Sunteți pe pagina 1din 15

LA GLANDULA PINEAL Y EL

REINO DE LOS CIELOS

Empezando por la cabeza y descendiendo, hay siete glándulas de


especial importancia para ser clasificadas, y son:

Nombre Ubicación Secreción


1. Glándula pineal cabeza melatonina
2. Pituitaria cabeza
-anterior desconocida
-posterior pituitrina
3. Tiroides garganta tiroxina
4. Timo parte superior del pecho desconocida
5. Páncreas región del plexo solar insulina
6. Suprarrenales detrás de los riñones
-corteza desconocida
-médula adrenalina
7. Gónadas abdomen inferior testiculina
y ovarina

Desde que se escribió este capítulo han continuado los


experimentos con las glándulas de secreción interna. Los detalles
que aquí se dan no son definitivos ni concluyentes, pero los
postulados básicos de la autora, permanecen inmutables.

De este modo hemos distribuido entre la cabeza y el tronco, una


red de importantes glándulas que, según se pretende, rigen la
estructura, desarrollo y cambios químicos del cuerpo y,
fisiológicamente, son responsables de las reacciones emotivas y de
los procesos mentales del ser humano. De allí que sean productoras
de sus cualidades, buenas o malas, de su comportamiento, de la
conducción de sus asuntos y de su mismo carácter.
Consideraremos ahora las siete glándulas mencionadas, pero
limitando nuestra exposición a sus efectos mentales y síquicos.

1. Glándula pineal -ubicada en la cabeza- secreción:


melatonina.

La glándula pineal tiene forma cónica, del tamaño de un


guisante, y se halla en el centro del cerebro en una pequeña
cavidad, detrás y por encima de la glándula pituitaria, la cual está
ubicada un poco más atrás de la raíz de la nariz. La glándula pineal
está pegada al tercer ventrículo del cerebro. Contiene un pigmento
similar al de la retina del ojo, y también depósitos de lo que se ha
llamado "partículas de arenillas cerebrales". El Dr. Frederick
Tilney dice:

"Se han hecho numerosas tentativas para determinar la función


-si tiene alguna- de la glándula pineal. ¿Es indispensable para vivir o
desempeña un papel importante en alguna fase particular de la
actividad metabólica? Quizá podamos admitir que este órgano
posee una función en el hombre y en la mayor parte de los
mamíferos. No es improbable que esta función esté determinada,
particularmente, por una secreción interna; secreción que, sin
embargo, no es indispensable para vivir. La influencia exacta de la
secreción pineal, es aún oscura".

También se ha insinuado, que esta glándula regula nuestra


susceptibilidad a la luz; que tiene un efecto definido sobre lo
naturaleza sexual; que está relacionada con el desarrollo del
cerebro, y que su funcionamiento activo produce la precocidad
intelectual, como se indica claramente en el caso histórico que va a
citarse más adelante. Se ha denominado a esta glándula el tercer
ojo y también el ojo del cíclope. Aparte de estos hechos y
conjeturas, los investigadores dicen francamente que nada saben,
y que los experimentos han aportado poca luz. Se ha
experimentado alimentando a niños y anormales con extracto de
glándula pineal, pero la respuesta fue nula cuando el sujeto tenía
más de quince años de edad, y contradictoria en los demás casos,
por lo cual fue imposible llegar a conclusiones.

Hasta hace pocas décadas, se concedió escasa importancia a la


glándula pineal. Ocurrió entonces el caso, registrado por el Dr.
Louis Berman, de un niño que fue llevado a una clínica alemana,
padeciendo de trastornos visuales y de dolores de cabeza. Tenía
cinco años de edad y era muy desarrollado (aparentemente, había
llegado a la edad de la adolescencia). Mentalmente era brillante en
forma anormal, y discutía temas metafísicos y espirituales. Tenía
una fuerte conciencia grupal, y sólo era feliz cuando compartía con
otros lo que tenía. Después que ingresó en la clínica empeoró, y
murió un mes más tarde. La autopsia reveló un tumor en la glándula
pineal.

Como se verá más adelante, dicho caso tiene un interés especial, en


vista de las conclusiones a que llegaron los filósofos orientales.

La mayoría de los libros dicen que, según los filósofos antiguos,


la glándula pineal era la sede del alma, y se cita con frecuencia a
Descartes, que decía: "En el hombre, el alma y el cuerpo, hacen
contacto en un solo punto, la glándula pineal, que está en la
cabeza".

En la antigua creencia de que la glándula pineal es la sede del


alma y en el hecho aparentemente establecido de que sea una
glándula característica de la infancia y que se atrofia después, ¿no
hay quizás alguna conexión real e indicación de la verdad oculta?
Los niños tienen una gran facilidad para creer en Dios y
reconocerlo. Cristo decía: "El reino de los Cielos está en
vosotros, y a menos que vuelvan a ser como niños, no
podrán entrar en el Reino de los Cielos".

El valor de la glándula pineal


El endocrinólogo de Integramédica, José Lonza, nos señala que la
glándula pineal o epífisis, así denominada porque su forma se
parece al cono de un Pino, es una glándula endocrina, pesa 130 mg. y
mide 1 cm. de largo, y está situada en el techo del diencéfalo o
pared posterior del tercer ventrículo, en la denominada fosa pineal
(centro de la cabeza).

“Esta glándula se activa y produce melatonina, su principal hormona


cuando no hay luz, los niveles máximos de secreción ocurren con la
oscuridad y en fase de sueño, disminuyendo con la luz del día”. La
secreción normal de melatonina es de relevante importancia ya que
participa en la regulación de ciclos circadianos, como el sueño-
vigilia por sus propiedades hipnoinductoras y en diversos procesos
bioquímicos e inmunológicos como la regeneración celular,
generación de antioxidantes, mecanismos inmunológicos que
previenen el cáncer, cardiopatías, alzheimer, SIDA y depresión,
entre otras enfermedades”, indica.

¿Por qué envejecemos?


R: Envejecemos porque en la glándula pineal del cerebro existe un
programa que regula todas las funciones del organismo, por lo cual
cuando la glándula pineal envejece, nosotros envejecemos. El
envejecimiento, no es un hecho ineludible, es un programa evolutivo
de la especie humana que se gesta en la evolución de la glándula
pineal.

Y la famosa melatonina, ¿qué tiene que ver con todo ésto?


R: Es una hormona que regula nuestro ritmo estacionario. Es un
elemento de la evolución del hombre. El pico nocturno de la
melatonina está en su máximo punto en la pubertad y comienza a
descender a los cincuenta años, hasta anularse después de los
ochenta, edad en la que inicia el mayor envejecimiento.
Reconstruyendo artificialmente el pico nocturno de la melatonina,
como hemos demostrado en los animales de laboratorio,
reconstruimos las funciones de juventud del organismo.
La glándula pineal tiene cuatro funciones principales empezando
por causar sensación de sueño, convertir señales del sistema
nervioso en señales endocrinales, regular las funciones
endocrinales y secretar la hormona melatonina, hormona que ayuda
a regular el proceso de pubertad y ayuda a proteger al cuerpo de
daño a las células causado por radicales libres.
Luego de verificar algunos sites de medicina y estudios de
genética, me tope con algo de lo cual la industria de medicinas ni
los médicos hablan mucho. Quizás porque para ellos no tiene
mucha importancia, quizás porque no quieren que se sepa. Resulta
que hasta antes del 1990 no se había hecho estudios prolongados
en la glándula pineal, entonces la Dra. Jennifer Luke, de la
universidad de Surrey en Inglaterra, llegó al meticuloso
descubrimiento de que la glándula pineal es el blanco principal de la
acumulación corporal de fluoruro.

El tejido suave de una glándula adulta, contiene más fluoruro que


cualquier otro tejido en el cuerpo,
a un nivel de cerca de 300ppm, con la capacidad de inhabilitar
enzimas. La glándula también contiene tejido duro (cristales de
hydroxyapatite) y este tejido acumula más fluoruro aun, con un
máximo de casi 21,000ppm más aun que los dientes o los huesos.

Luego de este descubrimiento, Dr. Luke se dedicó a experimentar


en animales para determinar si la acumulación del fluoruro podía
impactar el funcionamiento de la glándula, principalmente de la
regulación de melatonina. El resultado fue que los animales
tratados con fluoruro reflejaban niveles reducidos de melatonina
en la orina. Esto acompañado de una más rápida pubertad,
acelerando el proceso de crecimiento en el animal.

Sus hallazgos fueron resumidos de la siguiente manera:

“En conclusión, la glándula pineal humana contiene la mayor


concentración de fluoruro en el cuerpo. El fluoruro esta asociado
con la depresión de la síntesis de melatonina pineal en gerbils
prepubertos y en un acelerado proceso de maduración sexual en
los gerbils femeninos. Los resultados fortalecen la hipótesis de
que la glándula pineal tiene un rol en la duración de la pubertad.
Interfiera o no el fluoruro en las funciones pineales requerirá más
investigaciones para llegar a una conclusión concreta.”

GLÁNDULA PINEAL Y EL TERCER OJO


El tercer Ojo, famoso, estudiado por millones de latitudes
filosóficas y científicas; no ha sido entendido aún en forma clara
por el complejo método y mecanismo intelectivo del ser humano. El
famoso tercer ojo, no es más que el desarrollo de una glándula; que
al ser la más importante para la generación de experiencias
psíquicas, paranormales, etéricas y astrales; no es la más
importante de todo el conjunto de glándulas endócrinas (se
denomina endócrina a toda glándula que segrega cualquier tipo de
hormona), puesto que todas trabajan en función de una
sincronicidad perfecta.

Los fenómenos “paranormales” como la percepción, intuición,


contacto telepático, etc; usan como canal esta glándula.
Cuando se apaga la luz, es la señal para la glándula que es hora de
dormir, e inicia a segregar MELATONINA dentro de la sangre.
Desde el líquido cerebral y desde la espina dorsal.
Así, esta glándula es muy beneficiosa para le sueño, lo que es
lógico, pues para el estado místico se necesita mucha tranquilidad,
quietud y llegar hasta el estado de emisión de ondas ALFA del
cerebro. La Glándula Pineal segrega DMT (DIMETHYLTRIPTAMINA);
hormona natural. DILATACIÓN DE TIEMPO PROFUNDO es el
concepto académico del DMT; ya que produce experiencias de
viajen en el tiempo. Esto es así, porque el tiempo cambia y deja de
ser lineal, y produce el encuentro con seres de otras dimensiones
espirituales.

Cambio de costumbres y la pineal

Con el descubrimiento de la luz artificial por Edison, se han


revolucionado nuestras costumbres, de forma que han alterado
nuestro sistema de vida, nuestra relación con el Cósmico y también
nuestra salud. Actualmente disfrutamos, pero también padecemos,
mayores períodos luminosos y sonoros en detrimento de la
oscuridad y el silencio regenerativos. Hemos perdido una parte de
nuestra armonía con el Cósmico, que pagamos con un menor
desarrollo de nuestra pineal, con una ligera atrofia de la misma.
Nuestras menores cantidades de segregación de melatonina, hacen
que nuestros procesos regenerativos sean parcialmente
insuficientes, al igual que el descanso de nuestra mente, que se
torna obsesiva y posesiva. Nunca como en la actualidad han
existido tantas depresiones, obsesiones e insomnios.

El cerebro humano es una antena dirigida al cosmos, pero su


función no solo es esa, sino que también está estructurado para
elaborar la información que recibe.

El cerebro lleva incorporado una función de amplificador. Este


amplificador tiene filtros que, teóricamente sirven para mejorar la
calidad de la recepción. En nuestro cerebro, los filtros son
protecciones que colocamos para adecuar nuestra vida al mundo
que nos rodea. Podemos llamarlo "convencionalismos”.

Para que la información recibida sea asequible debe de ser


traducida a conceptos cotidianos y, además, debería de llevar
carga equilibrada, es decir, no ser tendenciosa, cosa difícil, porque
los filtros lo impiden. A la hora de establecer comunicación con
seres espirituales, se utilizan personas con pocos filtros, esto es,
que tienen posibilidades de mantener un cierto equilibrio
energético.

El polo positivo lo encarna la glándula pineal y el negativo la


pituitaria. Así, pues, para la configuración de ideas es necesaria la
aportación de ambas.

Los científicos ya saben que para que una idea se concrete, es


necesario un flujo de información entre el hemisferio derecho y el
izquierdo. Ambos hemisferios tienen como reguladores la glándula
pineal y la pituitaria.

Como elemento endocrino producen una serie de hormonas que


tienen relación con la sexualidad y el crecimiento, pero su función
más importante no es esa, sino la de nódulo receptor de las
energías mentales que provienen de dimensiones superiores,
además de proporcionar conexiones telepáticas entre seres
humanos de distintos o semejantes niveles. No obstante, quizás la
conexión mas importante que realiza sea con el archivo akhasico.

Interiormente tiene una serie de bastoncillos que se excitan de


forma similar a los del ojo, aunque por su posición en el cerebro no
le llega la luz exterior. La excitación se produce por la energía
mental que recibe.

Esta glándula también es nódulo emisor, cuando el cerebro no


consigue hallar una respuesta después de manejar los parámetros
de que dispone, es decir, cuando el cerebro dice "no se". Entonces
busca respuestas fuera y se dirige a centros de información
general, lo que se conoce como archivo akhasico, que es un centro
donde, entre otras cosas, se recopila el saber humano y las
biografías de los autores.

Una vez recibida la información, pasa por los circuitos cerebrales


hasta el consciente, pero ya unificada a los procesos generados por
el propio cerebro ( voz de la experiencia ).

La glándula pineal se excita por reacción ante el limite del cerebro,


una persona racional a ultranza no tendrá un adecuado desarrollo
de la pineal dado que deja de manejar parámetros importantísimos,
como son los derivados de su hemisferio derecho, pero ! atención !,
los que hacen lo contrario tienen el mismo problema y esto es
importante, porque la creencia general es que los místicos, los que
propugnan la anulación de la razón, dejan de utilizar muchos
parámetros derivados de la experiencia y de la lógica y, por tanto,
la pineal no se excita hasta que el cerebro dice " no se ".

La glándula pineal se activa en la oscuridad y se atrofia al recibir


demasiada luz. Esto fue comprobado ampliamente por los
neurobiólogos que enunciaron las teorías VELO y VEO, vinculadas
con este fenómeno. VELO es el nombre que se le aplica a la
activación de la glándula pineal, mediante sesiones de oscuridad
prolongada, hasta lograr ver los objetos a pesar de la falta de luz.
Se entrena a la persona, colocando una venda en sus ojos y un
objeto frente a ellos, en plena oscuridad. Primero se distingue una
luz grisácea hasta que llegan a notarse las formas, colores y
detalles, con disciplina y entrenamiento diario. Bastan unos 10
minutos diarios.

Otra forma de entrenar la glándula pineal es mediante la práctica


del VEO, que consiste en permanecer con los ojos vendados en un
sitio luminoso, tratando de concentrar la energía en el entrecejo,
hasta percibir las imágenes. Este ejercicio es más complicado que
la práctica VELO, requiere mayor entrenamiento y concentración y,
por eso, para quienes se inician en el desarrollo de su tercer ojo es
más recomendable acudir a la técnica VELO.

De todos modos, ambas ejercitaciones lumínicas son de gran


utilidad para mejorar el funcionamiento pineal, permitiendo que en
forma paulatina se aprenda a ver en la oscuridad, mejorando la
propia intuición y ayudando a que quienes las practican puedan
distinguir el aura (una irradiación luminosa y colorida que rodea a
todos los seres vivos).

Para efectuar una ejercitación lumínica, procede de la siguiente


forma: Elige un sitio tranquilo y que pueda oscurecerse por
completo. Coloque frente a usted un objeto colorido (por ejemplo,
un ramo de flores), apague la luz y permanezca observándolo en la
oscuridad durante 10 minutos. Durante, este lapso intenta
mantenerte muy concentrado. Para lograrlo respira lenta y
profundamente, tratando además de no pensar en ningún asunto
que pueda distraerte de tu práctica. Repita en forma diaria,
durante una semana, la práctica VELO.

Trata de estar atent@ a los nuevos detalles que descubras cada


día en el objeto citado, ya que a pesar de la oscuridad tu glándula
pineal se irá agudizando, hasta permitirte distinguir los detalles de
forma y los tonos. Busca la colaboración de alguna persona para
aplicar la ejercitación VELO en la visualización del aura. Durante
una semana, tal como hiciste con las flores, observa a tu
compañero en la oscuridad, tratando de concentrarte sobre todo
en su cabeza y sus manos. Si consigues abrir los canales
energéticos de tu glándula pineal llegarás a notar irradiaciones en
la cabeza y las manos de tu acompañante (te causará la impresión
de que estos miembros se alargan) a pesar de no haber luz en el
cuarto. Si además del contorno de estos miembros logras
distinguir matices de color, será sinónimo de que tu tercer ojo
está comenzando a despertarse. Una vez adquirida esta facultad
pineal, consigue un cristal de cuarzo y repite los ejercicios
sosteniendo esta piedra sobre tu entrecejo. Potenciarás de este
modo la capacidad energética de tu sexto chakra y tal vez -si eres
una persona que logra conectarte con su parte intuitiva- puedas no
sólo ver el aura, sino también anticiparte a sucesos futuros cada
vez que realice la experiencia.

Mas tú, cuando ores, entra en tu


aposento, y cerrada la puerta (a
obscuras), ora a tu Padre que está
en secreto; y tu Padre que ve en
lo secreto te recompensará en
público. (Mateo 6:6)
La glándula pineal y su relación
con el hemisferio cerebral derecho
La capacidad del individuo para conectar con su Yo Superior es, en
parte, función de los enlaces especializados de energía que se
establecen a través de esa red cristalina de su cuerpo físico. Esa red
cristalina coadyuva a coordinar las estructuras energéticas de los
cuerpos sutiles superiores con la conciencia de la personalidad física.
Gurudas aporta nuevas y trascendentales informaciones que tal vez
explican ciertos aspectos del funcionamiento del hemisferio cerebral
derecho y las facultades psi. En los fenómenos parapsíquicos actúan
como mediadores ciertos caminos especiales biocristalinos y
energéticos a través de los cuales el Yo Superior puede interaccionar
con la conciencia de la personalidad física. En particular, una de las
estructuras cristalinas que guardan mucha relación con nuestra
receptividad parapsíquica es la glándula pineal,
pineal y más
especialmente la calcificación pineal, un cristal que se encuentra en el
centro del cerebro.
Utilizado durante mucho tiempo como referencia para juzgar
parámetros de simetría radiológica en el cerebro humano, la
verdadera función de este cristal de la pineal es desconocida.
Algunos científicos llegan a sugerir que cuanto más avanzada es la
calcificación, más reducida es la capacidad de la función fisiológica
remanente en esa glándula pineal supuestamente atrofiada y
envejecida. Cumple recordar aquí que las investigaciones de
cronobiología médica han identificado la pineal como uno de los
relojes internos del organismo. Es además el centro de control que
regula por vía hormonal el proceso de maduración sexual, y recibe la
influencia del ciclo día/noche por ser sensible a la luz. La glándula
pineal rige la transición de la infancia a la edad adulta por cuanto
inhibe la maduración sexual hasta que el resto del organismo ha
alcanzado un desarrollo suficiente. Otro hecho digno de atención es
que la pineal produce una hormona llamada melatonina, que
además de inhibir la maduración sexual tiene, a lo que parece, la
función adicional de regular el ciclo del sueño.
En la bibliografía esotérica la glándula pineal aparece tradicional
mente asociada con el «Tercer Ojo». En realidad nuestros remotos
antepasados biológicos tenían un Tercer Ojo de estructura
rudimentaria, pero funcional, con su cristalino y todo, tal como
puede observarse todavía hoy en el tuatara, un lagarto que vive en el
hemisferio austral. La glándula pineal guarda relación con los
fenómenos de la luz desde muy diversos puntos de vista biológicos y
energéticos. La asociación esotérica de la pineal con el Tercer Ojo en
los humanos deriva de los vínculos existentes entre dicha glándula y
el chakra del Tercer Ojo, o frontal.
La relación entre la glándula pineal y el sistema de los chakras se
realiza por medio de un circuito energético especial que la evolución
hizo aparecer en los humanos en el decurso del tiempo. La función de
este sistema especializado de energía consiste primordial mente en
elevar las energías de la personalidad a un nivel de conciencia
superior y más espiritual. Además este mismo sistema energético es
el responsable de despertar y equilibrar los chakras principales del
cuerpo, con lo que se pone en libertad el pleno potencial creador y
evolutivo del individuo.
En la literatura del hinduismo y yóguica, este sistema exclusivo de
energía encargado de activar los chakras y colaborar al despertar de
la conciencia superior recibe el nombre de kundalini; la energía
kundalini se visualiza como «la serpiente enroscada» (que es en
realidad la traducción de la palabra sánscrita kundalini), que
duerme en la región coxígea del primer chakra principal. Como la
serpiente enroscada, la kundalini está siempre a punto para entrar
en acción; sin embargo, en la mayoría de los individuos la energía de
la serpiente permanece siempre dormida. Cuando se desencadena su
poder, pero de manera coordinada, como sucede por ejemplo
mediante la meditación estructurada, la energía kundalini va
ascendiendo poco a poco por la columna vertebral, activando en
orden sucesivo los chakras que encuentra a su paso. Cuando, por
último, la kundalini penetra en los chakras superiores y los despierta
(específicamente, el del Tercer Ojo y la corona), el individuo llega a
experimentar la sensación de que su cerebro ha sido invadido por
una luz intensa, seguida de una tremenda expansión de la
conciencia.
De acuerdo con el material canalizado de Esencias florales y
curación vibracional, el proceso de activación de la kundalini utiliza
el circuito cristalino del cuerpo, y concretamente la glándula pineal,
así como un arco reflejo especial de energía resonante, que se
extiende desde la región coxígea hasta la base del cráneo. Aunque el
flujo de energía por este camino guarda relación primordialmente
con la ascensión de la kundalini, parece que este circuito funciona
también, en un régimen más cotidiano, para permitirnos la
comunicación con nuestro Yo Superior.
La glándula pineal es una estructura cristalina que recibe, la
información del alma, y de los cuerpos sutiles, en particular del
cuerpo astral. Los cuerpos sutiles suelen funcionar como filtros de las
enseñanzas procedentes del alma y del Yo Superior. De la glándula
pineal, la información pasa al hemisferio derecho del cerebro.
Cuando hay necesidad de alertar a la mente consciente en cuanto a
esta información superior, la transmite al hemisferio derecho en
forma de sueños. Luego es analizada por el hemisferio izquierdo, que
trata de encontrarle un sentido. Es lo que sucede a menudo con los
sueños claros que transmiten mensajes. Partiendo del hemisferio
izquierdo, la información recorre todo el sistema neurológico, y
concretamente pasa por dos puntos reflejos crílicos, el bulbo
raquídeo y el cóccix. Existe un estado permanente de resonancia a lo
largo de la columna vertebral, entre, el bulbo raquídeo y el cóccix.
Entre estos dos puntos se produce la resonancia de las propiedades
de la glándula pineal. Luego la información recorre las demás partes
del cuerpo a través de los meridianos y de las estructuras cristalinas
ya descritas. La fuerza vital de los remedios vibracionales viene a
activar todo este proceso. Es un procedimiento clave que utiliza el
alma para manifestar el karma en el cuerpo físico.
El circuito cristalino aquí descrito contribuye en efecto a la base
fisiológica del proceso de la kundalini, y además permite la
demultiplicación de las informaciones del Yo Superior, que convierte
a los di-versos niveles de iluminación que la personalidad física es
capaz de experimentar. El punto interesante es que se atribuye al
hemisferio cerebral derecho, en coordinación con la glándula pineal,
la función de estación retransmisora primaria para las
informaciones comunicadas por el Yo Superior a la personalidad
vigil. Es bien sabido que el hemisferio cerebral derecho se representa
como el país de los sueños en la imaginería simbólica, y es común la
opinión de que dicho hemisferio se encarga de aquellas funciones que
responden al lado intuitivo de nuestra personalidad.
También se dice que vivimos en una cultura del hemisferio cerebral
izquierdo, la de la lógica, la ciencia y el idioma. El lenguaje simbólico
de los sueños representa el modo de comunicación del sueño,
dominado por el hemisferio cerebral derecho y que, recordémoslo,
ocupa la tercera parte de nuestra vida. O dicho con otras palabras,
sólo estamos controlados por nuestro hemisferio cerebral izquierdo
mientras permanecemos despiertos; cuando dormimos quedamos
conmutados al modo de proceso de la información propio de nuestro
hemisferio cerebral derecho, cuyas capacidades nos son necesarias
para movernos en ese paisaje metafórico de los sueños.
Esta interacción hemisférica derecha/izquierda de conciencia onírica
a conciencia vigil es el procedimiento por el cual el alma procura
mantener una expresión equilibrada e integrada de las relaciones
entre el Yo Superior y la personalidad física. Habíamos establecido
ya que la comunicación parapsíquica (a través de nuestra anatomía
energética sutil) ocurre permanentemente como proceso de la
información a nivel inconsciente. Los sistemas sutiles de percepción,
como los chakras, acceden directamente al hemisferio cerebral
derecho por la vía del circuito cristalino. Esta red biocristalina
exclusiva permite que la información del Yo Superior alcance el nivel
consciente de la personalidad, el regido por el hemisferio izquierdo.
El estado onírico viene a representar en este esquema un modo
especial, durante el cual el hemisferio cerebral derecho, más
directamente conectado con el Yo Superior, puede transmitir
mensajes codificados a la personalidad vigil. La capacidad de la
persona para decodificar estos mensajes internos dependerá de si
sabe entender el simbolismo expresado en sus propios sueños.
El hemisferio cerebral derecho es también el almacén de la propia
imagen corporal. Esta autoimagen se va formando a partir de las
diversas experiencias vitales positivas y negativas que va
acumulando el individuo. La imagen que cada uno se forma de sí
mismo proviene de archivos de mensajes inconscientes que son leídos
por la biocomputadora del hemisferio cerebral derecho y que le dice
cosas acerca de lo que vale como persona, de su aspecto físico y de su
autoestima. Los sueños, por cuanto son el lenguaje del hemisferio
cerebral derecho, contienen grandes posibilidades como
instrumentos para llegar a conocer, no sólo la mente inconsciente,
sino también la visión de la iluminación espiritual interior y el
conocimiento de sí mismo, que es preciso descifrar.
Los sueños constituyen un lenguaje pictográfico/simbólico que tal
vez representa, por parte del hemisferio cerebral derecho, el intento
de transmitir informaciones inconscientes de importancia a la
personalidad consciente, vigil, la regida por el hemisferio izquierdo.
A veces, cuando no se hace caso de los sueños, es posible que el
hemisferio derecho intente comunicar mensajes importantes a la
personalidad del hemisferio izquierdo mediante la creación de
desórdenes y dolencias simbólicas que afectan al cuerpo físico. Se ha
dicho que toda enfermedad representa una metáfora particular.
A veces una enfermedad física representa sentimientos íntimos
inexpresados e insuficiencias que cristalizan en patrones simbólicos
de lenguaje corporal, propios del hemisferio derecho. El lenguaje
simbólico que se expresa por medio de las enfermedades puede
también guardar una relación con determinados chakras que están
padeciendo bloqueos de energía, siendo éstos a su vez un reflejo de
disfunciones emocionales de la personalidad. Dado que cuando se
bloquean los chakras quedan inutilizados asimismo los caminos por
donde discurre la información para conectar el Yo Superior con la
personalidad física.
Algunas esencias florales (y elixires de gemas) logran vigorizar estos
caminos naturales del flujo energético, ayudando a estabilizar la
personalidad e integrarla con el Yo Superior. Para el doctor Bach
éste era, entre otros, un motivo para recomendar los remedios
florales a sus pacientes. Las esencias florales representaban un
método vibracional para la corrección de las pautas emocionales
disfuncionales del yo, que Bach había identificado correctamente
como precursoras de la enfermedad física.

S-ar putea să vă placă și