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Carta de presentación del Acuerdo Institucional de Convivencia de la Directora


del Instituto María Madre Nuestra.

Estimados Alumnos, Docentes y Familias de nuestra Comunidad Educativa:

El acuerdo Institucional de Convivencia del Instituto María Madre Nuestra tiene


por misión la educación integral del joven, procurando el desarrollo pleno de su
personalidad humana y cristiana. Nuestro lema este año es “Educar en Libertad sin
miedos”, haciendo referencia a que la educación es un diálogo constante y como tal
debe ser construido entre todos con amor, responsabilidad, ética y sobre todo con
nuestros valores cristianos.
En el proceso de educar, no solo participa la Institución con todos sus
integrantes, sino fundamentalmente la familia como primera y principal educadora de
sus hijos, formadora de valores a la que comprometemos de manera activa en este
transitar, para que el Acuerdo Institucional de Convivencia del Instituto María Madre
Nuestra logre los objetivos para los que fue diseñado.
Este Acuerdo Institucional de Convivencia tiene por condición la internalización
del conocimiento del alumno a través de la relación armónica entre éstos, los docentes
y sus familias; estableciendo que es en sí mismo un contenido, a ser enseñado y
aprendido por todos en la Institución, constituyendo una herramienta relevante para el
trabajo pedagógico en el aula y de esta manera lograr una buena convivencia escolar
evitando el conflicto y dando espacio a la pluralidad dentro de un ambiente
democrático.

Lic. Eugenia Klech


Directora
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Breve Reseña Institucional

Hace algunos años, viendo las necesidades materiales, sociales y espirituales de un


barrio alejado de todo, pero que crecía vertiginosamente, la Señora Susana
Duchesnois de Estrada promueve en parte de sus terrenos, la formación de un centro
asistencial, al que acuden a contribuir con su misión la obra del Cardenal Ferrari.
Recordamos así a las pioneras de esta labor: señoritas Blanca Vega y Alicia Picasso
quienes sin escatimar esfuerzos se dedican de llenos a la tarea encomendada,
instalan un consultorio, crean un centro de catequesis e inician el jardín de infante y la
escuela primaria que comienza en la escuela N°2 hasta que cambio su edificio, para lo
cual se traen los querido tranvías.
Paulatinamente, y debido a las exigencias de las zonas se construyen nuevas aulas y
la capilla, atendida por el reverendo Padre José Roquetta quien además impulsa la
escuela y trabaja arduamente con la señorita María Alicia Caprani para que este barrio
tenga su misa dominical, su sacramento y educación cristiana para sus niños.
Después de la partida del padre Roqueta la señorita Alicia pide al Padre Víctor Dolzani
que oficie la santa misa los sábados por la tarde, este accede con la generosidad y
actitud de servicio que lo caracterizan.
En 1981, se hace cargo del centro María Madre Nuestra la congregación de los
Misioneros de la Sagrada Familia, quedando el Padre Tomás Llorente Martinez al
frente de la escuela y de la acción pastoral del barrio.
Al poco tiempo LASAB (Liga Argentina para la Salud Bucal) cuya presidente es la
Doctora Beatriz Muñiz instala un consultorio de atención odontológica gratuita y forma
un grupo de madres como auxiliares odontológicas y de esta forma ayuda a mejorar la
salud dental de la población, mediante un plan de prevención y de curación.
Para el esparcimiento, actos y otras necesidades de la escuela y de la comunidad se
construye un salón-gimnasio cubierto.
Vista la necesidad de dar una salida laboral a los jóvenes que, por distintas razones,
no pueden acceder a un colegio secundario, se instala un taller-escuela de carpintería,
al que concurren varios alumnos con inquietudes de superación. Esta se lleva a cabo
gracias a la colaboración del señor Mario H. Barbosa, quien dona las máquinas y
herramientas pertinentes. No conforme con ellas la comisión de padres, manifiesta a
nuestro obispo Monseñor Alfredo Esposito Castros, la urgencia de un colegio
secundario que brinde una formación cristiana a sus hijos con gran entusiasmo, el
señor Obispo apoya esta nueva iniciativa que se concreta dando comienzo a su
periodo lectivo en Marzo de 1986, con dos secciones de primer año nutrida de 80
alumnos.
Simultáneamente, y con donación de los primeros terrenos por parte de las familias de
Mario Galimberti y Sandro Molinari en memoria de Ricardo H. Groppo se inicia la
construcción del templo que adopta como patrona a Santa Rosa de Lima.
El proyecto de la obra es realizado por los arquitectos: R. E. Galarce – Hugo Bordieu –
Cristián Bordieu y Alejandro Moy.
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La imagen de Santa Rosa es traída desde su lugar de origen, la hermana República


del Perú a través de su Embajada.
El Cristo del altar es obra del escultor local, Roberto Montesserín. Apadrinan este
Templo sus principales colaboradores:
Sra. Ana María Alfonsín de Fasán.
Sr. Manuel Santos de Uribelarrea.
Sra. Mercedes Balcarce de Uribelarrea.
Sr. Martín Blaquier.
Sra. Graciela Taquini de Blaquier.
Bendicen el templo nuestro Obispo, Mons. Alfredo Mario Esposito, Diócesis de Zárate-
Campana, con la presencia de Monseñor José María Lorenzo, Obispo de San Miguel.
A todos los que creyeron en esta obra y la hicieron posible vaya el profundo
reconocimiento de la Comunidad de Manuel Alberti y su sacerdote, quienes se
comprometen a dar todo de sí para seguir construyendo el Reino.
Desde los comienzos de su actividad apostólica la Compañía de San Pablo
sintió vivamente que la mejor manera de predicar el mandamiento del amor y de
responder a lo que nos pide el Evangelio, es acercándonos al hermano necesitado de
bienes materiales como el pan y el vestido y de otros bienes que lo ayudan a crecer
como hombre porque le enriquecen en el espíritu y lo abren al conocimiento de Dios.
Dice el documento de la Iglesia, Evangeli Nuntiandi: “Como proclamar el mandamiento
nuevo del amor, sin promover por medio de la paz y la justicia el verdadero
crecimiento del hombre.”
La Compañía de San Pablo nació del ardor apostólico del Cardenal Ferrari y de
su íntimo colaborador, nuestro fundador el P. Juan Rossi.
Sensibles a las necesidades de su tiempo, salieron al encuentro de los más
desposeídos con obras de asistencia social. Con este espíritu se inició la vida de este
Centro; con mucho esfuerzo y pocos recursos; con mucho corazón y con la convicción
de que “valía la pena”, porque detrás de los sueños de verlo un día tal como lo vemos
hoy, esperaban muchos niños, futuros hombres que ocuparían las aulas de las
escuelas que aquí surgieron. Algunos nombres quedaron en la memoria, los
recordamos en los primeros pasos, en las primeras gestiones, cuando no sabíamos
hasta donde podríamos llegar.
Había esa fuerza emprendedora que acompaña a tantas obras: “una semilla
que se convierte en árbol”, “un grano pequeño que se hace espiga”. Era el esfuerzo de
todos: de Alicia Picasso, del P. Roqueta, de la Sra. Estrada, de la Comisión
Colaboradora de la O.C.F., y la invisible acción del Espíritu que conduce a buen
termino la tarea de los que confían en él.
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En el año 1960 la Sra. Susana de Estrada, que residía en esta zona, en una
chacra de su propiedad, solicitó a la Obra Cardenal Ferrari que enviara algún miembro
para realizar un servicio espiritual y social ya que no había en la zona. Para ello ponía
a disposición dos pequeñas habitaciones. El 6 de septiembre de ese mismo año,
comenzó la atención espiritual con la celebración de la Santa Misa los días sábado,
que luego, con la llegada del Padre Tomás Llorente Martínez se celebró todos los
días. El centro asistencial comenzó a atender tres veces por semana con un
consultorio médico-dental. Se entregaban remedios y se hacía una venta económica
de ropa. Se ofrecía apoyo escolar en una habitación prefabricada que en 1963 fue
reemplazada por cinco tranvías. A partir de esta iniciativa surgió la Escuela N° 2, cuya
oficialización se logró por la gestión de Alicia Picasso y del P. José Roqueta. Pero el
posterior traslado de la Escuela N° 2 a su nuevo edificio, que se inauguró el 14 de
octubre de 1973, dejó sin este servicio educativo al Barrio Los Tranvías, razón por la
cual las familias residentes en el barrio pidieron se iniciara un Jardín de Infantes. Para
darle validez oficial a la enseñanza, el P. José Roqueta lo anexó al Colegio Parroquial
de Del Viso. Fueron estos los comienzos lentos pero seguros de nuestra escuela. Nos
emociona recordar los cinco tranvías donde empezamos a trabajar principalmente en
la promoción humana y en la evangelización. Se celebraba la misa dominical, se
organizaron las clases de catecismo, también para adultos; muchos matrimonios
regularizaron su situación recibiendo el sacramento; se organizaron servicios sociales,
se abrió una biblioteca y se dictaron cursos de tejido y se iniciaron los grupos de
scouts. Se construyó la Capilla, se multiplicaron las aulas, se equiparon más baños y
los patios se llenaron de voces infantiles. Y bajo la Advocación de María Madre
Nuestra el sueño de la Escuela se hizo realidad con el apoyo de la comunidad del
barrio Los tranvías y la constante y fiel participación de la Comisión Colaboradora de
la O.C.F. que preside la Sra. Marcela Nelson.
Con el transcurso del tiempo se formó alrededor de este Centro Asistencial y
educativo un Barrio densamente poblado. Era indispensable la asistencia diaria y la
permanencia en el lugar. El 13 de marzo de 1982 el P. Tomás se hizo cargo del
Centro Social y Educativo y con su impulso generoso y su amor de padre condujo la
escuela a lo que es hoy, este hermoso edificio, que esconde en sus ladrillos el amor,
la constancia y el esfuerzo de los que porque tuvieron fe, porque creyeron que era
posible, continuaron y centuplicaron aquel comienzo de 1960.
Hoy la O.C.F. hace la donación de estos lotes con todo lo edificado en ellos al
Obispado de Zárate-Campana en la persona de Monseñor Rafael Rey.
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ACUERDO INSTITUCIONAL DE CONVIVENCIA


INSTITUTO MARIA MADRE NUESTRA. (DIPREGEP 4569)

FUNDAMENTACIÓN Y OBJETIVOS GENERALES

El ideario del Instituto María Madre Nuestra se inspira en las orientaciones


doctrinales y pastorales del Obispado de Zarate- Campana.

El Objetivo esencial del Instituto María Madre Nuestra consiste en proporcionar


a los alumnos, en colaboración con la familia, los medios necesarios para su
educación integral. Es decir, para el desarrollo armónico de todos los valores humanos
y cristianos.

Para lograr este objetivo, es fundamental que la comunidad educativa conviva


en un clima de respeto, orden, confianza y alegría. El Acuerdo Institucional de
Convivencia (A.I.C.) intenta ser un instrumento útil para lograr tal clima institucional.
Para que cada miembro de la comunidad educativa se sienta comprometido y asuma
el A.I.C. como algo propio es esencial que cada uno participe activamente en su
elaboración.

Los alumnos del Nivel Secundario son los destinatarios principales de este AIC.

La adolescencia es una etapa de cambios críticos, clave para adquirir


habilidades de auto-gobierno, que le permitan hacer un uso responsable y fecundo de
su libertad y, por lo tanto, una inserción plena y feliz en la vida social.

El adolescente busca auto- afirmarse en una identidad propia, no impuesta por


el adulto. Educar, entonces, significa ayudar a que el joven logre hábitos de conducta
que lo lleven a deliberar y tomar decisiones como personas libres. No se educa si se
busca solamente generar respuestas externas por temor a la sanción.

Para educar al adolescente de un modo realista es necesario tener presente el


contexto social en el que se desarrolla. En la actualidad, muchos adolescentes sufren
soledad y falta de contención en las familias, se sienten desorientados frente al futuro,
sufren la falta de normas claras y límites firmes, son bombardeados desde los medios
de comunicación con antivalores propulsores de violencia -cubierta o encubierta-,
individualismo, egoísmo, hedonismo y materialismo. Esto, contrasta abiertamente con
la educación en virtudes cívicos-democráticas, humanísticas y cristianas que se les
procura fomentar desde el colegio en las dimensiones bio psico espiritual y social, y
les genera, en muchos casos, sentimientos de violencia, vacío, confusión, depresión, y
otros tipos de problemas.
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Ante este panorama social negativo, el cual constituye una oportunidad y


genera gran responsabilidad en las instituciones educativas, se busca desde el
Instituto que el adolescente se descubra a sí mismo como una persona valiosa,
creada por Dios para una misión única, irrepetible y trascendental, que se entusiasme
con su propio proyecto de vida.

Los directivos y los docentes, con su testimonio coherente y comprometido, son


ejemplos de vida para los adolescentes. Sus vidas, de hecho, se transforman en
herramientas educativas. Por lo tanto, deben ser concientes de que el adolescente
necesita la guía firme de la verdadera autoridad, que es aquella que se ejerce sin
imposiciones arbitrarias, ni disfraces adolescentes, ni actitudes demagógicas sino que
busca, con respeto, el bien del alumno a través de un diálogo intergeneracional
fecundo, maduro y creativo, alimentado de un verdadero espíritu de amor y servicio.

Es necesario que la escuela sea fiel a su Ideario, a su misión educativa, de


puertas abiertas a su tiempo, a su sociedad, inserta en una red de relaciones
institucionales que la ayuden a crecer.

Esta actitud estimula el crecimiento del adolescente y éste se forma en valores,


conocimientos, saber y habilidades. De esta manera, el educando puede abrir su
corazón y establecer un vínculo sano con los adultos, en los cuales puede depositar
su confianza.

Por último, concretar una convivencia democrática en la que se reconozcan los


derechos de las personas, se legitiman las diferencias, se participe en las cuestiones
de interés común, consultando y buscando acuerdos, favoreciendo la libertad, el
compromiso, el autocontrol, el diálogo es también un fin institucional de relevancia
para el Instituto.

Por lo expresado, el adolescente será colaborador en la construcción de una


buena convivencia escolar que la sentirá como algo propio y valioso.

MARCO LEGAL

Para la construcción y confección de este AIC se tuvo en cuenta, el marco


conceptual y normativo proporcionado por las siguientes leyes nacionales y
provinciales.
- Ley de Educación Nacional Nº 26.606/06.
- Ley de Educación Provincial Nº 13.688/07.
- Ley Nacional de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y
Adolescentes Nº 26.061/05.
- Ley de Promoción y Protección Integral de los Derechos de los Niños/as Nº
13.298/05
- Res. 1709/09 de la Dirección General de Cultura y Educación de la
Provincia de Bs. As.
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En lo referente a la finalidad educativa, nuestra institución reconoce como uno


de sus principales fines a los mencionados en la Ley de Educación Nacional Nº
26.606/06 Cap. IV Art. 30 donde reconoce que “la Educación Secundaria en todas sus
modalidades y orientaciones tiene la finalidad de habilitar a los/as adolescentes y
jóvenes para el ejercicio pleno de la ciudadanía, para el trabajo y para la continuación
de estudios”, reconocidos también en los objetivos y funciones expresadas en el art.
28 de la Ley de Educación Provincial Nº 13.688/07.

La escuela como pequeña república implica el logro de una convivencia


democrática, la aceptación del disenso y de las diferencias, buscando la no
discriminación del otro diferente así como la aplicación de mecanismos de diálogo y
de mediación para la solución de conflictos cotidianos.
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CRITERIOS PARA SU ELABORACIÓN

El hombre es un ser sociable por naturaleza y para vivir en comunidad necesita de


normas que generen un orden que permita desarrollar a cada uno de los miembros
sus potencialidades y vivir libremente, sabiendo que su libertad termina donde
comienza la de los demás. Por lo tanto, en una comunidad educativa como la nuestra,
las normas tienen como objetivo facilitar y ayudar a concretar el logro de la actividad
escolar. Serán válidas si ayudan a enseñar y a aprender con calidad y espíritu
humanístico y cristiano. Las normas resultan un factor decisivo en el aprendizaje
democrático contribuyendo a la formación integral del adolescente.

Pero esto implica concebir la convivencia a partir del reconocimiento de los


derechos y obligaciones de cada integrante de la institución, respetando sus
diferencias y “tomando decisiones tendientes a una convivencia plural, democrática e
inclusora”.

Para su construcción y confección entendimos que resulta imprescindible la


necesidad de la participación real y dinámica de toda la Comunidad Educativa,
creando espacios en donde tengan lugar el debate, la deliberación y finalmente la
definición de acuerdo con el mayor consenso posible.

1) Revisión del Ideario vigente.


2) Estudiamos la Res. 1709/09 de la Dirección General de Cultura y Educación de
la Provincia de Bs. As. Para hacer los ajustes correspondientes.
3) Reflexión sobre lo elaborado y la situación de los diferentes actores de la
comunidad - especialmente los adolescentes-, teniendo muy en cuenta la realidad
socioeconómica en que está inserta nuestra Institución. Esta tarea estuvo a cargo del
Equipo directivo.
4) Consulta con el personal docente y no docente de la Institución.
5) Consulta con los alumnos.
6) Consulta con las familias.
7) Luego de esta ronda de consultas a la comunidad, se estableció un tiempo para
compartir todos aquellas dudas, para mejorar la forma de alcanzar los objetivos, y
para establecer qué conductas constituyen una dificultad y un obstáculo.
8) Finalmente, se generó la búsqueda de consensos con la participación activa de
todos los actores procurando el compromiso y responsabilidad de cada uno de los
involucrados.
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MEDIOS DE PREVENCIÓN DE CONFLICTOS

EN LA CONVIVENCIA ESCOLAR

En concreto, se trata de fomentar iniciativas que tiendan a mejorar la


comunicación y lograr una convivencia armónica entre todos los miembros de la
comunidad educativa. Cuando existe un canal de diálogo permanente y fluido, es
posible detectar con anticipación las causas o las raíces de los conflictos y así
prevenirlos y evitarlos. Es fundamental que el alumno se sienta parte activa en
esta tarea de cuidar una buena convivencia institucional. Como ya expresamos, esto
se logra creando un ámbito donde sea escuchado con atención y respeto, donde
pueda expresar sus opiniones y aportar creativamente sus ideas tendientes a lograr
una armoniosa convivencia escolar.

Siguiendo las nuevas tendencias se propone implementar un sistema de


resolución alternativa de conflictos. Teniendo en cuenta que para lograrlo se debe
impulsar un cambio de actitud en toda la comunidad educativa se propondrán
distintas actividades y talleres dirigidos a docentes, padres, alumnos y demás
personal del colegio. Los objetivos del plan son lograr la prevención primaria del
conflicto y darles a los actores la capacidad de autogestionarlo pacíficamente. De ser
necesario se llegará a la etapa de mediación escolar a cargo de mediadores
capacitados.

Para ello se ha de implementar la figura del mediador, adulto, miembro de la


institución, quien buscará el entendimiento entre las partes para evitar que, en caso de
conflicto, éste llegue a traducirse en violencia con graves consecuencias (ver anexo
1). El mediador estará a cargo del programa, lo coordina y organiza las capacitaciones
que están dirigidas a toda la comunidad educativa. Cuando se presenta un conflicto
evalúa la mejor manera de resolverlo y supervisa. Si la gravedad del conflicto lo
requiere, realiza una mediación formal.

Si el problema no se resolviera por la vía de la mediación y fuera grave pasaría


al ámbito del Consejo de Convivencia Escolar (ver anexo2) conformado por
representantes de cada área de la institución: alumnos, preceptores, docentes, tutores
y directivos. El C.C.E. funcionará de acuerdo con un reglamento interno, siendo su
principal objetivo la evaluación de la calidad de la convivencia escolar y la canalización
de propuestas de mejoramiento de dicha convivencia.

Es fundamental tener presente que la comunidad escolar es una realidad


dinámica, en constante transformación y que, por lo tanto, no se puede aspirar a
alcanzar una convivencia armoniosa como un objetivo estático sino como un desafío
permanente de solucionar de un modo racional y pacífico los conflictos que
inevitablemente surgen.
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En vistas a mejorar la convivencia escolar se organizarán jornadas de docentes


sobre este tema, que permitan a los profesores evaluar y compartir con sus pares sus
opiniones y preocupaciones. También se dará entrenamiento a diferentes miembros
de la Institución en las técnicas de mediación, con el objeto de facilitar el diálogo y
canalizar a través del mismo los conflictos que se susciten.

Los conflictos también se previenen animando la vida comunitaria en la


escuela. En este sentido la escuela organizará distintos tipos de actividades
pedagógicas (culturales, deportivas, sociales) y espirituales que permiten la mejor
integración de la comunidad, especialmente de los alumnos y docentes.

Se procurará organizar encuentros, jornadas deportivas, jornadas familiares y


distintas clases de actividades comunitarias que fomenten el mutuo conocimiento y el
surgimiento de la amistad entre los miembros de la comunidad.
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DERECHOS Y OBLIGACIONES
DE LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD ESCOLAR

Sobre los alumnos:

Derechos:

• Conocer el Ideario, los principios y objetivos de la comunidad escolar a la que


pertenece, así como el contenido del presente AIC.

• Acceder a una formación integral en un clima de sana alegría, respeto personal y


orden, que contribuya al desarrollo de su personalidad, posibilite la adquisición de
conocimientos, habilidades y sentido de la responsabilidad.

• Ser informado con regularidad sobre la evaluación que los docentes y directivos
hagan de él y de su desempeño escolar.

• Conocer las expectativas de logro y criterios de evaluación de cada espacio


curricular.

• En caso de cometer una falta que perjudique la convivencia escolar, podrá realizar
su descargo ante el cuerpo directivo del establecimiento.

• Ser confortado y acompañado por la comunidad educativa de mediar situaciones


dolorosas y/o conflictivas a nivel personal, familiar o social.

• Ser escuchado y estimulado a aportar iniciativas y propuestas creativas para el


mejoramiento de la convivencia escolar.

• Disponer dentro de las normativas establecidas de las instalaciones, equipamiento


y material didáctico del establecimiento educativo.
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Deberes:

• Respetar el Proyecto Escolar Institucional, las normas de organización, (horarios,


entreturnos, espacios comunes, recreos), convivencia y disciplina del
establecimiento escolar. Tal como se mencionan en el presente AIC

• Asistir a clase regularmente y con puntualidad (Ver régimen de inasistencias)


cuidando su presentación personal y el cumplimiento del uniforme de la institución.
Ver Anexo 3

• Estudiar y esforzarse para conseguir el máximo desarrollo según sus capacidades


y posibilidades.

• Participar activamente en todas las actividades formativas y espirituales que


proponga la institución.

• Participar y colaborar en la mejora de la convivencia escolar y en la consecución


de un adecuado clima de estudio en la institución; respetando el derecho de sus
compañeros a la educación, el derecho-obligación de enseñar de los docentes y las
orientaciones de la autoridad y de todo el personal docente.

• Respetar la libertad de conciencia, la dignidad, integridad e intimidad de todos los


miembros de la comunidad educativa. Los actos de violencia física, verbal, gestual,
aun cuando estas fueran realizadas haciendo uso de la informática, electrónica, etc.;
el descontrol e irresponsabilidad dentro del colegio o fuera del mismo con o sin
uniforme escolar implica un ejercicio inapropiado de la libertad. La institución arbitrara
los medios y sanciones con el propósito de contribuir por esa vía a la formación de
quienes la integran

• Cumplir en tiempo y forma con las pautas pedagógicas y disciplinarias de docentes


y directivos.

• Ser vehículos responsables de la comunicación escuela-padres a través del


cuaderno de comunicados u otra documentación que se necesite entregar a sus
padres.
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Sobre los padres:

Derechos:

• Ser reconocidos como agentes naturales y primarios de la educación de sus hijos.

• Elegir para sus hijos la Institución educativa cuyo ideario responda a sus
convicciones filosóficas, éticas y religiosas.

• Conocer el Ideario, el PEI y el AIC Institucional.

• Ser informados sobre las expectativas de logro y criterios de evaluación de los


espacios curriculares correspondientes a sus hijos.

• Ser informados regularmente acerca del desempeño de sus hijos a fin de


facilitarles un seguimiento cercano.

• Ser integrados y participar activamente en la vida de la comunidad escolar.

Deberes:

• Cumplir con las obligaciones estipuladas en el contrato educativo.

• Haber leído, aceptado y comprometido con el Ideario, el PEI, el Régimen de


Inasistencias y el AIC.

• Respetar y hacer respetar a sus hijos la autoridad pedagógica del docente y las
normas de convivencia de la unidad educativa.

• Respetar y hacer respetar a sus hijos la libertad de conciencia, la dignidad,


integridad e intimidad de todos los miembros de la comunidad educativa. Ver deberes
del alumno sobre este ítem.

• Seguir y apoyar la evolución del proceso educativo de sus hijos asistiendo a las
reuniones a las cuales sean convocados; informando diligentemente a las autoridades
tutor, docentes, preceptor, directivos sobre circunstancias particulares que puedan
afectar el desempeño escolar de sus hijos; manteniéndose informado sobre el
rendimiento, progresos o dificultades de sus hijos.

• Comprometerse a brindar el apoyo escolar o de un profesional especializado,


en caso de que una autoridad escolar así lo requiera.

Sobre los docentes:


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Derechos:

• Recibir por parte de los directivos el marco adecuado para brindar una educación
de calidad a sus alumnos.

• Conocer el Ideario, el Proyecto Educativo y el AIC.

• Participar de la vida escolar, expresar sus opiniones y ser escuchado como


profesional de la educación.

• Recibir una supervisión de calidad por parte de los directivos e información sobre
su desempeño profesional para mejorar siempre.

• Desempeñar su actividad laboral.

• Participar de los espacios de capacitación propuestos por la Institución.

Deberes:

• Brindar una educación de calidad a sus alumnos.

• Conocer, respetar y hacer respetar el Ideario, el Proyecto Educativo Institucional y


el AIC.

• Respetar al resto de los miembros de la comunidad educativa, y colaborar con los


directivos, con los colegas y los padres como socios en la educación de sus alumnos.

• Cumplir con las propuestas de mejora de desempeño de los directivos y estar


actualizados tanto en contenidos como en didáctica.

• Integrarse activa y concretamente en los proyectos parroquiales y vecinales:


Fiestas Patronales, Fiesta de la Paz, Residencia de Ancianos, Cáritas, etc.

• Testimoniar activamente los principios fundantes del Ideario de la Institución.

Sobre los directivos:


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Derechos:

• Que la supervisión escolar y los órganos de gobierno del sistema educativo


respeten el derecho de enseñar previsto por la Constitución Nacional y las Leyes
Provinciales para las escuelas públicas y gestión privada.

• Recibir de la supervisión y de los miembros de la comunidad educativa, docentes,


padres y alumnos el reconocimiento como autoridad para el gobierno de la comunidad
educativa.

• Conocer con suficiente anticipación por parte de la supervisión, las normas y


resoluciones que afectan la vida escolar.

• Expresar sus opiniones y necesidades, y ser escuchados como directivos


responsables de la escuela por parte de la supervisión y los órganos de gobierno del
sistema escolar.

• Participar junto con el Representante Legal del gobierno de la escuela.

Deberes:

• Cumplir con el marco legal que regula a las escuelas públicas de gestión privada.

• Crear las condiciones dentro de la escuela para que los docentes puedan brindar
una educación de calidad y para que los alumnos puedan aprovecharla.

• Cumplir en tiempo y forma con las normas y resoluciones emanadas de la


supervisión.

• Colaborar con la supervisión escolar para el mejor gobierno del sistema educativo
don de está inserta la escuela.

• Conocer, respetar y hacer respetar el Ideario y Proyecto Educativo de la escuela


que dirige.

• Integrarse activa y concretamente en los proyectos parroquiales y vecinales:


Fiestas Patronales, Fiesta de la Paz, Residencia de Ancianos, Cáritas, etc.

• Testimoniar activamente los principios fundantes del Ideario de la Institución.


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SOBRE LOS CORRECTIVOS DISCIPLINARIOS

Las normas de convivencia contenidas en este acuerdo tienen como finalidad


ayudarnos a aprovechar los beneficios que ofrece la escuela como casa de estudio y
mejorar la convivencia.
Se aplican en tres momentos:
1) Como prevención: nos ayudan a prepararnos a los alumnos y
educadores para el autogobierno a través del esclarecimiento de lo que esperamos
unos y otros en nuestra sociedad educativa.
2) Como acción educativa: nos ayudan a todos, principalmente
a los directivos, docentes y padres a ser guías de los alumnos, en especial cuando es
necesario reconocer logros o hacer tomar conciencia sobre la necesidad de corregir
un comportamiento.
3) Como acción de reparación o compensación: para cuidar el
clima de convivencia y estudio que todos necesitamos en la escuela, previendo las
sanciones para los comportamientos que ponen en riesgo esos valores de convivencia
y estudio.

Sistema de Sanciones:

La sanción tiene una finalidad educativa. Es una señal, una apelación a una
respuesta positiva. Cada sanción requiere una instancia de reflexión, porque la
finalidad no es castigar, sino promover una toma de conciencia y un cambio de
comportamiento.
Para que la aplicación de sanciones resulte constructiva, los educadores
necesitamos:

1) Hacer un análisis sereno de la situación.


2) Ayudar a quien ha transgredido una norma de este acuerdo, a tomar
conciencia de las consecuencias de su comportamiento para los otros y para si
mismo, así como el valor que se encuentra detrás de la norma mediante la reflexión.
3) Escuchar con oído y corazón lo que este tenga que decir como descargo.
4) Evaluar la gravedad de la falta, las consecuencias reales, el grado de
negligencia y premeditación.
5) En caso de faltas graves convocar al Consejo de Convivencia para analizar
la situación y asesorar a la Dirección.
6) Aplicar las sanciones correspondientes con firmeza con el mal
comportamiento y cuidado amoroso de la persona que se está educando.
7) Documentar y comunicar fehacientemente las medidas, reparaciones o
acciones correctivas al alumno y a sus padres, por los medios habituales.
8) Hacer un seguimiento del caso, y ante un cambio positivo de
comportamiento hacer un reconocimiento expreso.

Las faltas se clasifican en: Leves, Graves y Muy Graves.

Faltas Leves:
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1) Observaciones Simples:
Son las que alteran levemente la convivencia escolar.
Se registrará por escrito en el Cuaderno de Comunicados en el apartado de
llamados de atención.
Puede aplicar la sanción el personal directivo, docente, preceptores, quien
conversará con el alumno para informarse y reflexionar sobre el particular.
Debe ser notificada a los padres.
Será de carácter acumulativo, y a las 5 observaciones simples le
corresponde un Apercibimiento.

Faltas Graves:
2) Apercibimiento:
Son las que representan una alteración importante del orden de la
convivencia escolar y una transgresión a los AIC pudiendo poner en riesgo
su propia seguridad, la de sus pares y/o de la institución. Por ejemplo:
Evadir horas de clase, falta de respeto a los símbolos patrios y religiosos.
Se registrará por escrito y se confeccionará el parte de sanción
correspondiente.
Tendrá carácter acumulativo, siendo el máximo de 25 apercibimientos por
ciclo lectivo.
Es un severo llamado a la reflexión. El apercibimiento será consultado con
el Consejo de Convivencia estable. El alumno tendrá derecho a su
descargo.

Faltas Muy Graves:


3) Apercibimiento grave:
Son los que superan la tolerancia de la comunidad educativa. Son aquellos
que atentan contra la moral, el respeto institucional, su integridad física,
psíquica y los valores cristianos sustentados en el Ideario Institucional.
La Dirección convocará al Consejo Consultivo, a los efectos de analizar la
situación.
Durante el período de análisis el alumno será separado del establecimiento
hasta que fuera convocado junto a sus padres, tiempo que no excederá a la
semana de ocurrido el hecho. Luego juntos, familia, alumno, directivos y
Consejo Consultivo llevarán adelante las acciones de reparación o
compensación.
El alumno hará su descargo por escrito.

Ante faltas graves que ameriten la posible desvinculación de un


alumno, instrumentar el pase dentro de la Diócesis con criterio
inclusivo en consonancia con el Art. 28 de la Ley de Educación
Provincial 13.688/07. Ello supone acuerdos previos y de reciprocidad
entre las instituciones de la Diócesis o de Diócesis vecinas.
CONSEJO INSTITUCIONAL DE CONVIVENCIA

Descripción de su constitución y fundamento.


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El Consejo Institucional de Convivencia es un espacio de participación para el


diálogo, intercambio y reflexión de todos los actores de la comunidad educativa a
través de sus representantes.
Su función es asesorar al Equipo Directivo en la elaboración, aplicación y
reformulación del Acuerdo Institucional de Convivencia, y en la resolución de faltas
graves y muy graves. Sus conclusiones no tienen carácter resolutivo.
El Consejo Institucional de Convivencia es preventivo y propositivo, constituye
en si mismo un espacio de aprendizaje de actitudes y habilidades sociales.
Su carácter participativo facilita, mejores decisiones en materia de convivencia
escolar, y a su vez, ayuda a la compresión de las normas como acuerdos libremente
aceptados por todos y a su sostenimiento.
La participación en el Consejo nos permite mantener todos nuestros esfuerzos
en lo esencial de nuestra misión: contribuir a nuestra felicidad por el estudio y por el
conocimiento de la vida y las enseñanzas de Jesús.

El Consejo Institucional de Convivencia será integrado por:

• La Directora del Establecimiento que presidirá las reuniones.


• Representantes del cuerpo docente.
• Representantes del alumnado.
• Representantes de los preceptores.

El Equipo Directivo de acuerdo con el Consejo podrá invitar a participar del


Consejo a otros miembros de la comunidad educativa, como R.L., en la medida en
que lo juzgue necesario.
Los representantes titulares y/o suplentes serán elegidos democráticamente
por sus pares. A cada miembro titular le corresponde 1 (uno) miembro suplente.

REVISIÓN DEL ACUERDO INSTITUCIONAL DE CONVIVENCIA

Una vez aprobado, este Acuerdo tendrá una vigencia de dos años como esta
previsto por la Resolución 1709/09.
Los miembros del Consejo Institucional de Convivencia tendrán a su cargo la
revisión cada dos años del Acuerdo y su ajuste en caso de ser necesario.

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