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Derechos humanos en el resguardo de los derechos fundamentales en los ordenamien

tos jurídicos internos.


I Derechos humanos en el derecho internacional y su noción teórica.
Los Derechos humanos corresponden a un conjunto de derechos innatos que toda per
sona posee por el hecho de ser tal, que se derivan de su propia naturaleza coexi
stiendo con él, teniendo por lo tanto un carácter universal en cuanto sus titulares
. Lleva este concepto a la necesidad teórica de que sean adoptados por los distint
os ordenamientos de los Estados con el fin de asegurar a todos los participantes
de la comunidad internacional los derechos propios de los pertenecientes a nues
tro género, lo que se ha realizado a través del tiempo tanto en las respectivas cons
tituciones estatales o normativas internas, así como en tratados internacionales d
e derechos humanos de carácter mundial y regional.
El desarrollo de la protección de los derechos humanos, en las constituciones de l
os diversos Estados y en distintos documentos internacionales genera una protecc
ión que alude al marcado carácter supranacional de éstos, en palabras de Mauro Cappell
etti La repercusión tan amplia que asume actualmente la infracción de los derechos fu
ndamentales del individuo, tiene su origen en que casi siempre tutelan intereses
que trascienden a los mismos pueblos y a los ordenamientos nacionales. .
Se justifica la progresiva protección internacional de estos derechos por parte de
los distintos organismos en la importancia que tienen no solo para el titular d
e los derechos, sino que para la toda la humanidad en cuanto sociedad mayor y más
perfecta que se forma solo gracias a la existencia de las personas. El vínculo juríd
ico entre el Estado y la comunidad internacional provoca además una interconexión e
ntre el sistema jurídico interno y las normativas de derecho internacional, en la
que los ordenamientos no pueden ya ser abordados separadamente, pues las transfo
rmaciones internas repercuten en el plano internacional y las nuevas realidades
formadas provocan cambios en la evolución interna del ordenamiento constitucional
de los estados afectados.
Puede sostenerse por lo anteriormente expuesto, que gracias a la protección de los
derechos humanos por la comunidad internacional se garantiza a cabalidad hoy en
día el resguardo de las personas naturales frente a la amenaza de sus derechos po
r los estados como por parte de las demás personas, para analizar la influencia de
los derechos humanos en el ordenamiento interno en la protección de los derechos
fundamentales debemos observar entonces el desarrollo histórico de los derechos hu
manos.
II Derechos Humanos y su desarrollo histórico.
La evolución del constitucionalismo nos indica que una de las normas fundamentales
para el desarrollo de la protección de los derechos de las personas corresponde a
la Carta Magna inglesa de 1215, en este período los documentos jurídicos surgen cas
i siempre como limitaciones del poder del monárquico característica clara del consti
tucionalismo, pero sus normas no son de naturaleza universal ya que se constituy
en por determinados sectores organizados contra la corona con un alcance específic
o en cuanto al número de los favorecidos, donde además se desconoce su concepto de d
erechos fundamentales, pues solo se mencionan garantías concedidas por el rey a su
s súbditos.
La verdadera noción de derechos fundamentales se comenzará a dar con el desarrollo
del iusnaturalismo racionalista, con grandes exponentes como Hume, Locke y Rouss
eau que influirán notoriamente en las posteriores declaraciones de derechos. Locke
sostiene que el hombre en un teórico estado de naturaleza es plenamente libre y t
iene poder para conservar su vida, libertad y hacienda, pero luego el mismo se s
omete a un poder político para su seguridad y el seguro disfrute de sus libertades
, que corresponden a la vida, libertad y hacienda, son los primeros pseudo-derec
hos fundamentales que se comienza a esbozar influyendo luego en las posteriores
normativas como observaremos a continuación.
Las primeras manifestaciones normativas claras de los derechos humanos son por u
na parte el Acta de la declaración de la independencia de los Estados Unidos de 17
76 que sostiene todos los hombres son creados iguales: que son dotados por su cre
ador de ciertos derechos inalienables; entre los cuales están la vida, la libertad
y la búsqueda de la felicidad así como la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano aprobada por la asamblea nacional de Francia en que se destacan sus p
rimeros artículos: artículo 1º.Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derec
hos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común. Artículo 2º.La
eta de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e impresc
riptibles del hombre. Estos derechos son: la libertad, la propiedad, la segurida
d y la resistencia a la opresión. . En ambos textos notamos un desarrollo de los ide
ales Lockeanos de la vida, libertad y hacienda como valores propios del ser huma
no tal como lo son hoy los derechos fundamentales.
Encontramos de igual manera en la propia Constitución chilena de 1818 que en su ar
tículo primero nos señala Los hombres por su naturaleza gozan de un derecho inajenabl
e e inamisible a su seguridad individual, honra, hacienda, libertad e igualdad c
ivil. Se plasman en esta carta la primera noción de los derechos fundamentales de l
a persona humana así como la concepción de los valores fundamentales de Locke, pero
solo se observa la influencia del derecho de las demás naciones en el ordenamiento
jurídico interno del Estado, se da en esta época la idea de una soberanía nacional ab
soluta del Estado respecto de su normativa y un Estado de Derecho absolutamente
segregado de los ordenamientos de los demás Estados.
Los ideales de aquellos derechos humanos los encontramos todavía en nuestra actual
constitución en su artículo primero que señala Las personas nacen libres e iguales en
dignidad y derechos esta igualdad se debe a la concepción misma de los derechos fun
damentales en que se reconoce la igual naturaleza de las personas y en el recono
cimiento de los derechos que de ella se derivan, sin embargo no queda allí el cons
tituyente nos señala además el deber del estado de respetar los derechos y garantías e
stablecidos por la constitución, así como también se observa claramente en su artículo 5º
inciso segundo El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los
derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana. Esta es una manifestación
evidente de los derechos fundamentales en nuestra Constitución como reguladores de
l Estado de Derecho chileno.
Luego de la consagración de la noción de derechos fundamentales por el acta de indep
endencia norteamericana y la declaración de los derechos del hombre y del ciudadan
o, comienza un periodo de consagración legal de las garantías individuales de las pe
rsonas por la influencia de la burguesía liberal, los llamados derechos de primera
generación, se incluyen ellos en la Carta fundamental de 1833 que asegura en su a
rtículo 12 la igualdad ante la ley, la libertad personal, los derechos de propieda
d, reunión, enseñanza, etc.. que se encuentran aún en nuestra actual constitución , qued
ando como valores propios de la institucionalidad chilena, así como los ideales Lo
ckeanos se encuentran además actualmente en la consagración que hace nuestro artículo
19 del derecho a la vida (numeral 1), el derecho a la libertad personal y seguri
dad personal (numeral 7) y el derecho de propiedad (numeral 24).
Los llamados derechos de primera generación pasan en este contexto a los diverso
s ordenamientos internos por osmosis desde el contexto de consagración internacion
al, pues se encuentra en esta época el paradigma indiscutido de la soberanía naciona
l clásica y el poco desarrollo del derecho internacional, por lo que cada Estado r
esguarda los derechos que considera indispensables para el desarrollo de su inst
itucionalidad.
Se acercan luego los derechos de segunda generación en especial en la segunda mita
d del siglo XX superando la individualidad de los derechos, propugnados por dive
rsas doctrinas político-sociales contrarias a los ideales liberales, buscando además
de la igualdad ante la ley se consagre la búsqueda de una justicia social, aparec
e en este contexto la famosa encíclica Rerum Novarum de 1891 de SS. León XIII generánd
ose partidos políticos y consagraciones de derechos en las distintas normativas de
los Estados, tanto por la influencia de los diversos partidos políticos de carácter
socialista y de los partidos de influencia cristiana.
Se da luego el gran florecimiento de los derechos humanos, gracias al logro de s
u protección a nivel internacional por medio de convenios y tratados cambiando así l
a noción de la incontrarrestable soberanía nacional, pues pueden los estados libreme
nte aceptar los distintos tratados no vulnerando así su soberanía nacional y homogen
izando las distintas legislaciones respectivas a los derechos inherentes a la co
ndición humana.
El proceso de internacionalización de los derechos fundamentales se inicia con la
Declaración de los derechos y deberes del hombre de 1948 de tipo regional y la dec
laración universal de derechos humanos del 10 de diciembre de 1948 de carácter mundi
al, la organización de las naciones unidas se empeñará en dar fuerza normativa obligat
oria a estos preceptos, pero no establece una jurisdicción superior, logrando caráct
er jurídico vinculante solo por la incorporación en convenios internacionales.
El verdadero logro en la temática de los derechos humanos se da con la Convención Eur
opea de Salvaguarda de los derechos del hombre y de las libertades fundamentales
o Convención de Roma que establece además una tutela supranacional de carácter administr
ativo y judicial de los derechos y libertades que asegura con la Comisión europea
y la Corte europea de derechos humanos. Por primera vez un grupo de Estados, aut
olimitando su soberanía, acepta someterse a una autoridad de carácter regional para
vigilar la observancia de estos preceptos. La creación de la Comisión interamericana
de derechos humanos en Santiago de Chile en 1959 deriva en la Convención interame
ricana de derechos humanos o pacto de san José de costa rica que inspirado en la con
vención europea crea una jurisdicción regional para velar por su cumplimiento.
Este es un esbozo al desarrollo de la normativa de los derechos humanos a nivel
internacional pero nos centraremos ahora en el panorama actual de los ordenamien
tos jurídicos tanto internos como en una perspectiva internacional.
III Perspectiva actual de los derechos humanos en Chile.
El desarrollo de los derechos humanos parece haber impregnado toda nuestra norma
tiva constitucional, consagrándose en nuestro artículo 19 un vasto número de derechos
tanto de primera, segunda o tercera generación. Sin embargo los derechos humanos a
ctualmente no solo son resguardados por lo indicado en el artículo 19, se encuentr
an además conforme al mismo cuerpo legal en según su artículo 5° inciso segundo en los
tratados internacionales, se lee así en el artículo El ejercicio de la soberanía recono
ce como limitación el respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturalez
a humana. Es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales derechos, g
arantizados por esta constitución, así como por los tratados internacionales ratific
ados por chile y que se encuentren vigentes , introduce un reforzamiento de la pro
tección de los derechos, al señalar además la limitación y respeto a los derechos esenci
ales, puede sostenerse que corresponde a una serie de derechos que no pueden ser
enumerados taxativamente, se señala ya en la Comisión de estudios de la nueva Const
itución respecto de que no son solo los derechos presentes en la constitución, sino t
ambién los que formen parte del acerbo cultural de la humanidad y son propios de l
a naturaleza humana , los tratados además son comprendidos según lo indica la Covención
de Viena sobre el derecho de los tratados de 1969 como acuerdos internacionales
entre Estados, realizados por escrito y regidos por el Derecho internacional.
La inclusión de los tratados de derechos humanos en el ordenamiento interno del Es
tado se produce luego de su ratificación conforme a lo indicado por la constitución
y se entienden vigentes luego de su aparición en el diario oficial, pero además se n
os presenta un problema en cuanto a la jerarquía que poseen en nuestra pirámide norm
ativa, pero que se ha solucionado conforme a la jurisprudencia del Tribunal Cons
titucional en el fallo rol 346 en su considerando 75 indicando acerca de los tra
tados: Revisten estos, en efecto, una fuerza jurídica superior a la de la ley, sin
dejar de estar comprendidos, desde el punto de vista formal, en el nivel de ésta,
en virtud de que, de acuerdo con la Carta Fundamental, toda normativa sobre dere
chos de los gobernados pertenece a la órbita legislativa. de esta manera el tribuna
l señala que los tratados pese a poseer jerarquía de ley tienen preponderancia frent
e a ella en materia de derechos humanos en cuanto a su aplicación.
En nuestro ordenamiento jurídico interno es de fundamental importancia la Convención
Americana sobre los Derechos Humanos, que incorpora una protección internacional
para la protección de los Derechos consagrados, obligando a los Estados suscritos
a respetarlos y promoverlos así como de adoptar los instrumentos adecuados para qu
e sean reales y efectivos, señala además en su art. 62 que los Estados deben al rati
ficar o adherir a la convención declarar que reconocen como obligatoria de pleno de
recho y sin convención especial, la competencia de la Corte sobre todos los casos
relativos a la interpretación o aplicación de la convención. Se crea así una jurisdicción
egional en materia de Derechos Humanos por parte de la indicada convención.
La interacción entre el ordenamiento interno y el sistema interamericano también ha
sido analizado, se comprende por el examen de los instrumentos que lo configuran
la subsidiariedad del sistema, se deduce que la región tiene una primera protección
suministrada por los propios órganos estatales, y luego una segunda instancia de
naturaleza internacional como complementaria al sistema interno. Expresa la conv
ención en su preámbulo que la protección internacional es coadyuvante o complementaria
de la que ofrece el derecho interno de los Estados americanos , perfilándose entonce
s un sistema interno estatal propio de las realidades estatalers y un sistema de
protección internacional de los derechos humanos de carácter subsidiario, destacand
o también la necesidad impuesta por los convenios a los estados de garantizar recu
rsos eficaces para la protección de los diversos derechos consagrados, así como una
progresividad en el resguardo de los mismos.
IV Conclusión general
Luego de comprender la noción de derechos fundamentales, como derechos innatos que
se derivan de la propia naturaleza de la persona que son además universales, se o
bserva que la tendencia histórica ha sido consagrarlos en las distintas normativas
constitucionales y garantizarlos por el ordenamiento jurídico interno. La incorpo
ración a esta protección de los tratados internacionales y otorgar a los derechos un
resguardo internacional lo único que hace es fortalecer claramente el Estado de D
erecho a nivel interno y a nivel internacional, generando una sociedad donde se
comprenden los derechos de los individuos y se propende a resguardarlos como un
valor propio de la humanidad, logrando beneficiar a la persona humana que es en
definitiva el sentido que ha tenido el constitucionalismo históricamente.
Los grandes beneficiarios del desarrollo de los derechos humanos son en definiti
va las personas protegidas, en donde ambos sistemas internacional y nacional tra
bajan en pro de la persona, se genera hoy ya no una consagración de los derechos p
or el Estado como limitación de su soberanía, actualmente reconoce la limitación que g
eneran los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana, que se consag
ran en la Carta fundamental, como en los tratados internacionales.
El derecho interno y el derecho internacional de los derechos humanos se enrique
cen mutuamente y apuntan en la dirección de proteger al ser humano en todas las ci
rcunstancias que puedan pasarse a llevar los derechos esenciales que emanan de l
a persona humana.

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