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Tema 18.

La II República (II): Bienio de centro derecha y el


Frente Popular.
I. INTRODUCCIÓN
Las reformas provocan una fuerte oposición. Las elecciones generales en 1933 se
celebraron con una nueva ley electoral, en la que por primera vez las mujeres votan.
Las derechas movilizaron a sus votantes católicos en defensa del orden y de la religión.
La CNT y la FAI emprendieron una campaña contra los republicanos y los socialistas a favor de
la abstención.
José Antonio Primo de Rivera crea la Falange española, de ideología cercana al
fascismo. La CEDA y el partido Radical ganan las elecciones, debido a que los partidos de la
nueva derecha se presentaron unidos en una coalición, mientras que los socialistas lo hicieron
divididos. El parlamento experimentó un notable cambio. Fue una asamblea muy fragmentada y
polarizada. Se emprendió una política moderada y se frenó las reformas emprendidas en el
bienio anterior.
II. EL BIENIO DE CENTRO-DERECHA (1933-35)
1.Los gobiernos del Partido Radical.
En 1933-34 se formaron en coalición con otros partidos republicanos, presididos por
Lerroux. El objetivo era frenar las reformas anteriores.
En la política religiosa se modificó que los colegios siguieron funcionando. Con
respecto a la legislación laboral y a la reforma agraria, hubo rectificaciones sin derogar por
completo las leyes anteriores. Se modificaron los jurados mixtos, desplazando el poder de los
sindicatos a los empresarios y se devolvieron las tierras confiscadas a la aristocracia latifundista.
Las primeras medidas de rectificación tuvieron graves consecuencias. El Partido
Radical se escindió y los republicanos de izquierda se unieron en un nuevo partido Izquierda
Republicana dirigido por Azaña. Estas medidas tuvieron graves consecuencias
-Los propietarios agrarios incumplieron las reglamentaciones laborales y bajaron los
salarios, lo que provocó una huelga general de campesinos.
-En 1934 estalló un conflicto de competencias con la Generalitat de Cataluña.
-En el País Vasco se produjo otra controversia a raíz del bloqueo a una nueva propuesta
del estatuto de autonomía.
1. La revolución de octubre de 1934.
Se formó una alianza obrera entre el PSOE y la UGT para combatir el fascismo y
establecer una República Federal socialista. En 1934 la CEDA exigió entrar en el gobierno para
aplicar políticas más decididas contra el desafío de los movimientos izquierdistas y por ello se
formó un nuevo gobierno radical con tres ministros de la CEDA.
Para los socialistas fue la señal para el levantamiento frente a un supuesto riesgo de
fascismo. Esto se hizo que se desatara la revolución en octubre de 1934, mediante la
convocatoria de una huelga general en las principales ciudades, pero en Madrid fracasó. En
Cataluña, Lluis Companys presidente de la Generalitat, proclamó el Estado Catalán dentro de la
República Federal Española. Sin embargo la rebelión fue abortada.
En Asturias se logró forjar una alianza que agrupó a la UGT, la CNT y los comunistas.
La revolución partió de dos centros mineros y los grupos de mineros llegaros a tomar el centro
de Oviedo. Se produjeron actos de violencia contra los propietarios y el clero. Para sofocar la
rebelión, el gobierno declaró el estado de guerra al ejército del Protectorado de Marruecos. El
balance final fue de muchos muertos, detenciones, condenas a muerte. Se suspendió la
autonomía catalana y la Ley de Contratos de Cultivo.

2.El final del Bienio Derechista.


La represión contra los promotores y protagonistas de la revolución ocupó la mayor
parte del debate político hasta el punto de originar una crisis del gobierno radical-cedista. Se
aceleró la rectificación de las reformas republicanas.
Se desmontaron las reformas sociales y laborales. Se anularon los jurados mixtos y la
Ley para la Reforma de la Reforma Agraria.
En el capítulo militar, Gil Robles llevó a cabo una política de cambios en los mandos
militares, que fueron ocupados por militares antiazañistas de dudosa fidelidad a la república.
Se planeaba una reforma constitucional, en la que se revisaría, la política religiosa.
Estalló una crisis en el Partido Radical a raíz de los escándalos de corrupción de
straperlo (trataron de introducir en los casinos de España una especie de ruleta trucada) y el
asunto Nombela. Ante la imposibilidad de gobernar, Alcalá Zamora disolvió las Cortes y
convocó nuevas elecciones en 1936.

III. EL FRENTE POPULAR (febrero del 36 a julio del 36)


En febrero del 36 se celebraron las últimas elecciones de la Segunda República. Su
resultado mostró un equilibrio entre los dos bloques antagónicos en que se había dividido
España. El triunfo del Frente Popular fue seguido de movimientos revolucionarios espontáneos
de ocupaciones de tierras, huelgas y desordenes públicos.
Frente a la violencia política que enfrentaba en la calle a grupos de extremada derecha y
de extrema izquierda el gobierno era débil. La extrema derecha emprendió una campaña de
incitación a la violencia, a la conspiración y a la insurrección militar. Los partidos de izquierdas
constituyeron una gran alianza, el Frente Popular, como resultado de un acuerdo electoral
entre republicanos, socialistas y comunistas. Presentaban un programa moderado basado en una
amnistía general. Las derechas y el centro se presentaron desunidas. Los resultados
electorales dieron la victoria al Frente Popular. La victoria fue acogida con júbilo en muchas
ciudades y con manifestaciones y peticiones de amnistía y de admisión de todos los trabajadores
despedidos como consecuencia de la huelga de 1934.
Alcalá Zamora encargó la formación del gobierno a Azaña, compuesto solo por los
republicanos de izquierda, ya que los socialistas rechazaron integrarse en un gobierno de
coalición con los republicanos. Una amnistía general afectó a presos políticos y se restableció
la autonomía Cataluña. Se reanudó el proceso reformista.
Se aceleró la puesta en marcha de la reforma agraria: se declararon expropiables
aquellas fincas que representasen una gran concentración de cultivo y propiedad. La enorme
presión de los braceros, jornaleros y pequeños aparceros y de los sindicatos del campo llevó a la
masiva ocupación de zonas de latifundio.
Desde la derecha y los sectores más conservadores, estos hechos fueron percibidos
como una amenaza al orden social. También volvió a primer plano la confrontación entre la
Iglesia y la República.
IV. CONCLUSIONES.
Las cortes destituyeron a Alcalá Zamora como presidente de la república y nombraron a
Azaña. El gobierno fue presidido por Casares Quiroga. Tras el orden público, el problema más
serio fue la crisis económica. Se desató una oleada de huelgas y manifestaciones a gran escala
con violencia y ataques contra edificios religiosos. Los dos grandes partidos también
contribuyeron a la inestabilidad de la república. La organización de la conspiración militar
partió de algunos militares de extrema derecha y la Unión militar y se planificó tras el triunfo
del Frente Popular. El gobierno republicano trató de desarticular la trama golpista realizando
traslados en los altos mandos sospechosos de participar en la conspiración. La sublevación
contó con el apoyo de monárquicos, alfonsinos, carlistas y falangistas y de las milicias armadas
de la Falange Española. El general Mola se erigió en el protagonista de la organización de la
rebelión. El asesinato de Calvo Sotelo (dirigente derechista) aceleró el proceso. El 17 de julio
comenzó la sublevación en el protectorado de Marruecos, y al día siguiente en la Península. El
fracaso de la rebelión militar derivó en una trágica y sangrienta guerra civil que duró tres años.

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