Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
RESUMEN
SUMMARY
Modern individuals are immersed in contemporary liberal way of thinking and its
individualistic conception of the human kind. This liberal trend promotes a
subjective posture on moral and ethics, allowing people to develop autonomy and
self affirmation, but, at the same time, it neglects social responsibility. The
progressive development of this liberal paradigm, along with the massive diffusion
of its principles and values and the arising of new sociological and psychological
patterns has brought as a result the separation between economics and ethics. In
other words, contemporary capitalism changes due to the weakening of the cultural
elements that kept attached both economics and ethics.
KEY WORDS
1
BELL, Daniel. Las contradicciones culturales del capitalismo. México: Alianza Editorial, 1977.
Págs 45-89.
2
INTRODUCCION
En la actual era posmoderna no sólo se rompe con la tradición religiosa, sino que,
existe una disolución de lo social y lo político a favor del individuo y su existencia,
se avanza hacia un Estado mínimo en todos los ámbitos, no sólo en lo económico;
es lo que Lipovetsky denomina " la era del vacío" 3 ; " es la deserción de la cosa
pública que limpió el terreno hasta el surgimiento del individuo puro"; en otras
palabras es autonomía plena.
2
SOROS, George. La crisis del capitalismo global. Barcelona: Editorial Plaza y Janes, 1999. P
Barcelona 1999. p 61-80.
3
LIPOVETSKY, Gill. La Era del vacío. Barcelona: Anagrama, 2003.
3
Se trata de sintetizar en este ensayo las causas que han originado el
distanciamiento entre economía y ética en el sistema capitalista, tomando como
referente el proyecto de modernidad de Occidente. Siguiendo al escritor y filósofo
Vicente Verdú y sus comparaciones entre los distintos tipos de capitalismo4: el de
producción, en el que se producen mercancías; el de consumo, en el que se
producen discursos sobre la utilidad de las mercancías, y el de ficción, en el que
se producen experiencias a través de las mercancías, destacando los elementos
que permitan establecer alguna relación entre la ética y la economía, así como los
factores que han ocasionado su alejamiento.
En este período nacen los Estados- Nación, así como nuevas instituciones
políticas de la democracia liberal que tiene como referentes la revolución francesa
y la revolución norteamericana. En el nivel de las ideas tiene exponentes como
Tomas Hobbes y Montesquiev. El primero expone que el poder es consenso de
los asociados y que está en el Estado. El segundo plantea que el poder no podía
estar concentrado sino dividido para vigilar, lo que supone que la soberanía o
4
VERDÚ, Vicente. El estilo del mundo. Barcelona: Editorial Anagrama, 2003.
4
poder absoluto ya no estaban en el rey o en el monarca: debía estar en el Estado
y en su depositario, el pueblo.
5
En el ámbito económico se difunden las ideas de Adam Smith. Este autor se
preocupó por estudiar los cambios que se dieron al pasar de un sistema
mercantilista a uno más industrial. Dicho autor consideró la libertad del individuo
como eje central del sistema económico (liberalismo económico) y la búsqueda del
interés propio, como lo natural en cada individuo. Destacó el papel de la división
del trabajo, como determinante del grado de especialización de éste y como
medida de productividad de una sociedad. Es precisamente, este principio el que
lo llevó a considerar que un mayor tamaño de mercado generaría una mayor
división y especialización del trabajo. Por tal motivo la mejor política económica
era el libre comercio entre las naciones, con lo que la participación del Estado
quedaba restringida a garantizar la seguridad y el orden público, no el orden
económico. Era un Estado gendarme o lo que hoy se conoce como neoliberalismo,
en el que la iniciativa privada es el motor de desarrollo de la sociedad en general.
Smith suponía un mundo armónico, pues éste consideró que la búsqueda del
interés general se daba sumando la búsqueda de los interese individuales. Así los
conflictos propios de las relaciones humanas quedaban excluidos de su análisis.
El mundo se puede parecer mucho más a lo que los economistas matemáticos
denominan un juego “suma cero”, en el que las ganancias de un individuo pueden
ser las perdidas de otro. Por tal motivo la armonía entre los seres humanos puede
tomarse como un propósito para la trascendencia del hombre; puesto que una
cosa es el “deber ser” y otra muy distinta “el ser”, y ante la ruptura con la tradición
religiosa el mundo no iba ser más armónico; por el contrario, podría ser más
liberado, pero no necesariamente más libre. La identidad de los individuos como
sujetos morales autónomos hace que se pierda el sentido objetivo del sujeto, ya
que éste es un mundo que expresa la libertad como pura voluntad de
autoafirmación, de autonomía, no necesariamente de responsabilidad ante la
sociedad.
6
Ante la no validez de la religión ¿Quién podría decir que es moralmente bueno o
malo si no lo enmarcamos en patrones religiosos? Quedaría acordarlo, solo, en
materia de procedimiento, limitándolo a las leyes del derecho, a los estatutos
jurídicos. Aunque podrían desarrollarse planteamientos alternativos desde una
ética de la responsabilidad social, no necesariamente religiosa o moral. Es
precisamente esto lo que se desarrolla desde aquí en adelante.
2. CAPITALISMO INDUSTRIAL
7
2.2 EL CAPITALISMO INDUSTRIAL EN ESTADOS UNIDOS (1850-1930)
8
menos respecto a la ley; y un ámbito cultural que busca la afirmación del “yo”, la
autonomía. Entonces la tarea consiste en cómo conciliar estos tres ámbitos para
que el individuo en la búsqueda de su trascendencia no solo considere las leyes,
sino al resto de los individuos. Es aquí donde se necesita presencia
gubernamental que fortalezca y difunda sus instituciones, promoviendo la
participación privada, pero cuidando la dignidad humana y aminorando la
desigualdad existente causada por la poca inclusión, y por la limitada
participación de la mayor parte de la población mundial en los frutos del
crecimiento económico.
Para que surgiera la industria moderna en Norteamérica fue necesaria una activa
participación del Estado, promoviendo algunas medidas para el impulso de la
misma. Se crea un sistema bancario nacional, se ejecuta la construcción de un
ferrocarril transcontinental, se desarrollan mercados internos sin barreras
aduaneras ni fuertes impuestos estatales. Lo anterior, teniendo en cuenta el hecho
de contar con un gran mercado interno, del tamaño de un continente, con el que
se lograba sacar ventaja sobre los países europeos.
En los inicios del siglo XX, en los Estados Unidos se presenta la “segunda”
revolución industrial, resultado de pensar como nación en sentido moderno. La
“segunda revolución industrial” fue la de la energía eléctrica, que sustituyó al vapor
y revolucionó los procesos productivos. Rápidamente Estados Unidos comenzaría
a ser productor de bienes industriales de alto valor agregado, lo que lo dejaba en
inmejorables condiciones de productividad. Los métodos de F. Taylor fueron
aplicados por Henry Ford en la construcción de automóviles y esta industria
comienza a expandir otras como la del caucho, vidrio, petróleo, máquinas, entre
otras. Los capitales y los factores productivos se trasladan desde Europa hacia
Estados Unidos, incluyendo el factor trabajo, por lo que dicho país comienza a
restringir la emigración de europeos.
9
Aunque es importante conocer la historia económica de este país, lo que interesa
realmente es comprender cómo era la sociedad norteamericana de aquella
época: su carácter y su ética predominante. Estados Unidos no sólo heredó el
idioma ingles de la Gran Bretaña: también sus costumbres y algunos rasgos
culturales de la religión, por lo que era común encontrar a los grandes empresarios
americanos influenciados por creencias de tipo protestante y de carácter puritano 5.
Parecía extraño que se siguieran conservando tradiciones religiosas que se
suponían socavadas con el proyecto de la modernidad, pero el ser humano es a
veces tan impredecible, que cuando se siente limitado, reclama libertad y cuando
se le da libertad a veces pide límites; y por otro lado, cuando surge un proyecto
que revoluciona, pueden también, surgir otros de reacción como manifestación de
inconformidad. Otro aspecto que puede ser de ayuda para comprender mejor la
ética predominante en aquella época, es conocer que las instituciones que
soportaban y difundían el estilo de vida puritano, que proponían valores como el
trabajo, el ahorro, la sobriedad, la abstinencia, eran las iglesias, la familia y la
escuela. Estas dictaminaban los modelos de comportamiento y establecían los
rasgos culturales.
5
WEBER, Máx. La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Barcelona:Ediciones
península, 1994.
6
BELL, Daniel. Op. Cit. Págs 45- 89.
6
10
ello tarda un poco más en cambiar el paradigma cultural. Puede decirse, entonces,
que durante la era de capitalismo industrial el desarrollo económico sin frenos fue
controlado por las restricciones puritanas y por la ética protestante.
En los primeros años del siglo XX las instituciones existentes (iglesia, familia,
escuela) no poseían la fuerza suficiente para difundir una ética del hedonismo, del
placer, del juego; en síntesis, las instituciones no poseían los elementos
necesarios ni la capacidad para difundir masivamente una ética del consumo.
11
los deseos hacen parte del ámbito psicológico, no del biológico. Las definiciones
modernas de los textos de economía, también se adaptan a este cambio y se
encuentran definiciones de ciencia económica como: “la ciencia que estudia la
optimización de los recursos escasos para satisfacer necesidades ilimitadas”, lo
ilimitado se refiere a deseos, a consumo, a competición por el estatus.
Otro elemento que terminó socavando la ética protestante fue que se venció el
temor protestante de las ventas a crédito. La deuda significaba que el individuo era
poco laborioso y ahorrativo o simplemente que se era pobre; ser pobre es poseer
un bajo poder de compra y el crédito a pobres se tomaba como un síntoma de
inestabilidad financiera, de crisis. En la vida contemporánea lo más sobresaliente
es vender, y el crédito, precisamente, facilita la venta. Las tarjetas de crédito
comienzan a hacer posible la gratificación en esta vida, no en la otra; permiten que
se goce de lo que no se podría gozar si se exigiera todo el pago en efectivo en
una sola cuota.
12
A manera de conclusión, se puede decir que el “capitalismo de consumo” no se
genera, al menos en su plena extensión, en los años 30 sino en los 60, debido a
que el consumo masivo sólo fue posible por el avance industrial y tecnológico que
permitió la fabricación de bienes nunca antes vistos, por la ruptura del temor
protestante de las ventas a crédito, que fue una creación sociológica 7, no
tecnológica, y por la función mediática, que con su masificación, se erigió como
referente de la conducta del individuo y como responsable de la formación de
ciudadanos, por cierto una labor demasiado seria como para dejarla en este
terreno de la información.
Surge el “neoliberalismo” con sus dos pilares políticos: los gobiernos de Rónald
Reagan y de Margaret Teácher, ya que como ideología había sido propuesta por
von Háyek y Milton Friedman. El “neoliberalismo” es la ideología presente en la
globalización y exige la apertura de los mercados tanto de bienes y servicios como
de capital; es decir, tanto de la balanza comercial como la de capitales. Para poder
hablar de “capitalismo ficticio” hay que tener en cuenta, en especial, la
desregulación en el mercado de capitales; y ésta no consiste en dejar de regular,
sino más bien en regular bajo otros intereses, en este caso los del capital
internacional. Se Difunde la idea de que los Estados nacionales han llegado a su
fin, y que deben ceder su autonomía en favor de una fuerza trasnacional, la del
mercado mundial. Se habla, entonces, de la crisis de los estados nación, se
desregula los intercambios financieros internacionales, y se olvida que la actividad
especulativa que esto conlleva genera inestabilidades macroeconómicas que se
traducen luego en inestabilidades sociales.
77
Ibíd. Págs 45- 89.
13
Aquella desregulación lleva un fenómeno conocido como “financierización”, que se
refiere al protagonismo cada vez mayor que tienen las actividades financieras y la
conversión del dinero en algo que se utiliza no como instrumento para fomentar
otros intercambios productivos, sino para intercambiarse él mismo.
El poder monetario era una extensión del poder del estado, y con la autonomía de
los bancos centrales se desliga éste para convertirse en un recurso autónomo; en
otras palabras, en un recurso de carácter privado. Los Estados renuncian a ejercer
el gobierno de las finanzas y permiten mover con toda libertad los flujos
financieros a través de la desregulación de los mercados financieros. Esos
recursos autónomos provienen de los llamados inversores institucionales: “se
denomina así a los fondos de inversión, compañías de seguros o empresas en
general que se constituyen para recoger fondos ajenos y a éstos sacarles el
máximo rendimiento”9. Estos inversores lo que hacen es crear más demanda de
medios financieros, para invertir creando, y necesitando de la inestabilidad, del
riesgo, de la volatilidad. Sin éstos cambios continuos no podría generarse la
rentabilidad que se exige por parte de dichos inversores. Se podría decir que este
capitalismo es “ficticio”, porque no genera riqueza real, promueve la especulación
8
TORRES, López Juan. El poder del dinero. Causas y consecuencias de la financierización.
Revista ensayos de economía, volumen 22-23, págs. 10-40, Medellín: Universidad Nacional,
2002.
99
Ibíd. Págs 10-40.
14
y desestímula la inversión, pero sin inversión no puede aumentar la generación de
empleo, y por lo tanto los ingresos de la población se ven desmejorados.
Si bien es difícil juzgar las acciones de los individuos como convenientes o no,
debido a que el individuo es libre de hacer todo en cuanto le permitan las leyes, no
es menos importante aclarar que hay situaciones, en las que no hay
necesariamente leyes explicitas, y en las que se afecta a los demás y de las
cuales se ocupa la ética; éstas se refieren a la responsabilidad que posee el
individuo dentro de su misma autonomía, ante la sociedad, y se tocan de una
manera más amplia en la relación economía- ética, en la que muchas veces se
15
considera que dar más libertad de mercado, desregulación y menos participación
del Estado se reduce a generar condiciones favorables para un pequeño grupo de
la sociedad. Se puede ver que falta generar una ética de la responsabilidad, de la
autonomía responsable, y en esto sí que es importante el papel de las
universidades en la formación de profesionales con un alto componente ético, y el
papel del mismo gobierno, que mediante el fortalecimiento de sus instituciones no
deje a pecho descubierto al individuo puro. Todo esto se puede traducir en la
conformación de una sociedad en sentido moderno y más específicamente, que
las clases dirigentes y políticas comprendan que no es lo mismo modernización
que modernidad, pues para conseguir esto último primero se debe construir
ciudadanía.
CONCLUSIONES
16
vida donde todo es muy fácil, muy posmoderno; hasta que el individuo percibe que
la existencia duele, y que si no tiene elementos que le permitan afrontar las
situaciones de dolor, la vida puede convertírsele en algo lacerante.
BIBLIOGRAFÍA
17
SOROS, George. La crisis del capitalismo global. Barcelona: Plaza y Janes, 1999.
Págs 61-80.
18