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Tendinopatía de Pata de Ganso.

Enrique García-Torralba Iglesias.


Especialista en Fisioterapia Traumatológica y Deportiva. Fisioterapeuta Colegiado nº 1209 Madrid
quiquetorralba@gmail.com / www.quiquetorralba.blogspot.com

Situada en la cara interna de la rodilla, la pata de ganso es la inserción en la tibia de los tendones del
Sartorio, del Recto Interno y del Semitendinoso. Cada uno de estos músculos va a tener una importante
función en la carrera a pie, pero será su acción conjunta como estabilizadores laterales de la pierna durante el
apoyo unipodal la causa más frecuente de esta lesión, como siempre debido al importante número de
repeticiones de este gesto, y a lo exigente que este resulta en la práctica del running.

Se trata de una lesión relativamente frecuente entre los corredores, así como entre los practicantes de
Senderismo e incluso en el Ciclismo, y por una causa común (no estirar) también podemos encontrarla en
población sedentaria que no practica ningún deporte, y aunque este no es el caso que nos ocupa me parece
importante señalarlo para recalcar, otra vez, la importancia de los estiramientos tanto si practicamos deporte
como si no lo hacemos.

DEFINICIÓN

Es una tendinopatía, por lo tanto una afectación del tendón, en este caso de los tendones que son tres, y que
corresponden cada uno de ellos a los músculos antes mencionados (Sartorio, Recto Interno y
Semitendinoso). Son estructuras independientes entre si, no están unidos pero si muy juntos en su extremo
distal, justo a la altura de la rodilla. Todos ellos vienen desde la pelvis a lo largo del muslo, el Sartorio desde la
parte anterior cruzando por delante del cuádriceps, el Recto Interno por la cara interna del muslo desde el
pubis y el Semitendinoso por la cara posterior desde la tuberosidad isquiática. Bajan por lo tanto hacia la
rodilla formando una “V” hasta su inserción distal en la meseta tibial en su zona antero-interna, justo debajo
de su articulación con el Fémur.

La teoría dice que cuando se ven afectados los tres tendones que forman esta estructura, tendremos una
tendinopatía de pata de ganso. Y así es por supuesto ya que por su acción conjunta es probable que se
impliquen los tres, y de no ser así, la proximidad entre ellos haría el resto, pero también es cierto que en
muchos casos será parte de esta estructura la que se vea comprometida, viéndose afectado aisladamente el
tendón del Recto Interno por ejemplo, en ese caso ,y aunque el resto de músculos y tendones no estuvieran
implicados, seguimos haciendo el mismo diagnóstico. Este caso es sin duda el más frecuente, y este
músculo, el Recto Interno (aductor) el causante de la mayor parte de las Tendinopatías de Pata de Ganso.

En cualquier caso la lesión existe, y se manifiesta, como no, con dolor. Un dolor que aparece con el patrón
típico de estas lesiones; al principio al acabar el entrenamiento, ya en frío, en días posteriores al comenzar el
ejercicio y va desapareciendo a medida que entramos en calor para acabar doliendo durante todo el entreno e
incluso en reposo. Como siempre según cada paciente y cada grado de lesión la progresión de los síntomas
puede ser mas o menos rápida e incluso saltarse uno o varios estadíos.

Debemos tener en cuenta que un dolor en la cara interna de la rodilla podría fácilmente confundirnos ya que
existen otras posibles causas como el Menisco Interno o el Ligamento Lateral Interno que pueden dar una
clínica similar. En el caso concreto del menisco pueden producirse secuelas irreversibles de no detener
inmediatamente el ejercicio. Como siempre la prudencia y un correcto asesoramiento serán la clave del éxito,
pero eso ya lo habíamos comentado antes, no..?

CAUSAS

Contractura. Como en otras lesiones, la contractura y el exceso de tensión que se genera como
consecuencia, así como la disminución del aporte sanguíneo de la estructura , van a afectar directamente al
tendón como parte integrante del elemento mecánico, provocando el inicio del ciclo lesional, inflamación del
peritendón, destrucción y desorganización del colágeno, disminución de la capacidad regeneradora de los
tenocitos, deshidratación, edema intratendinoso y deterioro vascular. De persistir esta situación en el tiempo y
de seguir sometiendo al tendón al esfuerzo propio del entrenamiento, puede llegar incluso a romperse.
La contractura puede venir de un sobreesfuerzo puntual, de un sobreentrenamiento repetido, de un
acortamiento muscular, así como de un incorrecto gesto deportivo (calzado o terreno de entrenamiento), de
una alteración estructural del paciente o como consecuencia de un calambre muscular, entre otros.

El acortamiento o la falta de flexibilidad en estos músculos, va a aumentar considerablemente la tensión


sobre sus tendones e inserciones en la fase final de la zancada. Justo en el momento en el que tenemos el
pie más adelantado. Más cuanto más amplia sea la zancada y/o más acortados estén nuestros músculos. Si
no tenemos una musculatura preparada para este trabajo, lo que conseguimos por medio de ejercicios de
flexibilidad, corremos el riesgo de sufrir lesiones como contracturas, calambres, roturas fibrilares o
tendinopatías.

De la misma manera que si nos pusiéramos unos pantalones un par de tallas menos que la que nos
corresponde, notaríamos que “nos tira” al andar y que nos limita los movimientos, pero de todas formas
seguimos andando al mismo ritmo y con una zancada igual de larga; una de dos, o nos producirían infinidad
de rozaduras en los ejes de movimiento (tendinopatías) o se desgarrarían (rotura muscular o tendinosa).
Solución : demos de si los pantalones para que no nos tiren, ¿Cómo..? Estirándolos.

Por supuesto que tenemos claro que este puede ser un motivo de lesión en un corredor, pero he visto unas
cuantas Tendinopatías de Pata de Ganso en personas absolutamente sedentarias por el mismo motivo, y en
concreto por no haber estirado nunca los Adductores (entre los que se encuentra el Recto Interno) llegando a
producirles dolores tan intensos que les impedían andar sin cojear. Y puedo también asegurar que la casi
totalidad de esos casos se han solucionado definitivamente con un tratamiento bastante sencillo, basado
sobre todo en estiramientos.

Sobresolicitación. Aunque una contractura o un acortamiento son dos formas de sobresolicitar una
estructura músculo tendinosa, más aún lo será la combinación de estas entre si, o con un entrenamiento
demasiado intenso, con muchas cuestas o cambios de ritmo, que pueden superar lo que nuestro cuerpo, o
nuestra pata de ganso pueden soportar. Volvemos en este punto a recordar la importancia del descanso, de la
lógica en los entrenamientos, de la hidratación y de la correcta elección del material. Si sentimos dolor
durante un entrenamiento, es que nuestro organismo nos está avisando de algo. Puede que acabe no siendo
nada, o puede que si.

Una situación que he visto repetirse con relativa frecuencia en corredores, ha sido el inicio de las molestias
tras correr un cross o simplemente tras haber entrenado sobre barro con lluvia o el día de después. El motivo
no es otro que un exceso de trabajo de los Rectos internos para “juntar las piernas” ya que cada vez que
apoyamos el pié sobre el barro este tiende a resbalarse, y van a ser estos músculos los que mantengan las
piernas en su sitio. En el momento casi no lo han notado, pero a las 24 o 48 horas empiezan a sentir un dolor
difuso en la cara interna de la rodilla y/o del muslo. No suelen relacionarlo con nada concreto, y menos con el
barro del entreno de ayer, hasta que se dan cuenta que efectivamente sus adductores están doloridos,
contracturados y han producido o empiezan a producir una tendinopatía a nivel de la rodilla.

Alteraciones Mecánicas: Ya sabemos de anteriores artículos, que determinadas alteraciones estructurales


como un exceso de Varo o Valgo en las rodillas,o un exceso de Pronación o Supinación de los tobillos por
ejemplo pueden predisponernos a sufrir determinadas lesiones. Esta es una de ellas. Y como también hemos
comentado, debemos ser asesorados por especialistas acerca de nuestras limitaciones y posibles soluciones
o correcciones. No debemos por tanto aventurarnos a adoptar remedios por nuestra cuenta, aunque hayan
funcionado muy bien en otros corredores, ya que pueden incluso agravar nuestra situación original, sobre
todo cuando hablamos de un deporte tan exigente como la carrera a pié.

CONSIDERACIONES GENERALES

Aunque no podemos generalizar, se podría decir que no es una lesión difícil de prevenir, sino mas bien al
contrario. Con un buen calentamiento, eligiendo bien el terreno y el material de entrenamiento, entrenando
con cabeza y sin cometer excesos innecesarios, estirando correctamente, cuidando la hidratación y el
descanso y descargando la musculatura con masajes si fuera necesario, será difícil lesionarnos… aunque no
imposible.
Foto 1: El estiramiento del Cuádriceps Biarticular (extendiendo la cadera) implica suficientemente al Sartorio.

Foto 2: El Semitendinoso pertenece al grupo de los músculos Isquiotibiales, con e Semimembranoso y el


Bíceps Crural, y junto a ellos deberemos estirarlo.

Foto 3 y 4: Para estirar el Recto interno existen infinidad de posiciones, deberemos encontrar la que mejor se
adapte a nosotros y en la que mas estables y relajados nos encontremos, eso si: Siempre con la rodilla en
extensión.

Planeta Running nº4 Agosto de 2008

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