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Autor: Lic. Dawlin A. Ureña
(El Lic. Ureña es Pastor, y miembro de la Asociación Científica
CRS - CreationResearchSociety)

Nuestras esposas saben de manera casi precisa la temporada del mes cuando
esperan experimentar el período menstrual. Nosotros debemos tener relaciones
sexuales justo antes de que inicie el período, de forma tal que no necesitemos
más sexo por varios días y que para el momento en que lo necesitemos, nuestras
esposas ya hayan salido de esta etapa.

Sin embargo, existen muchas ocasiones que se me ocurren ahora en las que
este caso ideal no es posible. Los esposos a veces salimos de viaje y cuando
regresamos a casa después de una o varias semanas ausentes, tenemos
grandes ansias por recibir el calor y el amor que sólo
nuestras amadas esposas nos pueden dar. Si cuando usted
regresa a casa su esposa está experimentando su período
de menstruación, es ahí donde la cosa se pone dura para
nosotros los hombres.

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Se incurre en la masturbación cuando la persona que practica el acto sexual lo


hace a su propio cuerpo. Nosotros los hombres somos más activamente sexuales
que las mujeres. Pues cuando sea usted el que necesite relación durante el
período menstrual de la mujer (las mujeres casi siempre pueden y quieren
esperar), su esposa le podría excitar su pene hasta que usted experimente una
eyaculación. Al tiempo que hace esto, su esposa podría besarle, acariciar su
pecho, si es un área que le causa placer, y esto acelerará y hará más placentera
la experiencia sexual.

Esto no sería considerado "masturbación", ya que la masturbación en la que NO


debemos incurrir es en la práctica que muestre gran egoísmo y muestre que no
estamos dispuestos a esperar, ya que nos motiva a buscar placer excitando
nuestros propios cuerpos. Como contrapartida al egoísmo que mostramos
cuando nos masturbamos, lea más adelante la definición que debe ser el modelo
a imitar en el amor matrimonial:

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Entre otras cosas, el amor no hace "NADA INDEBIDO"«y "TODO LO ESPERA".
Cuando nos masturbamos, especialmente cuando estamos casados, mostramos
que no tenemos paciencia y al no ejercitar la paciencia que caracteriza el amor
verdadero, estamos haciendo lo "indebido".

Generalmente, cuando una persona se masturba, la persona tiene que recurrir a


buscar pensamientos o recuerdos excitantes que le puedan causar, permitir y
agilizar el proceso de eyaculación. Esto "no es debido". Al recordar cosas del
pasado o al fantasiar con personas que no debemos, ¡podríamos hasta cometer
adulterio! (Ver Mateo 5:27).

El acto sexual es un acto que debe dejarse para el matrimonio, ya que el amor
verdadero "ESPERA", y siempre debe estar basado en intenciones reproductoras
o en el afianzamiento del acercamiento íntimo entre la pareja cristiana.

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Pero aún sabiendo lo pernicioso que es la masturbación de su propio cuerpo,


debemos aclarar que si es su esposa quien le excita el pene al esposo o si es el
esposo quien excita a su esposa hasta alcanzar el clímax, ustedes no estarían
incurriendo en pecado alguno. Esto está totalmente permitido en la cama
matrimonial. En este caso ustedes no lo están haciendo como resultado de su
egoísmo. En realidad, aunque este tipo de acto sexual no es comparable a lo
satisfactorio de la penetración, es algo que especialmente a los hombres, puede
servir de mucha ayuda. El hombre cuando se fija en la relación sexual, es como
un burro cuando dice por aquí voy. ¡Por ahí se va aunque le caigas a palos! En
esos momentos, cuando en la cabeza de nosotros los hombres lo único que
vemos es a nuestras esposas unidas a nosotros, es sabio que la mujer no deje a
su compañero por mucho tiempo sin satisfacción. Es peligroso que el hombre
salga a trabajar o a "dar una vuelta por el barrio" en esas condiciones.

Cuánta sabiduría evidencia Dios cuando dice:

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Cuando mi esposa entendió esta gran verdad, nuestros problemas en ese


aspecto acabaron. Este versículo encierra una verdad asombrosa. Cuando el
hombre está "cargado", la mujer debe ser sabia y recibir a su esposo. Una vez lo
haga, su esposo volverá a sus cabales y verá que usted ¡y el resto del vecindario
saldrá ganando! (Digo esto porque uno se pone hasta de mal humor cuando está
en estas condiciones y le grita a todo el que le pasa por el lado a uno!). El
hombre debe ser franco con su esposa y la esposa debe ser sabia. ¡La
comunicación salva matrimonios!

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Dicho todo esto, no debemos incurrir en extremos. He sabido de hermanos que


han recurrido al uso de "vibradores" y otros métodos artificiales de excitación.
Esto nos lleva por un camino peligroso. Una vez usted recurre a métodos como
estos, usted está abriendo las puertas al pecado, ya que al usarlos usted está
mostrando que está más interesado en el acto sexual mismo y en el placer
experimentado en él, que en el regocijo que conlleva la unión, más que física,
espiritual.

 
      

Existe un misterio en el acto sexual entre la pareja casada. Dios activa algo
espiritual cuando dos se unen. Existe un pacto espiritual del cual no estamos
totalmente conscientes, pero que para Dios es extremadamente importante.

Recurrir a métodos como el uso de "vibradores", "látigos", "películas


pornográficas para calentar el ambiente" y otros métodos foráneos, no le estamos
dando el lugar apropiado al amor, que es el que debe dar nacimiento a la
necesidad de la relación sexual. Si no que en realidad lo que estamos haciendo
es abrir las puertas a un sin número de extremos que pueden fácilmente ser
usados por el enemigo para colarse en nuestros matrimonios. ¡Cuidémonos de
no estar más interesados en complacer la carne que el espíritu cuando nos
unimos a nuestras esposas!

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Comenzamos "inocentemente" con un vibrador, y cuando


pestañeamos queremos unos "látigos" para experimentar una experiencia más
satisfactoria, y de repente estamos metidos hasta el pescuezo en un problema de
dependencia de métodos artificiales, que ya nuestra amada pareja no significa lo
que debe significar... ¡El todo en la cama matrimonial!

Pablo nos insta a no manchar la cama y a honrar el matrimonio. Ambos deben


ser sagrados.

Usted y su esposa son personas inteligentes y han estado juntos mucho tiempo.
Cada uno sabe cuál es o son las áreas más placenteras de sus cuerpos. Cuando
la menstruación sea un impedimento, ustedes deben ser creativos (sin llegar a
extremos) y verán que el Espíritu Santo les dará o les quitará la paz conforme a
lo que hagan.
 Como hemos dicho antes, el sexo anal NO DEBE ni considerarse en la
cama de la pareja cristiana!

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