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EL CASO ARGENTINO.
Segunda parte
V. LA EVASIÓN EN EL IVA
Desde un abordaje estrictamente económico la evasión de igual modo que los incentivos tributarios,
estos últimos con carácter legal, genera efectos negativos en términos de equidad horizontal y eficiencia
asignativa.
La equidad horizontal se ve vulnerada pues los que no tributan los impuestos debidos sé auto discriminan
positivamente respecto de los que si lo hacen, cuando ambos están en igualdad de circunstancias relevantes
a la tributación.
La eficiencia paretiana también se ve afectada pues los que no pagan los impuestos que les corresponden
enfrentan una menor restricción presupuestaria que la que tendrían si lo hiciesen, por tanto sobre expanden
su nivel de actividad a niveles subóptimos respecto del óptimo social. Por otra parte en el caso concreto de
un impuesto general a los consumos tipo IVA, el hecho que unos cumplan y otros evadan implica que el
impuesto termina convirtiéndose en un tributo selectivo con la consecuente carga excedente (Macón, 2002,
pág. 71), excepto que se trate de bienes o servicios con demanda perfectamente inelástica.
Algunos factores determinantes de la evasión o fraude fiscal según distintas teorías y modelos de análisis
económico y no económico son:
a) La magnitud de las alícuotas impositivas, en cuanto a que a mayores tipos impositivos mayor evasión.
b) El riesgo a ser fiscalizado, en el sentido que a mayor probabilidad de fiscalización menor propensión a
evadir.
c) La magnitud de las sanciones (multas y penas privativas de la libertad), disminuyendo la propensión a
evadir ante aumentos de las penas.
d) La equidad del sistema tributario, en cuanto que a mayor equidad menor propensión al fraude.
e) La actitud social hacia quienes no pagan, disminuyendo la propensión a la evasión ante una mayor
reprobación social.
f) La relación de intercambio entre las prestaciones públicas y las obligaciones tributarias, en particular en
casos de comparación con otros contribuyentes, decreciendo la propensión al fraude ante aumento de los
beneficios individuales que se perciben de las prestaciones públicas.
g) El conocimiento por parte de los contribuyentes de la existencia de altos niveles de evasión, ante mayor
información en este sentido menor propensión al cumplimiento.
h) La falta de valoración positiva de los bienes sociales financiados por los tributos.
i) La moral media de la sociedad.
Todas parecen plausibles y en algún sentido concurrentes en el contexto del fenómeno complejo de la
evasión.
Merece una breve y específica mención la creciente necesidad de intensificar las acciones
gubernamentales en el camino de una mayor educación tributaria que cree conciencia del disvalor, lo que
podría inducir algún cambio al menos en términos de los puntos e), h) e i) de los factores antes citados
(Schindel, A.; 1997, pág. 139 y ssg.).
Lamentablemente en la experiencia Argentina han sido pocos los estudios empíricos y mediciones con
relación a este fenómeno.
Se ha estimado la brecha consolidada de incumplimiento para 1999, esto es, la diferencia entre la
presión legal o potencial consolidada y la presión tributaria efectiva, que resulta idéntica a la suma de la
mora y la evasión tributaria en todos los niveles de gobierno.
El coeficiente consolidado de incumplimiento en los tributos federales y provinciales podría haber sido
durante el año 1999, como mínimo, del 38%, o sea $ 35.000.- millones y 12 puntos del PIB. Como la
presión tributaria consolidada Nación-Provincias estimada para el mismo año es de unos 21,5 puntos del
PIB, la recaudación potencial consolidada sería, incluyendo las tasas y contribuciones municipales, de 36
puntos del PIB. Esta estimación conservadora muestra, en toda su crudeza, la paradoja tributaria Argentina:
la presión legal consolidada no es reducida, comparada con la de otros países de desarrollo intermedio, pero
el nivel de evasión e incumplimiento es extremadamente alto en relación con el predominante en ese mismo
grupo de naciones. La evasión y el incumplimiento tributario constituyen, sin lugar a dudas, el más grave
problema fiscal de la Argentina (Gaggero, J. y Gómez Sabaini, J.C., 2000, pág. 23).
Es evidente que de la magnitud antes citada la participación relativa del incumplimento, entendido como
tributos exteriorizados no pagados, debería representar la menor proporción, cuantificación que excede el
alcance de este trabajo ya que se carece de información pública para su medición, toda vez que tanto el
presupuesto nacional y el de las jurisdicciones subnacionales en su cálculo de recursos y la cuenta de
inversión en la rendición de cuentas de lo recaudado, sólo exhiben los recursos percibidos y no los
devengados, innovación que debería ser introducida para poder observar la eficacia y productividad de la
función de recaudación de las administraciones tributarias.
Para el año 1997, Carlos Silvani (1999), por entonces Administrador Federal de Ingresos Públicos,
elaboró un trabajo donde estimó la evasión en el IVA por sectores de la economía, siendo su magnitud:
Agricultura, caza, silvicultura y pesca 67,20%
Explotación de minas y canteras 0,60%
Industria Manufacturera 6,90%
Electricidad, gas y agua 0,10%
Construcción 73,20%
Comercio, restaurantes y hoteles 30,30%
Transporte, almacenamiento y comunicaciones 2,00%
Establecimientos financieros 13,50%
Servicios comunales, sociales y personales 67,50%
Promedio general ponderado 26,80%
Como puede observarse los sectores más atomizados, con unidades contribuyente más pequeñas y los
que se ubican en las primeras y últimas etapas del proceso de producción-comercialización, exhiben las
tasas más alarmantes de evasión.
En cuanto a los efectos que colateralmente tiene la evasión del IVA, en un trabajo realizado en la
Universidad de Buenos Aires, se ha evaluado para el año 2001 (suponiendo que la estructura y magnitudes
antes descriptas para 1997 se mantuvieron, supuesto plausible teniendo en cuenta las características
recesivas del año 2001) los efectos en la distribución del ingreso a consecuencia de dicha evasión,
concluyendo que se incrementa la regresividad en la distribución, neutralizando incluso el efecto progresivo
de la evasión en los recursos de la seguridad social que también se hallo. (Gómez, C.G. -autor-, López
Toussaint, G.A. -tutor-, 2002, pág. 25).
La lógica en este estudio de incluir una recaudación teórica del IVA, surge del hecho que en este
impuesto el económicamente incidido es el consumidor final, por lo que sí un consumidor final compra un
producto en cierto comercio y éste, lo facture o no -declare el impuesto o no-, le cobra el mismo precio, la
carga del impuesto recae sobre el consumidor, más allá que el débito fiscal vaya al fisco o como
transferencia al comerciante evasor, y de todas formas si le cobrase un precio menor, ese precio menor
tendría un débito fiscal que no se ingresa al fisco.
El IVA argentino satisface las condiciones necesarias para poder lograr procesos de armonización
efectivos, como el previsto en el artículo 1º del Tratado de Asunción, que nos vincula en el MERCOSUR con
Brasil, Paraguay y Uruguay.
El tributo contempla claramente el criterio «país de destino» que implica devolver el impuesto contenido
en los precios FOB de las exportaciones y gravar las importaciones definitivas para consumo, de acuerdo con
su denominación aduanera, en oportunidad de su nacionalización.
Con algunas demoras en la devolución durante el período estudiado, lo que podría implicar efectos
adversos en la competitividad entre productos a consecuencia del costo financiero asociado y su necesidad -
posibilidad- de traslación o no a precios. Que resultan mucho menos significativos que los derivados del
procedimiento de devolución del ICMS estadual Brasileño.
En cuanto a los servicios, la norma Argentina ha incorporado el tratamiento de la importación, sólo para
las operaciones en las que el prestatario resulte un sujeto local registrado (responsable inscripto), no
habiéndose resuelto aún el tratamiento a dispensar en el caso de adquirentes locales consumidores finales u
otros sujetos (monotributistas, etc.) que posee implicancias de importancia en el e-commerce.
En cuanto a la exportación de servicios se contempla su tratamiento gravado a tasa cero.
Sólo se observa un problema en términos de competitividad a consecuencia de la existencia de algunas
exenciones en etapas intermedias que pueden cortar la cadena de trasmisión de créditos y débitos fiscales,
ocasionando efecto cascada o piramidación, entendidos como la aplicación de tributos sobre bases
imponibles que contienen en su cuantía la incidencia de los mismos impuestos de etapas anteriores. Y
probablemente también efecto acumulación, entendido como la formación de precios, especialmente a través
de la regla del «mark up», que implica efecto precio sobre el impuesto contenido en el precio de la etapa
anterior.
Cabe considerar que como en general la actividad de exportación de bienes tiene una relativa integración
vertical, los efectos deberían ser limitados.
Del mismo modo y con las mismas consecuencias, pero en este caso en nuestra opinión en forma más
significativa, la existencia de regímenes simplificados que no se restringen sólo a la etapa minorista, excluida
de la problemática exportadora, y cortan la cadena créditos – débitos fiscales, ocasionando probablemente
piramidación y acumulación con sus ineficientes efectos en la exportación.
También el IVA contiene la regla de «no-discriminación», que implica otorgar el mismo tratamiento a los
bienes de producción doméstica y extranjera, cumpliendo con las previsiones del artículo 7º del Tratado de
Asunción.
Aspectos no resueltos aún en la tributación de etapa múltiple acumulativa vigente a nivel provincial y
municipal a través del impuesto sobre los ingresos brutos y las tasas de inspección de seguridad e higiene
respectivamente.
Conclusiones
• Ha quedado evidenciado en la descripción efectuada en el capítulo II de este trabajo, que el IVA
Argentino posee muchas de las cualidades de los modelos comparados.
• Sus alícuotas resultas significativas en términos comparados con países de desarrollo intermedio y en
algún caso desarrollados.
• Existen regímenes especiales que aportar distorsiones al impuesto y al sistema económico y
adicionalmente no se compensan esos efectos con niveles de recaudación aceptables.
• Las exenciones en etapas intermedias, los regímenes especiales de contribuyentes y la imposición de las
importaciones de servicios en operaciones «b to c», resultan las únicas distorsiones a una plena
neutralidad en la aplicación de la regla destino, tal como se evaluó en el capítulo VI.
• Del diagnóstico efectuado en el capítulo III surge que el IVA por sus características intrínsecas, pero
específicamente en nuestra opinión por su diseño para el caso Argentino, en la actualidad aporta efectos
regresivos en la distribución del ingreso que podrían moderarse y que no se ven compensados por
efectos progresivos en dicha distribución aportados por el resto de la estructura del sistema tributario
Argentino que también debería ser revisada.
• El impuesto no contempla el uso de alícuotas significativamente reducidas con respecto a la tasa general
para gravar los consumos incluidos en la canasta básica familiar, criterio ajustado a la tercera
recomendación de las X Jornadas Luso-Hispano-Americanas de Estudios Tributarios (1984), sin regla de
tope y con mecanismos de devolución de los saldos a favor que facilite la efectiva no-traslación a precios
de dichos saldos, en línea con la tercera recomendación de las VI Jornadas Luso-Hispano-Americanas de
Estudios Tributarios (1974).
• Parece razonable que una reducción de la brecha de evasión en todo el sistema tributario y en el IVA en
particular, de magnitud tal como la que se describió en el capítulo V, debería aportar fuentes de
financiamiento presupuestario que compensen la potencial pérdida de recaudación emergente de
aplicación de la proposición exteriorizada en el punto anterior. Conjuntamente con un mayor
fortalecimiento de la imposición directa a la renta y el patrimonio (López Toussaint, G.A., 2001b; pág.
172) a pesar del «trade off» implicado en términos de equidad versus eficiencia, teniendo
particularmente en cuanta que la brecha distributiva para el año 2001 entre el primero y el décimo decil
implica casi 28 veces, mientras que en la década del setenta, cuando se implementó este impuesto, era
de sólo 10 veces.
Con referencia a los efectos macroeconómicos evaluados en el capítulo IV, respecto del crecimiento
económico:
• De los resultados obtenidos se puede concluir, para el caso Argentino en el período analizado, que en
cuanto a los efectos del IVA en la evolución del Producto Interno Bruto, entendido como magnitud
representativa de crecimiento de la economía, la mayor participación relativa, en términos de presión
tributaria, de este tributo en el sistema tributario presenta cierto grado de incompatibilidad con el
crecimiento del producto, que resulta mayor que la del impuesto a las ganancias.
• En cuanto a los efectos del IVA en la evolución del ahorro nacional bruto es evidente que la presión
tributaria total afecta la evolución del ahorro nacional bruto, pero parece afectarlo en mayor magnitud
por el grado de incompatibilidad hallado la presión tributaria del IVA, del mismo modo la participación
relativa del IVA en el total del sistema tributario también exhibe un considerable grado de
incompatibilidad que resulta mayor que el del impuesto a las ganancias.
• En relación a los efectos del IVA en la evolución de la Inversión Privada se ha podido observar un
significativo grado de correlación entre la evolución de los indicadores del impuesto y la inversión,
mientras que no resulta similar la conclusión en cuanto al caso del impuesto a las ganancias resultando
altamente incompatible este último.
Con referencia a los efectos macroeconómicos evaluados en el capítulo IV, respecto a desocupación,
pobreza e indigencia:
• De los resultados obtenidos se puede concluir, que ante un incremento de la tasa de desocupación se
produce una caída de la recaudación de todo el sistema tributario, aspecto que se agudiza en el caso del
IVA más que en el impuesto a las ganancias. En una medida muy relativa la presión tributaria del IVA
explica el nivel de desocupación y la participación relativa de esta con respecto a la del impuesto a las
ganancias también explica el crecimiento de la desocupación.
• En cuanto a los efectos del IVA en la magnitud relativa de las personas bajo la línea de pobreza podemos
decir que ante un incremento de éstas cae la recaudación de todo el sistema tributario y lo hace en
mayor magnitud el impuesto a la renta que el IVA. Sin perjuicio de ello se ha observado que la presión
tributaria del IVA tiene significativa correlación negativa, lo que implica que cuando disminuyen las
personas en esas condiciones aumenta la presión tributaria del impuesto, no siendo neutra en sus efectos
la participación relativa de la presión tributaria del IVA con respecto a la del impuesto a las ganancias,
pues ella se incrementa ante la disminución de las personas bajo la línea de pobreza.
• En cuanto a los efectos del IVA en la magnitud de las personas bajo la línea de indigencia podemos decir
que ante un incremento de éstas cae la recaudación de todo el sistema tributario y lo hace en mayor
magnitud el impuesto a la renta que el IVA. También en este caso se ha observado que la presión
tributaria del IVA tiene significativa correlación negativa, lo que implica que cuando disminuyen las
personas en esas condiciones aumenta la presión tributaria del impuesto, tampoco resulta en este caso
neutra en sus efectos la participación relativa de la presión tributaria del IVA con respecto a la del
impuesto a las ganancias, pues ella se incrementa ante la disminución de las personas bajo la línea de
indigencia.
Recomendaciones
• Mantener en términos generales el actual modelo de IVA.
• Como paso inmediatamente posterior a la reducción de la evasión en el impuesto y el sistema tributario
en su integridad, reducir la alícuota general y la diferencial superior a niveles compatibles con los de
países de equivalente nivel de desarrollo.
• Reducir la alícuota diferencial inferior, en cuanto a su aplicación sobre un conjunto de bienes que
integran la canasta básica familiar, definidos del modo más objetivo posible, a tasas del orden del 2% al
4%, sin regla de tope y con mecanismos de compensación, devolución o transferencia inmediata de los
saldos a favor.
No se propicia la exención, ya que salvo que se grave a tasa cero, la reducción de incidencia efectiva sólo
operaría sobre el valor agregado de la última etapa.
• Minimizar las exenciones que puedan producir efectos en etapas intermedias.
• Restringir a la etapa minorista los regímenes simplificados.
• Introducir mecanismos de imposición de las importaciones en operaciones «b to c», en un primer paso
gravando las transferencias al exterior por el pago de los servicios.
• En vista de los efectos en la distribución del ingreso y en el crecimiento del producto y del ahorro bruto
nacional, reducir la participación relativa de la imposición al consumo en general y del IVA en particular,
compensado ello con una mayor participación relativa de la imposición a la renta y el patrimonio,
teniendo en cuenta en el primero de ellos un modelo de impuesto integrado, con alta alícuota promedio y
baja progresividad para minimizar el efecto sustitución distorsivo, teniendo en cuenta los resultados
observados en términos de inversión privada.
ANEXO I
DESCRIPCIÓN DEL RÉGIMEN LEGAL VIGENTE
Objeto
El objeto del tributo incluye las ventas de cosas muebles situadas en el territorio nacional; las obras,
locaciones y prestaciones de servicios realizadas en el país.
La ley regula el concepto de venta, entendiendo por tal a toda transferencia de dominio a título oneroso
de cosa mueble, excluyendo la expropiación, cualquiera sean los sujetos, e incluida la incorporación de
dichos bienes, cuando fueran de propia producción del sujeto que realiza la prestación o locación, mediante
un proceso de elaboración, fabricación o transformación, aún cuando los procesos se efectúen en el lugar
donde se realizan las locaciones o prestaciones y en forma simultánea, en los supuestos de locaciones y
prestaciones de servicios exentas o excluidas del objeto.
También considera tal a la enajenación de bienes, que teniendo individualidad propia están adheridos al
suelo al momento de la transferencia en tanto tengan para el sujeto pasivo el carácter de bienes de cambio.
Además se consideran ventas las cuotas fijas exigibles con independencia de las efectivas entregas en el
caso de las transferencias reguladas por medidores.
Del mismo modo son consideradas ventas las desafectaciones para uso o consumo personal de sus
propietarios de aquellas cosas muebles que integran la actividad gravada de dichos sujetos.
Por último están contenidas en el concepto legal de venta las operaciones de los comisionistas,
consignatarios u otros intermediarios que operen a nombre propio pero por cuenta de terceros.
No considerando venta las transferencias que se realicen a consecuencia de reorganizaciones de
sociedades y/o empresas de cualquier naturaleza, en concordancia con las normas del impuesto a las
ganancias y siempre que se cumpla con determinadas formalidades.
La norma legal considera alcanzadas a las obras, locaciones y prestaciones de servicios que enuncia en
forma casuística de un modo complejo, ya que en particular en el caso de las locaciones y prestaciones
concluye incluyendo a «las restantes locaciones y prestaciones, siempre que se realicen sin relación de
dependencia y a título oneroso, con prescindencia del encuadre jurídico que les resulte aplicable o que
corresponda al contrato que las origina» (art. 3°, inciso e, punto 21 de la ley).
Incluye entre otros conceptos los trabajos realizados por el sujeto o a través de terceros sobre inmueble
ajeno, que comprende las construcciones de cualquier naturaleza, las instalaciones (civiles, comerciales e
industriales), las reparaciones y los trabajos de mantenimiento y conservación, incluyendo la instalación de
viviendas prefabricadas.
Las obras realizadas por el sujeto o a través de terceros sobre inmueble propio.
La elaboración, construcción o fabricación de cosa mueble, aunque se constituya en inmueble por
accesión, por encargo de un tercero, con o sin incorporación de materias primas propias, sea esta un
producto final o se trate de una etapa mas de su elaboración, construcción o fabricación o puesta en
condiciones de utilización. No considera a la prestación gravada cuando la entrega de la cosa mueble sea
simplemente la provisión del soporte material de un servicio exento o excluido del objeto.
La obtención de bienes de la naturaleza por encargo de un tercero.
El cuanto a las locaciones y prestaciones como ya señalamos la extensa casuística nos obliga a remitirnos
a las previsiones del art. 3° inciso e de la ley.
Sin perjuicio de ello las principales exclusiones de objeto que se pueden observar en el citado inciso son:
Los servicios de bares, etc. efectuados en lugares de trabajo, establecimientos sanitarios exentos o
establecimientos de enseñanza oficiales o privados reconocidos por el Estado, en tanto sean de uso exclusivo
para el personal, pacientes o acompañantes, o alumnos.
Los servicios que preste Encotesa y las agencias de noticias.
El servicio de alumbrado público.
Los servicios de estacionamiento en la vía pública (parquímetros y tarjetas de estacionamiento) cuando
sean prestados por el Estado Nacional, Provincial o Municipal, o por entidades de beneficencia reconocidas
como exentas por la ley de impuesto a las ganancias.
Los espectáculos de carácter teatral.
Los seguros de retiro privado, los de vida de cualquier tipo y los contratos de afiliación a aseguradoras de
riesgos del trabajo, así como sus reaseguros y retrocesiones.
Los derechos de autor de escritores y músicos.
Sujetos
La norma define como sujetos pasivos del tributo a los que hagan habitualidad en la venta de cosa
mueble, realicen actos de comercio accidentales con ellas o sean herederos o legatarios de sujetos
registrados, siempre que enajenen bienes que en cabeza del causante hubieran sido objeto del tributo.
Realicen en nombre propio pero por cuenta de terceros ventas o compras. Las empresas constructoras que
realicen obras sobre inmueble propio, cualquiera sea la forma jurídica adoptada, incluidas las empresas
unipersonales, siempre que efectúen las obras con el propósito de obtener lucro con su ejecución o con la
posterior venta total o parcial del inmueble.
La ley también incluye a los sujetos que presten servicios gravados y a los locadores en el supuesto de
locaciones incluidas en el objeto del impuesto.
Son sujetos en la medida que encuadren en las condiciones antes señaladas los entes que revisten la
calidad de uniones transitorias de empresas, agrupamientos en colaboración empresaria, consorcios,
asociaciones sin existencia legal como personas jurídicas, agrupamientos no societarios o cualquier otro ente
individual o colectivo.
Todos los sujetos pasivos que adquieran el carácter de tales, a excepción de los importadores, deben
tratar como gravadas todas las ventas de cosa mueble relacionadas con su actividad, con prescindencia del
carácter que tienen estas para su actividad y de la proporción de su afectación a operaciones gravadas,
cuando éstas se realicen simultáneamente con otras exentas o no gravadas.
Conservan su condición de sujetos pasivos aquellos declarados en quiebra o concurso civil con relación a
las ventas, subastas judiciales y demás hechos imponibles que se configuren en ocasión o con motivo de los
procesos citados.
Adicionalmente los sujetos registrados que realicen operaciones con sujetos incluidos en una categoría
especial que los libera de facturar y liquidar el impuesto (denominados Responsables no Inscriptos), son
responsables directos del pago del tributo de estos últimos.
Cabe tener en cuenta que dicha categoría hoy sólo incluye a los profesionales universitarios,
encontrándose pendiente a la fecha de redacción de este trabajo la puesta en vigencia de la reglamentación
de la reforma legal que elimina de la norma dicha categoría especial de «responsables».
Exenciones
Están exentas las ventas, la elaboración, construcción o fabricación de cosa mueble, aunque se
constituya en inmueble por accesión, por encargo de un tercero, con o sin incorporación de materias primas
propias, sea esta un producto final o se trate de una etapa mas de su elaboración, construcción o fabricación
o puesta en condiciones de utilización, las importaciones definitivas y las locaciones y prestaciones que a
continuación se indican:
De libros, folletos e impresos similares, incluso en fascículos u hojas sueltas, cualquiera sea el soporte o
el medio de difusión, que constituyan una obra completa o parte de ésta.
Al público de diarios, revistas y publicaciones periódicas, cualquiera sea el soporte o el medio de difusión,
excepto las realizadas por sujetos cuya actividad sea la producción editorial.
La exención señalada en los dos párrafos anteriores no comprende a los bienes que se comercialicen
conjunta o complementariamente con aquellos exentos, en tanto tengan un precio diferenciado de venta y
no constituyan un elemento sin el cual los bienes exentos no podrían utilizarse.
Los sellos de correo, timbres fiscales y análogos, sin obliterar, de curso legal o destinados a tener curso
legal en el país de destino; el papel timbrado, los billetes de banco, los títulos de acciones o de obligaciones
y otros títulos similares (excepto los que no sean válidos y firmados), excluidos talonarios de cheques y
análogos.
Los sellos y las pólizas de cotización o de capitalización, los billetes para juegos de sorteos o de apuestas
(oficiales o autorizados) y los sellos de organizaciones de bien público del tipo empleado para obtener fondos
o hacer publicidad, los billetes de acceso a espectáculos teatrales, puestos en circulación por la respectiva
entidad emisora o prestadora del servicio.
El oro amonedado, o en barras de buena entrega de 999/1000 de pureza, que comercialicen las
entidades oficiales o bancos autorizados a operar.
Las monedas metálicas (incluidas las de materiales preciosos), que tengan curso legal en el país de
emisión o cotización oficial.
El agua ordinaria natural, el pan común, la leche fluida o en polvo, entera o descremada sin aditivos,
cuando el comprador sea un consumidor final, el Estado nacional, las provincias, municipalidades o la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires u organismos centralizados o descentralizados de su dependencia, comedores
escolares o universitarios, obras sociales o entidades sin fines de lucro reconocidas como exentas por la ley
de impuesto a las ganancias.
Las especialidades medicinales para uso humano cuando se trate de su reventa por droguerías, farmacias
u otros establecimientos autorizados por el organismo competente, en tanto dichas especialidades hayan
tributado el impuesto en la primera venta efectuada en el país por el importador, fabricante o por los
respectivos locatarios en el caso de la fabricación por encargo.
Las aeronaves concebidas para el transporte de pasajeros y/o carga destinadas a esas actividades, como
así también las utilizadas en la defensa y seguridad, en este último caso incluidas sus partes y componentes.
Las embarcaciones y artefactos navales, incluidas sus partes y componentes, cuando el adquirente sea el
Estado nacional u organismos centralizados o descentralizados de su dependencia.
Las locaciones o prestaciones realizadas por el Estado nacional, las provincias y municipalidades y por
instituciones pertenecientes a los mismos o integrados por dos o más de ellos, excluidas las empresas
públicas.
Los servicios prestados por establecimientos educacionales privados incorporados a los planes de
enseñanza oficial y reconocidos como tales por las respectivas jurisdicciones, referidos a la enseñanza en
todos los niveles y grados contemplados en dichos planes, y de posgrado para egresados de los niveles
secundario, terciario o universitario, así como a los de alojamiento y transporte accesorios a los anteriores,
prestados directamente por dichos establecimientos con medios propios o ajenos.
Las clases dadas a título particular sobre materias incluidas en los referidos planes de enseñanza oficial y
cuyo desarrollo responda a los mismos, impartidas fuera de los establecimientos educacionales aludidos en
el párrafo anterior y con independencia de éstos.
Las guarderías y jardines materno-infantiles.
Los servicios de enseñanza prestados a discapacitados por establecimientos privados reconocidos por las
respectivas jurisdicciones a efectos del ejercicio de dicha actividad, así como los de alojamiento y transporte
accesorios a los anteriores prestados directamente por los mismos, con medios propios o ajenos.
Los servicios relativos al culto o que tengan por objeto el fomento del mismo, prestados por instituciones
religiosas reconocidas como exentas por la ley de impuesto a las ganancias.
Los servicios prestados por obras sociales creadas o reconocidas por normas legales nacionales o
provinciales.
Los servicios prestados por instituciones, entidades y asociaciones de asistencia social, salud pública,
caridad, beneficencia, educación e instrucción, científicas, literarias, artísticas, gremiales, de cultura física o
intelectual, mutualistas y deportivas reconocidas como exentas por la ley de impuesto a las ganancias.
Los servicios prestados por instituciones políticas sin fines de lucro y legalmente reconocidas.
Los servicios brindados por los colegios y consejos profesionales, cuando tales servicios se relacionen en
forma directa con sus fines específicos.
Los importes que deban abonar a los prestadores los Colegios y Consejos Profesionales, las Cajas de
Previsión Social para Profesionales y las obras sociales (creadas o reconocidas por normas legales nacionales
o provinciales) y todo pago directo que a título de coseguro o en caso de falta de servicio deban efectuar los
beneficiarios, por sus matriculados, afiliados directos, integrantes de sus grupos familiares o adherentes
voluntarios (obras sociales); en el caso de servicios de asistencia sanitaria, médica y paramédica, incluyendo
el transporte de pacientes. Encontrándose también exentos las prestaciones que brinden o contraten las
cooperativas, mutuales y sistemas de medicina prepaga, cuando sean servicios derivados por obras sociales.
Los servicios funerarios, de sepelio y cementerio, retribuidos por cuotas solidarias que realicen las
cooperativas; y los de sepelio que sean abonados a sus prestadores por las obras sociales.
Los espectáculos teatrales.
Los ingresos por el acceso a los espectáculos de carácter deportivo amateur.
Los servicios de taxímetros y remises con chofer, realizados en el país, cuando el recorrido no supere 100
km., incluida la carga de equipaje cuyo transporte forma parte del precio del pasaje.
Los servicios de intermediación prestados por agencias de lotería y otros juegos de azar explotados por
los Estados Nacional, Provinciales y Municipales o por instituciones pertenecientes a los mismos, en cuanto a
su participación en la venta de billetes que acuerdan derecho a intervenir en dichos juegos.
Los depósitos en efectivo en moneda nacional o extranjera en sus diversas formas que se realicen en el
sistema financiero institucionalizado, los préstamos que se realicen entre entidades financieras y las demás
operaciones relacionadas con estas prestaciones.
Los intereses pasivos correspondientes a los regímenes de ahorro y préstamo, ahorro y capitalización,
planes de seguros de retiro privado administrados por entidades sujetas al control de la Superintendencia de
Seguros de la Nación, planes y fondos de jubilaciones y pensiones de las mutuales inscriptas y autorizadas
por la autoridad de aplicación (INACyM) y de compañías administradoras de fondos de jubilaciones y
pensiones y los importes correspondientes a la gestión administrativa relacionada con estas operaciones.
Los intereses abonados a sus socios por las cooperativas y mutuales, legalmente constituidas.
Los intereses provenientes de operaciones de préstamos que realicen las empresas a sus empleados o
estos últimos a aquellas, en condiciones distintas a las que se pudieran pactar entre partes independientes.
Los intereses de obligaciones negociables colocadas por oferta pública que cuenten con la autorización de
la Comisión Nacional de Valores y de acciones preferidas.
Los intereses de títulos, bonos y demás títulos valores que emitan la Nación, Provincias y
Municipalidades.
Los intereses de préstamos para vivienda concedidos por el Fondo Nacional de la Vivienda, y los
correspondientes a préstamos para compra, construcción o mejoras de viviendas destinadas a casa-
habitación, cualquiera sea el sujeto que los otorgue.
Los intereses de préstamos u operaciones bancarias y financieras en general, cuando el tomador sea el
Estado Nacional, las Provincias, los Municipios o el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los servicios personales domésticos.
Las prestaciones inherentes a los cargos de director, síndico y miembro de consejo de vigilancia de
sociedades anónimas y cargos equivalentes de administradores y miembros de consejos de administración
de otras sociedades, asociaciones, fundaciones y cooperativas, siempre que se acredite la efectiva prestación
y exista una razonable relación entre el honorario y la tarea realizada.
Los servicios personales prestados por los socios a las cooperativas de trabajo.
Los servicios prestados por becarios que no originen una contraprestación distinta a la beca asignada.
Todas las prestaciones personales de los trabajadores de teatro.
La locación de inmuebles destinados exclusivamente a casa-habitación del locatario y su familia, de
inmuebles rurales afectados a actividades agropecuarias y de inmuebles cuyos locatarios sean el Estado
Nacional, las Provincias, las Municipalidades o el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, o sus
organismos dependientes, excluyendo a las empresas públicas.
Las locaciones de inmuebles, cualquiera sea el tipo y destino, excepto los destinados a conferencias,
reuniones, fiestas u otras actividades análogas, cuando el importe del alquiler, por unidad y locatario no
exceda los $ 1.500.-.
El otorgamiento de concesiones.
Los servicios prestados por establecimientos geriátricos cuando estos sean abonados por las obras
sociales.
Las estaciones de radiodifusión sonora que tengan autorizadas emisiones con una potencia máxima de
hasta 5 Kw.
Las exenciones antes descriptas no serán procedentes, cuando la venta o locación se realice en forma
conjunta o complementaria con servicios gravados.
Base Imponible
2. Débito fiscal
Teniendo en cuenta los importes totales de los precios netos de venta, locación, obra y prestación de
servicios gravados antes mencionados, imputables al período fiscal, se les aplicaran las alícuotas fijadas para
las operaciones respectivas.
Al impuesto así obtenido se le adicionará el que resulte de aplicar a las devoluciones, rescisiones,
descuentos, bonificaciones o quitas, que respecto del precio neto, se logren en dicho período, la alícuota a la
que en su momento hubieran estado sujetas las respectivas operaciones, presumiéndose de derecho que las
citadas detracciones operan en forma proporcional al precio neto y al impuesto facturado.
Cuando se transfieran o desafecten de la actividad que origina operaciones gravadas, obras adquiridas a
empresas constructoras, o realizadas por el sujeto pasivo directamente o a través de terceros sobre
inmueble propio, que hubieran generado crédito fiscal, deberá adicionarse al débito fiscal el crédito fiscal,
oportunamente computado, en el período en que se produzca ese hecho, y actualizado a dicha fecha, en
tanto el mismo tenga lugar antes de transcurridos diez años, contados a partir de la fecha de finalización de
las obras o de su afectación a la actividad determinante de la condición de sujeto pasivo del responsable, si
ésta fuera posterior.
3. Crédito fiscal
Del impuesto determinado como débito fiscal se restará:
– El impuesto que en el período fiscal que se liquida, se hubiera facturado por compra, importación
definitiva de bienes, locaciones o prestaciones de servicios, incluidas las inversiones en bienes de uso,
hasta el límite del importe que surja de aplicar la alícuota a la que dichas operaciones hubieran estado
sujetas en su oportunidad sobre los montos netos totales de las mismas. Siempre que dichas operaciones
se vinculen con operaciones gravadas.
En todos estos casos los adquirentes serán tratados como consumidores finales.
Tampoco dará lugar al cómputo de crédito fiscal, en ningún caso, el impuesto liquidado como
acrecentamiento a los Responsables no Inscriptos, salvo en el supuesto de su cambio de condición a
Responsables Inscriptos, respecto de los bienes que tuvieran en existencia en oportunidad de dicho cambio.
– El impuesto que resulte de aplicar a las devoluciones, rescisiones, descuentos, bonificaciones o quitas,
que respecto del precio neto, se otorguen en el período fiscal por las operaciones gravadas, la alícuota a
la que hubieran estado sujetas las respectivas operaciones, siempre que aquellos estén de acuerdo con
las costumbres de plaza, se facturen y contabilicen, presumiéndose de derecho que las citadas
detracciones operan en forma proporcional al precio neto y al impuesto facturado.
En todos los casos el cómputo del crédito fiscal será procedente cuando para el vendedor, importador,
locador o prestador de servicios se hubiera perfeccionado el hecho imponible, excepto para el caso de las
importaciones de servicios efectuadas por responsables registrados en que dicho cómputo procederá en el
período fiscal inmediato siguiente (mes siguiente).
4. Prorrateo del crédito fiscal de adquisiciones destinadas a operaciones gravadas, exentas y no gravadas
En el caso de los créditos fiscales por adquisiciones de bienes o servicios en que no pueda identificarse su
destino a operaciones gravadas, exentas y no gravadas, su cómputo sólo procederá respecto de la
proporción correspondiente a las primeras, sobre la base a estimaciones que realice el sujeto.
Las estimaciones efectuadas en cada mes del ejercicio comercial o año calendario, dependiendo que se
trate de sujetos que practiquen balances comerciales o no, respectivamente, se ajustarán en el último mes
del ejercicio comercial o año calendario, teniendo en cuenta los montos de las operaciones en dicho período
anual.
Dichos ajustes se actualizaran de acuerdo a los índices que suministre la autoridad de aplicación.
Cuando se trate de adquisiciones que sean destinadas parcialmente por sujetos personas físicas a
actividades gravadas y a usos particulares, siempre que estos últimos no impliquen el retiro para consumo
personal, se deberá estimar la proporción no computable, ajustando la estimación de la parte computable en
función a los criterios expuestos en los párrafos anteriores.
5. Tratamiento del crédito fiscal cuando se deroguen o establezcan exenciones, o se establezcan o excluyan
actos gravados
Los sujetos que pasasen a ser responsables del tributo a consecuencia de la derogación de exenciones o
la incorporación de nuevos actos gravados, no podrán computar el crédito fiscal emergente de operaciones
anteriores a la vigencia de las citadas modificaciones.
Los sujetos que dejasen de ser responsables del tributo a consecuencias de la incorporación de
exenciones o la exclusión de operaciones gravadas, no deberán reintegrar el crédito fiscal que hubieran
computado oportunamente, de los bienes en existencia a la fecha de vigencia de la norma.
6. Casos especiales de cómputo de crédito fiscal y de determinación de la base para el débito fiscal
Los sujetos registrados que sean habitualistas en la compraventa de bienes usados a consumidores
finales para su posterior venta, podrán computar un crédito fiscal equivalente al importe que surja de aplicar
al monto total de la operación el coeficiente determinado por el cociente de la alícuota vigente dividida por
100 mas dicha alícuota, y hasta el límite de aplicar la citada alícuota sobre el 90% del precio neto de venta
de dicho bien por el revendedor, cuando el crédito fiscal computado exceda el límite, el excedente se
adicionará al débito fiscal del mes de la venta. El cómputo será factible siempre que se cumpla con los
requisitos formales de emisión del documento que suscripto por el consumidor final quede en poder del
revendedor y reúna las condiciones que dispone la Administración Tributaria.
Los mercados de cereales a término serán tenidos por adquirentes y vendedores de los bienes que se
comercialicen como consecuencia de las operaciones registradas en los mismos. En ambos supuestos para la
aplicación del impuesto se considerará como valor computable al precio de ajuste tomado como base para el
cálculo de las diferencias que se liquiden respecto del precio pactado, así como los descuentos, quitas o
bonificaciones que se practiquen, los que se sumarán o restarán al precio de ajuste a fin de determinar el
precio neto de la operación.
Los sujetos que venden a nombre propio bienes de terceros (comisionistas, consignatarios u otros),
considerarán como valor de venta el facturado a los compradores y computarán como crédito fiscal el que
surja de aplicar la alícuota vigente sobre el valor neto liquidado al comitente, quien será considerado
vendedor por dicho importe, salvo que fuese un sujeto no registrado caso en que no habrá crédito para el
intermediario.
Los sujetos que compren bienes en nombre propio por cuenta de un tercero, serán considerados
vendedores por los bienes entregados al comitente, siendo el valor de venta el total facturado al comitente,
computando el crédito fiscal por la compra efectuada a nombre propio de acuerdo con la regla general.
Los intermediarios que actúen por cuenta y en nombre de terceros, cuando efectúen a nombre propio
gastos reembolsables por aquellos que respondan a transacciones gravadas y no beneficiadas por
exenciones, deben incluir dichos gastos en el precio neto de la operación y facturar en forma discriminada
los demás gastos reembolsables que hubieran realizado. Computando el crédito fiscal de las transacciones
citadas con arreglo al régimen general. Los sujetos registrados que encomendaron la intermediación
computarán como crédito fiscal el importe discriminado en la factura o documento equivalente en concepto
de IVA.
En los servicios de turismo, cuando se proporcionen a los clientes de tales servicios, cosas muebles que
se provean en el exterior por empresas o personas domiciliadas, residentes o radicadas allí, y/o locaciones o
prestaciones efectuadas fuera del territorio del país, los sujetos registrados deben considerar como precio
neto de la operación el fijado en base al criterio general antes expuesto menos el costo de los bienes,
locaciones y prestaciones ante s señalados y el de los pasajes al exterior o la fracción que corresponda al
transporte desde el país al extranjero, importe que se debe discriminar en la factura. Ante la falta de
discriminación el impuesto se calculará sobre el total de ésta. Cuando los servicios incluyan pasajes exentos,
dicho importe será igualmente deducible a condición de su explícita discriminación.
En las concesiones de explotación que se otorguen como contraprestación de la ejecución de obras sobre
inmuebles de terceros, la base imponible para la determinación del débito fiscal del concesionario surgirá de
la suma de todos los ingresos que perciba aquél, directamente o con motivo de la explotación. Resultando
computable para el mismo el crédito fiscal proveniente de las compras, importaciones definitivas, locaciones
y prestaciones de servicios vinculadas a la explotación. En el supuesto que los ingresos provinieran de
actividades exentas o no alcanzadas por el impuesto, el débito fiscal resultante no podrá ser trasladado al
precio de los bienes o servicios derivados de la explotación, debiendo ser tenida en cuenta esta circunstancia
en las condiciones de otorgamiento de la concesión. En el supuesto que los ingresos procedentes de la
explotación constituyan para el sujeto otros hechos gravados, la liquidación del tributo se sustituirá por ésta
última, salvo que existan diferencias de alícuotas caso en que deberá determinar el impuesto aplicando la
mayor, excepto que la diferencia sólo sea parcial y la mayor correspondiera a las operaciones vinculadas con
la explotación de la concesión, pudiéndose discriminar en éste caso las actividades y aplicar las alícuotas que
respectivamente correspondan. Además cuando resulten inferiores las alícuotas aplicables a la explotación o
se encuentren parcialmente exentas o no sujetas al tributo las operaciones que generan ingresos
relacionados con la concesión no se podrá trasladar a precios dichos efectos impositivos debiendo adoptarse
los recaudos antes señalados.
Alícuotas
Las tasas vigentes a la fecha de elaboración de este trabajo son:
Alícuota general del 21%, aplicable a todos los casos, excepto los expresamente previstos.
Alícuota del 27% sobre las ventas de gas, energía eléctrica y agua reguladas por medidor, servicios de
provisión de agua corriente, cloacales y de desagüe, incluidos el desagote y limpieza de pozos ciegos y las
prestaciones de servicios de telecomunicaciones, cuando la venta o prestación se efectúe fuera de domicilios
destinados exclusivamente a vivienda o casa de recreo o veraneo o terrenos baldíos y el comprador o
usuario sea un sujeto categorizado como responsable inscripto o responsable no inscripto o se trate de
aquellos que optaron por el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (Monotributo).
La norma legal faculta al Poder Ejecutivo a reducir (por Decreto) hasta en un 25% las alícuotas antes
citadas.
Están alcanzadas por una alícuota equivalente al 50% de la alícuota general:
a) Las ventas, las locaciones por la obtención de bienes de la naturaleza por encargo de un tercero y las
importaciones definitivas de los siguientes bienes:
– Animales vivos de la especie bovina y ovina, incluidos los convenios de capitalización de hacienda,
cuando corresponda liquidar el impuesto.
– Carnes y despojos comestibles de animales de la especie bovina y ovina, frescos, refrigerados o
congelados, que no hayan sido sometidos a procesos que impliquen una verdadera cocción o
elaboración que los constituya en un preparado del producto.
– Frutas, legumbres y hortalizas, frescas, refrigeradas o congeladas, que no hayan sido sometidas a
procesos que impliquen una verdadera cocción o elaboración que los constituya en un preparado del
producto.
– Miel de abejas a granel.
– Granos (cereales y oleaginosos, excluido arroz) y legumbres secas (porotos, arvejas y lentejas).
– Cuero bovino fresco o salado, seco, encalado, piquelado o conservado de otro modo pero sin curtir,
apergaminar ni preparar de otra forma incluso depilado o dividido, comprendidos en determinadas
posiciones arancelarias.
b) Las siguientes obras, locaciones y prestaciones de servicios vinculadas con la obtención de animales
vivos; frutas, legumbres y hortalizas; y granos y legumbres secas, en las condiciones descriptas en el
párrafo anterior:
– Labores culturales (preparación, roturación y otras labores del suelo).
– Siembra y/o plantación.
– Aplicaciones de agroquímicos.
– Fertilizantes y su aplicación.
– Cosecha.
c) Las obras sobre inmueble de terceros destinado a vivienda, excluidas las realizadas sobre construcciones
preexistentes que no constituyan obras en curso y las obras sobre inmueble propio destinado a vivienda.
d) Los intereses y comisiones de préstamos otorgados por entidades financieras del sistema
institucionalizado que se encuentran bajo el control de la autoridad monetaria federal (BCRA), cuando los
tomadores sean responsables inscriptos. Y las prestaciones financieras provenientes del exterior, cuando
correspondan a préstamos otorgados por entidades bancarias radicadas en países en los que sus bancos
centrales u organismos equivalentes hayan adoptado los estándares internacionales de supervisión
bancaria establecidos por el Comité de Bancos de Basilea.
e) Las ventas, las locaciones para la elaboración, construcción o fabricación de una cosa mueble (aún
cuando adquiera el carácter de inmueble por accesión) por encargo de un tercero, con o sin aporte de
materias primas, ya sea que la misma suponga la obtención del producto final o sólo una etapa del
proceso y las importaciones definitivas, que tengan por objeto los bienes comprendidos en las posiciones
arancelarias de la Nomenclatura Común del MERCOSUR -con las excepciones previstas para
determinados casos-, incluidos en una Planilla Anexa a la norma.
Los fabricantes o importadores de los citados bienes tendrán el tratamiento de los exportadores respecto
del saldo a favor que pudiera originarse, con motivo de la venta de los mismos, en razón del cómputo del
crédito fiscal por compra o importaciones de bienes, prestaciones de servicios y locaciones que
destinaren efectivamente a la fabricación o importación de estos bienes, en cualquiera de sus etapas de
producción.
Dicho tratamiento se aplicará hasta el límite que surja de restar del saldo a favor de la operación el saldo
a favor que se hubiera determinado en el caso que los débitos fiscales se hubieran generado aplicando la
alícuota general.
La norma establece las formalidades que deberán cumplir los sujetos para poder efectivizar los beneficios
con referencia a dos autoridades de aplicación, la Secretaría de Industria en cuanto a la condición de
fabricantes o importadores y los costos límite para la atribución de los créditos fiscales y la
Administración Tributaria en cuanto a los dictámenes profesionales respecto a la existencia y legitimidad
de los débitos y créditos fiscales relacionados con el beneficio.
f) Las ventas, las locaciones para la elaboración, construcción o fabricación de una cosa mueble (aún
cuando adquiera el carácter de inmueble por accesión) por encargo de un tercero, con o sin aporte de
materias primas, ya sea que la misma suponga la obtención del producto final o sólo una etapa del
proceso y las importaciones definitivas, que tengan por objeto los bienes comprendidos en las posiciones
arancelarias de la Nomenclatura Común del MERCOSUR, incluidas en una Planilla Anexa a la norma.
g) Las ventas -excluidas las de libros, folletos e impresos similares, incluso en fascículos u hojas sueltas,
que constituyan una obra completa o parte de ella-, las locaciones para la elaboración, construcción o
fabricación de una cosa mueble (aún cuando adquiera el carácter de inmueble por accesión) por encargo
de un tercero, con o sin aporte de materias primas, ya sea que la misma suponga la obtención del
producto final o sólo una etapa del proceso y las importaciones definitivas, de diarios, revistas y
publicaciones periódicas. En el supuesto de editores cuya actividad económica encuadre en la definición
prevista en el inciso b), del artículo 83 de la ley 24467, el tratamiento aquí descrito también será de
aplicación para la locación de espacios publicitarios.
La reducción de alícuota para la locación de espacios publicitarios, alcanza asimismo a los ingresos que
obtengan todos los sujetos intervinientes en tal proceso comercial, sólo por dichos conceptos y en tanto
provengan del mismo.
h) Los servicios de taxímetro, remises con chofer y todos los servicios de transporte de pasajeros, por
medios terrestres, acuáticos o aéreos, realizados en el país, que superen 100 km. como recorrido del
viaje, incluido el servicio de carga de equipaje del pasajero comprendido en el precio del pasaje.
i) Los servicios de asistencia sanitaria, médica y paramédica, que incluyen: hospitalización en clínicas,
sanatorios y establecimientos similares; prestaciones accesorias de la hospitalización; servicios prestados
por los médicos en todas sus especialidades; servicios prestados por los bioquímicos, odontólogos,
kinesiólogos, fonoaudiólogos, psicólogos, etc.; los que presten los técnicos auxiliares de la medicina;
todos los demás servicios relacionados con la asistencia, incluyendo el transporte de heridos y enfermos
en ambulancias o vehículos especiales; que brinden o contraten cooperativas, entidades mutuales y
sistemas de medicina prepaga, que no estuvieran exentos.
La ley que puso en vigencia el régimen simplificado (monotributo) establece que los responsables
inscriptos deberán facturarle a aquellos, además del impuesto a la alícuota que corresponda, el
acrecentamiento previsto para los responsables no inscriptos, en los casos de operaciones de venta de
gas, energía eléctrica, agua regulada por medidor y servicios de telecomunicaciones.
El Decreto nº 493/01 con las modificaciones del Decreto nº 690/02, prevé la reducción de la alícuota
general, llevándola al 10,50%, para las ventas, las locaciones para la elaboración, construcción o
fabricación de cosa mueble por encargo de un tercero y las importaciones definitivas, de los bienes de
capital comprendidos en las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del MERCOSUR incluidos
en el beneficio fiscal.
Efectos de la inscripción
Los sujetos pasivos del tributo, ya definidos, deberán inscribirse en la Administración Tributaria en el
tiempo y forma que ella establezca, salvo en el supuesto que se ejerza la opción de encuadrarse en la
condición de responsable no inscripto.
No están obligados a inscribirse, pero podrán optar por hacerlo los importadores, únicamente con
relación a las importaciones definitivas que realicen; y quienes sólo realicen operaciones exentas del tributo.
Los deberes y obligaciones previstos en la ley para los responsables inscriptos serán aplicables a los
obligados a inscribirse, desde el momento en que reúnan las condiciones que configuran tal obligación.
No obstante ello, en el caso de responsables no inscriptos, que soliciten su inscripción sin estar obligados
a hacerlo, los aludidos deberes y obligaciones se aplicarán a partir del momento en el que la misma se
otorgue.
Incumplimiento de facturar
El incumplimiento de facturar las operaciones como antes se señaló, hará presumir, sin admitir prueba en
contrario, la falta de pago del impuesto, por lo que el comprador, locatario o prestatario no tendrá derecho al
cómputo del crédito fiscal.
Lo señalado precedentemente no implica disminución alguna de las obligaciones de los demás
responsables intervinientes en las respectivas operaciones.
Facturación y registración de las operaciones
La norma delega en la Administración Tributaria la facultad de disponer las normas a que se deberá
ajustar la forma de emisión de facturas o documentos equivalentes, así como las registraciones que deberán
llevar los responsables, las que deberán asegurar la clara exteriorización de las operaciones a que
correspondan, permitiendo su rápida y sencilla verificación.
Objeto
En el caso del servicio de telecomunicaciones internacionales, este se considerará realizado en el país en
la medida que los ingresos de las operaciones sean atribuibles a las compañías ubicadas en el país.
No se consideraran realizadas en el país aquellas prestaciones (excluidos los trabajos y obras sobre
inmuebles, la fabricación de cosa mueble por encargo de un tercero y la obtención de bienes de la naturaleza
también por encargo de un tercero) cuya utilización o explotación efectiva se realice en el exterior.
Del mismo modo están incluidas en el objeto del impuesto las prestaciones antes citadas con las
exclusiones señaladas, que fueran realizadas en el exterior, cuando los prestatarios resulten sujetos del
impuesto por otros hechos imponibles y revistan la calidad de sujetos registrados (responsables inscriptos
según la denominación legal).
Están alcanzadas por el tributo las importaciones definitivas de cosa mueble.
Sujetos
Los que importen definitivamente cosa mueble a su nombre, por su cuenta o por cuenta de terceros.
También serán considerados como tales, aquellos que sean prestatarios de servicios brindados desde el
exterior para su utilización efectiva en el país.
Base Imponible
En el caso de importaciones definitivas, la alícuota del impuesto se aplicará sobre el precio normal
definido para la aplicación de los derechos de importación mas todos los tributos a la importación o con
motivo de ella.
No corresponde el ingreso del impuesto en el caso de reimportaciones definitivas a las que le fuera
aplicable la exención de derechos de importación y demás tributos prevista por el Código Aduanero. En ese
caso el impuesto que se hubiese reintegrado en concepto de este impuesto a raíz de la reimportación será
computable como crédito en la declaración correspondiente al período fiscal de la reimportación.
En el caso de prestaciones realizadas en el exterior pero que su utilización económica se realice en el país
(importación de servicios), la alícuota se aplicará sobre el precio neto de la operación que resulte de la
factura o documento equivalente extendido por el prestador del exterior, con las demás consideraciones
previstas para las operaciones domésticas.
Principio de no-discriminación
La ley no admite tratamientos discriminatorios en lo referente a tasas o exenciones, que tengan como
fundamento el origen nacional o foráneo de los bienes.
Responsables no Inscriptos
Resulta una categoría especial, hoy limitada a muy pocos supuestos de actividad, que resultará eliminada
del régimen vigente una vez que el Poder Ejecutivo reglamente la reforma legal ya sancionada que no
contempla su existencia.
Encuadran es la categoría los sujetos que hagan habitualidad en la venta de cosas mueble o realicen
actos de comercio accidentales con ellas y presten servicios gravados, que sean personas físicas o
sucesiones indivisas (continuadoras de las actividades del causante), que no tengan opción de incluirse en el
Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (Monotributo), y que soliciten la cancelación de su
inscripción como Responsables Inscriptos, cuando en el año calendario inmediato anterior al período fiscal
del que se trate, hayan realizado operaciones gravadas, exentas y no gravadas por un monto que no supere
al de los ingresos brutos considerados para definir la última categoría del referido régimen ($ 144.000.- en
general y $ 36.000.- para el caso de los profesionales).
Que desarrollen algunas de las actividades económicas excluidas del régimen simplificado según las
previsiones de la ley del régimen.
Cuando inicien sus actividades, los sujetos que puedan ejercer la opción de encuadrarse en la condición
de responsables no inscriptos, no estarán obligados a inscribirse durante los primeros cuatro meses de
actividad. Al finalizar el período señalado se podrá mantener la condición señalada sólo si las operaciones
gravadas, exentas y no gravadas, realizadas en los tres primeros meses anteriores, no superan la proporción
que para el monto anual se ha fijado en la remisión a la ley de monotributo de $ 144.000.-
Los sujetos que desarrollen actividades diferenciadas que generen operaciones gravadas y otras que
originen exclusivamente operaciones no gravadas o exentas, a efectos del límite señalado en el párrafo
anterior sólo deben considerar las operaciones gravadas, exentas y no gravadas vinculadas a las actividades
aludidas en primer término. Similar criterio deben adoptar las sucesiones indivisas que deban revisar su
condición en le lapso que media entre el fallecimiento del causante y el dictado de la declaratoria de
herederos o de la declaración de validez del testamento.
Los responsables inscriptos que efectúen ventas, locaciones o prestaciones a responsables no inscriptos,
además del impuesto originado por las mismas deberán liquidar el llamado «acrecentamiento», consistente
en la aplicación de la alícuota vigente para las operaciones en cuestión sobre el 50% del precio neto de
venta, excepto cuando se trate de ventas de agua ordinaria natural, pan común, leche fluida o en polvo,
entera o descremada sin aditivos, especialidades medicinales de uso humano o de combustibles que
expendan en estaciones de servicio.
Los responsables no inscriptos que adquieran la calidad de responsables inscriptos, no podrán solicitar
nuevamente la cancelación de su inscripción hasta que hubieran trascurrido cinco años calendario, desde
aquel en que se hubiera producido el anterior cambio de régimen y siempre que acrediten que durante los
últimos tres años calendario el total de sus operaciones gravadas, exentas y no gravadas no superaron el
importe antes señalado.
Quienes tuvieran la calidad de responsables inscriptos, podrán solicitar la cancelación de su inscripción
siempre que durante tres años calendario consecutivos sus operaciones anuales gravadas, exentas y no
gravadas no superaron el importe antes referido.
Todo responsable no inscripto que adquiera la condición de inscripto, podrá computar a partir del período
en que tal hecho ocurra, el crédito a que dieran lugar los bienes de cambio, materias primas y productos
semielaborados en existencia a la finalización del período fiscal anterior.
En el supuesto de responsables obligados a inscribirse por haber superado el monto de operaciones antes
indicado, sólo podrán computar el crédito fiscal emergente de las existencias, si hubieran solicitado la
inscripción dentro de los términos que con carácter general fije la Administración Tributaria.
Los responsables inscriptos que opten por adquirir la calidad de responsable no inscripto, deberán
proceder a liquidar el impuesto por las operaciones gravadas realizadas hasta el momento de otorgarse la
cancelación de su inscripción, reintegrando el impuesto que por los bienes de cambio, materias primas y
productos semielaborados en existencia a dicha fecha hubiera computado oportunamente, liquidando sobre
dichos montos el acrecentamiento.
Los responsables no inscriptos serán considerados consumidores finales en relación con los bienes de uso
que destinen a su actividad gravada, entendiéndose por bienes de uso aquellos cuya vida útil, a efectos de la
amortización prevista en el impuesto a las ganancias, sea superior a dos años. Ello implica que por dichas
adquisiciones no se le facturará el acrecentamiento.
Las enajenaciones de los responsables no inscriptos, no respaldadas por sus facturas de compra,
determinarán la obligación de ingresar el gravamen que resulte de aplicar sobre las enajenaciones la alícuota
que corresponda, sin derecho a computo de crédito fiscal alguno.
Cuando las mismas se encuentren respaldadas por facturas de compra, pero en ellas no conste el
acrecentamiento, el responsable no inscripto deberá ingresar dicho acrecentamiento.
Lo dicho no implica ninguna disminución a las obligaciones de los responsables inscriptos.
Los responsables no inscriptos no podrán discriminar el impuesto en las facturas o documentos
equivalentes que emitan.
Los sujetos que encuadren en la condición de pequeño contribuyente pueden optar por inscribirse en el
Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes, debiendo tributar el impuesto integrado.
Los monotributistas que adquieran la calidad de responsables inscriptos en el IVA, por haber renunciado
o por resultar excluidos del régimen, no podrán computar el IVA (crédito fiscal) que les hubiera sido
facturado por hechos imponibles anteriores al cambio de condición. Salvo en el caso que se trate de
operaciones de compra de gas, energía eléctrica, agua regulada por medidor y de servicios de
telecomunicaciones, en el que podrán computar el crédito fiscal y el acrecentamiento facturado, siempre que
su inscripción en el gravamen fuera solicitada en término.
Los responsables inscriptos en el IVA que adhieran al régimen simplificado, cualquiera sea la fecha en
que adquieran dicha condición, deben liquidar el IVA por las operaciones gravadas realizadas hasta el
momento de la cancelación de la inscripción, reintegrando el impuesto por los bienes de cambio en
existencia a dicha fecha, exceptuándose la liquidación del acrecentamiento correspondiente a los
responsables no inscriptos.
En el caso de los monotributistas, del mismo modo que en el de los responsables no inscriptos, resultará
de aplicación el tratamiento de consumidor final para la adquisición de bienes de uso, lo que implica que no
se facturará el acrecentamiento.
Del mismo modo en el caso de los monotributistas, igual que en el de los responsables no inscriptos,
corresponde ingresar el IVA por las enajenaciones efectuadas, que no estuvieran respaldadas por las
respectivas facturas de compra.
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Los títulos de libros se han citado entre comillas y los de artículos subrayados.