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UNIVERSIDAD DEL ZULIA

NUCLEO COSTA ORIENTAL DEL LAGO


COORDINACIÓN DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN
PROGRAMA: MAESTRIA GERENCIA DE EMPRESAS
MENCIÓN: GERENCIA DE OPERACIONES
CABIMAS – EDO. ZULIA

ELABORADO POR:

LCDO. ACURERO OSMAN


ING. BOADAS ROSANGELA

CABIMAS, DICIEMBRE DE 2009


ESQUEMA

LA COMPETITIVIDAD

• DEFINICIONES
• LA COMPETENCIA
• CAUSAS DE LA COMPETITIVIDAD
• NIVELES
• ETAPAS
• PRINCIPIOS
• COMO ESTIMULAR LA COMPETITIVIDAD
• ESTRATEGIAS PARA ALCANZAR LA COMPETITIVIDAD
• EL FACTOR HUMANO DENTRO DE LA COMPETITIVIDAD
• CONCLUSIÓN
• BIBILIOGRAFÍA
LA COMPETITIVIDAD

La competitividad define el grado en que una empresa se desempeña con respecto a


sus competidores; debe reunir una serie de condiciones para alcanzar posiciones de
competencia en el mercado. La productividad y el talento humano son actualmente los
factores claves que definen la competitividad de las empresas en busca de la
excelencia empresarial.

La competitividad por medio de sus evaluaciones en las empresas es posible conocer


su estado con respecto a las demás, sus fortalezas y debilidades y así poder tomar
decisiones estratégicas que proporcionen ventajas competitivas.

El término competitividad es muy utilizado en los medios empresariales, teniendo


incidencia en la forma de plantear y desarrollar cualquier iniciativa de negocios, lo que
provoca, obviamente una evolución en el modelo de empresa y empresario. Pero para
profundizar se debe entender el término de competitividad visto en perspectivas
diferentes de acuerdo con los autores que lo han definido, de los cuales se mencionan
a continuación:

Habilidad sostenible de obtener ganancias y mantener la participación en el mercado


(R. Tamanes, 1988).

Según R. Feenstra, (1989) es la “Capacidad de un país, un sector o una empresa


particular, de participar en los mercados extremos”.

Para Michael Porter (1990), afirma que la competitividad está determinada por la
productividad, definida como el valor del producto generado por una unidad de trabajo o
de capital. Para hablar de competitividad, continúa Porter, habría que irse a la empresa,
y al sector, e identificar cuáles son los factores que determinan que las empresas
generen valor añadido y que ese valor se venda en el mercado, y si realmente esos
factores son sostenibles en el mediano y largo plazo.
Asimismo, Michael Porter establece cuatro factores que pueden ser determinantes en la
competitividad:

1. La dotación del país, en términos de cantidad y calidad de los factores productivos


básicos (fuerza de trabajo, recursos naturales, capital e infraestructura), así como de las
habilidades, conocimientos y tecnologías especializados que determinan su capacidad
para generar y asimilar innovaciones.

2. La naturaleza de la Demanda Interna en relación con la oferta del aparato productivo


nacional; en particular, es relevante la presencia de demandantes exigentes que
presionan a los oferentes con sus demandas de artículos innovadores y que se
anticipen a sus necesidades.

3. La existencia de una estructura productiva conformada por empresas de distintos


tamaños, pero eficientes en escala internacional, relacionadas horizontal y
verticalmente, que aliente la competitividad mediante una oferta interna especializada
de insumos, tecnologías y habilidades para sustentar un proceso de innovación
generalizable a lo largo de cadenas productivas.

4. Las condiciones prevalecientes en el país en materia de creación, organización y


manejo de las empresas, así como de competencia, principalmente si está alimentada o
inhibida por las regulaciones y las actitudes culturales frente a la innovación, la
ganancia y el riesgo.

En lo que establece Pérez Infante (1994, página 204) cuando define la competitividad
de una economía, con relación al resto del mundo, como la capacidad que tiene dicha
economía (y por lo tanto sus empresas) para el abastecimiento y suministro de su
mercado interior y para la exportación de bienes y servicios al exterior.

Del mismo modo Esser Klaus y Col (1994) definen que la competitividad no surge
espontáneamente al modificarse el contexto macro ni se crea recurriendo
exclusivamente al espíritu de empresa a nivel micro. Es más bien el producto de un
patrón de interacción compleja y dinámica entre el Estado, las empresas, las
instituciones intermediarias y la capacidad organizativa de una sociedad.

Ivancevich y Col en su libro Gestión, calidad y competitividad (1996), cita la siguiente


definición: “Competitividad Nacional, la medida en que una nación, bajo condiciones de
mercado libre y leal es capaz de producir bienes y servicios que puedan superar con
éxito la prueba de los mercados internacionales, manteniendo y aún aumentando al
mismo tiempo la renta real de sus ciudadanos”.

Esta definición puede adaptarse al ámbito organizacional, considerando competitividad


la medida en que una organización es capaz de producir bienes y servicios de calidad,
que logren éxito y aceptación en el mercado global.

Sastre Castillo, Miguel y Aguilar Pastor, Eva (2000) alegan que: "La competitividad se
ha convertido en una exigencia para la supervivencia de las empresas. Las empresas
compiten en los cada vez más amplios mercados en los que participan."

En este sentido cuanto más elevado sea el porcentaje de la demanda nacional que se
abastece con producción interna y, cuanto más alta sea la participación relativa de las
exportaciones del país en el comercio mundial, mayor será el grado de competitividad
de la economía.

Por otra parte entiende la autora Pérez Bengochea, (2008), en su publicación


Competitividad Empresarial: un nuevo concepto, la competitividad como: "la capacidad
de una empresa u organización de cualquier tipo para desarrollar y mantener unas
ventajas comparativas que le permiten disfrutar y sostener una posición destacada en el
entorno socio económico en que actúan”.

Según El Diccionario de la Real Academia Española recoge el término competitividad


como: “capacidad de competir; rivalidad para la consecución de un fin”. En términos
empresariales, se entiende por competitividad “la capacidad de una organización
pública o privada, lucrativa o no, de mantener sistemáticamente ventajas comparativas
que le permitan alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición en el entorno
socioeconómico”.

La definición de competitividad de la Harvard Business School consiste en la habilidad


de un país para crear, producir y distribuir productos o servicios en el mercado
internacional, manteniendo ganancias crecientes de sus recursos.

Como hemos mencionado antes, la competitividad está relacionada fuertemente con la


productividad: para ser productivo y por el talento humano con los que cuenta, el cual
tienen que estar completamente integrados, ya que son de igual importancia, entonces
la competitividad es la capacidad de conllevar una acción empresarial, el de ser
competitivo, que le permitan alcanzar, sostener y mejorar en el entorno laboral el
cumplimiento de un alto nivel. En este contexto se desarrolla una creciente importancia
entre los gestores y las organizaciones por elevar sus estándares de calidad para
mantenerse en el mercado.

La incorporación de los principios de competitividad un beneficio sostenible para su


negocio, da como resultado una mejora de calidad constante y de innovación, se debe
al desarrollo de las funciones, actividades y operaciones de la empresa, permite a esta
incrementar el nivel en que se encuentre o que la empresa este alcanzando.

La visión de la competitividad se orienta como fenómeno comercial y económico,


agregarse una concepción flexible de la estrategia y de la organización, que debe estar
compuesta por el esfuerzo del trabajo del capital humano y la responsabilidad social
empresarial, un fenómeno que busca la constante creación de valor, persiguiendo al
mismo tiempo el bienestar social. En donde una empresa es considerada competitiva si
tiene éxito mantenido a través de la satisfacción del cliente, basándose en la
participación activa de todos los miembros de la organización para la mejora sostenida
de productos, servicios, procesos y cultura en las cuales trabajan; para lo cual fomenta
determinadas competencias.

LA COMPETENCIA

Si no hubiera competencia la empresa tendría planes, pero no estrategia; las nociones


de estrategia y de competencia están indisolublemente ligadas; toda estrategia guarda
relación con la competencia, por eso el fin de la estrategia es el de ampliar el poder de
la empresa ante sus competidores.

Hay que descartar desde un principio el concepto simplista según el cual las
organizaciones que nos hacen competencia son aquellas que producen el mismo
producto; la “miopía de marketing” señala un error común que consiste en preocuparse
únicamente de la competencia obvia, la de las empresas que fabrican la misma cosa,
para finalmente ser derrotados por la introducción de productos substitutivos.

Hay competencia cada vez que varios vendedores tratan de conseguir simultáneamente
el presupuesto limitado de un comprador; así es como si un librero y un agente de
viajes tratan simultáneamente de convencernos de que pueden satisfacer nuestra
necesidad de evasión, se encuentran de hecho en competencia.

La competencia en un sector industrial depende de cinco fuerzas competitivas básicas:

• Los competidores del sector.


• Las relaciones con los proveedores.
• La aparición de productos sustitutivos.
• La aparición de competidores potenciales.
• Las relaciones con los clientes potenciales.

Cada una de estas fuerzas influyen en mayor o menor medida para determinar el nivel
de competitividad que ha de alcanzar una empresa dentro del sector en el que quiere
operar; si existen muchos competidores en él, la organización deberá tener varias
ventajas competitivas pasa sobrevivir; estas también son necesarias en el caso de que
puedan aparecer productos sustitutivos o nuevos competidores; las buenas relaciones
con los proveedores y los posibles compradores elevan la competitividad del grupo.

CAUSAS DE LA COMPETITIVIDAD

Las empresas se ven confrontadas hoy con mayores requerimientos que resultan de
distintas tendencias; se distinguen, entre ellas:

• La globalización de la competencia en cada vez más mercados de productos;


cada día es más fácil que una empresa acceda a mercados que hasta hace
pocos años tenían vetado el acceso a empresas y productos extranjeros.
• La proliferación de competidores debido a los procesos de industrialización tardía
y al buen resultado del ajuste estructural y la orientación exportadora; al
desaparecer antiguos monopolios quedan en algunos nichos suficiente mercado
para muchas empresas.
• La diferenciación de la demanda; que, además, exige cada vez mejores
productos y productos específicos según sus necesidades; además, la calidad
alcanzada por un producto nunca se puede reducir, la demanda sólo tolera su
aumento.
• El acortamiento de los ciclos de producción.
• La implementación de innovaciones radicales: nuevas técnicas (microelectrónica,
biotecnología, ingeniería genética, nuevos materiales y nuevos conceptos
organizativos), y avances radicales en sistemas tecnológicos que obligan a
redefinir las fronteras entre las diferentes disciplinas.

Debido a estos cinco factores la necesidad de tener y mantener competitiva a una


organización se convierte en una labor primordial para el empresario actual.

NIVELES DE COMPETITIVIDAD
En economía de la empresa nos centramos principalmente en la competitividad en el
ámbito de las organizaciones productoras de bienes y servicios, pero no podemos
olvidar que debe existir también competitividad a unos niveles macroeconómicos; y son
tres:

• Competitividad del país: incluye variables como la estabilidad macroeconómica, la


apertura y acceso a mercados internacionales o la complejidad de la regulación para el
sector empresarial; una nación proteccionista puede favorecer temporalmente a las
empresas autóctonas, pero, con el tiempo, esta economía conseguirá que sus
empresas no puedan competir fuera del país; las grandes fluctuaciones en el cambio de
la moneda o en los tipos de interés conllevan que una empresa que es competitiva en el
momento, no lo sea en el posterior debido a la falta de estabilidad y continuidad de la
economía que representa su entorno.

• Competitividad de la región: en donde se encuentran carreteras, aeropuertos,


sistemas de comunicación, infraestructura educativa y servicios, entre otros; la empresa
necesita buenos sistemas de comunicación que hagan llegar los productos rápidamente
a los mercados, así como también faciliten la llegada de las mercancías de los
proveedores de otras zonas que pueden reportarnos ventajas en calidad o en costos
con respecto a los proveedores de la zona; podemos elegir el proveedor que más nos
interese sin estar obligados, por razones externas a la empresa, a elegir aquellos de la
región; no debemos tampoco olvidar la formación, pues tener mano de obra calificada y
bien formada es la base para que las empresas de la región cuenten con personas
competentes que crean empresas competitivas.

• Competitividad de la propia empresa: la capacidad de su gente, su nivel de


desarrollo tecnológico, la calidad de sus productos, los servicios que presta, su
capacidad de vinculación con otras empresas o la información de que se dispone al
interior; este tercer elemento se desarrolla en el resto del trabajo, pues es el tema
principal del mismo.
Existen algunas teorías que tratan un cuarto nivel que incluiría la competitividad dentro
de cada departamento de la empresa; estas se encuentran actualmente en desuso
debido a que no considera la empresa como un todo y se ha demostrado que, por
ejemplo, de nada sirve tener un departamento de marketing competitivo si no se apoya
con una productividad eficiente; si todas las subdivisiones son eficientes la empresa
será competitiva.

ETAPAS DE LA COMPETITIVIDAD

La evolución ascendente de la competitividad se puede dividir en cuatro etapas:

• Etapa incipiente: donde la competitividad es muy baja; la empresa es altamente


vulnerable a los cambios del medio ambiente; actúa según las presiones del
mercado o bien a capricho y estado de humor de sus dueños; la aplicación de los
principios de competitividad es prácticamente nula; tiene poco control sobre su
destino; reacciona por intuición; se desorienta y se desconcierta con todo lo que
sucede, tanto interna como externamente.
• Etapa aceptable: nivel regular de competitividad; se han subsanado los
principales puntos de vulnerabilidad contándose con los cimientos adecuados
para hacer un buen papel ante los ojos del público consumidor y la competencia;
los principios de competitividad se aplican aceptablemente; el equipo directivo se
hace responsable del futuro de su organización y dirige su destino hacia donde
visualiza lo que mejor le conviene.
• Etapa superior: buen nivel de competitividad; la empresa comienza a ocupar
posiciones de liderazgo y se caracteriza por el grado de innovación que mantiene
dentro de su mercado; domina los principios de competitividad; se mantiene
despierta y reacciona de manera inmediata a cualquier cambio del medio
ambiente; pone atención a los siete principios de competitividad; da mayor
énfasis a la cultura organizacional para lograr homogenizar el pensamiento,
sentimiento y accionar de todo su personal.
• Etapa sobresaliente: muy alto nivel de competitividad; considerada como
visionaria; sirve de referencia al resto de la industria; genera los cambios y las
demás se van adaptando a ellos; en esta etapa la organización vive en una
amenaza constante por parte de los competidores de las etapas anteriores, pues
tratan de encontrarle debilidades y huecos en el mercado; los principios de
competitividad se aplican con alta eficiencia y todos los miembros de la empresa
tienen una real convicción de ellos; están en posibilidad de compartir su
tecnología directiva con otras empresas; la empresa muestra disposición por
compartir los resultados y las formas para alcanzar su posición actual.

PRINCIPIOS DE COMPETITIVIDAD

La mayoría de los autores coinciden en los siguientes:

• Mantenerse en la cima de las tendencias: mantener la empresa sobre el pulso


del cambio.
• Llegar a ser un campeón del cambio: prepararse físicamente y
psicológicamente para la realidad del cambio; la perspectiva sobre el cambio
tendrá un profundo impacto sobre las maneras en que los trabajadores lo
experimentan.
• Contratar, gratificar, y promocionar a los mejores y más brillantes
trabajadores: los mejores empleados llevarán la empresa hacia el futuro; se
debe desarrollar un sistema de recursos humanos que identifique, capacite,
promocione, y premie al mejor personal que exista tanto dentro de la empresa
como dentro del mercado laboral.
• Pensar globalmente, actuar localmente: la tecnología de la información está
reduciendo el mundo, creando nichos en los mercados por todo el globo; pensar
sobre cómo los productos y servicios pueden satisfacer al cliente en alguna otra
parte.
• Innovar: Aquello que se hace actualmente, se debe hacer mejor, más barato y
más rápido; si no se esta preparado para innovar, entonces hay que estar
preparado para perder la acción del mercado.
• Inversión en tecnología, gente, y capacitación: el dinero gastado en
tecnología, gente, y en capacitación no es un costo, es una inversión.
• Luchar contra la complacencia del éxito: el éxito es una barrera para cambiar;
si la empresa es exitosa, eso algunas veces significa que no hay motivación para
mejorar; cuando uno es el líder en su mercado no debe sentirse satisfecho ni por
un minuto por el tamaño de la brecha entre su empresa y la empresa en segundo
plano.

COMO ESTIMULAR LA COMPETITIVIDAD

La estimulación necesaria para que un país, una empresa nacional, una transnacional
etc, sea más competitivo, son resultado de una política fomentada por el estado que
produzcan las condiciones para proveer la estabilidad necesaria para crecer y se
requiere de la construcción de un Estado civil fuerte, capaz de generar, comunidad,
cooperación y responsabilidad.

Algunas de las condiciones requeridas para que un país sea competitivo, es que el
Estado debe fomentar en sus políticas de gobierno las condiciones necesarias para
garantizar la actividad comercial que permita el normal desenvolvimiento de la actividad
comercial de estas empresas.

Las acciones de refuerzo competitivo deben ser llevadas a cabo para la mejora de
ciertos puntos, estos podrían ser :

• La estructura de la industria turística.


• Las estrategias de las instituciones públicas.
• La competencia entre empresas.
• Las condiciones y los factores de la demanda.
• Transparencia y reglas claras que se hagan respetar, dentro de un ambiente
donde las finanzas estén en orden.
• Establecer reglas tributarias adecuadas
• Una política macroeconómica que sea capaz de fomentar la inversión de
capitales, dentro de un marco económico donde no exista la regulación y control
de precios ( Precios acordes a la oferta y la demanda).
• Planes de reestructuración de la educación de tal forma que el sector educativo
este acorde con las necesidades reales del sector productivo. Favoreciendo muy
especialmente al sector de la Educación Pública de bajos recursos. Las nuevas
empresas requerirán de personal calificado que esté a la altura de las nuevas
tecnologías.
• El establecimiento de una sólida y comprometida asociación Gobierno-Sector
Privado, para fomentar el crecimiento de la tecnología, productividad, etc , a fin
de ofrecer competitividad a nivel internacional dentro de un marco de ventajas
igualitario para todos.
• Estrategias Competitivas Genéricas

Formulación De Estrategias De Competitividad

Para facilitar la formulación de estrategias de competitividad se presenta una extensa


gama de posibilidades que sin pretender ser completa, sí puede ser útil para orientar la
formulación de las estrategias generales a particulares.

Los grupos de estrategias incluidas en dicho formato son seis:

• Estrategias relativas a la producción.


• Estrategias relativas al producto.
• Estrategias relativas al precio.
• Estrategias relativas al mercado.
• Estrategias relativas a la comercialización.
• Estrategias relativas al servicio.

Estrategias relativas a la producción:

Presentan diversas alternativas respecto a:

• Tipo de producción: por lotes o sobre pedido.


• Forma de producir: se refiere a la tecnología utilizada para producir (manual o
mecanizada), y el nivel de tecnología aplicada.
• Capacidad y flexibilidad en la planta productiva.
• Nivel de producción: masiva o limitada.
• Lugar para producir que tiene relación con dos situaciones: ubicación de la
planta fabril dentro o fuera del país y utilización del servicio de terceros en
procesos de producción.

Estrategias con relación al producto

• Variabilidad en la presentación del producto.


• Tamaño de la línea de productos, que se refiere a número y diversidad de
productos que la empresa maneje.
• Flexibilidad en la elaboración del producto: referida a su nivel de
personalización o estandarización.
• Variabilidad con respecto a uso de productos, dependiendo del medio
geográfico, clima, edad, cultura, evento o situación.
• Mejoras en el envase o empaque: forma, tamaño, material, textura, etcétera.
Mejores en el embalaje.
• Mejoras en el diseño gráfico: formas, colores, tipografía, imágenes, etcétera.
Variabilidad de la calidad: calidad única, calidades diversas en función al precio y
segmento del mercado, también con respecto al posicionamiento deseado del
producto en el mercado en función a niveles socioeconómicos y socioculturales
de los consumidores.
• Estrategia con respecto a la durabilidad: corta vida o pronta obsolescencia,
durabilidad dentro del promedio y larga vida operativa del producto con escaso
nivel de obsolescencia o posibilidad de actualización o escalamiento.
• Estrategia con respecto al diseño tradicional contra diseño creativo,
vanguardista, novedoso e imaginativo.
• Estrategia con respecto a la tecnología del producto: de punta, promedio o a
la zaga.
• Estrategia con respecto a la seguridad de producto referida al posible daño
que su uso o manejo pueda causar al ser humano.
• Estrategia con respecto a la ecología, es decir, el cuidado del ambiente.
• Estrategia con respecto a la ergonomía y comodidad, dadas las
características y dimensiones orgánicas del consumidor o usuario.
• Estrategias de marca con respecto al nombre que habrá de servir de
identificación del producto, ya sea por medio de la marca propia, del distribuidor
o la de un tercero con derecho al uso y explotación de un nombre
adecuadamente posicionado en el mercado, o bien manejar el producto sin
marca, que lo relacione con el productor, distribuidor o empresa reconocida.

Estrategias con relación al precio.

• Durante su ciclo de vida y en relación con el mercado al que se dirige:


introducción, crecimiento y en la etapa de mantenimiento.

Estrategias en cuanto a la comercialización / mercado

• Respecto a los mercados y segmentos y/o nichos de mercado deseados, y a la


selección de canales de distribución.
• Estrategias con relación a la promoción
• Comprenden programas, medios y acciones a ser utilizados para dar a conocer y
procurar la aceptación y fidelidad del consumidor con respecto a los productos
y/o servicios que la empresa ofrece.
Estrategias con respecto al servicio

• Como apoyo a la labor de preventa, venta y posventa.


• Instrumentación De Estrategias
• Ya formuladas las estrategias, al igual que los planes, para poder generar
resultados deben ponerse en acción, para lo cual deberá contarse con recursos
especificados en un presupuesto y con la programación del tiempo,
frecuentemente por medio de ruta crítica, CPM o gráfica de Gantt.

De acuerdo con Michael e. Porter la segunda cuestión central en la estrategia


competitiva es la posición relativa de la empresa dentro de sus sector industrial. El
ubicarla determina si la utilidad de una empresa está por arriba o por abajo del
promedio del sector. Una empresa ésta por arriba o por abajo del promedio del sector.
Una empresa que se pueda ubicar bien, puede obtener altas tasas de rendimiento
aunque la estructura del sector sea desfavorable y la utilidad promedio del mismo sea,
por tanto, modesta.

La base fundamental del desempeño sobre el promedio a largo plazo es una ventaja
competitiva sostenida. Aunque una empresa puede tener millones de fuerzas y
debilidades en comparación con sus competidores, hay dos tipos básico de ventajas
competitivas que puede poseer una empresa: costos bajos o diferenciación. La
importancia de cualquier fortaleza o debilidad que posee una empresa es en su esencia
una función de su impacto sobre el costo relativo o la diferenciación. La ventaja en el
costo y la diferenciación, a su vez, surgen de la estructura del sector industrial. Son el
resultado de la capacidad de una empresa lidiar con las cinco fuerzas mejor que sus
rivales.

Los dos tipos básicos de ventaja competitiva combinados con el panorama de


actividades para las cuales una empresa trata de alcanzarlas, los lleva a tres
estrategias genéricas para lograr el desempeño sobre el promedio en un sector
industrial: liderazgo de costos, diferenciación y enfoque.
ESTRATEGIAS PARA ALCANZAR COMPETITIVIDAD

Las empresas han descubierto muchos métodos distintos para crear una posición
defendible en un sector, sin embargo, podemos identificar tres estrategias competitivas
genéricas, internamente consistentes, que pueden ser usadas una a una o en
combinación, para crear dicha posición defendible a largo plazo y sobresalir por encima
de los competidores en el sector; y son

• Liderazgo general en costos: consiste en que estos sean lo más bajos


posibles; se consigue a través de una eficiente asignación de recursos apoyado
en una adecuada división de trabajo; unos costos reducidos con respecto a la
competencia conllevan una ventaja competitiva muy importante para poder fijar
bajos precios; una buena política en costos nos acercará hacia la “optimización”
de los costos.
• Diferenciación del producto: si la demanda considera nuestro producto igual
que otro puede dejar de consumir el nuestro por diversos motivos: mejor precio
del otro, producto de la zona, etc.; por el contrario, si nuestro producto se
considera diferente al resto, ofrece ventajas que otros no ofrecen y la demanda
no considera sustitutivo a ningún otro producto; seremos competitivos porque la
demanda no consumirá otros productos que considera diferentes al nuestro; en
esta estrategia predomina las actuaciones de los departamentos de marketing.
• Enfoque o alta segmentación: la economía mundial actual se caracteriza por la
saturación de los mercados; es difícil encontrar mercados que no estén
saturados o muy desarrollados, por esa misma razón las empresas ya no buscan
mercados que ocupar, sino que tienden a la segmentación; es necesario
concentrarse en algún segmento del mercado para competir mejor sin tener que
andar diversificando esfuerzos; la empresa debe asentarse en el nicho
empresarial donde exista mercado que satisfacer y pueda especializarse en él.

Toda empresa que quiera mantenerse en una unidad de negocio deberá tratar de
conseguir estos tres aspectos; lo ideal para la misma sería que tuviese las tres
características, aunque cualquiera de ellas por separado convierte una organización en
una organización medianamente competente.

EL FACTOR HUMANO DENTRO DE LA COMPETITIVIDAD

Se construye desde el mismo individuo; si este es competitivo, las organizaciones en


las que participe serán competitivas y así sucesivamente; el conocimiento de este
concepto y otros relacionados es imprescindible en la formación de cualquier
profesional; todo cambio exige ciertos ajustes personales y modificaciones que ocurren
a través de tres modos diferentes:

• En los patrones de comportamiento.


• En las actitudes personales.

• En la adaptación social.

Lo importante es que las organizaciones se adapten a los cambios ambientales para


tener éxito; estos cambios afectan de manera directa a sus trabajadores; por lo tanto, el
papel de la empresa consiste en crear condiciones organizacionales y ambientales para
que el cambio pueda ser aceptado por todos sus miembros.
CONCLUSIÓN

La competitividad es un estilo de vida dentro de las actuales empresas, así, las que
quieran o se sientan, en capacidad de llevar como bandera de acción empresarial el
sentimiento de ser competitivo, deben desde siempre llenar su ambiente de niveles
altamente visionarios y encaminados hacia una mejor situación, tanto laboral como
social.

Un país con empresas poco competitivas tiende a tener como única posibilidad el ser
absorbido por empresas extranjeras; la competitividad no es una respuesta ante un
evento aislado; debe convertirse en una realidad dentro de todos nosotros, ya que el
mundo vive una revolución competitiva, al menos para quien la quiera ver, y la
globalización empresarial hace que las empresas actúen y se muevan en busca de un
desarrollo, tanto social, empresarial y principalmente personal.

La competitividad no es un actuar exclusivo de las empresas, las personas competitivas


pueden vivir mejor dentro de un mundo en cambio constante, la forma de ser y actuar
de las personas marcan y establecen el nivel competitivo dentro de el cual funcionara
un negocio o una empresa.
BIBLIOGRAFÍA

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Calidad y competitividad, Madrid: Irwin.
 KLAUS ESSER; WOLFGANG HILLEBRAND; DIRK MESSNER; JÖRG MEYER-
STAMER (1994): «Competitividad internacional de las empresas y políticas
requeridas: Competitividad sistémica» Instituto Alemán de Desarrollo, Berlin.
 PÉREZ INFANTE, J. I. (1994): «Costes Laborales y Competitividad de la
Economía Española », Revista de Economía y Sociología del Trabajo, números
25-26, septiembre-diciembre, páginas 204-234.
 PORTER Michael. "The Competitive Advantage of Nations", Free Press, Nueva
York, 1990.
 SASTRE CASTILLO, M.; AGUILAR PASTOR E. (2000): «Un modelo de
competitividad empresarial basado en los recursos humanos» Departamento de
Organización de Empresas. Universidad Complutense de Madrid.
 Pérez Bengochea, Valietti .(2008) «Competitividad Empresarial: un nuevo
concepto», en el artículo original publicado 23/09/2008:
http://www.degerencia.com/articulo/competitividad_empresarial_un_nuevo_conc
epto

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