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CONSEJO EDITORIAL: Paato Govziutz Casanova Coordinador San Aes Groner: Aseweno Naanat Kowa Canons Brmxarn Fouxou Bosna Dear ‘Ana Hussars Ka Mabank ‘Masnioo> Manas Manos Nixoue Jou Saxe-Femnanoez ‘Cantos M. Vinas LA REVOLUCION KUHNIANA Y EL GIRO POSMODERNISTA EN LA HISTORIA DE LA CIENCIA Tran Yu Cao NAL AUTONOMA DE MEXICO. Centro de Investigaciones Interdiscplinarias en Ciencias y Humanidades Coordinacion de Humanidades ‘México 1998 Primera edict, 1998, DR © 1998, Universidad Nacional Auténoma de México (Casino br nesrescioses erences ‘Cintas » HoDaaes (Ciudad Universitaria, 04510, México, DP. Impreso en Mésico/ Printed in Mexico ISBN 968-36-6892-5 LA REVOLUCION KUHNIANA Y EL GIRO POSMODERNISTA EN LA HISTORIA DE LA CIENCIA* INTRODUCCION En este articulo argumento que la etapa de la intervencion posmodernista en la historiogratia de la ciencia estuvo defi- rida prineipalmente por una reorientacion radical en este ‘campo, la cual inicio alrededor de 1960 yen términos gene~ rales, podria denominarse revolucion kuhniana. Uno de sus aspectos medulares consistié en poner en tela de juicio Ios “reduc del ings por tertba Ruiz de a Concha, de un extrac: to publcac en le ive nfernazionle dt Stora della Senza, Pry, ‘ok 1993, Nowva Sen ase 23 "Fan Vis Cho es doctor en Historia y Hlosofa de a Ciencia por a Usiversidad de Catbridg,fogltera. Acualmente impart clases en et Departamento de Bogota de la Lnsversifad de Boston en Massach sets, BUA. Yersiones anteriores de este texto se leyeron en conferencias impartidas en la Universidad de Harvard e110 de art de 1992; en la {Uniersdad de Notte Dame, el 2 de nosiembre del mismo ao; en el Ceoteo de nvestigaion sobre storia Flasoia dela Ciencia, en Ber- Tine 22 de abil de 1903;y en el Ceteo Nacional para a lnvestigacion td's tera dela Chencia y Tecnologia, ows, en Parise 29 de ail de cconceptos de hechos objetivos y razonamieato auténomo —con su dinamica interna~, y la nocion evolutiva de Ia his- toria. Después de expresar ef concepto de posmodernismo ‘per se yanalizarlo tal y como lo conciben y aplican algunos historiadores de ta ciencia, coneluyo con varias eriticas a la hocién posmodernista de la historia de la ciencia en rela cién con la racionalidad y el verdadero valor de las obras historiografjeas, en particular, en términos de que pueda existir una fijacion de significados y una explicacton causal —postbilidad rechazada por algunos posmodernistas como Derrida, Geertz y Latour. Varios historiadores de Ia clencia han eriticado la prt mera parte del titulo de este articulo ("La revolucion kuhnia- na") ironicamente, la critica més severa provino de algt- ‘nos antiguos alunos de Kuhn: Norton Wise y, en particular, Paul Forman, quienes afirman ser posmodernistas.' Ellos sostienen que la expresion "revolucion kubniana’ es @ todas Iuces engafiosa dado que Kuhn nunca fue radical mucho ‘menos revolucionario— y el fenémeno kubniano 0, como seftalé Forman, e furor kubniano fue en si mismo producto de un amplio cambio cultural. Si bien el punto elave de este trabajo es la concepcion posmodernista de la historia de le ciencla, me parece que la etapa de intervencion posmoder- nista, como ya mencioné, estuvo marcada por la reorienta- clon que se le dio alrededor de 1960. Visto a distancia por cextemos, ésta se encuentra {attmamente relacionada con la obra de Kuhn, 1903. Agradezco& Ale J. Assrus, Catherine Chevalley, Robert §. Co den, James: Casting Amy Daben Daluedico, Paul Forman, Peter Galion, Yves Gingeas, ohn L. Hellen, Gerald Halton, Loren tiger “Thomas S-Kut, David M. Leva, Era Medlin, Everete Mendelsohn, Dominique Pestey sin 8 Schwsber sus vallosos comentarios y su erencas dese luego, esto no implica que esten de acuerdo con mi Punta de vista mi que sean sesponsables por csalguie exror uous, Por lo tanto, parece conveniente utilizar la expresién “revolucion kuhniana” para designar dicha reorientacion de ‘manera amplia. Sin embargo, las criticas en mi contra exigen ‘un analisis mas refinado de la nueva orientacion, el cual es Indispensable para comprender adecuadamente la situacién ‘conceptual antes, de 1a intervencion posmoderista. Des ppués de un andlisis fragmentario en la seccin I, pasaré al posmodernismo per se en la secci6n I. En Ja seccién Ill ha- blaré del concepto y ejercicio del posmodernismo segiin algunos historiadores de ta clencia y, por ultimo, haré algu- nas observaciones generale. 1 ‘Antes de Ta yeorlentaclon, gran parte de la_prictiea dle a historiografia de la clencia se inchufa en el dbito del ‘curso modernista, es decir, los historiadores considera la historia de la ciencia como un proceso acumulativo y pro- _presivo constituido por las actividades racionales y sus pro: ductos. La obra del positivista George Sarton puede con- siderarse un estereotipo de lo anterior. Para el hegellano Alexandre Koyré y sus seguidores, Charles C. Gillispie y Richard , Westfall, al gual que para su antecesor neokan: tino Emst Cassirer, el principal punto de interés no es el conioeimiento positivo sino ls ideas clentiticas. La finalidad dol anilisis conceptual de estos historiadores es rastrear, ppaso a paso, la trayectoria de la evolucién releolégica de ‘sas ideas. Tal vez sea Kerl Popper quien mejor ha expresa do los supuestos tras esta busqueda modernista al prescri- bir una serie de criterios para delimitar lo cientifico de lo no entitico, y un conjunto de normas para regular la validez del método hipotético-deductivo. Ambas prescripciones cestuvieron dictadas por su idea, esencialmente fluminista, acerca de la racionalidad cientifica. Popper también cred algoritmos para elegir teorias, de conformidad con su ides evolutiva de la historia (Sarton 1936; Koyré 1952, 1955; Gillispie 1959, 1960; Westfall 1958; Cassirer 1923, 1944; Popper 1959, 1963). La reorientacion de esta area del conocimiento a partir de la década de los cincuenta fue inseparable de la nueva tendencia gn la filosofia de la ciencia; ésta se alejaba del analisisl6gico para acercarse a larepresentacidn dela racio- nalidad clentifica como hecho histérico. Las sefales del cambio surgieron en 1950, cuando Rudolf Carnap y Philip Frani, los principales empirisas 1dgicos, empezaron a reen- focarse en el problema “externo” de la ciencia ~postulado Por primera vez por Carnap a finales de los afios veinte— para exeluir la metafisica de la ciencia y subrayar la necesi dad de complementar las perspectivas logicas y semanticas con una perspectiva pragmatica, es decir, empezaron a inci- tor a otros a considerar la ciencia una empresa humana, mediante la eval el hombre intenta adaptarse al mundo ex: terno. Frank stbrayé que este crterio praymatico implicaba lncorporar consideraciones psicolégicas y socioldgicas ala comprensidn de la ciencla (Carnap 1928; Prank 1950) ‘A mediados de los altos cineuenta, Quine y el finado Ludwig, Wittgenstein se convirtieron en los representantes de la principal fuerza impulsora del nuevo movimiento filo- s6fico por sus argumentos en favor de la relatividad con- ceptual y la perspectiva holistica del significado (Quine 1953, 1960; Wittgenstein 1953). In lo que se refiere ala pro- fesion de historiador de la ciencia, Koyré y N. Russell Hansin, dos bistoriadores de la ciencia con inclinaciones filosoficas, desempetaban un papel importante en la prime- ra etapa de la reorientacion. Koyré, en su analisis de los principlos de la historia moderna de la fisica, demostro que las ideas extracientificas —principalmente las ideas filos6fi- 10 cas preconcebidas— desempefiaban un papel crucial en la imtetpretacion de los hechos clentificos y, en consecuencia, representaban una sera amenaza para Ia pureza del raci- nalismo cient (Koyee. 1957: 147-175) Francis Yates desarrollo mas a fondo la dea de Koyre. Al estudiar el con. texto intelectual de la ciecia en los sgios sty ave most or qué debia ensancharse el racionalismo interno de Ja ‘sma para incl a ideotogia de los sisternas de creencias magia, alquimia, religion y otros factores culturales— ¥, por lo tanto brio la puerta para sw anilisis cultural (Yates 1964), Desputs de Wittgenstein, Hanson podria considerase el primero en digit la atencion al fendmeno de un cambio pestaltico en la historia de la clencia, a sabe, la introduc ion de nuevas mancras de analiza vejos fenomenos, los fuales epresentaban un riesgo para le neutalidad de la fbservacion (Hanson 1958). #trabaio de Hanson sent las bases par ls dos nociones —observacion saturada de teo ria y revoluciones conceptuales— explotadas mas a fondo por Stephen Toulmin, Paul Feyerabend Kuhn (Toulmin 1961; Feyerabend 1962: 28-97, 1965: 260-274, 1975; Kubn 1970, 19774). ‘Ataiz de sus primeros encuentros con Max Weber y onst Cassirer, yun tanto fafluido por Ludwik Fleck (quien no slo reaiz6 uno de los primeros trabajos sobre cons: truecion social de un hecho cientific, sino que por sus nociones conacidas como estilo de pensamieato ¥ pense tient colecivo, antiipd algunas de las posteriores ideas de Kuhn) (Fleck 1979), Kum presto mucha stencion @ le manera como se conduciany gestaban las investgaciones tjenificas y, en particular, & os debates entze teorias en competenca y a os cambios cientificos denteo de contextos histércos parculaes,principalmente intelectuales sto lo levo al concepto de paradigma que, aunque ambiguo, iene snnumerabes implicaciones. Algunas de las mis mportan- n tes son aquellas relacionadas con la interpretacién y la comunidad cientifica, Para Kuhn, la ciencia es intrinseca- ‘mente una actividad comunitaria; los eonceptas, en tanto cristalizaci6n del trabajo de un grupo, son posesion de una comunidad hist6ricamente emergente. Todo investigador, firma, requlere primeramente un marco conceptual 0 um. paradigma dado para realizar cualquier tipo de investiga- ion cientifica, incluyendo la observacion y la postulacion dle teorias ¢ interpretaciones, De manera similar, slo pue- den aseverarse los valores verdaderos y la aceptabilidad de los enunciados cientificos dentro de un paradigma, lo cual centrafa una circularidad inevitable en el razonamiento cien- tiflco, Tomando en cuenta esta circularidad, Kuhn subraya que el concepto de paradigma ha proporcionado la base para una comprension hermenéutica de la ciencia, En sus posteriores especulaciones, Kuhn tambien argumenta quela estructura del mundo tal como lo percibimos esté limitada por la estructura histéricamente camblante del esquema conceptual de una comunidad 0, como te denomina mas adelante, por la estructura lexica o, simplemente, el lexico (Kuhn 19834: 669-688, 1983: 563-570, 1987b: 7-22). ‘Ademas de estas implicaciones epistemotogicas radi- ‘ales, el concepto de comunidad clentifica ~acuhado tal vvez por Michael Polanyi (1958), pero popularizaco gracias al libro de Kuhn— también ba creado un vasto espacio para el estudio microsocioldgico de la ciencia, Este espacio pronto se lleno de apologos del strong program y de seguidores, ‘cuyas obras ocuparon un lugar prominente en los estudlos lentificos contemporaneos (Barnes 1974: Bloor 1976; Pickering 1984; Collins 1985; Shapin 1985). Si bien difiere de sus seguidores de orientacion sociolégica, el concepto de ‘Kuhn sobre la comunidad cientifica tiene una caracteristica cconservadora, a saber: salvo en époces de crisis revolucio: nes, las comunidades cient 2 lados, con autogobierno, autorregulacion y autodireccion, pricticamente inmunes a las prestones econémicas y polit cas del exterior. Desde un punto de vista politico, el concep to kubniano armoniza con les respuestas de los cientificos al control politico de la lencia por parte del régimen nazi y al escandalo Lysenko; sin embargo, se contrapone a la de- manda democratice de que los clentifics rindan cuentas al ppilblico. Algunos ertteos de Kuhn tambien argumentan muy justificadamente que su concepto de comunidad cientifica futénoma indica que su comprension de ciencia sigue la linea del discurso modernista (Fuller 1992; 241-275). Si bien los intereses de Kuhn se limitan en gran medi da a la historia intelectual de la clencia, Feyerabend, mot! vado por su odio moral ala rigidez social y a un método clentifico fijo —los cuales considera enemigos de la liber tad, la vida, le imaginacion y La creatividad—, critica dura mente la deificacion de la ciencia e incisivamente ridiculiza la nocién de que existen métodos clentificos distintivos y estandares autonomos de racionalidad ctentifica, desvincu- lados de las practicas historicas reales. Para Feyerabend no existe ninguns diferencia epistemologica interesante entre los objetivos y procedimientos de la ciencia y los de cual quier otra actividad humana, por ejemplo, la politica (Peye- rabend 1962, 1965, 1975). ‘Tanto Kun como Feyerabend son bien conocidos por su teoria de la inconmensurabilidad. Las normas de la racio- nalidad cientifica en diferentes paradigmas son inconmenst- rables. Ningin eriterio neutral de logica, ninguna evidencia cmpirica serian suficientes para resolver las disputas entre distintos paradigmas. Si bien se trata Gnicamente de une rueva version de la relatividad conceptual de Quine, este tworia ha incorporado a nuestz0 concepto de historia de ls clencla una discontinuidad esencial o cambios de rumbo en su evolucion —lo cual, a su vez, conduce a un sentido de 1B pérdida de direccion coherente en la evolucién cientifica—a la vez que ha introducido un relativiemo historico © para- digmatico en las iniciativas clentificas. Por lo tanto, esta teo- ria demanda que todas las opiniones se den dentro de con- textos historicos particulares, sin imponerles nt atribuirles sentido, ni proyectar categories y estructuras que se ear ccuentran bien atrincheradas en periodos posteriores. Esta representation de la racionalitad cientifica como hecho his torico sustenta la tendencia a alejarse de la consabida histo la progresista de la ciencia y acercerse @ una historiogratia, cetnogeafica de la ciencia Para Kuhn, el alcance de la teoria de la inconmensura- bilidad esti en gran medida restringido a la propia ciencia, Aristdteles, Copemico, Galileo, Dalton, Priestley, Einstein y todos los que trabajen con diferentes paradigmas son cien- tifleos. A diferencia de Carnap, quien intento encontrar una plataforma arguimediana para el conocimiento cientifico, Kuhn proporciona una serie de plataformas arquimedianas historicamente situadas e inconmensurables entre si, cada tuna de las cuales sirve como base del conocimiento en el perfodo de Ja llamada ciencia normal. La brecha entre las sucesivas plataformas arquimedianas se lena mediante ac- tividades tipo enigma que estan guiadas por un conjunto de principias fijos: precision, sencillez, congruencia, fetilidad, etcétera, En este sentido, perticularmente al tratar de asim lar lareformulacion teorica que hicieran Sneed y Stegmiiller de las ideas de Kuhn, el trabajo de éste es menos una rebe- lion contra el postivismo que su continuacion, al considerar Ja transformacion paradigmétice o Ja revoluci6n clentifica como transformaciones estracturales del nicleo de la teoria, ©, simplemente, ramas en un tronco evolutivo (Kuhn 1970, 1977a, 1977: 289-309, 1992) Sin embargo, la teoria de la nconmensurabilidad tiene aplicaciones mas amplias para Feyerabend: se extiende de la clencia a las tradiciones cultu- 14 rales y alas formas de vida y, por lo tanto, es mas afin con 10 que distingue al posmodernismo, Las obras de Kuhn y Feyerabend tuvieron gran eco ‘entre los cientificos sociales y los humantstas, quienes se apropiaron la obra de Kuhn y explotaron de manera oportu- nista el prestigio de ls elencias naturales. El fenomeno Kuh- iano puede comprenderse mejor si se le considera producto de un cambio cultural més profundo y amplio, cuyo analisis puede hacerse, por una parte, en términos del debilitamien- to del modelo de explicacion de la ley causal evolutiva posi- tivista y del resurgimiento de le hermenéutica en las cien- ‘las sociales y las humanidades, y por Ia otra, en términos de la prevalencia del relativism. Es indudable que el traba- jo de Kuhn ha contribuido cle manera importante a una reo- rientacion cultural mas amplia.® Postblemente las obras de Kuhn tamblén encontraron respuesta entre Ios historiado- res de la ciencia, quienes ya habian dejado de enfocarse en las estrcturas logicas de las Ideas cientificas para concen- trarse en la prictica clentifica, esto es, en experimentos y tecnologia, competencia y debates reales, comunidades € instituciones, EI cambio habia modificado radicalmente la Amagen de la ciencia y representaba una reorientacion nota ble en Ia historia de la misma, En primer lugar, descubrio ‘nuevos territorios los historiadores —las artesanias, la Ihabildad, las teenicas, los experimentos y los laboratorios Entre los activistas en esta rea encontramos a Derek J. de Solla Price (1961), Frederic Lawrence Folmes (1963: 5081; 1971: 129-148; 1974), Allan David Franklin (1986) y Peter Galison (1987), Friedrich Rapp (1981) e lan Fiacking (1983) dlieron una justficacion ain mas filos6fica a esta empresa [En segundo término, ese cambio dio relevancia a diversos Factores sociales como son las instituciones y los efectos de Ja cienca. St bien dichos factores poseen dimensiones eco- inomicas, politieas y militares, los primeros presentan as: 5 pectos étnicos y de género, ¢ incluyen la estructura de la ‘comunidad cientifica, mientras que los segundos implican consideraciones ambientales y éticas. A ratz de lo anterior, 1a postura de los historiadores sociales de la ciencia se for- talecioy st profesion se volvio cada vez més popular. Algunos de los activistas que tomaron esta dieccion, prin- cipalmente dentro de la rama de Ja historia dela fisica, fae- ron John |. Heilbron, Daniel J. Kevles (1978), Paul Forman, (1975), Spencer R. Weart, Marcello Cini (1980: 157-272) y Silvan S. Schweber (1986: 55-98; 1989: 668.693). Entre los historiadores sociales de la ciencla ha su {do una postura denominada constructivismo social, confor- Ime a la cual los conceptos en Ia ciencia e incluso los hechos ‘lentificos no se descubren sino se inventan, es decir, se cconstruyen socialimente con la ayuda de ideas flloséticas, preconcebidas, de instituciones sociales y de artlugios ret: ricos.° Esta postura no carece de precursores: Fleck es Faro: 0 en la historia de la medicina, pero el caso mas popular es, 1 trabajo realizado por Forman en 1971, en el cal sugiti6, {que la relacion social entre los clentificos y el pueblo en la Alemania derrotada de los afios veinte podria ser la dave del surgimiento y aceptacion del concepto de acausalidad en la mecanica cwantica (Forman 1972-1973: -113). Cini, Schoveber, Andrew Pickering y James . Cushing se basaron en la obra de Forman al comentar la aceptacion, de la teoria de la matriz Spor parte de la comunidad de fis os a fimales de los cincuenta y en los afios sesenta (Cini 1980; 157-172; Schweber 1986: 55-08; Pickering 1989: $73. 599; Cushing 1990). La teoria denominada Cini-Sehweber afirma que el cambio dristico en el objetivo epistemoligico de la fisica fundamental —Ia cual dejo de luchar por la uns flcacibn y se aboco & una busqueda mas pragmatica, frag mmentada, instrumental y fenomenol6gica apoyada por los teoricos de la matriz Sse originé en la adaptacion e iden. 16 tifteacion de la comunidad con tos valores sociales de la época. La posiclin de Cushing parece ser mis cautelosa al sefialar que una vez que se aceptaba un conjunto especial {de suposiciones matematicas y teoricas, la logica interna de tuna formulacion podia imponerse y ser apremiante. No obs tante, el origen de las suposiciones medulares de una te con frecuencia se encuentra en el medio socal, el cual

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