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México: la historia de su democracia.

Reseña crítica
Yolanda Macías

México: la historia de su democracia es una serie documental producida en

el año 2004, conducida por José Woldenberg en el que acompañado de analistas

políticos renombrados y actores políticos reconstruyen el proceso de

democratización de México del año 1988 al 2003. El documental, que fue

agrupado en 11 programas, se transmitió en el 2004 por el canal 2 en horario

estelar con la finalidad de difundir, a modo de divulgación, los supuestos logros de

la democracia1.

Es entendible que el documental tenga un enfoque institucional y

procedimental, ya que Woldenberg, narrador y coordinador de contenidos, fue

presidente del Instituto de Estudios de la Transición Democrática, formó parte de

la primer generación de Consejeros Ciudadanos del IFE y fue presidente de este

mismo después de las reformas de 1996 cuando el Instituto adquirió un carácter

ciudadano y hasta el 2003, estando en el cargo cuando se consumó la alternancia

en la elección presidencial del 20002. Para Woldenberg, la democracia se puede

resumir a los mecanismos encargados de garantizar elecciones limpias y de

brindar un marco legal para la competencia. Así pues, el hilo conductor del

documental es un análisis del tránsito hacia la democracia, posibilitado por

reformas legales y la construcción y refinamiento de instituciones electorales

independientes.

1
http://biblioteca.universia.net/html_bura/ficha/params/title/mexico-historia-democracia-caudillos-
instituciones/id/37956166.html
2
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Woldenberg
1
Ricardo Becerra3 y Leopoldo Gómez4 comparten la responsabilidad de los

contenidos con Woldenberg, el primero fue asesor del IFE en 1994-1996 y del

mismo Woldenberg de 1996 a 2001, mientras Gómez es el actual vicepresidente

de noticieros Televisa. El guión del documental los hizo acreedores al Premio

Nacional de Periodismo del 2004.

Los 11 episodios que componen el documental son: Programa 1: "De los

caudillos a las instituciones". Programa 2: "México convulso" (1968-1976).

Programa 3: "La reforma original" (1976-1982). Programa 4: "La lucha por el voto"

(1982-1986). Programa 5: "El sistema llega a su límite" (1986-1988). Programa 6:

"La crisis del 88" (1988). Programa 7: "Las reformas necesarias" (1989-1993).

Programa 8: "Violencia y política" (1994). Programa 9: "La reforma para la

equidad" (1994-1996). Programa 10: "Rumbo al 2000" (1997-2000). Programa 11:

"La alternancia y los problemas de la democracia" (2000-2003) 5. En este trabajo

reflexionaré acerca del proceso de transición que para Woldenberg, Becerra y

Gómez inicia con la reforma electoral de 1977 y culmina con la alternancia del año

2000, y lo contrastaré con teóricos de la transición como Linz, O’Donnell y Morlino.

En el programa: “La crisis del 88” el documental abunda en la crisis política

que derivó del cuestionamiento de la legitimidad de las elecciones presidenciales

del mismo año y los reclamos a las instituciones políticas que desembocó en un

llamamiento por parte de la élite política a las fuerzas opositoras con la finalidad

3
http://webkreator.com.mx/IETD/curriculum.html
4
http://www.cnnexpansion.com/negocios/2010/02/10/televisa-lanza-noticias-las-24-
horas
5
http://www.periodismo.org.mx/Ganadores_antes/2004/reportaje/ganadores_2004_Reportaje_trab
ajo.html.
2
de diseñar una reforma electoral que fuera profunda y eficaz. Me parece

importante enfatizar que el proceso de reforma referido a una apertura política

obedeció al crudo cuestionamiento público que enfrentaban los resultados

electorales, y por lo tanto, el régimen por primera vez en la historia desde la

institucionalización del PRI. Esta afrenta le costó al partido oficial la mayoría

calificada en la Cámara de Diputados y lo obligó a impulsar reformas encaminadas

a la flexibilización de las reglas para acceder al poder.

Entonces, ¿la apertura política que inicia con la reforma electoral de 1977

inaugura la transición? Sí; Morlino, Linz, O’Donnel y Schmitter comparten una

definición de transición política entendida como el intervalo entre un régimen

político y otro, en el que se cuestionan los arreglos institucionales, los canales de

acceso, pero también las prácticas políticas y se intenta redefinir unos nuevos.

Aquello que se cuestiona se refiere principalmente a las reglas que establecen

cuántos, quiénes y cómo pueden acceder al poder (Munk ,2006: 239 y 240). Sin

embargo, la transición es un espacio entre un régimen y otro, por lo tanto, desde

estos autores no podemos entender la transición como un camino teleológico que

desemboca en la democracia. Incluso, una transición que intenta llegar a este

punto, puede tener un desenlace distinto.

Es justo este periodo donde se llevan a cabo acuerdos para redefinir dichas

reglas, siempre con un cuidadoso cálculo de las élites en el poder para mediar la

liberalización política y ganar legitimidad, pero sin perder efectivamente el poder

(Linz, 1996: 110). Es esta prudencia, entendida como un cálculo político desde las

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élites en el poder lo que explica los regateos del PRI al reconocer algunas victorias

del PAN, -que comulgaba con ellos en la política económica y no representaba

una amenaza real-, y la negación de la gubernatura de Michoacán al PRD. En

este contexto surgen “Las reformas necesarias” que dan origen al IFE y al TRIFE

que deberá resolver las controversias electorales al margen del legislativo y crean

un padrón electoral confiable con una credencial para votar con foto. Estas

reformas siguen siendo comandadas por el PRI con el apoyo del PAN, pero

efectivamente abrieron las puertas para las reformas subsecuentes que

moldeaban un régimen que aún no tenía características nuevas definidas, pero

que tampoco conservaban la forma anterior. Para 1991 ya existían 10 partidos

políticos y el PRI recuperaba la mayoría calificada, sin embargo, los conflictos

electorales identificados como propios de la transición, no se hicieron esperar: en

Guanajuato y San Luis estallaron conflictos que alumbraron la falta de

mecanismos para gestionar las controversias en la arena local. Una nueva reforma

era necesaria.

Cuando en el documental hablan de “conflictos propios de la transición” se

refieren a este espacio ambiguo que combina elementos del régimen autoritario

anterior e integra algunos de corte democrático en dos niveles; el estructural (que

incluye las instituciones y las arenas de actuación de los actores recién integrados

pero también los de la élite autoritaria) y el conductual. La teoría del régimen

reconcilia, con éxito estas dos dimensiones para explicar por qué algunos

regímenes permanecen y otros se resquebrajan: la conducta de los miembros de

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la élite política que puede adherirse o no, a las reglas del juego en constante

redefinición (Munck, 2006: 244 y 245).

Una de las demandas de la oposición era establecer un límite para los

gastos de campaña, pues el PRI, con recursos ilimitados era capaz de

implementar monstruos mediáticos con los que la oposición no podía competir.

Aceptar esta modificación, era admitir que la competencia había sido injusta y era,

también, generar la posibilidad de la pérdida de control por parte del régimen

autoritario. Esta concesión fue producto de lo que Huntington llama efecto bola de

nieve que es una de las explicaciones que ofrece para explicar la dinámica de las

transiciones democráticas y consiste en una suerte de efecto dominó que explica

la transición por causas internas del sistema político y que desencadena todo un

proceso de cambio (Huntington, 1972: 238).

La reforma de 1993 fue significativa por 2 factores más: se modificaron los

mecanismos de elección para funcionarios de casilla, ahora se seleccionaban de

forma aleatoria para garantizar una posición imparcial y reducir las posibilidades

de manipulación de votos y suspicacias durante el conteo. Además, se instauró la

figura de observadores electorales y que ayudó a dar confianza a los partidos

respecto al procedimiento, por lo menos, en las urnas.

El documental concatena “las reformas necesarias” con la "Violencia y

política" (1994). Que aborda la crisis vivida en 1994 a raíz del asesinato del

candidato del PRI a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, por una parte, y por la

aparición del EZLN por otro. El clima de incertidumbre obligó a los partidos y a los

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miembros de la élite política a negociar las condiciones en que se llevarían a cabo

las elecciones próximas, pero no solo las inmediatas. La aparición de una

insurrección armada representó una amenaza para el régimen que se encontraba

en medio de un proceso de liberalización política y que se veía obligado a dejar ir

el control absoluto del poder, poco a poco. El EZLN irrumpió en la escena nacional

el 1ro de Enero de 1994 declarando la guerra en contra del ejército nacional,

reclamando las decisiones del gobierno neoliberal de Salinas de Gortari, como el

TLCAN y exigían la reivindicación del artículo 27 constitucional. Demandaban un

gobierno con una democracia efectiva donde las votaciones fuesen justas y en

igualdad de circunstancias, además de introducir en la agenda la autonomía

política para las comunidades indígenas. Se establecieron mesas de negociación

dirigidas por Camacho Solís que culminaron en los Acuerdos de San Andrés sobre

Derechos y Cultura Indígena firmados en 1996, desafortunadamente, ninguno de

los 32 puntos acordados fue cumplido.

Posteriormente al estallido de la guerrilla del EZLN, las principales figuras

políticas pactan en un documento titulado “20 compromisos por la democracia”

(Negociaciones de Barcelona) que sentaría las bases para una nueva reforma

electoral con miras a las elecciones de 1994. Sin embargo, otro acontecimiento

que marca el clima político –e incluso económico- de 1994: el asesinato de Luis

Donaldo Colosio ocurrido en Marzo de 1994 en Lomas Taurinas durante un mítin

de la campaña presidencial. El asesinato tiene repercusiones de diversas índoles.

La economía sufre un importante golpe derivado de la imagen de inestabilidad que

implica el asesinato del más fuerte contendiente a la presidencia en plena

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campaña electoral, Zedillo es electo para reemplazar a Colosio e integra en su

campaña el discurso de la legalidad y la reforma democrática.

Aún con el clima enrarecido, la reforma electoral de 1994 se hizo de varios

triunfos, por ejemplo, un esfuerzo por garantizar espacios en los medios de

comunicación a los 3 principales candidatos: se llevó a cabo el primer debate

político y fue televisado con estrictas normas que incluían tiempos rigurosos a

cuadro. Lo más relevante, quizás, fue la negociación entre partidos que requería

llegar a consensos para adoptar determinadas medidas. Las modificaciones más

sobresalientes fueron la composición de los consejos generales, locales y

distritales que ya no estaban controlados por el gobierno, a este proceso se le

llama ciudadanización de las autoridades electorales. Por primera vez, el PRI no

era quien decidía quiénes y cómo organizaban las elecciones.

Las elecciones de 1994 no estuvieron marcadas solo por los acuerdos entre

partidos que garantizaban la transparencia, también estuvieron marcadas por una

voluntad política de apaciguar a la sociedad y de demostrarle, también a ella la

naturaleza de estas nuevas elecciones. Linz sostiene que la legitimidad de los

procesos electorales en el marco de la transición es crucial, cómo es percibida la

contienda electoral por los miembros de las élites, pero también por la sociedad

civil puede definir el final de la transición y el principio de la consolidación (Linz,

1996: 140). Era esta misma preocupación la que tenía Zedillo cuando hace el

llamado a la “reforma para la equidad”. En general, las elecciones de 1994 fueron

calificadas, y percibidas, como las más limpias hasta entonces, sin embargo, se

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cuestionaba la existencia de la equidad en la contienda. Si bien existieron algunos

cuestionamientos a la transparencia, la respuesta por parte de los observadores

fue “que no era nada que pudiese haber modificado el resultado de la elección”,

pero fue un momento coyuntural en el que el presidente recién electo, en su toma

de posesión hizo un llamado para gestionar una reforma electoral comprensiva y

definitiva que hiciera obsoletas las revisiones mínimas periódicas. La nueva

reforma debería redefinir las reglas de la competencia electoral, siempre desde los

acuerdos y decisiones tomadas a partir del consenso entre los partidos. El objetivo

era construir un nuevo set de reglas que rigieran a las instituciones electorales,

absolutamente independientes del gobierno y que pidiesen sostenerse a sí

mismas y fueran capaces de dirimir conflictos por sí solas. Las nuevas

negociaciones duraron alrededor de 1 año y medio y en 1996 fue aprobada una

nueva reforma electoral que implicó modificaciones constitucionales y ajustes al

código electoral, pero sobre todo, la característica principal de la misma, es que no

había sido gestada desde el ejecutivo. Los partidos la firmaron, aunque el PRD no

estuvo de acuerdo con la reforma particularmente por los rubros que

correspondían a la regulación de las coaliciones y al financiamiento de los

partidos.

La nueva composición del Consejo General del Instituto Federal Electoral

en el que no tenían cabida miembros del ejecutivo y donde los miembros del

ejecutivo solo tenían derecho a voz, pero no a voto, fue una de las principales

características de la nueva reforma. Quienes tenían derecho de voz y voto eran

los consejeros electorales que ahora tenían la capacidad de establecer comisiones

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especializadas que evaluaran a los administradores electorales. Otra de las

características era que el Tribunal Electoral tendría la capacidad de solucionar

disputas con absoluta independencia y autonomía. Acerca del financiamiento, los

gastos de campaña y el acceso a los medios de comunicación, la intención era

reducir la brecha, otrora insuperable entre el partido hegemónico y los demás.

Las elecciones de 1997 ocurrieron sin sobresaltos y legitimaron el nuevo

marco legal así como a las instituciones electorales independientes. El IFE sufrió

algunos ajustes en sus procedimientos que sentarían las bases, según el

documental, para el camino “Rumbo al 2000”, años en los que el PRI perdió la

mayoría absoluta en la Cámara de diputados, la primera elección para la jefatura

del gobierno del Distrito Federal y todas las diputaciones de la Asamblea

Legislativa del Distrito Federal. El documental presenta esta etapa como la

consolidación del sistema político electoral y democrático donde ya no existen

mayorías en los partidos y los actores políticos se ven obligados a pactar.

El último capítulo de la serie relata el triunfo de Vicente Fox, el primer

presidente electo de la oposición y, en el documental, se siente casi como si la

alternancia fuera sinónimo de democracia.

He hecho una revisión de las reformas electorales bajo la luz de la

transición como el periodo en el que se redefinen las reglas del juego y se prepara

el terreno para la consolidación democrática cuando se constitucionalizan las

nuevas reglas del juego que implica no solo lo procedimental, sino también lo

conductual (Schmitter, 1996: 40). Creo que, en efecto, estamos en un proceso de

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transición que estaba orientado hacia la democracia y para ello se puso énfasis en

las instituciones y el marco legal que garantizara elecciones limpias y reglas

definidas (O’Donnell, 2007: 30) pero no estoy de acuerdo en que se haya

consolidado una democracia. La transición puede desembocar en un tránsito a un

gobierno autoritario/totalitario, puede desembocar en un régimen democrático o

puede, también, sufrir una regresión al régimen anterior, o incluso, puede

extenderse de forma indefinida sobreviviendo en un contexto de incertidumbre y

ambigüedad propio de las transiciones (O’Donnell); quizás el híbrido del que habla

Méndez y Berrueta (Méndez y Berrueta, 2009: 29-61).

La semblanza del documental es interesante, pero la interpretación

romantizada de noticieros televisa es muy evidente cuando habla de la

democracia mexicana que se ha logrado gracias a la demanda del pueblo y

también a la voluntad de la élite política. Mi crítica fundamental es a su definición

minimalista de democracia, en la transición estoy de acuerdo, pero no coincido en

la resolución que ofrecen. Incluso si nos apegamos a la definición de Bobbio 6 que

expone democracia como “un método para tomar decisiones colectivas y no por la

sustancia de las mismas” o la de Munck (2006, 243) que explica que es un

conjunto de reglas formales que definen quiénes, cuántos y cómo se puede

accesar al poder, encontramos que en México no tenemos una democracia. Si

fuese así, ¿cómo podríamos explicar el fraude electoral del 2006? Me parece vital

redefinir la democracia en un sentido amplio como propone O’Donnell donde la

ciudadanía es la piedra angular de la política y que es tan importante como la

6
http://www.angelfire.com/nt/vinformemex/demomin.html
10
parte legal y procedimental: “La definiciones realistas (aquellas que contrastan con

las definiciones prescriptivas y que nos describen democracias realmente

existentes) de democracia tienen en común al menos dos elementos.

Primeramente, establecen las características de las elecciones limpias. Luego

enumeran ciertas libertades necesarias para que las elecciones tengan las

características estipuladas.” Al redefinir el concepto de democracia, resulta mucho

más evidente llegar a la conclusión de que nuestra transición, no ha desembocado

en un régimen de este tipo. Méndez y Berrueta, Luis Humberto; Romero Miranda,

Miguel Á

Bibliografía

• Huntington, Samuel P “Revolución y orden político” en El orden político en

las sociedades en cambio, Barcelona, Editorial Paidós, 1972.

• Linz, Juan J. “El proceso de la caída de la democracia” y “El fin de la

democracia” en La quiebra de las democracias, Madrid, Alianza Editorial,

1996.
11
• Méndez y Berrueta, Luis Humberto; Romero Miranda, Miguel Ángel “25

años de coyunturas fallidas y periodos malogrados. Semblanza de una

aventura Intelectual” en El Cotidiano, Vol. 24, Núm. 156, julio-agosto,

Universidad Autónoma Metropolitana – Azcapotzalco, 2009. México.

• Morlino, Leonardo “Consolidación democrática. Definición, modelos,

hipótesis”, Revista Española de Investigaciones Sociológicas, num. 35,

1986.

• Munck, Gerardo “Desagregando al régimen político: aspectos conceptuales

en el estudio de la democratización”, en Victor Alarcón Olguin (coord.)

Metodologías para el análisis politico, México, UAM- Iztapalapa/plaza y

Valdés, 2006.

• O´Donnell, Guillermo “Reflexiones sobre las tendencias del cambio del

Estado Burocrático- Autoritario”, en Gabriel Gaspar (comp.) La

militarización del Estado Latinoamericano (algunas interpretaciones),

México, UAM- Iztapalapa.

• O´Donnell, Guillermo “Teoría democrática y política comparada” en Críticas

democráticas a la democracia, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2007.

• O´Donnell, Guillermo y Philipe Schmitter “Transiciones desde un gobierno

autoritario: una metáfora a modo de conclusión (pero no de capitulación)”,

en Agustín Cueva (comp.), Ensayos sobre una polémica inconclusa. La

transición a la democracia en América Latina, México, CONACULTA, 1994.

12
• Philippe C. Schmitter y Terry Lynn Karl “Que es…y qué no es la

democracia”, en Larry Diamons y Marc F. Plattner (comps.), El

resurgimiento global de la democracia, México, IIS- UNAM, 1996.

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