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Hay que identificar la evolución del Derecho Administrativo con el surgimiento del Estado
Moderno. Este nace históricamente por los efectos de la revolución francesa, es decir, la
finalización del Estado Absoluto y la incorporación primaria de la teoría de la división de poderes.
A partir de este momento y a mediados del s. XIX, la administración pública se identifico con el
poder efectivo, es decir, el poder ejecutivo era la administración pública y, por lo tanto, ello se
tradujo en que el derecho administrativo se conformo en el derecho especial del poder ejecutivo.
A mediados del siglo XIX, la doctrina alemana y producto de los juristas alemanes como
George Jellinek, comienza una lucha contra la autonomía del derecho público y, por lo tanto, se
busco plantear la división del derecho del punto de vista medieval. Ello llevo a entonces crear un
sistema dogmatico que fundara una visión más moderna del Estado. Esto fue concebir al Estado
como una persona jurídica, así, de esta manera el Estado paso a tener una personalidad en su
integridad cosa que no paso a sus instituciones.
El Estado, por tanto, se asume como una persona jurídica única que ejerce varias
funciones, y una de ellas es administrar. Entonces el gran problema que surge es intentar aislar
teóricamente en qué consiste administrar.
La voz administrar se vincula con una acción determinada, ello en comparación con las
demás funciones del Estado. Otros creen que administrar puede ser una acción singular o
concreta; también una acción de conformación social, o también una gestión de servicio público,
como puede ser la actuación bajo formas jurídicas peculiares.
Fue así, entonces, que la dogmatica alemana instauro una metodología destinada a
comprender a la administración y sus funciones a partir de una postura negativa, es decir, que
administrar seria todo aquello que no es legislar y juzgar.
Sin embargo, generada esta lucha por lo que es la administración para el Derecho
Administrativo, se ha logrado entender que la administración pública es ante todo una persona
jurídica de derecho público. Esto trae consigo ciertas consecuencias:
1. La administración pública no es para el Derecho Administrativo una función objetiva
material, el intento por tanto de señalar a la administración como una idea abstracta u
objetiva material ha tenido ciertas frustraciones, ello por el cambio o las transformaciones
en cada sociedad. Por lo tanto, las funciones administrativas son contingentes e
históricamente invariables, y por tanto la administración pública se afirma en sectores
socioeconómicos y también afecta a la forma de administrar, en este sentido se puede
tener a la vista todos los procesos de privatización o el sometimiento del sector publico al
derecho privado.
2. La administración pública no es un complejo orgánico más o menos ocasional, ello quiere
decir, que en atención a como se formula el ordenamiento administrativo es lo que
confecciona la visión que se tiene sobre la administración, pero esta visión no puede
quedar sujeta a la sola estructura organizativa de la administración, o al solo conjunto de
organismos que integran la administración, sino que ello siempre dependerá del carácter
especial que goza la administración pública.
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KIG.
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Entonces, la administración pública es una persona jurídica, y este último factor es el que
ha tenido una presencia constante e invariable en el derecho administrativo y esto no está afecto
a los vaivenes sociopolíticos………
En consecuencia, todas las relaciones jurídico administrativas se explican en cuanto a que
la administración pública es persona, y éstas son:
Primero, que las personas manifiestan su voluntad jurídica a partir de actos
administrativos y,
Segundo, en que esta persona jurídica celebra contratos, también es titular de un
patrimonio además, es responsable de los hechos o situaciones dañosas, y también es
justiciable, es decir que se puede recurrir en contra de la administración por sus
declaraciones o actos jurídicos.
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opera como un derecho especifico, ello dado a que se encamina a la regulación de las singulares
especies de sujetos que se agrupan bajo el nombre de administraciones públicas, sustrayendo
entonces a estos sujetos del derecho común al ser administraciones públicas, solo se les aplica el
derecho administrativo y no el derecho común.
En este orden y dada la naturaleza estatutaria del derecho, esta rama se manifiesta como
un ordenamiento particular que debe nutrir, solventar o cubrir todas las posibles zonas en que se
mueve la administración pública, e incluso aquellas reguladas por otros derechos. Ello se explica
en que, en el derecho administrativo existen distintas vertientes o instituciones jurídicas que se
encuentran reconocidas en otras ramas del derecho, como el derecho administrativo sancionador
(penal) y que requiere de una regulación específica; asimismo existe una regulación de contratos
administrativos. Por lo tanto, la administración requiere de una regulación básica que determine
las formas de administración contractual (el derecho de los contratos en administrativo). También
la administración pública tiene una regulación en la propiedad, modos de adquirir, tipos de
propiedad y como los administra, también que se le asigne o regule la responsabilidad, sea en el
ámbito de sus funcionarios o en el ámbito patrimonial.
El derecho administrativo es un derecho laboral que regula la relación con sus
funcionarios, reglas de organización, tiene regulado un procedimiento administrativo (no
contencioso). Así, todas las instituciones al ser aplicables a la administración, destinada a servir a
la adaptación del sujeto peculiar “administración” en el cumplimiento de sus funciones.
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Todo esto tiene como consecuencia de que no existen otras normas supletorias para el
derecho administrativo, y por lo tanto, cuando exista una laguna el derecho administrativo debe
llenar dicha laguna sobre la base de principios, inhibiéndose de aplicar instituciones o normas de
otras áreas del derecho. De esta manera, el derecho administrativo se integra por medio de
principios generales, que permiten articular y complementar dichas normas.
a. PRINCIPIO DE JURIDICIDAD.
Desde el punto de vista centrado en el Estado de Derecho, se traduce en que todo órgano
del Estado debe someterse a la ley y al derecho; y no solamente se habla de sometimiento a la
legalidad (normas formales) sino que también el esfuerzo doctrinario ha trascendido de no solo
vincular a la ley a los principios que regulan y que configuran el derecho. Por tanto no solamente
ley, sino que también al derecho.
Eduardo Soto Kloss establece un concepto de principio de juridicidad, señalando que “es la
sujeción integral a derecho de los órganos del estado, tanto a su ser como en su actuar”, noción
que emana de la interpretación sistemática de los arts. 6 y 7 de la CPR, vinculándolos
estrechamente con lo que previenen los arts. 1, 5, 24 y 76 de la CPR. Estos dos últimos se
encuentran estrechamente vinculados con lo que garantiza el art. 19 n°26 (garantía del contenido
esencial de los derechos), ello da a entender que el principio de juridicidad constituye una de las
bases fundantes de otro principio, el de “Supremacía Constitucional” y por ello se encuentra
reforzada la protección de los derechos fundamentales.
Elementos:
i. Sujeción
ii. Integridad
iii. El derecho
iv. Los órganos del estado.
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aii) Integridad: Esto significa que la sujeción debe ser integral, vale decir, una sujeción
sin excepción, por lo tanto, siempre es necesario que impere el derecho en plenitud sobre el
Estado y cualquiera de sus órganos y funciones.
Por lo tanto, lo integral guarda significación en que no puede existir inmunidad en algún
órgano del estado que pretenda estar al margen del derecho. Si un órgano del Estado quisiera
ostentar ciertas parcelas de inmunidad estará en contra excepción a lo que establece el art. 6 y 7
de la CPR, y por tanto dichas actuaciones carecerían de validez y atentarían contra la igualdad. En
este sentido todos los órganos del Estado deben someterse íntegramente a las normas dictadas a
través de la Constitución y más aún traspasa esta integridad a las personas, instituciones y a los
grupos y aún así, esta integridad somete de manera igualitaria a los órganos constitucionales
básicos, como el Presidente de la Republica, el Congreso y al Poder Judicial.
Según el art.7 de la CPR, la integridad recae sobre cualquiera de sus funciones como
también de sus actos, órganos, independientes de su jerarquía. Establece una suerte de clausura
de toda vía extraordinaria o de excepción en la posible ____ de un órgano del Estado de actuar
fuera o al margen de la constitución.
En conclusión, todo acto hecho o conducta de cualquier órgano del Estado en cualquiera
de sus funciones que realice y en cualquier situación que sea ordinaria o extraordinaria se
encuentra íntimamente y completamente sujeto a derecho.
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aiii) Derecho: Ocupa un lugar superior a partir de la evolución conceptual del derecho,
ya no solo el principio de legalidad sino que habría que agregar el principio de juridicidad, este
incluye tanto a la ley formal, como al Derecho (principios, reglamentos, tratados internacionales,
etc.).
La propia Constitución ha manifestado esta postura de amplitud del derecho sobre la base
de la postura ius naturalista, expresada en el inciso final del art. 1 de la CPR, por lo que habría que
asegurar el derecho de las personas, como lo contrasta el inc. 4to del art. 1ro de la CPR, “El
Respeto A Los Derechos Y Garantías” por tanto esta expresión traspasa la idea formal de ley.
También se encuentra complementada con el principio de supremacía constitucional en los art. 6 y
7 de la CPR, sin embargo el empleo de la expresión “normas” es lo que también produce una
suerte de apertura o de extensión del concepto de derecho, según se advierte en el inc. 1°, por lo
tanto se descarta en sometimiento a la ley formal.
Es tan así, que dentro de esta idea de derecho caben las sentencias de tribunales, los actos
y contratos de la administración pública, y los dictámenes de la contraloría.
El derecho se encuentra presentado por la Constitución como norma fundamental y
superior, asimismo, le siguen los diversos tipos de ley, como también se integran aquellos actos de
la administración que tengan aplicación general (reglamentos) y también las resoluciones y
dictámenes de la Contraloría General De La Republica y las sentencias judiciales, no obstante
éstas gozan de la particularidad de que pueden anular ciertas manifestaciones normativas. Estas
fuentes obligan al Estado y a sus órganos a actuar sobre ciertos límites, el legislador debe someter
su actuación al respeto de los derechos fundamentales conforme al art. 5to de la CPR, relacionado
al catalogo establecido en el art. 19 de la CPR. El legislador no puede intervenir en las
competencias constitucionales del poder jurisdiccional conforme a lo establecido por el art. 76 de
la CPR.
La administración somete su actuar a lo que prevé el inc. 4to del art. 1 de la CPR, como
también al contenido del inc. 2 del art. 5 de la CPR, en cuanto a la promoción de los derechos
garantizados por la constitución y a los deberes del art. 8 de la CPR, probidad transparencia y
publicidad.
Asimismo, la administración debe sujeción a las normas dictadas de acuerdo a la
Constitución y a todo tipo de leyes que emanan de la Constitución como también de aquellos
dictámenes que emanan de la Contraloría, puestos que son obligatorios para la administración del
Estado. En el mismo orden, la administración se encuentra sometida a las sentencias judiciales, las
cuales deben cumplir sin más trámites.
Respetar y sujetarse al contenido de sus actos, sean particulares o generales, es decir, si
bien la administración pública se somete a la Constitución también se somete a otros órganos
constitucionales como la Contraloría, y además de respetar sus propios actos administrativos
como reglamentarios.
El juez debe someter su actuar a la Constitución y a la ley, y por tanto le rige en plenitud el
principio de juricidad. La sujeción entonces a derecho tiene como primordial a la Constitución y al
resto del ordenamiento, queda sujeto al control el juez. De esta manera los actos administrativos,
los de control vinculan al juez al dictar sus resoluciones solo en la medida en que el mismo juez
determina su adecuación a la Constitución.
El contralor se encuentra sometido a la Constitución imponiéndose además el inc. 4to del
art.1 y el art. 5to, asimismo se encuentra sujeto a la ley puesto que a través de ella efectúa o
materializa su control, como también se encuentra sujeto a las normas que dictan los órganos
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judiciales y finalmente se encuentra obligado a los propios actos de este, para que así no vulnere
el reconocimiento jurídico, a fin de que su modificación no afecte el derecho de los particulares.
aiv) Los Órganos Del Estado: en consecuencia, según los art. 6 y 7 de la CPR, se encuentran
sujetos de manera plena e integral, por lo tanto es la Constitución la que determina las funciones y
el obrar de los órganos del Estado como también su propia condición y existencia, sobre la base de
(1) la existencia jurídica de los órganos del Estado queda determinada por el Derecho, sea este
creación del constituyente o sea este creación del legislador, es la propia Constitución la que prevé
los órganos básicos del Estado, es decir, configurar su propio sistema de organización institucional
centrado en el gobierno, congreso, tribunales de justicia y contraloría. Por lo tanto, es la propia
Constitución la que establece los rasgos esenciales de estos órganos y deja su pormerización a la
ley orgánica constitucional respectiva. En el orden administrativo, uno de sus órganos importantes
lo constituye el Presidente de la República, según lo establece el art. 24 de la CPR, actividad que
ejerce con sus ministros según lo dispone el art. 33 de la CPR. Al mismo tiempo, si la Constitución
prevé un estatuto de los ministros, la creación de estos goza de reserva de ley (art. 33 inc. 2° CPR).
Por su lado, el Presidente de la República lleva a cabo la función administrativa por medio
de los órganos que comprenden la administración del Estado. La organización y las funciones
generales de la administración del Estado se encuentran desarrolladas básicamente en la ley
general de bases de la administración del Estado (Ley 18.575). Esta última idea la reconoce
expresamente el art. 1 de la ley 18.575, el cual en su inciso 2do identifica en general a los
principales órganos que compone el Estado. Todos estos órganos se engloban en un concepto
general que se denomina servicios públicos; estos están creados para la función administrativa
tanto en su existencia goza o se encuentran sometidos a la iniciativa exclusiva conforme lo
establece el inciso 2do del art. 1 de la ley 18.575, si bien hay órganos que componen la
administración del Estado que tienen un reconocimiento constitucional, los servicios públicos en
tanto órganos de la administración del Estado tienen para su existencia la necesaria iniciativa del
Presidente de la República para su creación.
De esta forma, el principio de juridicidad referido al aspecto organizativo del Estado es
pleno e integral puesto que la existencia de todo organismo sea servicio o entidad que realice la
función administrativa del Estado está condicionada a que el Derecho la cree, y por lo tanto la
organice, es decir, lo inserte al ordenamiento y estructure su configuración organizativa por medio
de la ley, en consecuencia la creación y el funcionamiento de los órganos del Estado queda sujeto
a una regulación de ley, la naturaleza del órgano determina el tipo de ley que lo deberá crear, por
lo tanto si hablamos de la creación de los servicios públicos en general y que tiene iniciativa de ley
la creación de dichos y se encuentra radicada en el Presidente de la República (ley ordinaria). Pero
si el órgano administrativo se encuentra consagrado constitucionalmente su creación y
modificación tendrá una categoría de ley orgánica constitucional (4/7).
El actuar del órgano del Estado -en general- se somete al principio de juridicidad, frente a
esto es posible aprecias tres consecuencias fundamentales:
1) Toda actuación de cualquier órgano del Estado ha de tener una expresa y previa
habilitación jurídica que sirva de titulo para su actuación.
2) Solo será válida su actuación en la medida en que se adecue a la forma que
prescriba la ley, es decir, que la actuación del órgano administrativo se someta a
un procedimiento justo racional previamente establecido por la ley.
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Consecuencias.-
Habilitación previa y expresa para la actuación jurídica de los órganos administrativos,
guarda relación con dos temas sustantivos:
1. Se relaciona con la forma en que se explicita o se concreta un poder jurídico a un órgano
administrativo.
2. Se relaciona con la manera en que se atribuye, y al mismo tiempo se distribuyen las
potestades para el actuar administrativo.
Forma En Que Se Concreta Un Poder Jurídico A Un Órgano Administrativo.
Los poderes jurídicos que se asignan a un órgano del Estado se constituyen a través de la
Constitución y la Ley. El punto de arranque de esta idea opera acorde lo prevé el art. 7 inc 2 de la
CPR. Por lo tanto, esto significa que no se ajusta la existencia de poderes tácitos, implícitos,
presuntos o por derivación, como tampoco es viable que los poderes operen sobre la base de la
integración o complementación, en razón de la vigencia, extraordinariedad o excepcionalidad
puesto que conforme al inc. 2° del art. 7 los órganos del Estado no pueden irrogarse más poderes
aun en circunstancias extraordinarias.
Por lo tanto, que el poder jurídico se establezca expresamente, tiene como significado que
este poder debe ser conferido de modo formal explicito, tazado, delimitado, por lo que el poder
jurídico que se asigna a un órgano determinado debe tener un fin y limite sobre el cual debe
hacerse. En consecuencia, sin esta previa y expresa atribución o reconocimiento de la potestad, el
órgano no podrá actuar, dado que carecería de viabilidad y por tanto de imperio en el tráfico
jurídico.
En resumen, para que el órgano del Estado actúe válidamente debe actuar premunido de
potestades jurídicas, teniendo a su vez un antecedente normativo (previsión) que permita realizar
sus actividades o funciones en el Derecho, de tal manera que si el órgano no tuviera tal atribución
actuaria al margen de la ley, y por tanto afectos a la nulidad.
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Las potestades, en general constituyen aquella porción de poder que habilita a su titular
para imponer conductas a terceros mediante la constitución, modificación o extinción de las
relaciones jurídicas, o a través de la modificación del estado material de las cosas existentes. De
esta manera, las potestades se asignan a un titular (administración pública), y sobre esta base de
la administración pública podrá constituir, modificar o extinguir relaciones jurídicas, y estas
producen efectos jurídicos. En el caso de la administración, las declaraciones se manifiestan
jurídicamente a través de actos administrativos.
Por lo tanto, la atribución de potestades se realiza por medio del legislador, de tal manera
que los únicos actos jurídicos que pueden asignar potestades se sitúan tanto en la Constitución
Política de la República como en la ley.
En virtud de esto, podemos asignar dos clases de potestades: la potestad reglada (el
legislador previene los parámetros concretos) y las potestades discrecionales (el legislador entrega
ciertos patrones que la administración puede interpretar).
Potestades Regladas: la administración se reduce a la contrastación del supuesto de hecho
legalmente definido de manera concreta y aplicar en presencia del mismo lo que la propia
ley ha determinado de manera exhaustiva, por lo tanto el examen de la situación de hecho
a lo que previene la norma jurídica no se sujeta a parámetros subjetivos sino que se
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Nulidad: los tribunales la declaran; Invalidar: el órgano administrativo la declara.
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El Constituyente del 80 tuvo conocimiento de que la ley debe recaer sobre materias
generales pero, sin perjuicio de ello, el constituyente recayó en una estrechez legalista y
forman en torno a la administración, los motivos se explican por la visión del Estado y por
no concentrar la iniciativa normativa en el gobierno y en algunos órganos importantes del
gobierno, y por lo tanto evitar una concentración del poder normativo, y hace más
extensivo el control y la administración del Estado.
Si bien, el art. 63 de la CPR establece las materias de dominio legal y por otro lado el art.
32 n°6 le atribuye al Presidente de la República ejercer su potestad reglamentaria en todo aquello
que no sea del dominio legal, la imposición 5ta o transitoria de la Constitución tiene como efecto
la de petrificar o cristalizar el principio de legalidad, ello puesto que las materias que se hubiesen
reglado como ley antes de la fecha y la prolongación de la Constitución, y que en la actualidad no
constituyen materias de ley no podrán ser otorgadas o derogadas por el solo ejercicio de la
potestad reglamentaria.
Por lo que la potestad reglamentaria no puede intervenir en actos que son propias a su
naturaleza y que en la actualidad se encuentran vigentes por leyes anteriores a 1980 y que no han
sido derogadas. Ello, por lo tanto manifiesta un límite del ejercicio de la potestad reglamentaria.
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Conforme a estas últimas tres, en nuestro esquema constitucional para que un órgano
ostente el grado de órgano jurisdiccional requiere lo siguiente:
a) Que el tribunal haya sido creado por una ley orgánica constitucional, ello lo dispone el
art. 77 de la CPR, y a su vez relacionado con el art. 19 n°3 inc 4, al mismo tiempo la
creación de los tribunales se encuentra reforzada en atención a que constituye materia
de ley, un aspecto formal (debe crearse por ley).
b) Opera el instituto del juez natural, vale decir, que el órgano jurisdiccional sea
permanente determinado por ley.
c) Que el órgano actúe independiente, es decir, ajena a toda intervención de otro órgano
jurisdiccional, lo plantea el art. 76 inc 1 al prohibir que ni el Presidente de la República ni
El Congreso pueden avocarse a ejercer funciones judiciales. El art. 80 permite la
intervención del Presidente en los casos de remoción de los jueces.
d) La función judicial debe ejercerse de manera responsable, ello según el art. 79 los jueces
son personalmente responsables por los delitos de cohecho, falta de observancia en
materia sustancial de las leyes que regulan el procedimiento, denegación y torcida
administración de justicia, y en general, de toda prevaricación en que incurran en el
desempeño de sus funciones.
e) La jurisdicción se efectúa de manera rogada, es decir, que se active en orden al ejercicio
de un derecho. El art. 76 la establece a través de la inexcusabilidad de los jueces, esta se
activa a requerimiento de las partes.
f) La función jurisdiccional y la sentencia deben materializarse en un proceso legalmente
tramitado.
g) La resolución o sentencia debe ser fundada, esto encuentra cobijo en el art 19 n°3 inc 5.
h) El efecto de la sentencia es irrevocable, esto es, produce el efecto de cosa juzgada.
De esta manera, la función jurisdiccional la realizan los tribunales y los jueces en virtud de
lo que ampara la Constitución y las leyes sobre la base y en atención a lo que prevé el art. 76 de la
Constitución, la función jurisdiccional la ejercen los tribunales que componen el poder judicial,
como también los tribunales ajenos al poder judicial (art. 5 del COT).
Solo el tribunal es el órgano encargado de la tutela judicial, si bien a partir de la
Constitución se infieren los aspectos distintivos y determinantes que cualifican a la jurisdicción es
oportuno señalar que es el legislador quien debe precisar el tipo de tribunal que debe actuar o
intervenir conforme a ciertas competencias, en este sentido, el Código del Trabajo establece la
competencia de los tribunales laborales.
El cumplimiento de los requisitos constitucionales otorga una naturaleza determinada al
órgano jurisdiccional, por lo tanto, si el órgano no respondiese a estos parámetros simplemente
no estamos en presencia de un órgano jurisdiccional.
La garantía judicial de tutela judicial sirve para amparar a los ciudadanos de un control
efectivo frente a las decisiones de la administración pública. Si bien, la administración podría estar
conformada por figuras que le otorgan fisionomía de órgano para-jurisdiccional o cuasi-
jurisdiccional a la integración de ciertos elementos del procedimiento general en el procedimiento
administrativo, y también limitar la doble instancia otorgándole un carácter de instancia a la vía
administrativa, ello no muda o no otorga en sí mismo el carácter de órgano jurisdiccional puesto
que no cumple con los ingredientes constitucionales ya mencionados.
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c. GARANTIA PATRIMONIAL.
Santamaría Pastor explica que la garantía patrimonial constituye un principio del Estado
de Derecho, y se entiende como el desarrollo de los particulares destinados a mantener la
integridad del valor económico de su patrimonio frente a las privaciones singulares de que este
puede ser objeto por parte de los poderes públicos, conforme a esto, la administración pública
debe o tiene el deber de dirigir sus funciones en consideración a todo ello que pueda constituir
una limitación a la propiedad o por la propia actuación material o normativa un daño concreto a
los intereses de los particulares. De esta manera, estas privaciones que puede dar lugar la
administración pueden situarse en la denominada expropiación forzosa y en la responsabilidad
patrimonial del daño causado.
La expropiación forzosa: privación de un bien o derecho decidida de manera voluntaria
especifica y consiente por parte de la administración (planificada), a contrario sensu, el daño
constituye el hecho incidental e involuntario por el cual la administración causara un perjuicio y
que este puede recaer en la persona o su patrimonio a raíz de su actividad material.
¿Cómo la Constitución le asigna o trata la garantía?, La Constitución del 80 reconoce
expresamente dos vías:
La expropiación forzosa
La responsabilidad patrimonial de la administración.
Sin embargo, producto del desarrollo doctrinario ha surgido una tercera vía que es la
denominada Doctrina de la limitación del dominio la cual ha imperado como una técnica cuasi
expropiatoria.
1) La Expropiación Forzosa: la expropiación es una forma de privación del bien o derecho de
manera voluntaria y que de acuerdo a nuestra Constitución, tiene un ajustado
tratamiento expreso, según el art. 19 n°4 inc 3, básico en que debe recaer, y por tanto
constituir la expropiación. Elementos:
a. La expropiación está sujeta a una reserva de ley, ello quiere decir que las
potestades expropiatorias deben preverse a través de una ley especial o general
que habilite a la administración pública para actuar en ese orden. En el ámbito
general, la ley orgánica de municipalidades le asigna al municipio la facultad de
expropiar en casos de utilidad pública. En el caso de ley especial, la ley orgánica
del ministerio de obras publicas señala la facultad de declarar la expropiación de
ciertos bienes a fin de materializar sus funciones administrativas.
b. a nivel constitucional, se constituye a través de causas o motivos expropiatorios.
Acorde a la Constitución, la causa se encuentra constituida por la utilidad pública o
interés nacional calificado por el legislador, es decir, que a través de la ley
ordinaria el legislador incluye estos conceptos generales que sirven de arranque
para el órgano determinado en el ejercicio de su potestad expropiatoria. Por lo
tanto, por regla general es el legislador quien debe asignar y atribuir a una
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El reflejo más evidente que tiene la garantía es el derecho a indemnización que ostenta el
sujeto expropiado, por tanto, la indemnización requiere de una causa, y en este orden la causa de
la indemnización en el contexto de la expropiación es que el sujeto ha sufrido una privación de su
propiedad o de un bien especifico en que recae este, o en los atributos esenciales del dominio.
Lo relevante es que frente a la potestad publica expropiatoria, el particular debe ser
indemnizado, y esta indemnización recaerá sobre el daño patrimonial efectivamente causado.
Nuestra Constitución precisa la forma en que puede constar la indemnización de que se puede
llegar a acuerdo entre el particular y el Estado, o puede ser por sentencia judicial, y también prevé
que la indemnización debe ser enterada al particular al contado violento.
La regulación del proceso expropiatorio se encuentra previsto en el Decreto Ley 2186 del
año 78.
Desde el punto de vista del contenido, del fundamento y de la causa sobre la cual recae la
expropiación, parece que no existe discusión, sin embargo a partir de una reconstrucción
dogmatica la limitación al dominio y por supuesto bajos ciertas circunstancias especiales esta
puede ser indemnizada. En este ámbito, no existirían los mismos parámetros por los cuales
transita la expropiación, es decir, que la limitación al dominio susceptible de ser indemnizada se
encuentra al margen de los elementos esenciales o básicos que conforman la expropiación
forzosa.
En un sentido general, toda carga pública, es decir, deber u obligación que el Estado asigna
en forma unilateral y que supone el cumplimiento o abstención de un interés de relevancia pública
constituye al mismo tiempo una carga y una limitación a ciertos atributos de las personas. La
pregunta entonces surge ¿Qué es materialmente en sí lo que constituye una carga y su diferencia
con la limitación?; y ¿Qué tipo de limitaciones son susceptibles de ser indemnizadas?
Para Salvador Mohor, un aspecto peculiar se observa cuando la limitación comporta la
subsistencia de derechos, pareciera entonces que la limitación no extirpa el derecho del
patrimonio del sujeto, y por lo tanto el derecho pervive; en el caso de la carga, esta sujeta o
reconduce a un derecho a una situación determinada que permite al Estado hacer efectiva tal
exigencia o efecto jurídico de manera independiente y contra la voluntad del afectado, es decir,
que cuando una norma impone cargas al mismo tiempo puede tener el efecto de prohibir el
ejercicio de ciertos derechos y en cuyo orden limitar ciertas facultades. Frente a la limitación, el
particular mantiene su derecho pero este carece de su ejecución subjetiva, de esta manera, la
limitación no solo se reduce a mantener la subsistencia del derecho en la esfera del individuo sino
que también permite manifestar algunos alcances:
Deja subsistente el derecho, sea en el ejercicio o sobre el derecho mismo, pudiendo
también restringirlo o comprometer su desenvolvimiento en el ámbito jurídico.
Por lo tanto, si la limitación produce la pérdida total del derecho pasa a constituir una
limitación a la sobrevivencia del derecho, en este caso, cuando exista esta actuación de
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Público si bien constituye un órgano autónomo del Estado, a simple vista no quedaría
afecta a la tutela de los derechos fundamentales. Al mismo tiempo este cuestionamiento
de la efectividad se expresa para el caso de empresas públicas, puesto que estas, si bien se
crean a través de una ley especial, y por tanto tienen asignado una fracción de patrimonio
público en el desarrollo de la actividad productiva, y en el de las relaciones económicas se
encuentran vinculadas al derecho común. Si bien son empresas del Estado creadas por el
legislador surge, en tanto, la pregunta que si bastando la creación legislativa, ¿estas deben
cumplir el deber implícito de tutela de los derechos fundamentales o solamente se
encuentran sujetas a estándar a la cual se somete cualquier particular?
2) Que para el caso de entidades privadas subvencionadas por el Estado para el ejercicio de
un fin público, en este sentido la administración del Estado puede otorgar subvenciones o
ayudas patrimoniales a colegios o entidades privadas y por el solo hecho de recibir fondos
públicos deben comportarse como la administración respecto a la promoción y tutela de
los derechos fundamentales.
3) Se produce en las competencias revisoras del Tribunal Constitucional, y particularmente lo
que se refiere a la revisión de los actos de gobierno de acuerdo al n° 16 del art. 93 de la
CPR, el tribunal constitucional tiene como atribución resolver sobre la constitucionalidad
de los Decretos Supremos, estas son normas que emanan directamente del Presidente de
la República y la competencia del tribunal constitucional se extiende a cualquiera, sea el
vicio invocado incluyendo aquella que extienda el ejercicio de la potestad reglamentaria
en materias que son propias de ley.
Si bien, el Tribunal Constitucional ejerce el control sobre una norma, este no
conoce la oportunidad o merito de la decisión, solo la constitucionalidad. Sin embargo,
resulta que en el análisis de la constitucionalidad que ejerce nuestro guardián de la
Constitución conduce en la práctica a un pronunciamiento del merito y de la oportunidad,
es decir, el Tribunal Constitucional a partir de su fundamentación se ha extendido sobre el
ámbito de regulación, como también del contenido y limite de la potestad reglamentaria;
en este sentido, el Tribunal Constitucional podría ponderar la vulneración a ciertas
garantías producto del ejercicio de la potestad reglamentaria, toda vez que pueda
constituir un vicio y por lo tanto una vulneración a ciertos derechos.
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se encuentran afectos a reglas de probidad, conforme a ello las reglas de sujeción limitan
derechos subjetivos públicos que están autorizados por el legislador y al mismo tiempo el
sujeto sometido es consciente de dicha limitación.
Como Opera.
Desde un punto de vista positivo, la función u ocasión del Estado es prestar o someterse al
servicio de la persona humana. Este criterio se irradia normativamente en las normas
determinantes para la administración pública. De esta manera, la ley orgánica constitucional de
bases generales de la administración del Estado, establece en su art. 3 una adecuación de los inc.
4° y 5° del art. 1 de la CPR, por lo que bajo un criterio de LOC la administración del Estado esta al
servicio de la persona humana.
En segundo lugar, esta también debe ser promotora del bien común, y dicho bien común
debe estar definido en consideración a las necesidades públicas.
En tercer lugar, dicha necesidad pública deben prestarse o satisfacerse en forma continua
y permanente.
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Derecho Administrativo I
apreciar en el texto constitucional, también son públicos los fundamentos y procedimientos, por lo
tanto, todo acto generado dentro del procedimiento administrativo tendrá el carácter de público.
Los órganos del Estado deben poner en conocimiento la manera en que se ha construido
el acto o resolución, y por lo tanto, deben ser públicas las consideraciones y valoraciones que
manifiesta la administración para concretar dichos actos.
El procedimiento también queda afecto a este deber de publicidad, y por lo tanto, toda la
vía destinada a generar la resolución queda expuesta a la publicidad. Esto trae consigo de que
todo órgano del Estado y también la administración deben identificar la norma o las reglas a través
de las cuales ha sometido su procedimiento, y también consecuencialmente se permite que los
interesados puedan tener acceso al procedimiento en atención a cada etapa de éste.
Limitaciones.
El propio art. 8 inc 2° de la CPR a la vez que asigna un carácter de publicidad del Estado,
concreta ciertas causales generales que permiten reservar o extraer de la justiciabilidad el
respectivo acto, resolución, fundamentación del procedimiento.
1. La reserva o el secreto de la información debe llevarse a cabo a través de una Ley De
Quórum Calificado, ello implica entonces que una reserva legal especial se lleve a cabo a
través de una ley (también de carácter especial), lo cual de cierta manera garantiza un
cierto acuerdo político democrático con identificar la información que se reserva.
2. Se podría hacer secreto de información bajo tres acusas:
a. Cuando la publicidad afectare al debido cumplimiento de las funciones de los
órganos del Estado, vale decir, que el constituyente presupone que la publicidad
podría alterar el cumplimiento normal de la función pública, por lo que se supone
que la justificación de esta causal se funda en el entorpecimiento que su
publicidad o publico conocimiento pueda significar.
b. El derecho de las personas, por lo tanto, la ley puede reservar aquella información
que pueda afectar los derechos vinculados con el honor o la vida privada.
c. Cuando exista un riesgo a la seguridad nacional o que afecte el debido
cumplimiento del interés nacional. En este ámbito, existe más bien la integración
de conceptos más generales, por lo que el legislador le entra a interpretar el
hecho o las circunstancias que puede afectar la seguridad nacional o el interés
nacional. En el ámbito de la defensa o seguridad de la nación pareciere que no hay
más discusión, por lo que la información que sea sensible a los intereses militares
o estratégicos se encuentra condicionada con dicha causal. Pero en el caso del
interés nacional, esta deja una brecha, y por lo tanto un concepto indeterminado
necesariamente adecuado a las circunstancias que pueda significar un riesgo al
patrimonio nacional o a los intereses sociales.
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Derecho Administrativo I
procedimientos contenidos y fundamentos de las decisiones. A su vez, todos estos principios que
asumen los art. 3 y 13 de la LOC 18.575 se encuentran detalladamente e implícitos en la ley 20.285
de 2008, por lo cual toda actuación de la administración en contra de dichas reglas se someten al
conocimiento de un órgano administrativo especializado denominado “Consejo Para La
Transparencia”, este órgano tiene competencias para conocer de las relaciones que los
interesados presenten en contra de las resoluciones administrativas que nieguen total o
parcialmente la información pública, al mismo tiempo, este consejo está encargado de fiscalizar y
también de sancionar el incumplimiento de los deberes de transparencia activa. Para sintetizar:
1) todo lo anterior tiene como efecto proyectar a la transparencia a todos los órganos del
Estado.
2) Someter a la administración a un órgano que controle la información
3) Todo acto o resolución y procedimiento es público.
4) Tanto la ley de acceso a la información pública como la ley de quórum calificado respectiva
son las que regulan las causales de reserva de información, por tanto, el órgano
administrativo podrá limitar y fundamentar su reserva de información sobre la base de
estas normas.
2. Juan Carlos Ferrada ha observado que si bien el Estado de chile asume este modelo de
Estado Unitario, ello no ha impedido que desde el punto de vista de la administración del estado,
este se puede descomponer o dividir en regiones, y que en un mismo orden la administración
pública pueda operar bajo un nivel de descentralización. Por regla general en nuestro sistema de
Estado unitario, la descentralización opera en el marco de las funciones administrativas y en
consecuencia nuestro Estado es reacio a toda descentralización de competencias. De esta manera
la clausula del Estado descentralizado como señala el art. 3 radica desde su propia autorización, la
cual debe llevarse por medio de la ley. Al mismo tiempo, la clausula de descentralización asigna a
los órganos del estado una finalidad encaminada al fortalecimiento y búsqueda del desarrollo
equitativo de los principales órganos representativos en consideración a una descentralización
territorial tanto a nivel de gobierno regional como comunal, ello se desprende del inc. 3ero del art.
3 de la CPR.
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Derecho Administrativo I
ello, la administración pública en chile con el fin de materializar sus funciones o potestades se ha
estructurado sobre la base de estos 2 institutos.
a. Desconcentración.
Dado que es la desconcentración; según el profesor Soto Kloss, la desconcentración constituye
una figura administrativa a través de la cual se asignan una competencia y potestades
administrativas a través de la ley a un organismo inferior que pertenece a una administración u
organización determinada, de tal manera que por medio de la ley, un organismo superior asigna
potestades a un organismo inferior de carácter periférico que pertenece al mismo ámbito o
personalidad jurídica del organismo superior. Por lo tanto, lo llamativo de este mecanismo es que
el organismo inferior al cual se le atribuye ciertas potestades y competencias, las ejerce al alero de
la persona jurídica superior.
El art. 29 inc. 2° de la ley 18.575 aglutina dentro de la figura de servicios centralizados a todo
aquel servicio que actúa bajo la personalidad jurídica y con patrimonio del fisco, y al mismo
tiempo, el art. 33 de esta misma ley sin perjuicio de otorgar una clasificación de la
desconcentración, incide en ello la carencia de personalidad jurídica ya que queda bajo la
personalidad jurídica de un organismo supremo (dirección regional, SII, comisión regional del
medioambiente).
Sin perjuicio de ello, ellos tienen potestades en un ambiente en un ámbito de competencia
determinada en atención al territorio.
Clases de Desconcentración.
En atención a lo que prescribe el art. 33 de la ley 18575 la desconcentración puede ser
funcional o territorial.
La Desconcentración Funcional, es aquella por medio de la cual se asigna potestades a un
órgano administrativo del mismo servicio y que opera dentro de un mismo espacio o ámbito
territorial, por lo tanto, quien ejerce la función de un organismo desconcentrado funcionalmente
será un órgano inferior inserto en la estructura centralizada.
La Desconcentración Territorial, es aquella a través de la cual se otorgan potestades a un
órgano administrativo periférico, dependiente del servicio central pero con competencias en un
espacio territorial determinado. En este sentido, el art. 33 inc. 2° solamente atiende a señalar el
carácter del órgano desconcentrado territorialmente, solo menciona el mecanismo.
Producto de la reserva legal que impone el art. 3, es de inciativa del Presidente crear este tipo
de órganos en atención a lo que prevé el n°2 del art. 65 de la CPR, en cuanto a la iniciativa de ley
del Presidente.
Asimismo, la desconcentración regional opera a través de la Dirección Regional y esta la
encabeza un Director Regional, y al mismo tiempo este depende del Director Nacional. En este
mismo orden, los Servicios Públicos, también se desconcentran territorialmente y en atención a lo
que prevé la ley 18.575 los ministerios también se desconcentran mediante las Secretarias
Regionales Ministeriales, dichas están encabezadas de un Secretario Regional Ministerial.
Características de la Desconcentración.
1) Requiere un reconocimiento constituido, o de norma legal.
2) La Desconcentración es concurrente tanto en organismos centralizados como en
descentralizados.
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Derecho Administrativo I
3) Debe existir un órgano competente que asuma las potestades que se desconcentran.
4) La responsabilidad por los actos efectuados por el organismo desconcentrado recae
sobre el mismo órgano que tiene conferida la potestad, y dentro de su ambiente
competencial.
b. Descentralización.
La descentralización es aquel instituto o figura jurídica en donde la función pública la presta
una persona jurídica de derecho público, creada por el Estado, pero distinta de ella con patrimonio
propio gozando de cierta autonomía para el cumplimiento de sus funciones. Por lo tanto la
mecánica de la descentralización administrativa es efectuar una repartición o una distribución de
potestades que se transfieren a organismos administrativos que gozan de una personalidad
jurídica distinta del organismo central.
Clases de Descentralización.
En este sentido, también puede ser de carácter funcional o territorial.
Órganos.
1. Banco Central.
2. Gobierno Regionales.
3. Municipalidades.
Banco Central, es un órgano descentralizado funcionalmente, es decir, sin perjuicio de que sea
un órgano centralizado y autónomo sea un organismo descentralizado. El art. 3 de la ley 18575
establece los principales elementos de los servicios descentralizados, en este orden se puede decir
que estos servicios gozan de personalidad jurídica propia, patrimonio propio, pero al mismo
tiempo se encuentran sujetos a la supervigilancia del Presidente de la República a través del
respectivo ministerio. Esta idea de supervigilancia no trae consigo una relación de jerarquía, sino
más bien una relación jurídica y administrativa.
Gobiernos Regionales.
Municipalidades.
Instituciones Fiscales y semifiscales.
Empresas del Estado.
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Derecho Administrativo I
En tanto rama del derecho público, está supeditado al principio de juridicidad, ello produce por
tanto que toda acción y creación del actuar del órgano administrativo se encuentra directamente
vinculado __? Frente al carácter normativo. Toda actividad básica de la administración está sujeta
a la norma jurídica.
El art. 6 de la CPR, expresa esta idea la cual somete expresamente la acción de la actuación
administrativa a la constitución y a las leyes en términos generales dictadas conforme a ella.
Fuentes Directas.
1. Constitución.
2. Ley en sentido amplio
3. Reglamentos, dentro de estos: los DFL y los textos refundidos y sistematizados que emanan
de la potestad reglamentaria.
4. Tratados Internacionales.
5. Costumbre Administrativa y Principios Generales aplicables al Derecho Administrativo.
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Derecho Administrativo I
Supremacía Constitucional.
En virtud de este concepto, la constitución operaría como una norma originaria de todo el
ordenamiento, la constitución es la norma a partir de la cual se deriva el reconocimiento y
legitimidad de los demás tipos normativos que son parte del ordenamiento jurídico.
Un rasgo importante es que si bien le otorga a la constitución un carácter originario, también le
asigna una jerarquía superior dentro de las fuentes normativas, el efecto es que cualquier norma
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Derecho Administrativo I
inferior que contradiga a la constitución carecerá de validez, esto último tiene por efecto de que
las normas inferiores están sujetas a un control de constitucionalidad y producto de esta
supremacía las normas se sujetan a un control previo, según lo establece el art. 93 inc. 1 de la CPR
o también a un control del proyecto de ley en la tramitación de la norma (art. 93 inc. 3) como
también sobre las cuestiones de constitucionalidad como aparece en el art. 93 inc. 4, caso de los
DFL o también sobre las cuestiones que se puedan generar sobre un precepto legal que se declare
inaplicable, art.93 inc. 7 y en general sobre la constitucionalidad de los DS, art. 93 n°16, por lo
tanto la supremacía constitucional en nuestro ordenamiento se encuentra verificada por el
control preciso, especializado y concentrado que efectúa el Tribunal Constitucional y al mismo
tiempo la actuación normativa materializada en DS y que constituye la Potestad Constitucional del
Presidente para crear normas, se encuentra también sujeta al control de constitucionalidad por lo
que el gobierno y la administración se encuentran sometidas a los límites constitucionales.
2. LA LEY.
Nuestra tradición jurídica se ha preocupado por el concepto general de ley, en este sentido,
desde el punto de vista del Derecho Publico la noción de ley se puede apreciar bajo dos puntos de
vista: (a) formal; (b) material.
El concepto formal de ley es aquel que ha tenido una tradición que arranca precisamente de su
regulación del Código Civil. La visión de ley establece una visión liberal de ley, y por tanto una
visión en su sentido formal en cuanto a su procedimiento. De esta manera la ley se constituye
como un producto de un órgano y también de un procedimiento especifico para su generación
(creación) y que al mismo tiempo, dicho procedimiento, es establecido por una norma superior
que es la CPR, y es esta la encargada de distribuir la competencia al órgano llamado a generar la
ley y proveerla de un procedimiento para ello.
En este sentido, el concepto de ley que emana del art. 1 del Código Civil, es un concepto que
carece de contenido puesto que no clarifica el objeto de la ley, confrontando el art. 1 con la
regulación del procedimiento a nivel constitucional, se observa que el concepto formal de ley es
inadecuado, y por lo tanto se admite con mayor coherencia la visión de un concepto material, este
se vincula necesariamente con la regulación que ha previsto el constituyente en la formación de la
ley, por lo tanto, el concepto material de ley, desde un punto de vista constitucional se encuentra
condicionado sobre tres aspectos:
Se prevé una reserva de ley en el art. 63 de la CPR.
Existe una distribución de potestades normativas que permiten una relación entre la ley y
el reglamento.
La CPR contempla una tipología de leyes, según se observa en el art. 66 de la CPR, Ley
Interpretativa, Ley De Quórum Calificado, Ley Orgánica Constitucional, Ley Ordinaria.
De esta manera la ley se perfila como una norma destinada a ámbitos de relevancia, es decir, lo
que hace nuestro constituyente es desplazar una categoría formal y reconocer que aspectos
tendrán que cubrir necesariamente o regularse a través de una ley. De ahí que parte de la doctrina
entienda que la propia Constitución al introducir las materias de ley (art. 63) prevé un concepto
material de ley, puesto que sin perjuicio de introducir un catalogo de las materias contempla una
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Derecho Administrativo I
clausula que otorga la regulación por ley a toda otra norma de carácter general y obligatoria que
estatuya las bases esenciales del ordenamiento jurídico.
La ley se somete por lo general a aspectos esenciales en el ordenamiento con el objeto de
evitar un carácter especialísimo de alguna materia, las que se pueden canalizar a través del
ejercicio de la potestad reglamentaria o por medio de los DFL. En consecuencia, puede suceder
que el legislador pueda regular una materia no descrita en el art. 63 y al mismo tiempo dicha
materia o la naturaleza del asunto a regular no constituya bases esenciales en el ordenamiento.
Por lo tanto aparece un problema de discrecionalidad por parte del legislador y también en un
conflicto de la extensión de la potestad reglamentaria dado que la Potestad Reglamentaria tiene
como límite la reserva de ley, y por lo tanto, tanto el legislador como el gobierno podrían estar
perfectamente capacitados para regular una materia.
En conclusión, la noción formal de la ley se encuentra al mismo tiempo limitada y condicionada
por la Constitución, por lo tanto, la CPR nos entrega una noción material de la ley, es decir, los
ámbitos a los que se extiende una norma que debe ser regulada por la ley.
Características.
1) La ley debe representar una generalidad, es decir, se debe extender sobre cualquier
persona, sin perjuicio de ello, la generalidad no constituye en sí mismo un rango esencial,
dado que la ley puede dirigirse a regular supuestos específicos, el ejemplo de esto nos
propone el art.63 n°7 de la CPR, cuando se requiere de ley para la contratación de
empréstitos para financiar proyectos específicos.
2) La ley tiene como característica la obligatoriedad, ello guarda relación de que la ley es
vinculante, y por lo tanto, genera deberes de observancia.
3) La ley goza de imperio, puesto que es producto de la obligatoriedad, la ley puede ser
exigida para su eficacia material a través de la fuerza o por medio de la coacción.
4) La ley debe ser oportuna, es decir, que debe encontrarse en consonancia o
contextualizada a las necesidades sociales, y por lo tanto, desde el punto de vista
administrativo se observa cuando la ley le asigna a la administración los medios jurídicos
para materializar sus fines.
5) La ley tiene el carácter de permanente, vale decir, debe tender a producir efectos
continuos e indefinidos, por lo que la creación de ciertas potestades públicas debe tener
un efecto perdurable en el tiempo.
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Derecho Administrativo I
funciones deben establecerse por ley, siguiendo en este orden la referencia general del
art. 63 n°14.
2) La ley interviene o media en la creación de los Ministerios que integran el gobierno, en
este orden, el art. 33 inc. 2° de la CPR, establece la condicionante, apreciamos que la
potestad de organización se sujeta a la ley, y por lo tanto, a la formalidad legislativa.
3) A través de la ley debe regularse el procedimiento administrativo, ello según lo prevé el
art. 63 n°18, por lo tanto, cualquier procedimiento que rija los actos de la administración
debe crearse a través de una ley, en este caso, ley ordinaria.
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Derecho Administrativo I
El DFL constituye un acto normativo en virtud del cual a partir de una autorización
habilitante expresa emanada del Congreso faculta al gobierno para la regulación de
determinadas materias que constitucionalmente se encuentran en reserva de ley.
El contexto o motivo de fondo por el cual existe esta legislación irregular emana en
el entendido de que ciertas situaciones jurídicas requieren de una respuesta coordinada,
rápida y eficaz por parte del gobierno. Junto con ello, las materias que generalmente
habilitan al gobierno a regular son materias vinculadas con el ámbito de atribuciones del
Presidente de la República, y por lo tanto, se entiende que es el órgano ejecutivo quien
goza de cierta idoneidad o experticia para la dictación o regulación de dichas materias.
Por lo tanto, la discrecionalidad legislativa del gobierno en este ámbito permite
que la discusión y la formación de la norma no se sujeten a un procedimiento largo. Por lo
tanto, la regulación normativa del gobierno cristalizada en un DFL constituye una garantía
en el conocimiento del marco jurídico que puede entrar a regular o modificar. El art. 64 de
la CPR, constituye la fuente que reconoce la dictación por parte del Presidente de la
República de los DFL.
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Derecho Administrativo I
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Derecho Administrativo I
constituye o no requiere una delegación previa dado que emanan de una potestad propia
del Presidente de la República.
b. Dicha potestad normativa se ejerce sobre las leyes en un sentido formal, por tanto, no es
aplicable sobre normas de rango inferior, y en consecuencia se someten a su ámbito de
ordenación todas las leyes ordinarias, las LOC, leyes interpretativas, LQC, DFL ordinarios,
DL.
c. En consideración a las expresiones que utiliza la Constitución, tienen por objeto:
i. Refundir: ello implica que los textos diversos se compilen en un solo texto
ii. Coordinar: ello quiere decir “armonizar los textos normativos” a fin de que
tengan una mayor coherencia y corrección en el sentido de eliminar
normas derogadas u obsoletas.
iii. Sistematizar: dar forma y disposición a la norma reunida, de manera que el
nuevo texto, adecua una nueva lógica y ordenación para su comprensión
coherente, por tanto nuevamente reuniendo “i, ii, iii ”, esta operación de
técnica jurídica buscaría la mejor aplicación de la ley dentro del marco
jurídico determinado.
d. No legislan, y por lo tanto solamente buscan organizar y sistematizar textos vigentes, en
este mismo orden el texto final que refunde, coordina y sistematiza no puede variar
sustantivamente la ley vigente y solamente debe dar coherencia a las normas, no puede
crear nuevas normas sino que debe efectuar la labor de adecuar en forma ordenada la
norma vigente.
3. EL REGLAMENTO, constituye una fuente interna del Derecho Administrativo, y por lo tanto,
desde una perspectiva general, es la misma administración tiene asignada potestades normativas
para crearlo. El reglamento tiene como fundamento la necesidad de administrar el Estado a través
de normas generales y abstractas que emanan de la administración, en este orden, el reglamento
es producto de un acto entre gobierno y administración, y tiene como característica general que
desde la jerarquía normativa ocupa un lugar inferior a la ley, sin perjuicio de tener ese rasgo de
aplicación general. De esta manera existe o ha existido una tensión ente el reglamento y la ley,
puesto que en nuestro ordenamiento jurídico el Presidente puede ejercer potestades
reglamentarias sobre materias que no sean de ley y al mismo tiempo el art. 63 de la Constitución
establece o prevé aquellas materias que se someten a la jerarquía de la ley y en consecuencia
pareciera ampliarse las materias por las que el Presidente puede ejercer su potestad
reglamentaria, por tanto, esta tensión se manifiesta en las situaciones en que el ejercicio de la
potestad reglamentaria pudiese invadir o rozar materias de ley.
Características Generales.
Dos aspectos: (1) el reglamento como potestad normativa; (2) reglamento como potestad
normativa secundaria.
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Derecho Administrativo I
A. Reglamento Como Potestad Normativa: constituyen una norma jurídica, sin embargo, para
distinguir su carácter o naturaleza normativa hay que referirse a la (1) diferencia de los
reglamentos con el acto administrativo, (2) diferencia con las normas internas de la administración
y (3) respecto a la eficacia normativa.
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reglamento ejecutivo son todos aquellos generados en virtud de una remisión normativa
con independencia de la amplitud de esta.
2) Reglamento Autónomo O Independiente: Son aquellos dictados por el gobierno o la
administración por materias no reguladas por las leyes y sin autorización o remisión alguna
por parte de la ley. En este sentido el art. 32 n° 6 asigna al Presidente de la República una
amplitud de contenido, limitado en principio por la reserva legal. Si bien en general la
potestad reglamentaria esta asignada al Presidente de la República, nuestro ordenamiento
contempla de manera restringida un poder normativo reglamentario a ciertos órganos que
gozan de una autonomía legal o constitucional. Finalmente nuestro sistema normativo
entrega a la Contraloría el control preventivo de los reglamentos, y por lo tanto la
Contraloría deberá pronunciarse sobre la juridicidad del reglamento a partir de trámite de
toma de razón.
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Derecho Administrativo I
Las fuentes normativas son la Constitución Política de la República, la Ley, los Tratados
Internacionales y los reglamentos, los decretos quedan fuera, ya que son una manifestación del
acto administrativo, y el acto administrativo no constituye fuente sino más bien el ejercicio de la
potestad.
¿QUÉ ES EL DECRETO?
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Derecho Administrativo I
Desde un punto de vista genérico, es todo mandato u orden dictada por la autoridad
dentro de su competencia, si el decreto es dictado por el Presidente de la República este tendrá
una dimensión de Decreto Supremo; si es dictado por otro jefe superior de servicio (alcalde,
rector) tendrá denominación de Simple Decreto.
De esta forma, los decretos admiten cierta categoría:
1) Decreto Simple: es aquel dictado por el Presidente de la República, y que agota en
su eficacia con su sola aplicación, es decir, el Decreto Supremo de nombramiento
surte efecto para la situación jurídica que crea.
Sin embargo, desde el punto de vista de sus efectos esta él:
2) Decreto supremo reglamentario: es el reglamento formalizado, es aquella norma
que está determinada al crear situaciones generales o abstractas, permanentes en
el tiempo, por ejemplo: los DL y los Decretos reglamentarios autónomos.
A partir de la materia o función, los decretos simples pueden ser denominados Decretos
Simples Ordinarios, Decretos Simples Insistencia, Decreto Simple De Emergencia, Decreto Simple
Promulgatorio.
1) El Decreto Simple Ordinario: es aquel que versa sobre asuntos comunes de la
administración.
2) El Decreto Simple de Insistencia: constituye aquella orden escrita, emanada del
Presidente de la República, firmada por este y por todos sus ministros con el
objeto de que el Contralor General le dé curso cuando este mismo la haya
representado por ilegalidad (inc. 1° del art. 99 de la CPR).
3) Decreto Simple de Emergencia: constituye aquella orden escrita que emana del
Presidente de la República con la firma de todos sus ministros, a fin de ordenar
gastos no autorizados por ley cuando estos tengan por objeto atender
necesidades impostergables derivadas de calamidades públicas, de agresión
exterior, conmoción interna, de grave daño o peligro para la seguridad nacional, o
del agotamiento de recursos destinados a mantener los servicios (2%
constitucional).
4) Los Decretos Promulgatorio: aquel que dicta el Presidente de la República, en
tanto constituye órgano colegislador, y por lo tanto, el objetivo del decreto
Promulgatorio será sancionar la ley y dejar constancia al mismo tiempo del texto
definitivo producto del tramite constitucional legislativo.
COSTUMBRE Y EL PRECEDENTE.
Si bien el Derecho Administrativo tiene una vinculación directa con la ley, en cuanto
somete a la administración tanto en su creación como funcionamiento, el legislador ha dado
relevancia en casos muy específicos a aquellos actos administrativos que puedan constituir una
seguridad jurídica para el destinatario, en este sentido, es casi opinión unánime en que si bien la
administración se somete a la ley, al mismo tiempo debe someterse a sus propias decisiones. En
este orden, en materia de administración tributaria, en materia de control de legalidad de los
actos, el legislador ha hecho un reconocimiento expreso a la exigencia u obligatoriedad de la
decisión administrativa, tanto al órgano como al particular destinatario de la decisión. Por lo tanto,
el precedente administrativo viene a constituir un criterio de uniformidad en la apreciación que
tiene la administración sobre un aspecto determinado, de modo tal que para el caso que la
administración tienda a promover una modificación en el contenido de sus decisiones estas las
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Para ello es que la doctrina publicista, con un éxito relativo, ha tendido a agrupar a las
personas jurídicas públicas sobre la base de dos tipologías más representativas:
a) Aquella que distingue entre ente público y entes privados.
b) Aquella que distingue entre entes territoriales y entes no territoriales o
descentralizados.
Estos criterios no son absolutos, mas aun cuando la evolución jurídica ha hecho difusos los
límites entre lo público y lo privado. Prácticamente la totalidad de las personas jurídicas posee
elementos de derecho público y privado en su régimen por lo que la distinción entre ente público
o privado hoy en día es irrelevante. Así los criterios jurídicos en base a los cuales podría
establecerse una identificación del ente público podrían ser (1) en atención a la forma en que este
ente se constituya o (2) al régimen jurídico a los que el ente se encuentra sometido.
Por lo tanto, si se constituye por una ley, ley que permita la creación (constitución)
independientemente de su formalidad (sociedad anónima, fundación) el ente podría tener una
categoría pública, mas aun si el legislador a través de la ley crea un régimen jurídico para su
funcionamiento.
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Por ello el Derecho Administrativo tradicional partía del supuesto en que los entes
públicos debían estar constituidos bajo una forma de personificación pública, y se regirían
exclusivamente por el derecho público administrativo, y por el contrario los entes privados debían
constituirse bajo la forma de persona privada y regirse solamente por el derecho privado. Sin
embargo, esta tradicional ecuación ha sido contrarrestada por el derecho positivo, y por lo tanto el
derecho positivo ha dado lugar a una serie de combinaciones.-
1) Existen combinaciones en la cual las personas jurídicas privadas tradicionalmente se crean
bajo una formalidad privada y sometidas al derecho privado, pero otras se constituyen
bajo una forma pública (comunidad de regantes) y es posible además que tanto las
personas privadas como públicas se encuentren sometidas por el derecho público y el
derecho privado. Por ejemplo: en el caso de las Empresas del Estado; comunidad de
regantes.
2) Las consideradas habitualmente como personas jurídicas públicas se constituyen bajo una
forma pública de personificación, vale decir, por ejemplo: los municipios, organismos
autónomos, y estos se rigen por el Derecho Administrativo, pero también en una
proporción cada vez mayor existen órganos públicos que pueden celebrar actos privados o
sujetos al derecho privado, dado que pueden celebrar actos civiles, comerciales o
contratos de trabajo. Y también existen personas públicas constituidas bajo la forma de un
sujeto privado, por ejemplo: fundaciones creadas por otros órganos públicos y que se
rigen por el derecho privado. Y finalmente personas públicas que se rigen para su
actividad por el derecho privado como lo son TVN, EFE (Empresas de Ferrocarriles del
Estado), Metro, Correos.
La doctrina ha identificado que los entes territoriales se caracterizan por ser personas
jurídicas que actúan dentro de un territorio determinado.
De esta manera, el territorio ha sido considerado como un aspecto esencial del ejercicio
de las funciones tanto de los órganos a nivel regional como local.
Esto es, más bien una obviedad dado que la relevancia del ente territorial se sujeta más
bien a las competencias que este puede ejercer dentro de un territorio, es tan así que las
competencias se aplican en una órbita territorial.
No obstante, esta clasificación de entes territoriales admite necesariamente una distinción
en cuanto si el ente constituye un órgano primario o si el ente ejerce funciones más bien
instrumentales, vale decir, que no es esencial la precisión del territorio para ejercer sus
competencias.
El profesor Santa María Pastor ha clasificado dentro de los entes territoriales o no
territoriales, este criterio de entes político primarios o entes instrumentales.
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Primarios: como entes públicos son aquellos que constituyen la base de la administración
dentro de un territorio, la gran cualidad de estos entes es que su composición se
encuentra sometida a un sistema democrático, vale decir, a un sistema eleccionario:
o Presidente, en su función de gobierno y administración a nivel nacional.
o Gobierno regional.
o Gobierno municipal, conformado por el alcalde y el consejo municipal.
Entes no territoriales o instrumentales: junto a los entes primarios conviven una variedad
de órganos provistos de una persona jurídica. Estos órganos instrumentales se encuentran
articulados sobre la base de un complejo burocrático, la personificación de estos entes es
bastante especializada, y por lo tanto, no responden unívocamente a un tipo de ente
instrumental, por lo que dentro de estos entes es posible encontrar a entes que gozan de
una autonomía constitucional y legal, se les asigna un carácter empresarial, por otra parte
se les establece un carácter exento de lucro (fundación), se le entrega el carácter de
corporación, y finalmente el carácter de servicio público. Respecto de estos, la cualidad
esencial son las funciones que ejercen sin perjuicio de la variedad de su naturaleza.
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Derecho Administrativo I
no es un representante que actúe para el Estado, sino que el funcionario actúa por el
Estado en cuanto se encuentra inserto en su estructura.
La acción física del funcionario como órgano es determinante para el ejercicio de la
función administrativa, el concepto de órgano ha variado. La doctrina clásica señala que el
concepto de órgano se encontraba vinculado a la persona física del servidor del Estado.
En una segunda etapa dicha parte de la doctrina entendió que el concepto no podría
aplicarse directamente al servidor del Estado, sino más bien al complejo de funciones
concentradas en una figura abstracta del que la persona física seria el titular.
3) Ha existido otra tendencia que concibe al órgano y su concepto como reservado para
aquellas unidades administrativas cuyos titulares están calificados o cualificados para
emitir declaraciones que se imputan como propias de la administración. Manifestación de
voluntad que genera efectos jurídicos en la administración.
Concepto Dogmatico.
Si bien la doctrina ha evolucionado en torno a la teoría del órgano, la explicación del
concepto de órgano es mucho más sencilla, ello dado que desde un punto de vista empírico, la
administración pública se organiza sobre la base de una estructura interna que supone un soporte
de unidades abstractas, sirven de base los Ministerios, Seremías, divisiones generales y servicios;
cada uno de estos entes tienen asignado o encomendados la realización de un haz de funciones y
tareas, consiguientemente dichas funciones y tareas son ejercidas por una persona física o un
colegio de personas. Al mismo tiempo, estas personas ejercen la jefatura y dirección de la unidad
(órgano colegiado, consejo regional o municipal). No obstante, el carácter unipersonal o colegiado
de dicha unidad, estos se encuentran auxiliados para el desempeño de la función por otros
funcionarios. En consecuencia, para el desempeño de funciones administrativas, la unidad
abstracta requiere de ciertos bienes financieros y específicos.
La denominación de órganos administrativos se ha aplicado de forma genérica. Su uso se
extiende indiscriminadamente a todas las formas o clases de unidades abstractas destinadas al
ejercicio de las funciones administrativas, desde el punto de vista del lenguaje jurídico, la
calificación de órgano se encuentra desvinculada del significado original y técnico jurídico, el
concepto no pretendió identificar la unidad abstracta y las formas en que se descompone la
organización, sino que el principal objetivo de la teoría del órgano fue definir la manera en que se
imputa ciertas decisiones de la voluntad de las personas físicas en el órgano.
Desde un punto de vista dogmatico, el concepto de órgano parece que debería quedar
reservado exclusivamente a aquellas unidades funcionales dotadas de capacidad para actuar de
una manera jurídica eficaz dentro de las relaciones intersubjetivas debería estar situado a aquellos
entes o unidades que gozan de la capacidad y el poder de expresar hacia el exterior la voluntad
jurídica del ente al cual integran. Un órgano administrativo goza de un poder de decisión
independientemente sea este un órgano personal o colegiado.
Objeto De La Imputación.
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Derecho Administrativo I
El objeto guarda relación de que dentro del Estado y a partir del Derecho público se exigió
una noción que permitiera atribuirle totalmente al Estado las consecuencias materializadas por el
funcionario, es por ello que la teoría del órgano coadyuda a construir la imputación total, ello
porque en la medida de que el Estado era destinatario de los efectos de los actos realizados por
sus servidores, ello tenía como consecuencia de que el Estado pasaría a ser autor de dichos actos,
de esta manera, esa idea básica consolida en orden a entender de que si el órgano era parte
integrante del Estado, este resultaba ser actos y destinatario de los efectos de los actos realizados
por los funcionarios a su servicio. De esta manera, esto ha llevado a identificar dos formas de
imputación: (1) total; (2) parcial.
1) Imputación total: corresponderá a los supuestos en que el titular de un órgano realiza
actos formales con un objeto preciso, vale decir, dictar un reglamento, celebrar un acto
administrativo. El acto mismo, por lo tanto, y no solo sus efectos son los que se imputan a
la administración. Ello implica que el acto imputado al ente público no solo incorpora su
contenido objetivo, derechos, obligaciones o deberes; sino también todos los posibles
vicios de la voluntad del o los agentes que lo realizaron, es decir, actuaron con dolo,
coacción.
2) Imputación parcial: solamente afecta a los efectos del acto, este tiene lugar respecto de
aquellas conductas o actividades que no constituyen una manifestación de un acto formal
y tipificado de expresión de voluntad sino que no único que se le imputa a la
administración, son los efectos de la conducta lo que se le imputa a la administración, es la
indemnización de los daños generados por la actividad (responsabilidad patrimonial del
Estado).
Límites De La Imputación
No toda actividad o acto de la administración está sujeto a la imputación y conforme a
esto para que un acto sea imputable debe responder a ciertos límites, que son tres:
1) Que la actividad desplegada por el servidor público lo sea en cumplimiento de sus
funciones propias y estas deben encontrarse adscritas al ente público determinado, es
decir que el funcionario que personifica a la administración, debe desplegar las funciones
de esta, como consecuencia de esto es que las meras declaraciones del funcionario que
no se relacionan con las funciones públicas no vinculan a la administración.
2) Debe existir un reconocimiento y apariencia formal mínima de corrección del acto, esto se
entiende en orden a que es posible que el órgano autor del acto carezca de competencia
para realizarlo, de esta manera la falta de competencia en principio no excluye
automáticamente la imputación, sino que cuando esta es de tal intensidad que priva al
acto de un reconocimiento exterior. En este sentido la imputación requiere al menos que
el acto constituya un desarrollo de las funciones públicas propias del titular que lo dicta, o
al menos razonablemente conexas o vinculadas a ellas, en este orden no habría una
imputación cuando por ejemplo se produjo el nombramiento o un acto que manifieste
una incompetencia relevante o manifiesta. Ejemplo: Un ministro designa un director de
servicio público que no se encuentra sometido a su supervigilancia.
3) Investidura del funcionario, en este sentido el defecto de esta condición plantea tres
casos diferentes:
a. El nombramiento irregular de un funcionario que posteriormente es anulado.
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Derecho Administrativo I
b. Una Ilegalidad temporal, vale decir que existan supuestos previos que limiten el
ejercicio de ciertas funciones, ello se vincula con las inhabilidades que pueden
inhabilitar temporalmente el ejercicio de la función por parte de la autoridad.
c. Caso de ausencia total de investidura.
Sin embargo se manifiesta en estos defectos de investidura una tensión entre dos
principios:
1. El Principio de exigencia o mantenimiento del sistema de prohibición ilegal de los órganos
administrativos;
2. Y el valor de la continuidad de la prestación de servicio público y por tanto la presencia de
confianza legítima o buena fe por parte de los particulares que se relaciona con la
administración.
La solución general para los problemas o la falta de investidura regular, es la nulidad del
acto sin embargo en atención o en consideración al conflicto muchas veces los tribunales en
consideración a la buena fe o a la confianza legítima de los particulares puede generar una
inclinación en estimar que si bien el acto adolece de nulidad este debe imputarse de todas formas
a la administración en resguardo de los intereses asumidos de buena fe por los particulares.
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Derecho Administrativo I
ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA.
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Derecho Administrativo I
cumplimiento de funciones, sin embargo a mediados del los años 50 y como producto de la
creciente intervención del Estado en su carácter de empresario se crean múltiples entidades que
se desvinculan de la estructura básica, estas corresponden a las entidades fiscales o semifiscales o
propiamente empresas fiscales o del Estado.
La Constitución del 80 incorpora ciertos elementos fundada en el gobierno y sus
ministerios pero integra dos clausulas que pacifican la identificación de los órganos
administrativos. La (1) es el artículo 38, por cuanto la determinación de órgano de administración
del Estado, es dejada a la presunción de su ley orgánica, Ley Orgánica Constitucional de bases
generales de la administración del Estado (18.575). Y en (2) aquella prevista en el numeral 21 del
artículo 19 en cuanto reconoce la actividad empresarial de Estado en cualquiera de sus formas.
¿Qué Caracteriza A La Autonomía Formulada Por La CPR Y Su Distingo Entre Autonomía Legal Y
Constitucional?
3 aspectos:
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1. Lógicamente es la CPR la que regula con mayor o menos extensión las funciones básicas
del órgano constitucional autónomo, o sea la autonomía legal no encuentra su origen en
la CPR.
2. A los órganos autónomos de rango constitucional el constituyente a previsto su regulación
extensiva por medio de L.O.C, o L.Q.C.
El art 21 inc. 2° de la Ley de bases generales de la administración de Estado hace uso de
este criterio en el caso de distinguir la aplicación básica de esta ley orgánica a los órganos
administrativos que prevé y dejar a su ley especial o sea de Quórum calificado u Orgánica
constitucional su desarrollo específico.
3. Las autonomías constitucionales se encuentran afectas a líneas jerárquicas diferentes o
especiales ajenas por lo tanto a la estructura básica de los órganos que regula la ley de
bases generales de la administración de Estado y estos órganos autónomos
constitucionales, no se encuentran sometidos a vínculos de supervigilancia o tutela por
parte del presidente de la republica.
En consecuencia la CPR obliga a efectuar una clasificación general que distingue entre
órganos administrativos constitucionales y órganos administrativos legales. Dado que el art 65
n°2 incorpora la expresión de servicio público autónomo, ello sugiere que es atribución exclusiva
del presidente de la republica la creación, por lo tanto de órganos autónomos legales, lo cual
permite observar que no es iniciativa exclusiva del presidente la creación de otros órganos en que
se pretenda asignarles un rango constitucional.
De esta manera se determina una clasificación que postula en primer lugar a los órganos
administrativos de origen constitucional que se encuentran conformados:
a) A través de órganos autónomos en este esquema se integra el servicio electoral, el consejo
nacional de televisión, la contraloría general de la república, el consejo de seguridad
social, el banco central, los gobiernos regionales y las municipalidades.
b) En un segundo cuadro clasificatorio se integran los demás servicios públicos de origen
legal. Dentro de los cuales se encuentran, las entidades de fiscalización creadas o
sometidas al decreto ley 3551, como también las universidades del Estado.
c) En tercer puesto se encuentran los servicios fiscales en los que se incorporan por ejemplo
la tesorería general de la república y el S.I.I.
d) En cuarto orden se encuentran los servicios descentralizados, instituciones públicas y
empresas del Estado.
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Las empresas públicas del Estado eran personas jurídicas de derecho público sujetas a las
normas de derecho público y desde un punto de vista de la clasificación se encasillaba dentro de
los servicios públicos descentralizados.
La empresas privadas de Estado eran aquellas que se creaban bajo la forma de los entes
privados, es decir, de sociedades o corporaciones, y se regulaban por normas de derecho común,
a juicios de la Contraloría de aquel ***** estas empresas no se encasillaban en ninguna
clasificación de servicio público.
Sin embargo la ley orgánica constitucional de bases generales de la administración de
Estado (18.575) regula en dos artículos la ubicación de las empresas públicas del Estado:
El artículo 1° inc. 2° de la ley 18.575, integra a la empresa pública y empresa privada bajo
el sólo hecho que hayan sido creadas por ley.
El artículo 6° de la ley 18.575, ley de bases generales de la administración del Estado,
limita la actuación del Estado en entidades que no sean parte de la administración por lo
tanto nuevamente la ley opera como una técnica formal de intervención del Estado en la
actividad privada.
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Así de esta manera en un órgano administrativo hay que decir que existe un jefe
de servicio, de dirección, de departamento, de sección y de oficinas.
El jefe superior de servicio constituye un cargo de confianza exclusiva del
Presidente de la República, el art. 31 de la Ley 18.575, contempla a los jefes de servicio
como los que están a cargo de los servicios públicos, y al mismo tiempo se le asigna la
denominación de director, y por lo tanto el jefe superior de servicio es el funcionario de
más alta jerarquía dentro del respectivo organismo.
Los jefes de servicio están encargados de dirigir, organizar y administrar el
correspondiente servicio, además el jefe de servicio tiene asignado funciones de control,
un control de carácter disciplinario, y también de carácter jurídico como también el
develar el cumplimiento de los objetos del servicio.
Finalmente el jefe de servicio responde de su gestión, y por lo tanto, implica una
responsabilidad patrimonial en el manejo de las cuentas públicas como también en el
resultado de sus propias funciones.
La jerarquía entraña ciertos atributos:
i. Poder de mando
ii. Poder disciplinario
iii. Poder jurisdicción retenida
iv. Poder de resolución de contiendas de competencia entre los subalternos.
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Características De La Delegación.
1. art. 41, la delegación recae sobre materias específicas.
2. Puede ser revocada en cualquier momento por la autoridad delegante.
3. La delegación se contiene en una resolución de la autoridad delegante,
normalmente el jefe superior de servicio.
4. El delegado o el funcionario al cual se les asignan las funciones responde de las
decisiones adoptadas en virtud de la delegación, sin perjuicio de la responsabilidad
directiva que puede afectar al delegante por negligencia en sus funciones de
supervisión de lo actuado por quienes son sus subalternos.
5. En la práctica la delegación constituye un acto temporal, y por tanto ello genera
que el órgano superior los asuma como propias en cualquier momento.
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5) Servicios Públicos.- la LOC 18.575 define en su art. 28 a los servicios públicos, “los servicios
públicos son órganos administrativos encargados de satisfacer necesidades colectivas de
manera regulada y continua”. De esta manera, los servicios públicos tienen un carácter
operativo o de ejecución de las políticas, planes y programas de gobierno. Los servicios
tiene un problema conceptual, puesto que los servicios públicos en Chile tienen un
carácter orgánico, es decir, constituye un órgano operativo que está encargado del
cumplimiento de la función administrativa. El problema es que en la dogmatica
administrativa no existe una definición precisa de lo que constituye el servicio público, ello
porque el apelativo de servicio público en el Derecho Administrativo, no solamente puede
recaer en el órgano que ejerce la función administrativo, sino también como en la
naturaleza de la propia función.
Los servicios públicos se clasifican en dos tipos, el art. 29 de la ley 18.575, señala
que existen servicios públicos centralizados y descentralizados.
Los servicios públicos centralizados son aquellos que actúan bajo el fisco y que
actúan con bienes de este, y sometidos a la dependencia del Presidente de la República a
través del ministerio respectivo.
Los servicios descentralizados actúan con la persona jurídica y patrimonio propio
que la ley les asigne, y estos se encuentran sujetos a la supervigilancia del Presidente de la
República a través del ministerio respectivo.
La misma ley prevé que los servicios públicos descentralizados podrán generar su
descentralización de manera funcional o territorial.
6) Jefe Superior De Servicio.- (JSS), los servicios públicos, tanto centralizados como
descentralizados, se encuentran sujetos y a cargo de un jefe superior de servicio. Los jefes
superiores de servicio son denominados director de servicio, este directos constituye el
funcionario de más alta jerarquía dentro del respectivo servicio u organismo, no obstante,
la ley puede asignar una denominación distinta puesto que en el caso de las universidades
el jefe superior de servicio tiene como denominación rector, y en el caso de las
municipalidades se denomina alcalde.
Dentro de las funciones generales de los JSS se encentra:
i. La de dirigir el servicio público.
ii. Ejercer una función de organización y de administración.
iii. Ejercer una función de control y de cumplimiento de los objetivos
referidos a su gestión.
Desde el punto de vista de la organización interna, los servicios públicos se
encuentran compuestos por una dirección nacional, direcciones regionales, los
departamentos, los subdepartamentos, las secciones y las oficinas.
Una diferencia sustantiva entre el JSS centralizado y descentralizado es que en
este último el JS tiene atribuida la representación judicial y extrajudicial del respectivo
servicio por el hecho de que estos gozan de persona jurídica. Caso contrario ocurre en los
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ii. El intendente es quien preside el consejo regional, según lo establece el art. 24 letra
“c”.
iii. El intendente es quien está a cargo de la jefatura superior del servicio “gobierno
regional”, según de lo que se puede inferir de las letras “i, j” de la ley 19.175, las
cuales incorpora la facultad de nombrar, remover funcionarios de confianza, y velar
por las normas de probidad administrativa que se establecen con carácter de general
en la LOC 18.575.
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jurídico se regula a nivel constitucional y de ley orgánica especial o constitucional, lo cual incide en
su carácter de órgano autónomo.
El art. 118 de la CPR y ss. identifica la regulación, las reglas básicas de la administración
local o comunal.
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Las atribuciones esenciales son aquellas contempladas por la CPR como propias de las
entidades edilicias, y que se encuentran reguladas expresamente en la LOC. El art. 5 de la LOC de
Municipalidades establece dentro de las atribuciones esenciales las siguientes:
i. Ejecutar el plan comunal de desarrollo y los programas necesarios para su
cumplimiento.
ii. Elaborar, aprobar, modificar y ejecutar el presupuesto municipal.
iii. Administrar los bienes municipales y nacionales de uso público, incluido su
subsuelo existente en la comuna, salvo que esto le corresponda a otros órganos de
la administración.
iv. Dictar resoluciones obligatorias con carácter general o particular.
v. Establecer derechos por los servicios que presten, y por los permisos y
concesiones que se otorguen.
vi. Adquirir y enajenar bienes muebles e inmuebles.
vii. Otorgar subvenciones y aportes para fines específicos a personas jurídicas,
públicas o privadas sin fines de lucro, que colaboren en el cumplimiento de sus
funciones municipales.
viii. También pueden constituir corporaciones o fundaciones de derecho privado sin
fines de lucro destinados a la promoción de la cultura.
ix. Aprobar los planes regulatorios o seccionales de comunas que formen parte de su
territorio normado por un plan regulatorio metropolitano intercomunal.
Las atribuciones no esenciales se encuentran contempladas en el art. 5 inc.2° de la LOC de
Municipalidades, que se refieren a aquellas facultades que tiene la municipalidad en virtud de
leyes especiales o que versen sobre materias que la Constitución expresamente ha encargado que
sean reguladas por la ley común, por tanto, son otro tipo de atribuciones ajenas a la LOC de
Municipalidades o que se refieren a materias reguladas en la ley común (ley de alcoholes).
Organización Municipal.
La CPR en su art. 108 establece los órganos básicos de la municipalidad, y reconoce que la
administración local de cada comuna o agrupación de comuna reside en la municipalidad. Al
mismo tiempo, la municipalidad se constituye por dos órganos básicos, el alcalde y el consejo, con
redacción similar el art. 1 de la LOC de municipalidades contempla el mismo contenido.
¿Qué es el Alcalde?
El alcalde, según lo que establece el art. 127 de la LOC de Municipalidades (LOC 18.695) es
el candidato que obtenga la mayor cantidad de sufragios válidamente emitidos en la comuna, esto
es, excluido los votos en blanco y los nulos, según lo determina el tribunal electoral regional
correspondiente.
El alcalde constituye la autoridad máxima de la comuna, en orden a lo que prescribe el art.
128 de la CPR, y según lo que establece el art. 56, si bien reconoce que el alcalde es la autoridad
superior de la comuna, en tal calidad le corresponde la dirección, administración superior y la
supervigilancia de su funcionamiento.
El art. 63 de la LOC de Municipalidades, establece las funciones del alcalde, estas, en
primer lugar, en su calidad de autoridad máxima de la comuna le corresponde ejercer tres
funciones:
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Consejo Municipal.
Se encuentra a nivel constitucional, regulado en el art. 119, y a nivel de LOC se encuentra
desarrollado a partir del art. 71 y ss.
Este consejo está integrado por concejales, y el número de los concejales que integran
dicho consejo varia en atención al número de habitantes de cada comuna y elegidos por sufragio
universal. En este sentido, el art. 72 de la LOC de Municipalidades, dispone que los concejales son
elegidos por votación directa a través de un sistema de representación proporcional y estos
duraran en sus cargos el plazo de 4 años.
El mismo art. 72 dispone el número de concejales que integraran los concejos municipales
y establece la proporción a través de las cuales se integraran. De esta manera,
I. existirán 6 concejales en la comuna o agrupación de comunas de hasta 70.000
electores.
II. Habrán 8 concejales en la comuna o agrupación de comunas de más de 70.000 y
hasta 150.000 electores.
III. Habrá 10 concejales en la comuna o agrupación de comunas de más de 150.000
electores.
Por lo tanto, el criterio de representación para definir el número de concejales queda
definido en los electores y no en los habitantes de la comuna.
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Municipalidades y el art. 119 inc 2° de la CPR. Por lo tanto, son tres funciones esenciales:
normativa, resolutiva, fiscalización.
Dentro de las funciones normativas, al consejo le corresponde aprobar las ordenanzas
municipales y el reglamento que fija la organización interna del municipio. Asimismo, le
corresponde aprobar el plan regulador comunal, asimismo aprobar el plan comunal de desarrollo y
el presupuesto municipal. También el concejo puede decidir en la expropiación de bienes
inmuebles para dar cumplimiento al plan regulador comunal. También el consejo puede aprobar
los derechos que se fijen por los servicios municipales, y los permisos y concesiones. Finalmente,
fijar el horario de funcionamiento de los establecimientos de expendio de bebidas alcohólicas
dentro de la comuna según se establece en el art. 65 de la LOC de Municipalidades.
Desde el punto de vista resolutivo, el consejo está encargado de pronunciarse sobre la
concesión municipal, renovarlas y ponerles termino. También el concejo puede pronunciarse para
otorgar, renovar, caducar, y trasladar patentes municipales de alcoholes. Asimismo, el consejo
puede aprobar la participación municipal en asociaciones, corporaciones o fundaciones en
conformidad a lo que establece el inc. 6° del art. 118 de la CPR.
Asimismo, el concejo puede dar su aprobación para adquirir, enajenar, gravar, arrendar
por un plazo superior a 4 años o traspasar a cualquier titulo de dominio o mera tenencia de bienes
inmuebles municipales o muebles. Finalmente, el concejo puede otorgar transigir judicial y
extrajudicialmente.
Desde el punto de vista de la función de fiscalización, los art. 79 y 80 hace referencia a las
distintas formas de fiscalización por parte del concejo de la actividad municipal.
i. Desde el punto de vista de la fiscalización, al concejo le corresponde fiscalizar el
cumplimiento de programas de planes de inversión municipal y la ejecución del
presupuesto municipal.
ii. Al concejo le corresponde evaluar la gestión del alcalde con el objeto de verificar
los actos municipales que se hayan ajustado a las políticas, normas, y acuerdos
adoptados por el concejo. Asimismo, el concejo puede solicitar al alcalde
información sobre cualquier materia de su competencia.
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administración empresarial, lo cual entraría en contradicción con lo que prevé el art. 19 n°21 de la
CPR en tanto a someter al Estado Empresario a las reglas del derecho común en el marco de su
actividad económica.
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principio obliga a que un solo acto pueda llevarse a efecto o resolver los trámites que por
su naturaleza requieran de un impulso simultáneo. Este último se vincula con la figura de
la acumulación o desacumulación de autos que en materia administrativa se reduce a la
acumulación o desacumulación del procedimiento, ello quiere decir que la administración
tiene la facultad de reunir en un solo expediente procedimientos anteriores que guardan
identidad sustancial o intima conexión, por lo tanto, la reunión de distintos asuntos de
idéntica identidad permite visualizar una eficacia procedimental en orden a concentrar
una sola decisión o un solo acto administrativo sobre asuntos similares. Esta figura de
acumulación o desacumulación se regula en el art. 33 de la LPA.
d) Principio de No formalización: esto esta conceptualizado en el art. 13 de la LPA. El
procedimiento debe desarrollarse con sencillez y eficacia, de modo que las formalidades
que se exijan sean aquéllas indispensables para dejar constancia indubitada de lo actuado
y evitar perjuicios a los particulares. El vicio de procedimiento o de forma sólo afecta la
validez del acto administrativo cuando recae en algún requisito esencial del mismo, sea
por su naturaleza o por mandato del ordenamiento jurídico y genera perjuicio al
interesado. La Administración podrá subsanar los vicios de que adolezcan los actos que
emita, siempre que con ello no se afectaren intereses de terceros.
Este principio implica que la administración no actúe con altos niveles de burocracia, es
decir, desincentiva la rigidez del procedimiento administrativo. En este sentido, la no
formalización genera un efecto en el particular o en el interesado de asumir una posición
de conocimiento general de sus intereses relevando un conocimiento jurídico preciso, ello
dado que la administración vinculado, además, con su actuación de oficio es quien debe
subsanar los errores y complementar los aspectos no previstos por el particular. De esta
manera, esta idea de no formalización asigna a la administración un rol activo en la
corrección de procedimiento. En este sentido, la LPA faculta a que la administración pueda
ordenar a sí misma la enmendación de ciertos errores o contradicciones en el
procedimiento como también poder ordenar al mismo particular la corrección de ciertos
vicios o la precisión de sus intereses. Además, la formalidad, sobre esta base de no
formalización o en contexto de la LPA, obviamente existe una formalidad pero tal no
puede obstaculizar el desarrollo sencillo y eficaz del procedimiento, ello porque la
ineficacia va en contra del objetivo público de la administración, y los intereses subjetivos
de las partes.
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principio conclusivo, si bien guarda relación con la decisión final, se vincula estrechamente
con los plazos del procedimiento, ello porque los plazos que prevé la ley o los plazos
especiales son términos obligatorios para la administración, y en este sentido, la
inactividad de la administración o la falta de respuesta o fuera de plazo por parte de la
administración esta afecta a ciertas responsabilidades. Asimismo frente a esta falta de
pronunciamiento de la administración dentro del plazo, puede darse lugar a la generación
de un acto tácito o ficto en el contexto de la aplicación del silencio administrativo. En este
sentido, el art. 24 sobre los plazos, establece la obligación que tiene la administración de
someterse a los planes y su cumplimiento, el art. 25 la forma en que se computan los
plazos, y el art. 27 los limites de los plazos.
Dentro del principio conclusivo también se recogen las figuras de las medidas
provisionales, estas en el contexto del principio conclusivo están destinadas a garantizar la
eficacia de la decisión administrativa. Esta misma idea se contempla en el art. 32 de la LPA
precisamente a propósito de la introducción o la dictación de medidas provisionales, sin
embargo las medidas provisionales pueden ser dictadas antes de iniciado el
procedimiento, y estas medidas deberán ser confirmadas, modificadas o levantadas una
vez que se inicie formalmente el procedimiento. La dictación de las medidas provisionales
o que operen antes de iniciado el procedimiento tienen como casusa los supuestos de
urgencia y protección provisoria de intereses implicados. Finalmente, la confirmación,
modificación o levantamiento de las medidas provisionales antes de iniciado el
procedimiento deberá llevarse a efecto en el plazo de 15 días una vez iniciado el
procedimiento.
c) Principio de Contradictoriedad: según el art. 10, las partes o interesados en el
procedimiento administrativo pueden hacer valer alegaciones y argumentaciones dentro
del procedimiento administrativo, ello sin perjuicio de que el procedimiento sea iniciado
de oficio o a petición de parte. Dentro de estas alegaciones que pueden efectuar las partes
en el proceso pueden aportar documentos u otros elementos de juicio, como también
pueden hacer valer los defectos en la tramitación del punto de vista de los plazos y todo
aquello que suponga una paralización en el procedimiento.
d) Principio de Imparcialidad: la imparcialidad que reconoce el art. 11 de la LPA guarda
relación más bien con el criterio de objetividad que debe reunir la administración a través
de sus funcionarios en el momento de adoptar la decisión. Por lo tanto, la imparcialidad
administrativa, desde el punto de vista de su contenido, se aleja de la imparcialidad
judicial, ello puesto que la imparcialidad administrativa en nuestro ordenamiento
introduce dos criterios:
i. El primero criterio señala que la decisión debe resguardar la probidad
administrativa reconocida conceptualmente en el art. 52 inc. 2° de la LOC 18.575.
ii. El segundo criterio por el cual se asienta la imparcialidad administrativa es que, la
decisión debe contemplar de manera expresa los hechos o fundamentos que
pueden afectar derechos de los particulares.
e) Principio de Abstención: según el art. 12 de la LPA, este principio guarda relación estrecha
con el art.52 inc 2° de la LOC 18.575. Este principio introduce la idea de que el funcionario
que participa en el procedimiento administrativo y en su resolución deberá abstenerse de
intervenir cuando en él concurran causales de inhabilidad o que constituyan un interés en
el resultado del procedimiento. Dentro de las causales o motivos de abstención concurren:
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Derecho Administrativo I
La ley prevé que cuando actúan dentro del procedimiento autoridades o funcionarios que
les son aplicables estas causales de inhabilidad, no significara por el mero hecho la
invalidación del procedimiento y eventualmente la no aplicación por parte del funcionario
o autoridad de las causales de abstención generara responsabilidad administrativa o
disciplinaria.
Finalmente, la ley contempla también la posibilidad de que la inhabilitación de la
autoridad o funcionario sea hecha valer por cualquier parte interesada en el
procedimiento administrativo.
g) Principio de Impugnabilidad: este principio guarda relación de que todo acto o resolución
administrativa es recurrible, en este sentido, la LPA establece un sistema general de
recursos que tendrán como objeto en principio atraer un acto administrativo terminal, los
recursos que reconoce y regula la LPA son tres:
i. Recurso de reposición
ii. Recurso jerárquico
iii. Recurso de revisión.
Sin perjuicio de que la misma ley implícitamente da la posibilidad de la
concurrencia de otros recursos que prevean otras leyes especiales. Por ejemplo: algunos
procedimientos especiales establecen los denominados recursos de reclamación, como
también los denominados recursos de reconsideración.
El sistema de recursos, por regla general, se dirige con el objeto de anular total o
parcialmente el acto en el contexto de la vía administrativa, es decir, ello implica que el
recurso se interpondrá ante la misma administración y deberá resolverlo la misma
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administración. Como hemos dicho, los recursos solo proceden contra los actos
administrativos terminales, sin embargo la ley de forma excepcional permite recurrir en
contra de actos administrativos trámites, y serán recurribles solo cuando determinen la
imposibilidad de continuar un procedimiento o produzcan indefensión.
Además, dentro de esta idea de Impugnabilidad, la LPA no inhibe de que las partes
o particulares afectas al procedimiento puedan recurrir o acceder directamente a la
jurisdicción. Esta idea de Impugnabilidad también se reconoce en la LOC 18.575 y
reconoce en su art. 10 de forma explícita tanto el recurso de reposición, y en el mismo art.
10 reconoce la posibilidad de que los sujetos involucrados puedan recurrir a la vía judicial.
1) El Órgano Administrativo.
La administración pública opera como sujeto legitimado judicialmente, y por lo tanto
ocupa el rol de sujeto activo dentro del procedimiento. El ordenamiento le asigna a la
administración la competencia para sustanciar de manera unilateral el procedimiento
administrativo y encausarlo a través de ciertas etapas con el objetivo de generar un acto
administrativo terminal. Asimismo, una vez generada la decisión final a la administración
se le atribuye un poder de imperio y exigibilidad del acto para con los destinatarios. Por lo
tanto, la administración tiene, en primer lugar, una competencia para iniciar y encauzar el
procedimiento administrativo y, en segundo lugar, una competencia general para exigir y
ejecutar de oficio sus decisiones (autotutela administrativa).
De esta manera, dependiendo de la organización administrativa las distintas
etapas del procedimiento se dirigen en consideración a la organización interna del órgano
administrativo competente, es decir, para sustanciar el procedimiento administrativo
pueden existir distintas unidades, algunas solo para instruir el procedimiento, y otras para
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Derecho Administrativo I
ejercer una función resolutiva, la que en ciertos casos puede encontrarse asignada al
superior jerárquico, este último caso de distribución orgánica de sustanciación del
procedimiento pueden observarse en los procedimientos desarrollados al interior de la
superintendencia, que en atención a su naturaleza fiscalizadora la decisión final del acto se
encuentra reconocida en el superior jerárquico.
2) Los Interesados.
La LPA reconoce un concepto amplio de interesado, y en este orden, tienen la calidad de
interesados cualquier tercero que se apersone dentro del procedimiento. En este sentido,
la LPA agrupa en calidad de interesados a distintas personas sin distinguir su calidad de
parte o de terceros. El art. 21 de la LPA es la que regula en general las distintas calidades
de interesados. Finalmente, este carácter de interesado se puede reunir en cualquier
persona, es decir, cualquier sujeto de derecho sea esta persona natural o jurídica. En torno
a la legitimación cualquier persona goza de la posibilidad de intervenir de manera formal
en el procedimiento, por lo cual la administración en atención a la tutela de legítimos
derechos no puede excluir de la intervención de las personas y de su acceso a los
contenidos esenciales del procedimiento administrativo.
El art. 21 clasifica a los interesados en:
1. Interesados partes: el art. 21 n°1, establece que tiene la calidad de interesados
aquellos que promuevan como titulares de derechos o intereses individuales o
colectivos, es decir, son terceros que inician el procedimiento afecto de satisfacer
un derecho o interés propio de las personas que representan. Por ejemplo: quien
se acerca a la administración para solicitar permiso para realizar comercio.
Conforme a ello, estos interesados son los que en atención al art. 28 producen o
generan la apertura del procedimiento por parte de la administración. Estos tipos
de interesados inician el procedimiento de una manera formal, esto es, a través
del ingreso de una solicitud ante la administración, es decir, solicitan de manera
expresa el pronunciamiento de la administración; por lo general, esta clase de
interesados (21 inc. 1°), son a quienes afectará el contenido de la decisión
administrativa.
2. Interesados terceros: art. 21 n°2, corresponde a interesados o terceros
interesados aquellos que no inician el procedimiento pero tienen derechos que
pueden estar afectos por la decisión que se adopte en el procedimiento. Entonces
corresponde a sujetos que no inician el procedimiento pero intervienen en la
medida de que los asuntos o materias debatidas dentro del procedimiento puedan
dar lugar a una decisión final que pueda afectar un derecho legitimo. Por lo tanto,
estos interesados pasan a constituirse como actores en razón a la titularidad de
derechos que ellos ostentan, los cuales pasan a convertirse en pretensiones
activas frente a la administración.
3. Interesados que representan solo intereses jurídicos: art. 21 n°3, estos no son
titulares de derechos sino que solamente de intereses que pueden verse
afectados y a los cuales en su defensa la ley les exige una necesaria actividad
dentro del procedimiento administrativo, estos interesados también pueden verse
vulnerados a través de una resolución, y solo pueden intervenir mientras la
administración no haya adoptado una decisión final. Estos interesados pueden
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Derecho Administrativo I
4) Los Apoderados.
Dentro del procedimiento administrativo la ley faculta de que los interesados puedan
intervenir a través de apoderados, es decir, terceros que representen sus pretensiones.
Ello permite que los apoderados se les atribuyan facultades tendientes a la consecución
del procedimiento, y por supuesto del acto administrativo. Para materializar este tipo de
representación, la ley establece que ello debe constar por Escritura Pública o documento
privado suscrito ante notario. Siempre será Escritura Pública en el caso en que la ley
especial así lo exija. Dicha formalidad se exige en atención a los distintos intereses que
pueda comprometer el acto administrativo (por ejemplo: si vemos que en el
procedimiento la naturaleza del asunto tiene un alto compromiso patrimonial, ello puede
hacer exigible al apoderado la representación en escritura pública).
Sin embargo, algunos actos administrativos, una vez terminada la fase de finalización, se
encuentran sujetos a un trámite constitucional de toma de razón que efectúa la Contraloría, este
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Derecho Administrativo I
trámite, en primer lugar, no se extiende a todo acto administrativo. El trámite de toma de razón
no se regula en la LPA, sino que en el art. 98 de la CPR y en la LOC de la Contraloría. El trámite
constituye un procedimiento de rango constitucional exclusivo del órgano de control Contraloría.
Fases.-
1. Iniciación: art. 28 de la LPA, se puede iniciar de oficio o a petición de parte. Cuando se
inicia de oficio, este puede ser incoado de cuatro formas:
a. La propia iniciativa del órgano administrativo
b. Cuando el órgano inicia el procedimiento por orden del superior jerárquico
c. Constituye cuando lo solicitan los demás órganos de la administración.
d. Por denuncia, la denuncia constituye un acto ajeno al órgano administrativo por
medio del cual un tercero pone en conocimiento a la administración sobre ciertos
hechos que son de competencia jurídica de la administración respectiva o de sus
funciones. Podría constituir un medio de parte para que la administración conozca
ciertos hechos, y por lo tanto, podría catalogarse como inicio a solicitud de parte;
la LPA otorga un tratamiento que nos desplaza de esta idea, vale decir, la denuncia
no constituye una forma de inicio del procedimiento a solicitud de parte puesto
que la LPA establece ciertas reglas de legitimación distintas a las del ordenamiento
en general, y de esta manera la aptitud de legitimación solamente se canaliza por
medio de la solicitud de parte que prevé el art. 20 de la LPA. La administración no
tiene frente a una denuncia deberes de iniciación, sino que lo somete a su
consideración discrecional en torno al cual puede establecer un periodo de
información a efectos de recabar antecedentes y pronunciarse respecto de la
admisibilidad o no de la denuncia.
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3. Finalización: la regla general nos obliga a sostener que el procedimiento culmina con un
acto administrativo terminal. Esta es la regla general a la cual la administración debe
propender para poner término al procedimiento, y el acto administrativo terminal puede
tener distintas tipologías, puede ser un decreto supremo, una resolución, una ordenanza o
un reglamento. Pero sin embargo, existen otras formas extraordinarias para poner
término al procedimiento y que no significa la generación de un acto administrativo, es
decir, provocar el término del procedimiento pero sin un acto administrativo terminal,
como por ejemplo: la renuncia, el desistimiento y la declaración de abandono del
procedimiento. Si bien, estos supuestos extraordinarios que producen el termino del
procedimiento requieren de un pronunciamiento formal de la administración, este
pronunciamiento no se refiere ni al fondo ni al objeto que dio inicio al procedimiento, vale
decir, la resolución administrativa en estos casos de termino va a reconocer la
eventualidad y va a formalizar la finalización de procedimiento sobre la base de estas tres
causales. No obstante, la LPA incorpora la figura del silencio administrativo, es una figura
que surge sobre la base de la inactividad de la administración y a través de ello es que la
propia ley suple la falta de pronunciamiento o en otros términos, es la propia ley
administrativa la que regula los efectos positivos o negativos ante la omisión de
pronunciamiento. Solamente en el caso del silencio administrativo positivo se puede
visualizar una modalidad de términos, no obstante en el caso del silencio administrativo
negativo, la administración mantiene el deber legal de pronunciarse.
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Derecho Administrativo I
dos vías o caracteres; puede ser: estimativa o desistimativa en el entendido que el contenido de la
decisión sea favorable o desfavorable a los intereses del sujeto afecto al procedimiento.
En cuanto al contenido de la resolución, cuando el procedimiento se ha iniciado a solicitud
de la parte interesada ésta resolución debe incorporar las peticiones formuladas por el interesado,
y esta misma resolución tiene como límite no agravar la situación inicial en que se encontraba el
interesado al momento de incoar el procedimiento. Esto último es lo que la doctrina ha
denominado reformatio imperius, esto significa no desmejorar la situación del ciudadano por el
hecho de plantear sus peticiones a la administración, sin embargo, tiene que tenerse en cuenta
que las resoluciones administrativas no necesariamente debe fundarse en las peticiones
formuladas por el interesado puesto que este requisito debe fundarse en la motivación de la
sentencia judicial mas no en la motivación del acto administrativo.
Ello porque la autoridad que dicta el acto administrativo se encuentra sujeto tanto a la
obligación del precedente administrativo como a las ordenes del superior jerárquico.
De esta manera, el procedimiento administrativo y su decisión que se genera producto de
esto, ésta encaminado a incorporar al precedente en razón de mantener un interés abstracto a un
supuesto particular. Independiente de los intereses privados que se involucran. Por otra parte, la
decisión no solo resuelve cuestiones planteadas por los interesados, sino que puede referirse a
intereses públicos a los que se encuentra la administración llamada a tutelar o a ponderar. En este
sentido, el art. 41 inc 2° incorpora que la administración pueda hacer advertencia a estas
cuestiones conexas dando lugar a audiencia a parte interesada para su pronunciamiento.
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podrá modificar el acto impugnado, remplazar el acto impugnado o dejar sin efecto el acto
impugnado.
Recurso Extraordinario De Revisión: está regulado en el art. 60 de la LPA y procede contra
actos administrativos firmes, vale decir, contra actos frente a los cuales no es posible la
impugnación por haber sido recurridos dentro del plazo y aquellos que recurridos hayan
sido desestimados por el órgano que lo conoce. La lógica es que si el interesado a través
del recurso administrativo obtiene una resolución final que satisfaga sus intereses
abriéndose la posibilidad de recurrir a la vía jurisdiccional, el legislador establece un
recurso extraordinario que procede sobre causales especificas vinculadas con la validez de
la generación del acto.
a. La resolución que se hubiere dictado sin el debido emplazamiento: por regla general, las
resoluciones deben ser notificadas al interesado de manera personal, carta certificada, y de esta
manera cuando la resolución omita dicho trámite, adolecería de un vicio de publicidad.
b. Al dictar la resolución se hubiere incurrido en manifiesto error de hecho u omisión: el error debe
ser determinante para la resolución adoptada. Dentro de esta causal, la ley reconoce la posibilidad
de que la administración pueda incurrir en falta a contenido, materia, nombre de los interesados y
que tal desconocimiento pueda generar decisión que desfavorezca sus pretensiones. Otra
hipótesis es que aparecieren documentos de valor esencial para la resolución del asunto ignoradas
al dictarse el acto o que no haya sido posible acompañarlos al expediente administrativo en su
momento. En este último caso concurren situaciones extraordinarias en que el valor o relevancia
del instrumento documental puede alterar el carácter de la decisión si éste se hubiese aportado en
tiempo oportuno.
c. Por sentencia ejecutoriada se haya declarado que el acto se dicto como consecuencia de
prevaricación, cohecho, violencia u otra maquinación fraudulenta: el acto declarado inválido por el
órgano jurisdiccional permite que el interesado afectado por la resolución viciada pueda concurrir
para su revisión administrativa.
d. En la resolución haya influido de modo esencial documentos o testimonios declarados falsos por
sentencia ejecutoriada posterior a aquella resolución o que siendo anterior no hubiese sido
conocida por el interesado: esta causal se pone en el supuesto que en el procedimiento
administrativo se hayan presentado documentos y testimonios declarados falsos por sentencia
judicial. Evidentemente la declaración judicial aporta un criterio de objetividad y seguridad jurídica
a efectos de descalificar e invalidad ciertos documentos o testimonios que la administración
hubiese considerado para producir su decisión.
Este recurso debe intentarse ante el superior jerárquico si lo hubiere, o bien ante el
órgano que la dicto.
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EL ACTO ADMINISTRATIVO.
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1.- El acto administrativo es una declaración de voluntad: esto se toma en consideración de que
el legislador a entendido que cuando la administración decide expresa una voluntad, y que esa
voluntad se vincula con el ejercicio de su actividad, y que finalmente dicha voluntad busca un
efecto jurídico. En conclusión la declaración de la voluntad administrativa no es otra cosa que una
exteriorización de la competencia de los órganos administrativos a quienes la ley les ha atribuido
funciones especificas. La exteriorización de los efectos jurídicos buscados a través de la
declaración de voluntad administrativa puede ser de tres tipos: (i) buscar un efecto de derecho
objetivo; (ii) un efecto de derecho subjetivo; (iii) otros efectos relacionados con un juicio o
razonamiento administrativo.
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ii) Los efectos de derechos subjetivos: ello se manifiesta cuando el objetivo de la dictación
del acto administrativo es decidir situaciones particulares y que dichas situaciones puedan
beneficiar o afectar a un sujeto o se refieren sobre situaciones especificas, pudiendo crear,
modificar y extinguir derechos subjetivos (subvención).
iii) Otros efectos relaciones con un juicio o razonamiento administrativo: estos actos de
conocimiento de juicio o de razonamiento producen efectos que son propios a su naturaleza, y en
tal carácter son determinantes para la decisión de la autoridad. Por ejemplo, cuando la ley o el
reglamento requiera que una decisión sea dictada previo informe de una autoridad u órgano
competente. Dicho informe puede tener carácter de dictación de juicio, en el sentido de que se
pronuncie jurídica o técnicamente sobre una situación determinada. Lo relevante de este tipo de
informe es que la autoridad que finalmente decida deberá ponderar la calidad de dicho informe
para su decisión. Y por lo tanto, no constituyen y no generan por lo tanto efectos de derecho
objetivo ni subjetivo.
2.- El acto administrativo es una decisión formal: la palabra expresión “forma”, en nuestro
ordenamiento es un elemento de validez en la generación de los actos jurídicos públicos. La forma
se puede entender sobre dos ámbitos: (2.1) la forma procedimental; (2.2) la forma externalidad.
2.1. La forma procedimental: guarda relación de que la decisión administrativa debe ser
generada a partir de sucesivos actos tramites, es decir, un procedimiento. De tal forma que toda
decisión administrativa debe tener como antecedente un procedimiento.
2.2 La forma externalidad: se vincula en que toda decisión debe concentrarse en una
documentación externa que materialice la declaración de voluntad a la cual se refiere el acto
administrativo. En este orden, esta formalidad se concreta en la necesidad de que la decisión
quede establecida de manera escrita, ello dado que los actos administrativos deben
documentarse, notificarse o publicarse para que esto produzca efecto. Asimismo, esta idea de la
escrituración del acto es esencial en orden a resguardar la seguridad jurídica puesto que el acto
administrativo produce efectos ejecutorios, y de tal manera puede generar efectos materiales.
Esta forma externalidad que recae en el acto administrativo debe estar sujeta a cierta
estructuración, tanto en los decretos o resoluciones, los cuales constituyen una manifestación
formal del acto administrativo; debe estructurarse de la siguiente manera:
I. Debe contener un encabezado, esto se expresa en la suma o en el resumen o síntesis de la
materia que trata el acto. Asimismo el acto, sea decreto o resolución, debe contener un
numero que identifica el documento, y este número debe ser único y correlativo y anual.
De tal manera que los decretos o resoluciones si se particularizan dependiendo del
servicio, de la subsecretaria que corresponde. También es esencial la fecha de dictación
del decreto, lo cual es muy relevante en cuanto a la aplicación o vigencia de la norma
administrativa que corresponda.
II. Una parte expositiva, en donde la autoridad deja constancia de los antecedentes de
derecho y de hecho del acto. Esta se constituye por los considerando que contiene el
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3.- El acto administrativo debe emanar de un órgano de la administración del Estado: vale decir,
que no puede generarse o producirse un acto administrativo sino media la intervención de la
administración pública. De esta manera, el órgano administrativo debe encontrarse
perfectamente identificado y definido por el legislador como asimismo de identificarse su
competencia y las funciones o potestades públicas. Asimismo el órgano administrativo debe
encontrarse dotado de un poder de decisión, de tal forma que no cualquier funcionario del órgano
administrativo puede dictar el acto. Además, el órgano administrativo debe estar dotado de un
poder de decisión, de manera que no cualquier funcionario del órgano administrativo puede dictar
el acto.
4.- El acto administrativo debe ser dictado conforme a la competencia en ejercicio de una
potestad pública: la competencia es muy relevante para nuestro legislador, art. 7 CPR. La
competencia otorga una definición del órgano posibilitado para definir o resolver ciertas
situaciones jurídicas. Sin embargo, si bien la competencia reviste o identifica a la autoridad
decisoria, dicha autoridad competente debe decidir conforme a una potestad pública, en este
sentido la potestad pública se encuentra constituida por la aptitud normativa que tiene la
administración para crear, modificar o extinguir distintas situaciones jurídicas. En este orden, la
potestad debe encontrarse sujeta a la legalidad, y así mismo estar configurada con las funciones
particulares que dan sentido a la razón de ser al órgano.
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E. En cuanto a su contenido, esta clasifican importa toda vez que se logra distinguir entre los
actos que amplían y restringen la esfera de los particulares, y evidentemente del contenido
del acto dependerán ciertos límites que tenga la administración en el ejercicio de sus
potestades, por vía de ejemplo cuando el acto administrativo declare o creé un derecho
adquirido legítimamente, dicho acto no podrá ser revocado unilateralmente por la
administración. Sobre esta base, los actos administrativos desde el punto de vista de su
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contenido, los actos pueden subclasificarse en: (1) actos favorables, y (2) actos de
gravámenes.
i. Los actos favorables: serán aquellas admisiones, concesiones o autorizaciones,
aprobaciones y dispensas que se formalicen a través de un acto administrativo. De
esta manera el acto favorable será toda aquel que cree o declare derechos adquiridos
que amplíen la idea de esfera jurídica del individuo. Si bien cree o declare derechos
adquiridos esto no podrá ser revocable por la administración, en este sentido, los
actos favorables guardan relación con las admisiones, estas son actos cuyo efecto es
la inclusión de un sujeto a una institución u organización, o en una categoría de
personas para hacerlo participe de algunos derechos o ventajas (beneficio). Las
concesiones son actos por las cuales se transfiere a otro sujeto un determinado
derecho o una facultad propia, de tal manera que estas pueden ser traslativas o
constitutivas. Las autorizaciones son actos que confieren la facultad de ejercitar una
facultad o derecho preexistente al otorgamiento de la autorización. Aprobación, sin
actos por los cuales se presta eficacia y exigibilidad a otros actos ya confeccionados y
validos. Las dispersas, estos son actos a través de los cuales se exonera a un
administrado del cumplimiento de un deber ya existente y solamente puede
concederse cuando esta exoneración este prevista por el legislador.
ii. Actos de gravámenes: son aquellos que limitan la libertad o los derechos de los
administrados o le imponen sanciones, más simplemente los actos de gravamen se
reducen a imponer en el sujeto una conducta positiva o negativa. Los tipos de actos
que se pueden gravar bajo este contenido, podrían ser las órdenes, los actos
traslaticios de derecho, los actos extintivos, actos punitivos, estos últimos son
aquellos que establecen una medida disciplinaria o sancionatoria. Tanto los actos
extintivos como los actos traslaticios de derecho tienen efecto de suprimir ciertos
derechos en un patrimonio de un particular, las ordenes son actos que imponen
deberes de abstención o de hacer a un sujeto particular.
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1) El momento en que el acto administrativo produce sus efectos: el art. 51 de la LPA indica que una
vez que se hayan cumplido todas las etapas del procedimiento administrativo, y por lo tanto el
acto administrativo se encuentre perfecto este producirá una eficacia inmediata. Esta regla trata
de establecer que el acto administrativo se encuentra perfecto, comienza a producir efecto una
vez que se haya puesto término al procedimiento administrativo a través del acto administrativo
terminal, mientras que no se suspendan sus efectos por la autoridad administrativa o judicial. Sin
embargo, ésta regla esta afecta a tres excepciones; la (1°) es que el acto no producirá efectos en el
caso en que una disposición establezca lo contrario, vale decir, que en variados casos nuestra
legislación puede contemplar otras formas para que el acto produzca efectos jurídicos, si bien el
acto administrativo existe, es el propio legislador quien puede introducir otras formalidades en
orden a que el acto produzca efectos, y estas formalidades guardan relación con el hecho
particular que regula el legislador, por ejemplo, según el estatuto administrativo para que el acto
administrativo de un nombramiento, no basta la sola dictación del acto sino que requiere la
formalidad de la aceptación del cargo, sólo así generara efectos jurídicos. En (2°) el art. 51 de la
LPA, señala que el acto no producirá efectos inmediatos cuando necesite autorización o
aprobación superior, esto se vincula con un elemento de validez del acto, puesto que si el acto
requiere legalmente la aprobación de la autoridad superior significa que el acto no aprobado, no
generaría efectos. En (3°) es la necesidad de notificación o publicidad del acto. Si bien cuando el
acto se dicta este es válido, el legislador administrativo introduce la regla de que los decretos y
resoluciones solo producirán efectos jurídicos desde la notificación o publicación. Desde el punto
de vista de los efectos, tanto la notificación como la publicidad guardan relación estrecha con el
efecto individual o general que puede contener el decreto o resolución. Por regla general, los
decretos del Presidente de la República o de sus Ministros requieren una publicación, no en el
caso de otros órganos que tienen el poder de dictar decretos, puesto que en algunos casos dichos
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decretos solo rigen sus funciones internas (universidad pública). Si requerirán publicación los
decretos alcaldicios que regulen situaciones generales o abstractas.
2) Las circunstancias que un acto administrativo regule hechos o situaciones jurídicas anteriores
(retroactividad): esto porque la regla general es que el acto administrativo no tenga un efecto
retroactivo y solo reglen situaciones futuras. La regla general, según lo que establece el art. 52 es
que el acto no tiene efecto retroactivo, sin embargo, en virtud de la practica jurisprudencial
administrativo, la LPA introdujo la posibilidad de que de manera excepcional, el acto pueda tener
un efecto retroactivo, y en este sentido el acto administrativo podrá tener efecto retroactivo
cuando produzca consecuencias favorables para los interesados y no lesionen derechos de
terceros. Sin embargo, la Contraloría ha entendido que la regla de retroactibilidad debe ser
aplicado restrictivamente, y en consecuencia, únicamente permite a la autoridad dictar actos
administrativos que afecten situaciones jurídicas ya consolidadas en la medula que aquellos
traigan aparejadas consecuencias más favorables para los interesados y que no menoscaben
derechos de terceros involucrados. Por lo tanto, hay dos elementos que el acto administrativo
retroactivo debe tomar en consideración:
a. El legislador en este punto se coloca en la situación de que en una época anterior
se hubiesen verificado condiciones o supuestos que desembocan una situación
más favorable a la presente, vale decir, por ejemplo que en el nombramiento de
un funcionario no se hayan contemplado los bienios los cuales constituyen una
mejora a los ingresos del funcionario, de tal manera que en este ejemplo, el nuevo
acto o posterior, podrá reconocer dichos derechos a participar de su fecha de
nombramiento.
b. Que no se lesionen los derechos de terceros, solamente se establece una
limitación en torno a reducir el efecto retroactivo en un sujeto particular
interesado.
3) La suspensión de los efectos del acto: la ejecución del acto administrativo encuentra una regla a
través de la cual la misma autoridad puede suspender los efectos, esta suspensión tiene un
carácter temporal y por razones de seguridad jurídica no puede tener una suspensión definitiva. El
art. 3 inciso final reconoce que dentro del procedimiento impugnatorio la autoridad administrativa
puede ordenar la suspensión de los efectos del acto y que en sede jurisdiccional el juez puede
llevar a efecto una misma decisión. De tal manera que para que proceda la suspensión esta debe
producirse durante una etapa de suspensión del acto, asimismo la regla general es que una vez
impugnado el acto, éste no suspende sus efectos sino que necesariamente la suspensión requiere
de un procedimiento de la autoridad competente. Esta regla del efecto del acto guarda relación
con la idea de continuidad del acto administrativo y que solo en casos excepcionales la autoridad
administrativa o judicial puede suspender sus efectos dado que la administración dentro de un
proceso de impugnación del acto pueda concluir temporalmente que el acto puede resultar un
menoscabo a los derechos del destinatario los cuales van a ser de difícil reparación. De esta
manera, la suspensión que entregada a la autoridad administrativa y que en atención a lo que
establece el art. 57 de la LPA esta suspensión debe ser promovida de oficio o por la parte
interesada. La administración de oficio podrá ordenar la suspensión cuando se esté desarrollando
un procedimiento impugnativo administrativo. Y también podrá ser a solicitud de parte dentro del
mismo procedimiento impugnatorio como el cumplimiento del acto recurrido pueda causar daño
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SILENCIO ADMINISTRATIVO.
La LPA establece una figura o una técnica jurídica destinada a garantizar la existencia de la
rescisión o de un acto terminal.
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plazos especiales o a los plazos generales que prevé la LPA. Por lo tanto, el
cumplimiento del plazo es una obligación o deber jurídico muy importante, y para
ello lo declara expresamente el art. 23 de la LPA, y posteriormente establece
plazos generales en atención al tipo de acto en el art. 24 de dicha ley.
d. El silencio administrativo procede ante la inactividad de la administración, de tal
manera, que la omisión en la materialización de las potestades administrativas
debe generar ciertos efectos jurídicos.
e. El silencio administrativo opera en sujeción o atención a los requisitos que
establece la ley, que son:
i. El incumplimiento del plazo, y
ii. La certificación del incumplimiento.
Cuáles son los requisitos o etapas para que proceda el silencio administrativo positivo.
A. La denuncia por parte del particular del incumplimiento del plazo legal para resolver de la
autoridad que debía pronunciarse. Dicha denuncia deberá exigir a la administración un
pronunciamiento acerca de la solicitud.
B. La autoridad llamada a resolver debe otorgar recibo de la denuncia con indicación de la
fecha y elevar copia de ella a su superior jerárquico dentro del plazo de 24 horas.
C. A partir de ello se abre un nuevo procedimiento a través del cual se establece un plazo de
gracia a fin de que la administración resuelva o se pronuncie sobre el procedimiento.
D. Si la administración a la cual se ha concedido el plazo de gracia no se pronunciare en el
plazo de 5 días contados desde la recepción de la denuncia, el interesado puede pedir que
se certifique por la misma autoridad que su solicitud no ha sido resuelta, certificado que
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será expedido sin más trámites. El efecto de ello, es que la falta de pronunciamiento en el
plazo de gracia es que la solicitud del interesado se entenderá aceptada, este efecto opera
por el solo ministerio de la ley, de tal manera que la solicitud de certificado, es que el
interesado se valga de un elemento probatorio en la cual se haga constar un hecho con
efectos jurídicos.
2. El silencio negativo: también opera como una ficción legal que frente al cumplimiento de
determinados requisitos se entiende que el procedimiento concluye con un rechazo de la
solicitud o a beneficio a conceder para la parte interesada. Esta clase de silencio se regula
en el art. 65 de la LPA. Este artículo establece supuestos de excepción en los cuales
procede este silencio. En este sentido, se entenderá que existe un silencio administrativo
negativo en cuatro supuestos:
a. Cuando la solicitud afecte al patrimonio fiscal (subsidio).
b. Cuando el procedimiento haya sido iniciado de oficio por parte de la
administración.
c. Cuando deba la administración pronunciarse sobre impugnaciones o revisiones de
actos administrativos.
d. Cuando se ejecuta por parte de algina persona el derecho de petición consagrado
en el art. 19 n°14 de la CPR.
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ordenamiento jurídico. De tal manera, que la doctrina reconoce el criterio de que si toda autoridad
tiene potestad para dictar actos administrativos ello diría de que en consecuencia tiene poder para
modificar o extinguir dichos actos. De tal manera que unilateralmente la administración que crea
un acto puede retirarlo, a ello responde tanto la invalidación como la revocación del acto puesto
que la aclaración tiende más bien a modificar el contenido. Cabe precisar también que cuando
hablamos de invalidación no se homologa a la nulidad. La invalidación, si bien busca retirar del
ordenamiento un acto que infrinja la ley, quien ejerce dicha acción es la propia autoridad
administrativa, cosa que no es del caso de la nulidad, donde quizás el motivo de extinción del acto
es la ilegalidad, el órgano competente para declararla concurrirá necesariamente en el órgano
jurisdiccional. De tal forma que la administración solo invalida pero anula.
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Efectos De La Invalidación.
Dado que el vicio de ilegalidad del acto se produce al momento en que este se crea, la
doctrina ha entendido que el acto invalidatorio, vale decir, el acto que resta o retira del
ordenamiento un acto administrativo anterior generara un efecto retroactivo puesto que el acto
invalidado constituye un acto dictado con anterioridad, así el acto invalidatorio es de efecto ex-
tunc.
El art. 53 de la LPA permite también que esta invalidación, si bien produce efecto
retroactivo también puede ser total o parcial, de esta manera que se entenderá que es una
invalidación parcial cuando se mantiene la parte del acto que no se ha invalidado, o más bien, las
disposiciones del acto siguen vigiendo independientemente de aquellos que se invalidaron.
Finalmente el art. 53 de la LPA establece que también el acto invalidatorio sea siempre
impugnable ante los tribunales de justicia, asimismo, nuestro legislador dota a nuestra legislación
de ciertas características procedimentales en el orden jurisdiccional al establecer que la
impugnación del acto invalidatorio es la vía jurisdiccional deberá resolverse sobre la base de un
procedimiento breve y sumario.
Revocación.
La revocación constituye un acto de retiro de eliminación o derogación del acto
administrativo por motivos de oportunidad o conveniencia administrativa, considerando razones
de interés general o interés público, vale decir, que la revocación no se pronuncia o no se
fundamenta en la ilegalidad del acto, sino que la administración debe dejar sin efecto un acto por
causal demerito, vale decir, sobre la oportunidad o la conveniencia en la existencia o mantención
del acto.
El fundamento de la potestad revocatoria, es que la autoridad posee una atribución de
revisar sus propios actos en orden a verificar no solo su perfeccionamiento en el momento de la
perfección de dicho acto sino los efectos que este generara por el transcurso del tiempo. Lo que
busca es que el acto creado persiga la finalidad del interés general que ha dado origen, y
fundamenta la existencia de actos.
Sin embargo la LPA, si bien introduce esta potestad en términos generales o de baja
densidad normativa. Por lo tanto, el art. 61 establece o declara la potestad revocatoria de la
administración pública (en términos generales).
La LPA establece tres casos en los cuales no procede la revocación del acto:
1. No procede la revocación cuando se trate de actos declarativos o creadora de derechos
adquiridos legítimamente, es decir, la administración se pronuncia sobre la pensión de
cualquier persona.
2. No procede la revocación cuando la ley haya determinado otra forma de extinción de los
actos.
3. No procede revocación, cuando por su naturaleza la regulación del acto impida que sean
dejados sin efecto. Esto procede sobre los actos reglados, de tal manera que el legislador
es quien en gran medida restringe a través de otros medios la posibilidad de revocación,
ello procede por ejemplo, con las calificaciones de los funcionarios públicos, la naturaleza
de la calificación impide que sean revocado puesto que son ejercidas una vez al año y su
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