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2, Nº 2
La razón populista
Ernesto Laclau
Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2005, 312 páginas
Facundo Vega
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Reseñas
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Revista SAAP . Vol. 2, Nº 2
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Reseñas
relación necesaria entre la tradición libe- Pour finir, La razón populista paten-
ral y la democrática sino una articulación tiza acuerdos y desacuerdos teóricos res-
histórica contingente. La democracia sólo pecto a disímiles empresas intelectuales
puede fundarse en la existenz de un suje- contemporáneas. En primer lugar, Slavoj
to democrático, la vacuidad, entonces, Zizek es considerado un estandarte no-
apunta a la plenitud ausente de la comu- vedoso del marxismo tradicional que
nidad encarnándose en una fuerza reduce la unidad popular a unidad de
hegemónica. clase. Si el autor de The Sublime Object of
Posteriormente al status nascens del Ideology cargó tintas contra el kantiano,
texto, sus hipótesis se contrastan bajo multiculturalista y resignado intento
el análisis del populismo estadouniden- laclauniano, la respuesta comporta que
se, el kemalismo turco y el —más cerca- en Kant efectivamente existe el rol regu-
no vivencialmente— peronismo de la lador de la Idea y la aproximación infi-
resistencia. De cualquier manera, el co- nita al mundo nouménico, pero ello no
rolario de su postestructuralismo ocurre en el caso de una identificación
deconstruccionista comporta en Laclau hegemónica. Lo antedicho tiene como
la aseveración de que en oposición al grund revisar las homologías artificiales
anunciado fin de la política, lo que ha que remiten al eclecticismo del análisis
de producirse es “(...) la llegada a una de Zizek, ligado por un lado al psicoa-
era totalmente política, dado que la di- nálisis y al descubrimiento freudiano del
solución de las marcas de la certeza quita inconsciente y por el otro a la filosofía
al juego político todo tipo de terreno de la historia hegeliana/marxista. Al
apriorístico sobre el que asentarse, pero, acusarlo por su trascendentalismo
por eso mismo, crea la posibilidad po- economicista, Laclau afirma que Zizek
lítica de redefinir constantemente ese no provee ninguna teoría del sujeto
terreno” (p. 275-276). emancipatorio aunque reivindique el
En la tensa interposición entre la valor de la lucha anticapitalista. De cual-
universalidad del populus y la parciali- quier manera, en La razón populista se
dad de la plebs, la peculiaridad del pue- sindica que: “él permanece dentro del
blo alza la razón populista como razón campo de la inmanencia total —que, en
política tout court. De este modo, Laclau términos hegelianos, sólo puede ser una
persigue contrariar la asunción del fin inmanencia lógica—, mientras para mí,
de la política ínsita tanto en el evento el momento de la negatividad (investi-
revolucionario total/reconciliacionista dura radical, opacidad de la representa-
como en la práctica gradualista admi- ción, división del objeto) es irreductible.
nistrativa. Así, allende la escisión infra- Ésta es la razón por la cual, en nuestra
estructura-superestructura, sostiene: “la visión el actor histórico central —inclu-
historia no es un avance continuo infi- so aunque en cierto punto pueda empí-
nito, sino una sucesión discontinua de ricamente ser una “clase”— siempre va
formaciones hegemónicas que no puede a ser un “pueblo”, mientras que para
ser ordenada de acuerdo con ninguna Zizek siempre va a ser una “clase” tout
narrativa universal que trascienda su court. En tanto que aquí él está más cer-
historicidad contingente” (p. 281). ca de Hegel que de Lacan, pienso que
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yo me acerco más a Lacan que a Hegel” ducir todas las diferencias a parcialida-
(p. 297). des dentro del todo comunitario; su
En segundo lugar, a diferencia de lo politics, en cambio, supone una distor-
expresado en cuanto a Zizek, en Impe- sión inerradicable, puesto que es una
rio, la obra de Antonio Negri y Michael parte que funciona al mismo tiempo
Hardt no existe una preeminencia como el todo. A pesar de las similitudes,
ontológica trascendental, sino que las Laclau estima que la errancia en Rancière
luchas sociales convergen en la multi- remite por un lado a que considera las
tud. Esta inmanencia radical es visible posibilidades de la política en liaison
en un imperio sin límites ni centro. únicamente con la emergencia de una
Según Laclau, en Imperio desaparece la política emancipatoria y por el otro, a la
construcción política de modo que la excesiva preeminencia de la noción
multitud sólo consigue la unión en el —heterodoxa— de lucha de clases.
estar en contra propio de la deserción Allende el final, resta vislumbrar si
universal. Si en la teorización de aquél uno de los más prolíficos intentos
la unidad a partir de la heterogeneidad exegéticos que se haya realizado sobre
presupone la interposición de lógicas la obra de Ernesto Laclau muestra una
equivalenciales y la producción de lógica esparrancada al estado de reso-
significantes vacíos, en la de Negri y lución. Pues la exterioridad constituti-
Hardt es resultado de la tendencia na- va del sistema pasada por el tamiz
tural a la rebelión que desprecia el pro- deconstruccionista, ¿configura una al-
ceso político. A la vez, “en lo que se ternativa radical al racionalismo
refiere a la idea de una totalidad impe- esencialista? ¿El dinamismo de la he-
rial sin un centro —una especie de eter- gemonía presenta una antítesis al fun-
nidad spinozeana— de la cual hubie- cionamiento autorreproductivo, regular
ran desaparecido los polos internos de y previsible del sistema que cuestiona;
poder, ella no es más adecuada. Nos el cual en la era de la globalización es
basta ver lo que ha ocurrido en el esce- —tal como la voz del filósofo político
nario internacional a partir del 11 de decisionista sostiene— el de la circula-
septiembre de 2001” (p. 300). Enton- ción irrestricta de los significantes? Por
ces, a diferencia de la inmanencia fin, ¿resulta el postestructuralismo
spinozeana/deleuzeana, Laclau opone laclauniano un feble deudor de la onto-
una trascendencia fallida, es decir, la logía de la discursividad, enalteciendo
trascendencia presente como una ausen- la (razón) política (populista) como ac-
cia dentro de lo social. tividad total y anulándola en ese mis-
Por último, se vislumbra el encuen- mo instante? Si bien lo expresado no
tro respecto a Jacques Rancière. Al cons- doblega la novedosa construcción ex-
truir su concepto de pueblo, el francés puesta, repetimos, aún luego de ella:
señala un mésentente entre la filosofía “Das Wesensverhältnis zwischen Tod
política y la política, en tanto la primera und Sprache blitzt auf, ist aber noch
intenta neutralizar los efectos sociales ungedacht” (“La relación esencial en-
negativos de la segunda. La police tre muerte y lenguaje centellea, pero
rancièreana abreva en el intento de re- aún no está pensada”).
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