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Establecido por Naciones Unidas en 1990, se celebra cada 1ero de octubre el "Día del

Adulto Mayor". Este día se conmemora en todo el mundo de muy diversas formas y
favorece la toma de conciencia sobre el valor de la prolongación de la vida y de los
beneficios que de ella se pueden alcanzar para vivir un mundo cada vez más armónico y
justo.

La Asamblea General, al designar el 1 de octubre Día Internacional de las Personas de


Edad (resolución 45/106, de 14 de diciembre de 1990), solicitó contribuciones
destinadas al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para el Envejecimiento, el cual
apoya proyectos en beneficio de los ancianos en países en desarrollo. El Fondo
Fiduciario se estableció como parte de la aplicación del Plan de Acción Internacional
sobre el Envejecimiento, aprobado en la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento
celebrada en Viena en 1982.

Se celebra desde 1982 cuando se llevó a cabo la Asamblea de las Naciones Unidas
dedicada exclusivamente al envejecimiento

Día Internacional del Adulto Mayor

A partir del año 1990 se conmemora el primero de octubre a nivel mundial el Día
Internacional del Adulto Mayor. Este día fue establecido por las Naciones Unidas
para favorecer la toma de conciencia sobre el valor de la prolongación de la vida y
la necesidad de favorecer sociedades cada vez más integradoras y justas para
todas las personas adultas mayores.

Se conmemora en todo el mundo de muy diversas formas como expresión unánime


de los beneficios de una vida prolongada en un mundo cada vez más armónico y
justo.

El 14 de diciembre de 1990, la Asamblea General de la Organización de las


Naciones Unidas proclamó el 1° de octubre como el Día Internacional de las
Personas de Edad, su objetivo principal es recaudar dinero para el el Fondo
Fiduciario de ese organismo para el envejecimiento, dicho fondo fue creado como
parte del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento en el año de 1982.

Es una llamada de atención a todo el mundo principalmente a los países tercer


mundistas y en desarrollo, a trabajar en favor de políticas y programas que
permitan a las personas de edad vivir en un medio que mejore su capacidad,
fomente su independencia y pueda proporcionarles un apoyo y una atención
adecuados a medida que las personas van envejeciendo.

La Convención de Ginebra de la Naciones Unidas, realizada en 1982, aprobó los


Derechos Básicos de los Adultos Mayores:

1. Tener acceso a alimentación, agua, vivienda, vestimenta y atención de salud


adecuados mediante ingresos propios suficientes y/o el apoyo de sus familias y de
la comunidad.

2. Tener la posibilidad de trabajar o tener acceso a otras alternativas de obtener


ingresos.

3. Poder participar en la determinación de cuándo y en qué medida cesarán de


desempeñar actividades laborales.
4. Tener acceso a programas educativos y de formación adecuados.

5. Tener la posibilidad de vivir en entornos seguros y adaptables a sus preferencias


y capacidades.
6. Poder residir en su propio domicilio por tanto tiempo como sea posible.

7. Permanecer integradas en la sociedad, participar activamente en la formulación y


en la aplicación de las políticas que afectan directamente su bienestar.

8. Poder buscar y aprovechar oportunidades de prestar servicio a la comunidad y


de trabajar como voluntarios en puestos apropiados a sus intereses y capacidades.

9. Poder formar movimientos o asociaciones de personas de edad avanzada.

10. Poder disfrutar de los cuidados y la protección de la familia y la comunidad de


acuerdo con el sistema de valores culturales de cada sociedad.

11. Tener acceso a servicios de atención de salud que les ayuden a mantener o
recuperar un nivel óptimo de bienestar físico, mental y emocional, así como a
prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad.

12. Tener acceso a servicios sociales y jurídicos que les aseguren mayores niveles
de autonomía, protección y cuidado.

13. Tener acceso a medios apropiados de atención institucional que les


proporcionen protección, rehabilitación y estímulo social y mental.

14. Poder disfrutar de sus derechos humanos y libertades fundamentales cuando


residan en hogares o instituciones donde se les brinden cuidado o tratamiento, con
pleno respeto de su dignidad, creencias, necesidades e intimidad, así como de su
derecho a adoptar decisiones sobre su cuidado y sobre su calidad de vida.

15. Poder aprovechar las oportunidades para desarrollar plenamente su potencial.

16. Tener acceso a los recursos educativos, culturales, espirituales y recreativos de


la sociedad.

17. Poder vivir con dignidad y seguridad y verse libres de explotaciones y de malos
tratos físicos o mentales.

18. Recibir un trato digno independientemente de la edad, sexo, raza o procedencia


étnica, discapacidad u otras condiciones, y han de ser valorados,
independientemente de su contribución económica.

Hoy, 01 de octubre, se festeja el Día del Adulto Mayor, efeméride que fue decretada por
la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1990. Existen decretos, ordenanzas,
que establecen los derechos humanos de estas personas de la tercera edad, debido a los
atropellos que algunas de ellas sufren diariamente.

En San Cristóbal se cuenta con una "Ordenanza sobre la Protección Social al Adulto
Mayor", decretada el 23 de marzo de 2009 por la alcaldesa Mónica García de Méndez,
la cual determina en sus artículos el derecho a la salud y atención médica en cualquier
centro hospitalario, además del acceso gratuito a los parques o establecimientos donde
se efectúen actividades culturales, sociales, deportivas y recreacionales. Así como la
exención del pago de pasaje en las unidades de transporte colectivo urbano. También se
establecen sanciones para aquellos ciudadanos, en general, que violen los derechos de
las personas de la tercera edad.

Ley de Protección que aún no se cumple

A través de un estudio en el Táchira, específicamente en Ureña, San Antonio, Capacho,


Rubio y Colón, fueron encuestadas varias familias para conocer su opinión acerca de los
ancianos y los resultados arrojaron que 31 por ciento de los entrevistados consideran al
adulto mayor como una bendición de Dios; el 11% ve a la tercera edad como un apoyo
económico, y un porcentaje de 12 piensa que el abuelo puede ayudar en el hogar. El 26
por ciento dijo que era asistencia por deber, y 20% afirmó que los viejitos son una carga
incómoda, según información del padre Edgar Ruiz, director espiritual del Secretariado
Pastoral de la Diócesis de San Cristóbal.

---En Venezuela, para el año 2008, había 2 millones 314 mil 799 personas mayores de
60 años, pensionadas del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), 916 mil
947 pensionados, 205 mil ancianos que recibieron ayudas económicas del Instituto
Nacional de Servicios Sociales. Unas 2500 plazas en red de asilos, a un costo mensual
de 2600 bolívares por persona, y en centros privados de Caracas, y otros lugares del
territorio, fue de unos 3 y 4 mil bolívares.

Así mismo, Ruiz señaló que desde 2005 hay una Ley Nacional de Protección al Adulto
Mayor y se implementan programas de ayudas económicas y misiones para atender
también al anciano y por supuesto, el derecho al pago de las pensiones, "que no a todos
les llega".

---De ahí surgió la idea de la creación de la Ordenanza Municipal de la alcaldía de San


Cristóbal, como un exhorto a que las empresas, bancos y transporte le den una
preferencia al adulto mayor. En los demás municipios se están estableciendo estos
decretos, pero falta el apoyo de la sociedad. Se deben ejecutar programas educativos y
una oficina para que el anciano tenga amparo legal, el pago justo de las pensiones, los
derechos de salud, organizaciones de protección y turismo social para jubilados.

Concienciar a la familia
y atender al anciano

Con respecto a las labores de ayuda que efectúa la Diócesis de San Cristóbal, el padre
Ruiz comentó que se están creando programas para concienciar a la familia y el
desarrollo de actividades culturales, espirituales, de rehabilitación física, funcional y de
acompañamiento. "Hay que seguir en la lucha, porque se ha ido debilitando la atención
al anciano".

---Estamos en unos cambios tan violentos. Anteriormente se les daba más atención a los
ancianos. Todo lo que significa el trabajo femenino, salir de la casa a buscar el pan, al
igual que el hombre, dejan solo el hogar y el anciano se siente en soledad.

Según comentó Ruiz, el Estado recibe un ingreso por vía petrolera y debe darle
asistencia al anciano, como a la familia, sin inmiscuir los intereses políticos; sin
embargo, se ha mejorado la atención con la Ley Nacional de Protección al Adulto
Mayor, "pero de que esté escrito a que se cumplan los hechos y las obras, hay mucho
camino por hacer".

La sabiduría de los abuelos es un valioso legado de vida

Gloria Bello, El Tiempo

Venezuela

29 de mayo, 2006

Hoy se celebra en Venezuela el día del adulto mayor. Para muchas personas los
consejos de sus padres son vitales a la hora de tomar una decisión. Y es que por aquello
de que “más sabe el diablo por viejo que por diablo”, más de uno prefiere dejarse llevar
por sabias palabras de quienes los aventajan en años y son una fuente de conocimientos
sobre la vida. A los ancianos “hay que respetarlos y amarlos”, dice la especialista Nilza
de González

A los 78 años de edad, Napoleón Rigual recuerda con respetable claridad y visible
satisfacción lo productiva que fue su vida cuando trabajaba como albañil en Carúpano.

La gratificante reminiscencia la comparte con el equipo reporteril de El Tiempo, en uno


de los apacibles rincones del geriátrico José Gregorio Gómez de Barcelona.

Se le ve caminar con paso lento pero firme por los pasillos de ese recinto que brinda
cobijo a otros 52 viejitos.

Aunque ya no tiene contacto con su hija, don José Gregorio cuenta que cada vez que
pudo trató de encaminarla y eso le da satisfacción en estos años dorados de su vida.

Muy cerca, una de sus compañeras en este recinto barcelonés, Orquídea Velásquez, de
86 años de edad, dice que lo que más le gusta es hablar con sus nietos.

"Tengo seis, conozco muy bien a cada uno y desde que nacieron los veo como a mis
hijos. Yo he participado en la crianza de cada uno, cuando discuten con sus papás me
llaman para que los ayude. Más sabe el diablo por viejo... y el que no oye consejo no
llega a viejo”.

Así, entre habituales relatos de sus recuerdos y las huellas del tiempo simbolizadas por
abundantes pliegues en la piel, hoy harán una pausa en su cotidiana tranquilidad para
recibir un homenaje en el marco del día del adulto mayor.

Mi amado abuelo
“Me encontraba en Estados Unidos cuando mis hermanos me avisaron que nuestro
abuelito Nicolás había muerto. Sentí que se me iba la vida”, relata Martha Buendía,
profesional de la medicina, para quien gran parte de lo que sabe, se lo enseñó su amado
abuelo.
“Él era especial, mis hermanos y yo le pedíamos consejos. Le gustaba leer, pero la base
de su sabiduría era la experiencia (...) Los abuelos son imprescindibles en nuestra
formación”.

Alegría de vivir
Hace 75 años, Carmen Luisa Maigua nació en Caracas, y aún todos los días amanece
con más ganas de vivir que el día anterior.

“Cuando a mis padres se les acabó el amor y la pasión, me abandonaron y desde


entonces mi vida comenzó a ser bastante dura, pasé mucho trabajo, pero también
aprendí muchas cosas. Yo era muy inocente al principio”.

Carmen Maigua tiene 10 hijos: cinco hembras y cinco varones y todos le han dado
nietos que ella también considera sus hijos.

“Para algunos de ellos yo he sido su paradigma, nos les doy consejos sino que los
oriento por lo que he vivido. Siempre me pongo como ejemplo”.

Doña Carmen se define como una mujer polifacética, “media loca”, romántica y
práctica en todos los sentidos. “La herencia que dejo es el amor que le doy a todos, en
especial a mi familia, también la fe en Dios. Mis hijos creen que yo soy lo mejor del
mundo”.

Para la docente Gloria Rico, hija de doña Maigua, su madre le ha ayudado a ser mejor
persona. “A medida que pasan los años uno se da cuenta de cuán sabios son nuestros
viejos”.

Ana María Perdomo, quien desde hace tres años trabaja en un ancianato privado de la
zona norte de Anzoátegui, cuenta que al perder a sus padres decidió dedicarse al
cuidado de otros viejitos.

“Mi papá murió de cáncer y mi mamá tenía mal de Alzheimer. Cada uno me enseñó lo
bueno y lo malo de la vida. A veces me dejaban caer para que aprendiera de mis errores,
los amo aunque ya no estén conmigo”.

Más sensibles
En opinión de Nilza de González, docente y especialista en conducta humana, el adulto
mayor es altamente sensible y por esa condición dijo que los viejitos suelen deprimirse
por haber llegado a la etapa final de su vida.

“Lo más importante es que la familia tome conciencia de sus necesidades de afecto, que
son naturales. A veces tratan de llamar la atención. El legado que nos dejan es su
experiencia, hay que respetarlos y amarlos”.

Día nacional
Hoy se celebra en Venezuela el Día del Adulto Mayor, por esta razón la dirección de
Desarrollo Social del Instituto Anzoatiguense de la Salud (Saludanz), tiene preparada
una serie de actividades en honor a los viejitos.
En la Casa Bolivariana del Abuelo en Barcelona, ofrecerán hoy a la 2:00 pm una charla
sobre la importancia del adulto mayor y luego un concurso de baile entre los abuelitos.

En la Unidad Geriátrica José Gregorio Hernández de Barcelona se presentará una retreta


a las 11 am, función de títeres y obras de teatro.

La jefa de Desarrollo Social, Dolores Padrón, indicó que la idea es dar un


reconocimiento a los abuelitos y festejar un día más de vida. “Ellos nos han dado
mucho”.

Ciencia
Estudios científicos señalan que durante la tercera edad tal vez las personas sean lentas
en realizar actividades intelectuales, pero las hacen con mucho más perfección que
algunos jóvenes.

Expertos geriatras afirman que el cerebro de un anciano no es inferior al de un joven,


sino que son distintos. Las personas jóvenes son más rápidas para pensar y hacer las
cosas pero tienen grandes huecos en información, mientras los ancianos suplen esos
“vacíos” y la falta de rapidez con su experiencia y sabiduría.

Poesía a mi viejo
Cuando se habla de amor a los padres, muchos recordarán poemas, historias, novelas y
canciones que han abordado la época de los años dorados, con alegría, esperanza,
tristeza y nostalgia, entre otros diversos sentimientos.

A algunos le vendra a la memoria una canción titulada “Mi querido viejo”, popularizada
en la década de los setenta por el cantante Piero. A continuación, parte de la letra de la
pieza que dibuja con poesía esta última etapa de la vida:

“Es un buen tipo mi viejo / que anda solo y esperando / tiene la tristeza larga / de tanto
venir andando.

Yo lo miro desde lejos, / pero somos tan distintos,/ es que creció con el siglo/ , con
tranvía y vino tinto.
Viejo, mi querido viejo, / ahora ya camina lerdo,/ como perdonando el viento.

Yo soy tu sangre, mi viejo,/ Yo soy tu silencio y tu tiempo.

Él tiene los ojos buenos / y una figura pesada, /


la edad se le vino encima, / sin carnaval ni comparsa.

Yo tengo los años nuevos / y el hombre, los años viejos, / el dolor lo lleva adentro / y
tiene historia sin tiempo.

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