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de una amplia gama de campos electromagnéticos, que van desde los de alta frecuencia
como antenas de radio y televisión, radar, microondas, telefonía celular, hasta los de
muy baja frecuencia como las líneas de alta tensión, pantallas de ordenadores, redes
eléctricas, etc.
Gran parte de las actividades de muchas personas suelen desarrollarse en ámbitos donde
los electrodomésticos y los aparatos eléctricos abundan, permaneciendo gran parte del
día bajo la influencia de innumerables campos de radiación de este tipo. Ocurre,
entonces, que la población vive rodeada de campos magnéticos. Durante los últimos
treinta años la densidad electromagnética del ambiente se ha multiplicado generando un
nuevo tipo de polución, intangible e inmaterial, denominada "contaminación
electromagnética".
Desde hace años, la ciencia estudia los efectos biológicos que ejercen sobre el ser
humano y los distintos seres vivos los campos magnéticos, ya que el magnetismo, como
fenómeno físico, convive desde siempre en perfecta armonía con los organismos vivos.
En verdad, la Tierra es un gran imán. Las actividades orgánicas están marcadas por
imperceptibles pulsos eléctricos en los que intervienen partículas elementales, que
poseen cargas negativas o positivas que se ven afectadas por cualquier campo
magnético.
A pesar de que durante las últimas décadas se han realizado numerosos estudios e
investigaciones en todo el mundo, los efectos provocados por las radiaciones no
ionizantes se encuentran todavía en el campo de la discusión científica, en la que
algunos denuncian riesgos y efectos en el ser humano y otros los contradicen, quedando
en duda aún cuál es la dimensión real del fenómeno y el verdadero alcance de los
efectos de este tipo de radiaciones en el ser humano.Las líneas eléctricas generan un
campo electromagnético artificial.
El riesgo es una controversia, pero sin embargo algunos lo admiten en forma fehaciente.
En la Unión Europea, por ejemplo, todos los electrodomésticos y los equipos eléctricos
y electrónicos tienen un control de emisiones con un doble propósito: evitar las
interferencias electromagnéticas, asegurar el buen funcionamiento de los equipos, y
proteger a las personas de las potenciales afecciones producidas por dichas radiaciones.
La acumulación de estas emisiones genera un fenómeno que se ha dado en llamar
"electrosmog". Algunos investigadores afirman que por arriba de un determinado
umbral y por efecto acumulativo, las radiaciones pueden desencadenar enfermedades
autoinmunes, alergias, fatiga crónica, anemias, trastornos del sistema nervioso y hasta
distintos tipos de cáncer. En tal sentido existen normas internacionales de control de
emisiones
Asimismo, varios estudios han demostrado que en los organismos superiores incluyendo
al hombre, existen magnetosensores específicos. La glándula pineal sería la sede
somática donde se produciría la detección y la transmisión de la información magnética.
Esta glándula, además, actúa como un transductor neuroendocrino por la sensibilidad
que posee para determinados estímulos físicos como la temperatura, la luz y en especial
el magnetismo. Estos estímulos pueden activar la síntesis de neurotransensores de
enorme importancia en la actividad del sistema nervioso y productos hormonales como
la melatonina u hormona pineal.
Al respecto, la OMS realiza actualmente una investigación para disipar las dudas sobre
los riesgos de contaminación electromagnética, cuyos resultados se conocerán en el
2002. En la vida diaria usamos infinidad de equipos productores de radiaciones.
Además, las interferencias electromagnéticas generadas entre distintos equipos hace que
se deba tener en cuenta si existe entre los mismos compatibilidad electromagnética; es
decir, la capacidad de equipos eléctricos o electrónicos para funcionar en forma
satisfactoria en un mismo ambiente. Cuando esto no sucede, las ondas
electromagnéticas emitidas por un aparato interfieren sobre la electrónica de otro
generándole defectos de funcionamiento.
Los tiempos que vivimos imponen la necesidad de equilibrar los posibles desajustes en
el ambiente que se derivan del desarrollo tecnológico. Debemos tomar como premisa
que la expansión y progreso económico no es un fin en sí mismo, sino que debe estar al
servicio del hombre y por lo tanto permitir atenuar desequilibrios y traducirse en mejora
de la calidad de vida. En este sentido creemos que la cuestión pasa por aprender a
convivir con la, cada día más avanzada, tecnología, no siendo la opción rechazarla, sino
aprender a utilizarla bien minimizando los riesgos. En los últimos años hemos
presenciado un incremento del desarrollo y uso de dispositivos que emiten las
denominadas radiaciones no ionizantes(RNI), como las denominaremos a partir de
ahora, se aplica a un grupo particular de radiaciones electromagnéticas dentro del
espectro electromagnético, pero también incluye ultrasonido como onda mecánica.
Para entender la diferencia, las radiaciones ionizantes(RI), son aquellas, cuyo efecto
más importante, según el mismo término lo describe, es la ionización de la materia,
debido a su longitud de onda más corta y por ende más energéticas. A modo de ejemplo,
mencionaremos entre ellas a la Radiación X, la Radiación Gamma y a la Radiación
Cósmica. Los riesgos asociados con el uso de la Radiación X y Gamma, tanto en sus
aplicaciones médicas, nucleares como industriales han sido estudiados con mucho
detalle y sus efectos son bien conocidos pudiendo ser de extrema gravedad y como
consecuencia de ello, han merecido una preocupación especial, desarrollándose toda una
disciplina de Protección Radiológica. Así, se han elaborado Normas de Seguridad y
establecido los Límites de Exposición para proteger tanto a las personas que por su tarea
están expuestas a ellas, como al público en general y al paciente cuando se trata de
exposiciones médicas.
A diferencia de las anteriores las radiaciones no ionizantes RNI, no llevan asociada una
energía suficiente para producir el proceso de ionización arriba mencionado, causa de
los efectos no deseables
Debemos entender que existen dos tipos de riesgos, los aceptables y los no aceptables.
Toda la actividad humana implica un riesgo. El uso de las radiaciones electromagnéticas
no ionizantes también implica un riesgo, que además de ser aceptable, es
significativamente menor que el de las ionizantes, siempre y cuando se respeten las
normas nacionales e internacionales que establecen los valores máximos de exposición
al ser humano. Si no se respetan dichas normas, esto podría ser motivo de preocupación
ya que las manifestaciones de las RNI también podrían generar daños de distinta
magnitud según el grado y tiempo de exposición.
El sol es una de las fuentes de energía más importante de las RNI. A su vez éstas se
clasifican en dos grandes grupos: Radiación Óptica (RO) y Campos Electromagnéticos
(CEM) de Radiofrecuencias.
No obstante surgen dudas sobre cuán serios pueden ser los problemas causados por las
RNI ya que de muchos estudios epidemiológicos solo se puede inferir una relación
demasiado débil entre la exposición y el efecto supuestamente causado por las RNI.
Para completar las conclusiones sobre los efectos de las RNI aún se requiere finalizar
estudios epidemiológicos a gran escala. La necesidad de cooperación internacional es
imprescindible para finalizar con éxito esa tarea. La Organización Mundial de la Salud/
Oficina Panamericana de la Salud OMS/OPS, está coordinando y recibiendo la
información sobre este aspecto, debiendo recopilar los datos obtenidos para este año. La
conclusión de esta etapa será decisiva y permitirá fijar una recomendación base de una
normativa internacional, que se sumará a las existentes, para la protección de los
trabajadores y de la población en general.
Con los límites establecidos por las normas vigentes, aceptables hoy día y las normas
por venir y con el fin de llevar tranquilidad al momento de instalar fuentes de RNI, se
podrá solicitar apoyo de reconocidos laboratorios de medición y dosimetría de
referencia y de campo, para corroborar los niveles de exposición debidos a dichas
fuentes. El fin de la prospección electromagnética es por lo tanto evaluar los valores de
campo eléctrico E, magnético H, y potencia o densidad de potencia P, y poder comparar
estas mediciones con los niveles permisibles preestablecidos por las normas.
Un buen proyecto práctico sería establecer los mecanismos para llevar adelante la
creación de un laboratorio especializado y reconocido a nivel nacional o regional, el que
daría referencia a otros laboratorios de campo para asegurar la exactitud y precisión de
las mediciones a realizar. Este punto es especialmente sensible a la opinión pública para
garantizar la imparcialidad y profesionalidad en este tema.
Los Láseres pueden abarcar además del espectro visible, el de UV excímeros y también
el de IR CO2. Hasta el siglo pasado la fuente principal ha sido el Sol, que no ha sido
considerado demasiado peligroso ya que el propio organismo humano cuenta con
mecanismos de autodefensa y con el desarrollo de pigmentación adecuada. La aparición
cada vez más extensa de las fuentes artificiales hace que el problema de protección sea
de urgente aplicación.
Las radiofrecuencias RF, incluyendo microondas MO, abarcan un espectro desde 0.3
MHz hasta 300 GHz, correspondiendo a longitudes de onda de 1.000 m hasta 1 mm
respectivamente. La telefonía móvil, tanto la analógica o celular, como la digital PCS, y
la futura tercera generación 3G, anunciada en Europa como la Tecnología UMTS.
Universal Mobil Telecommunications Systems, se enmarcan dentro de este espectro.
Frecuencia Media
3 a 0.3 MHz
Al igual que para las radiaciones ionizantes RI, para las RNI se han establecido límites
de exposición ocupacional para trabajadores y el límite para el público. El uso de RF y
en particular de las RNI con fines médicos, diatermia, etc., queda excluido de este
análisis.
El criterio para las personas expuestas por razones de trabajo toma como periodo 40
horas semanales o en algunos casos breves periodos de exposiciones elevadas, y 50
semanas por año, debiendo ser informados claramente sobre los potenciales riesgos
asociados con sus ocupaciones. Los límites de exposición ocupacional se aplican a
exposición corporal total y son función de frecuencia.
No hay ninguna duda que una de las áreas de mayor aplicación hoy día de las RNI
dentro del espectro de Radiofrecuencia es el de comunicaciones.
Si analizamos fríamente los niveles de potencia emitidos tanto por los sistemas
irradiantes, habitualmente ubicados por lo general a distancias respetables de los lugares
de permanencia de la población y por otra parte a los teléfonos móviles con sus antenas
incorporadas pero a pocos centímetros del cuerpo humano, todos éstos emiten con
potencias mucho más bajas, en casi dos ordenes de magnitud, que por ejemplo las
transmisoras de FM y las emisoras radiales convencionales.
Como resumen podemos decir que todas ellas tienden a asegurar que el beneficio
obtenido por el uso de las RNI en sus diferentes aplicaciones, deberá estar muy por
encima del posible riesgo debido a la exposición humana y del medio ambiente a esas
radiaciones.
Reglamentación Y Normativa
Anual 50 5000
Clase II: dispositivos de potencia baja con escaso riesgo. Pueden provocar lesión en la
retina cuando se miran durante un período prolongado. Es necesario colocar una señal
de advertencia.
Clase III a: equipos de potencia moderada; no lesionan el ojo desnudo de la persona con
una respuesta de aversión normal a la luz brillante, pero puede dañar cuando la energía
es recogida y transmitida al ojo. Necesita colocar señal de advertencia.
Clase III b: incluye láseres de provocar lesiones cuando se los mira directamente. Debe
colocarse un rótulo de advertencia.
Clase IV: equipos con mayor riesgo. Incluye los láseres que pueden producir lesiones
tanto por el rayo directo como por reflejo, y también constituyen riesgo de incendio.
Debe llevar la señal de advertencia adecuada.
Debidos a la radiación del láser: el daño en los tejidos se produce por los siguientes
mecanismos: efectos térmicos, procesos transitorios termoacústicos, efectos
fotoquímicos, exposición crónica.
El riesgo se limita prácticamente a los ojos, variando los efectos adversos producidos en
las diferentes regiones espectrales. También pueden incidir en escasa medida sobre la
piel.
Protección
Medidas técnico- administrativas: Todos los láseres de clases 3A, 3B y 4 deben tener
los siguientes dispositivos y medidas de seguridad:
Deben estar instalados permanentemente con un obturador del haz y/o atenuador, para
evitar la salida de radiaciones superiores a los niveles máximos permitidos.
El "American National Standars Institute" formó una comisión para el desarrollo de una
normativa específica para la utilización del láser. En 1976 aparece la norma ANSI Z
136.1 "American National Standard for the Safe Use of Lasers", que ha influido mucho
en normativas posteriores. En 1993 se elaboró una nueva versión, que permitía límites
de exposición más elevados para ciertas longitudes de onda. Estas modificaciones han
afectado a:
ANSI Z 136.2 (1988) "Standards for the Safe Use of Optical Fibers Communication
Systems Utilizing Laser Diode and LED Sources".
ANSI Z 136.3 "Standards for the Safe Use of Lasers in the Care Facilities".
También tenemos la norma DIN 56912 (6/ 82) "Requisitos técnicos de seguridad para
láseres e instalaciones de láser en escenarios".
Directivas
Política social: referidas a las medidas generales que deben aplicarse para garantizar que
las condiciones de trabajo que afecten tanto a empresarios y trabajadores, como a los
locales donde se instalen los equipos láser sean seguras y sanas, y para que estén
controlados los riesgos que se derivan de la utilización de los equipos y de los
productos, es decir, de los agentes químicos, físicos y biológicos, durante el trabajo y de
los equipos de protección individual en el trabajo.
El Comité que realiza trabajos sobre equipos láser en la ISO es el ISO/TC 172 "Optics
and optical instruments" y en el caso del CEI es el CEI/TC 76 "Laser equipment".
El Comité Técnico de CEN/CENELEC que trata sobre la seguridad láser es el CEN /TC
123 "Láseres y equipos relacionados".
Objetivos:
Proteger la salud:
fabricación
uso
Normas CEI:
Objeto: definir los requisitos mínimos de seguridad eléctrica que deben cumplir los
equipos e instalaciones láser, así como los ensayos que han de realizarse en los equipos
para comprobar que se cumplen los requisitos. Estos ensayos tienen como fin asegurar
la protección del usuario contra:
Explosión e implosión
La norma está dirigida a los fabricantes de los equipos y a los laboratorios encargados
de comprobar que los equipos cumplen con los requisitos de seguridad eléctrica
establecidos.
Dependiendo del tipo de trabajo y del material radiactivo que se manipule se usan
algunos de los siguientes elementos :
-Máscaras ( 1 o 2 vías )
-Pechera plomada
-Cubrecabeza
Los avances tecnológicos, que ofrecen nuevas herramientas para facilitar la vida de los
seres humanos, en muchos casos invaden el medio ambiente con sustancias residuales
que de una u otra forma lo contaminan. El caso más conocido de polución es la
generada por la combustión interna de los motores, que producen monóxido de carbono,
entre otras sustancias nocivas para la salud humana.
La base del problema está en que los seres vivos realizan todas sus funciones vitales
mediante la electricidad, así sea para transmitir información mediante las neuronas o los
impulsos eléctricos que mantienen a nuestro corazón latiendo. Es más, un estudio
realizado por el Doctor Hyland de la universidad británica de Warwick, afirma que las
ondas utilizadas por los teléfonos móviles son de la misma frecuencia que las ondas
cerebrales alfa, por lo el cerebro sería un órgano muy sensible al uso de estos aparatos.
Tchernitchin menciona un estudio del año pasado, llevado a cabo por autoridades del
estado de California, que concluye que algunas enfermedades como leucemia en niños,
cáncer cerebral en adultos, problemas cardiacos y suicidios, tienen como factor de
causa-efecto a las radiaciones electromagnéticas.
En el tema particular de los teléfonos móviles el investigador es enfático al señalar que,
“los niños menores de 18 años no deberían usar celulares, esto debido a que su
desarrollo es menor, tienen menos pelo y menos grasas, por lo que las radiaciones
llegan directamente a la corteza cerebral”.
Ríos resta importancia a los estudios alarmistas sobre la radiación generada por los
celulares. “El hombre desde que nace -agrega el magister en ingeniería eléctrica- está
expuesto a muchas radiaciones. No sólo a las producidas por sí mismo, sino a muchas
naturales, como el propio sol, que en palabras simples es una planta nuclear que nos
irradia durante toda la vida con diferentes tipos de radiación como: radio, infrarrojo, luz,
calor, ultravioleta, rayos X y rayos Gamma, y estas últimas pueden causar la muerte si
uno se expone mucho a ellas. Entonces, sin estudios serios, es muy aventurado decir que
los celulares causan enfermedades”.
El caso antenas
Según Carrasco, el mayor problema es que las antenas de telefonía celular son
instaladas de la noche a la mañana sin consultarle a nadie, en medio de cualquier barrio
de Chile, al lado de un colegio, en medio de una municipalidad o en el centro de una
plaza. “Entonces, aquí surgen las preguntas: ¿y si de verdad son perjudiciales para la
salud?, ¿todas las personas que viven cercas de una están expuestas a enfermedades?”,
agrega.
“Es cierto que no está probado al 100% -reconoce el experto en leyes sobre
telecomunicaciones- pero según todos los tratados internacionales que ha firmado Chile
respecto a la salud y a los propios derechos humanos y civiles, se debería actuar bajo el
principio precautorio, es decir, prevenir a la población de futuros males”.
En relación a las antenas, el abogado de FORJA señala que, “lo que más nos interesa es
que se instalen a lo menos a 200 metros de lugares poblados, colegios y hospitales que
son área sensibles de la población, y con mayor razón si los paneles de las antenas tiene
dentro de sus componentes elementos radiactivos”.
El abogado concluye denunciando que, “las telefónicas tienen cero interés por la salud
de la población, ellos instalan bases de telefonía móvil donde se les da la gana y no
cumplen con las normas, todo por un interés económico”.