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XI BIENAL ESPAÑOLA DE ARQUITECTURA Y URBANISMO 2011 RED0245

MERCADO TEMPORAL BARCELÓ Madrid. España. Nieto Sobejano Arquitectos


El proyecto del nuevo Mercado Barceló y su entorno es en realidad la suma de varias actuaciones diferentes: un conjunto urbano de piezas de
distinta escal-a y programa que han de transformar notablemente un área densa y central de Madrid. La propuesta ganadora en el concurso
se genera a partir de la definición de nuevos vacíos urbanos que conectan y relacionan entre sí los diferentes volúmenes y usos previstos que
habrán de coexistir: mercado, centro comercial, polideportivo, biblioteca pública, aparcamientos y áreas al aire libre.

Durante el período de ejecución de las obras del edificio definitivo era necesaria la construcción de un mercado temporal que estará en
funcionamiento hasta que se inauguren las nuevas instalaciones. El Mercado Temporal ha sido concebido por ello como una construcción
reciclable, que pese a su condición de temporalidad es capaz de inducir una nueva percepción de su entorno urbano. Ubicado en la plaza
del Arquitecto Ribera, sobre un garaje subterráneo, el proyecto evoca en su concepción los mercados tradicionales en las plazas públicas,
formados por pabellones independientes en una única planta susceptibles de ser utilizados de diferentes modos. Ante la necesidad de albergar
los numerosos puestos de venta del antiguo mercado, el conjunto se fragmenta en seis cuerpos de planta pentagonal, de diferentes alturas y
dimensiones, evitando de este modo la presencia de un volumen excesivo respecto a los edificios que lo circundan. Una construcción lineal
de dos alturas alineada a la calle Beneficencia, alberga las zonas de carga y descarga, almacenes, cámaras frigoríficas e instalaciones.

La arquitectura de los pabellones se concibe como puro ejercicio combinatorio: una única planta pentagonal, con dos escalas diferentes,
repetidas tres veces cada una, con distintos ángulos de rotación da lugar a un conjunto aparentemente aleatorio, pero en realidad simple
y directo a partir de variaciones y combinaciones de un mismo elemento original. Se evita de este modo la monotonía de un programa
eminentemente repetitivo, a un tiempo que se rompe la escala del edificio con respecto a los edificios que lo rodean. La ausencia de aristas en
los volúmenes, y el material ligero y traslúcido que los envuelve contribuyen a una percepción liviana y temporal de la intervención en la ciudad.
Aspecto fundamental del proyecto es el cerramiento exterior de policarbonato blanco opal que delimita los cilindros poligonales permitiendo el
paso de la luz natural durante el día y transformándose en grandes linternas que iluminan la plaza durante las horas nocturnas.

Cuando finalicen las obras del edificio definitivo, los cilindros pentagonales del Mercado Temporal serán desmontados y podrán ser reubicados
en algún otro lugar de la ciudad, de modo que la plaza donde ahora se asienta retornará a su uso primitivo, como espacio público que
completará la transformación llevada a cabo en esta área histórica de Madrid.

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