Sunteți pe pagina 1din 8

Elegía

En Orihuela, su pueblo y el mío, se me


ha muerto como del rayo Ramón Sijé, con
quien tanto quería.
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y organos mi dolor sin instrumento
a las desalentadas amapolas
daré tu corazon por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empuion brutal te ha derribado.
No hay extension mas grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus coniuntos
y siento mas tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastroios de diIuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazon a mis asuntos.
Temprano levanto la muerte el vuelo,
temprano madrugo la madrugada,
temprano estas rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catastroIes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volveras a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las Ilores
paiareara tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volveras al arrullo de las reias
de los enamorados labradores.
Alegraras la sombra de mis ceias,
y en tu sangre se iran a cada lado
disputando tu novia y las abeias.
Tu corazon, ya terciopelo aiado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata le requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
Miguel Hernández.
Localizacion
Este poema Iue escrito en 1936 por el dramaturgo español Miguel Hernandez.
Miguel Hernandez Gilabert nacio en Orihuela (Alicante) el 30 de octubre de 1910, segundo hiio varon en el
seno de una Iamilia numerosa y humilde.
Tempranamente, cumplidos los 15 años, la débil economia Iamiliar reclama el trabaio del iovencisimo
Miguel. Haber deiado de estudiar no supone el abandono de la lectura, todo lo contrario, las horas en el campo
propician la lectura apasionada de todo libro que cae en sus manos. Con el tiempo Miguel se va incorporando
a la vida cultural oriolana tertulia de los poetas del horno, primeros poemas, primeras publicaciones
En la década de 1930 se marcho a Madrid donde trabaio como colaborador de José Maria Cossio en Los toros
y se relaciono con los poetas Pablo Neruda, RaIael Alberti, Luis Cernuda y otros. Durante este asentamiento
en Madrid, en el año 1936, Miguel suIre una gran conmocion, su amigo Ramon Siié muere repentinamente,
miguel deIine la muerte del amigo como: ¡que se muere, si, como el rayo!, y el dolor y el remordimiento por
la distancia que se habia creado con su gran amigo en los ultimos meses se hace patente en el poeta.

Cuando España se ve abatida por la tragedia de la guerra civil (19361939), Miguel Hernandez va actuar en la
contienda movido por dos cualidades muy suyas: lealtad y generosidad.
Durante los primeros años, Miguel vive un gran auge literario, promovido por los sucesos que le estaban
ocurriendo, participa activamente en el congreso Internacional de escritores antiIascistas y acude en visita
oIicial a la Union Soviética. Se casa precipitadamente con JoseIina Manresa mientras estaba en el Irente y
nace su primer hiio, Manuel Ramon. La ilusion pronto se quiebra, cada vez mas encarnizada la guerra,
violentas acciones bélicas rompen la España republicana, a la vez que la muerte de su hiio hacen que el poeta
quede totalmente desmoralizado. Estas adversidades quedaran reIleiadas en algunas obras suyas marcadas por
la tragedia. Miguel conocera de nuevo el alivio con el nacimiento de su segundo hiio, Manuel Miguel (1939),
pero los acontecimientos se precipitan y Miguel intenta huir a Portugal.
Devuelto a la Guardia Civil, inicia su calvario de presidios al que el mismo Miguel llama turismo por las
prisiones españolas.
Puesto en libertad regresa a Orihuela, donde apenas doce dias mas tarde es detenido de nuevo y se le traslada
a la prision madrileña del Conde de Toreno.
Juzgado en conseio de guerra en iulio de de 1940, se le condena a pena de muerte, Iinalmente la condena pasa
a ser de cadena perpetua. Pasa por diversos penales, y termina en el reIormatorio para adultos de Alicante.
EnIermo gravemente desde Iinales de 1941, sin Iuerzas apenas para escribir brevisimas cartas, se va
consumiendo.
Finalmente muere el 28 de Enero de 1942, a los 31 años, a causa de la tuberculosis, en la enIermeria de la
prision de Alicante. Un pequeño grupo de amigos y Iamiliares le acompañaron hasta el cementerio. La
sencilla sepultura en la que esta enterrado tiene una lapida con una breve inscripcion que nos recuerda que alli
reposan los restos de un poeta grande y humilde.
Ramon Siié era un intimo amigo del poeta, los dos nacidos en Orihuela, establecen amistad en la inIancia,
pero es en su adolescencia cuando el vinculo que les une se hace mas Iuerte. Las tertulias de los poetas del
horno hacen que los dos iovenes vean que hay muchas cosas que le unen. Cuando Miguel decide probar suerte
en Madrid, su idea es triunIar en la gran ciudad ya que el ambito local y comarcal de Alicante se le ha
quedado pequeño. Este nuevo reto en la vida del poeta esta respaldado por personas que seran cruciales en su
vida. JoseIina Manresa, su Iutura esposa y Ramon Siié. Los dos apoyan la decision de su amigo de buscar
nuevas metas, y le despiden con cierta tristeza, pero con alo de esperanza de que Miguel encuentre lo que
busca. En su primer viaie a Madrid, Miguel Iracasa y el recuerdo de sus amigos le empuia a volver a su tierra
natal. Poco después se vuelve a embarcar en la aventura madrileña, y es aqui cuando Miguel, como ya hemos
dicho, se empieza a relacionar con diversos poetas y diIerentes personalidades de la literatura española. Por
entonces el recuerdo de sus amigos y Iamiliares pierde Iuerza. Miguel, en la capital, ha encontrado un nuevo

mundo en el que se siente a gusto. La irrupcion de la guerra supone un gran sobresalto para el poeta, y ese año
cargado de multiples emociones y sensaciones depara un duro golpe para el poeta, la inesperada muerte de
Ramon Siié.
La noticia le llego a través de Vicente Aleixandre. Eran los ultimos dias del año y el Iallecimiento se habia
producido unos dias antes, el dia de Nochebuena a las once de la noche, en 1935. En una carta a Juan guerreo
Ruiz dice He llorado a lagrima viva y me he desesperado por no haber podido besar su Irente antes de que
entrase en el cementerio.
Miguel, instalado en un pequeño cuarto de una pension madrileña, recordando al amigo y compañero con el
que inicio su camino en la aventura literaria, comenzo a escribir la elegia a Ramon Siié.
Por tanto debemos situar este poema en un momento de dolor, de culpabilidad por no haber podido despedirse
del amigo. Es un poema escrito en caliente, en el que los sentimientos estan a Ilor de piel. Un poema escrito
para deiar patente el peso que lleva Miguel dentro suyo, un poema para que nadie olvide el amor que unio a
los dos amigos, aunque en las acaballas de la vida de Ramon diera la sensacion de que la relacion entre los dos
se hubiera enIriado.
Acto relacionado con la muerte de su amigo que cabe destacar, es que el ultimo libro que Miguel iba a
publicar, EL ravo ae no cesa, se estaba acabando de imprimir, pero Miguel detiene al impresion e incluye
rapidamente la elegia a su amigo porque quiere rendirle ese ultimo homenaie. El azar hace que este libro
empiece con la dedicatoria de su amor renacido a JoseIina, y al Iinal la triste y arrebatada elegia ante su gran
amigo.
Estructura interna
Esta elegia, como tal, consta de tres partes:
La primera es la llamada de meditacion, en la que Hernandez reIlexiona y recuerda los tiempos pasados con
su gran amigo. De ahi la insistencia en resaltar la importancia del campo y el moaus vivenais agrario ya que,
investigando en ambas biograIias, sabemos que los dos poetas acudian al huerto con Irecuencia para estar en
contacto con la naturaleza y con el ambiente pueblerino y pastoril del que tan orgulloso se sentia Hernandez.
Esta etapa de meditacion o recuerdo comprende los cuatro primeros tercetos.
La segunda parte es el lamento de los sobrevivientes. Es quiza donde Miguel Hernandez se expresa con mas
emotividad ya que nos habla de su propio sentimiento ante la pérdida de un ser querido. Habla en primera
persona de la pena que siente.
Dentro de este lamento enmarcamos desde la quinta estroIa hasta la onceava.
La tercera y ultima parte es la de alabanza, en la que el autor elogia al Iallecido y destaca sutilmente algunas
cualidades de este.
Esta seria la estructura tipica de una elegia, composicion poética cuyo contenido es invariablemente
melancolico y centrado en la muerte, sin embargo, algunos criticos (como Sanchez Vidal) han ideado una
estructura mas especiIica:
Encuentro con la muerte
Rebelion

Sublimacion
El encuentro con la muerte comprenderia en su totalidad las siete primeras estroIas, en las cuales Miguel
Hernandez acepta la muerte de Ramon y es consciente de la gravedad de este hecho también como algo
inevitable. Es donde Miguel se muestra mas aIectado. No iuzga a nadie ni a nada, tan solo expresa con
intensidad sus emociones.
Realiza un flashback en el que se situa iunto a su amigo poniendo el huerto como telon de Iondo.
Utiliza una bonita metaIora para decir que su amigo yace enterrado presentandolo como algo bueno para la
tierra, que la abona, que la estercola.
En los versos ocho y nueve, el autor expresa con dureza su dolor mediante una hipérbole, argumentando el no
poder ni hablar.
En el cuarto terceto hay una anaIora pero también puede verse como paralelismo: Un manotazo duro, un golpe
helado, / un hachazo invisible y homicida, / un empuion brutal te ha derribado. Presenta la misma estructura
(determinativo/ sustantivo/adietivo). Esta cuarta estroIa da mucho de si, se observan en ella numerosos
recursos. El que mas se hace notar es la sinestesia, es decir, la union de dos sensaciones que pertenecen a
campos sensoriales distintos:
TACTO GUSTO OLFATO VISTA OIDO
duro/manotazo
manotazo
golpe/heladoheladoheladogolpe
hachazo invisible

En este mismo terceto, Hernandez muestra como ha sentido la muerte: repentina, incesante, invisible, como
un rayo, un empuion brutal. No se trata pues de una elegia a una muerte lenta y pesada sino todo lo contrario.
Esto lo consigue a través de una adietivacion pesimista, con lo que consigue también la aceleracion del ritmo
poético.
El poeta muestra, creemos, su maxima condolencia en el verso quince, en el que a través de una paradoia
hiperbolica dice: y siento mas tu muerte que mi vida.
El autor hace una metaIora de la muerte con rastroios de diIuntos en el sexto terceto.
En el séptimo y ultimo terceto de esta primera etapa encontramos uno de los pleonasmos mas Iamosos de la
poesia española: temprano madrugo la madrugada,...
Ademas, se produce en toda la estroIa una anaIora o, como en el cuarto terceto, un paralelismo en la
estructura.
En el verso veintiuno observamos una curiosa y satirica alegoria para reIerirse a la muerte prematura de
Ramon: temprano estas rodando por el suelo.
En esta estroIa habla de lo ioven que se llevo la muerte a su gran amigo.
En esta primera parte, el autor reIleia la duracion del dolor a partir de la combinacion de dos tiempos verbales:

del Iuturo (versos del uno al siete) al presente (versos del ocho al veintiuno).
Segun esta otra estructuracion, la segunda parte, rebelion, iria desde la estroIa ocho hasta la once. En ella, el
autor presenta un estado de emocional de rebelion ante la inevitable muerte en un tono de desesperacion.
Miguel Hernandez esta ya mas enoiado que triste. Ya no tan desolado, sino que muestra su caracter luchador y
revolucionario.
En el terceto numero ocho hay un paralelismo (o simplemente una anaIora) como en la estroIa anterior. En
este terceto encontramos una escondida personiIicacion de la muerte y una antitesis con la vida.
En el noveno terceto es deducible una intencion de Iuria y Iiereza a partir de una aliteracion mediante las
palabras: levanto, tormenta, piedra, rayo, hacha, estridente, sedienta, catastroIe y hambrienta.
Es impactante la rabia y el dolor contenido del poeta cuando dice: Quiero escarbar la tierra con los dientes, /
quiero apartar la tierra parte a parte / a dentelladas secas y calientes. En esta misma estroIa (diez) hay un
paralelismo (o anaIora) entre el verso veintiocho y veintinueve. El testimonio del hermano del poeta aclara
esta situacion: Se consideraban como hermanos. Miguel y Siié se habian iurado, inclusive, que si uno de ellos
llegaba a morir, el otro deberia cavar la tumba del amigo desaparecido. Siié murio muy ioven, a los veintidos
años. Al saberlo Miguel, vino a Orihuela con la intencion de cumplir su promesa. Cuando llego, Siié ya habia
sido enterrado. Miguel, Iurioso, pretendio exhumar a su amigo y cavarle una nueva sepultura. Nos costo
muchisimo disuadirlo de cumplir su proyecto..."
Se dice que esta promesa es la que desencadena tal Iuria en Miguel y de ahi la aspereza de esta publicacion
tan Iantastica e intensa.
Del odio pasa a la esperanza sin Iundamento, creyendo en la idea utopica y obsesiva de querer liberar a su
amigo Siié de la muerte: Quiero minar la tierra hasta encontrarte / y besarte la noble calavera / y
desamordazarte y regresarte. Aqui Siié ya no se muestra conIormista, sumiso, ya no acepta que esta muerte
repentina haya sucedido. En el verso treinta y tres hemos encontrado un polisindeton, es decir, la repeticion
innecesaria de la coniuncion ··y~~.
La tercera parte es la llamada de sublimacion o resolucion del conIlicto anterior. En ella, el poeta se expresa
con muchisima mas sutileza y delicadeza, casi de un modo angelical: por los altos andamios de las Ilores /
paiareara tu alma colmenera. // de angelicales ceras y labores. / Volveras al arrullo de las reias / de los
enamorados labradores.
El poeta abandona el odio y adopta una triste sensacion de esperanza y nostalgia: Volveras a mi huerto y a mi
higuera:
Hay una alegoria muy bonita en el catorceavo terceto, en el que usa la expresion la sombra de mis ceias para
expresar su tristeza.
En las dos ultimas estroIas, Miguel Hernandez alude a los almendros. Esto se debe a la continuidad con que
Miguel y Ramon visitaban los almendros en otoño. Asi lo explica el mismo Miguel en una carta a Carlos
Fonoll (el panadero): "Quiero ir cuanto antes por ahi: ya estaran los almendros de nuestros campos
resplandecientes... Por este tiempo ibamos Siié y yo el año pasado a verlos iuntos, por este tiempo corria yo
por la sierra de un lado a otro tirando piedras y bañandome en los barrancos y ahora estoy a esta maquina de
escribir que se rie de mi."
En el verso cuarenta y seis, las rosas toman personalidad a modo de metaIora y el ultimo verso es un verso de
cierre que, mediante un apostroIe, se despide deIinitivamente de su amigo.

El poema esta plagado de encabalgamientos suaves, aquellos en los que el sentido del verso encabalgante
necesita todo el verso siguiente para completarse, por eiemplo, en el primer y segundo verso: Yo quiero ser
llorando el hortelano / de la tierra que ocupas y estercolas,
Sin embargo, destacaremos unicamente los encabalgamientos abruptos. Hay varios de ellos: el verso siete
enlaza el segundo terceto con el tercero y el verso treinta y seis une el duodécimo soneto con el treceavo.
La elegia entera esta escrita a modo de apostroIe ya que en todo momento se dirige a su amigo, aun estando
muerto, como si este ultimo Iuera a leerla.
Estructura externa
Este bonito poema es una elegia, como ya dice su titulo, cuya métrica corresponde a dieciséis tercetos
encadenados de arte mayor (endecasilabos) de rima consonante. Posee cuarenta y nueve versos, resultado
erroneo si la poesia Iuese matematica, pero no es asi porque incluye un verso Iinal que rima con el segundo
verso del ultimo terceto.
La estructura de los tercetos encadenados nos gusta mucho porque posee una musicalidad especial, en rimar el
primer verso con el tercero, y el segundo con el primero del siguiente (ABA/BCB/CDC)
Tema
Dolor, tristeza y rebelion.
Estas tres palabras son las que, para nosotros, prenden del poema. Es una de las elegias mas tristes que hemos
leido, llenas de sentimientos contradictorios y pasion. Es, posiblemente, el mayor elogio a la amistad. Sin
embargo, debido al caracter revolucionario del autor, la elegia nos ha sugerido también un sentimiento de
lucha en grandes dosis.
Estilo
El poema que estamos tratando es de estilo muy sencillo.
Miguel Hernandez escribe este poema en un momento en que los sentimientos brotan puros, por lo tanto no
escatima en buscar palabras de diIicultad alguna, todo lo contrario. Miguel en este poema quiere transmitir
proximidad con un léxico claro y cercano ya que el poema esta escrito como la ultima carta que miguel no
pudo enviar a su amigo. Esta es una de las causas por las cuales el poema resulta tan Iacil de leer, o mas bien,
de comprender. El hecho de que esté escrito con la intencion de carta hace que el poeta escriba las cosas tal
como las siente, sin ninguna intencion de querer demostrar en ningun momento cualquier dominio léxico.
Todas las palabras que usa Miguel solo quieren llevar a una sola cosa: a introducir al lector en un mundo un
tanto tenebroso, en el que la sombra de la muerte cobra importancia. Segun la tendencia de la época, el
realismo empapa el poema de una manera bastante peculiar. Intenta encontrar la belleza a través de la imagen.
Por eso encontramos diversas comparaciones que hacen que el sentimiento que quiere expresar Miguel lo
podamos imaginar a partir de una imagen. Un eiemplo es la siguiente imagen: En mis manos levanto una
tormenta / de piedras, rayos y hachas estridentes / sedienta de catastroIes y hambrienta.
En ella podemos encontrar lo que antes comentabamos, la expresion de un sentimiento a partir de una imagen,
en este caso el caos que le ha producido esta muerte a Miguel la compara o lo intenta expresar con la imagen
de una tormenta, en la que el viento, las nubes y el caos que hay dentro del Ienomeno natural arrasa con todo
lo que coge. La muerte de su amigo para el es un simil ya que su muerte ha arrasado aquella ilusion que el
poeta tenia por vivir, esa muerte ha hecho que pierda la estabilidad y el poeta se ha hundido en el caos o

desorden mental.
Conclusion
Este trabaio nos ha servido para descubrir diversas cosas. Hemos investigado la vida de una persona que no
conociamos, y la reaccion que tuvo delante de la muerte de un ser querido. Esta introduccion en la vida del
poeta nos ha hecho comprender cada Irase del poema, un poema lleno de tristeza y dolor. Cada vez que
descubriamos un hecho mas de su vida entendiamos un verso nuevo. Asi, entrando en la biograIia del poeta, y
sobretodo el momento que vivia cuando lo escribio, hemos entendido el porqué de esa sencillez.
Al principio, la Irase que mas nos asustaba era la de: Yo quiero ser llorando el hortelano / de la tierra que
ocupas y estercolas, / compañero del alma, tan temprano.
Porque no conseguiamos encontrar ningun porqué a esa Irase, y cuando encontramos mas inIormacion sobre
Ramon y su relacion con Miguel conseguimos darle un sentido.
Los dos nos dimos cuenta de que no nos costo nada encontrar el poema, por lo que pudimos deducir que es un
poema bastante importante dentro de la obra de Miguel Hernandez, y no es de extrañar, ya que es un eiemplo
de elegia en todo su esplendor: cada palabra nos lleva a lo que nos ha de conducir una elegia, el recuerdo de
una persona y el luto. Recordarnos que la persona a la que estamos dedicando esos versos ya no se encuentra
entre nosotros, y sobre todo Miguel nos hace ver el amor, la inmensa amistad que les unia, que es este el
sentimiento clave que hace que la elegia tenga Iuerza, ya que hacer una elegia de alguien a quien no
conocemos y ni siquiera hemos amado, no tiene Iuerza, ya que el sentimiento de dolor esta Ialto de base. En
esta elegia, el dolor y el sentimiento de vacio que nos ha hecho sentir el autor viene dado por una intensa vida
iuntos.
La sensacion del autor de no poder cavar la tumba de su amigo es lo que hace de este poema una obra
maestra. Los dos hemos coincidido en este punto. Hernandez nos transmite la angustia que vivio de una
manera genial y a la vez espeluznante.

S-ar putea să vă placă și