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Colonial

Vestirse y adornarse es probablemente una actividad universal en todas las


culturas; que, además de proteger y embellecer el cuerpo expresan diversos textos
que son decodificados en cada sociedad como indicadores de estatus, pertenencia
étnica, profesión, sexo, edad, etc. En el mundo andino es un quehacer aún más
relevante por razones domésticas y rituales.

Sabemos por las fuentes documentales del período de conquista hispana que el
tejido desempeñaba el rol de arte mayor, que tenía fines mágico-religiosos y que
incluso en ellos se registraba parte de la historia. Los contextos arqueológicos
prehispánicos nos permiten reconstruír parte del complicado sistema de códigos
asociados a la vestimenta, así como también saber de su tecnología, materia prima,
formas e iconografía.

La industria textil en Los Andes comienza en época temprana, incluso antes que la
alfarería y que los procesos agro-pastoriles. Se reconoce su alto grado de
complejidad técnica y estética, así como también la capacidad de las tejedoras para
identificar y trabajar diferentes materias primas, tales como fibras de origen
vegetal y animal, entre ellos totora, junquillo, algodón, lanas, pelos, plumas. En su
elaboración se empleaban instrumentos para hilar, tejer y bordar, como husos,
telares y agujas. Por estudios etnográficos sabemos que las mujeres son las que
tejen en los tradicionales telares de cintura y de suelo y los hombres eran los
encargados de fabricar cordelería, sogas y hondas.

Desplegaron gran habilidad en el uso de tintes de origen vegetal, mineral y animal.


De acuerdo a sus tradiciones culturales lograron combinar armónicamente los
hilados, con diferentes matices de colores. En otros casos las telas fueron teñidas e
incluso pintadas para lograr diseños realmente excepcionales.

Independencia

no se que tenga que ver la independencia de mexico y ultimante mexico no ha inventado


nada pero estos son algunos inventos que México ha aportado al mundo

La Televisión A Color
Dispositivo Para Ver Desde Su PC o Televisión Imágenes En Tercera Dimensión
El Túnel Del Viento
El Primer Fusil Que Disparaba 60 Balas Por Minuto
El Primer Edificio Con Cimientos Antisísmicos
La Primera Máquina Automática Para Elaborar Cigarros
El molino De Agua
Los Limpiadores De Los Parabrisas
La Primera Técnica Para Producir Cartón
La Amalgamación
El Primer Torno Para Monedas
La Tinta Indeleble
El Hierro Esponja [es la materia prima para producir acero]
La Tridilosa
¿CUÁLES FUERON LOS
PRINCIPALES INVENTOS EN LA
ÉPOCA DE LA INDEPENDENCIA?
(CIENTÍFICOS DE LA ÉPOCA)
Estudios organizacionales en ciencia y tecnología en la época de la independencia.

PREGUNTA: ¿Cuáles fueron los principales inventos en la época de la


independencia? (Científicos de la época)

GRUPOS: DAMATADI
De la Independencia a la República
El siglo XVIII se caracterizó por un avance conceptual y estructural en materia
hospitalaria y educativa, bien que estos hospitales funcionaban más como albergues
para los pobres y desamparados, como ya se vio en el capítulo anterior. Sin embargo
los cambios políticos que surgen con el movimiento independentista, determinan una
época difícil en términos económicos, políticos y sociales, lo cual afecta
considerablemente el proceso de desarrollo que comenzaba a esbozarse en los nuevos
territorios. De otra parte, estos conflictos además de frenar el progreso, secundan la
ambivalencia existente entre el estado y las comunidades religiosas, al menos en lo
que toca al tema de salud pública, atención al enfermo pobre y al desamparado;
situación que se mantiene hasta bien entrado el siglo XX.

CIENTÍFICOS CRITICAN LA ELECCIÓN DE LUGARES DE FUNDACIÓN


DE DISTINTAS CIUDADES COLOMBIANAS

Un reino medianamente opulento, que por sus nativas riquezas pudiera ser ya
corpulentísimo, camina a pasos lentos en su población a causa de las enfermedades
endémicas que resultan de la casual y arbitraria elección de los sitios en los que se han
congregado sus pobladores. De esta inconsiderada y pésima elección de sus
poblaciones han dimanado plagas epidémicas que afligen mucha parte de sus
habitantes. Fue el diagnóstico que hiciera José Celestino Mutis el 3 de junio de 1801 en
su informe sobre el “Estado de la medicina y de la cirugía en el Nuevo Reino de
Granada en el siglo XVIII y medios para remediar su lamentable atraso”.

José Celestino Mutis, “Estado de la medicina y de la cirugía en el Nuevo Reino de


Granada en el siglo XVIII y medios para remediar su lamentable atraso. Santafé, 3
de junio de 1801”. En: Guillermo Hernández de Alba (ed.), Escritos científicos de don
José Celestino Mutis, Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, 1983, Tomo
1, pp. 34. Citado por Adriana María Alzate Echeverri (2007), Suciedad y Orden,
Reformas sanitarias borbónicas en la Nueva Granada 1760-1810, Bogotá, Instituto
Colombiano de Antropología e historia, Universidad de Antioquia, Universidad del
Rosario, pp 51. En: Cap. 1: “Fundaciones perniciosas”.

Algunos apuntes de la opinión de José Celestino Mutis respecto a la fundación de


ciudades

“José Celestino Mutis fue una figura central en materia de salud pública en el
Virreinato; consultado a propósito de casi todas las medidas que en este sentido
intentaban instaurarse. En cuanto médico y consejero de las autoridades, Mutis
condenaba la elección del lugar donde se habían dado la mayor parte de las fundaciones
de la Nueva Granada, y las calificaba de perniciosa y arbitraria.” (Alzate, 2007: 51)

COMIENZA LA EXPEDICIÓN BOTÁNICA


El redescubrimiento

El inventario de la naturaleza ordenado por Carlos III fue el punto de partida


para explorar el territorio y formar a los próceres de la Independencia.

Por José Antonio Amaya*

José Celestino Mutis dedicó buena parte de su vida a la investigación y la difusión


de conocimientos en la Nueva Granada. Murio sin ver publicada su obra.

La Revolución de los Comuneros de 1781 planteó la necesidad de introducir


reformas de envergadura en el Nuevo Reino de Granada. Presionadas por las
secuelas que había dejado este movimiento, el gobierno español se vio abocado a
redefinir la política científica vigente en Madrid para Lima y Santafé desde 1778.

La urgencia de restaurar la fidelidad criolla determinó al arzobispo-virrey


Antonio Caballero y Góngora a autorizar el establecimiento provisional de la
Expedición Botánica, el 29 de abril de 1783. Incluso le notificó al Ministro de
Indias, su jefe, el marqués de Sonora José de Gálvez, que si la Corona rehusaba el
proyecto, él lo financiaría de su bolsillo; a tal punto consideraba indispensable la
nueva institución para garantizar la gobernabilidad del Reino. Gálvez preparó
para la firma de Carlos III las disposiciones ratificatorias de la nueva entidad, a
saber, la Real Orden del 6 de septiembre de 1783, promulgada por Real Cédula del
primero de noviembre siguiente.

El principal escollo a los planes del Virrey fue la Expedición de Santafé, nuestra
‘primera’ expedición botánica. Aprobada en 1778 por iniciativa del primer
profesor del Jardín Botánico de Madrid, Casimiro Gómez Ortega, y puesta a cargo
del médico panameño Sebastián José López Ruiz, esta empresa había sido
concebida como un ‘apéndice’ de la Expedición Hispano Francesa al Perú y Chile
organizada en 1777. En semejante concepción no se respetaba el carácter de
virreinato de Nueva Granada, establecido definitivamente en 1739, sino que se
reproducía la antigua dependencia del Perú. Con este criterio se había
comisionado a los expedicionarios de la parte española, Hipólito Ruiz y José
Pavón, para que de regreso a Madrid pasaran por Santafé a recoger las
colecciones formadas por López; sin embargo el levantamiento de Túpac Amarú
(1781) y el de los Comuneros les obligó a posponer el cumplimiento del encargo,
aunque resulta improbable que López hubiera iniciado una flora de Santafé, o
mantenido correspondencia con Madrid o con Lima.

El desmonte de esta Expedición de Santafé y el establecimiento de la Expedición


Botánica del Nuevo Reino de Granada -al mismo nivel y con idénticas
prerrogativas que la del Perú y Chile- le permitieron a Caballero hacer un
despliegue de poder que demostraba el inicio de una nueva época y la ruptura con
la política de Manuel Antonio Flórez, el virrey que había sorteado la revolución
durante la cual se promovió el Arzobispo y que, además, había sido el protector de
López.

La nueva Expedición fue puesta bajo la responsabilidad del gaditano José


Celestino Mutis, reconocido como lazo de unión entre las élites enfrentadas, pues
conocía las alianzas del mundo cortesano -era confesor de Caballero- y los secretos
de la facción criolla. Desde su arribo al reino en 1760 venía adelantando una
Historia Natural, con recursos propios y apoyo de Linneo y de sus discípulos en
Suecia. En calidad de socio capitalista y de administrador in situ -en la Montuosa y
en El Sapo- había participado en empresas mineras de capital español y
americano, estratégicas para la Real Hacienda y para varios gobiernos virreinales.
Contaba además con el apoyo del líder de la Ilustración neogranadina, el
mariquitense Francisco Antonio Moreno y Escandón -digno de resaltar es que
Moreno había lamentado la falta de patrocinio para los proyectos de expedición
por Iberoamérica y gabinete de historia natural en Madrid, que Mutis había
presentado desde 1763-.

También había participado en el intento de dotar a Santafé de universidad pública


en 1768 y en 1774. Durante el levantamiento comunero, adhirió a Caballero y
Góngora, con lo que evitó la propagación en la provincia de Mariquita de los
desórdenes del Socorro que estallaron el 16 de marzo de 1781. Su vínculo con
América se había tornado inquebrantable, tanto más cuanto que sus sobrinos
Mutis Consuegra descendían por la madre del notablato de Bucaramanga, y que al
ordenarse sacerdote, en 1772, había aceptado que de regresar a España
renunciaría al ejercicio de la medicina, la fuente principal de sus ingresos.

El Virrey mitrado hubo de desplegar su persuasión y sugerir el peso de su


autoridad para que Mutis accediera a renovar su compromiso con España, aunque
éste aseguró que editaría su obra en Nueva Granada, lo que suponía que sería aquí
en América donde adelantaría el trabajo científico, reservándole a la metrópoli
funciones técnicas asociadas con el grabado, la impresión y la distribución.

Durante los últimos 23 años la Corona había permanecido al margen del punto de
partida que Mutis encarnaba y de los avances de las ciencias naturales modernas
en el virreinato. La comisión López Ruiz había colmado los sinsabores ocasionados
a Mutis desde Madrid: el silencio que se le aplicó en 1763 y la exclusión en que se
lo tuvo al momento de organizar la Expedición al Perú. Aunque con el
nombramiento de López desapareció la posibilidad de que su Historia Natural
fuese auspiciada por el Rey, este hecho estimuló su heroísmo, resolviéndolo a
continuar su obra y a dejarle a la “piedad del Rey su edición, y la satisfacción de
sus deudas”. La distancia entre Madrid y Santafé se dilataría aún más en 1781,
cuando la mudanza del jardín de Migas Calientes al Prado, asunto que tampoco se
le consultó.

Los planes de Caballero y Góngora habían provocado un forcejeo entre el


Ministro de Indias y su subalterno Gómez Ortega, responsable del centro
coordinador de las expediciones ultramarinas. Ortega trató de acelerar la
incursión de Ruiz y Pavón a Santafé, a lo que Gálvez respondió con un lacónico “se
hará lo que Mutis disponga”. Luego intervino en la preparación de la Real Cédula,
recomendando impedirle a Mutis salir de Santafé hasta que enviara a Madrid la
edición de su obra anterior a 1783, lo que no pudo acatarse, pues cuando la
disposición se recibió en la capital, hacía cinco meses que Mutis se hallaba
explorando las selvas neogranadinas. Ortega comprendió que había perdido su
expedición satélite. Nombró entonces a López corresponsal del Prado y “dejó al
arbitrio de Mutis todo lo correspondiente a su expedición”. Las comisiones de
López fueron suprimidas y su título de ‘descubridor de la quina’, declarado
espurio, mientras que a Mutis se le honró como ‘primer botánico y astrónomo del
Rey’, lo que vino a confirmar la reputación internacional de que gozaba desde
1770. En la negociación debió influir el parentesco de Gálvez con Caballero,
conocido en la Corte como “el prelado más protegido de Indias”.

La composición del equipo de la nueva expedición vino a reforzar la autonomía


lograda, pues Mutis se rodeó de criollos formados a su sombra, sin intervención de
Madrid. El sacerdote Eloy Valenzuela fue nombrado subdirector, y al franciscano
Diego García se lo destinó para que explorara el reino; las láminas botánicas del
pintor Pablo Antonio García, integrado como dibujante, carecían de parangón en
el Imperio por el rigor de la observación y el primor de la factura.

Así fue como la Revolución de los Comuneros contribuyó al establecimiento de la


Expedición Botánica, empresa que legitimó la identidad virreinal de Nueva
Granada -su autonomía científica, puesto que la política no era negociable- y el
reconocimiento de la intelectualidad criolla y acriollada, sin olvidar que durante
buena parte del siglo XVIII, Mutis gozó del prestigio internacional más sólido y
dirigió el proyecto botánico más ambicioso del Imperio español, donde la
Expedición neogranadina se perfiló como la primera organizada sin intervención
extranjera. En estas condiciones el Reino accedía a la mayoría de edad.

Mutis dirigió la Real Expedición por espacio de veinticinco años; la exploración


cubrió unos 8000 kilómetros, utilizó como eje longitudinal el río Magdalena y
alcanzó a cubrir la gran diversidad de climas y regiones del país. Al comenzar a
regir los destinos de la Expedición, el sabio gaditano contaba con 51 años, edad
avanzada para los promedios demográficos de la época, aspiraba a realizar una
Enciclopedia de la América Meridional, y conocía, como nadie, los problemas del
Virreinato. Aunque alejado de los centros científicos europeos, mantenía con éstos
correspondencia regular, lo que le permitió formar una bien dotada biblioteca
particular, actualizada y especializada, en los temas que le preocupaban. Sin
embargo, el ambiente cultural del Virreinato no era el más propicio, Mutis no
contaba con interlocutores suficientemente serios científicamente y, por otra parte,
tampoco se preocupó por conocer los resultados alcanzados por las otras Reales
Expediciones, con lo cual, seguramente, se hubiera evitado innecesarias
repeticiones y habría logrado actualizar y ampliar su capacidad crítica. Estos
factores influyeron en los resultados de la Expedición, afectando, por ejemplo, la
organización y sistematización de los herbarios y de las 5393 láminas que
representaban un total de 2696 especies y 26 variedades distintas, y que fueron
pacientemente dibujadas por los pintores adscritos a la Expedición, a los cuales
Mutis imprimió una rigurosa disciplina. Adicionalmente, su infinidad de labores
como consejero virreinal, quizás el más docto de los que existieron en las colonias
españolas en América, así como sus intereses comerciales, alejaban a Mutis
constantemente de la investigación.

OBRAS MÁS NOTABLES

Claustro del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario – La Bordadita – Bogotá.
El Jardín Botánico José Celestino Mutis en Bogotá y el Parque botánico José
Celestino Mutis en Palos de la Frontera fueron nombrados en su honor.

Linneo hijo, introdujo en su honor el género Mutisia, ampliando el significado que le


dieron los alumnos de Mutis.

• La Botánica: estudió la flora de su entorno e hizo una maravillosa colección de


dibujos de la flora colombiana. Entre sus discípulos más notables se encuentran
su propio sobrino, Sinforoso Mutis, el científico naturalista Francisco José
Caldas y el botánico Francisco Antonio Zea, quien llegó a ser director del
Real Jardín Botánico de Madrid.
• La lingüística: estudió las lenguas indígenas de su entorno y, entre sus
actividades, estuvo la elaboración de una serie de vocabularios elementales (100
palabras de cada idioma indígena) por encargo del rey Carlos III. El rey
respondía a la demanda de la zarina Catalina la Grande que le había pedido
vocabularios de las lenguas habladas en todos sus reinos, para hacer un
monumental Diccionario de todas las lenguas del mundo. (Como anécdota:
dicho Diccionario se publicó, pero los compiladores tuvieron la malhadada idea
de hacerlo por orden alfabético, por lo que resulta imposible consultarlo.)

• Otras ciencias, incluyendo también importantes aportaciones a procesos


industriales, como la minería de la plata y la destilación del ron.

Obras

• El arcano de la quina: Discurso que contiene parte médica de las cuatro especies
de quinas oficiales, sus virtudes eminentes y su legítima preparación”. Obra
póstuma. Ibarra, impresor de Cámara de S.M., Madrid. 1828
http://bibdigital.rjb.csic.es/spa/Libro.php?Libro=207

• “Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada : 1783-


1816″ : publicada bajo los auspicios de los Gobiernos de España y de Colombia
y merced a la colaboración del Instituto de Cooperación Iberoamericana,
Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, Real Jardín Botánico de Madrid,
CSIC, e Instituto de Ciencias Naturales-Museo de Historia Natural de la
Universidad Nacional de Colombia con la colaboración del Ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación ; promovida y dirigida por José Celestino
Mutis. 49 vol.

Las nuevas instituciones sirvieron, esencialmente, al desarrollo de la ciencia y de


manera especial, a la clasificación y aprovechamiento de n uevas plantas y recursos para
la medicina, estableciéndose un intercambio permanente de información científica
internacional y una afluencia creciente de artículos y revistas científicas, favoreciendo la
traducción de aquellos que se aproximaban a las necesidades del país[19].

Pero la política continuaba siendo uno de los principales factores que interferían en el
desarrollo de las ciencias en nuestro país; nuevamente y tratando de justificar la
investigación de las riquezas naturales, dicha actividad se dejó impregnar e influenciar
por doctrinas externas, en este caso la doctrina librecambista de la época. El resultado
no se hace esperar, los programas de investigación se ven rápidamente afectados por la
oferta y la demanda del comercio agroexportador, siendo Colombia un país de
economía agrícola de subsistencia, las exigencias internacionales sobrepasan las
capacidades internas, de tal manera que no se logra profundizar en temas de
investigación. Los científicos se convierten en funcionarios de aduana y los informes
científicos carecen de tal valor[20].

Sin embargo, vale la pena resaltar en este periodo el esfuerzo realizado por alcanzar la
profesionalización de la medicina. Es así como en 1893 se reunía en Bogotá el primer
Congreso Médico Nacional, en donde se presentaba al gobierno proyectos para
reglamentar la medicina y la farmacia. De igual manera se trataron temas delicados,
referentes a la higiene pública, como son las fiebres del Magdalena y la lepra y se
solicitaba la creación de un gabinete bacteriológico para resolver problemas
relacionados con la patología[21].

Retomando el tema de la “Medicina Nacional”, vale la pena destacar el papel que jugó
en este proceso la construcción de una “Geografía Médica” la cual permite establecer
una base de datos de epidemiología, y crear un reporte de las enfermedades regionales,
así que de los tratamientos autóctonos utilizados[22].

De otra parte los aportes en materia de higiene portuaria y control de epidemias no


pueden ser despreciados, pues es gracias al trabajo desarrollado, especialmente por la
“Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Bolívar”, que se logra trabajar
activamente en la organización higiénica de la ciudad y del puerto, así que en la
divulgación de los últimos avances científicos, gracias a la publicación de la
“Gaceta Médica de Bolívar”[23]. Para esta misma época se registran los primeros
estudios en lo que se dio por llamar medicina tropical, tema que será tratado más
delante de manera detallada.

Reforma
4. LA IMPRENTA

Creada en Oriente en el siglo VII, su perfeccionamiento


se debió a la invención de los caracteres móviles que se
atribuye a Johann Gutenberg.

TALLER GRAFICO. Aspecto de los antiguos talleres donde el paciente y


prolongado trabajo de grabado sobre planchas metálicas, para las
ilustraciones de los textos de la época, reemplazaba la acción de los ácidos.
Se observan así mismo, que realzan el contraste con las modernas rotativas
de la era contemporánea

El Renacimiento aparece fundamentalmente como una gran


confluencia de sucesos: las ciudades que Habían comprado su
libertad a los señores
empobrecidos por las
Cruzadas alcanzan su
apogeo; la aparición de la
pólvora torna inservibles las
corazas de hierro de los
caballeros; la navegación a
vela, orientada por la brújula
y el sextante, descubre
nuevos mundos; los sabios
de Bizancio, que huyen de los
turcos, traen a Occidente el
gusto por la Antigüedad; las
nacionalidades empiezan a
diseñarse; florece el comercio
y prosperan los puertos de la
Liga Hanseática, y también
los de Barcelona, Marsella,
Génova y Venecia. Hay una sed de conocimientos y un anhelo
de vinculación. Es entonces cuando irrumpe la imprenta en
Occidente y hace pasar a la historia el viejo sistema de los
monjes medievales que, con paciencia musulmana, copiaban a
mano los escritos sobre duros pergaminos. Y desde ese mismo
momento la vida intelectual del mundo entra en una fase nueva
y mucho más vigorosa. Como dice H. G. Wells: Deja de ser un
pequeño gotear de espíritu a espíritu, para convertirse en una
ola inmensa de la que participarán miles de espíritus y, muy
pronto, veintenas y centenas de millares".

LA IMPRESION EN LA ANTIGÜEDAD

Desde tiempos muy remotos el hombre buscó reproducir los


signos o letras de una manera mecánica o al menos con un
alivio en el esfuerzo manual. Los asirios trazaban sus caracteres
mediante depresiones practicadas sobre la superficie de
ladrillos de arcilla fresca que luego eran cocidos y pasaban a
formar bibliotecas. Cuando querían reproducir el escrito en
varios ejemplares esculpían los caracteres en relieve sobre una
plancha de madera y los marcaban mediante presión todas las
veces que fuera necesario. Asimismo, en Egipto han sido
encontrados fragmentos de telas con un diseño multiplicado
que revela a todas luces el empleo de un patrón estampado.
Más aún, en el Museo Británico se conserva el sello mismo de
un patricio romano, presumiblemente del siglo II a.C., de unos
5 por 2 cm que representa letras en relieve muy bien
proporcionadas y grabadas al revés, tal como se procede para
que el signo impreso aparezca al derecho.
LA BIBLIA. Compuesta de 42 líneas, fue impresa por Gutenberg en un
monasterio

Otro sistema de impresión, el grabado en madera o xilografía,


vino a aparecer en Europa probablemente en el siglo XV, pues
los ejemplares más antiguos que han sido hallados, estampas
religiosas para la ilustración de los fieles, llevan las fechas de
1418 y 1423. El sistema era lento y difícil.
MOTOR DE LA CULTURA. El invento de Johann Gutenberg, cuya vida se
confunde con la leyenda activó la culturización de cierto sector de la
sociedad. Posteriormente con el diario se cumple un proceso de
democratización del saber.

Cada página era una verdadera obra de arte, ya que tenía que
ser realizada punzón en mano por un tallador muy
experimentado.
UN BURGUÉS de levita se impone de las últimas novedades que contienen
las tablas empleadas en la época

EL ORIENTE PRECURSOR

Modernas investigaciones han revelado el enorme desarrollo


que tuvieron los procedimientos de impresión en el Extremo
Oriente, aunque se ignora en qué medida influyeron en el
Occidente, pues son desconocidos los eslabones entre el arte de
imprimir chino y el de finales de la Edad Mediaren Europa. Un
asombroso hallazgo revela que en el siglo VII fueron
reproducidos en China hasta un millón de ejemplares con un
sólo grabado. Ya en el siglo X los chinos imprimían obras
monumentales, como las sagradas escrituras budistas, que
constaban de más de 1.500 volúmenes, con un total de 130 mil
páginas, todas ellas ilustradas. En aquella misma centuria
apareció también en China el primer papel moneda, que fue
impreso en xilografía.

A principios del siglo XI fueron inventados en China los tipos


móviles, lo que representó un avance revolucionario sobre el
primitivo sistema de impresión en bloques. La reproducción en
masa de caracteres o letras sueltas implica la posibilidad de
ordenarlas en cualquiera combinación o modelo, y de utilizarlas
una y otra vez para imprimir distintos libros, en tanto que los
bloques grabados servían únicamente para reproducir el mismo
ejemplar o página determinada. Los primeros tipos móviles
fueron fabricados de arcilla cocida y su inventor parece haber
sido Pi Sheng, hacia 1045.

El procedimiento de los tipos intercambiables fue perfeccionado


por los coreanos, los cuales, cuatro siglos más tarde llegaron a
fundir tipos sueltos en bronce. Alrededor del año 1400 se
produjo en Corea una revolución política y la administración
triunfante estableció, como dependencia del Gobierno, un
departamento de libros y tipos. Fue una tarea costosa y
extraordinaria envergadura: cientos de miles de tipos fueron
fundidos en no más de siete meses. Se sabe que la empresa
despertó tal entusiasmo que cuando se agotó el metal para
continuar la fundición, fueron utilizados todos los objetos de
bronce de que se pudo echar mano, llegando a fundirse incluso
las campanas de conventos y monasterios. Todos estos sucesos
ocurrían varios lustros antes de que en Alemania un hombre
llamado tal vez Johann Gutenberg diera a conocer su invención.

CUATRO NOMBRES EN PUGNA POR UNA INVENCION

Aunque parezca increíble, no existe en Europa una


documentación clara y precisa sobre la aparición de la
imprenta, tal como la que se dispone de China y Corea. El
quién, cómo y cuándo de la invención de los tipos, en lo que se
refiere a Occidente se entiende, sigue siendo un misterio y un
tema de conjeturas e investigaciones, con múltiples teorías.
Hay algunos que atribuyen la prioridad de la invención a
Lorenzo Coster, de Harlem, en Holanda; otros, a Mentelin, de
Estrasburgo, y no pocos a Castaldi, de Milán. Pero una serie de
evidencias dispersas e indirectas señalan que el acontecimiento
tuvo lugar en Alemania, en la ciudad de Maguncia, o acaso
Estrasburgo, alrededor de 1440, y que se debió a un personaje
llamado Johann Gutenberg, de cuya vida no se sabe casi nada y
en torno a la cual se han tejido cientos de leyendas. La
discusión no tendría sino un carácter anecdótico, de no
envolver el meollo del asunto.
PRENSA METALICA. Reemplazó a la de madero al comenzar el siglo XIX.

No se trata de saber quién inventó los tipos móviles, éstos


existían desde hacía largos años, sino de quién supo fabricarlos
con facilidad y precisión, en grandes cantidades y a un precio
asequible, para permitir su desarrollo como factor principal de
nuestra cultura. El mérito de Gutenberg, o de quien haya sido
el verdadero fabricante, fue precisamente ése: perfeccionó un
invento y lo hizo eficaz. A él la historia de la imprenta le debe la
construcción del molde tipográfico y la solución de todas las
dificultades y problemas que la fabricación y manipulación de
los tipos movibles planteaban.

JOHANN GUTENBERG, UN DESCONOCIDO

Johann Gutenberg, a quien se atribuye con mayor insistencia el


honor de haber inventado la imprenta, vivió, se cree, entre los
años 1398 y 1468. Se supone que nació en Maguncia y era
descendiente de una familia de cierta opulencia, siendo su
padre Friech zum Gensfleisch o zum Gutenberg, nombre que
habría adoptado por su lugar de nacimiento, y su madre, Elsgen
Wyrich. El nombre completo del inventor habría sido Johann
Gensfleisch zum Gutenberg de Sorgelosch. De la primera época
de su vida se sabe sólo que viajó por Italia, Suiza y Holanda,
adquiriendo una sólida cultura. A su vuelta se habría
establecido en Estrasburgo, hacia 1434, llevando una vida
tranquila, turbada sólo por un problema judicial, ya que, según
se dice, hizo encarcelar a un vecino de aquella ciudad que se
negó a pagarle una deuda. Al parecer, el deudor era una
persona de cierta influencia, pues recurrió a la corporación de la
ciudad y el mayor de ésta ordenó que fuera puesto en libertad,
obligando asimismo a Gutenberg a que desistiera de todo
reclamo por dicho dinero.

Hacia 1438, a los cuarenta años de edad, Gutenberg se habría


asociado con dos vecinos pudientes de Estrasburgo, Andreas
Dritzehn y Johannes Riffe, a fin de fabricar espejos. Algunos
afirman que ya en esa época había montado en el monasterio
de San Arbogasto una pequeña prensa con tipos movibles de
madera y que habría realizado en ella algunos trabajos que se
han perdido. De lo que sí hay constancia es de que sus socios lo
demandaron ante la justicia por deudas, obteniendo un fallo
favorable. Como Gutenberg no disponía de dinero tuvo que
hacer frente a sus compromisos, entregando todo su material
tipográfico en pago.

LA BIBLIA DE MAZARINO

Después del fallo adverso de la justicia, Gutenberg hebra


regresado a Maguncia en 1446, asociándose con un rico
banquero de aquella ciudad, Johannes Fust, y con Peter
Schoeffer, un hábil artesano.

SECANDO HOJAS DE PAPEL. Un "Manual práctico de la fabricación del papel"


muestra las diversas etapas antes que se convierta en tal. En la ilustración
superior, dos orientales secan hojas.
Allí habría comenzado a imprimir su famosa Biblia, el primer
trabajo conocido de la historia le haya realizado la imprenta. Se
trataba de la Biblia Latina, un libro de 288 páginas impresas a
dos columnas y 42 líneas, conocida también como la Biblia de
Mazarino, debido a que el ejemplar señalado fue descubierto en
la biblioteca del famoso cardenal. En verdad, era una obra
monumental.

Como avanzara con extrema lentitud, los socios, al parecer,


decidieron prescindir de Gutenberg por considerarlo demasiado
exigente en el detalle artístico, lo que demoraba excesivamente
el trabajo. Así, la Biblia habría sido terminada por Fust y
Schoeffer hacia 1453, y presentada en público tres años más
tarde. Gutenberg, viejo, cansado y más pobre que nunca,
habría buscado otros apoyos, consiguiendo imprimir y publicar
el "Catholicon", un pequeño glosario que se ha perdido, y acaso
algunos otros libros, antes de morir en 1468.

PRIMERAS ROTATIVAS. Una verdadera revolución en el arte tipográfico fue


la aparición de las primeras rotativas, que multiplican por miles los
impresos. Un cilindro horizontal, donde se encuentra el material compuesto,
gira en contacto con varios cilindros menores.

En verdad, no se tiene ninguna información directa acerca de


sus actividades y andanzas después de su separación de Fust.

DE GUTENBERG A LA ROTATIVA

La prensa diseñada y utilizada por prensa era un artefacto muy


sencillo. Constaba de un bastidor de madera y de dos planchas
planas y horizontales. La inferior era de nivel fijo y la superior,
móvil y provista de un tornillo con palanca para hacerla bajar y
subir a voluntad. La composición era depositada en la platina
inferior. Para su entintado se utilizaban unas almohadillas de
piel, rellenas de crin y que remataban en un mango, llamadas
"balas". La tinta era preparada sobre una plancha de mármol,
en la cual se untaban también las balas. Enseguida, la
composición era restregada con ellas. Sobre la forma
tipográfica así entintada se deposita una hoja de papel y luego
se accionaba el tornillo, haciéndose descender la plancha
superior. Esta oprimía el papel contra la forma, produciéndose
la impresión. Con pequeñas modificaciones y mejoras, esta
manera de imprimir se mantuvo nada menos que durante más
de tres siglos. Sólo hacia 1800 hizo su aparición la primera
prensa construida en hierro, y hasta mediados del siglo pasado,
la mayoría de ellas siguió siendo accionada a mano, aunque en
1814 fue instalada en los talleres de "The Times" de Londres
una prensa a vapor, que al parecer no dio gran resultado.

La primera gran mejora que experimentó la imprenta fue la


prensa a pedal, que al ser accionada con los pies dejaba libres
las manos de los operarios. Pero su más notable adelanto lo
constituyó, sin embargo, la prensa de cilindro. Hasta entonces,
toda prensa constaba de dos superficies planas: una para los
tipos, otra para el papel. El nuevo invento modificó esta
disposición: el tipo seguía asegurado sobre una superficie
plana, pero el papel era llevado por un cilindro que rodaba
sobre el plano de la forma entintada. Gracias al cilindro, las
prensas pudieron construirse mas y más grandes, multiplicando
la producción. Posteriormente el paso decisivo para aumentar la
velocidad de la impresión lo constituyó el invento de la prensa
rotativa en 1846, debida al norteamericano Richard M. Hoe. Las
gigantescas rotativas se convirtieron en instrumento
fundamental del periodismo moderno, alcanzándose con ellas
tirajes fabulosos que ni siquiera se pudieron soñar con las
prensas tradicionales.

FABULOSA DIFUSION

Volviendo a la época de Gutenberg, sorprende la rapidez con


que la imprenta se difundió, y maravilla la enorme influencia
que tuvo sobre la cultura. Con suma velocidad, el invento se
desplazó en unos pocos años de las orillas del Rin,
estableciéndose en lugares tan distantes y diversos como
Hungría, Polonia, Bohemia y España. Al iniciarse el siglo XVI, la
imprenta era ya una industria general, conocida en todas partes
y con una producción considerable. Se calcula que en sus
primeros 50 años de vida se publicaron no menos de 40 mil
títulos, y otros tantos en los veinte años siguientes.
EL CAJISTA. Lento trabajo imponía alinear los tipos contenidos en
compartimentos denominados "cajas". El cajista, desarrollando su labor, que
sólo fue reemplazada y activada con la aparición de la linotipia.

La invención de la imprenta favoreció enormemente el


desarrollo de la cultura. El sistema medieval de copiar los
escritos a mano, por bellos que fueran los productos a que daba
lugar, resultaba extremadamente lento y oneroso, y así sólo los
más ricos podían poseer más de uno o dos libros.

LINOTIPIA. Está formada por un teclado similar al de la máquina de escribir.


Accionando una tecla, la matriz (de bronce), que contiene el símbolo o letra
cae desde un depósito especial a una cinta transportadora, quedando
alineadas en el orden hasta formar un renglón.

Con la imprenta, esta situación cambió radicalmente, ya que los


volúmenes impresos vinieron a ser infinitamente más baratos
que los antiguos manuscritos, lo que significó que se compraran
y leyeran por un número inmensamente mayor de personas.

Este hecho, a su vez, ayudó decisivamente a la difusión de todo


género de conocimientos, poniendo fin al monopolio de la
cultura que ejercían unos pocos, impulsando la enseñanza y
haciendo posible la lectura pública de hombres como Erasmo o
Lutero. Es imposible imaginar la Reforma sin el poder difusor de
la imprenta. Mas aún, no sólo la Reforma sino cualquier
movimiento moderno de alguna importancia ocurrido en los
últimos 500 años.

Revolucion

Cine mexicano
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El cine mexicano se inició en 1896 y es uno de los más desarrollados de América


Latina, junto a los de Brasil y Argentina. La primera película filmada en México fue El
Presidente de la República paseando a caballo en el Bosque de Chapultepec (1896),
obra de Claude Ferdinand Bon Bernard y a Gabriel Veyre, enviados a México por los
hermanos Lumière para presentarle al presidente el cinematógrafo, y la primera película
sonora mexicana fue Santa (1931), de Antonio Moreno, que utilizó un sistema sonoro
inventado por el ingeniero Joselito Rodríguez y basada en la novela del escritor
Federico Gamboa, ambos mexicanos.

Inicios
Elías de la Cruz Salinas compró el cine y lo llevó a México. El cine llegó a México casi
ocho meses después de su triunfal aparición en París. La noche del 6 de agosto de 1896,
el presidente Porfirio Díaz, su familia y miembros de su gabinete presenciaban
asombrados las imágenes en movimiento que dos enviados de los hermanos Lumière
proyectaban con el cinematógrafo en uno de los salones del Castillo de Chapultepec.

El éxito del nuevo medio de entretenimiento fue inmediato. Don Porfirio había aceptado
recibir en audiencia a Claude Ferdinand Bon Bernard y a Gabriel Veyre, los
proyeccionistas enviados por Louis y Auguste Lumière a México, debido a su enorme
interés por los desarrollos científicos de la época. Además, el hecho de que el nuevo
invento proviniera de Francia, aseguraba su aceptación oficial en un México con un
"presidente" que no ocultaba su gusto "afrancesado".
Después de su afortunado debut privado, el cinematógrafo fue presentado al público el
14 de agosto de ese mismo año, en el sótano de la droguería "Plateros", en la calle del
mismo nombre (hoy Madero) de la ciudad de México. El público abarrotó el sótano del
pequeño local -repetición de la sesión del sótano del "Gran Café" de París, donde
debutó el cinematógrafo- y aplaudió fuertemente las "vistas" mostradas por Bernard y
Veyre. La droguería "Plateros" se localizaba muy cerca de donde, unos años después, se
ubicaría la primera sala de cine de nuestro país: el Salón Rojo.

México fue el primer país del continente americano que disfrutó del nuevo medio, ya
que la entrada del cinematógrafo a los Estados Unidos había sido bloqueada por
Thomas Alva Edison. A principios del mismo año, Thomas Armant y Francis Jenkins
habían desarrollado en Washington el vitascope, un aparato similar al cinematógrafo.
Edison había conseguido comprar los derechos del vitascope y pensaba lanzarlo al
mercado bajo el nombre de Biograph. La llegada del invento de los Lumière significaba
la entrada de Edison a una competencia que nunca antes había experimentado.

Brasil, Argentina, Chile, Cuba, Colombia y las Guayanas fueron también visitados por
enviados de los Lumière entre 1896 y 1897. Sin embargo, México fue el único país del
continente americano donde los franceses realizaron una serie de películas que pueden
considerarse iniciadoras de la historia de una cinematografía.

El mismo año llegó también el vitascope norteamericano a México; sin embargo, el


impacto inicial del cinematógrafo había dejado sin oportunidad a Edison de conquistar
al público mexicano.

El mismo año que Bernard y Veyre llegaron a México, filmaron El presidente de la


república paseando a caballo en el bosque de Chapultepec y otros 35 cortometrajes en
la capital, Guadalajara y Veracruz. Uno de los filmes de los realizadores franceses,
titulado Un duelo a pistola en el bosque de Chapultepec, causó conmoción, ya que la
gente no diferenciaba aún la realidad de la ficción. Este filme podría ser inspirado por el
filme de Thomas Alva Edison titulado Pedro Esquirel y Dionecio Gonzales - Un duelo
mexicano (Pedro Esquirel and Dionecio Gonzales - Mexican Duel), tres años antes. En
1897 se realizó la primera cinta silente de producción mexicana, llamada Riña de
hombres en el Zócalo. Los primeros realizadores mexicanos fueron el ingeniero
Salvador Toscano (desde 1898), Guillermo Becerril (desde 1899), los hermanos Stahl y
los hermanos Alva (desde 1906) y Enrique Rosas, que en 1906 produjo el primer
largometraje mexicano, titulado Fiestas presidenciales en Mérida, un documental sobre
las visitas del presidente Díaz a Yucatán.

En 1898 se presentó, en la Calle del Espíritu Santo, el aristógrafo, aparato inventado por
el mexicano Luis Adrián Lavie que perfecciona los fallidos intentos de otros inventores
por proyectar imágenes en relieve. "...inventando unos lentes y gemelos que contienen
en su interior un mecanismo movido por una corriente eléctrica, de tal suerte que cada
vez que la vista correspondiente a un ojo la del otro ojo queda interceptada. Las
imágenes se suceden con tal rapidez que, por un efecto de persistencia de la impresión
en la retina, las vistas no solamente parecen de relieve, sino que aparecen también
enteramente fijas cuando se hace uso del anteojo".1
[editar] Comienzos del cine nacional mexicano: el
primer largometraje
Según el crítico e historiador del cine mexicano Emilio García Riera, el surgimiento de
los primeros cineastas mexicanos no obedeció a un sentido nacionalista, sino más bien
al carácter primitivo que tenía el cine de entonces: películas breves, de menos de un
minuto de duración, que provocaban una necesidad constante de material nuevo para
exhibir.

Al irse de México Bernard y Veyre, el material traído por ellos de Francia y el que
filmaron en México fue comprado por Bernardo Aguirre y continuó exhibiéndose por
un tiempo. Sin embargo, "...las demostraciones de los Lumière por el mundo cesaron en
1897, y a partir de entonces se limitaron a la venta de aparatos y copias de las vistas que
sus enviados habían tomado en los países que habían visitado". Esto provocó el rápido
aburrimiento del público, que conocía de memoria las "vistas" que hacía pocos meses
causaban furor.

En 1898 se inició como realizador el ingeniero Salvador Toscano, quien se había


dedicado a exhibir películas en Veracruz. Su labor es una de las pocas que aún se
conservan de esa época inicial del cine. En 1950, su hija Carmen editó diversos trabajos
de Toscano en un largometraje titulado Memorias de un mexicano (1950). Toscano
testimonió con su cámara diversos aspectos de la vida del país durante el porfiriato y la
revolución. Inició, de hecho, la vertiente documental que tantos seguidores ha tenido en
nuestro país.

Otros cineastas de esa primera época fueron: Guillermo Becerril (desde 1899); los
hermanos Stahl y los hermanos Alva (desde 1906) y Enrique Rosas, éste último
realizador de un gran documental sobre el viaje de Porfirio Díaz a Yucatán: Fiestas
presidenciales en Mérida (1906). Este filme fue, sin duda, el primer largometraje
mexicano.

[editar] Inicios del cine de ficción y los "años dorados"


del cine silente mexicano
Si se tiene como cine de ficción a aquel que emplea actores para contar un argumento,
habría que remontarnos hasta 1896 para encontrar el primer ejemplo de ello en México.

Un duelo a pistola en el Bosque de Chapultepec (1896) fue filmada por los franceses
Bernard y Veyre, en base a un hecho real, ocurrido poco tiempo antes entre dos
diputados en el Bosque de Chapultepec.

Las reconstrucciones de eventos famosos no eran novedad en 1896. Edison había


filmado una pequeña cinta para su cinetoscopio, que bien pudo haber inspirado la cinta
de Bernard y Veyre. Pedro Esquirel and Dionecio Gonzales - Mexican Duel (1894)
presentaba quizás a los primeros mexicanos mostrados en película: dos hombres que se
enfrentaban en un duelo a cuchilladas. Esta imagen del mexicano violento fue, desde
entonces, el estereotipo impuesto por el cine norteamericano al referirse a México.
Salvador Toscano filmó en 1899 una versión corta de Don Juan Tenorio. Este filme
mostraba la ambivalencia con que se tomaba la ficción en esa época: era documental
porque registraba la representación teatral de la obra, pero era ficción porque
únicamente mostraba el desempeño de los actores.

En 1907, el actor Felipe de Jesús Haro realizó la primera cinta ambiciosa de ficción
filmada en México: El grito de Dolores o La independencia de México (1907). El
mismo Haro interpretó al libertador Miguel Hidalgo y escribió el argumento. La
película se exhibió, casi obligatoriamente, cada 15 de septiembre hasta 1910.

Otros filmes de ficción de esa época fueron: El san lunes del valedor o El san lunes del
velador (1906), cinta presumiblemente cómica dirigida por Manuel Noriega; Aventuras
de Tip Top en Chapultepec (1907), cortometraje del ya mencionado Haro; El rosario de
Amozoc (1909) primer filme de ficción de Enrique Rosas; y El aniversario del
fallecimiento de la suegra de Enhart (1912) de los hermanos Alva, el más antiguo filme
de ficción del cual todavía se conservan copias. Esta cinta es una comedia interpretada
por los actores Vicente Enhart y Antonio Alegría, cómicos del teatro "Lírico", que
muestra una marcada influencia francesa en su estilo de realización.

La revolución marcó un gran paréntesis en la realización de filmes de ficción en


México. Con la finalización oficial del conflicto, en 1917, pareció renacer esta vertiente
cinematográfica, ahora en la modalidad del largometraje.

De hecho, se considera que entre 1917 y 1920 hubo en México una época de oro del
cine, situación que no se repetiría sino hasta tres décadas después. Es curiosa la
coincidencia de que la mejor época del cine silente mexicano se inicie durante los años
de la Primera Guerra Mundial, mientras que la mejor época de nuestro cine sonoro
coincida con la Segunda Guerra. En ambas situaciones se presentó una disminución en
la importación de películas, resultado natural de la disminución en el número de filmes
producidos por los países en guerra durante esos años.

En 1917, la principal importación de filmes hacia México provenía de Europa. Estados


Unidos no terminaba de afianzarse como un gran centro productor cinematográfico,
aunque Hollywood ya comenzaba a perfilarse como la futura Meca del cine. Además,
las relaciones tirantes entre México y Estados Unidos, junto con la imagen estereotipada
del "mexicano bandido" en muchos de los filmes norteamericanos, provocaba un
rechazo, tanto oficial como popular, hacia muchas de las películas estadounidenses de la
época.

Francia e Italia fueron los patrones a seguir para la "reinauguración" del cine mexicano
de ficción en 1917. Ese año se estrenó en México El fuego (Il fuoco, 1915) filme
italiano interpretado por Pina Menichelli, actriz que logró gran popularidad en nuestro
país y que introdujo el concepto de "diva" del cine, anteriormente sólo utilizado para el
teatro o la ópera.

El fuego (1915) inauguró una tendencia romántica-cursi que hizo furor en México y que
influyó al cine de otros países, incluyendo Estados Unidos. El universo de las "divas" se
componía de ingredientes que pronto se asimilaron en otras cinematografías: mujeres
voluptuosas, escenarios suntuosos, historias pasionales y atrevidas. La propuesta
italiana planteaba un cambio en la mentalidad de la época, producto inmediato de la
guerra. El papel de la mujer se ampliaba en el cine, aunque sólo fuera como "objeto de
pasiones amorosas." La nueva mujer -que obtenía el derecho al voto y que pronto se
recortaría el pelo, se liberaría del corsé y se acortaría la falda- hacía su aparición en las
pantallas cinematográficas.

La luz, tríptico de la vida moderna (1917) es el título del primer largometraje "oficial"
del cine mexicano. El adjetivo "oficial" se debe a que pocos autores reconocen el
trabajo de los yucatecos Carlos Martínez de Arredondo y Manuel Cirerol Sansores,
quienes un año antes filmaron 1810 ó ¡los libertadores de México! (1916) el que
probablemente sea el primer largometraje de ficción nacional. El hecho de haber sido
filmado en Yucatán -junto con El amor que triunfa (1917)- lo ha relegado en contra de
La luz, tríptico de la vida moderna (1917), filme realizado en la ciudad de México.

Otros filmes famosos de esta primera época de oro fueron: En defensa propia (1917), La
tigresa (1917) y La soñadora (1917), producidos todos por la Compañía Azteca Films.
Esta firma, fundada por la actriz Mimí Derba y por Enrique Rosas, constituyó la
primera empresa de cine totalmente mexicana. Probablemente Derba haya sido la
primera directora de cine nacional, si es cierto que dirigió La tigresa (1917).

Los temas que han acompañado a nuestra cinematografía nacieron también en los años
de 1917 a 1920. Tepeyac (1917), filme que relacionaba extrañamente las apariciones de
la Virgen de Guadalupe con el hundimiento de un barco en el siglo veinte, fue filmado
por Fernando Sáyago. Tabaré (1917) de Luis Lezama, guarda una estrecha relación en
su argumento con filmes como Tizoc (1957): el indio que se enamora de la rica heredera
de piel blanca. Finalmente Santa, la prostituta creada por el escritor Federico Gamboa,
hizo su primera aparición cinematográfica en la cinta dirigida por Luis G. Peredo en
1918.

Mención especial merece El automóvil gris (1919), sin lugar a dudas el filme más
famoso de la época muda del cine mexicano. Filmado por Enrique Rosas -de gran
trayectoria cinematográfica si consideramos las veces que ha sido nombrado en este
texto- el filme en realidad no es tal; es una serie de doce episodios que cuenta las
aventuras de una famosa banda de ladrones de joyas que se hizo célebre en la ciudad de
México hacia 1915.

Las series o "seriales" representaron las primeras incursiones del cine norteamericano
en el gusto popular mexicano. Para 1919 se habían suavizado las fricciones con el
vecino del norte, y el cine hollywoodense comenzaba a conquistar mercados en todo el
mundo.

De esta manera, El automóvil gris (1919) inauguraba, sin claros sucesores, el "serial"
mexicano. La cinta (o cintas) poseía además un elemento novedoso y controversial: era
el primer filme cuyo argumento se inspiraba claramente en hechos recientes,
acontecidos en el país. En el evento original había estado involucrado un general
carrancista que fue socio de Rosas en la formación de Azteca Films, y los personajes
que aparecían en pantalla eran claramente identificables por el público.

Para completar la controversia, una de las escenas de la serie constituía una extraña
mezcla de ficción y realidad: el fusilamiento de algunos miembros de la banda no era
actuado, sino que Rosas había tomado la escena original filmada por él mismo, y la
había incluido en la cinta. De esta manera, el filme aseguraba, de manera mórbida, su
popularidad en el público.

Ese mismo año, la actriz Mimí Derba, probablemente la primera mujer directora del
cine mexicano, se retiraba del medio un poco resentida por el escaso éxito alcanzado
por sus películas, este es un fragmento de una entrevista realizada el año anterior:

Dígase lo que se diga, la producción mexicana no llegará, durante varios años, a ser
aceptable. Entre las muchas razones que puedo esgrimir en pro de mi aserto,
mencionaré "la inconstancia", cualidad que caracteriza a este país. Mimí Derba,
entrevistada por Cine Mundial, junio de 1918. En Ramírez, G. (1989). Crónica del cine
mudo mexicano. México: Cineteca Nacional, p. 75.

Volvería al cine, al incorporarse al naciente cine sonoro en 1931 con la película Santa,
sin embargo, existen registros de que aceptó un papel en La linterna de Diógenes (La
linterna mágica) (1924/1925), película dirigida por Carlos Stahl.

[editar] La Revolución Mexicana


La Revolución Mexicana contribuyó enormemente al desarrollo del cine en el país.
Durante la Revolución Mexicana se produjeron películas documentales que relataron el
conflicto armado convirtiendo a la Revolución Mexicana en el primer gran
acontecimiento histórico totalmente documentado en cine. Nunca antes un evento de tal
magnitud había sido registrado en movimiento. La Primera Guerra Mundial, iniciada
cuatro años después del conflicto mexicano, fue documentada siguiendo el estilo
impuesto por los realizadores mexicanos de la revolución. Pancho Villa financió
parcialmente su fuerza por medio de productores estadounidenses que grabaron sus
batallas y se dice que "coreografió" la Batalla de Celaya especialmente para su
filmación. Otros productores, como los hermanos Alva siguieron a Francisco I. Madero,
Jesús H. Abitia acompañaba a la División del Norte y filmaba a Álvaro Obregón y
Venustiano Carranza, actualmente todos los rollos de estas filmaciones están
supuestamente perdidos.

La vertiente documental y realista fue, por razones claras, la principal manifestación del
cine mexicano de la revolución. Aunque el cine de ficción comenzaba a popularizarse
en Europa y Norteamérica, el conflicto armado mexicano constituyó la principal
programación de las salas de cine nacionales entre 1910 y 1917.

El público se interesaba en estos filmes por su valor noticioso. Era una forma de
confirmar y dar sentido al cúmulo de informaciones imprecisas, contradictorias e
insuficientes, producto de un conflicto armado complejo y largo. Los filmes de la
revolución pueden considerarse como antecedentes lejanos de los noticiarios televisivos
de hoy en día.

Los cineastas de la revolución procuraban mostrar una visión objetiva de los hechos.
Para no tomar partido, los camarógrafos filmaban los preparativos de ambos bandos,
hacían converger la acción en la batalla y, en muchos casos, no daban noticia del
resultado de ésta. Esto lo hacían debido a la incertidumbre por el curso de los
acontecimientos.
Independientemente de las distintas prácticas cinematográficas, la revolución fue para el
cine mexicano un evento fotogénico excepcional. Sin lugar a dudas, la estética
provocada por este conflicto imprimió su huella en el desarrollo posterior de nuestra
cinematografía. Prueba de ello son los filmes de la llamada época de oro que tanto le
deben a la revolución en su postura estética.

Durante el gobierno de Carranza se limitaron los filmes acerca de la revolución y el cine


de ficción empezó a crecer.

Durante la era post-revolucionaria no fue posible que la industria avanzara, pero durante
los años 1930, una vez que la paz y la estabilidad regresaron al país, diversos directores
comenzaron a dirigir películas de valía.

[editar] Años 20, la década de la transición al cine


sonoro
La década de 1920 a 1929 fue testigo de la transformación del mundo. La Primera
Guerra Mundial había alterado radicalmente los valores de gran parte de la sociedad, y
la gente trataba de olvidar el horror vivido hasta 1919. En los "alegres veintes" nacieron
la radio, el jazz y las faldas cortas, así como el fascismo, el nazismo y la depresión

Los obrajes.
La industria textil en nueva España implicaba competencia para uno de los
principales productos de Castilla. El virrey Enríquez trató de impulsar la
exportación de lana novohispana a la península ibérica. Las necesidades de un
consumo local hicieron qué los obrajes en que se elaborarán telas de lana, algodón,
jergas, frazadas sombreros y aún algunos en que se labraba la seda. Se extendieron
a los principales centros del virreinato.
El obraje resultaba una empresa cuestionable, la principal inversión era la mano de
obra. Empleaban a personas condenadas por diversos delitos a la prestación de
servicios forzosos; a los trabajadores contratados, trataban de retenerlas
endeudándolos con el adelanto de salarios y pagos en especie que les daban a
elevado precio.
Se conceden nuevas licencias para abrir obrajes advirtiendo que no se emplean
indios, o, en los casos en que se permitía, se solicitaban condiciones de buen
tratamiento. México, Puebla, Oaxaca y Valladolid. En 1599 estas ciudades, por ser
cabezas de obispado, se facilitarían las visitas de autoridades civiles y eclesiásticas
que velan por el buen tratamiento y libertad de los trabajadores.
Las autoridades se empeñan en reducir los obrajes, ante las quejas por el mal
tratamiento de los indios, se trató de que los obrajes adquirieran esclavos negros,
no se llevó a la práctica porque resultaba excesivamente costosa.
Producción y demandas son imposibles de calcular debido al deficiente control y a
la abundancia de obrajes y obrajuelos que escapaban de las visitas de las
autoridades.
La república de los indios
• A los indios trato de incorporárseles a la más pura cristiandad, según la
entendían entonces los españoles conmovidos por las guerras que se
desarrollaban dentro y fuera de Europa contra herejes e infieles.
• Esta era la manera de pensar de la corona española, pero no de los hombres
de empresa que llegaban mas a la nueva España a aprovecharse de los indios
que a adoctrinarlos en las enseñanzas de Cristo. A este intento de explotación
obedeció la creación de los cabildos en los pueblos de indios. Aun así hubo
orden, pero falta de paz.
• El pleito y la demanda de justicia ante el virrey, es instrumento de
intromisión en ele orden indígena que pretendía dejarse a salvo de la voracidad
de los españoles y gente mal intencionada.
• En los pueblos de indios desaparece la complicada jerarquía de principales
mayores, menores, medios, etc. Para dar paso a ala simple división entre
macehuales o gente común y autoridades de la república, como nos lo indica
muchas demandas y mandamientos de protección a favor de algunos caciques y
principales que habían sido mandados a prestar servicio o conminados al pago
del tributo, como lo hacían los macehuales.
• Estas medidas de amparo y protección, para los caciques y principales,
muestran la perdida de poder y prestigio de estos pueblos.
• A la organización política de los pueblos de indios correspondió una
organización económica: La comunidad, hubo cajas de comunidad, donde se
guardaba el dinero del común, debidamente aseguradas.
• El patrimonio principal de las comunidades eran sus tierras, su posesión
para el común aprovechamiento, favoreciendo la cohesión social de los pueblos.
De esta manera las agresiones e intereses en perjuicio de los indios hizo de estos
grandes pleiteadores, maliciosos, siempre inconformes.
• El mayor "cuchillo" de los indios eran los pleitos, pues servían de
instrumento de los arribistas y vividores, mestizos, mulatos, españoles y hasta
religiosos, ganado o perdido el pleito, consumían en su provecho la miserable
hacienda de los indios.
• Pese a tantas dificultades el modelo de pueblos y comunidades era el
operante y único en la mente de las autoridades. Lo difícil era eliminar la malicia
con que se le trocaba en instrumento de destrucción.
• El clero moldeaba a la población indígena, y el antiguo espíritu comunitario
de los pueblos favorecía la empresa, el enemigo de esta labor eran "los
españoles" gente perversa para los religiosos. Con ello lograron un ascendiente
sobre la población indígena, superior a la que tuvieron las autoridades civiles.
• La organización social, política y religiosa trato de llevarse hasta los indios
bárbaros. Las congregas y reducciones en que se intento asentarlos en el norte
de la nueva España, tenían como modelo a los pueblos del centro. Aunque
muchas congregas se dispersaron, se volvieron a integrar y dispersar a lo largo
del XVII.

La república de los españoles.


• La república de los españoles como cuerpo social y político no lo fue tan
expresamente acotada y ordenada como la república de los indios en la
legislación codificada, pues esta ultima fue materia de disposiciones y libros
especiales en las distintas recopilaciones que se hicieron a lo largo de la época
virreinal.
• La república de los españoles esta mas implicada que expresa, pues su
existencia y su modo de convivir se asumen como hecho dado y corresponden no
a especificas leyes de Indias, si no a la legislación general del Reino de Castilla,
que era al que los nuevos reinos americanos se habían agregado.
• Podían aspirar a los cargos de cabildos todos los hombres que no fueran
indios, "mestizos", negros o castas.
• Se consideraban "españoles" no solo a los criollos, si no a los mestizos
nacidos de unión legitima y a los que tuvieran una débil proporción de sangre
india.
• Los cabildos de ciudades y villas fueron un refugio de los criollos como vía
de prestigio mas que de poder político, y lograron importancia en la sociedad
novohispana poseída por el afán de honor y fama. Así también tuvieron esta
función los grados académicos. Mientras que los cargos de verdadera
importancia (oidor, abogado de la real audiencia y otros) se reservaban por lo
general a peninsulares, (el de virrey, siempre).
• Sin embargo la verdadera nobleza era la de España, el mayor honor era "la
nobleza de Castilla", todo titulo de Castilla traía aparejado uno o más
mayorazgos; pero había familias sin títulos aunque con mayorazgos, que
constituían una especie de nobleza menor. El mayorazgo contribuye a la
formación de grandes dominios urbanos y rurales, puesto que e vinculo se podía
siempre sumar, pero nunca restar.
• Los privilegios bien definidos crearon una sociedad estamental, en la que la
situación de las personas se determinaba por el nacimiento y por la pertenencia
a grupos preestablecidos, una sociedad dispuesta a rechazar cambios y gente
advenediza.
• La inquisición no solo sirvió como tribunal religioso, sino también político
(Pues entonces no había la separación que se elaboro y aclimato años después)
más eficaz.

Castas y gente menuda


.
• Fuera de todo orden de república andaba la gente menuda, mestizos, castas
y negros, participaban en los desordenes de nota se les acuso de haber incitado a
los indios en los grandes motines de la Ciudad de México (1624, 1692 y 1697),
junto con ellos andaban españoles pobres y pícaros faltos de fortuna, sobrados
de mañas y malicias, como los mestizos y castas. Muchos de ellos se destacaron
como hábiles artesanos y lograron ser incluidos en ele seno de los gremios;
fueron los capataces ideales en las haciendas de labor y en el manejo de los
ganados, en las minas y los obrajes.
• Los negros no sujetos a la esclavitud eran un constante quebradero de
cabeza, las disposiciones que se reúnen en todos los otros libros, soluciones
dictadas a partir del siglo XVI.

El ejercicio del poder.


• En las relaciones del gobierno, debe considerarse por una parte, la envoltura
o forma de las mismas, y por otra, los grupos y personas con poder. El poder de
la Corona de Castilla sobre los dominios americanos de había afirmado
prácticamente en el siglo XVI.
• Para el siglo XVII, el regalismo de los juristas, hombres de doctrina y
conciencia cristiana, se encargara de afirmar teóricamente el poder de la corona.
El Papa otorga el Regio Patronato Indiano como sostén necesario para la
empresa evangelizadora y política de las Indias.
• Para ejercer el poder hubo una jerarquía bien organizada: En la península,
un dispositivo central para todas las Indias: El rey y el consejo de Indias, cuerpo
colegiado que actuaba como legislador, administrador y juzgado de ultima
instancia. Mientras en la nueva España también existía un dispositivo central,
compuesto por el virrey y la Real Audiencia. En los distritos o jurisdicciones
había alcaldes mayores y en las villas y ciudades de españoles y pueblos indios
estaban los cabildos.
• El orden racional con sus aciertos y errores, fue el resultado de la labor de
una inmensa burocracia, la mayor conocida hasta entonces en el mundo
occidental.
• A los ojos de los súbditos, el rey era un señor que protegía a sus vasallos.
Para librarse de las propias autoridades de su fuero, los eclesiásticos solían
hacer uso del recurso de fuerza, alegando que antes de su propio carácter de
eclesiásticos, estaba su condición de vasallos del rey, "amo y señor natural".
• Frente al clero secular hubo mas posibilidades de imponer el orden; El clero
secular por su parte, no era tan secular en sus tendencias cuando se trataba de
restársele poder. Era un grupo igualmente cerrado cuando se disputaban sus
lugares y preeminencias.
• Criollos y españoles con poder local competían por los puestos; Las familias
con posibilidades lograban adueñarse de estos, para perpetuar su influencia en
elites locales. A mas del prestigio para sus miembros, el cabildo tenia influencia
en el comercio y otras actividades económicas de las villas y ciudades.

Epoca actual

1. La tecnología GPS
Empezó a desarrollarse en los años 60 como una tecnología militar, aunque hoy se haya
convertido en una herramienta cotidiana para que cualquier conductor no se pierda al
volante. El Sistema de Posicionamiento Global (Global Positioning System) se
basa en una serie de satélites capaces de proporcionar las coordenadas precisas de una
posición en cualquier lugar del mundo sobre la superficie terrestre.

Sus aplicaciones civiles no sólo permiten localizar una calle o un restaurante, sino que
son empleadas para todo tipo de localizaciones, desde el control de personas con
demencia al seguimiento de la migración de las tortugas.

2. El ‘walkman’ de Sony
Aunque hoy en día los reproductores MP3 hayan convertido a este viejo reproductor
en una reliquia ‘ochentera’, hubo una época en que todo aficionado a la música iba con
su ‘walkman’ a todas partes.

Fue Sony la que, en 1979, lanzó al mercado este pequeño reproductor. Pronto se
convirtió en todo un fenómeno cultural: por primera vez, era posible llevar la música
propia a todas partes y escucharla sin compartirla con los demás. Aunque el Discman no
pudo con su hermano mayor, el iPod y sus compañeros de generación han acabado
jubilando al mini-reproductor de casetes.

3. El código de barras
Las barras verticales cumplen 60 años. Norman Woodland las inventó en 1949,
basándose en el código morse, tras el encargo de una cadena local de supermercados. A
España tardarían tres décadas en llegar. Hoy en día, este sistema sirve para la
identificación de todo tipo de productos, desde yogures a prendas de vestir.

4. Comidas preparadas
La irrupción en los años 70 de los platos precocinados y listos para servir ha
revolucionado las comidas de miles de familias. Platos normalmente congelados y listos
para servir en unos minutos que se adaptaban a los requisitos de la agitada vida
moderna.

De paso, estas nuevas comidas han modificado la salud pública: muchos expertos
achacan a estas comidas de la epidemia de obesidad que sufren las sociedades
modernas.

5. La Play-Station
Otro invento de Sony se ha colado entre los artilugios que han cambiado el mundo.
Aunque la industria de los videojuegos llevaba años causando furor con numerosas
consolas, la ‘Play’ logró sacar los videojuegos del cuarto de los niños para irrumpir en
el salón de los adultos.

Desde su lanzamiento en 1994, la Playstation y su hermana pequeña (la Playstation 2)


han dominado el mercado de las consolas. La última generación, la Playstation 3, se
encontró sin embargo con más problemas para seguir los pasos de sus antecesoras,
debido a la feroz competencia de la Nintendo Wii y de la XBox 360 de Microsoft.

6. Las redes sociales


Todos los días, millones de usuarios se conectan a Facebook para colgar unas fotos,
comunicar su estado de ánimo a sus amigos o convocar una cena. Facebook, Twitter o
MySpace han cambiado radicalmente las interacciones sociales.
7. Los SMS
Y cuando no se comunican a través de Facebook, es porque lo están haciendo mediante
un mensaje de texto. Es otra de las grandes revoluciones en las interacciones sociales de
los últimos años.

Lo que nació como un servicio secundario de la telefonía móvil se ha convertido con el


tiempo en una gran fuente de ingresos para las operadoras, de la mano de los usuarios
más jóvenes. Es más, los SMS han creado su propio vocabulario y gramática. (Todo sea
por ahorrar unos cuantos caracteres)

8. Dinero electrónico
Las tarjetas de crédito -así como la banca electrónica- ofrecen la seguridad y la
comodidad de no tener que llevar más que un par de euros en el bolsillo o de poder
pagar en cualquier parte del mundo. Sin embargo, también han traído más de un
quebradero de cabeza a algunos usuarios, desde robos a fraudes electrónicos.

9. Microondas
Los hornos microondas no han logrado entrar en el ranking, pero sí lo han hecho
las ondas electromagnéticas (radiaciones electromagnéticas con una longitud de onda de
entre 1 metro y 1 milímetro), que han permitido el funcionamiento de los teléfonos
móviles, la tecnología wi-fi o la televisión por satélite.

10. Las zapatillas de deporte


En 1892, la Goodyear Metallic Rubber Shoe Company utilizó por primera vez un
proceso de fabricación que permitía unir goma y tela. Sin embargo, las zapatillas
tardarían unas cuantas décadas más en causar furor. Hoy en día, han abandonado las
canchas y pistas deportivas para convertirse en un auténtico artículo de moda.

Enlace:Entrá y descubrí los 10 inventos que cambiaron el mundo actual


Guerra de reforma

Nacimiento, desarrollo y muerte en vida del ferrocarril mexicano durante el porfiriato

Introducción.

El México que estuvo bajo el yugo del duro régimen de Porfirio Díaz, experimentó un acelerado
proceso de cambio y modernización donde la pieza clave fue el ferrocarril. A lo largo de su
legalmente extenso período, hubo una súbita entrada de capital extranjero interesado en el
desarrollo de nuestro país. Proyecto que fue siendo cada vez mas productivo pero que al final
del régimen porfiriano tuvo una decaída brutal. Por medio de éste ensayo, intentaré explicar los
motivos por los que fracasó el proyecto magno de Porfirio Díaz: el ferrocarril en México.
Comenzaré exponiendo las características estructurales bajo las cuales se planeó el proyecto
ferroviario, con el fin de hacer más fácil la comprensión de la situación; después, expondré el
desarrollo de la empresa durante el mandato de Porfirio Díaz y después de la revolución.

Antecedentes.

México no conocía la paz desde su declaración como país independiente, había pasado por la
guerra mexicano-estadounidense, la guerra de Reforma y la invasión francesa. Ni siquiera la
llegada al poder de Porfirio Díaz fue pacífica. Pero una vez en el poder, la situación cambió.
Díaz tuvo significativos logros en el país, se impulsó la industria minera y textil y las
exportaciones crecieron en un 300%. Un gobierno severo pero que propició la productividad,
que necesitó de un medio de transporte barato y eficiente para su correcto funcionamiento, algo
como el ferrocarril, el cual la gente veía como un símbolo de paz y progreso que sería benéfico
para todos y que sacaría al país del atraso en que vivía.

La empresa ferroviaria mexicana, el ferrocarril de México- Veracruz, no estaba preparada para


un proyecto de desarrollo nacional (a pesar de ser la empresa que mantenía el monopolio del
ferrocarril desde hacía ya varios años desde mediados de 1870), se necesitaba de una
inversión capaz de lograr un proyecto nacional. Aunque desde 1870 había iniciativa por parte
de inversionistas norteamericanos, el presidente Rutherford B. Hayes reconoció al gobierno de
Porfirio Díaz hasta 1878.o del norte, además, el congreso mexicano desaprobaba la iniciativa
del mandatario.

Cuando el gobierno norteamericano le reconoció y el líder de la oposición (compuesta por


miembros del partido militar y adheridos a la opinión contra la construcción de ferrocarriles en
México), Justo Benítez, se marchó después de una serie de problemas, se dejó el camino libre
para que don Porfirio hiciera el contrato con la empresa “Palmer & Sullivan”, y otorgara una
concesión (ya caducada), hecha originalmente a un empresario mexicano, a la empresa
Symon; al tiempo en que Porfirio Díaz se deshacía de la oposición en el Congreso. De ésta
manera, se canceló el debate acerca de las vías férreas. El interés de Porfirio Díaz en Estados
Unidos se debía a que no habían inversionistas mexicanos con la capacidad para desarrollar
un ferrocarril nacional, y México miró a los Estados Unidos porque no tenía a nadie más debido
a que las relaciones con Europa se encontraban deterioradas debido a las deudas, fue después
de la negociación que empresas europeas entraron al mercado mexicano.

El contrato.

El Modelo del contrato firmado entre el gobierno mexicano y la empresa Palmer y Sullivan
estaba basado en las concesiones hechas a los ineficientes estados, en materia de
administración de ferrocarriles, antes de toda la polémica iniciada por la iniciativa de inversión
por parte de compañías norteamericanas: explotación de los tramos construidos hasta por 99
años y apoyo del gobierno federal con una subvención monetaria a través de extensiones
fiscales a la importación de materiales y a los capitales involucrados en la empresa, éstos
últimos con una duración de 20 años. También tendrían un derecho de vía de 70 metros a lo
largo de ella y la empresa podría disponer de cualquier terreno que considerase necesario para
hacer estaciones y/o bodegas; a su vez, podría emitir acciones, bonos o hipotecar la vía
siempre y cuando los beneficiarios fuesen individuos o asociaciones particulares. El gobierno
favorecería a las empresas nacionales en tanto que ofrecería un transporte barato, eficiente y
moderno, pero no las dejaría involucrarse en el proceso industrial de construcción, debido quizá
a la idea de que el material extranjero era de mejor calidad.

Todo lo anterior fue planificado por Díaz, quien se había convertido en la persona del Estado,
ahora sin oposición en la toma de decisiones. Díaz planificó un mapa donde la empresa
Symon, que se convertiría en la “Compañía Limitada del Ferrocarril Central Mexicano”,
construiría una línea desde la Capital a Paso del Norte y al Océano Pacífico. A su vez, Palmer
y Sullivan se convertiría en la “Compañía Constructora Nacional Mexicana” para construir
líneas que igualmente partirían de la capital y llegarían al punto de la frontera ubicado entre
Paso del Águila y Laredo. Porfirio Díaz otorgó otra concesión a la Compañía de Ferrocarril de
Sonora, propiedad de la compañía Symon. Como se puede apreciar, todas las líneas de
ferrocarril partirían de la zona centro del país hasta la frontera con Estados Unidos, donde se
unirían a las líneas nacionales con el propósito de fomentar la exportación de los productos
facturados en México.

La obra.

En menos de 4 años, el ferrocarril central logró unir a la ciudad de México con paso del Norte,
un tramo de casi dos mil kilómetros. Para la construcción de éste tramo, así como de los demás
tramos principales, ramales y vías laterales (para ganar tráfico para sus líneas), se importaron
materiales de los Estados Unidos en su mayoría, pero también se importó material de Inglaterra
y Alemania (una vez que las relaciones diplomáticas eran favorables), éste último en menor
parte. Los carros y las vías eran de buena calidad, al grado de merecer el reconocimiento de
los ingleses, aunque desde mi punto de vista el reconocimiento tal vez fue por que ellos
vendieron parte del material utilizado.

Los derechos de vía fueron causa de algunos problemas entre las empresas ferrocarrileras y
los campesinos; algunos autores afirman que los ferrocarriles llegaron a modificar el reparto
agrario en el país, pero la prioridad del gobierno en construir un ferrocarril era mayor a la de
proteger la tierra de los campesinos, lo cual condujo a la expropiación de grandes extensiones
de terreno.

No solo se tuvo que importar materia prima, también trabajadores calificados para construir las
vías. Ingenieros eran requeridos para supervisar todos los trabajos necesarios para la
construcción, pero el gobierno no quería que los puestos de responsabilidad quedasen a cargo
de mexicanos, obviamente, las empresas tampoco debido a razones como preparación para
los diversos cargos y protección de su capital (tanto de empresarios mexicanos como de la elite
que vendía las tierras), por lo que traían ingenieros de la unión americana, lo cual tenía un
costo significativo para la empresa.

La mano de obra escaseaba por diferentes factores. Primeramente, estaba la lejanía de sus
casas, los trabajadores no querían recorrer tan largas distancias para cumplir con su trabajo.
En segundo lugar, el ambiente era insalubre y dificultaba de sobremanera el trabajo. Y por
último, había una especie de repudio a las “prácticas esclavizantes” del capitalismo, a pesar de
que la paga era buena, o por lo menos superior a la que recibían dedicándose a sus
actividades. Tal vez parte de ese repudio se deba a la súbita introducción del ferrocarril en el
sistema, algo nuevo, grande y diferente que les hacía perder sus tierras.

Pero a pesar de todos los problemas derivados de lo anterior, los empresarios no daban malos
comentarios de los trabajadores, eran buenos y sumisos y cuando realmente hacían mucha
falta, importaban mano de obra. Los movimientos laborales fueron pocos y fácilmente
controlables. Y así el ferrocarril empezó a funcionar.

El ferrocarril, un sueño hecho realidad.


Por fin, el juguetote estaba terminado, podía transportar personas y cargas de todo tipo a
distintos y distantes lugares del país con tarifas bastante accesibles. Las tarifas eran propicias
para la exportación, debido a que el costo por kilómetro en las distancias más largas era más
barato; a su vez, daban precios preferenciales a las cargas mineras, sector industrial que, dicho
sea de paso, experimentó un gran auge debido al factor ferrocarril..

El ferrocarril transportaba 5 tipos de rubros: productos minerales, agrícolas, forestales,


animales y miscelánea. Los dos primeros fueron la principal carga del ferrocarril central, en
especial los productos minerales, que a finales del porfiriato llegaron a absorber más de la
mitad de la carga total. Después, está la miscelánea, la cual tuvo aumentos relativamente
insignificantes, pero que son un reflejo de un aumento en la industria nacional. Por último,
aparecen las cargas de tipo forestal y animal, pero éstas no fueron significativas para el
ferrocarril.

Empiezan los problemas.

El éxito de la empresa se reflejaba en sus tasas de crecimiento, comenzando con 14%, luego
disminuyendo a 7% y después, al comprar el ferrocarril de Monterrey al Golfo, subió a 15% (en
años fiscales). Esto generó una expectativa de crecimiento muy grande, por la cual los
empresarios se dieron el lujo de construir un gran número de estaciones, el problema surgió
cuando se dieron cuenta de que la carga se concentraba solo en algunas. Desde el primer año
podemos observar que, en el ferrocarril central, tan solo en 12 de las 111 estaciones se
concentró el 90% del comercio, lo cual se mantuvo en las mismas proporciones en los años
siguientes. Por ello, el pagar costos de mantenimiento de estaciones que no redituaban nada (o
muy poco) a la empresa por más de 20 años, fue un golpe muy duro a las finanzas del
ferrocarril mexicano.

El ferrocarril no tenía como objetivo principal el fomentar el mercado interno, a pesar de que
hubiera sido muy benéfico para la economía en aquel entonces (para cualquier economía en
cualquier entonces si nos vamos a la teoría económica), sino el fomentar el contacto con el
exterior. Si sumamos la carga de exportación, importación y la carga minera tenemos dos
terceras partes del total del transporte. El impacto económico del ferrocarril durante el porfiriato
hubiera sido más benéfico de haber tenido tarifas que no favorecieran las exportaciones, sino el
consumo interno; pero lo anterior es utópico porque no hubiera favorecido tanto a los intereses
de Estados Unidos, de donde llegó el capital para la construcción.

A pesar de todo lo anterior, el ferrocarril tuvo mucho crecimiento durante el porfiriato, no todo
estaba perdido, la prueba es que a pesar de los problemas antes mencionados, la gente
prefería utilizar el ferrocarril como medio de transporte debido a que era más seguro, más
rápido y menos cansado que otros medios de transporte como la caminata o las diligencias.

El ferrocarril MEXICANO.

Desde 1906, hubo una iniciativa presidencial de unir a las empresas Ferrocarril Central y
Nacional, con el motivo de obtener mayores ingresos por la administración de ambas
empresas; fusionándolas, el estado las conectaría, aumentando así el tráfico y las ganancias.
En marzo 28 de 1908, tras la aprobación del congreso, ambas empresas se fusionan (aunque
llevaban cooperando desde hacía tiempo atrás), formando así la compañía Ferrocarriles
Nacionales de México, la cual estaba bajo el control accionario del Estado. Después de 1911,
comienza una parálisis en la empresa, debido a factores tanto internos, guerras civiles de la
revolución, como externos, primera guerra mundial. El factor externo fue particularmente
importante porque disminuyó el comercio con el principal cliente.

La revolución destruyó físicamente las vías. Contrario a lo que se piensa de que por ello se le
olvidó y dejó morir, el estado le dio gran importancia y fueron destino predominante de
inversión, en comparación con otros sectores como la industria eléctrica, hasta poco antes de
1950.
El problema no era la falta de inversión sino la canalización de ésta. La mayor parte del dinero
destinado al ferrocarril se utilizaba en la compra de nuevos carros y en el pago de deudas
debido a la improductividad de la cual era presa. Por lo anterior, la cantidad de dinero destinada
a los ferrocarriles fue reduciendo gradualmente. Y a pesar de que el servicio realmente mejoró,
surgieron otras formas de transporte, como las carreteras, lo cual hizo que la demanda del
ferrocarril disminuyera; de hecho, hubo un par de años donde el apoyo a las carreteras fue
mayor al que recibió el ferrocarril, y otros dos, la electricidad recibió mayor apoyo.

La Rehabilitación

Después de la revolución, el kilometraje bajo la jurisdicción del estado aumentó en un 15%, lo


cual nos permite afirmar que el México del siglo XX, urbano e industrial, se basó en una red
ferroviaria obsoleta, construida durante el porfiriato. Estados Unidos y Canadá aumentaron su
penetración territorial con vías dobles y triples. México implementó vías dobles hasta 1960,
cuando ya era demasiado tarde. Los revolucionarios se dieron cuenta, y por ello, hicieron
planes de construcción de vías férreas, donde solo las rutas consideradas urgentes
comprendían entre 5 y 10 mil kilómetros, de los cuales, solo se construyeron 401 kilómetros.

Después de la ruptura revolucionaria, un discurso de unión surgió. El régimen carrancista pidió


autorización al congreso para construir algunas líneas como la de Veracruz a Campeche y de
Sonora a Baja California, con el propósito de estrechar las unidades del territorio de la patria,
pero de nuevo, la iniciativa fracasó; solo en el estado de Coahuila se construyeron 2 líneas
secundarias. Después llegaron propuestas costosas e inútiles como las de Obregón con líneas
sin importancia. Calles tuvo propuestas más concretas, como la de unir a la capital con el
ingenio azucarero (del cual era dueño, aunque eso no lo hace inútil) y la de terminar a
Guadalajara con Nogales. En resumen, la mayoría de las propuestas de construcción de vías
que sucedieron a las descritas anteriormente no se concluyeron. Solo los ferrocarriles del
Sureste y el de Sonora y Baja California fueron terminados entre 1948 y 1950.

Tecnología.

El proceso de introducción de nuevas tecnologías fue lento, consistió en adaptaciones, no tanto


en innovaciones. Lógicamente, el implemento de nuevas tecnologías es más fácil en sectores
que empiezan desde ceros, es más fácil crear desde cero que reorganizar. El proceso de
electrificación de las vías, por ejemplo, solo tuvo lugar en un tramo del ferrocarril México-
Veracruz hasta mediados de 1920, a pesar de los grandes recursos hidráulicos con los que
contaba la región. También en Yucatán se observó una involución en el aspecto tecnológico.
Como si existiese una especie de repudio a la tecnología, los carros impulsados por vapor eran
preferidos. Y no solo eso, también existía un gusto por los carros obsoletos y deteriorados que
estaban en circulación y habían recibido poco o nulo mantenimiento desde antes de la
revolución. Lo obsoleto e ineficiente no solo eran los carros, sino también las vías y en la
señalización automática. El ferrocarril mexicano estaba estancado en un hoyo anti-tecnológico.
Todo lo anterior derivó en una gran ineficiencia en el manejo de los trenes, lo que conllevó a
que fuera hasta cierto punto imprevisible la llegada de los trenes y por lo tanto, accidentes.

Aunado a todo lo anterior, la nacionalización de Ferrocarriles Nacionales convirtió a la empresa


en un archipiélago de islas independientes sin relaciones entre ellas, lo cual derivó en
dispersión y descoordinación de las vías, provocando mayor ineficiencia. Con esto llego a mi
punto final, el problema principal de la empresa de FFCC. mexicana fue la incapacidad para
conseguir ingresos suficientes que resolvieran sus problemas y compromisos financieros
provenientes del mal manejo financiero. El problema se agravaba a medida que pasaba el
tiempo, por los problemas de ineficiencia y mal manejo de las finanzas, lo cual la hizo más
dependiente al subsidio gubernamental, al grado, de que la empresa de los ferrocarriles se
convirtió en una carga. El ferrocarril entonces perdió su característica fuerza; hasta la fuerza
laboral empezó a desmembrenarse debido a los problemas económicos por los que atravesaba
la empresa; y no se diga del pésimo papel del sindicato comparable con el del sindicato de
maestros de nuestros días. Era como una lluvia de problemas al indefenso y sin paraguas
ferrocarril mexicano al cual sucumbió y los efectos de su caída se dejaron sentir durante el
resto del siglo XX.
Conclusiones.

Sin duda alguna, Porfirio Díaz dejó un legado para la historia: más de 24,000 Km. De vías
férreas que servirían como base para el desarrollo industrial del resto del siglo XX. El proyecto
que Porfirio Díaz tenía en mente era bastante atractivo pero, desafortunadamente, pasó de ser
una industria competitiva a un monopolio mal estructurado, con líneas diversificadas a lo largo
del territorio y, si bien favorecía el comercio y transporte, lo hacía de manera selecta. Por ello,
durante el porfiriato toda la zona sur-sureste se mantuvo, casi, como antes de la llegada del
más grande invento del siglo XIX. Se preguntará el lector hasta éste punto de la lectura, a que
se debe tan lúgubre título, y es que pues, después de haber analizado todo lo anterior, a pesar
de que la empresa no desapareció del todo después de la revolución, estaba basada en
maquinaria obsoleta y la implantación de mejoras no estuvo a la par de los sustitutos como las
carreteras y aviones. Si bien el ferrocarril mexicano no fue un completo fracaso, una mejor
administración y un poco más de inversión hubiera hecho de México un país muy diferente al
de nuestros días.

Bibliografía.

-Sandra Kuntz, Empresa extranjera y mercado interno, El ferrocarril central mexicano. Centro
de Estudios Históricos del Colegio de México, 1995.

-Sandra Kuntz Ficker y Paolo Riguzzi (coordinadores), Ferrocarriles y vida económica en


México (1850-1950), Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco,, 1996.

-John Coatsworth, Growth V.S. Development.

-Enrique Cárdenas, Historia Económica de México, Fondo de Cultura Económica, 1992.

-Los ferrocarriles, indispensables en una economía atrasada: el caso de México, John


Coatsworth.*

-La inversión extranjera en México, 1876-1910. Un estudio del caso del papel de las elites
regionales, Mark Waserman.*

-Juárez y Díaz, Raymond Vernon.*

*Los artículos marcados son parte de la compilación de Enrique Cárdenas, aunque han sido
publicados en diversos lugares.

En el artículo de John Coatsworth Los ferrocarriles, indispensables en una economía atrasada:


el caso de México, hay un mapa que ilustra claramente la distribución de las vías a lo largo del
territorio mexicano. El artículo se encuentra publicado en un libro de Enrique Cárdenas:
Historia Económica de México Vol. 3.

Mark Waserman, La inversión extranjera en México, 1876-1910: Un estudio del caso del papel
de las elites regionales. Artículo publicado en el libro Historia Económica de México, Enrique
Cárdenas.

John Coatsworth, Growth V.S. Development

Revolucion

Destaco heroínas, porque es precisamente el carácter


heroico, el tratamiento de vidas ejemplares, lo que nos cierra
la posibilidad de entrar en un diálogo con seres humanos del
pasado, en este caso mujeres, inquietas y conscientes
algunas, presentes la gran mayoría que participan de diversas
maneras en una guerra civil que conmocionó al país por una
década, cobrando un saldo de aproximadamente un millón de
mexicanos.

La lucha armada revolucionaria (1910-1917) contó con la


participación de hombres y mujeres en los distintos grupos,
sectores y clases que trataban de dar forma a una nueva
nación.

Un proyecto nacionalista que involucró y movilizó al


campesino -la población más numerosa de esos años-, a los
obreros, a las clases medias y a la burguesía nacional.

Con expectativas diferentes y a veces contradictorias se


integraron a las distintas facciones revolucionarias que
contendieron en la guerra civil.

Desde el movimiento precursor magonista que actuó como


fuerza de oposición a Díaz, el maderismo y el
constitucionalismo que enarbolaron la bandera de la
democracia, hasta la contrarrevolución huertista y los
movimientos populares: villismo y zapatismo, actuaron todos
en defensa de sus programas y objetivos de lucha, a veces
haciendo un frente común, otras en forma independiente, y
otras más enfrentándose entre sí.

Lo cierto es que al cabo de una década lograron transformar


al país.

La promulgación de una nueva Constitución en 1917 cierra un


ciclo de guerra civil y encauza al país por la vía institucional.

Todos estos acontecimientos que fueron modificando a


México, también fueron transformando la vida de las mujeres.

Cambios que no fueron consecuencia directa de la


Revolución, éstos se gestaron desde los últimos años del siglo
pasado.

Bien, una vez aclarado que nuestro interés no se centra en la


vida de las heroínas, ¿qué significa entonces hablar de la
presencia de las mujeres en la Revolución mexicana?
Significa recuperarlas como sujetos históricos que lucharon y
participaron en forma comprometida, desde los distintos
frentes, en las diversas facciones y etapas del proceso
revolucionario.

La revisión historiográfica y la incursión en fuentes


hemerográficas y de archivo hizo posible conformar un
panorama inicial sobre la participación de las mujeres en la
Revolución mexicana y estructurarlo atendiendo a una
periodización más amplia 1880-1920, que nos permita
explicar el papel desempeñado por las mujeres, así como el
significado y contextualización de las acciones que realizaron
como integrantes en las diversas facciones revolucionarias:
soldaderas, empleadas, obreras, periodistas, maestras,
profesionistas; y en la lucha feminista que ya desde el
porfiriato cuestionaba el papel subordinado de la mujer, y que
en el periodo revolucionario cobra importancia, crece en
participación, e incluso se hace oficial dentro del
constitucionalismo con la propuesta presentada por Hermila
Galindo al Congreso Constituyente en 1916.

Presentar este panorama histórico es el objetivo de esta


ponencia.

En las últimas décadas del siglo pasado, la presencia de las


mujeres en el escenario político se hace más explícita, en
parte como resultado de la mentalidad de "modernidad y
progreso", que caracterizó a aquella época, durante la cual un
nuevo discurso comenzó a cuestionar la función social de las
mujeres y a plantear demandas específicas de género: (3)
mayor acceso a las instituciones educativas, al trabajo
remunerado, y a la participación política, las enarbolan como
bandera de lucha. Peticiones que surgen fundamentalmente
de los sectores medios ilustrados.

El proceso de industrialización iniciado en el porfiriato abrió a


las mujeres las puertas de fábricas, talleres, comercios,
oficinas públicas, (4) y amplió también su participación dentro
del magisterio.

Con la creación de la Escuela Normal de Profesoras en 1888,


la profesión de maestra cobró una importancia que hasta
entonces no tenía; mientras que al inicio del régimen 58.33%
del profesorado eran hombres y 25% mujeres, para 1900 la
proporción se había invertido en 32.50% hombres y 67.50%
mujeres, y en 1907 las estadísticas registran 21.71% hombres
y 78.29% mujeres. (5)

Con ello el magisterio se convirtió en la gran oportunidad de


profesionalización para la mayoría de las mujeres.

La Escuela de Artes y Oficios y la Mercantil "Miguel Lerdo de


Tejada" de Señoritas, fueron también otra opción de
desarrollo profesional en ciertos sectores sociales, y en menor
escala el periodismo y las letras.

La mujer empieza a salir de los estrechos límites del hogar


para desarrollar otras actividades, preocupación que se
expresa en la prensa de la época, en tanto la emancipación
podía significar la renuncia de ellas a su función "natural" de
esposas y madres.

El Clarín, periódico de Guadalajara publicaba al respecto:

"Las señoras y señoritas de la capital muy activas, asaz


varoniles que pronuncian discursos, componen piezas
musicales y abrazan y besan en público [...] esos arranques
viriles del sexo débil, francamente no nos gustan; saquen
ustedes a la mujer de su natural esfera de acción, sepárenla
de la tarea de pegar botones, de confeccionar un guiso ó de
enseñarles una oración a los chicos [...] y lo habrán hechado
todo a perder por más que en lo contrario opina la
renombrada escritora Dña. Concepción Gimeno de Flaquer. La
mujer a sus labores: eso de decir discursos y encabezar
motines, se queda para nosotros que llevamos pantalones. No
hay que confundir los sexos". (6)

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