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El Sistema Solar es un sistema planetario de la galaxia Vía Láctea que se encuentra en uno

de los brazos de ésta, conocido como el Brazo de Orión. Según las últimas estimaciones, el
Sistema Solar se encuentra a unos 28 mil años-luz del centro de la Vía Láctea.1

Está formado por una única estrella llamada Sol, que da nombre a este Sistema, más ocho
planetas que orbitan alrededor de la estrella: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter,
Saturno, Urano y Neptuno; más un conjunto de otros cuerpos menores: planetas enanos
(Plutón, Eris, Makemake, Haumea y Ceres), asteroides, satélites naturales, cometas... así
como el espacio interplanetario comprendido entre ellos.

Características generales

El Sol.
Planetas del Sistema Solar (tamaño a escala).

Los planetas y los asteroides orbitan alrededor del Sol, en la misma dirección siguiendo
órbitas elípticas en sentido antihorario si se observa desde encima del polo norte del Sol. El
plano aproximado en el que giran todos estos se denomina eclíptica. Algunos objetos
orbitan con un grado de inclinación considerable, como Plutón con una inclinación con
respecto al eje de la eclíptica de 18º, así como una parte importante de los objetos del
cinturón de Kuiper. Según sus características, y avanzando del interior al exterior, los
cuerpos que forman el Sistema Solar se clasifican en:

• Sol. Una estrella de tipo espectral G2 que contiene más del 99% de la masa del
sistema. Con un diámetro de 1.400.000 km, se compone, de un 75% de hidrógeno,
un 20% de helio y el 5% de oxígeno, carbono, hierro y otros elementos.
• Planetas. Divididos en planetas interiores (también llamados terrestres o telúricos)
y planetas exteriores o gigantes. Entre estos últimos Júpiter y Saturno se denominan
gigantes gaseosos mientras que Urano y Neptuno suelen nombrarse como gigantes
helados. Todos los planetas gigantes tienen a su alrededor anillos.

En el año 2006, una convención de astronomía en Europa declaró a Plutón como planeta
enano porque no reúne las características necesarias para ser llamado planeta.

• Planetas enanos. Esta nueva categoría inferior a planeta la creó la Unión


Astronómica Internacional en agosto de 2006. Se trata de cuerpos cuya masa les
permite tener forma esférica, pero no es la suficiente para haber atraído o expulsado
a todos los cuerpos a su alrededor. Cuerpos como Plutón (hasta 2006 considerado
noveno planeta del Sistema Solar), Ceres, Makemake y Eris están dentro de esta
categoría.
• Satélites. Cuerpos mayores orbitando los planetas, algunos de gran tamaño, como la
Luna, en la Tierra, Ganímedes, en Júpiter o Titán, en Saturno.
• Asteroides. Cuerpos menores concentrados mayoritariamente en el cinturón de
asteroides entre las órbitas de Marte y Júpiter, y otra más allá de Neptuno. Su escasa
masa no les permite tener forma regular.
• Objetos del cinturón de Kuiper. Objetos helados exteriores en órbitas estables, los
mayores de los cuales serían Sedna y Quaoar.
• Cometas. Objetos helados pequeños provenientes de la Nube de Oort.

El espacio interplanetario en torno al Sol contiene material disperso proveniente de la


evaporación de cometas y del escape de material proveniente de los diferentes cuerpos
masivos. El polvo interplanetario (especie de polvo interestelar) está compuesto de
partículas microscópicas sólidas. El gas interplanetario es un tenue flujo de gas y partículas
cargadas formando un plasma que es expulsado por el Sol en el viento solar. El límite
exterior del Sistema Solar se define a través de la región de interacción entre el viento solar
y el medio interestelar originado de la interacción con otras estrellas. La región de
interacción entre ambos vientos se denomina heliopausa y determina los límites de
influencia del Sol. La heliopausa puede encontrarse a unas 100 UA (15.000 millones de
kilómetros del Sol).

Los diferentes sistemas planetarios observados alrededor de otras estrellas parecen


marcadamente diferentes al Sistema Solar, si bien existen problemas observacionales para
detectar la presencia de planetas de baja masa en otras estrellas. Por lo tanto, no parece
posible determinar hasta qué punto el Sistema Solar es característico o atípico entre los
sistemas planetarios del Universo.

Estructura del Sistema Solar

Las órbitas de los planetas mayores se encuentran ordenadas a distancias del Sol crecientes
de modo que la distancia de cada planeta es aproximadamente el doble que la del planeta
inmediatamente anterior. Esta relación viene expresada matemáticamente a través de la ley
de Titius-Bode, una fórmula que resume la posición de los semiejes mayores de los
planetas en Unidades Astronómicas. En su forma más simple se escribe:

donde = 0, 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128.

(Aunque puede llegar a ser complicada)

En esta formulación la órbita de Mercurio se corresponde con (k=0) y semieje mayor 0,4
UA, y la órbita de Marte (k=4) se encuentra en 1,6 UA. En realidad las órbitas se
encuentran en 0,38 y 1,52 UA.Ceres, el mayor asteroide, se encuentra en la posición k=8.
Esta ley no se ajusta a todos los planetas (Neptuno está mucho más cerca de lo que se
predice por esta ley). Por el momento no hay ninguna explicación de la ley de Titius-Bode
y muchos científicos consideran que se trata tan sólo de una coincidencia.

La dimensión astronómica de las distancias en el espacio

Para tener una noción de la dimensión astronómica de las distancias en el espacio, es


interesante hacer un modelo a escala que permita tener una percepción más clara del
mismo. Imagínese un modelo reducido en el que el Sol esté representado por una pelota de
fútbol (de 220 mm de diámetro). A esa escala, la Tierra estaría a 23,6 m de distancia y sería
una esfera con apenas 2 mm de diámetro (la Luna estaría a unos 5 cm de la tierra y tendría
un diámetro de unos 0,5 mm) . Júpiter y Saturno serían bolitas con cerca de 2 cm de
diámetro, a 123 y a 226 m del Sol respectivamente. Plutón estaría a 931 m del Sol, con
cerca de 0,3 mm de diámetro. En cuanto la estrella más próxima (Próxima Centauri) estaría
a 6.332 km del Sol, y la estrella Sirio a 13.150 km.

Si se tardase 1 h y cuarto en ir de la Tierra a la Luna (a unos 257.000 km/h), se tardaría


unas 3 semanas (terrestres) en ir de la Tierra al Sol, unos 3 meses en ir a Júpiter, 7 meses a
Saturno y unos 2 años y medio en llegar a Plutón y dejar nuestro Sistema Solar. A partir de
ahí, a esa velocidad, tendríamos que esperar unos 17.600 años hasta llegar a la estrella más
próxima, y 35.000 años hasta llegar a Sirio.

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