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Contaminación, mal uso, desperdicio sólo son algunas características de esta tensión entre población y agua.
Una mirada al pasado nos puede brindar luces para construir una nueva cultura del agua.
EL AGUA EN EL PERÚ
M. Cecilia Mendiola V. CPP 11-3584
El Perú es un país que cuenta con 12 201 lagos y lagunas; más de 1 007 ríos. El recurso
agua se utiliza para una gran variedad de actividades como generación de energía,
agricultura, agua potable, industria, minería, entre los principales y son las que ejercen
mayor presión sobre la disponibilidad y
calidad del recurso.
En los Andes, encima de los 5 200 msnm, las precipitaciones se dan en forma de nieve y
granizo que alimentan los glaciares que son verdaderos almacenes del recurso agua, en
forma de hielo, que lentamente se va incorporando al ciclo
Ricardo Palma en sus Tradiciones
del agua. Peruanas nos cuenta que
antiguamente existía una calle
En el Perú, las aguas continentales tienen tres vertientes o denominada Pescadería, al
costado de Palacio de gobierno.
cuencas hidrográficas: Tenía este nombre porque ahí se
comercializaban los pescados y
1. La Vertiente del pacífico: con 53 ríos que nacen de la camarones que se extraían del río
Rímac. Recordemos que Palacio
Cordillera de los Andes y van a desembocar al mar. de Gobierno no está a más de 500
Tiene una extensión de 279 689 km2 y con un territorio metros del río. Actualmente, el río
Rímac es un río muerto, sin
que corresponde al 21,7% del total. ningún tipo de peces, camarones
u otras formas de vida. Más bien,
es un vertedero de residuos
sólidos y líquidos.
2. La Vertiente del Atlántico: que es la cuenca amazónica, cuenta con 9 556 751 km2
que representa el 74,5% del territorio nacional.
3. La Vertiente del Titicaca: que en el Perú tiene una extensión de 48 775 km2 y con
cerca de 12 ríos que desembocan en el lago Titicaca y por el río Desaguadero, llegan
hasta el lago Poopó, en Bolivia. Esta cuenca es endorreica, es decir, cerrada porque no
desemboca en el mar como las anteriores.
Estas características hacen que los principales problemas del recurso en el Perú sean por
exceso, escasez y sobre todo por problemas relacionados por el mal manejo de este
recurso que ocasiona erosión, contaminación, pérdida del recurso.
Desde que apareció el ser humano sobre la Tierra se asentó cerca a un fuente de agua,
por lo que su vida y la de los ríos siempre ha estado en constante interacción, el resultado
es que la mayoría de los ríos han resultado muertos o en grave peligro de muerte.
Pero veamos que sucede desde que el agua sale de las plantas de tratamiento. Una vez
tratada, el agua es distribuida a través de redes subterráneas que sirven a los hogares de
las ciudades. Pero el agua que consumimos para beber y alimentarnos sólo representa
un tercero del agua que se usa para transportar residuos ya sea domésticos, hospitalarios
o industriales. Esto quiere decir, que ¾ partes del agua que se potabiliza se contamina
antes de ser vertida al mar.
Usos ocultos del agua: Muchas fábricas o industrias utilizan grandes cantidades de
agua para fabricar productos para el mercado que luego son dispuestas a través de
los desagües sin que realmente se sepa qué sustancias se está enviando por el
sistema de drenaje. Aquí hay que considerar aquellas industrias caseras e informales
que no cuentan con ningún tipo de control.
Residuos líquidos de las industrias: Industrias como las peleteras, las que procesan
papel, las curtiembres, etc., usan grandes cantidades de agua, contaminándolas con
químicos que van directamente a los desagües y de éstos al mar. Estos químicos son
muy difíciles de eliminar.
Gráfico N° 9.1
Contaminación de la Cuenca del río Rímac
Fuente: Tomado de Instituto Cuánto, El Medio Ambiente en el Perú, Año 2000. Pág. 75.
Las excretas de los hogares: Sólo un tercio del agua que ingresa a los hogares es
utilizada para beber o preparar alimentos. Tres cuartas partes se utiliza para lavar,
limpiar o transportar las excretas que contienen bacterias, virus y parásitos. Estos
mismos desagües también sirven para verter aceites, pinturas, colorantes de pelo, etc.,
que contienen químicos u otras sustancias altamente contaminantes.
En el hogar se utilizan una gran cantidad de químicos que sirven para lavar y combatir
los gérmenes. Generalmente, las amas de casa no conocen los químicos y sustancias
tóxicas que cada día manipulan en el hogar, haciendo uso excesivo de las mismas con
un afán de limpieza, con los consiguientes resultados desastrosos para el ciclo del
agua y muchas veces para la salud de la familia.
Cusco:
En el Perú existen muchos lugares donde se realizaba culto al agua. Hace poco se
informó de cuatro fuentes ceremoniales en la ciudadela Machu Picchu. Una muestra de la
maestría en el manejo del agua, este sistema hidráulico hallado en Cusco, muestra su
excelencia pues, a pesar de haber transcurrido 500 años, estar completamente cubierto
por vegetación, aún sigue funcionando.
Son cuatro las fuentes halladas que, según los arqueólogos, tienen un carácter religioso,
pues el agua significa vida y en la cosmovisión andina ésta simboliza lo masculina y la
tierra (mama pacha) lo femenino. El agua fertiliza la tierra para crear vida.
Cajamarca:
Nasca:
Los acueductos han servido y siguen haciéndolo, para irrigar los campos y surtirse de
agua a los habitantes. En algunos lugares construyeron grandes hondonadas o cochas,
donde se almacena para distribuirse a las chacras. Los acueductos activos y más
conocidos son: Orcona, Vijuna, Matara, Uchuya, Belén, Tejeje, Cantalloc, Santo Cristo,
Huachuka, Bisambra, La Gobernadora, Pangaraví, San Antonio, Cuncumayo, Aja, Kurve,
Achaco, Anglia, Llicuas, Huairona, Majorito, Majoro, Ocongalla, Agua Santa, Conventillo,
Soisongo y Soysonquito. También el de Totoral en las Trancas y San Carlos y Santa María
en Taruga.
Josué Lancho Rojas y Catherine Schreiber registran más de treinta en su obra The Puquios
of Nasca (1988), sin embargo, otros registros hablan de más de cincuenta.
Lo interesante de los acueductos es que conforman una red que permite llevar las
infiltraciones de las partes altas del valle (este) a los valles o tierras bajas (oeste). Un estudio
detallado de estas maravillas de la ingeniería podría darnos alternativas para la creciente
sequía de nuestros valles costeros.
Según algunos especialistas amuna proviene del quechua “amuy” retener. Ahora se les
llama la siembra y cosecha del agua. En realidad es lo que sucede. Es un sistema pre inca
donde se capta el agua de la lluvia y se roba un poco de agua las quebradas para dirigirlas
hacia reservorios muy pequeños a través de canales que luego se distribuyen para regar en
forma muy cuidada, las pequeñas chacras, lo que contribuye a alimentar la napa freática.
El cuidado de las amunas está revestido de fiesta. Hombres y mujeres, con músicos que
con tambor (tinya) y trompera (wakra), bailan y cantan en un rito que encierra la
responsabilidad del cuidado del agua. En el marco de la fiesta se procede a la limpieza de
los canales y los reservorios. Este escenario se da en la comunidad de Tupicocha, cuenca
alta de Lurín, donde toda la población celebra la fiesta para la mamacatiana y el
Taytapincoyo, los cuidadores del agua.
Las amunas como sistema de siembra y cosecha del agua, articula un sistema
jerarquizado de culto, ordenamiento, manejo, y, en nuestros tiempos, de adaptación al
calentamiento global. Más aún, perfila un sistema de vida que permite afrontar el estiaje
con sabiduría y componer sistemas de pequeños huertos andinos que promueven la
seguridad alimentaria. Es un ejemplo de cómo podemos manejar en forma eficiente las
pocas fuentes de agua que bajan de los andes occidentales hacia los valles costeros y
valles interandinos.
En este enigmático lugar, existe un santuario dedicado al agua, según los lugareños. Una
piedra horadada, similar a la que se encuentra en Chaparrí, Chongoyape. Muy poco
investigada, estos sitios arqueológicos son libros abiertos que aún debemos decifrar para
encontrar soluciones a los problemas actuales vinculados a la abundancia o escasez del
agua.