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c Ruth Vergara Ibarra.

ANALISIS DE LA CONSTITUCIÓN 2008

Los cambios dan pistas sobre los planes a medio plazo de Correa, que pasan por
un mayor control de la economía y por tanto de los presupuestos en instituciones
clave como el Ejército- para sobrevivir políticamente en un país donde sus tres
predecesores fueron derrocados por revueltas populares y protestas
parlamentarias.

De ser ratificada en un referendo previsto para finales de septiembre, los críticos


creen que la nueva carta magna afectará a la inversión privada en el quinto mayor
productor de crudo de Sudamérica y ampliaría desmedidamente las atribuciones y
poderes del popular mandatario izquierdista.

Para sus partidarios, es el cumplimiento de una promesa electoral para la


necesaria refundación del país, aquejado por altos niveles de pobreza e inequidad
social.

Correa, un ex ministro de Economía que llegó al poder en el 2007 con un discurso


combativo contra las élites corruptas, ya ha inquietado a los inversores extranjeros
con su amenaza de anular la deuda externa que sea considerada "ilegítima" y al
forzar la renegociación de contratos petroleros y mineros.

Alberto Acosta, presidente de la Asamblea Constituyente, dijo a Reuters que el


texto constitucional fomentará la mayoría estatal en los proyectos que exploten los
recursos naturales, aunque aún no está definido cómo se implementaría esta
medida.

"Volveremos a recuperar la mayor capacidad de gestión del Estado sobre los


recursos estratégicos," dijo en su modesta oficina del edificio que alberga a la
constituyente, ubicado en una colina cercana al humilde pueblo costero
Montecristi.

"Preferiríamos que fueran empresas mixtas con mayoría estatal, pero puede haber
excepciones," especificó Acosta, que dirige sesiones maratónicas para terminar el
trabajo de la Asamblea, dominada por el oficialismo, para finales de julio.

La nueva carta magna también podría recoger el concepto de "ilegitimidad e


ilegalidad" de la deuda externa, que si bien no será retroactivo, podría sentar las
bases legales si finalmente Quito lleva enjuicia a sus acreedores, dijo el
funcionario.

Se cree que el proyecto constitucional podría golpear a la economía, que el año


pasado sólo creció un 1,96 por ciento, y alejar el capital privado de sectores que
necesitan urgentemente de grandes montos de inversión.

"El crecimiento económico sufrirá por una expansión de la economía estatal que
dejará de lado al sector privado," dijo Alexandra Vela, analista de la firma de
Cortes en Quito.

Los defensores del proyecto aseguran que es necesario un Estado más fuerte que
ponga fin a los monopolios privados y ayude a redistribuir los recursos, en un país
donde más de la mitad de la población vive en la pobreza.

"El mercado es un buen sirviente, pero será siempre un pésimo amo," concluyó
Acosta, economista de formación.

La oposición asegura que Correa sigue los pasos de su aliado, el mandatario


venezolano Hugo Chávez, quien está utilizando sus amplios poderes ejecutivos
para nacionalizar sectores clave de la economía de Venezuela, uno de los
mayores exportadores mundiales de crudo.

Sin embargo, en diciembre del 2007 la propuesta de reforma constitucional de


Chávez, con la que eliminaba los límites a la reelección y sentaba las bases para
impulsar una economía de corte socialista, fue rechazada por un estrecho margen.

La Asamblea ecuatoriana también incluirá en el texto la inédita posibilidad de que


el presidente pueda optar a una reelección inmediata, convocando elecciones en
el 2009, lo que daría opciones a Correa de permanecer en el cargo hasta 2017.

El Congreso se disolvió en el 2007 tras verse obligado a ceder sus poderes a la


Asamblea, con lo que la debilitada oposición perdió su principal bastión político, y
acusó al mandatario de buscar concentrar el poder y minar las instituciones, en un
país que volvió a las urnas en 1979 luego de años de dictadura militar.

"Ellos quieren un súper presidente, lo que es muy peligroso para la democracia,"


dijo César Rhon, del conservador partido Social Cristiano, después de un
caldeado debate en el que oposición y oficialismo se acusaron de corrupción, de
tener lazos con guerrilleros e incluso de agresiones físicas.
Aunque una victoria de Correa es probable, todavía no segura, según las firmas
encuestadoras.

Un reciente sondeo de Cedatos-Gallup mostró que el respaldo a la nueva


Constitución cayó a un 37 por ciento en junio, insuficiente para aprobar el proyecto
en las urnas.

Sin embargo, analistas señalan que el carisma del ex profesor universitario, su


imagen de líder que lucha contra los élites políticas y un esperado aumento del
gasto público mientras se acerca el momento de la votación podrían inclinar la
balanza del lado del mandatario.

"No hay una oposición real que pueda poner en peligro su fuerte liderazgo,".

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