La II República (II): Bienio de centro derecha y el
Frente Popular. I. INTRODUCCIÓN Las reformas provocan una fuerte oposición. Las elecciones generales en 1933 se celebraron con una nueva ley electoral, en la que por primera vez las mujeres votan. Las derechas movilizaron a sus votantes católicos en defensa del orden y de la religión. La CNT y la FAI emprendieron una campaña contra los republicanos y los socialistas a favor de la abstención. José Antonio Primo de Rivera crea la Falange española, de ideología cercana al fascismo. La CEDA y el partido Radical ganan las elecciones, debido a que los partidos de la nueva derecha se presentaron unidos en una coalición, mientras que los socialistas lo hicieron divididos. El parlamento experimentó un notable cambio. Fue una asamblea muy fragmentada y polarizada. Se emprendió una política moderada y se frenó las reformas emprendidas en el bienio anterior. II. EL BIENIO DE CENTRO-DERECHA (1933-35) 1.Los gobiernos del Partido Radical. En 1933-34 se formaron en coalición con otros partidos republicanos, presididos por Lerroux. El objetivo era frenar las reformas anteriores. En la política religiosa se modificó que los colegios siguieron funcionando. Con respecto a la legislación laboral y a la reforma agraria, hubo rectificaciones sin derogar por completo las leyes anteriores. Se modificaron los jurados mixtos, desplazando el poder de los sindicatos a los empresarios y se devolvieron las tierras confiscadas a la aristocracia latifundista. Las primeras medidas de rectificación tuvieron graves consecuencias. El Partido Radical se escindió y los republicanos de izquierda se unieron en un nuevo partido Izquierda Republicana dirigido por Azaña. Estas medidas tuvieron graves consecuencias -Los propietarios agrarios incumplieron las reglamentaciones laborales y bajaron los salarios, lo que provocó una huelga general de campesinos. -En 1934 estalló un conflicto de competencias con la Generalitat de Cataluña. -En el País Vasco se produjo otra controversia a raíz del bloqueo a una nueva propuesta del estatuto de autonomía. 1. La revolución de octubre de 1934. Se formó una alianza obrera entre el PSOE y la UGT para combatir el fascismo y establecer una República Federal socialista. En 1934 la CEDA exigió entrar en el gobierno para aplicar políticas más decididas contra el desafío de los movimientos izquierdistas y por ello se formó un nuevo gobierno radical con tres ministros de la CEDA. Para los socialistas fue la señal para el levantamiento frente a un supuesto riesgo de fascismo. Esto se hizo que se desatara la revolución en octubre de 1934, mediante la convocatoria de una huelga general en las principales ciudades, pero en Madrid fracasó. En Cataluña, Lluis Companys presidente de la Generalitat, proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. Sin embargo la rebelión fue abortada. En Asturias se logró forjar una alianza que agrupó a la UGT, la CNT y los comunistas. La revolución partió de dos centros mineros y los grupos de mineros llegaros a tomar el centro de Oviedo. Se produjeron actos de violencia contra los propietarios y el clero. Para sofocar la rebelión, el gobierno declaró el estado de guerra al ejército del Protectorado de Marruecos. El balance final fue de muchos muertos, detenciones, condenas a muerte. Se suspendió la autonomía catalana y la Ley de Contratos de Cultivo.
2.El final del Bienio Derechista.
La represión contra los promotores y protagonistas de la revolución ocupó la mayor parte del debate político hasta el punto de originar una crisis del gobierno radical-cedista. Se aceleró la rectificación de las reformas republicanas. Se desmontaron las reformas sociales y laborales. Se anularon los jurados mixtos y la Ley para la Reforma de la Reforma Agraria. En el capítulo militar, Gil Robles llevó a cabo una política de cambios en los mandos militares, que fueron ocupados por militares antiazañistas de dudosa fidelidad a la república. Se planeaba una reforma constitucional, en la que se revisaría, la política religiosa. Estalló una crisis en el Partido Radical a raíz de los escándalos de corrupción de straperlo (trataron de introducir en los casinos de España una especie de ruleta trucada) y el asunto Nombela. Ante la imposibilidad de gobernar, Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó nuevas elecciones en 1936.
III. EL FRENTE POPULAR (febrero del 36 a julio del 36)
En febrero del 36 se celebraron las últimas elecciones de la Segunda República. Su resultado mostró un equilibrio entre los dos bloques antagónicos en que se había dividido España. El triunfo del Frente Popular fue seguido de movimientos revolucionarios espontáneos de ocupaciones de tierras, huelgas y desordenes públicos. Frente a la violencia política que enfrentaba en la calle a grupos de extremada derecha y de extrema izquierda el gobierno era débil. La extrema derecha emprendió una campaña de incitación a la violencia, a la conspiración y a la insurrección militar. Los partidos de izquierdas constituyeron una gran alianza, el Frente Popular, como resultado de un acuerdo electoral entre republicanos, socialistas y comunistas. Presentaban un programa moderado basado en una amnistía general. Las derechas y el centro se presentaron desunidas. Los resultados electorales dieron la victoria al Frente Popular. La victoria fue acogida con júbilo en muchas ciudades y con manifestaciones y peticiones de amnistía y de admisión de todos los trabajadores despedidos como consecuencia de la huelga de 1934. Alcalá Zamora encargó la formación del gobierno a Azaña, compuesto solo por los republicanos de izquierda, ya que los socialistas rechazaron integrarse en un gobierno de coalición con los republicanos. Una amnistía general afectó a presos políticos y se restableció la autonomía Cataluña. Se reanudó el proceso reformista. Se aceleró la puesta en marcha de la reforma agraria: se declararon expropiables aquellas fincas que representasen una gran concentración de cultivo y propiedad. La enorme presión de los braceros, jornaleros y pequeños aparceros y de los sindicatos del campo llevó a la masiva ocupación de zonas de latifundio. Desde la derecha y los sectores más conservadores, estos hechos fueron percibidos como una amenaza al orden social. También volvió a primer plano la confrontación entre la Iglesia y la República. IV. CONCLUSIONES. Las cortes destituyeron a Alcalá Zamora como presidente de la república y nombraron a Azaña. El gobierno fue presidido por Casares Quiroga. Tras el orden público, el problema más serio fue la crisis económica. Se desató una oleada de huelgas y manifestaciones a gran escala con violencia y ataques contra edificios religiosos. Los dos grandes partidos también contribuyeron a la inestabilidad de la república. La organización de la conspiración militar partió de algunos militares de extrema derecha y la Unión militar y se planificó tras el triunfo del Frente Popular. El gobierno republicano trató de desarticular la trama golpista realizando traslados en los altos mandos sospechosos de participar en la conspiración. La sublevación contó con el apoyo de monárquicos, alfonsinos, carlistas y falangistas y de las milicias armadas de la Falange Española. El general Mola se erigió en el protagonista de la organización de la rebelión. El asesinato de Calvo Sotelo (dirigente derechista) aceleró el proceso. El 17 de julio comenzó la sublevación en el protectorado de Marruecos, y al día siguiente en la Península. El fracaso de la rebelión militar derivó en una trágica y sangrienta guerra civil que duró tres años.