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Resumen
En este artículo se analizan las diferentes funciones que desempeñan las metáforas en el discurso de los
actores políticos, es decir, el gobierno, los partidos políticos, los movimientos sociales y los medios de
comunicación. Las más comunes son las bélicas, las deportivas y las lúdicas. Además, se comenta la
amplia utilización de otras figuras semánticas en el discurso político: la sinécdoque, la personificación...
Palabras clave: Metáfora, tropos, figuras retóricas, discurso político, comunicación política, psicolo-
gía cognitiva
Summary
This article analyses the different functions that the metaphors carry out in the speech of political
actors, such as the government, political parties, social movements and the media. The most common
are the warlike ones, the sport ones and the game ones. Also, it argues on the wide use of other semantic
figures in the political speech: the sinecdoque, the personification...
Keywords: Metaphor, thropes, rethoric figures, political speech, political communication, cognitive
psychology
Las figuras sintácticas y semánticas cum- cualquier tipo de discurso. Los seres humanos
plen importantes funciones en la práctica políti- utilizan metáforas cotidianamente. Cumplen la
ca. Entre las primeras, las figuras de amplifica- función de permitir comprender las experiencias
ción, repetición, posición y omisión cumplen una humanas. Términos procedentes de un ámbito
función fática: despertar la atención hacia los conceptual, utilizados en la comprensión de
proyectos políticos, como ocurre con el caso de una experiencia humana, se emplean en un
los sloganes. Las figuras semánticas o tropos, en discurso receptor que permite comprender otra
cambio, cumplen una función referencial: mode- experiencia humana; así, por ejemplo, términos
lan el sentido de las propuestas. procedentes del sistema conceptual bélico son
utilizadas en la construcción del discurso polí-
Introducción tico o deportivo. Lakoff y Jonson han asumido
esta perspectiva en su libro Metáforas de la vida
Como recurso de carácter semántico, cotidiana (1980), de amplia resonancia en los
la metáfora participa en la construcción del últimos 20 años.1
* Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva. 1 Véase también Marchese y Forradellas (1997: 256-60).
Universidad de Costa Rica.
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Las metáforas contribuyen a estructurar metáfora se emplea para definir lo que está equi-
cualquier tipo de discurso (científico, literario, vocado y lo que necesita arreglarse.
conversacional...) y, en consecuencia, intervienen Asimismo, Dirven (1989: 24-5) se refiere
en la delimitación de su sentido.2 También cons- a la dimensión cognitiva de las metáforas cuan-
tituyen un importante recurso persuasivo en los do habla de las metáforas como mecanismos
procesos de políticas públicas. Refiriéndose a este que cumplen funciones programáticas; permiten
ámbito, Schön (1979: 255) destaca el papel de las estructurar estereotipos, actitudes, expectativas
metáforas en las narraciones que los analistas y y cursos de acción sobre la sociedad. En pala-
los responsables de las políticas sociales utilizan bras de Chilton e Ilyin (1993: 10), las metáforas
para configurar o enmarcar interpretativamente cumplen un papel heurístico: son instrumentos
los problemas que plantean y para establecer pro- conceptuales que capacitan al ser humano para
puestas de solución de estos últimos. pensar en situaciones novedosas, complejas o
lejanas. Cuando Chilton e Ilyin (1993: 10) hablan
Clasificación de las metáforas según de la metáfora como instrumento que proporcio-
su función na “nuevas premisas conceptuales para el desa-
rrollo y la justificación de ciertas políticas”, se
Las metáforas cumplen una función cog- refieren al empleo de la metáfora en los procesos
nitiva. Los seres humanos, para comprender de etiquetaje de los fenómenos sociales y de las
las experiencias sociales, emplean este recurso propuestas de políticas públicas. La utilización
lingüístico. Así, los actores políticos utilizan de la metáfora permite asignar una estructura
metáforas cognitivas para etiquetar los fenóme- cognitiva a un objeto de debate. Confiere exis-
nos sociales. Las metáforas funcionan, en estas tencia a este último.
circunstancias, como símbolos clave o símbolos La disputa es la guerra, donde se definen
de condensación. Recordando la génesis de la los procesos de debate como confrontaciones, y
metáfora ya señalada por Lakoff y Johnson, los Estados son recipientes, donde se instituye al
Schön (1979: 254-5) comprende la metáfora Estado soberano como ente con límites geográ-
generativa como el proceso de traslado de mar- ficos y culturales determinados, como la unidad
cos interpretativos o perspectivas entre dominios naturalizada de las relaciones internacionales,
o ámbitos de experiencias humanas; incorpora- son conceptos metafóricos no solo analizados
da a los relatos que los actores políticos utilizan por Lakoff y Jonson, sino también por Chilton
en su definición de los problemas sociales, la y Schäffner (2000: 318), quienes los consideran
habituales en el discurso político. Otras metá-
foras que cumplen funciones cognitivas son
2 La metáforas estructuran tanto nuestra habla cotidia- las metáforas del apartheid (Dirven 1989), la
na que hemos automatizado su uso. En este sentido, casa común europea [common European house]
considerar un concepto como metafórico es cuestión (Chilton y Ilyin 1993: 7-31) o la comprensión del
de expectativas. Se puede establecer la distinción
entre metáforas vivas y metáforas muertas (Lakoff y
proceso político como mercadeo o marketing
Johnson, 1986). Las primeras son percibidas en su fun- (Chilton y Schäffner 2000: 318-20).
ción metafórica; las segundas, no. Recuérdese, en todo Podemos afirmar que la metáfora cogni-
caso, que todo lenguaje cumple una función metafórica, tiva permite condensar el sentido acerca de un
que remite a referentes ausentes. En palabras de Chillón sector de realidad. En un célebre artículo, Sapir
(1998: 72), el lenguaje “es siempre un tropismo, un salto
de sentido, una genuina e inevitable traducción.” (en
(1934: 493) afirmó que una de las dos caracterís-
cursiva en el original) ticas o funciones de los símbolos es condensar
En suma, las metáforas no solo cumplen expresos obje- el sentido, en cuyo caso estamos hablando de
tivos poéticos, como sucede en el ámbito de la práctica simbolismo de condensación. Así, la definición
literaria. Radden (1992: 522) explica que las metáforas
de un proceso de políticas públicas como con-
del discurso poético revelan menos acerca de la natura-
leza cognitiva de los procesos de metaforización que las flicto del maíz, de la papa, etc., constituye un
metáforas cotidianas, las convencionales y las muertas, ejemplo de símbolo de condensación, mecanis-
ausentes de las tradicionales propuestas de investigación. mo utilizado para que la ciudadanía comprenda
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2. el sistema conceptual deportivo, cuando Las metáforas bélicas, así como de otro
se habla, en referencia a los personajes, de tipo, se pueden integrar en este tipo de narracio-
equipos, jugadores y, en referencia a las nes. Así, los actores políticos declararán ‘luchar’
acciones, de partidos, puntajes...; (metáfora bélica) contra el declive económico de
una región o ‘lanzar’ una ofensiva (metáfora béli-
3. el sistema conceptual lúdico, sobre el aje- ca) contra la enfermedad de la corrupción.
drez y otros juegos estratégicos, cuando,
en referencia a los personajes, se habla de El sistema metafórico bélico
jugadores y, en referencia a las acciones, de
mover ficha, ejecutar estrategias, quedar o El sistema conceptual metafórico más
estar empatado; empleado en las interacciones humanas es la
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discusión es como la guerra. Lakoff y Johnson del acontecimiento para provocar un efecto de
(1987: 40-1), al analizar la metáfora conceptual de dramatización, los mass media franceses pre-
la discusión como guerra, destacan su amplio uso sentaron el debate Fabius-Chirac en los años
en la comunicación humana; afirman que inter- ochenta en el marco de conceptos militares y
pretamos, pensamos y actuamos en las discusiones deportivos.
en términos bélicos. Se emplean para caracterizar El sistema conceptual bélico se encuentra
los más diversos conflictos institucionales. Stone presente en nuestra cultura económica y política
(1988: 121) destaca que el símbolo de la guerra se (principalmente, en el ámbito de las negociacio-
utiliza como táctica para obtener el apoyo hacia nes) desde hace mucho tiempo, pero su uso ha
las políticas públicas. Cada proceso negociador adquirido mayor visibilidad y legitimidad con
se define como una guerra y cada ronda nego- la aceleración del proceso de la mundialización
ciadora o movilización masiva como una batalla. o globalización. En un proceso todavía vigente,
Afirmamos combatir contra un problema [stru- Mattelart (1998: 96) nos recuerda que en los años
ggling against] y luchar en beneficio de alguien o ochenta la competencia en el terreno económico
de algo [struggling for] (Straehle, Weiss, Wodak, impulsó el uso de las metáforas bélicas. Tanto
Muntigl y Sedlak 1988: 81-2). Lakoff y Johnson es así que Wasburn (1997: 192-3) señala, en su
(1987: 102-5) afirman que incluso en las discu- análisis de la representación informativa de uno
siones denominadas por sus participantes como de los conflictos comerciales desatados entre
una forma elevada de discusión racional, donde Japón y EE. UU., que los medios de comunica-
se despliegan todos los recursos de la argumen- ción, con la llegada del final de la guerra fría,
tación, el proceso de discusión también es com- acostumbrados como estuvieron durante décadas
prendido e incluso ejecutado en términos bélicos; a ofrecer un marco explicativo de un mundo
es más, se emplearán tácticas significantes que los ideológicamente polarizado, no han encontrado
argumentos racionales supuestamente trascienden desde los años noventa un marco interpretativo
(intimidación, amenaza, recurso o desafío a la comparable al bélico para describir y explicar los
autoridad, el insulto...).6 procesos económicos.
Los resultados de muchas investigaciones Los actores negociadores utilizan metá-
destacan el amplio uso de las metáforas bélicas foras bélicas para construir una imagen de fir-
en la comprensión de la competencia política. meza, es decir, para construir ciertos objetivos
So (1984: 624-5) encontró que los periodistas, de relación: el propósito es intimidar al actor
en la representación informativa de una cum- opositor o inculcar empatía en la población de
bre EE.UU.-U.R.S.S. en Ginebra en los años referencia o en los políticos con capacidad de
ochenta, utilizaron sobre todo metáforas bélicas; decisión. Dirigidas a los aliados o a la población
además, encontró que, en los géneros de opinión de referencia, una gran cantidad de metáforas
analizados (sobre todo, el editorial), los periodis- aluden, destacan o exhortan la necesidad de esta-
tas emplearon metáforas con mayor frecuencia blecer vínculos entre las personas de la comuni-
que en los géneros informativos. Bourdon (1997: dad-familia en contra de un proceso amenazante
227-54) afirma que, cuando se caracteriza el que se personifica (Cooper 1986: 156) en ciertos
proceso político, se utilizan conceptos de los actores clave, por lo general externos.
sistemas metafóricos de la guerra, de la familia El sistema conceptual metafórico bélico
y del complot (en ocasiones simultáneamente), predomina hasta tal punto en los medios de
mientras que Chauveau (1997: 297-322) conclu- comunicación (a raíz de su amplio uso social)
ye que, con el objetivo de orientar la percepción que So (1987: 626) insta a los periodistas a
utilizar términos procedentes de situaciones no
competitivas y no hostiles que contribuyan al
6 Precisamente como consecuencia del empleo de la establecimiento de estrategias de cooperación,
metáforas bélicas en las discusiones y para hablar sobre
las discusiones, Radden (1992: 523) afirma que incluso
como ocurre con la metáfora de la danza, que
comprendemos mejor y tenemos imágenes más ricas de puede ser usada para destacar el establecimiento
la guerra que del proceso argumentativo. de objetivos comunes. Recordemos que según
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las metáforas utilizadas, en palabras de Lakoff Cualquier sistema conceptual (bélico, lúdico
y Johnson (1987: 41), la gente consideraría “las o deportivo) que permita comprender las inte-
discusiones de una manera diferente, las expe- racciones competitivas sociales también incor-
rimentaría de una manera distinta, las llevaría a porará metáforas orientacionales. Toda acción
cabo de otro modo y hablaría acerca de ellas de se comprende en el marco de un movimiento
otra manera.” proyectado en cierta dirección. Se asume un
Los juegos, que comparten con las guerras trayecto desde un punto de origen hasta un punto
su carácter agonal, competitivo, también prestan de llegada. Este último supone a veces un retro-
sus términos a los procesos de categorización de ceso; a veces, un avance. Como alternativa, se
los procesos políticos. Esta transferencia semán- configura la ausencia de movimiento con metá-
tica queda favorecida porque toda interacción foras como inmovilismo o estancamiento. Los
social institucional es un juego en el que cada términos procedentes del ámbito del movimiento
individuo ocupa un puesto o rol. En su modelo son pertinentes para representar las facilidades
dramatúrgico, señala Goffman (1967: 31) que la o los obstáculos que creen enfrentar los actores
persona, en la sociedad, aparece “como un tipo durante el desarrollo de sus actividades, acciones
de jugador en un juego ritual”. El ser humano es o tácticas. Cuando el actor político afirma “haber
un jugador de la interacción social. Tanto lLos dado un paso adelante”, considera que “su propia
conflictos físicos y simbólicos (políticos) como propuesta ha adquirido, paulatinamente, mayor
los juegos son actividades reglamentadas de bús- legitimidad en los espacios de decisión”.
queda de objetivos.7 Las metáforas cognitivas definen pro-
La cultura, en su forma primaria, se puestas políticas, protagonistas, escenarios. Las
estructura como juego; la actuación ordenada de metáforas estratégicas definen acciones de estos
un grupo o de una comunidad o de dos grupos protagonistas, quienes actúan en ciertos escena-
que se enfrentan representa una norma superior rios a favor o en contra de las propuestas. Metá-
de juego social (Huizinga 1972: 63-5) en la que foras bélicas cognitivas son “la temperatura que
hay incertidumbre sobre las tácticas por adop- ha alcanzado esta guerra es alta”, en referencia
tar y los objetivos por alcanzar. La tensión y la a la intensidad de las negociaciones (el número
incertidumbre se encuentran entre las caracterís- de reuniones, la evolución de las ofertas presen-
ticas generales del juego (Huizinga 1972: 65), al tadas, aceptadas y rechazadas...); en este caso,
igual que en los conflictos políticos. proceso negociador se sustituye por guerra y
Las metáforas bélicas se inscriben sim- nivel de actividad negociadora por temperatura.
bióticamente en el discurso político junto con las Otro ejemplo de metáfora cognitiva es frente de
orientacionales, también analizadas por Lakoff y activistas, en el sentido de coalición reivindicati-
Jonson. Es común el uso de metáforas del ámbi- va. Una propuesta puede quedar tipificada como
to del movimiento en los procesos de políticas arma: “Arma de destrucción lanzada contra el
públicas: las más comunes son avance-acerca- sistema productivo X” en el sentido de “la pro-
miento y retroceso-alejamiento. Generalmente, puesta opositora, si llega a promulgarse como
los actores comprenden a través de estas metáfo- política pública, provocará la destrucción del sis-
ras su relación con los objetivos finales que han tema productivo X”; “El clima de enfrentamien-
proyectado. Así, se dice “hemos dado un paso to” puede utilizarse en lugar de “la actitud de
hacia adelante”, “defenderemos con todas nues- ambos actores opositores de rechazar cualquier
tras armas nuestra posición”, “llevar las negocia- pretensión opositora”.
ciones a buen puerto” o “llegar a un acuerdo”. Metáforas estratégicas bélicas son “Nues-
tra unidad nos permitirá ganar la batalla” por
“nuestra coalición debe mantenerse unida para
7 Tanto los juegos como las guerras son competencias. que nuestra propuesta sea promulgada como
Según Huizinga (1972: 110), el “elemento agonal
empieza a actuar en el momento en que los adversarios
política pública”; “Hemos ganado la batalla”, por
se consideran como enemigos que luchan por una cosa “nuestra propuesta ha quedado promulgada como
a la que pretenden tener derecho”. política pública”; “Debe llevarse la guerra a la
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calle”, por “el respaldo de nuestra propuesta tam- de los procesos negociadores desde la teoría de
bién debe manifestarse en acciones respaldadas los juegos), un actor manifestará que en “esta
por los ciudadanos en manifestaciones”; “Debe partida no caben tablas”, en el sentido de que
desarrollarse una batalla diplomática, más que el proceso negociador no es integrativo, sino
callejera”, por “debe actuarse más en el proceso distributivo; o dirá “leve movida de pieza” por
negociador que en el activista de las manifestacio- “leve cambio de táctica o de opinión”. También
nes”; “Ponerse en pie de guerra” o “tener ganas de dentro del sistema conceptual lúdico-deportivo,
combatir” significa “aumentar la frecuencia de las enseñar las cartas implica la acción de mostrar
reuniones negociadoras y de las manifestaciones”; el conocimiento que el actor ocultó.
“Defender a sangre y fuego” significa “no modi- Como juego-deporte, también pueden
ficar la propia propuesta” (este último enunciado emplearse metáforas estratégicas del sistema
expresa la comunidad de intereses que despliega conceptual taurino: tener el toro en la plaza
el movimiento social cuando se cohesiona contra caracteriza al actor opositor de una política
un enemigo externo); “El negociador goleó en la pública como un toro al que se necesita domi-
reunión” por “el negociador logró que la parte nar, y la declaración “sacar a hombros” señala
opositora aceptara sus propuestas”, mientras que las felicitaciones que recibe el actor negociador
“doblegar o vencer al actor opositor” significa una vez que su propuesta queda legitimada como
“lograr que la propuesta sea promulgada en detri- política pública.
mento de la propuesta opositora”. Una metáfora estratégica del ámbito de la
Las estrategias se tipifican metafórica- danza, o baile protagonizado por dos bailarines,
mente como ofensivas y defensivas. Adoptar una interdependientes uno del otro, se utiliza cuando
estrategia ofensiva es impulsar la legitimación se dice que “el baile no termina hasta que los
de la propia propuesta en las instancias políticas músicos dejen de tocar”. Es decir, la negociación,
de decisión, mientras que adoptar una estrategia entendida como baile, no puede terminar hasta
defensiva es tratar de impedir la aplicación de que sus actores protagonistas, los actores nego-
las propuestas ajenas. Aparecen metáforas como ciadores, no alcancen sus objetivos.
“defender”, “derrotar”, “preparar la derrota”, Más allá de los sistemas conceptuales
“pactar la derrota”, “sumar batallas hasta ganar metafóricos que tradicionalmente se emplean
la guerra”. Ganar una batalla significa legitimar para describir las situaciones negociadoras, en
la propuesta en una de las instancias mediadoras los procesos de políticas públicas también se
políticas, mientras ganar la guerra supone legi- emplean expresiones comunes o frases hechas:
timar toda la propuesta general. La posibilidad “La negociación, o la legitimación de la propia
de un recorte en las subvenciones del actor polí- propuesta, se encuentra en pañales” (en sus ini-
tico con poder de decisión pone en pie de guerra cios); “El actor negociador se ha dormido en los
o moviliza a los actores de un sector productivo. laureles” (ha descuidado algunas reivindicacio-
Los actores actúan defensivamente o emprenden nes); “El actor negociador no se baja del burro”
estrategias de ataque. Así, las previsiones nega- (es ‘inflexible’).
tivas para el futuro impulsan a los actores del
sector productivo a defender a sangre y fuego el Empleo de otros recursos retóricos
estado de cosas actual. en los procesos de construcción
Metáfora cognitiva lúdica es “reglas de de las políticas públicas
juego” por “procedimientos burocráticos”. Metá-
foras estratégicas lúdicas son “quedar fuera de Las metáforas no son los únicos tropos
juego” o “permitir que el actor opositor nos doble o figuras semánticas que los actores sociales
el pulso” en el sentido de quedar la propia pro- emplean a la hora de delimitar el sentido de las
puesta sin ninguna posibilidad de ser legitimada. situaciones que deben quedar sujetas a los cursos
Dentro del sistema conceptual metafórico lúdi- de acción propuestos en las políticas públicas.
co-deportivo, más específicamente del ajedrecís- Por ejemplo, las sinécdoques pueden jugar un
tico (y en completa sintonía con la comprensión importante papel. Recuérdese que la encuesta de
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principio, desde el siglo XVIII hasta comienzos debemos sacrificarnos para ‘salir’ de la recesión.
del XX, fue entendido como un estado en el que Muchas veces, el Gobierno y el sector privado
se encontraban las ciudadanos, en el sentido de tratarán de llegar a un consenso para aplicar un
economizar; sin embargo, a partir de los años sacrificio presupuestario. En el discurso con-
treinta del siglo XX, bajo influencia keynesiana, sensual de los ciudadanos contra la economía,
interesada en superar la visión clásica liberal de construido por políticos y empresarios, se pro-
la actividad económica, estrictamente individual, pone la posibilidad, mediante el sacrificio pre-
el término economía comenzó a ser utilizado supuestario de los ciudadanos, de reorientar, en
en referencia a una estructura que podía ser heroica actividad reactiva, el comportamiento
modificada por la acción gubernamental; pasó villano de la personificada actividad económica.
a tipificarse como un referente activo, antropo- Este es un recurso retórico utilizado para justifi-
morfo, con sus propias necesidades; la economía car el sacrificio salarial y combatir la inflación
apareció como un ente autónomo para cuya con mayor eficacia. El sacrificio es una acción
salvación se puede reivindicar la legitimidad heroica que debe asumirse para combatir la rece-
de emprender decisiones políticas impopulares sión. Y las acciones de contraataque contra estas
(Emmison 1983: 139-55), como si fuera un actor entidades personificadas se etiquetarán mediante
villano. Este significado del término economía el omnipresente sistema conceptual bélico. Para
no solo es utilizado por el discurso keynesiano, justificar las acciones políticas, la inflación
sino también por el neoliberal. Se encontrará queda personificada como un adversario que
este sentido de la economía en afirmaciones afecta negativamente al ser humano (Lakoff y
como: “Es inevitable que actualmente entremos Johnson 1986: 72). El discurso informativo reifi-
en una fase de recesión en la actividad económi- ca los procesos sociales: la acción humana queda
ca; era de esperar, dada la evolución de los ante- atrofiada, mientras que la actividad económica
riores ciclos económicos; lo único que podemos se personifica como ente autónomo activo (Rae
hacer es limitar su gravedad.” Desde este marco y Drury 1993: 343-50).
interpretativo, la economía es un ente ante el que Otro procedimiento retórico, también del
los seres humanos deben, con mayor o menor ámbito de la sinécdoque, es la personalización de
efectividad, estructurar sus acciones. los procesos. Se ha acusado al relato informativo
Hay un uso estratégico, por parte de los político de personalizar, de centrarse en líderes
actores políticos y económicos, de la retórica de políticos, definidos como personajes protagonis-
los referentes económicos. Cuando la evolución tas de los llamados espectáculos políticos (Edel-
de los indicadores económicos es favorable, man 1988; Ericson, Baranek y Chan, 1989). Así,
los actores políticos y económicos se atribuyen muchas veces se propone que los promotores u
esta tendencia (“El Gobierno ha conseguido obstaculizadores de las políticas públicas son
estos resultados favorables”). En cambio, cuando personas específicas, no instituciones.
aparecen resultados desfavorables en los indica- Pero a diferencia de la representación
dores económicos, los actores sociales cortan el periodística del escenario político, a la que se
vínculo causal que establecieron previamente y acusa de personalizar la acción política, se criti-
los tipifican como entes antropomórficos que ca al relato informativo económico de estar apo-
desarrollan sus propios ciclos, biológicamente yado casi exclusivamente en la personificación
determinados, de crecimiento y recesión. En de la actividad económica.
este último caso, los actores y los empresarios
recurren al discurso del sacrificio para favorecer Conclusión
políticas socialmente restrictivas. A través del
discurso de los ciudadanos contra la economía En el sistema político y en el discurso
se construye un modelo de relaciones sociales periodístico que representa la acción política se
consensuadas férreamente por todos los secto- emplean preferentemente metáforas agonales, en
res de la población (Rae y Drury 1993: 344-5). detrimento de las metáforas dramatúrgicas (del
Desde este punto de vista, se considera que todos ámbito del teatro y de la danza). Los actores
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gubernamentales y los grupos de interés tipifi- interacción social. Estudios del discurso:
can los procesos políticos como competencia. introducción multidisciplinaria. Vol. 2.
Asimismo, las empresas periodísticas asignan Editorial Gedisa, 297-329.
un alto grado de conflictividad a los procesos
altamente formalizados del sistema político al Cooper, D. 1986. Metaphor. Oxford, New York.
utilizar regularmente los términos de los ámbitos
bélico y lúdico en la representación de las polí- Dirven, R. 1989. Metaphors in politics: the
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