiano, aunque suele predominar clínica de un solo
de microalbuminuria. Como consecuencia de la edad, órgano. La afectación renal en forma de proteinuria es
así como de la presencia de arteriosclerosis, los pacien- constante, en general no selectiva y de rango nefrótico,
tes tipo II pueden presentar otras enfermedades renales, sin alteración relevante del sedimento urinario. La crea-
que pueden estar incluso sobreañadidas a la nefropatía tinina plasmática es normal o elevada dependiendo del
diabética. El diagnóstico de nefropatía diabética en estos estadio evolutivo de la enfermedad. Son frecuentes los
pacientes requiere la presencia de elevada EUA en au- edemas por el síndrome nefrótico. La evolución hacia
sencia de otras anomalías en la analítica urinaria, así co- la insuficiencia renal es constante. La tensión arterial es
mo la constatación de retinopatía diabética. normal si la función renal es aceptable. Los riñones
Las medidas terapéuticas varían según las diferen- mantienen el tamaño o son grandes incluso en estadios
tes fases y el tipo de diabetes méllitus. Para la fase de mi- avanzados de la enfermedad. En algunos pacientes con
croalbuminuria y proteinuria, en pacientes tipo I, el ob- amiloidosis secundaria el depósito de amiloide predo-
jetivo es la optimización del control metabólico. El mina en los vasos renales; en estos casos no existe o es es-
tratamiento farmacológico de elección inicial consiste casa la presencia de proteinuria, pero es frecuente la pre-
en IECAs, tanto en pacientes hipertensos como en nor- sencia de insuficiencia renal. Si el depósito amiloideo
NEFROLOGÍA 1127
predomina en los túbulos renales el cuadro clínico co- c) Amiloidosis primaria (AL) y enfermedad por de-
rresponderá a una acidosis tubular distal o a una diabe- pósito de cadenas ligeras (EDCL). La hiperpro-
tes nefrogénica. Puede observarse amiloidosis asociada ducción de cadenas ligeras supera su capacidad de re-
a glomerulonefritis extracapilar en general cuando está absorción tubular. La proteinuria puede llegar al
asociada a una artritis reumatoidea. También se han ob- síndrome nefrótico.
servado amiloidosis asociadas a enfermedad por depó- d) Nefropatía tubulointersticial. La acumulación de
sito de cadenas ligeras. cadenas ligeras con cilindros intratubulares produ-
El tratamiento va encaminado, en la amiloidosis se- ce una tubulopatía con manifestación clínica similar
cundaria, a tratar la enfermedad causante de la amiloi- al síndrome de Fanconi: acidosis tubular proximal
dosis(63). La colchicina se ha utilizado especialmente en la y/o pérdida renal de fosfatos.
amiloidosis secundaria a la fiebre mediterránea familiar. e) Otros tipos de afectación renal en el mieloma: pue-
Con referencia al tratamiento con citostáticos, existen den estar en relación con la presencia de hiperuri-
resultados eficaces en pacientes con amiloidosis secun- cemia, infiltración renal por células plasmáticas, ne-
daria a artritis reumatoidea. En la amiloidosis primaria hay frotoxicidad por fármacos, asociación con
elementos que sugieren que el tratamiento con colchicina crioglobulinemia o con otras glomerulonefritis so-
puede prolongar la supervivencia de los pacientes, es- breañadidas (membranoproliferativa, extracapilar).
pecialmente si se asocia a prednisona y melfalán. Re-
cientemente, se ha propuesto el tratamiento con dosis ele- El tratamiento consiste en:
vadas de melfalán y rescate con trasplante medular o
autotrasfusión con células madre periféricas. 1. Reducción de la producción del componente
monoclonal: combinación de melfalán-predniso-
Nefropatía asociada al mieloma na, vincristina o doxorrubicina (más agresivos,
El mieloma se define como la proliferación clo- pero no requieren ajuste de dosis con arreglo a
nal de células plasmáticas con una producción exce- la función renal).
siva de inmunoglobulinas monoclonales o algunas de 2. Plasmaféresis: se ha utilizado, en algunos casos,
sus fracciones, –proteínas de Bence-Jones–. Las cade- para reducir la cantidad de paraproteína en la
nas ligeras se filtran libremente a través del glomérulo sangre, en espera del efecto de la quimioterapia.
y se reabsorben por las células tubulares proximales. 3. Corrección de la hipercalcemia, la hiperuricemia
La excreción normal de cadenas ligeras es inferior a y la hiperfosfatemia.
30 mg/día. Cuando la sobreproducción sobrepasa la 4. Alcalinización de la orina (para eliminar las cargas
capacidad de reabsorción, como en el caso del mielo- eléctricas positivas) y para evitar los diuréticos
ma, se produce un aumento de excreción de 200
proximales o de asa (para no favorecer la con-
mg/día hasta más de 20 g/día. El mieloma predomi-
centración intratubular de cloruro sódico). La
na en varones (relación 2:1) y se detecta habitualmen-
administración de colchicina puede disminuir la
te por encima de los 50 años.
concentración de cilindros intratubulares.
Las manifestaciones clínicas pasan por la afecta-
5. Mantener un buen estado de hidratación, espe-
ción del estado general, alteraciones osteoarticulares
cialmente cuando hayan de utilizarse medios de
y hematológicas, e inmunológicas. Las manifestacio-
diagnóstico radiológico (contrastes yodados).
nes renales, presentes en el 15% de los pacientes son:
6. Evitar posibles agentes nefrotóxicos.
a) Hipercalcemia. Por la destrucción ósea. Produce 7. Soporte mediante diálisis cuando se requiera (en
vasoconstricción renal, incremento de la toxicidad de caso de FRA o de IRC). El pronóstico en diáli-
las cadenas ligeras y, a veces, diabetes insípida ne- sis depende del tipo de mieloma, y los pacientes
frogénica, asociada a deshidratación por poliuria in- suelen presentar una supervivencia que puede ser
tensa. variable, en general no muy superior a 2 años,
b) Riñón del mieloma. Fracaso renal agudo (FRA) o salvo excepciones. Existe poca experiencia res-
IRC debida a precipitación de las cadenas ligeras in- pecto al trasplante renal. La elevada incidencia de
tratubulares por los cilindros, con obstrucción y tu- infecciones lo hace desaconsejable, dependiendo
bulopatía. del pronóstico inicial según el tipo de mieloma.
1128 FARMACIA HOSPITALARIA
10.2. Nefropatías intersticiales y pielonefritis También se utilizan fluorquinolonas y la combinación
trimetroprim-sulfametoxazol. Entre las bacterias aso-
La enfermedad intersticial puede ser debida a múl- ciadas a pielonefritis cerca del 20-30% son resistentes a
tiples etiologías, siendo su investigación de capital im- amoxicilina y cefalosporinas de 1ª generación, por lo
portancia puesto que su supresión puede condicionar que no deben ser empleados.
la curación o la detención de la evolución a la cronici- Si, por el contrario, la infección ha sido adquirida in-
dad y a la IRC. Las nefropatías intersticiales de causa in- trahospitalariamente, puede administrarse un amino-
fecciosa se denominan pielonefritis, siendo las restan- glucósido como la gentamicina o la tobramicina, esta-
tes de origen tóxico, metabólico e inmunoalérgico. bleciendo las dosis según el funcionalismo renal y
Desde el punto de vista etiológico, clínico y morfológi- mientras se espera el resultado de las pruebas de sensi-
co se diferencian en agudas y crónicas. bilidad(64). Si estas pruebas lo permiten podrá cambiarse
a ampicilina con el fin de evitar la administración pro-
10.2.1. Nefropatías intersticiales agudas longada de aminoglucósidos. En pacientes graves, de-
ben administrarse conjuntamente un aminoglucósido y
Pielonefritis aguda ampicilina o una cefalosporina, aunque es preferible la pri-
La pielonefritis aguda se caracteriza por signos in- mera combinación en razón de su menor costo, sobre to-
fecciosos de aparición brusca, en forma de agujas fe- do si la infección está producida por enterococos ya que
briles, no siendo rara la septicemia. Presenta dolores la ampicilina y los aminoglucósidos actúan sinérgica-
lumbares unilaterales o bilaterales, junto con manifesta- mente contra estos microorganismos. En el caso de
ciones urinarias de escozor pre y postmiccional, pola- alergia a la penicilina y pielonefritis debida a enterococos
quiuria, micción imperiosa y turbidez de la orina debida puede recurrirse a la administración de vancomicina. Si
a la piuria. La insuficiencia renal es rara o banal y, por lo es posible, se pasará a la administración de antibióticos
común reversible, en general suele ser consecuencia de orales a partir del tercer o cuarto día o cuando el pa-
un obstáculo de la vía excretora o bien una tubulopatía ciente haya permanecido afebril durante 24-48 h. La du-
aguda asociada. ración del tratamiento será de dos semanas, pudiendo
La pielonefritis aguda es la consecuencia de la in- prolongarse en caso de persistencia de la bacteriuria.
fección del parenquima renal, tanto de origen hemató-
geno como ascendente desde las vías urinarias inferiores, Nefritis intersticial aguda inmunoalergica
lo cual es lo más frecuente. Generalmente es consecuencia de mecanismos de hi-
El tratamiento de la pielonefritis aguda está orien- persensibilidad, tanto humorales como celulares, des-
tado a erradicar la infección, conseguir el alivio sinto- encadenados tras la administración de determinados
mático y prevenir o detener el daño renal. Debe tenerse medicamentos, aun cuando estén bien indicados y ad-
en cuenta que la remisión de los síntomas no siempre ministrados a dosis correctas. Los medicamentos más
supone la eficacia del tratamiento bacteriano, ya que los frecuentemente relacionados son antibióticos como las
síntomas ceden en pocos días e incluso sin tratamiento penicilinas, cefalosporinas, quinolonas, sulfonamidas y ri-
específico. Por tanto, son imprescindibles cultivos de fampicina; y otros como los AINE. La intensidad de la
orina, pruebas de sensibilidad y hemocultivos. reacción no parece guardar relación con la dosis.
Mientras no se dispone de los resultados iniciales, La afectación renal puede ser exclusiva, pero gene-
puede recurrirse al tratamiento empírico con antibióticos. ralmente existen manifestaciones cutáneas y fiebre. Es ha-
La elección se hará en función del origen de la infec- bitual la hematuria. Su pronóstico es benigno. El trata-
ción. Si el origen es extrahospitalario, la administración miento consiste en medidas de soporte. Se han utilizado
endovenosa de 1g de ampicilina cada 4-6 h (hasta un to- corticosteroides con variable resultado, no existe por
tal diario de 10 g en caso de bacteriemia), puede ser ra- tanto una pauta establecida. Los pacientes oligúricos de-
zonable ya que E. coli es el microorganismo responsa- berán someterse a diálisis(63).
ble en el 80-85% de los casos(64). En los pacientes
alérgicos a la penicilina puede administrarse una cefa- 10.2.2. Nefropatías intersticiales crónicas
losporina como, por ejemplo, En los pacientes alérgi-
cos a la penicilina puede administrarse una cefalospori- Las nefropatías intersticiales crónicas representan
na como, por ejemplo, la ceftriaxona o cefotaxima. el 30-40% de las nefropatías crónicas. Su etiología es
NEFROLOGÍA 1129
detectándose cristales de cistina en el sedimento urinario. la enfermedad causal, la posible infección sobreañadi-
El tratamiento comprende la ingesta diaria de 3 litros da y el grado de insuficiencia renal. Aún con un trata-
de agua y la alcalinización de la orina con la ingesta de miento adecuado el pronóstico es malo.
unos 2-3 g de bicarbonato en cada comida y al acostar-
se, lo cual puede ser suficiente para mantener el pH uri- 12 FIBROSIS RETROPERITONEAL
nario en un valor comprendido entre 7 y 8. En estas cir-
cunstancias, la solubilidad de la cistina en la orina La fibrosis retroperitoneal consiste en una inflama-
aumenta(13). Al igual que en el caso anterior, existe el ries- ción crónica del tejido retroperitoneal que puede en-
go de la formación de fosfato cálcico que se depositará globar a uno o ambos uréteres e incluso a grandes vasos.
en la superficie del cálculo de cistina. Puede acompañar a enfermedades como linfomas, me-
La administración de 1-2 g diarios de D-penicila- tástasis tumorales o enfermedad de Hodgkin y en pa-
mina, en dosis divididas, puede ser útil, aunque sus efec- cientes afectos de migraña que estén tomando metiser-
tos adversos son un factor limitante para su uso siste- gida.
mático. Clínicamente se manifiesta de forma muy variada,
asociada a un síndrome tóxico y febril junto con tras-
Litiasis infecciosa
tornos de la diuresis (poliuria o anuria) o bien debutar co-
La litiasis infecciosa consiste en la formación de cál-
mo una insuficiencia renal. La urografía revela dilata-
culos de fosfato amónico-magnésico (estruvita), aso-
ción y compresión ureteral.
ciados a infecciones urinarias con gérmenes ureasa (+)
El tratamiento farmacológico consiste en la admi-
que desdoblan la urea. La consecuencia de ello es la al-
nistración de corticoides a dosis altas, aunque por lo ge-
calinización de la orina con valores de pH superiores a 8
neral hay que recurrir a la intervención quirúrgica para la
y el precipitado de fosfato amónico-magnésico, llegan-
liberación de los uréteres u otros órganos.
do a formar cálculos de gran tamaño, a veces coralifor-
mes.
Las medidas terapéuticas consisten en el tratamien- 13 SÍNDROME HEMOLÍTICO-URÉMICO
to de la infección urinaria en forma crónica. Normal-
mente estos cálculos requieren la intervención quirúr- La etiología del síndrome hemolítico-urémico es
gica o bien la litotricia o técnicas asociadas. La desconocida, aunque es frecuente encontrar entre los
administración de ácido acetohidroxámico, que actúa antecedentes inmediatos una afección gastroenteroco-
por inhibición de la ureasa, se ha mostrado eficaz. lítica o de las vías respiratorias altas (especialmente en
la infancia), toma de anovulatorios, gestación o parto.
En otros casos se ha relacionado con una hipertensión
11.2. Nefrocalcinosis
maligna o transplante renal.
La nefrocalcinosis es una consecuencia de múltiples Las características más importantes son la micro-
situaciones. Las calcificaciones en el riñón suelen aso- angiopatía renal, que acarrea una IRA oligoanúrica con
ciarse a enfermedades generales que cursan con hiper- hematuria, proteinuria y, en el adulto, suele acompañar-
calcemia e hipercalciuria transitoria o permanente (hi- se de hipertensión arterial maligna. Además, aparece
perparatiroidismo primario, síndrome de Burnett, anemia hemolítica y trombocitopenia (coagulación in-
inmovilización prolongada, mixedema congénito, oste- travascular diseminada), junto con fibrinolisis.
opatías, oxalosis, etc). Otras pueden resultar secunda- El tratamiento es eminentemente conservador,
rias a un problema local tipo necrosis cortical, tubercu- controlando la IRA mediante depuración extrarrenal o
losis, necrosis papilar o espongiosis renal. De especial plasmaféresis.
relevancia son las secundarias a la acidosis tubular renal.
En general suelen ser asintomáticas, descubiertas de 14 NEFROANGIOESCLEROSIS
forma fortuita en una exploración radiológica abdomi-
nal o incluso, en forma de cólico renal. Sin embargo, lo Es un entidad muy frecuente después de los 60
más frecuente es descubrirla de forma secundaria a la años, secundaria a las lesiones arteriolares renales y ge-
enfermedad general que la ocasiona. nerales, así como a toda hipertensión arterial perma-
El tratamiento debe estar encaminado a controlar nente (esencial y secundaria). Es de curso lento y pro-
1132 FARMACIA HOSPITALARIA
gresivo, existiendo una forma denominada maligna por rial.
su agudeza y gravedad. En general aboca a la IRC.
La forma benigna, sin un cuadro clínico específico, El desconocimiento o negligencia por parte de
se caracteriza por hipertensión arterial, proteinuria discreta la mujer gestante a seguir las normas terapéuticas
e inconstante, con finas alteraciones de la función renal puede abocar a la eclampsia, estado grave en el
junto con un síndrome general del daño arteriolar con sig- curso de la gestación que suele obligar a la inte-
nos de arteriopatía periférica, lesiones del fondo de ojo, rrupción del embarazo. Sus manifestaciones son
alteraciones cardiacas y afectación cerebrovascular dis- crisis hipertensivas en forma de encefalopatía con
creta. Alrededor de un 2% son de evolución acelerada o hemorragias y edema retiniano. Aumento de la
maligna. proteinuria, grandes edemas e IRA.
El tratamiento estará orientado al control de la hi- El tratamiento requiere una unidad de reani-
pertensión arterial. En las formas malignas puede recu- mación para la madre y para el neonato, siendo la
rrirse a la binefrectomía y hemodiálisis. mortalidad fetal aún muy elevada. En el trata-
miento de las crisis hipertensivas se excluirán los
15 RIÑÓN Y EMBARAZO diuréticos. Una pauta eficaz puede ser la perfusión
monitorizada de hidralazina, nitroprusiato sódico
La mujer gestante normal debe tener unos valores de o labetalol. El cuadro desaparece a los 8 días del
presión arterial, urea y ácido úrico inferiores a los de las alumbramiento, siendo razonable esperar unos
mujeres no embarazadas. La presencia de edemas mo- meses para realizar las exploraciones nefrológicas
derados, dilatación de las vías excretoras y glucosuria no de la hipertensión y proteinuria residual.
son alteraciones necesariamente patológicas. La pree-
xistencia de una hipertensión arterial o una nefropatía – Hipertensión arterial y nefropatías previas al emba-
antes del embarazo comporta el riesgo de una descom- razo. Estas situaciones deben ser previstas desde el
pensación más o menos reversible por lesiones vasculares inicio de la gestación, con controles repetidos a lo lar-
y repercusión en el desarrollo fetal. Son especialmente pe- go de todo el embarazo. En el caso de una IRC, con
ligrosas para la madre y el feto a partir del quinto mes. En filtrado glomerular superior a 30-40 ml/minuto, no
el postparto inmediato puede aparecer una IRA(65). existe incompatibilidad con una gestación normal
Las manifestaciones renales durante la gestación controlada. Ante la aparición de una hipertensión ar-
son especialmente importantes y pueden ser las si- terial de difícil control, debe valorarse la interrupción
guientes: del embarazo(66).
– Insuficiencia renal aguda. Independientemente de la
– Infección urinaria. Es una afección común, pocas ve- forma iniciada en el curso de la crisis de la eclampsia,
ces diagnosticada. En fases avanzadas de la gestación puede aparecer en el curso del postparto en forma
puede presentarse un cuadro grave de pielonefritis, de necrosis cortical bilateral secundaria a un hemato-
la cual, después de ser controlada, obliga a una ex- ma retroplacentario o bien como un síndrome he-
ploración minuciosa después del parto en busca de molítico-urémico.
una uropatía previa.
– Toxemia gravídica. Se trata de un cuadro clínico
16 ENFERMEDADES RENALES
grave por las repercusiones hacia la madre y el
HEREDITARIAS
feto. Manifestada generalmente en primíparas
sin hipertensión arterial ni nefropatía previa, se 16.1. Glomerulonefritis genéticas
caracteriza porque, a partir del quinto mes, se
inicia un aumento de la curva ponderal, eleva- 16.1.1. Glomerulares
ción de la presión arterial y, de forma inconstan-
te, proteinuria. En esta fase es importante la de- Síndrome de Alport
tección de la elevación del ácido úrico. A todo Afecta a ambos sexos aunque el desarrollo de una in-
ello se le conoce como pre-eclampsia, debién- suficiencia renal suele presentarse en el varón. Es una
dose tratar de forma cuidadosa mediante dietas nefropatía hematúrica con tendencia a la IRC junto con
hiposódicas, reposo y control de la presión arte- una sordera de percepción. Se han descrito lesiones
NEFROLOGÍA 1133
APÉNDICE
Para el cálculo en mujeres debe multiplicarse el valor obtenido por 0,82 para compensar que su masa muscular es
porcentualmente inferior a la del hombre.
Para elevar 1 mEq de potasio en plasma deben administrarse 200 mEq de potasio por vía parenteral.