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II CONGRESO NACIONAL DE TRABAJO SOCIAL Y ENCUENTRO LATINOAMERICANO

DE DOCENTES, PROFESIONALES Y ESTUDIANTES DE TRABAJO SOCIAL


Tandil - 2007
“Las prácticas en la formación y en el ejercicio profesional”

“Procesos de de-construcción minoril. Recorrido hacia prácticas de


intervención en respeto de los derechos de infancia y adolescencia”
Aranda, Ana Inés; Nucifora, Cintia Elisabet; Oliveto, Juan; Vitale,Gabriel.
Facultad de Trabajo Social.
Área de infancia y adolescencia del Instituto de Derecho Humanos
de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (UNLP).

Introducción

Esta ponencia tiene como propósito plantear el debate en relación a la infancia, con el fin de
contribuir a la construcción de una nueva cultura que reconozca a los niños, niñas y
adolescentes como sujetos de derechos.

Estamos en un proceso legislativo de deconstrucción del paradigma de situación


irregular que tuvo como principal objetivo el control de los menores y sus familias; y de una
nueva construcción de la institucionalidad donde se plantea la necesidad de la protección
integral concibiendo a los niños, niñas y adolescentes como sujetos plenos de derechos.
Presentaremos un recorrido histórico centrado en la construcción de la minoridad a
partir de legislaciones y de prácticas socio históricas que instauraron la “ideología del
patronato”. Desde este lugar plantearemos, desde nuestro lugar de docentes, el desafío de
construir espacios de discusión, difusión y creación de conocimientos para replantear estos
mas de cien años de control mediante discusiones interdisciplinarias, con el fin de instalar el
paradigma de la protección integral de la niñez como posicionamiento ético político en
materia de las prácticas con niños y adolescentes.
Entendemos que la sanción de la Ley Nacional 26061 fue el paso ineludible que
fundamenta y habilita el cambio de actitud para que la comunidad toda se base en este
sistema y en la ideología y defensa de los Derechos Humanos.
Pretendemos dar a conocer cómo desde los espacios que conformamos estamos
contribuyendo a cambiar la perspectiva de intervención en relación a infancia.
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DOCENTES, PROFESIONALES Y ESTUDIANTES DE TRABAJO SOCIAL
“Las prácticas en la formación y en el ejercicio profesional”

¿Desde qué lugar nos posicionamos?

En primer lugar, es menester, argumentar teóricamente desde nuestro


posicionamiento dónde se inscribe la profesión del Trabajo Social. Conformamos un grupo
interdisciplinario de docentes que nos nucleamos en la cátedra de Derecho I en la Facultad
de Trabajo Social de la Universidad Nacional de la Plata. Desde allí conformamos diferentes
espacios relacionados con la temática- objeto del presente trabajo.
Desde el Trabajo Social y a diferencia de la concepción positivista, que se centraliza
en la evolución o profesionalización de anteriores formas de ayuda, llámese caridad y
filantropía, quitándole el contenido histórico a la práctica, adherimos en inscribir al Trabajo
Social en la división socio-técnica del trabajo, teniendo su origen, en el traspaso del
Capitalismo Competitivo al Monopolista, como estrategia del orden burgués para mantener
su condición de clase hegemónica. Es necesario tener en cuenta los procesos económicos,
políticos y sociales que se establecen en el capitalismo monopolista.
Dicho lo anterior el Estado redimensiona su funcionamiento (que hasta el último
cuarto del siglo XIX, dentro de la fase competitiva capitalista actuó si se quiere: como
árbitro), ya no sólo intervendrá en cuestiones precisas, sino que tendrá como función
principal la preservación de las condiciones “óptimas” para el desarrollo de la producción
capitalista, ejemplo de esto, de garantizar las condiciones de acumulación y valorización
capitalista, como dice Netto, proveer a bajo costo energía y materia prima a los monopolios,
en caso de que las empresas capitalistas tengan dificultades, garantizarles control, en suma
garantizar el lucro.
Para poder ejercer estas funciones el Estado deberá asegurar la reproducción del
capital. “Ciertas demandas económicas, sociales y políticas inmediatas, de amplias
categorías de trabajadores y de la población, pueden ser contempladas por el Estado
burgués en el capitalismo monopolista…Sin embargo respuestas positivas a demandas de
las clases subalternas pueden ser ofrecidas en la medida exacta en que ellas mismas pueden
ser refuncionalizadas para el interés directo y/o indirecto de la maximización de los
lucros”1.
El Estado burgués que necesitará garantizar la reproducción del capital, tomará
algunas demandas de la clase obrera y se presentará como un Estado conciliador en estos
conflictos de clase, por medio de políticas sociales ocultando la contradicción antes
mencionada.
En síntesis:

El T rabajo Social es una profesión inscripta en la división socio- técnica del


trabajo. T iene su surgimiento en el contexto del capitalismo monopolista, cuando el
Estado comienza a intervenir en la dinámica capitalista como actor ya no sólo desde la
coacción, sino también por medio de la intervención concreta en distintas áreas. Crea
las políticas sociales como manera de dar respuestas fragm entadas a las problemáticas
derivadas de la cuestión social (relación contradictoria entre capital y trabajo). El
T rabajo Social, con distintas nomenclaturas en su pasado, es dem andado para la
ejecución terminal de estas políticas.

Nuestra profesión como dice Netto, esta íntimamente ligada al proceso de creación
de las condiciones requeridas para el funcionamiento de la fuerza de trabajo, ya que ésta es

1
Netto, J.P.: Capitalismo Monopolista y Servicio Social. Edit. Cortez, Brasil, 1997.
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la creadora de riqueza social, sostén sumamente necesario, para que se desarrolle el modo de
producción capitalista; esto nos pone a las claras que el Trabajo Social, surge cuando el
Estado ve la necesidad de intervenir en la contradicción , dando respuesta vía políticas
sociales estatales, a las demandas emergentes para que éstas no pongan en peligro el orden y
legitimación.
Si buscamos una respuesta a la rápida intervención del Estado, la encontramos al
decir que la clase obrera organizada ya estaba dentro del escenario político de la sociedad.
Tener en claro cuando nuestra disciplina se inscribe en la división socio-técnica del trabajo
implica reconocer un momento histórico, en donde el Estado jaqueado por la clase obrera
organizada y como parte de una estrategia política empieza a intervenir en la contradicción
capital – trabajo.
Durante un largo período, que tuvo que ver con el proceso de consolidación, el
Estado argentino no se ocupó de las condiciones de vida de los trabajadores y sus familias
quienes decididamente sufrían la indiferencia legal en la nueva tierra a través de las injustas
condiciones laborales a las que se hallaban sometidos.

T rabajo Social e Infancia

El objetivo de esta ponencia comienza con analizar los distintos momentos socio
históricos en relación a la temática de la infancia, reconociendo al Derecho como uno de los
atravesamientos fundamentales en la construcción - delimitación de las intervenciones.
Podemos marcar como el inicio de nuestra profesión de Trabajo Social en Argentina
el año en el que se crea la asistencia pública, en concordancia con el proyecto de
construcción de la nación argentina. De acuerdo a lo planteado por Virginia Siede2, surge el
curso de visitadoras de higiene social en 1924, antecedente más inmediato de la creación de
la primera escuela de servicio social que es en 1930 en el Museo Social Argentino,
impulsada por los médicos higienistas que crearon el curso de Visitadores de Higiene Social
Sin embargo en necesario tener en cuenta que la construcción de la profesión no se
dio de un día para otro, sino que el lugar otorgado para la misma fue variando en relación a
las condiciones socio-históricas. Es así, que en un primer momento las personas que
realizaban estas prácticas no recibían salario. Fue por la necesidad de contar con un grupo de
personas que se encargaran de analizar técnicamente la cuestión social3, mejor dicho, las
problemáticas recortadas que de ella derivan, que comenzó a configurarse una profesión
rentada, llamada a intervenir por un Estado que la requiere para legitimarse y acallar la
conflictividad social.
Es por ello, que las visitadoras fueron el gran mecanismo de intervención del
patronato de menores, que tiene su paso fundamental legislativo en el año 1919. La trillada
construcción “ son los ojos de juez” no hace ni mas ni menos que corroborar los espacios de
intervención donde el saber jurídico y médico, deseaban ingresar con la justificación exacta;
la caridad, la ayuda, la solidaridad, el control. Es por ello, que si bien la ley del Patronato de
Menores se sancionó en 1919 bajo el n 10.903, su real génesis social, se encontró por detrás,
y el mas claro ejemplo de ello es la sutil modificación que realiza al Código Civil (originario

2
Siede, Virginia. “Identidad profesional”. Reunión provincial de residentes. Hospital Belgrano. Junio de 2004.
3
Entendiendo por ésta y siguiendo a Iamamoto a “...las expresiones del proceso de formación y desarrollo de la clase obrera y de su
ingreso en el escenario político de la sociedad, exigiendo su reconocimiento como clase por parte del empresariado y del Estado Es la
manifestación, en lo cotidiano de la vida social, de la contradicción entre el proletario y la burguesía, la cual pasa a exigir otros tipos de
intervención, mas allá de la caridad y la represión...”(op.cit.,Pp.91)
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de 1871) sobre la Patria Potestad4. Ya no solo serán un conjunto de deberes –poder


unidireccional- de los padres respecto de los hijos…“… sino también obligaciones por parte
de los padres con respecto a sus hijos. Una patria potestad debilitada en cuanto a su
versión original y controlada... se abre una ventana de control de padres sobre hijos,
vigilada por el estado, quien a su vez, puede asumir ese rol con las mismas funciones y
temperamentos. La Internación. La reforma que produce la ley 10.903, esa patria potestad
pasa a ser un derecho/obligación, (…).”5
El Juez de menores va a tener dos grandes ayudas: la primera el especialista médico
infantil; y el segundo, el delegado visitador. El médico se interesa especialmente por
establecer la existencia de una anormalidad y las causas de su criminalidad y reincidencia,
descubrir en fin los medios adecuados para la solución de las dificultades. En cuanto al
delegado visitador debe realizar la encuesta social sobre la familia y los antecedentes, las
condiciones económicas y morales de la casa y del barrio; informar periódicamente al
tribunal sobre el comportamiento de aquellos que han sido confiados a su vigilancia; e
interesarse por la denuncia de los casos de abandono moral o demás que comprende la ley.

Buenos A ires o no tan buenos.

Es claro que el salto a la justicia especializada, fue pionero e innovador, pero no


alcanzaba para completar la conquista, es por ello que la Provincia de Buenos Aires en el
año 1938 6 sanciona la ley 4.6647 de creación de los Tribunales de Menores, incorporando
todas las ideas salvadoras, perfeccionándolas a través de nuestra actriz principal, la
visitadora.
En el año 1983 con los últimos aires de la más sangrienta dictadura cívico militar es
sancionado y promulgado el decreto ley 10.067/838 mediante el cual se reformula el
patronato de menores en la Provincia de Buenos Aires. El visitador se transforma en
asistente social, pero con una exigencia, título habilitante y se incorpora al plexo de saberes,
al auxiliar psicólogo.9
Este nuevo instrumento de control no sólo recae sobre los menores de edad, si no que
repite potestades con respecto a los mayores, profundizando así el poderoso elemento de
dominación sobre las clases más desprotegidas.

A nivel nacional

Es por ello que podemos afirmar que la etapa de construcción legislativa10 comenzó con el
Código Civil en 1871, siguió con la ley laica de educación de 1884, llega a uno de sus

4
Existe una realidad, supuestamente la ley 10.903, no es una ley penal, -de hecho geograficamente se encuentra entre las leyes
complementarias del Codigo Civil, pero no hay que desconocer que tiene un alto contenido punitivo, es por ello que en clase siempre
decimos que es una ley con cuerpo civil/tutelar por con alma muy entonada punitiva/control
5
Patronato de Menores y Convención Internacional de los derechos del niño. Dos culturas que se contraponen en la República Argentina,
publicado en Revista Margen y realizado por el equipo de cátedra de Derecho I de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata
integrada por el Abog. Gabriel M A Vitale, Abog. Elizabeth Azcona, Maria Laura Viscardi, Lic. Maria Elina Lopez, Lic. Claudia Lopez,
Mariela Bertoa, Paula Tosi y Juan Olivetto.
6
El 3 de enero de 1938 la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires publicada el 9 de febrero del mismo año. A partir de este año
prosiguen con dicha implementación las provincias de Mendoza (1939), San Juan (1947), Santa Fé (1949), Chaco (1956), Córdoba
(1957), Salta (1961), Santiago del Estero (1968), Formosa (1969) y Corrientes (1970).
7
Completada con sus similares 4.547/37 hasta 1961 y 6.661 hasta 1983.
8
Este decreto ley derogó las leyes de 4664 de los tribunales de menores y 6661 sobre el consejo general de la minoridad.
9
Específicamente art. 8 del Decreto Ley.
10
En 1884, en relación a la educación, se sanciona la Ley 1.420, conocida como la "ley laica", que presentaba aspectos que se vuelven
significativos para desempeñar la función de tutela y control, al constituirse legalmente como el ámbito público de socialización
obligatoria, limitando el poder y autoridad paterna. La pedagogía positivista es el elemento fundamental del discurso educativo oficial,
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límites más perversos con la sanción de la ley de residencia nº 4144 en 1902, se perfecciona
con el patronato de menores en 1919 y llega a su techo legislativo criminalizante con el
código penal de 1921. Esta idea permite sustentar la relación de dependencia y sujeción de
los niños al poder absoluto de los adultos, ya sea a través de la Patria Potestad o del
Patronato del Estado. Se desestima la obligatoriedad de brindar protección y garantía a los
derechos que les competen por su condición de seres humanos, inhabilitándolos como
sujetos, ubicándolos como objeto de tutela.
Se busca la protección, lo que es muy diferente a la protección de sus derechos. Lo
anteriormente expuesto puede reflejarse en las palabras de su mentor: Dr. Luis Agote1: “Yo
tengo la convicción profunda de que nuestra Ley falla si no llegamos a suprimir el cáncer
social que representan 12 a 15 mil niños abandonados moral y materialmente(que)
finalmente caen en la vagancia y después en el crimen”. El diputado conservador proponía
algo muy simple: “recluirlos en la isla Martín García. Allí hay condiciones suficientes para
el alojamiento de 10 mil menores vagabundos", quienes "provistos de elementos de trabajo,
y bajo una buena vigilancia moral, se convertirán en hombres buenos y sanos para el país".
Quienes lo auxiliaron en sus fundamentaciones no se privaron de exponer la verdad respecto
de la esencia de la ley 10903: " El Estado tiene el derecho de secuestrar a los menores
cuya conducta sea m anifiestam ente antisocial, peligrosa, antes de que com etan
delitos… No hay en ello restricción de libertad civil: el m enor no la tiene y sólo se trata
de sustituir la patria potestad por la tutela del Estado" . Se seguía así dentro de la lógica
que creara el complejo tutelar del ideario de Sarmiento que sostenía…“El niño no tiene
derechos, no tiene por sí representación, no es persona según la ley. Es m enor.”
Ahora, si nosotros aceptamos este recorrido base, como la arquitectura legislativa
mínima para poder implementar el sistema de control, admitimos también que sólo
legislativamente en el año 2005 se deroga esta construcción y se encuentra un tope dentro de
la legislación nacional.
Estamos ante 134 años en donde las prácticas más intervencionistas estaban avaladas
por un sistema jurídico inaceptable.

L a discusión era internacional. El proceso de deconstrucción.

La sanción de la Convención de Derechos del Niño en el año 1989, demostró que no


era un tratado más sobre Derechos Humanos, ni la profundización de anteriores
concepciones de niñez. La Convención marca una ruptura filosófica y jurídica trascendental
con las tradiciones tutelares y paternalistas de la infancia, altera el derecho interno de cada
país que la incorpora y constituye principalmente un punto de inflexión más que
significativo, para el desarrollo del nuevo paradigma de la protección integral sobre los
derechos de la niñez.
Niños, niñas y adolescentes, dejan de ser considerados como objetos de protección,
corrección, tutela, rehabilitación, prevención, para pasar a ser reconocidos como sujetos de
derechos, es decir como ciudadanos. Este nuevo enfoque que realiza la Convención, es un

centrado en las imágenes del maestro - modelo y la escuela como sitio higiénico-moral. Controlar educando es el mecanismo seleccionado
para el tratamiento. Reformar moralmente es el objetivo, sustentado en la existencia de dos factores, uno interno –predisposición orgánica-
y otro externo – la maldad del medio ambiente. La Ley de residencia que autorizaba al Poder Ejecutivo a expulsar del país a "todo
extranjero cuya conducta comprometa la seguridad nacional o perturbe el orden público".
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planteo de derechos universales para toda la infancia y adolescencia sin ningún tipo de
distinción

El proceso de transformación legislativo se ha desarrollado a partir de una profunda


discusión en las concepciones filosóficas y sociológicas básicas.

El cambio cultural se estaba realizando y varios integrantes de esta cátedra de


Derecho I tuvimos el honor de ser unos activos participantes de las discusiones en busca de
armonizar la legislación de la Provincia de Buenos Aires con la Constitución y la CIDN.
Es por ello que esta cátedra formó parte de la comisión bicameral que gestó el 29 de
diciembre del año 200011 la ley 12.607 de Protección Integral de los Derechos del Niño y el
Joven. Así, luego de varios años de proyectos presentados tanto por los distintos ejecutivos
como por legisladores, se logró sancionar un nuevo régimen, contracara del anterior, que
adaptaba el ordenamiento jurídico local a la Constitución Nacional y los Tratados
Internacionales suscriptos por la Argentina. Pero esta ley cayó.

Algunos años después, nuevamente con integrantes de esta cátedra y de la Facultad


de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata se conformó el Foro Provincial
por los Derechos de la Infancia con el cual compartimos activamente el desarrollo
legislativo de la hoy vigente ley 1329812, la cual revoluciona la política pública de infancia.
Esta ley deroga el decreto ley 10.067/83 del Patronato de Menores e incorpora los principios
de la ley 12.607, respetando la igualdad ante la ley y todos los principios constitucionales de
legalidad, jurisdicción, contradictorio y defensa. Y en su art. 20. Volvíamos a la conquista
zonal con los Servicios Locales de Protección de derechos que contarán nuevamente con el
equipo técnico - profesional con especialización en la temática, integrado nuevamente por
trabajadores sociales.

A nivel nacional, su máximo logro, la sanción de la ley 26.061 de Promoción y


Protección de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, en diciembre de 2005, la cual
recoge los principios, los derechos y las garantías consagrados en la convención. La
instalación de nuevas prácticas, nuevas herramientas, y nuevas discusiones dirigidas a la
infancia, respetuosas de sus derechos y garantías. Una obligación en el cambio de actitud de
todos los operadores del sistema que debe basarse no sólo en los derechos y garantías que
consagra la ley, sino también en la ideología de los Derechos Humanos que la misma
proclama.
La importancia del espacio académico, desde la óptica de la Convención sobre los
Derechos del Niño, debe aportar desde una correcta interpretación y aplicación de estos
principios, en la generación de conocimientos desde este nuevo paradigma, así como incidir
en la transformación de las prácticas de los actores involucrados.
Es necesaria la contribución de lo interdisciplinario a la consolidación de un proceso
que, aporte a una nueva percepción de la infancia y la adolescencia desde la perspectiva de
la integralidad.
Percepción unificadora – integradora en contraposición a la fragmentación de las
prácticas tradicionales que desde los múltiples “recortes disciplinarios” han respondido a
esta temática con escaso o nulo diálogo entre sus discursos. Estamos en un cambio de
paradigmas, que implica revisar constantemente las prácticas. Debe existir una
11
La nueva ley, promulgada con algunas observaciones el 12 de enero de 2001 y publicada el 22 del mismo mes y año se encuentra
suspendió por la acción de inconstitucionalidad interpuesto por el Procurador de la Suprema Corte de Justicia ante la Corte Nacional.
12
14 de enero del año 2005, decreto 76.
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concordancia entre teoría y práctica. La insistencia en la revisión de las prácticas radica


justamente en la vigencia cultural del sistema del patronato, cuya eliminación no ha de ser
producto mecánico del cambio.

La Convención Internacional de los Derechos del Niño, es un programa de acción para hacer
efectivos los derechos por ella enunciados, y tiene un alcance sobre las políticas públicas, las
normas jurídicas y las prácticas sociales vigentes. Proclama a los niños como titulares de
esos derechos, estableciendo el nuevo enfoque de su protección integral. La
problematización de ese no-derecho de los niños y adolescentes vigente, plasmado tanto en
el Estado como en la sociedad, aún cuando es interpelado por la Convención, requiere de un
proceso de adecuación: el paso de las necesidades a los derechos requiere dejar de definir
autoridades que resuelvan los problemas de la infancia, para concentrarse en la creación de
mecanismos públicos destinados a asegurar la exigibilidad de esos derechos.
Las Políticas Públicas siempre constituyen un conjunto articulado e interrelacionado
de planteamientos proyectivos que el Estado delinea e implementa a través del gobierno y
actores sociales y políticos, que buscan, por una parte, responder a las necesidades de la
población, y por otra, la funcionalidad y reproducción de la estructura estatal. Pero, las
Políticas Públicas son también expresión de los niveles de participación, movilización y
lucha social de la sociedad civil dentro de los mismos marcos sociales.
En ese sentido, podemos afirmar que los servicios zonales y locales de la ley 13298
involucran, un nuevo mecanismo, un esfuerzo colectivo, consciente, comprometido y
articulador de los actores sociales de un espacio local, como medio para identificar y
promover las potencialidades colectivas y para generar apoyos indispensables para la
solución de necesidades, problemas, peticiones y demandas. El Desarrollo Local hace
referencia al proceso de aumento de la capacidad de los espacios locales para reconocerse
como protagonistas de su desarrollo, identificar necesidades y problemáticas,
potencialidades, recursos y vacíos, definir sus demandas y orientar recursos a la solución de
sus problemas. Es claro que la construcción de políticas sociales alternativas se encuentra
estrechamente vinculada a la posibilidad de que desde los espacios locales se generen
proyectos que garantice un verdadero bienestar social y el convencimiento de los actores
que realizan las practicas de intervención.
El principio de la municipalización y de la participación en las políticas públicas 13es
un excelente ejemplo de traducción legislativa de la Convención, que puede ser cumplido
con éxito solamente si la red de las relaciones democráticas de poder y de participación
están desarrolladas de manera suficiente en la comunidad local.
En este contexto, sostenemos la necesidad de seguir construyendo espacios
académicos de formación y discusión a fin de posibilitar respuestas certeras que, en el plano
de la intervención profesional, instalen al paradigma de la protección integral de la niñez
como posicionamiento ético político en materia de las prácticas con niños y adolescentes.

Por último, desde el T rabajo Social.

A lo largo de la historia, se han comenzado a hacer rupturas con su origen


conservador, defensor de jerarquías y del orden impuesto, que impulsa una contención a las
consecuencias directas e indirectas del Capitalismo, moralizando las costumbres, lo que
permitió cuestionar la realidad, reconocerse como asalariados y comprender esa realidad

13
que ha sido formulado en el "Estatuto del Niño y el Adolescente" de Brasil
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como un todo indisociable, tal como lo explica Kosik “como un todo estructurado y
dialéctico, en el cual puede ser comprendido racionalmente cualquier hecho”.14. Debemos
crear a medida que vamos haciendo, tomar un elemento de la totalidad concreta, que no es la
suma del todo de la realidad, sino que es develar en cada particular, las articulaciones que
estructuran ese aspecto de la realidad con otros, realizar un análisis, reflexionar y volver a
repensar este elemento poniendo en practica el ejercicio de la dialéctica.
Desde nuestra concepción como docentes e integrantes de la cátedra de Derecho I
(FTS/UNLP) acompañando las ideas de la Convención, es imprescindible, romper con la
idea de sujeto pasivo, para pasar a una concepción superadora en la cual el sujeto histórico
social, castigado, reprimido, por una clase que opaca en él su cualidad de sujeto creador y
transformador, se explore en la realidad del pensamiento crítico y reflexionado, en una
búsqueda constante de su vida, como sujetos socio históricos, contradictorio, transformador,
crítico y reflexivo.
Desde el Trabajo social es necesario indagar permanentemente la concepción ética-
política, que deberá tener como pilar fundamental el respeto y defensa de los Derechos
Humanos.
Se debe poner permanentemente en juego los Derechos Humanos, la violación de
estos derechos, ya que no son un mero enunciado sino que se construyen cotidianamente, en
cada espacio, con cada persona, con cada ciudadano.
Políticamente el Trabajo Social debe pensar necesariamente en proponer y
materializar un proyecto de sociedad distinto al establecido, o sea contribuir a un proyecto
transformador a favor de las clases populares.
Las prácticas profesionales en relación a la temática de la infancia deben ser puestas
en cuestión, ya que no es lo mismo, ni implica lo mismo, trabajar por los Derechos
Humanos con las personas que trabajamos, a entender que los sujetos que se nos presentan
en las distintas intervenciones son objeto de nuestro accionar protector y asistencial.
A 134 años, nos encontramos ante el proceso más significativo de deconstrucción del
control social de la infancia, y esta construcción depende de todos nosotros.

Bibliografía

Dr. Luis Agote, sesión de diputados del 28 de agosto de 1919. Citado en Periodismo Social.
“Los Derechos del Niño, la otra deuda interna”. Copyright © 2004 periodismosocial.org.ar

Iamamoto, Marilda. Servicio Social y división del trabajo. Un análisis crítico de sus
funciones. Cortez Editorial. 1992

Kosik, K. Dialéctica de lo concreto. Cap La totalidad concreta. Ed Grijalbo. México 1988.

Netto, J.P.: Capitalismo Monopolista y Servicio Social. Edit. Cortez, Brasil, 1997.

Siede, Virginia. “Identidad profesional”. Reunión provincial de residentes. Hospital


Belgrano. Junio de 2004.

14
Kosik, K. Dialéctica de lo concreto.Cap La totalidad concreta. Ed Grijalbo. México 1988. pag 55.

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