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Introducción
Uno de los problemas más importantes de la ingeniería moderna es la transformación de las fuentes
de energía en aquellas formas que sean más fácilmente aprovechadas. La forma más adecuada para
satisfacer nuestras necesidades es la energía mecánica. Sin embargo, la naturaleza nos suministra
energía en forma tal que, en la mayoría de los casos, se requiere una serie de transformaciones antes
de contar con la energía mecánica que nos permitirá efectuar un trabajo.
Una de las formas de energía a las que se tiene más fácilmente acceso es la energía térmica, es
decir, la energía que se transfiere en forma de calor como consecuencia de una diferencia de
temperatura. Esta energía puede ser tomada de fuentes muy diversas como la nuclear, la eléctrica, si
bien la más habitual es la que se obtiene a partir de la combustión de determinados combustibles.
Esta energía térmica, también denominada energía calorífica, puede ser aprovechada por
determinadas máquinas para su conversión en energía mecánica; son las denominadas, de forma
genérica, máquinas térmicas. Estas máquinas térmicas son dispositivos que permiten obtener un
trabajo útil a partir del calor, obedeciendo siempre los principios de la termodinámica, por lo que
comenzaremos el desarrollo del tema por el estudio de dichos principios.
Principios de la termodinámica
Los orígenes de la Termodinámica y sus leyes se encuentran en una serie de inventos prácticos que
se llevaron a cabo durante la revolución industrial en el pasado siglo, y en particular en el
descubrimiento de la máquina de vapor. La obtención de trabajo mecánico mediante la máquina de vapor
precisaba de la combustión de carburante acompañada de una transferencia de calor entre la llama y la
sustancia de trabajo en la máquina, generalmente agua.
En termodinámica sólo se estudian los sistemas en equilibrios, los cuales vienen caracterizados por
los valores que toman sus variables termodinámicas, que a su vez estarán relacionadas entre sí por las
denominadas ecuaciones de estado. Un sistema puede requerir para su completa caracterización de
múltiples variables, pero para muchos sistemas sencillos son suficientes tres variables únicamente,
siendo la temperatura una de ellas siempre.
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Consideremos el sistema formado un gas encerrado en un cilindro por un pistón, que puede
desplazarse sin rozamiento. Supongamos que la presión en el interior del pistón, es decir en el sistema,
y en el exterior, el entorno, es la misma. Por tanto, al ser el área del pistón la misma por ambos lados,
las fuerzas que actúan sobre el pistón serán iguales y de sentido opuesto, encontrándose éste en
equilibrio mecánico. Si se aumenta una cantidad infinitesimal la presión en el exterior, se producirá un
desequilibrio infinitesimal de fuerzas, de tal forma que el pistón se moverá hacia la derecha una
distancia infinitesimal, dx, disminuyendo el volumen del sistema y aumentando la presión del mismo
hasta que se iguale con la exterior, (suponemos la temperatura constante). Durante este proceso, que
ocurre a una velocidad infinitesimal, el sistema estará infinitesimalmente próximo al equilibrio.
El pistón, que pertenece al entorno, ha ejercido una fuerza, Fx, sobre la materia del sistema en la
frontera sistema – pistón, de modo que esta materia se ha movido una distancia dx. El entorno, por
tanto, ha realizado un trabajo sobre el sistema. La fuerza aplicada por el pistón sobre el sistema
podemos expresarla en función de la presión: F = P/A. Además, el volumen del cilindro es:
En el caso de que el sistema no se comprima sino que se expanda, es decir, se diminuye la presión
exterior, el pistón se moverá hacia fuera y el desplazamiento de materia en la frontera sistema –
pistón será negativo, dx < 0. Puesto que el sentido de F de no ha cambiado (el pistón sigue ejerciendo
fuerza en el sentido positivo de las x), el trabajo realizado sobre el sistema por el entorno es negativo.
Cambio energético = Q - W
Experimentalmente se encuentra que, para un sistema dado, el valor del cambio energético en
cualquier proceso a lo largo de cualquier trayectoria es siempre el mismo. Es decir, el valor de (Q – W)
no depende de la trayectoria, sólo de los estados inicial y final, y por tanto existe una función de
estado asociada a tal magnitud. Dicha función de estado es la denominada energía interna, U: ∆ Uint =
Q – W = (Uint)f - (Uint)i
Para un proceso infinitesimal (empleando un fluido, gas, como sustancia de trabajo, y además no
consideramos las formas de trabajo que no sean de expansión) se tendrá que:
dUint = dQ – dW = dQ - PdV
Esta expresión constituye la forma matemática del primer principio de la termodinámica que, de una
parte expresa el principio de conservación de la energía, y de otra define una nueva magnitud de
estado, la energía interna. Vemos entonces que, si bien Q y W dependen de la trayectoria seguida en
el cambio de estado, su combinación, es decir la energía interna, no. Por tanto, aunque Q y W sean
variables no son independientes entre sí, ya que su diferencia debe tener un valor definido para
cualquier cambio de estado.
Si la energía interna no fuera una variable de estado, podríamos obtener energía de un sistema
llevándolo repetidamente de un estado 1 a un estado 2 a través de una trayectoria A, y luego del
estado 2 al 1 por una trayectoria B, de forma que E B > EA. Una máquina que opera de esta forma,
creando energía de “la nada” es la denominada máquina de movimiento perpetuo de primera especie.
El fracaso completo en la construcción de dicha máquina fue lo que condujo a enunciar la primera ley de
la termodinámica. Esta ley se ha enunciado de diversas formas, pero su implicación fundamental es que
aunque la energía se pueda convertir de una forma en otra, no se puede crear ni destruir. Dicho de
otro modo, siempre que se produzca una cantidad de una clase de energía, se deberá consumir una
cantidad exactamente equivalente de otra clase. Este resultado se conoce también como ley de
conservación de la energía: la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma.
que un proceso, energéticamente posible, tenga lugar en una determinada dirección, ni de las
condiciones bajo las cuales el calor se puede transformar en trabajo.
Así, por ejemplo, la experiencia indica que si se ponen en contacto dos cuerpos a temperaturas
diferentes, se transfiere calor del cuerpo más caliente al cuerpo más frío, hasta que se alcanza el
estado de equilibrio térmico entre ellos. Según el primer principio, sería posible el proceso inverso, de
modo que los dos cuerpos en equilibrio térmico podrían volver espontáneamente a sus correspondientes
estados iniciales, enfriándose uno de ellos y calentándose el otro. Este proceso inverso, compatible con
el primer principio, que sólo exige que el calor cedido por el cuerpo caliente sea exactamente igual al
ganado por el cuerpo frío, no se ha observado nunca. Por otra parte, el primer principio no establece
ninguna diferencia entre calor y trabajo, sin embargo, la experiencia nos muestra que son
cualitativamente diferentes. Así, nunca se ha observado que un sistema, como una piedra, se enfríe
espontáneamente y, transformando parte de su energía térmica en mecánica, ascienda una cierta altura.
Por consiguiente, debe existir otro principio, que no se deduce del primero, que determine el
sentido en el que se producen los procesos en un sistema aislado. Este principio es el segundo principio
de termodinámica, suministra el criterio acerca de la posibilidad de que un proceso tenga lugar bajo las
condiciones especificadas. Mientras que el primer principio niega la posibilidad de crear o destruir la
energía, el segundo niega la posibilidad de utilizar esta energía en una dirección determinada. Los dos
constituyen generalizaciones de la experiencia, no demostrables a priori, pero cuya validez viene
confirmada por el hecho de que las predicciones que se hacen a partir de ellos son enteramente
consecuentes con la realidad experimental.
Por otra parte, los sistemas evolucionan según un determinado proceso tendiendo hacia su estado de
equilibrio termodinámico, y una vez alcanzado éste, si no se modifican las condiciones del medio, cesa
por completo. Así, por ejemplo, tenemos que un gas se expande desde las regiones de presión alta a las
zonas de presión baja, hasta que el valor de la presión es uniforme para todo el gas. Sin embargo,
nunca se han observado los procesos inversos, y la irreversibilidad de los procesos espontáneos es la
base del segundo principio de termodinámica.
Este ejemplo y otros muchos, nos muestran que el sentido en que pueden evolucionar los procesos en
la naturaleza coincide con el sentido en el que aumenta el desorden, así, las moléculas de un gas están
más desordenadas al expandirse que cuando están comprimidas. El grado de desorden de un sistema se
puede determinar mediante una magnitud termodinámica, introducida por Clausius, y que recibe el
nombre de entropía, S. Se trata de una función de estado cuyas variaciones, en realidad, sólo pueden
medirse para procesos reversibles a temperatura constante. Para estos procesos se demuestra que la
variación de entropía viene dada por:
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∆Qrev ∆Qirrev
∆S = , y para los procesos irreversibles se cumplirá que: ∆S >
T T
Se puede demostrar además que, para un proceso irreversible que tiene lugar en un sistema aislado,
como lo es el universo, el incremento de entropía es siempre positivo. Esto se traduce en que para
cualquier proceso espontáneo, y por tanto irreversible, resulta imposible que transcurra en el sentido
que conduzca a una disminución de la entropía.
Enunciado de Carnot: Una transformación cíclica de un sistema que intercambie calor con un solo
foco calorífico no puede realizar trabajo.
Enunciado de Kelvin-Planck: Es imposible construir una máquina térmica que, funcionando en ciclos,
no produzca otro efecto que el de extraer calor de un foco calorífico y realizar una cantidad
equivalente de trabajo.
Enunciado de Clausius: Es imposible construir una máquina que, funcionando en ciclos, no produzca
otro efecto que el paso del calor de un cuerpo frío a otro de mayor temperatura
a) Se establece una diferencia esencial entre el calor y el trabajo. Así, mientras que el trabajo se
puede transformar íntegramente en calor, el calor no puede transformarse íntegramente en
trabajo.
Del resultado anterior se deduce que lo que se requiere es una serie de procesos mediante los
cuales el sistema vuelva a su estado inicial siguiendo un ciclo no isotérmico. En este ciclo algunos de los
procesos que lo constituyen supondrán una absorción de calor, mientras que otros darán lugar a un
flujo de calor desde el sistema al medio. Puesto que para un ciclo se verifica que:
∆ Uciclo = 0
el calor neto absorbido por el sistema, que es igual a la diferencia entre el calor absorbido y el calor
cedido, se devuelve al medio en forma de trabajo: Qciclo = -W
El dispositivo mecánico cuyo funcionamiento obliga al sistema a recorrer un ciclo constituye una
máquina térmica, denominándose al sistema sustancia operante. Para que la transformación pueda
continuar de modo indefinido es necesario que no se produzcan cambios en el estado del medio.
El intercambio de calor entre el sistema y el medio no debe dar lugar a cambios en la temperatura
del medio y, por consiguiente, tal y como se ha señalado, el medio debe de estar constituido por dos
focos caloríficos a temperaturas diferentes, tales que el sistema absorbe una cierta cantidad de calor
Q2 del foco a la temperatura más alta, T2, convierte parte de él en trabajo, W, y el resto, Q1, lo cede
al foco de temperatura más baja, T1; el foco de temperatura más alta constituye la fuente caliente de
la máquina, mientras que el foco frío constituye el refrigerante.
Si consideramos los valores absolutos de los calores intercambiados con los dos focos, se tiene:
W Q 2 − Q1 Q1
η = = = 1 −
Q2 Q2 Q2
Esta expresión establece que existe un límite al rendimiento de cualquier máquina térmica, siendo el
mismo menor que la unidad para cualquier máquina térmica.
Si la máquina opera sobre el sistema de modo que se invierte el sentido del ciclo, el resultado final
es la absorción de calor del foco frío realizando un trabajo sobre el sistema, y la cesión al foco
caliente de una cantidad de calor igual a la suma del trabajo consumido y del calor extraído. Una
máquina de este tipo constituye una máquina frigorífica y en este caso la sustancia operante se
denomina sistema refrigerante.
La magnitud que expresa la capacidad de la máquina frigorífica para extraer calor del foco frío
mediante el consumo de trabajo, viene medida por la eficacia de la máquina que se define por la
relación:
Si se tiene en cuenta que el calor transferido al foco térmico de temperatura más alta es igual, en
valor absoluto, a la suma del calor extraído y al trabajo consumido:
Q2 = Q1 + W
Q1
y la eficacia de la máquina puede escribirse en la forma: ε =
Q 2 − Q1
a) Expansión isotérmica reversible a TC. El sistema absorbe una cantidad de calor QC del foco
caliente.
c) Compresión isotérmica reversible a TF. El sistema cede una cantidad de calor Q F a la fuente
fría.
d) Compresión adiabática reversible, que completa el ciclo. La temperatura del sistema aumenta a TC.
Una máquina que trabaja según este ciclo constituye una máquina de Carnot. La reversibilidad de las
cuatro etapas supone la reversibilidad del ciclo completo, y por consiguiente, si se invierte su sentido
las cantidades de calor y de trabajo intercambiadas en cada etapa son exactamente iguales a las del
proceso directo pero de signo contrario. En este caso la máquina absorbe una cantidad de calor QF del
foco frío a la temperatura TF, y cede al foco caliente, a la temperatura TC, una cantidad de calor QC,
igual a la suma del calor absorbido y del trabajo sobre el sistema. Una máquina de este tipo se conoce
con el nombre de máquina frigorífica de Carnot.
El sistema que constituye la sustancia operante en el ciclo de Carnot puede ser cualquier sistema
termodinámico de masa constante. Así, la máquina puede trabajar con un sistema químico formado por
un gas o por un vapor saturado, con una pila electroquímica, con un sistema magnético, etc.
1. Expansión isotérmica reversible desde el estado A al B. En esta expansión el gas absorbe una
cantidad de calor QC del foco caliente a la temperatura TC. En este caso tenemos:
VB
∆ UAB = 0 ; QAB = QC = WAB ; WAB = nR TC Ln
V
A
2. Expansión adiabática reversible desde B hasta C, en la que la temperatura del gas desciende hasta
el valor correspondiente al foco frío TF. Para esta expansión resulta:
3. Compresión isotérmica reversible desde el estado C hasta D. En este proceso el gas cede al
foco frío una cantidad de calor, QF:
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VD
∆ UCD = 0 , QCD = QF = WCD ; WCD = nRT F Ln
VC
4. Compresión adiabática reversible desde D hasta A con lo que se cierra el ciclo, en la que su tempe-
ratura pasa al valor TC del foco caliente.
TC
Como resultado de los cuatro procesos señalados, el sistema ha descrito un ciclo de Carnot, en el
que el trabajo que realiza y el calor intercambiado es igual a la suma de los correspondientes a cada
una de las etapas. Teniendo en cuenta diferentes relaciones termodinámicas se obtiene finalmente
para el rendimiento de la máquina ideal el siguiente resultado:
W nR(TC − TF ) Ln( VB / VA ) T
η = = ⇒ η = 1− F
QC nRTC Ln( VB / V A ) TC
Por consiguiente, la eficacia de esta máquina depende sólo de las temperaturas del gas ideal en los
focos frío y caliente.
Motores térmicos
La transformación de calor en trabajo se realiza de ordinario en la práctica por dos tipos de
generales de máquina térmica o motor: el motor de combustión externa, como la máquina de vapor, y el
motor de combustión interna, como el motor de explosión y el motor de combustión.
En ambos tipos, un gas o mezcla de gases contenidos en un cilindro experimenta un ciclo, obligando
al pistón a comunicar a un eje un movimiento de rotación, venciendo una fuerza. En ambos motores es
necesario que el gas experimente en determinado instante del ciclo elevaciones de temperatura y
presión. En los motores de combustión externa, esta elevación tiene lugar en un horno exterior al
pistón, mientras que en los de combustión interna, esta elevación se produce mediante una reacción
química en el interior del propio pistón.
Máquina de vapor
Los elementos principales de la máquina de vapor, y las misiones que realizan son:
b) Caldera: es un recipiente donde se genera el vapor. El agua, impulsada por una bomba penetra en
la caldera en estado líquido, a alta presión y a una temperatura próxima a la del ambiente. En la
caldera el agua se calienta y se vaporiza, pasando a continuación a un sobrecalentador donde se
eleva más su temperatura, pero manteniéndose a la presión de la caldera. Finalmente, el vapor
sobrecalentado pasa al cilindro.
Ciclo de Rankine
En la transparencia se muestra el ciclo idealizado que corresponde al proceso realizado en una
máquina de vapor. El agua líquida de la caldera (punto a), absorbiendo calor del hogar, eleva su
temperatura a presión constante hasta T1 (punto e), y manteniendo luego constante la presión y la
temperatura se transforma en vapor saturado y seco (punto b). El vapor saturado se expande en el
interior de la máquina de una forma adiabática y reversible, hasta alcanzar la temperatura T 2 del
refrigerante (punto c), y se condensa parcialmente, produciendo un trabajo positivo. Prosigue luego la
condensación a temperatura y presión constante hasta el punto d, formándose líquido saturado. Por
último, el líquido saturado se comprime reversible y adiabáticamente hasta alcanzar la presión y
temperatura de la caldera (punto a), completándose así el ciclo.
La potencia de una máquina de vapor depende de la presión y de la cantidad de vapor admitida por
el cilindro en la unidad de tiempo. Como la presión varía a lo largo de la carrera del émbolo, se suele
considerar una presión promedio, denominada presión media efectiva. Por otra parte, la cantidad de
vapor por unidad de tiempo es igual al volumen del cilindro multiplicado por el número de revoluciones
por unidad de tiempo. Así pues, la potencia resulta ser:
Potencia = p · L ·S · f
donde p es la presión media efectiva, L es la carrera del cilindro, S la superficie del émbolo, y f las
revoluciones por unidad de tiempo. En caso de que el cilindro sea de doble acción la potencia resultará
prácticamente el doble. Sin embargo, a causa de los rozamientos y otras pérdidas, la potencia real
suele oscilar entre el 70% y 90% del valor teórico.
Turbina de vapor
Las turbinas de vapor constituyen otro mecanismo alternativo para el aprovechamiento de la
expansión del vapor. En ellas, el vapor es distribuido por cuatro toberas actuando directamente sobre
las paletas de una rueda, haciéndola girar con velocidades del orden del 10000 rev/min. Al pasar por
las toberas el vapor pierde presión y gana velocidad, a la vez que se orienta el flujo para que éste
incida tangencialmente sobre las paletas.
expansión del vapor producido y precalentamiento del agua a la entrada de la caldera mediante
extracción de parte del vapor antes de su total expansión.
Estos dos inconvenientes pueden reducirse en gran medida si se sustituye el vapor por otro fluido
motor y se realiza la combustión en el interior del cilindro de la máquina. El fluido activo, o sustancia
de trabajo, lo constituye una mezcla de aire y del combustible empleado, la cual tras la combustión
modifica su composición. El proceso es totalmente irreversible, siendo necesario a intervalos iguales de
tiempo regenerar el fluido activo. No obstante, y con el fin de aproximarse teóricamente a la
descripción de las transformaciones termodinámicas correspondientes, se considera el fluido activo
como si se tratara de un gas perfecto que describe ciclos idénticos y reversibles. El considerable
grado de dilución de los gases en juego hace como razonablemente aproximada tal hipótesis
simplificadora.
Dentro de las máquinas de combustión interna podemos diferenciar distintos tipos según:
a) el combustible utilizado: combustibles líquidos (gasolina, gasóleo, etc.), gaseoso o mezcla de ambos.
d) el número de carreras que efectúa el pistón del cilindro en un ciclo completo: motores de cuatro y
dos tiempos
g) Etc.
combustión. El ciclo que se lleva a cabo en este tipo de motores supone la realización de 6 procesos, de
los cuales 4 requieren movimiento de pistón y se denominan carreras. Los 6 procesos son:
1. Carrera de admisión: El pistón desciende desde su posición más alta dentro del cilindro,
denominada punto muerto superior (PMS), arrastrado por el movimiento del cigüeñal. Como
consecuencia, se produce una depresión en el interior del cilindro que permite que éste se llene con
la mezcla de vapor de gasolina y aire a través de la válvula de admisión. Cuando el pistón llega a su
posición más baja, denominada punto muerto inferior (PMI), concluye la primera carrera, la válvula
de admisión se cierra y el cigüeñal habrá girado 180º.
La mezcla aspirada se encuentra a la presión y temperatura exteriores (P1 y T1), y el volumen del
cilindro aumenta de Vo a V1 (tramo 0 – 1)
2. Carrera de compresión: El pistón asciende desde el PMI hasta el PMS arrastrado por el
movimiento del cigüeñal. Cuando el pistón llega al PMS concluye la segunda carrera y el cigüeñal
habrá girado otros 180º.
3. Explosión: Se hace la combustión de la mezcla caliente tenga lugar rápidamente mediante una
chispa eléctrica (proporcionada por la bujía), provocando un aumento brusco de la presión (de P 2 a
P3) y la temperatura (de T2 a T3), permaneciendo el volumen constante, con lo que se produce una
cesión de calor, Q1, del combustible al motor (tramo 2 – 3). Este tramo no se denomina carrera al
no tener lugar ningún movimiento del pistón.
6. Carrera de escape: El pistón se desplaza desde el PMI hasta el PMS arrastrado por el
movimiento del cigüeñal, permaneciendo abierta la válvula de escape permitiendo la salida de los
residuos de combustión (el volumen disminuye de V1 a Vo). Al llegar el pistón al PMS concluye la
cuarta carrera, que también va asociada a un giro de 180º del cigüeñal. Se cierra la la válvula de
escape y se abre la de admisión dando comienzo un nuevo ciclo (tramo 1 –0).
En todos los procesos del ciclo se producen diversos fenómenos (rozamientos, disipaciones de calor,
reacción incompleta, etc.) que hace prácticamente imposible un estudio matemático exacto del mismo.
Esto hace que, para su estudio se deban suponer condiciones ideales que simplifican el problema. El
ciclo teórico al que puede asimilarse el funcionamiento del motor de gasolina ideal recibe el nombre de
ciclo de Otto, en el que se introducen las siguientes aproximaciones:
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Q1 = ∆ U = Cv (T3 - T2)
Análogamente, para el proceso 41 el calor cedido considerado positivo vendrá dado por:
Q2 = ∆ U = Cv (T4 - T1)
Q2 T4 − T1
η = 1 − = 1 −
Q1 T3 − T2
Considerando las relaciones entre T y V para los procesos adiabáticos, y que V 1 = V4 y V2 = V3, se
tendrá, considerando la mezcla como gas ideal, finalmente para el rendimiento del motor:
γ−1
V2 1
η = 1 −
V = 1−
γ−1
1 r
donde el cociente V1/V2 se nota por r y se denomina razón de compresión de mezcla. En
principio, se podría mejorar el rendimiento aumentando la relación de compresión R, sin embargo existe
un límite por encima del cual no puede elevarse el valor de R, ya que a presión y la temperatura
elevadas la mezcla de carburante y aire explosiona antes de que salte la chispa, y se dice que se
alcanza el nivel de autoignición. Para lograr alcanzar valores de R de hasta 10 es necesario añadir al
combustible sustancias antidetonantes que eviten la autoignición.
En general, los rendimientos de los motores de explosión suelen ser relativamente bajos debido a
una serie de factores como son:
b) Existe un intercambio de calor entre los gases y las paredes, lo que obliga a refrigerar el
cilindro, y como consecuencia de ello, las líneas de compresión 1 – 2 y la de expansión 3 – 4 no
son adiabáticas.
Todo esto se traduce en que el diagrama real del ciclo de Otto difiere bastante del teórico.
El motor de cuatro tiempos descrito viene caracterizado por una serie de parámetros, tales como el
diámetro del cilindro, la carrera del pistón, el volumen de la cámara de combustión y el régimen de giro
del motor. El diámetro o calibre, D; es el diámetro interior del cilindro medido en mm; la carrera, S,
es el espacio que recorre el pistón entre el PMS y el PMI, expresado también en mm; el volumen de la
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cámara de combustión Vc es el volumen que ocupa la mezcla cuando el pistón está en el PMS en la fase
de compresión; el régimen de giro del motor, n, es el número de rev/min a que gira el motor.
A partir de estos parámetros pueden determinarse otros como la relación carrera-diámetro (S/D);
la cilindrada unitaria, VD, que es el volumen comprendido entre PMS y PMI; la cilindrada total, VT, que
es el producto de la cilindrada unitaria por el número de cilindros del motor, Z; y la relación
volumétrica de compresión, r.
πD 2 S VD + VC
VD = VT = Z · VD r =
4000 VC
Al igual que los motores Otto, los motores diesel son motores de cuatro tiempos o carreras,
teniendo que considerar en total seis procesos.
1. Admisión: El pistón desciende desde el PMS, arrastrado por el cigüeñal, y como consecuencia se
produce una depresión en el interior del cilindro que provoca la entrada de aire a través de la
válvula de admisión. Cuando el pistón llega al PMI, concluye la primera carrera, el cigüeñal habrá
girado 180º y la válvula de admisión se cierra (tramo 0 – 1).
2. Compresión: El pistón asciende desde el PMI hasta el PMS, permaneciendo las válvulas cerradas.
El aire se comprime de forma adiabática hasta una elevada presión y temperatura. Cuando el pistón
alcanza el PMS se concluye la segunda carrera (tramo 1 – 2).
En el punto 3 se introduce el combustible a una elevada presión (~70atm) de forma controlada con
lo que la mezcla se inflama a presión constante, produciéndose un avance del pistón (tramo 2 – 3).
4. Escape: Al llegar el pintón al PMI se abre la válvula de escape para permitir la salida de los
gases de combustión, disminuyendo la presión hasta la atmosférica (tramo 4 – 1). El pistón vuelve
a ascender hasta el PMS arrastrado por el cigüeñal, concluyendo la cuarta carrera (tramo 1 – 0),
momento en que se abre la válvula de admisión dando comienzo un nuevo ciclo.
Al igual que indicamos para el motor de gasolina, es preciso despreciar una serie de efectos
perturbadores que acontecen realmente durante el proceso con el fin de poder asimilar el ciclo real a
uno ideal, cuyo rendimiento puede ser calculado por procedimientos termodinámicos. Este ciclo
simplificado recibe el nombre de ciclo diesel.
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Al igual que en el ciclo de Otto, podemos evaluar el rendimiento del ciclo teórico haciendo uso de las
relaciones termodinámicas, obteniéndose finalmente el siguiente resultado:
T1 (V / V ) γ −1
η = 1 − 3 2
γT2
(V3 / V2 ) −1
1 r γ −1
⇒ η = 1 − c
γ−
re γ (rc − 1)
Al igual que el ciclo de Otto, el ciclo real de Diesel difiere notablemente del ideal debido a que la
combustión no se realiza a presión constante, la expansión de 3 a 4 no es adiabática y el proceso de
escape (4 – 1) tampoco se lleva a cabo a volumen constante.
Al comparar el motor de Diesel con un motor de explosión podemos establecer las siguientes
ventajas: mayor rendimiento térmico, menor consumo, mayor duración del motor y menor
contaminación de los gases de escape. Sin embargo, presenta los siguientes inconvenientes: motor más
pesado, mayor coste de fabricación y mayor ruido por las explosiones de la combustión.
Tanto en el caso del motor de explosión como en el de combustión, podemos incrementar la potencia
desarrollada por los mismos mediante la sobrealimentación. La sobrealimentación consiste en aumentar
la cantidad de mezcla admitida en el cilindro con respecto a la que entraría por efecto del simple
movimiento del émbolo durante el periodo de admisión. Esto se consigue aumentando la presión del aire
o de la mezcla a la entrada del cilindro. Para ello se intercala en el circuito de entrad de un compresor
accionado por una turbina movida por los gases de escape, que habrán pasado previamente a través de
un intercambiador de calor.
El ciclo de funcionamiento del motor de dos tiempos consta de las mismas cuatro fases que el motor
de cuatro tiempos, sólo que son realizadas en dos carreras de pistón, y por tanto, en una sola vuelta del
cigüeñal. Tenemos entonces la etapa de admisión-compresión (primer tiempo) y la etapa de expansión-
escape (segundo tiempo)
Comparando con el motor de cuatro tiempo, el de dos tiempos presenta las siguientes ventajas:
Sencillez de construcción; Supresión de válvulas; Mayor potencia; Mejor funcionamiento de los
elementos de transmisión. Sin embargo, presenta los siguientes inconvenientes: Menor rendimiento
mecánico; Mayor temperatura de funcionamiento; Mayor desgaste de sus elementos; Mayores niveles
de contaminación. En la actualidad, el motor de dos tiempos se emplea en pequeños motores de lanchas,
de motocicletas, etc.
Además del motor de dos tiempos, existen otros dos tipos de motor de interés: el motor Wankel y
el motor Stirling. El motor Wankel es un motor de combustión interna de explosión con un proceso de
cuatro tiempos, pero con movimiento rotatorio del pistón, no siendo por tanto necesario el cigüeñal
(pag. 100, TI-2 Ed. Edebe). Por su parte, el motor de Stirling es un motor de combustión externa (pag
181, TI-2 Ed. Everest).
Las turbinas de gas de explosión están constituidas fundamentalmente por un compresor, una o
más cámaras de combustión y la turbina propiamente dicha. Las cámaras se cargan con aire por medio
de un compresor, y cuando están cargadas se cierra la válvula de admisión y se introduce el
combustible, que explosiona por la acción de una chispa, incrementándose bruscamente la presión a
volumen constante. En este momento se abre la válvula de escape por donde salen los gases de la
combustión a gran velocidad, dirigiéndose hacia los álabes de la turbina. La presión disminuye y cuando
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su valor se iguala con el exterior (atmosférica), se cierra la válvula de escape y se abre la de admisión,
cargándose de nuevo la cámara. El ciclo termodinámico ideal es el denominado ciclo de Otto a
expansión completa.
En ambos tipos de turbina, el compresor consta de dos elementos: el rotor y el difusor. El rotor,
centrífugo o radial, acelera el aire entrante, y la energía cinética que adquiere se transforma en
energía de presión en el difusor. Por su parte, las turbinas están constituidas por un distribuidor y y un
rotor. El distribuidor disminuye la presión de los gases calientes, incrementando su velocidad, mientras
que en el rotor la energía cinética se transforma en energía mecánica.
Máquinas frigoríficas
Los circuitos frigoríficos tienen como misión transportar calor de una forma cíclica desde un cuerpo
que se enfría hasta otro que se encuentra a temperatura más elevada. Este proceso, tal y como se
discutió en la primera parte del tema, no es un proceso espontáneo e implica una disminución de la
entropía; por ello resulta necesario efectuar un trabajo desde el exterior, lo que se lleva a cabo por
medio de un compresor, y tendremos las máquinas frigoríficas de compresión, o bien mediante el
transporte de calor desde una fuente auxiliar a una temperatura superior a la del cuerpo caliente, y
tendremos las instalaciones frigoríficas de absorción.
Fluidos criogénicos
Los fluidos criogénicos deben de reunir una serie de características como son:
b) Presión de vaporización superior a la atmosférica, ya que si fuese demasiado baja, podría entrar
aire en el circuito lo que implica que el agua contenida en él podría solidificarse y obturar el
circuito.
c) Baja presión de condensación, evitando así el trabajar con elevadas presiones en el compresor.
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Entre los fluidos criogénicos más empleados tenemos el agua (temperaturas superiores a 0ºC),
salmuera de NaCl (hasta –20ºC), salmuera de CaCl 2 al 30% (hasta –50ºC) y soluciones
hidroalcohólicas anticongelantes para temperaturas inferiores a –50ºC.
1. El compresor, accionado por un motor (que aporta el trabajo consumido en este proceso), aumenta
de una forma adiabática la presión y temperatura del fluido refrigerante de P1 a P2 y de Tf a Tc.
(Tramo 1 –2)
2. El fluido llega al condensador donde se licúa, cediendo una calor, Q1, al sistema de refrigeración del
condensador, el cual se caliente permaneciendo el fluido a temperatura constante, Tc. (Tramo 2 –
3)
El rendimiento de la máquina frigorífica, tal y como se estudio en la primera parte del tema, vendrá
dado por la relación entre el calor extraído de la fuente fría y el trabajo necesario para ello:
Q2 Q2 Tf
ε = = =
W Q1 − Q 2 Tc − Tf
Como por regla general Tf > (Tc – Tf), este rendimiento es mayor que la unidad, por lo que a ε se le
denomina eficiencia.
Los ciclos de refrigeración que se verifican en la práctica se diferencian del de Carnot en dos
aspectos fundamentales: En primer lugar, los procesos reales no son reversibles, sino que se desvían
del comportamiento ideal. El segundo de los aspectos lo tenemos en la compresión, ya que a la entrada
del compresor el fluido es una mezcla de líquido y vapor, y este tipo de mezcla presenta grandes
problemas en la compresión, por lo que no se emplea: en los sistemas reales se comprime sólo vapor,
para lo cual se sigue la evaporación, en el evaporador, hasta obtener vapor saturado. Además de estos
aspectos, otra cuestión a considerar es la expansión del líquido saturado que sale del compresor a
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través de la turbina. El trabajo que se obtiene es mucho menor que el necesario para el compresor, con
lo que se opta por eliminar la turbina y sustituirla por un elemento de simple expansión, como puede ser
una válvula de estrangulamiento o una válvula de laminación, basadas en la disminución de presión que
experimenta un fluido al pasar por un estrechamiento. Así, obtenemos un ciclo modificado que se
asemeja más al funcionamiento de los sistemas reales.
Fundamentalmente, hay dos tipos de sistemas de refrigeración: los de vapor y los de gas. En los de
vapor, el refrigerante se vaporiza y condensa alternativamente en los distintos elementos del circuito,
mientras que en los de gas, el refrigerante permanece siempre en estado gaseoso.
En el sistema de refrigeración por vapor, los procesos que se llevan a cabo son los siguientes:
2. Cesión de calor desde el refrigerante al exterior (foco caliente). En este proceso, el fluido se
condensa, siendo el calor cedido el calor latente de vaporización del fluido criogénico,
permaneciendo por tanto la temperatura, y la presión, constante. (Tramo 2 – 3).
3. Expansión adiabática del fluido en una turbina pasando éste de un líquido saturado hasta una mezcla
de líquido vapor, produciéndose un trabajo positivo y disminuyendo la temperatura y presión. Tal y
como se señaló, la turbina suele reemplazarse por una válvula de expansión, añadiéndose entonces al
circuito un acumulador donde se almacena el fluido procedente del condensador. (Tramo 3 –4).
4. Absorción de calor del foco frío por parte del refrigerante en el refrigerante. El fluido que entra
como una mezcla de líquido y vapor en el evaporador y se enriquece en vapor, recuperando a la salida
del mismo las condiciones iniciales de presión, temperatura y volumen, dando comienzo un nuevo
ciclo (Tramo 4 –1).
Entre las aplicaciones de las máquinas frigoríficas tenemos: refrigeración de cámaras para el
almacenamiento y conservación de alimentos, de camiones o vagones para el transporte de artículos
perecederos, aire acondicionado doméstico, etc. En todos ellos, se considera como foco frío el sistema
a refrigerar, y como foco caliente el medio ambiente.
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Bomba de calor
El funcionamiento básico de las bombas de calor es el mismo que las máquinas frigoríficas, la
diferencia radica en quien actúa de foco caliente y frío. En las bombas de calor será el ambiente quien
actúa de foco frío, mientras que el sistema, o recinto a calentar, será el foco caliente. Dicho de otra
forma, en las máquinas frigoríficas, el condensador se encontraba en el exterior del recinto y el
evaporador dentro, mientras que en las bombas de calor, es el condensador quien se encuentra en el
interior del recinto y el evaporador en el exterior.
En las máquinas frigoríficas, el rendimiento venía dado por la relación entre el calor extraído de la
fuente fría y el trabajo suministrado. Sin embargo, en las bombas de calor lo que interese es que la
cantidad de calor cedido a la fuente caliente, Q1, sea máxima, por lo que se define el rendimiento de la
misma como:
Q1 Q1 1
ε' = = = > 1
W Q1 − Q 2 Q2
1−
Q1
Comparando los rendimientos de la máquina frigorífica, (ε ), y de la bomba de calor, (ε ’), resulta
que: ε ’ = ε +1.
Las bombas de calor suelen clasificarse según el elemento o el medio que está en contacto con el
evaporador y el condensador. El medio en contacto con el evaporador puede ser aire, agua o el suelo,
mientras que en contacto con el condensador podemos tener aire o agua.
De las diferentes combinaciones posibles resultarán los diferentes tipos de bomba de calor, y su
funcionamiento seguirá el esquema explicado para las máquinas frigoríficas, con las diferencias
indicadas (medio exterior foco frío y recinto foco caliente).
Si a la bomba de calor se le dota de una válvula reversible que permita intercambiar las funciones
del evaporador y del condensador, podemos tener un sistema que, según convenga, funcione como
máquina frigorífica o como bomba de calor. Este tipo de sistema son las denominadas bombas de calor
reversibles.