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El ayuno es por lo general, dejar algún hábito por cierto periodo, para dedicarle
ese tiempo al Señor tanto en oración, como a la lectura de las Escrituras.
Comúnmente se deja de comer.
Jesucristo nos dio el mayor ejemplo de como ayunar al inicio del capitulo 4 del
Evangelio según Mateo.
Jesús se presento delante de Dios sin comer por un tiempo especifico (en este caso
40 días y 40 noches) a fin de buscar su voluntad. El Señor conocía de primera
mano el poder del ayuno. Sin embargo, cuando Él ayuno pasaron cosas
sobrenaturales. Expreso su disponibilidad y su cuerpo al control de Dios.
El ayuno nos sirve para debilitar nuestra carne y fortalecer nuestro Espíritu, a fin
de encontrar la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Retomando el verso anterior, el Señor, por ser humano padecía hambre, pero
debido al ayuno estaba fuerte en el Espíritu y podía contrarrestar las
tentaciones del diablo con la Palabra. Jesús se alimentaba con las Escrituras para
poder ser fuerte durante este tiempo.
En los siguiente versos del 5 al 11, Satanás sigue tentando a Jesucristo haciéndole
ofertas sobre poder y retándolo a desobedecer a Dios, pero debido al ayuno,
nuestro Señor estaba fuerte para combatir las acechanzas de este por medio de
las Escrituras y la oración, que fueron su sustento durante todo este tiempo.