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Trabajo práctico N°1

Cintia Ferro
Comunicación Institucional – Comisión martes noche

Navegando el nuevo mapa

La primera vez que sentí que formaba parte de la vieja generación resistente a los cambios, fue
cuando por criticar a Cumbio y a los adolescentes cuya única actividad relevante consistía en
sacarse fotos y subirlas a la web, una persona bastante mayor que yo cuestionó mi actitud diciendo
que seguramente las cosas que yo hacía en mi adolescencia también le parecieron estúpidas a mis
padres.

De la sensación inicial de estupor por encontrarme del lado reaccionario de la clásica lucha entre la
nueva y la vieja generación, pasé a la negación, la crítica, la reflexión y un cuestionamiento:
podemos elegir entre resistir y adaptarnos? Y lo que es peor aún, tenemos tiempo para decidirlo?

El choque entre generaciones ocurrió de manera cíclica a lo largo de la historia, entre quienes se
rebelaban ante las viejas costumbres y quienes luchaban por mantenerlas. Sin embargo creo que
lo que hoy diferencia esa lucha es la extrema velocidad con la que sucede y la profundidad del
cambio. En su libro “los Bárbaros”, Alessandro Baricco advierte “Es tan profundo este duelo, que
parece distinto. Por regla general, se lucha para controlar los puntos estratégicos del mapa. Pero
aquí, de una forma más radical parece que los agresores están haciendo algo mucho más
profundo: están cambiando el mapa”.

Este nuevo mapa abarca todos lo ámbitos de nuestra vida: las relaciones personales, laborales, la
cultura, la educación, nuestras costumbres y la manera que pensamos y vivimos en el mundo
actual. Valores como la duración, la autenticidad, la profundidad y la continuidad son rápidamente
reemplazados por lo esfímero, el artificio, el éxito, la novedad. “La velocidad y no la duración es lo
que importa” destaca Zygmunt Bauman en su libro “la vida líquida”.

Además de la velocidad, los afectados por lo que Bauman describe como “virus del
lumpenproletariado espiritual: viven para sobrevivir y para obtener satisfacción. No deja margen
para preocuparse por ninguna otra cosa que por lo que pueda ser consumido y disfrutado en el
acto: aquí y ahora”. Y si hay algo que no le falta a este nuevo mapa son auspicios, patrocinios y
publicidades que nos indican cúal es el camino a la felicidad y qué debemos comprar para
alcanzarlo. Y no se limitan a productos tangibles como un jean o un auto, la invasión de las marcas
a ámbitos deportivos y culturales ya son parte de las sociedades modernas y no nos cuestionamos
su asociación. Si bien hoy resulta difícil imaginarse un cambio en tal sentido, vale la pena tener en
cuenta que “Las marcas se tornan peligrosas cuando la balanza se inclina a favor de los
patrocinantes, despojando a la cultura anfitriona de su valor intrínseco” tal como advierte Naomi
Klein en su libro “No logo”.

Tal vez debamos aceptar que la velocidad es lo que va a definir nuestro viaje, pero ¿podremos
evitar que ésta haga borrosa la distinción entre el valor de una creación cultural o artística y una
marca de zapatillas? o entre lo que realmente necesitamos y lo que es prescindible?. ¿Podremos
detenernos para clarificar esa visión sin que eso signifique quedar varados en la banquina?

Si estamos dispuestos a adaptarnos a este nuevo mapa, tal vez guardar imágenes del viejo y
agudizar la vista para distinguir el valor de aquellas cosas que son realmente importantes, pueda
hacer de nuestro viaje algo mucho más interesante.
Lista de referencias:

BAUMAN, Zygmunt (2006). Vida Líquida. Buenos Aires. Paidós. Introducción y capítulo 1

KLEIN, Naomi (2002). No logo. Buenos Aires. Paidós. Introducción, capítulo 1 y 2

BARICCO, Alejandro (2008). Los Bárbaros. Buenos Aires. Anagrama.

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