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Una nueva formulación para el problema del

transporte por convección-difusión

Héctor Gómez Díaz (gomez@iccp.udc.es)


Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y
Puertos, Universidad de A Coruña
Tutores: Ignasi Colominas Ezponda, Fermín L. Ambarina
Martínez
UNA NUEVA FORMULACIÓN PARA
EL PROBLEMA DEL TRANSPORTE
POR CONVECCIÓN–DIFUSIÓN

1. OBJETIVOS DE ESTE PROYECTO.

Este trabajo se enmarca dentro de la lı́nea de investigación del Departamento


de Métodos Matemáticos y Representación de la Universidad de A Coruña en el
ámbito de la mecánica computacional de fluidos.
La resolución numérica de los problemas de fluidos presenta grandes
dificultades especialmente cuando se trata de situaciones en las que la velocidad con
la que se mueve el fluido es elevada. El Método de Elementos Finitos —el método
numérico más ampliamente utilizado en la resolución de ecuaciones diferenciales—
se ha aplicado con éxito en multitud de problemas prácticos de ingenierı́a, pero
presenta grandes inconvenientes cuando se utiliza para problemas de fluidos con
convección elevada. Cuando se emplea el Método de Elementos Finitos —MEF
en lo que sigue— para resolver problemas de elasticidad se obtienen resultados
muy precisos incluso con discretizaciones muy bastas y con la formulación más
sencilla posible que es la ponderación tipo Galerkin. Sin embargo, cuando
intentamos abordar un problema de fluidos empleando un método numérico, es
necesario utilizar mallas finı́simas para obtener resultados aceptables. La primera
impresión que se puede obtener de esto es que los malos resultados son debidos a
la no-linealidad y complejidad de las ecuaciones de Navier-Stokes, no obstante,
al intentar resolver problemas simplificados y aparentemente más sencillos los
resultados no mejoran demasiado. Esto nos hace pensar que los problemas
numéricos que se producen se deben a la propia naturaleza de las ecuaciones de
Navier-Stokes.
En cierto modo, el paradigma que resume todo esto es la ecuación del
transporte por convección-difusión, que se puede considerar formalmente como la
versión lineal y escalar de las ecuaciones de Navier-Stokes. Esta ecuación a pesar
de su sencillez y linealidad presenta grandes dificultades a la hora de ser resuelta

1
—Héctor Gómez Dı́az— 2

numéricamente. Muchos autores —T. J. R. Hughes, A. Brooks, F. Brezzi, L. P.


Franca, R. Codina, E. Oñate, etc— han desarrollado métodos de estabilización
para esta ecuación del transporte, pero —quizás exceptuando los métodos que
propone Hughes en el ámbito de las multiescalas— ninguno de ellos tiene una
justificación o sentido fı́sico evidentes.
El objetivo básico de este trabajo es la estabilización de la ecuación del
transporte, pero de un modo justificable y claro. Para ello lo que se ha hecho
es substituir la ecuación constitutiva del problema —ecuación de Fick— por otra
más general. Se presentan varias ecuaciones constitutivas alternativas pero la
que se estudiará en este trabajo con mayor profusión es la ecuación de Cattaneo.
Esta ecuación introduce un término transitorio según el cual el flujo difusivo por
unidad de masa se va aproximando asintóticamente a su valor máximo que es el
que precide la ecuación de Fick. Sin embargo, el motivo principal para substituir
la ecuación de Fick por la ecuación de Cattaneo es que la ecuación de Fick predice
una velocidad no acotada del transporte de masa por difusión, lo cual contradice,
por ejemplo, la Teorı́a de la Relatividad de Einstein.

2. CONTENIDO DEL PROYECTO.

Este proyecto comienza con una breve descripción del fenómeno de la difusión y
de los principales métodos que se han propuesto hasta el momento para estabilizar
la ecuación del transporte.
Posteriormente, se desarrollan las ecuaciones que rigen el fenómeno del
transporte empleando las ecuaciones constitutivas de Fick y Cattaneo. Además, se
muestran otras ecuaciones constitutivas más complejas y se analiza su significado.
En un análisis posterior se demuestra que la ecuación de Fick nos conduce a
la paradoja del transporte por difusión a velocidad no acotada. Sequidamente, se
presenta un ejemplo que nos confirma que la ecuación de Cattaneo resuelve este
problema, y por último se analiza el problema unidimensional del transporte a
partir de la ecuación diferencial que se deriva de la ecuación de Cattaneo. Las
conclusiones extraı́das en este apartado serán fundamentales para el resto del
trabajo.
A continuación, se desarrollan unas condiciones de estabilidad para el problema
del transporte estacionario que se deriva de la ecuación de Cattaneo. Por
medio de estas condiciones seremos capaces de conocer el tamaño de malla que
debemos emplear para resolver un determinado problema mediante un esquema
en diferencias no sesgado, es decir, que no emplee información de la solución
analı́tica para elegir los puntos de aproximación. Comenzaremos por desarrollar
Una nueva formulación para el problema del transporte por convección–difusión 3

las condiciones de estabilidad para la ecuación en diferencias que se obtiene


empleando el MEF con elementos lineales de dos nodos y ponderación tipo
Galerkin. Posteriormente, veremos que estas condiciones también son aplicables
al método de diferencias finitas centradas, dado que conducen a la misma ecuación
en diferencias que el método anteriormente mencionado. Además, se demuestra
que estas condiciones también son aplicables cuando se emplean elementos de tres
nodos y funciones de forma cuadráticas.
Posteriomente, se presentan una serie de ejemplos de la resolución numérica
de la ecuación del transporte que se deriva de la ecuación de Cattaneo. Con
estos ejemplos se pretende mostrar —además de la validez de las condiciones de
estabilidad desarrolladas— el comportamiento numérico de la nueva ecuación del
transporte.
En último lugar se recogen las concusiones extraı́das tras la realización de este
trabajo y se apuntan las futuras lı́neas de investigación.

3. DESCRIPCIÓN DEL FENÓMENO FÍSICO.

Para comprender el fenómeno fı́sico del transporte por convección-difusión es


necesario entender y distinguir dos procesos de movimiento de un soluto en un
fluido: Difusión y convección.
Difusión es el proceso fı́sico debido al cual el soluto se mueve como resultado
del movimiento intermolecular de las partı́culas de ambas substancias.
La convección es el movimiento del soluto debido al movimiento del fluido,
por lo tanto cuando el fluido permanezca en reposo no habrá convección. En este
proceso las partı́culas fluidas actúan como “portadores” de soluto. Este fenómeno
es intuitivo y fácil de comprender.

Fig.1- Transporte por difusión. Transporte por convección.


—Héctor Gómez Dı́az— 4

En ausencia de difusión, un soluto introducido en un fluido en movimiento


será arrastrado por el flujo, pudiendo caracterizarse este movimiento por la
ecuación de ondas unidireccional —problema hiperbólico—:

∂u ∂u
+a =0
∂t ∂x

En esta ecuación a es la velocidad del fluido y u es la concentración de soluto en


el fluido. La solución de esta ecuación es una onda no amortiguada desplazándose
con celeridad a.
Ambos mecanismos son de gran importancia en cualquier proceso de transporte
pero en muchas ocasiones uno de los dos tiene mayor peso que el otro. Existen
numerosos aspectos de la ingenierı́a en los que aparecen los problemas de transporte
por convección-difusión, entre ellos se encuentran:

— vertidos de contaminantes en medios hı́dricos y a la atmósfera.


— flujo de fluidos en explotación de recursos hidráulicos.
— simulación del comportamiento de reservas de petróleo, gas natural, etc.
— estudio de transferencias de calor y masa en problemas de ingenierı́a quı́mica
y nuclear.
— etc.
La naturaleza de estos procesos también se ve claramente reflejada en la
estructura de las ecuaciones de Navier-Stokes. Sin embargo, puesto que la ecuación
del transporte puede considerarse formalmente la versión lineal y escalar de las
ecuaciones de Navier-Stokes, resulta más sencillo estudiar la problemática de estos
procesos a través del problema de transporte.

4. FORMULACIÓN CLÁSICA DEL PROBLEMA

La formulación del problema del transporte se fundamenta —como la de


todos los fenómenos fı́sicos— en las ecuaciones de equilibrio y las ecuaciones
constitutivas. Para el problema de convección–difusión tendremos dos ecuaciones
de equilibrio —conservación de masa fluida y conservación de soluto— y una
ecuación constitutiva. Esta ecuación es un aspecto fundamental de este trabajo.
Empezaremos formulando el problema con la ecuación clásica —ley de Fick— y
posteriormente lo reformularemos empleando la ecuación de Cattaneo.
Las ecuaciones del problema son:

∂ρ(x
x, t) ∂ρ(x
x, t)
+ a T (x
x, t) x, t) · div(a
+ ρ(x a(x
x, t)) = 0 (1)
∂t ∂x
x
Una nueva formulación para el problema del transporte por convección–difusión 5

∂u(x
x, t) ∂u(x
x, t)
ρ(x
x, t) + ρ(x aT (x
x, t)a x, t) x, t) · q (x
+ div(ρ(x x, t)) − f = 0 (2)
∂t ∂x
x

∂u
x, t) = −K
q (x K (x
x, t) (x
x, t) (3)
∂x
x

La ecuación (1) es la ecuación de conservación de masa fluida, la ecuación


(2) es la ecuación de conservación de masa de soluto y la (3) es la ley de Fick o
ecuación constitutiva del problema.

5. PROPUESTAS ANTERIORES PARA ESTABILIZAR LA


ECUACIÓN DEL TRANSPORTE.

En este apartado nos referiremos en todo momento a la ecuación


unidimensional del transporte que se deriva de la ley de Fick, ya que es la que se
ha utilizado hasta ahora para estudiar el problema del transporte por convección-
difusión. Por lo tanto, el problema tipo que analizaremos será

du d2 u
a − k 2 = 0, x ∈ (0, L)
dx dx

u(0) = u0

u(L) = uL (I.6)

Podemos hacernos una idea de lo importantes que pueden llegar a ser las
oscilaciones cuando la convección es elevada sin más que representar los valores
obtenidos al aplicar a este problema el MEF con una ponderación tipo Galerkin.
Vamos a emplear una aproximación mediante una malla de 50 elementos
lineales de dos nodos, con lo que resulta un tamaño del elemento —para L = 1—
de h = 0.02. Además utilizaremos un valor para la velocidad de a = 50 y una
difusividad k = 0.1. Los valores prescritos los consideraremos u0 = 0 y uL = 1.
Con este ejemplo —Fig. 2—queda clara la inviabilidad de la resolución
numérica de un problema de transporte con convección grande.
Los métodos que se han propuesto hasta ahora para estabilizar esta ecuación
consisten esencialmente en añadir un término estabilizador a la ecuación diferencial
—Héctor Gómez Dı́az— 6

1.2
Galerkin
Analitica
1

0.8

0.6

0.4

0.2

−0.2

−0.4

−0.6

−0.8
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2 1.4

Fig. 2- Ejemplo de solución oscilatoria para un problema con convección


dominante.

o a la formulación tipo Galerkin que se desarrollará posteriormente —esto último


resulta justificable desde un punto de vista matemático ya que en principio tenemos
total libertad para elegir las funciones de test, sin embargo, no tiene un significado
fı́sico claro—. Algunos de estos métodos son:
1. Streamline Upwind Petrov Galerkin (SUPG) o Método de la
Difusividad Artificial [A. N. Brooks, T. J. R. Hughes, 1982]
2. Galerkin Least Squares (GLS) [T. J. R. Hughes, L. P. Franca, G. M.
Hulbert, 1989]
3. Subgrid Scale Method (SGS) [T. J. R. Hughes, 1995] [L. P. Franca,
C. Farhat, 1994]
4. Characteristic Galerkin Method (CG) [O. Pironneau, 1982] [O. C.
Zienkiewicz, R. Codina, 1995]
5. Taylor-Galerkin Method (TG) [J. Donea, 1984]
6. Equilibrio en subdominios finitos (FIC) [E. Oñate, 1998]
Esencialmente los cinco primeros métodos consisten en la adición de un término
estabilizador a la formulación original tipo Galerkin. Este término estabilizador
es de la forma [R. Codina, 1996]

Z
P(ωh )τ R(ph )dΩh (4)
Ωh
Una nueva formulación para el problema del transporte por convección–difusión 7

siendo
— P(ωh ) un operador aplicado al espacio funcional de las funciones de test
ωh .
— τ un parámetro con dimensiones temporales.
— R(ph ) el residuo de la ecuación diferencial a resolver al aproximar la solución
u mediante un elemento del espacio de las funciones de prueba ph .

duh d2 uh
R(ph ) = a −k 2
dx dx
con
n
uh (x) =
X
αi pi (x)
i=1

Con este planteamiento común arrancan todos los métodos antes enunciados.
El método de la difusividad artificial (SUPG) fue el primero en emplearse para
la resolución de problemas de transporte, siguiendo al principio razonamientos
meramente heurı́sticos, sin una base formal firme. Además, es el más sencillo
conceptualemte.
5.1. Método de la difusividad artificial (Streamline Upwind).
Este método es muy sencillo conceptualmente pero presenta grandes
inconvenientes, sobre todo cuando se intenta justificar desde un punto de vista
teórico ya que modifica las ecuaciones del problema añadiendo difusividad.
Además, sólo es posible determinar la cantidad de difusividad que hay que añadir
en el caso unidimensional estacionario y sin términos fuente.
5.2. Formulaciones Petrov–Galerkin.
La idea fundamental de este método, consiste en emplear unas funciones de
test distintas de las de forma. Muchos autores [I. Christies, 1976], [J. C. Heinrich,
O. C. Zienkiewicz, 1977], [J. C. Heinrich, O. C. Zienkiewicz, 1978], [J. C. Heinrich,
O. C. Zienkiewicz, 1979], [J. C. Heinrich, 1980], [G. F. Carey, J. T. Oden, 1986]
obtienen estas funciones de test mediante la introducción de un “sesgo” en las
funciones de forma en sentido contrario al avance del flujo. Esta es una de las
formas de introducir el operador P de (4) sobre el espacio funcional de las funciones
de test. De esta manera se consigue un efecto estabilizador similar al producido
por el método de la difusividad artificial. A este tipo de formulaciones se le llama
Petrov-Galerkin.
En resumen: el método de Petrov-Galerkin, si bien es correcto desde un punto
de vista matemático, presenta dos inconvenientes:
—Héctor Gómez Dı́az— 8

1. Introduce difusión numérica fuera de la lı́nea de corriente —crosswind


diffusion— cuando se aplica a problemas bidimensionales o tridimensionales [T.
R. J. Hughes, A. N. Brooks, 1979].
2. Exige conocer la dirección del flujo, con lo cual ya podrı́amos resolver el
problema unidimensional por diferencias finitas sin ningún problema sin más que
utilizar esquemas descentrados según la dirección del flujo.
5.3. Método de Galerkin–Least Squares (GLS).
Este método se obtiene particularizando la expresión (4) para P = L, siendo
L el operador que define la ecuación diferencial. En consecuencia, en el caso que
nos ocupa,

d d2
L = −a + k 2.
dx dx

Otra forma de obtener este método de estabilización [Natalia Camprubı́, 1999]


es promediando las matrices elementales que produce el método de Galerkin con
las que produce el método de mı́nimos cuadrados mediante el parámetro temporal
τ , lo cual resulta equivalente a emplear como funciones de test

ω = p + τ L(p)

Además, este método es equivalente al método de difusividad artificial —


SUPG— para problemas unidimensionales formulados con elementos lineales de
dos nodos.
5.4. Equilibrio en subdominios finitos (FIC).
Este método fue propuesto por E. Oñate [E. Oñate, 1998] y con él pretende
demostrar que los términos estabilizadores obtenidos de forma heurı́stica en los
métodos anteriores surgen de forma natural en la ecuación diferencial que rige el
problema si se realiza un balance de flujo sobre un subdominio finito del problema.
Como inconveniente de este método destaca que modifica la ecuación de equilibrio
del problema.
Una nueva formulación para el problema del transporte por convección–difusión 9

6. UNA NUEVA FORMULACIÓN BASADA EN LA ECUACIÓN DE


CATTANEO.

La nueva formulación se obtiene añadiendo a las ecuaciones (1) y (2) la ecuación


de Cattaneo, i.e.,
 
∂qq (x
x, t) ∂qq (x
x, t) ∂u(x
x, t)
q (x
x, t) + β (x
x, t) + x, t) = −K
a (x K (x
x, t) (5)
∂t ∂xx ∂x
x
En la ecuación anterior β (x
x, t) es un tensor cuyas coordenadas en una base
ortonormal tienen dimensiones de tiempo.
Si hacemos las hipótesis de medio homogéneo e isótropo y suponemos que
el campo de velocidades del fluido es constante el sistema de tres ecuaciones que
constituyen la ecuación de conservación de masa fluida, la ecuación de conservación
de soluto y la ecuación de Cattaneo se puede reescribir como una ecuación de
segundo orden. Esta ecuación es la siguiente:
∂ 2u ∂∇u ∂u ∂f
β 2

+ 2βa − k∇2 u + βa
a · ∇(a
a · ∇u) + + a · ∇u = f + β βaa · ∇f (6)
∂t ∂t ∂t ∂t
En el caso de un problema unidimensional, la ecuación es

∂ 2u ∂ 2u 2
2 ) ∂ u + a ∂u + ∂u = 0 ∀x ∈ <,
β + 2βa − (k − βa t>0
∂t2 ∂x∂t ∂x2 ∂x ∂t
u(x, 0) = f (x) ∀x ∈ <
∂u
(x, 0) = g(x) ∀x ∈ < (7)
∂t

Adimensionalizando la ecuación (7) se puede obtener un número adimensional


similar al de Péclet que jugará un papel muy importante en el resto del trabajo.
Este número es:

a0 l
He = (II.73)
k − βa2
siendo a0 y l una velocidad y un espacio caracterı́stico respectivamente.
En el caso unidimensional estacionario sin términos fuente —que estudiaremos
ampliamente— la ecuación es la siguiente:

du d2 u
a − (k − βa2 ) 2 = 0 (8)
dx dx
—Héctor Gómez Dı́az— 10

7. MOTIVACIÓN PARA INTRODUCIR LA LEY DE CATTANEO.

Para justificar la introducción de la ley de Cattaneo resolveremos un problema


de difusión pura utilizando la ecuación clásica de convección-difusión y la ecuación
que se deriva de la ley de Cattaneo. Veremos que al emplear la ecuación clásica se
producen propagaciones de masa a velocidades no acotadas —lo cual contradice el
sentido común— mientras que cuando se emplea la ecuación que se deriva de la ley
de Cattaneo la masa se prpaga a una determinada velocidad finita y calculable.
El problema que estudiaremos es el de un vertido puntual en un medio fluido
sin convección y un dominio infinito. Este problema está gobernado —cuando se
utiliza la ecuación de Fick— por la siguiente ecuación y condición inicial:

∂u ∂ 2u
=k 2 ∀x ∈ <, t > 0
∂t ∂x

u(x, t = 0) = δ(x) ∀x ∈ <

lı́m u(x, t) = 0, t > 0


x→±∞

y su solución que se puede obtener aplicando una transformada de Fourier es

1 x2
u(x, t) = √ e− 4kt ∀x ∈ <, t > 0
4πkt

Si fijamos un tiempo t = τ > 0, podemos definir

1 x2
ũ(x) = u(x, τ ) = √ e− 4kτ
4πkτ

que es la función de Gauss y por lo tanto cumple ũ(x) > 0 ∀x ∈ <. Esto
quiere decir que existe masa de soluto en cualquier punto del dominio ∀t > 0.
Además, como ya habı́amos visto, en el instante inicial u(x, 0) = 0 ∀x 6= 0, es
decir, no hay masa de soluto en ningún punto que no sea el origen de coordenadas.
Con todo esto podemos ver que si fijamos un punto cualquiera x0 se cumple:

u(x0 , τ ) > 0 ∀τ > 0


Una nueva formulación para el problema del transporte por convección–difusión 11

Fig. 3- Condición inicial del problema.

y por lo tanto la velocidad media de las partı́culas que en el instante t = τ


se encuentran en el punto x = x0 serı́a v̄ = xτ0 que no está acotada porque el
razonamiento anterior es válido ∀τ > 0 y ∀x0 ∈ <.
Ahora resolveremos el mismo problema de antes pero con la ecuación de
difusión que se deriva de la ley de Catteneo. Teniendo en cuenta que ahora es
necesario imponer una condición inicial adicional, el problema queda del siguiente
modo:

1 ∂ 2 u 1 ∂u ∂ 2 u
+ − 2 = 0, x ∈ <, t>0
c2 ∂t2 k ∂t ∂x
u(x, t = 0) = δ(x) ∀x ∈ <

∂u
(x, t = 0) = 0 ∀x ∈ <
∂t
lı́m u(x, t) = 0, t>0
x→±∞

La solución de este problema se ha obtenido realizando uyna doble


transformación integral (Laplace y Fourier) y resulta ser:
 


 c c2 t2 −x2 
I1 2k

  
c2 t

2

 1 −
 e 2k δ(|x| − ct) + I0 c c 2 2 2 + c
2k c t − x , |x| ≤ ct

2k t

2 2k c2 t2 −x2
u(x, t) =






0, |x| > ct

Para ilustrar estos resultados presentaremos un par de figuras en las que se


puede apreciar que efectivamente al emplear la ecuación
q de Cattaneo la velocidad
difusiva media de las partı́culas de contaminante es βk .
—Héctor Gómez Dı́az— 12

Fig. 4- Solución para un tiempo t empleando la ecuación de Cattaneo.

Este ejemplo es suficiente para justificar la introducción de la ecuación de


Cattaneo desde un punto de vista teórico; la importancia práctica de esta nueva
ecuación se verá cuando se aplique al problema de convección–difusión.
A partir de ahora nos centraremos ya en este problema considerando
exclusivamente el caso unidimesional estacionario, para el que se desarrollan unas
condiciones de estabilidad.

8. CONSECUENCIAS DE LA REFORMULACIÓN.

Las consecuencias más importantes de la reformulación son las siguientes:


1. La propagación de masa se produce a velocidad acotada
2. Aparece una velocidad crı́tica del fluido a partir de la cual:
2.1. El problema estacionario no tiene sentido.
2.2. El problema transitorio en un dominio finito se debe formular como un
problema de valores iniciales ya que como problema de contorno está mal
planteado.
Estas dos proposiciones se pueden demostrar de modo teórico pero además se
pueden justificar desde un punto de vista fı́sico del siguinete modo:
- En situaciones de velocidad supracrı́tica el soluto se ve arrastrado por el
flujo y no es posible alcanzar una situación de equilibrio por lo que el
problema estacionario está mal planteado en este caso.
- El problema transitorio en un dominiop finito está mal planteado como
problema de contorno cuando |a| > k/β puesto que el soluto no puede
propagarse hacia aguas arriba, lo que anula desde un punto de vista
conceptual la validez de una condición de contorno aguas abajo.
Una nueva formulación para el problema del transporte por convección–difusión 13

Se pueden encontrar situaciones similares a esta en problemas de propagación


de ondas gravitatorias en flujos en lámina libre o de propagación de ondas sonoras
en un fluido.
3. Se pueden establecer condiciones de estabilidad para el problema
estacionario ya que se pueden definir espacios caracterı́sticos a partir de
las celeridades de las dos ondas solución, que han de ser mayores que el
tamaño de malla.
4. La solución numérica es estable prácticamente para cualquier valor posible
de la velocidad del fluido. Por tanto, al introducir la ley de Cattaneo no
sólo se pueden explicar las causas del mal funcionamiento de un método
numérico sino que las soluciones son estables en la práctica totalidad del
rango de definición de la velocidad del fluido a

9. CONDICIONES DE ESTABILIDAD.

Como ya hemos comentado, al introducir la ecuación de Cattaneo aparece una


velocidad del transporte de masa por difusión acotada que da un nuevo significado
a los parámetros del flujo. Esto también sucederá con las condiciones de estabilidad
de los esquemas numéricos que a partir de ahora serán más claras e intuitivas.
Pensemos en un problema de transporte genérico con unas condiciones de
contorno
q que limiten la velocidad del fluido a, de modo que se ha de cumplir
|a| < βk para que el problema tenga sentido. Por lo tanto el problema a resolver
serı́a:

du d2 u
a − (k − βa2 ) 2 = 0; x ∈ (0, L)
dx dx

+ Condiciones de Contorno
donde k > 0, β > 0.
En cualquier punto del dominio, es decir, ∀x ∈ (0, L) existen dos ondas que se
propagan en direcciones opuestas:
q 
– Una onda que se propaga hacia aguas abajo con una celeridad k
β +a
q 
k
– Una onda que se propaga hacia aguas arriba con una celeridad β −a

A partir de este punto x ∈ (0, L) podemos definir dos espacios caracterı́sticos,


a saber:
—Héctor Gómez Dı́az— 14

q 
k
–β β −a es el espacio caracterı́stico aguas arriba.
q 
–β k
β +a es el espacio caracterı́stico aguas abajo.

Una vez hechas estas consideraciones vayamos a las condiciones de estabilidad


en sı́. Lo que tienen que asegurar estas condiciones es que el tamaño de malla
sea menor que los espacios caracterı́sticos correspondientes para que el esquema
numérico pueda “captar” el fenómeno. En un esquema no sesgado involucramos
puntos tanto aguas arriba como aguas abajo del punto de aproximación de la
ecuación diferencial (xi ), por lo que se ha de cumplir:
q 
a) h < λβ k
β +a .
q 
k
b) h < λβ β −a .

o lo que es equivalente

 s  s 
k k
h < min λβ + a , λβ −a
β β

El mı́nimo de estos dos valores será el primero o el segundo de ellos según sea
a un número negativo o positivo. Haciendo una discusión según el signo de a y
refiriendo la condición al número elemental
q q He que denotaremos por γ, se obtiene
que la condición de estabilidad ∀a ∈ (− β , βk ) es:
k

|a|
|γ| < λ q 
k
2 β + |a|

En los casos en que existen condiciones de estabilidad analı́ticas se


ha comprobado que las condiciones de estabilidad desarrolladas tienden
asintóticamente a las analı́ticas cuando la velocidad tiende a la velocidad crı́tica
(la velocidad a partir de la cual no se propagan partı́culas de soluto hacia aguas
arriba que no existı́a empleando la ley de Fick). En los casos en que no se pueden
establecer condiciones de estabilidad analı́ticamente se ha comprobado su buen
funcionamiente mediante ensayos numéricos.
Una nueva formulación para el problema del transporte por convección–difusión 15

10. ENSAYOS NUMÉRICOS.

En este apartado realizaremos algunos ensayos numéricos con la ecuación


unidimensional del transporte que se deriva de la ley de Cattaneo bajo dos
condiciones de contorno tipo Dirichlet. Por tanto, el problema que trataremos
de resolver será:
du d2 u
a − (k − βa2 ) 2 = 0; x ∈ (0, L)
dx dx
u(0) = u0

u(L) = uL (9)

En todos los ejemplos que se presentan en este capı́tulo se utiliza una discretización
en 20 elementos —con lo que h = 0.05— y una difusividad k = 1. Se empleará una
formulación tipo Galerkin con elementos de dos nodos y funciones de forma
lineales.
Los ejemplos se presentarán en grupos de tres figuras. En cada uno de estos
grupos el tiempo de relajacion β siempre permanecerá constante —al igual que
el tamaño de malla y la difusividad—, pero iremos aumentando el valor de la
velocidad del fluido a hasta que se produzcan oscilaciones.

10.1. GRUPO 1

Este grupo viene definido por β = 0.01. Con estos valores de k y β la velocidad
crı́tica —que en este capı́tulo
q denotaremos por ac — a partir de la cual el problema
no tiene sentido es ac = βk = 10.
Según las condiciones de estabilidad desarrolladas en el capı́tulo anterior se
producirán oscilaciones cuando

s 
k
h > λβ −a
β

ya que vamos a considerar valores de la velocidad a positivos. Como hemos visto


en el capı́tulo anterior podemos suponer λ = 4, por lo tanto la condición anterior
queda del siguiente modo:

s  s
k k h
h > 4β −a ⇒a> − = 8.75
β β 4β
—Héctor Gómez Dı́az— 16

Por lo tanto el método dejará de funcionar “correctamente” cuando a > 8.75,


es decir, cuando a > 0.875ac . Con esto podemos ver que este esquema numérico
permite resolver el problema del transporte para el 87.5 % de los valores del rango
de definición de a.

1.4
Galerkin
Analitica

1.2

0.8

0.6

0.4

0.2

0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2 1.4

Fig. 5- Solución analı́tica frente a solución MEF–Galerkin con elementos de dos


nodos empleando la ecuación de Cattaneo.

En la primera figura que se muestra —Fig. 5— se representa la solución


numérica y analı́tica para una velocidad a = 7. Démonos cuenta de que aunque
este es un problema con un número He elemental pequeño lo estamos resolviendo
perfectamente para un valor de la velocidad relativamente grande ya que la
velocidad crı́tica es ac = 10.
A continuación se presenta la figura 6 que nos muestra la solución numérica
y analı́tica para la velocidad lı́mite a partir de la cual el esquema numérico
empezará a fallar, es decir a = 8.75.
Como veremos en la siguiente figura (Fig. 6) la solución numérica de los
problemas más convectivos que el anterior es oscilante.
Una nueva formulación para el problema del transporte por convección–difusión 17

1.4
Galerkin
Analitica

1.2

0.8

0.6

0.4

0.2

0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2 1.4

Fig. 6- Solución analı́tica frente a solución MEF–Galerkin con elementos de dos


nodos empleando la ecuación de Cattaneo.
1.2
Galerkin
Analitica
1

0.8

0.6

0.4

0.2

−0.2

−0.4

−0.6

−0.8
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2 1.4

Fig. 6- Solución analı́tica frente a solución MEF–Galerkin con elementos de dos


nodos empleando la ecuación de Cattaneo.

10.2. GRUPO 2

Este grupo de ejemplos vieneq caracterizado por β = 1. En consecuencia


la velocidad crı́tica será ac = βk = 1 y la velocidad lı́mite para la cual este
esquema numérico proporciona una solución estable según los requerimientos de
—Héctor Gómez Dı́az— 18

q
las condiciones de estabilidad desarrolladas es a < βk − 4β
h = 0.9875. Por lo tanto

debe ser a < 0.9875ac y en consecuencia la solución que proporciona este esquema
numérico será admisible para el 98.75 % de los valores posibles de a.

Al igual que en los grupos anteriores mostraremos tres figuras que consideramos
representativas del comportamiento de la solución de problema. La primera de
ellas (7) será la solución del problema para una velocidad de a = 0.97

1.4
Galerkin
Analitica

1.2

0.8

0.6

0.4

0.2

0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2 1.4

7- Solución analı́tica frente a solución MEF–Galerkin con elementos de dos nodos


empleando la ecuación de Cattaneo.

La figura (8) nos muestra el comportamiento de la solución para una velocidad


a = 0.9875 que es el lı́mite impuesto por las condiciones de establilidad.

Por último presentamos la figura (9) donde la solución ya es oscilante. El valor


de la velocidad elegida en este caso es a = 0.995.
Una nueva formulación para el problema del transporte por convección–difusión 19

1.4
Galerkin
Analitica

1.2

0.8

0.6

0.4

0.2

0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2 1.4

Fig. 8- Solución analı́tica frente a solución MEF–Galerkin con elementos de dos


nodos empleando la ecuación de Cattaneo.
1.2
Galerkin
Analitica
1

0.8

0.6

0.4

0.2

−0.2

−0.4

−0.6
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2 1.4

Fig. 9- Solución analı́tica frente a solución MEF–Galerkin con elementos de dos


nodos empleando la ecuación de Cattaneo.

10.3. CONCLUSIONES EXTRAIDAS DE LOS ENSAYOS


NUMÉRICOS

— La primera conclusión que podemos extraer a la vista de los resultados


numéricos obtenidos es que, en contra de lo que parecı́a en un principio, alejarnos
de la ley de Fick —es decir, aumentar β— estabiliza el problema por el siguiente
—Héctor Gómez Dı́az— 20

motivo: Aunque al aumentar β estemos haciendo el problema más convectivo, a


cambio surge una cota superior para la velocidad decreciente con β.
Debemos entender bien esta idea. Lógicamente si aumentamos β y
mantenemos a constante estamos desestabilizando el problema, pero a la vez
estamos cambiando la naturaleza del problema, ya que el término difusivo
está perdiendo peso. Por lo tanto si aumentamos β manteniendo a constante
estamos transformando el problema en otro más convectivo y pueden ocurrir dos
cosas:
q
1) El problema deja de tener sentido ya que a > βk
q
2) El problema sigue teniendo sentido ya que a < βk pero es un problema
más convectivo —en el sentido de que el número He elemental γ ha aumentado—.
Por lo tanto vemos que el aumentar β manteniendo a constante no nos da una
información clara de como cambia el problema al aumentar el tiempo de relajación
del mismo. Una forma razonable de ver qué sucede cuando crece el tiempo de
relajación del medio es aumentar β pero no manteniendo
q a constante sino que a
k
será una función de β. En concreto a = µac = µ β donde µ ∈ (0, 1). Si hacemos
esto podemos ver que las condiciones de estabilidad son menos restrictivas contra
mayor es β. Ası́, si en la condición
s 
k
h < λβ −a
β
q
tomamos a = µ βk , la condición de estabilidad queda de siguiente modo:
s
k
h < λβ (1 − µ)
β

Si denominamos s
k
f (β) = λβ (1 − µ)
β

la condición de estabilidad se transforma en

h < f (β)

Además, podemos ver que la función f (β) es una función creciente para
cualquier problema que cumpla µ < 1 —requisito que satisface cualquier problema
Una nueva formulación para el problema del transporte por convección–difusión 21

q
bien planteado ya que es equivalente a la condición a < βk —. Por lo tanto
como habı́amos anunciado, los requerimientos de estabilidad son menos restrictivos
cuanto mayor es β.
Resumiendo: Al utilizar la ecuación de Cattaneo para el problema de
convección–difusión podemos obtener la solución del problema de modo estable
—incluso utilizando la ponderación más sencilla posible para el MEF, que es la
formulación tipo Galerkin— prácticamente para todos los valores posibles de la
velocidad. En consecuencia, desde un punto de vista práctico, hemos estabilizado
el problema, pues el rango de valores de la velocidad para los cuales el problema
es inestable es totalmente despreciable, aún para valores muy pequeños del tiempo
de relajación β.
— La segunda conclusión es una reflexión general. Se trata de hacer notar al
lector que lo realmente importante no es que el método numérico nos dé o no la
solución correcta para cualquier valor de los parámetros. Lo realmente importante
es que una vez introducida la ley de Cattaneo el problema tiene sentido porque
la velocidad del transporte de masa por difusión está acotada y que cuando un
esquema numérico falla conocemos las causas de su mal funcionamiento. Estas
causas provienen directamente de la naturaleza ondulatoria del problema y están
relacionadas con la velocidad a la que se propagan las ondas de difusión. Para
comprender esto podrı́amos decir —aunque abusando del lenguaje— que tenemos
que emplear un esquema numérico que pueda “captar” las ondas de difusión.

11. CONCLUSIONES.

En este trabajo se ha comenzado por situar al lector en el punto de partida


del mismo, ya que es, en cierto modo, la continuación de otras Tesinas realizadas
en Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de
A Coruña. Sin embargo, aunque hemos dicho que se puede considerar como
la continuación de otros trabajos, el enfoque es radicalmente diferente. En
1998, se desarrolló un trabajo [Figueroa, A.] en el que se intentaba estabilizar
la ecuación del transporte mediante los métodos propuestos por diversos autores
en los últimos años —Método de Difusividad Artificial, Formulaciones Petrov–
Galerkin, Galerkin–Least Squares,...— para posteriormente realizar un código que
resolviese casos reales. Un año más tarde, en 1999, se realiza otro Proyecto
Técnico [Camprubı́, N.] en el cual se aplicaba el Método de Elementos Finitos,
con diferentes ponderaciones, al problema del transporte. La idea de este trabajo
es que las oscilacones que se producen al resolver numéricamente la ecuación del
transporte son consecuencia de la arbitrariedad conque se eligen las funciones de
test en la ponderación tipo Galerkin.
—Héctor Gómez Dı́az— 22

En este trabajo el planteamiento es esencialmente diferente. La idea es


substituir la ecuación constitutiva del problema, puesto que nos conduce a la
paradoja del transporte por difusión a velocidad no acotada. La nueva ecuación
que emplearemos será la ecuación de Cattaneo. Según esta ecuación, el proceso de
difusión es de naturaleza ondulatoria y, por tanto, la masa —energı́a en el caso de
transmisión de calor— se transporta a una velocidad acotada. La idea de aplicar
la ecuación de Cattaneo al problema de convección–difusión es muy innovadora,
ya que —hasta donde hemos podido saber— esta ecuación sólo ha sido aplicada a
problemas termodinámicos o de difusión pura.
A lo largo del trabajo se analizan con detalle las consecuencias de emplear la
ecuación de Cattaneo en lugar de la de Fick. En primer lugar, observamos que,
para cualquier problema, existe una velocidad a partir de la cual el problema de
convección–difusión no se puede tratar como un problema de contorno y hay que
formularlo como un problema de valores iniciales. Este resultado es también muy
satisfactorio, ya que intuitivamente se comprende que el problema de convección–
difusión es, en esencia, un problema de valores iniciales. Además, este cambio
de naturaleza en el problema nos recuerda al que se produce en la propagación
de ondas de gravedad en un fluido en lámina libre —gobernado por el número
de Froude— o en la transmisión de ondas sonoras en un fluido —gobernado
por el número de Mach—. También para el problema de convección–difusión
encontraremos un número adimensional que determina la naturaleza del problema.
Otro aspecto que ha resultado esencial es el mencionado cambio de naturaleza
del problema. Hemos pasado de un problema parabólico sin una interpretación
clara, a un problema ondulatorio mucho más intuitivo. Esta capacidad para
reflexionar sobre el problema en términos de ondas nos ha permitido desarrollar
unas condiciones de estabilidad para el problema.
Finalmente, se ha dedicado un capı́tulo al análisis de los resultados numéricos
que se obtienen al introducir la ecuación de Cattaneo en el problema. Estos
ejemplos han servido para constatar la validez de las condiciones de estabilidad
desarrolladas y para demostrar que —en contra de la impresión inicial— el tiempo
de relajación es un parámetro estabilizador del problema.
En consecuencia, como conclusión final se puede decir que al substituir la
ecuación de Fick por la ecuación de Cattaneo no sólo llegamos a un problema con
un mayor sentido fı́sico, sino que, además, es un problema estable prácticamente
para cualquier valor de la velocidad. Además, tiene la ventaja de tener unas
condiciones de estabilidad muy sencillas que nos permiten calcular el tamaño de
malla que debemos emplear.
Una nueva formulación para el problema del transporte por convección–difusión 23

12. LÍNEAS FUTURAS DE INVESTIGACIÓN.

Como primera lı́nea de investigación se puede considerar el estudio más


profundo de problemas multidimensionales. Este aspecto se ha dejado un
poco de lado en este trabajo para intentar comprender perfectamente el caso
unidimensional y tener ası́ una base conceptual sólida. A partir de este estudio
se podrı́a desarrollar un código de elementos finitos que resolviese el problema
multidimensional de convección–difusión con la ecuación de Cattaneo y aplicarlo
a casos reales. Esto servirı́a para comparar los resultados con los de experiencias
anteriores, por ejemplo la de 1998 [Figueroa, A.] en la que se realizó un cálculo en
el puerto de A Coruña.
Otra posible lı́nea de investigación —bastante más compleja que la anterior—
serı́a el estudio de las relaciones entre las condiciones de estabilidad desarrolladas
y los esquemas de aproximación óptima para casos unidimensionales. La idea
es que con el conocimiento de estas condiciones de estabilidad estamos en una
situación privilegiada para comprender las formulaciones de Petrov–Galerkin y el
Método de Galerkin Least Squares. El estudio de este último método se antoja
fundamental para conseguir estabilizar los problemas de fluidos con convección
importante. La causa del buen funcionamiento de este método para el problema
de convección–difusión es un tema totalmente abierto, pues reproduce la solución
exacta del problema unidimensional, habiéndose cometido un crimen variacional
en su formulación.
Finalmente, la lı́nea de investigación más ambiciosa posible serı́a intentar
introducir el concepto de relajación en las ecuaciones de Navier–Stokes. Esto
consistirı́a en modificar las ecuaciones constitutivas del problema para obtener
unas nuevas ecuaciones dinámicas estables desde un punto de vista numérico. Este
estudio serı́a muy complejo y cabrı́a preguntarse si no aparecerı́a, también en este
caso, una cota superior de la velocidad del fluido a partir de la cual la naturaleza
del problema cambia.

13. BIBLIOGRAFÍA

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