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Psicología

Edad antigua

Cosmocentrismo: los griegos veían al cosmos como el centro de


todo. Lo veían perfecto y bello, entonces lo que buscaban era precisamente
eso: la belleza y la perfección.

Edad media

Teocentrismo: los romanos buscaban ampliar su territorio para


ampliar su imperio, entonces invaden, transmitiendo su cultura y creencias.
Eran cristianos, o sea, creían en Dios; y su gobierno estaba basado en
jerarquías. Comienza el Teocentrismo, o sea, el hombre necesitaba un
sustento para vivir, creer en algo y entonces se apoya en lo que dice la
Biblia, en la que estaba escrito cómo se debía vivir. Esto fue así durante
mucho tiempo, hasta que se empezó a dar cuenta que la Biblia no aportaba
conocimientos que le permitiera crecer intelectualmente y empieza a dudar
de ésta, buscando otros caminos. Comienza la desinteriorización y empieza
a tener mayor auge la razón. Los alquimistas dan los primeros indicios de
experimentación y son perseguidos por poner en duda lo que la Biblia decía.

Renacimiento: se produce una puja entre Dios y la razón, lo que


produce un largo período de incertidumbres, o sea, una crisis, que será el
punto de partida para los grandes cambios.

Edad moderna

Racionalismo: a fines del siglo XVI y luego de pasar por una larga
crisis, el hombre finalmente encuentra seguridad en la ciencia. Por medio de
la técnica, la ciencia busca satisfacer las necesidades primarias con el
mínimo esfuerzo. Hay una mayor profundización en los temas. Galileo
define a esta nueva ciencia así: consiste en medir todo lo que se pueda
medir y en conseguir medir lo no mensurable. La ciencia avanza y la razón
del hombre se impone como centro de todo (Antropocentrismo). El
hombre abandona su preocupación por lo existencial y se dedica al estudio
de las cosas

Conductismo

B. F. Skinner (1904- ?)
Escuela basada en el estudio del comportamiento animal, se estudia lo que
se ve, reemplaza la introspección por estudios sobre el condicionamiento, se
trabaja sobre el aprendizaje.

Watson lucha a comienzos de la década de 1910 por una psicología que


tan sólo trabaje con variables objetivas y manipulables, para poder controlar
científicamente la conducta de los organismos, incluido el hombre.

Para el Conductismo la Psicología debe ser ciencia eminentemente práctica,


sin nada de introspección, y teniendo como objetivo la predicción y el
control de la conducta.

Tan sólo reconoce aquellos procedimientos que atiendan exclusivamente a


las actividades del organismo en cuanto a respuestas externas observables
a estímulos también observables. El hombre no es otra cosa que la suma de
condicionamientos habidos. Watson concibe la personalidad como el
producto final de nuestros sistemas de hábitos. Negó la existencia de
cualesquiera caracteres o facultades innatos.

Según el conductismo lógico de Hull la conducta de todos los mamíferos


opera según las mismas leyes primarias. Intentó explicar cómo y por qué los
estímulos y las respuestas se conectan. Por ello, Hull postuló la existencia
de entidades teóricas inobservables, que intervienen entre el estímulo y la
respuesta.

El conductismo de Tolman puede ser definido como un conductismo


cognitivo, ya que destacó la importancia de los estados mentales para el
proceso de aprendizaje.

Según Skinner y su conductismo radical toda conducta se halla siempre


completamente determinada, nunca hay libertad de elección.

Creemos que alguien merece elogios cuando decide libremente obrar bien y
merece culpa cuando libremente obra mal. Sin embargo, para Skinner tanto
el elogio como la culpa son igualmente irracionales, dado que toda conducta
está determinada por las contingencias de reforzamiento, no por libre
albedrío del individuo.

Skinner utiliza el condicionamiento operante, según el cual una respuesta se


repite si con ella consiguió el animal el éxito (o placer) deseado. La
probabilidad de una respuesta aumenta o disminuye por lo que pasa
inmediatamente después de la misma, siendo este suceso un reforzador
positivo o negativo, siendo este suceso un reforzador positivo o negativo,
según aumente o disminuya tal probabilidad. La relación entre la respuesta
y lo que sigue es únicamente temporal. Skinner experimenta con este
modelo (E-R-refuerzo) para averiguar cuándo y bajo qué condiciones se
refuerza una respuesta y las consecuencias que esto tiene sobre su
probabilidad de emisión.
Skinner pone en duda la eficacia del castigo y para eliminar una respuesta
indeseable lo hace mediante el no refuerzo o el refuerzo de la respuesta
contraria deseada.

Algunos aportes que dio esta escuela a la psicología fue el


condicionamiento, el uso del método científico para el estudio del
comportamiento, además que ayuda a que se convirtiera en una ciencia.

Gestalt

Sus principales exponentes son psicólogos alemanes. Se funda a principios


del siglo XX, reconocen la importancia de la conciencia, afirmas que: "El
Todo es la suma de sus partes". Además impacta en el estudio de la
percepción.

La Psicología de la Gestalt pone de manifiesto la insuficiencia del


elementalismo (reducción de la mente a sus elementos más simples) en el
estudio de la percepción.
Rompe, por tanto, con el enfoque asociacionista impuesto por Wundt, al
afirmar que: Las propiedades del conjunto (del todo) emergen de alguna
manera de los elementos que lo componen, sin que se hayen estas
propiedades en los elementos aislados. El fenómeno psicológico es en sí
mismo un "todo" (gestalt) que, cuando se analiza, puede perder el riesgo de
perder su identidad, porque las propiedades de las partes sin más no
definen las del todo que resulta.

Principios de la Psicología de la Gestalt:

Isomorfismo: entre la experiencia y los procesos fisiológicos subyacentes,


existe la misma relación que entre un mapa y el territorio que representa
(se trata de realidades distintas, aunque el uno sirve como guía del otro).

Totalismo: la experiencia se ha de estudiar tal y como se nos ofrece, sin


dividirla en sus partes constituyentes.

El Psicoanalisis

El psicoanálisis es el conjunto de teorías que toman como base las


teorizaciones de Sigmund Freud concebidas a partir de su praxis para el
tratamiento de enfermedades mentales. Lo distintivo del psicoanálisis es el
trabajo sobre un inconsciente reprimido.
El psicoanálisis permite que, a través de la libre asociación, permite que el
analizante reciba la consigna de decir libremente todo lo que se le ocurra,
incluso aquello que juzgue inútil, inadecuado y hasta trivial. Sólo se le exige
no omitir ningún pensamiento, aunque sea vergonzoso o penoso. El
resultado será la reconstrucción de la historia del sujeto a través de sus
recuerdos reprimidos, lo que permite una desaparición del síntoma.

Las tópicas

Tal y como aclaran Jean Laplanche y Jean-Bertrand Pontalis en su


"Diccionario de Psicoanálisis" Tópica hace referencia a una "Teoría o punto
de vista que supone una diferenciación del aparato psíquico en cierto
número de sistemas dotados de características o funciones diferentes y
dispuestos en un determinado orden entre sí, lo que permite considerarlos
metafóricamente como lugares psíquicos de los que es posible dar una
representación espacial figurada. Corrientemente se habla de dos tópicas
freudianas, la primera en que se establece una distinción fundamental entre
inconsciente, preconsciente y consciente, y la segunda que distingue tres
instancias: el ello, el yo, el superyó"

Primera tópica: consciente, preconsciente e inconsciente

La conciencia es la cualidad momentánea que caracteriza las percepciones


externas e internas dentro del conjunto de los fenómenos psíquicos. El
término inconsciente se utiliza para connotar el conjunto de los contenidos
no presentes en el campo actual de la conciencia. Está constituido por
contenidos reprimidos que buscan regresar a la conciencia o bien que nunca
fueron conscientes y su cualidad es incompatible con la conciencia. El
'preconsciente' designa una cualidad de la psique que califica los contenidos
que no están presentes en el campo de la conciencia pero pueden devenir
en conscientes. Los estados reprimidos son aquellos que no se les puede
acceder sin una hipnosis, generalmente son revelaciones a través de
imágenes retenidas durante el tiempo de vida de cada individuo.

Segunda tópica: el Ello, el Yo y el Superyó

Diagrama del modelo estructural de tres instancias (Ello, Yo y Superyó) y de


su superposición con el modelo espacial de la psique en la primera tópica de
S. Freud (consciente, preconsciente, inconsciente).

El Ello es la instancia más antigua y original de la personalidad y la base de


las otras dos. Comprende todo lo que se hereda o está presente al nacer, se
presenta de forma pura en nuestro inconsciente. Representa nuestros
impulsos o pulsiones más primitivos. Constituye, según Freud, el motor del
pensamiento y el comportamiento humano. Opera de acuerdo con el
principio del placer y desconoce las demandas de la realidad.

El Superyó es la parte que contrarresta al ello, representa los pensamientos


morales y éticos recibidos de la cultura. Consta de dos subsistemas: la
"conciencia moral" y el ideal del yo. La "conciencia moral" se refiere a la
capacidad para la autoevaluación, la crítica y el reproche. El ideal del yo es
una autoimagen ideal que consta de conductas aprobadas y
recompensadas.
El Yo es una parte del ello modificada por su proximidad con la realidad y
surge a fin de cumplir de manera realista los deseos y demandas del ello de
acuerdo con el mundo exterior, a la vez que trata de conciliarse con las
exigencias del superyó. El yo evoluciona a partir del ello y actúa como un
intermediario entre éste y el mundo externo. El yo sigue al principio de
realidad, satisfaciendo los impulsos del ello de una manera apropiada en el
mundo externo. Utiliza el pensamiento realista característico de los
procesos secundarios. Como ejecutor de la personalidad, el yo tiene que
medir entre las tres fuerzas que le exigen: las del mundo de la realidad, las
del ello y las del superyó, el yo tiene que conservar su propia autonomía por
el mantenimiento de su organización integrada.

Los papeles específicos desempeñados de las entidades ello, yo y superyó


no siempre son claros, se mezclan en demasiados niveles. La personalidad
consta según este modelo de muchas fuerzas diversas en conflicto
inevitable.

El desarrollo libidinal

El psicoanálisis emplea el término pulsión (impulso que tiende a la


consecución de un fin) para el estudio del comportamiento humano. Se
denomina pulsión a las fuerzas derivadas de las tensiones somáticas en el
ser humano, y las necesidades del ello; en este sentido las pulsiones se
ubican entre el nivel somático y el nivel psíquico.

La pulsión es un impulso que se inicia con una excitación corporal (estado


de tensión), y cuya finalidad última es precisamente la supresión de dicha
tensión.

Hay dos tipos de pulsiones, la pulsión sexual o de vida (Eros) y la pulsión de


muerte (Thánatos). Para el psicoanálisis el impulso sexual tiene unas
acotaciones muy superiores a lo que habitualmente se considera como
sexualidad. La libido es la energía pulsional, y puede presentar diferentes
alternativas según esté dirigida a los objetos (libido objetal), o bien se dirija
al propio Yo (libido narcisista).

El psicoanálisis establece una serie de fases a través de las cuales se


verifica el desarrollo del sujeto. Desde el punto de vista de dichas fases, los
conflictos psíquicos - y su posibilidad de resolución- dependerán del
estancamiento de una fase (fijación) o del retorno a una fase precedente
(regresión).
Freud distinguió a partir de 1915 diversos momentos y "dimensiones" de
una pulsión:

1. La fuente que tiene su origen en lo somático y que se traduce por una


tensión, una suerte de impulso (en alemán: Drang).
2. El Drang mismo, es decir la tensión interior que se traduciría en Trieb
(pulsión).
3. La meta que se puede encontrar en un estado pasivo o activo.
4. El "objeto" de la pulsión, que en lo real es un medio, un medio
bastante accesorio ya que sólo sirve para disminuir temporalmente la
tensión inherente a la pulsión.

Desarrollo sexual infantil

ETAPA EDAD APROX CARACTERÍSTICAS


Oral Nacimiento hasta los 18 El placer dominante del
meses lactante es la succión

Sádico-anal Entre 18 meses y los 3 El placer experimental por la


años satisfacción de las
necesidades orgánicas es el
fin del libido

Fálica Entre los 3 y 5 años Interés en el niño por sus


órganos genitales. En esta
etapa surge el complejo de
Edipo
Período de 2º infancia hasta la Aquietamiento temporario de
latencia adolescencia los impulsos sexuales como
consecuencia del conflicto de
Edipo
Genital Adolescencia en adelante Se acentúa la atracción por el
sexo opuesto

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