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INTRODUCCIÓN

“ECONOMÍA DE ISRAEL”

1. ECONOMÍA ANTIGUA A.C. – SIGLO V

La economía del Israel antiguo se hallaba muy poco desarrollada hasta

los primeros tiempos de la monarquía. Las principales actividades

económicas eran la agricultura y la ganadería, quedando para el comercio

un papel secundario. Cuando los israelitas llegaron a la Tierra Prometida

se produjo el reparto de la tierra disponible. En primer lugar se sorteó

entre las tribus, distribuyéndose posteriormente por clanes y familias. La

tierra era la principal fuente de riqueza familiar, pues procuraba los

productos para su sostén. Además, en ella pastaba el ganado y bajo su

suelo se enterraban a los difuntos.

La costumbre de que fuera el hijo mayor el heredero de los bienes

familiares tuvo dos consecuencias fundamentales. Por un lado, evitó que

los patrimonios se disgregaran; por otro, produjo un creciente número de

pobres e incrementó las diferencias sociales y económicas. En este

sentido son notorias las intervenciones de los profetas contra los abusos

del rico sobre el pobre, sobre el huérfano y la viuda. Si bien agricultura y

ganadería fueron las actividades israelitas predominantes, desde la época

de David y Salomón se produjo un desarrollo de actividades como el

artesanado y el comercio. El tratado celebrado con el rey Hiram de Tiro

facultó a Israel para beneficiarse de su posición geográfica en la parte sur


del reino, sacando partido de las rutas que unen el mar Rojo con el

Mediterráneo a través del puerto de Esión-Geber. También aquí fueron

explotadas las refinerías de cobre, transportado desde las minas de

Ararah. Otra característica de este periodo es que se recurrió, pese a las

prohibiciones expresas sobre ello, al préstamo con interés, si bien se

restringió a los extranjeros, no a los israelitas.

Después de cuatrocientos años de esclavitud, los israelitas fueron

conducidos a la libertad por Moisés, quién, de acuerdo a la narración

bíblica, fue elegido por Dios para sacar a su pueblo de Egipto y retornarlo

a la tierra prometida de sus antepasados.

Durante los cuarenta años de deambular por el desierto del Sinaí, los

hebreos recibieron la Ley del Señor, llamada Ley de Moisés, incluyendo

los Diez Mandamientos, legados a toda la Humanidad y se forjaron como

Nación entre las Naciones del Mundo con un Pueblo escogida para ser

cuna del nacimento carnal del Meisas Yeshua, Dios Encarnado Imanuel.

El Éxodo de Egipto dejó una marca imborrable en la memoria nacional del

Pueblo Judío y pasó a ser el símbolo de la libertad y la redención. Año

tras año los judíos celebran 3 fiestas principales, motivos de Aliah la

Regel a Jerusalem Pesaj (Pascua), Shavuot (La fiesta de la entrega de la

Ley) y Sucot (La fiesta de los tabernáculos) para conmemorar los eventos

ocurridos en ese tiempo. Durante los siguientes dos siglos Israel


conquisto gran parte de la Tierra Prometida y abandono sus costumbres

nómadas, transformándose en campesinos y artesanos, logrando así un

cierto nivel de consolidación social y económica. Períodos de relativa paz

fueron interrumpidos por tiempos de guerra en los que el pueblo se

agrupó tras líderes conocidos como Jueces, que eran elevados a esa

posición, debido a sus capacidades políticas y militares, así como por su

habilidad de inspirar confianza; los jueces ejercían el tiempo necesario

como para derrotar al enemigo. Consecuentemente, la debilidad

inherente a su organización tribal frente a la amenaza planteada por los

filisteos (un pueblo de Asia Menor que había luchaba por el dominio sobre

la zona costera) generó el deseo en parte de los israelitas de cambiar su

liderazgo tradicional por un gobernante que pudiera unir a las tribus y

convirtiera su posición en una institución permanente, cuya autoridad se

sucediera por herencia.

Desde comienzos del siglo con la Ayuda del Barón De Rotchild los judíos

empezaron a arribar en números cada vez mayores a Israel. Fue fundada

Rishon le Sión y de aquí se unió el camino entre Acre (Akko) y Jerusalem,

Dando salida al Mar Mediterráneo.


2. ECONOMÍA MEDIA VI - X
3. ECONOMÍA MODERNA XI - XVI

La Edad Moderna es el tercero de los periodos históricos en los que se

divide tradicionalmente en Occidente la Historia Universal. En esa

perspectiva, la Edad Moderna sería el periodo en que triunfan los valores

de la modernidad (el progreso, la comunicación, la razón) frente al periodo

anterior, la Edad Media, que el tópico identifica con una Edad Oscura o

paréntesis de atraso, aislamiento y oscurantismo. El espíritu de la Edad

Moderna buscaría su referente en un pasado anterior, la Edad Antigua

identificada como Época Clásica.

El paso del tiempo ha ido alejando de tal modo esta época de la presente

que suele añadirse una cuarta edad, la Edad Contemporánea, que

aunque no sólo no se aparte, sino que intensifica extraordinariamente la

tendencia a la modernización, lo hace con características sensiblemente

diferentes, fundamentalmente porque significa el momento de triunfo y

desarrollo espectacular de las fuerzas económicas y sociales que durante

la Edad Moderna se iban gestando lentamente: el capitalismo y la

burguesía; y las entidades políticas que lo hacen de forma paralela: la

nación y el Estado.

En la Edad Moderna se integraron los dos mundos humanos que habían

permanecido aislados desde la Prehistoria: el Nuevo Mundo (América) y


el Viejo Mundo (Eurasia y África). Cuando se descubra el continente

australiano se hablará de Novísimo Mundo.

En este periodo tras la costosa recuperación de la crisis de la baja edad

media tanto en Israel como en los demás países de Asia, en economía

presencia la revolución de los precios, coincidente con la Era de los

Descubrimientos que permite una expansión europea ligada a ventajas

tecnológicas y de organización social. Pocos hechos cambiaron tanto la

historia del mundo como la llegada de los españoles a América y la

posterior Conquista y la apertura de las rutas oceánicas que castellanos y

portugueses lograron en los años en torno a 1500. El choque cultural

supuso el colapso de las civilizaciones precolombinas. Paulatinamente, el

Atlántico gana protagonismo frente al Mediterráneo, cuya cuenca

presencia un reajuste de civilizaciones: si en la Edad Media se dividió

entre un norte cristiano y un sur islámico (con una frontera que cruzaba Al

Andalus, Sicilia y Tierra Santa), desde finales del siglo XV el eje se

invierte, quedando el Mediterráneo Occidental, (incluyendo las ciudades

costeras clave de África del Norte) hegemonizado por la Monarquía

Hispánica (que desde 1580 incluía a Portugal), mientras que en Europa

oriental el Imperio otomano alcanza su máxima expansión. Las milenarias

civilizaciones orientales (India, China y Japón), reciben en algunas

ciudades costeras una presencia puntual portuguesa, (Goa, Ceilán,

Malaca, Macao, Nagasaki misiones de San Francisco Javier), pero tras


los primeros contactos se mantuvieron poco conectados o incluso

ignoraron olímpicamente los cambios de Occidente; por el momento se lo

podían permitir. Las islas de las especias (Indonesia) y Filipinas serán

objeto de una dominación colonial europea más intensiva. Frente a la

continuidad oriental, los cambios sociales se concentran en los vértices

del llamado comercio triangular: notables en Europa (donde comienzan a

divergir un noroeste burgués y un este y sur en proceso de

refeudalización), y cataclísmicos en América (colonización) y África

(esclavismo). El crecimiento de población en Europa probablemente no

compensó el descenso en esos continentes, sobre todo en América, en

que alcanzó proporciones catastróficas y ha sido considerado como el

mayor desastre demográfico de la Historia Universal.


4. ECONOMÍA CONTEMPORÁNEA XVII – XXI

El Israel actual no puede comprenderse sin su historia, desde la

construcción del templo de Jerusalen en el año 70, la destrucción de la

fortaleza de Massada en el 73 y el aplastamiento de la rebelión de Bar

Kajba en el 135, los judíos se dispersaron por el mundo (diáspora) y otros

se quedaron.

Su historia moderna comenzó cuando Theodor Herzl inició el movimiento

sionista en Basilea (Suiza) en 1897. El fundamento ideológico del Estado,

de la mayor parte de sus partidos e instituciones políticas

contemporáneas y de los individuos que las han establecido proviene del

movimiento sionista, que adoptó como objetivo principal el crear para el

pueblo judío una patria en Palestina, afianzada por el derecho público.

A comienzos del siglo XX no había muchos judíos en Palestina; su

número en esta zona aumentó de 12.000, en 1845, hasta

aproximadamente 85.000, en 1914. La mayoría de los habitantes de

Palestina eran árabes, musulmanes y cristianos. El respaldo al

movimiento sionista procedía sobre todo de los judíos de Europa y

Estados Unidos.

La intensa inmigración de los primeros años del siglo XX, llevó a Israel a

los pioneros organi- zados en una empresa, a empezar en forma


inmediata a trabajar las tierras (generalmente sin cultivar en épocas

anteriores) compradas con fondos recolectados por las organizaciones

judías.

Así comenzó un difícil periodo de roturación de los suelos en condiciones

muy adeversas, traba- jando en miseria y sin descanso, diezmados por la

malaria, desecaron las marismas y plantaron árboles en pendiente

pedregosas, transformando extensiones desérticas en tierras fértiles. La

empresa recibió un impulso en 1917, la declaración de Balfour, relativo al

“hogar nacional judío” con un mandato británico sobre Palestina, al final

de la Ira Guerra Mundial. La conquista de Hitler en Alemania y la

persecución de judíos, impulsaron el movimiento de la empresa, a crear

un país Estado.

En este periodo (1929) las relaciones con los Árabes eran variadas, con

ataques a aldeas judías, los británicos se pusieron de parte de los Árabes,

prohibiendo a los judíos armarse para su auto- defensa y limitando la

inmigración.

Durante la segunda Guerra Mundial, los judíos participaron junto a los

británicos contra Alemania, pero al final de la guerra comenzaron las

luchas de judíos contra los ingleses, hubo inmigración en barcos viejos, la

organización de un ejército clandestino como la Habana, el Irgun, que se


oponían al terrorismo, pero que se dedicaron a actividades terroristas

contra los británicos.

En 1947, Gran Bretaña devolvía su mandato a la ONU, en noviembre se

realizó la partición de Palestina entre un Estado Judío y un Estado Arabe,

los sionistas aceptaron con el único fin de crear un Estado judío, en

cambio los Arabes lo rechazaron.

El 15 de agosto de 1948, creado el Estado de Israel, los ejércitos árabes

invadieron varias veces el país judío con apoyo de países vecinos.

Abandonado de todos, Israel logró combates desesperados y triunfó

logrando sucesivos armisticios con países vecinos y logrando ensanchar

sus fronteras en la guerra de los seis días.

Desde 1948, ningún Estado árabe ha reconocido a Israel, viviendo en

constante tensión. En 1967, después de la guerra de los Seis Días, Israel

conquistó la franja de Gaza, la región de Cisjordania y el área de los altos

del Golán ; pero en mayo de 1994 se hizo efectiva la autonomía Palestina

de la franja de Gaza y de la ciudad de Jericó (en Cisjordania).

La unidad monetaria es el nuevo shekel, que tiene un valor de 100 agorot

(2,54 shekels equivalían a un dólar estadounidense en 1994). La

balanza comercial de Israel tiene un déficit que se acrecienta cada año; a


comienzos de la década de 1990, las importaciones anuales alcanzaban

un valor de unos 19.600 millones de dólares y las exportaciones

supusieron unos ingresos de 11.800 millones de dólares.

El PBI presenta un crecimiento regular en torno al 6.5 % y en 1995

ascendía a 86.715 millones de dólares. Su valor estratégico reside en

encontrarse en la confluencia de tres continentes, con acceso sobre una

vía de comunicación internacional y próxima a la zona de mayor

producción y reserva de petróleo del mundo. Se le puede considerar el

único reducto de EE.UU. en la zona.

No solo es un interesante experimento geográfico, demostrando de lo que

es capaz la inteligencia, la tecnología y el esfuerzo humano, en donde los

hombres son los únicos elementos que marcan la realidad judía que

luchan por esta transformación que se debate en un mundo capita- lista,

con un nivel de vida superior a la de sus vecinos.

La evolución de Israel es vertiginosa, con transformaciones que nada

tienen que envidiar a los países desarrollados (centrales) con industrias

modernas. Dentro de los problemas que tiene y que no impiden su total

desarrollo, está en: producir cada año más con iguales cantidades de

agua, fijar el avance de la dunas, en el desierto como en las costas,

transformar tierras estériles en fértiles, problemas políticos, que hacen


que se sientan aislados de los países que los rodean. Se puede decir

entonces, que Israel tomó a la agricultura como una explotación de punta

entre otras, llegando de esta manera en algunos casos a ocupar los

primeros lugares del mundo en la producción de algunos productos.

Después de haber disfrutado durante muchos años de la tasa de

crecimiento del PBI más rápida del mundo, Israel continúa ahora la

recuperación económica iniciada en 2003, después de dos años de

estancamiento de casi toda la actividad económica. Según todos los

indicadores económicos, la recuperación prosiguió en 2007. En 2006-

2007 el PBI siguió creciendo rápidamente, con una cifra de 5,1 por ciento

en 2006, pese a la Segunda Guerra del Líbano, que causó una pérdida

temporal de 0,7 por ciento en el PNB. El sector comercial encabezó

nuevamente la tendencia de recuperación rápida y continuación del

crecimiento, con una tasa de 6,4 por ciento. En 2006 el PBI per cápita

alcanzó la cifra de US$ 20.138.

En 2006-2007 Israel siguió progresando hacia sus objetivos económicos

principales, con los siguientes resultados: una baja tasa de inflación, a

veces incluso negativa, un déficit presupuestario muy bajo y un aumento

limitado del gasto público. A la vez, Israel siguió atrayendo inversiones

foráneas y logró un rápido incremento de las exportaciones, que por

primera vez le permitió anotarse un saldo positivo en su balanza


comercial. Esta tendencia continuó en la primera mitad de 2007, con un

pronóstico para todo el año de continuación del crecimiento económico

sin inflación, déficit presupuestario bajo y estabilidad económica en todos

los frentes.

Con una población de más de 7 millones de habitantes, Israel ha sido

aclamado internacionalmente a lo largo de los años, en especial por sus

extraordinarios logros en la agricultura y agrotecnología, riego, energía

solar y diversas industrias de alta tecnología. Merced a una intensa

actividad industrial, Israel es hoy no sólo la “tierra de leche y miel” sino

también el país de la alta tecnología en software, telecomunicaciones,

biotecnología, productos farmacéuticos y nanotecnologías.

Acuerdos de libre comercio firmados en los tres últimos decenios con

Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina han

facilitado la ampliación de las exportaciones de bienes y servicios, que en

2006 totalizaron más de US$ 60.000 millones, así como su participación

en empresas comerciales internacionales que contribuyen al crecimiento

acelerado del país.


CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA

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