Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Claude Auroi *
NACIONALIZACIONES EN AMÉRICA LATINA:
¿UNA VUELTA AL PASADO? **
NATIONALIZATIONS IN LATINAMERICA. A RETURN TO PAST?
Resumen
El proceso de nacionalización es muy criticado por los medios económicos dominantes, en los países
del Norte en general, aunque muchos de estos países cuentan con un sector publico fuerte, en relación
con el PIB. Pero los intereses lesionados de firmas que operan en los países del sur, en extracción, e
igualmente en servicios, abastecimiento de agua, comunicaciones, etc. provocan reacciones de
descontento y de hostilidad. Estas compañías recurren a sus estados de origen, promoviendo así
conflictos no solamente jurídicos sino diplomáticos, enemistades y recelo. Se podría entonces pensar
que la inversión extranjera va a bajar en estos países que nacionalizan, pero cuando se miran las cifras
de la inversión, no se nota esta tendencia, todo lo contrario.
Palabras clave: Nacionalización, América Latina, Bolivia, Multinacionales.
Abstract
Nationalization process is fiercely criticized by dominant economic media, in Northern countries, in
genera, in spite of the fact that those countries count on a strong public sector over the GNP. But the
injury to firms' interests, operating in Southern countries, in mining, services, watter supply,
communications and so on, is provoking discontent hostile reactions. Those companies resort to their
original country states, by promoting conflicts, not only legal or diplomatic ones, but also enmities and
distrust. We could expect a descending foreign investment in those countries, but regarding investment
figures, that trend is not realized; all on the contrary.
Keywords: Nationalization, LatinAmerica, Bolivia, Multinational Firms.
JEL: F23, F52, L33, N46, N56, N76, O54.
* Profesor honorario. Claude.auroi@graduateinstitute.ch. The Graduate Institute, Ginebra, 2010.
** Presentación para el Seminario internacional: The World System and the “Left Turn” in Latin America / El
sistema mundial y la “Giro a la Izquierda” en América Latina. 67 de octubre del 2010, Madrid. Universidad
de Complutense. Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
E ste artículo tiene como objetivo analizar a qué tipo de criterios responden las
nacionalizaciones actuales que tienen lugar en América latina desde inicios de los años
2000. Además se comparan los contextos y motivos políticos actuales con aquellos de
los años 193070 en los casos de México y Bolivia.
En la última década, algunos países de América latina han empezado un nuevo ciclo de
nacionalizaciones, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argentina principalmente. En todos estos
países han surgido gobiernos de la nueva izquierda que han decido recuperar el control de
sectores básicos de la economía que se habían privatizado en los años 8090, durante la ola de
las reestructuraciones neoliberales.
Nos preguntaremos en qué medida se pueden notar correspondencias con el periodo de pre
y postguerra mundial, al nivel ideológico, político y social. Los países más investigados son
Bolivia y Venezuela en lo que se refiere a la época actual. Los sectores abarcados son el de los
hidrocarburos (petróleo y gas), el de los minerales, subsidiariamente el de algunos servicios
(electricidad, seguros, transportes) y el de recursos bióticos renovables (forestales) y agua.
Al final habrá que considerar en qué medida esta ola de nacionalizaciones corresponde a una
tendencia duradera o a una llamarada efímera dependiendo estrechamente del contexto de auge
de las nuevas izquierdas.
¿Qué significa nacionalizar?
En pocas palabras, “nacionalizar” es transferir la propiedad de una o varias personas a una
entidad representante del Estado.
Se distinguen varias formas de nacionalización, es decir de poner en manos publicas, un
bien, un bien inmueble o una empresa.
Confiscaciónsanción : se expropia una empresa como sanción contra una actitud
considerada como antinacional. El caso bien conocido es el de la empresa Renault después de
la segunda guerra mundial en Francia. Louis Renault había sido acusado de colaboración con
los Nazis. En América latina se puede considerar que la nacionalización de cadenas de radio y
televisión en Venezuela en 200810 entran en esta categoría, o, en tiempos más remotos, la
nacionalización de la Standard Oil en Bolivia en 1937.
Nacionalizaciónrescate : se trata de ayudar temporalmente a una empresa privada en
dificultad financiera con fondos públicos, tomando una participación mayoritaria en el capital
o comprando los activos fijos. Se aplicó en Chile en los años 80 para salvar a los bancos (Auroi
1997, 146). Es el método aplicado también por los esposos Kirchner en Argentina, en el caso
de los fondos de pensión.
Interés nacional: el argumento para nacionalizar es que el estado tiene que controlar sectores
de alta seguridad económica, vitales para un país : el petróleo, el gas, los recursos mineros, el
armamento, la energía.
Es el argumento más utilizado en América latina, especialmente en Bolivia, Venezuela y
Ecuador.
Servicio público: se considera en esta caso que el sector privado no tiene la capacidad de
cubrir un mercado o territorio amplio por falta de rentabilidad y que entonces el estado debe
asumir la tarea de proveedor de servicios. Este tipo de nacionalización se puede encontrar en
los sectores del transporte, la energía, la radio y televisión, la telefonía, el correo y el agua.
Nacionalización antimonopolio: se considera que una empresa, sociedad o grupo de
empresas ocupa una posición dominante casi exclusiva o exclusiva en un sector sensible y que
por eso lo mejor para los consumidores será que las entidades públicas substituyan al sector
privado. Este argumento es frecuentemente utilizado en el caso del control y distribución del
agua, como en Bolivia durante la « guerra del agua » de Cochabamba (2002) o en la Argentina
con la nacionalización de Suez (2005).
Nacionalizaciónprotección: en este caso encontramos la puesta bajo control público de
áreas bióticas, para proteger a la biodiversidad, fauna y flora contra el extractivismo salvaje de
toda índole, madereros, buscadores de oro, cazadores, etc. La constitución de numerosos
parques naturales, nacionales o regionales en casi todos los países de América latina en los
últimos veinte años va en este sentido.
El contexto político y económico pasado y actual
Las nacionalizaciones del periodo de los años 20 hasta los años 50 en América latina
correspondió así a una combinación de búsqueda de fuentes de ingreso para el estado, de
afirmación nacionalista frente a intereses extranjeros, y de visión de desarrollo corporativista en
unos casos como en el Brasil de Getulio Vargas y la Argentina de Juan Domingo Perón. El
primero nacionaliza la industria petrolífera en 1953, el segundo nacionaliza las compañías
británicas y francesas de ferrocarriles en 1948 (ver Wikipedia, Raliway nationalization in
Argentina), el gas, las comunicaciones telefónicas y unos bancos extranjeros.
El caso de Cuba puede también añadirse a esta época (195962) aunque muy pronto fue el
modelo soviético que predominó en este país, con control de todos los sectores productivos a
parte de los pequeños campesinos.
Al nivel sociopolítico existe una cierta afinidad entre los gobiernos que nacionalizan en los
años 200010 y los gobiernos de hace cincuenta y más años atrás. Todos estos gobiernos
actuales, como en Bolivia, Argentina o Venezuela operan en situaciones de regímenes políticos
fuertes. Pero no revindican la instauración de un socialismo real, de un control absoluto de los
bienes de producción por parte del estado. No se trata de aniquilar totalmente la burguesía rural
e industrial. Se dio sin embargo mayor margen de acción al estado y se proclamó su rol de
líder en inversiones y explotación de recursos naturales, así como en la redistribución y
regulación social.
La nueva izquierda y la reafirmación del rol del estado
Las nuevas izquierdas surgen en los años 2000 en Venezuela (1998), Bolivia, Argentina,
Ecuador en un contexto marcado por unos veinte años de neoliberalismo triunfante y de
«Washington consensus» (Auroi 2008). Los años 8090 han sido décadas de privatizaciones a
gran escala, para rescatar las cajas públicas exhaustas a raíz de la crisis de la deuda, y de la
introducción a gran escala del capital internacional en las economías extractivas y de
distribución de los países de la zona. Los estados se han debilitado profundamente, el gasto
público ha sido recortado en varios sectores, empresas nacionales han clausurado, o fueron
privatizadas, el desempleo se ha disparado y los trabajadores y jóvenes han sido llevados a
entrar en la informalidad o a emigrar.
Entonces la reacción de los gobiernos de izquierda ha sido de tratar de reestablecer políticas
económicas y sociales destinadas a aliviar la pobreza que había alcanzado nivele extremos, 45
60% de la población. Desde luego, para lograr metas de progreso social los gobiernos de Hugo
Chávez o de Evo Morales lanzaron también reformas estructurales, que debían cambiar el peso
respectivo del estado y del sector privado.
Venezuela estadiza los hidrocarburos en 1999 y Evo Morales en 2006 (decreto supremo
28701, primero de mayo 2006) , Ecuador hace lo mismo en 2007. La nacionalización permitió
indudablemente aumentar las regalías y los impuestos pagados por las compañías
transnacionales, incrementar los ingresos del estado y desarrollar políticas de sustento social
para los menos favorecidos, jubilados y marginados. La nacionalización en Bolivia estipula que
82% del valor de la producción quedará en poder del Estado y solamente 18% en manos de las
compañías extractivas1. En Argentina Néstor Kirchner reestatiza en 2005 y 2006 los servicios
1 Decreto supremo no. 28701, <www.vicepresidencia.gob.bol/Inicio/tabid/36/Default.aspx>.
del Correo y telecomunicaciones, la compañía de aguas Suez (Francia) (Radio Canadá, 22 de
marzo 2006). La presidente Cristina Fernández de Kirchner nacionaliza en el 2008 los fondos
de pensiones, salvándoles de la bancarrota (IPS, 22 octobre 2008), y renacionaliza una fábrica
norteamericana de mantenimiento de aviones (Lockheed).
Cuadro 1. Repartición de las utilidades de las inversiones en yacimientos petrolíferos. Bolivia
1970: Antes de la nacıonalızacıon de la Gulf Petroleum
2006 : Antes y despues de la nacıonalızacıon de 5 companıas extranjeras.
Año % Utilidades estado % Utilidades compañías
1970 20.7 79.3
2006 (antes) 18.0 82.0
2006 (después) >50.0 <50.0
Fuentes: 1970: ABC (La Paz), 1967 in Guzmán, Augusto, Historia de Bolivia, sept. edición, La Paz
1990 edición, Los Amigos del Libro, 1990, p. 389.
2006 Le Monde diplomatique, 18 mai 2006, y Decreto supremo 28701.
Comentario: no se puede calcular exactamente las proporciones después de la promulgación del
decreto de 2006 porque se estableció un periodo interino de seis meses para que las firmas puedan
realizar inversiones. Durante este tiempo la proporción revertida al estado es de casi 80% pero
después baja a 18% de regalías más 34 % de impuesto a las utilidades.
En el sector extractivo, aparece en las nacionalizaciones o estadizaciones un fenómeno muy
diferente de aquellas de los años 30 o 50: la indemnización a las compañías es importante, y
estas en muchos casos quedan como "socios" en el proceso de extracciónrefinación
comercialización. Las compañías no dejan el país pues a pesar de la drástica reducción de sus
ganancias(cuadro 1), conservan aún una rentabilidad aceptable, lo que les da un margen de
espera en caso de cambio de régimen y de auge de los precios.
Así, en Bolivia por ejemplo, después de una baja de las inversiones directas extranjeras
(FDI) al inicio de los años 2000, la tendencia a partir de 20056 es, a pesar de la
nacionalizaciones en petróleo, gas y minería, de un aumento de las FDI (cuadro 2). Sin
embargo, hay que señalar que las inversiones, si bien están creciendo en los países de la nueva
izquierda, son de 10 a 20 veces menores que las de países como Colombia, Chile y Perú que no
utilizan las nacionalizaciones.
Cuadro 2
Para los estados, la nueva situación, aparte del aumento de los ingresos, les permite también
conservar el acceso a una tecnología sofisticada que ellos tendrían mucha dificultad para
conseguir.
Es una especie de situación de « winwin » temporal en la cual cada actor observa una
situación que puede ser muy cambiante en el futuro. Se trata también, a pesar de una retórica
agresiva contra el «imperialismo» de un lado, o el «comunismo» del otro, de negociaciones
llevadas a cabo entre las compañías estatales mineras, del agua o de hidrocarburos de América
latina y las TN, y no entre estados del norte y del sur. En este contexto es necesario destacar
que se nacionalizan también compañías entre países del Sur, como el caso de la compañía
brasileña de hidrocarburos Petrobrás en Bolivia (2006) y la controversia resultante con Brasil,
o el caso de la compañía argentina de acero Sidor del Grupo Techint en Venezuela (Green Left,
13 de Junio 2009).
« Intentando desmitificar este fenómeno, Nordine Ait Laoussine, consultor internacional y
antiguo ministro de Energia (Argelia), estima que la tendencia evoluciona en provecho de
un partenariado entre las sociedades nacionales. Según él, la coyuntura de fuerzas entre
las sociedades nacionales (NOC) y las sociedades internacionales (IOC), las firmas,
evolúa a ventaja de las sociedades nacionales. En otros términos, hay, de cierta manera,
una puesta en causa del modelo anterior de partenariado y la tendencia de estos últimos
años hace comprender que las sociedades nacionales (NOC) prefieren tratar entre ellas. El
anterior ministro de energía (de Argelia) ha explicado que « en las formulas clásicas de
partenariado NOC/IOC la intervención de las IOC es generalmente limitada a una fase
previa a aquellas efectuadas en el país huésped».
Es decir, se espera que el partenario extranjero aporte el capital de riesgo y la tecnología,
mientras que la NOC, actuando en nombre del país huésped, percibe el impuesto petrolero y
subsidia el mercado interior.
Según Nordine Aït Laoussine, la tendencia actual gira más hacia un partenariado entre
sociedades nacionales. Y a favor de esta evolución, formulas innovadoras de partenariado son
posibles para acompañar los esfuerzos de los productores para un desarrollo fuera de los
hidrocarburos » (El Watan, 16 de diciembre 2009)
En el caso de Argentina, la presidencia ha explicitadamente indicado que las
nacionalizaciones son medidas tomadas para salvar empresas en quiebra o en fuerte déficit,
como bancos, compañías de electricidad y los fondos de pensiones.
No se trata exclusivamente de «recuperar un patrimonio» sino de incentivar la economía. Se
puede recordar que el gobierno de Pinochet, aunque de índole muy liberal, también nacionalizó
los bancos en 1982 en Chile, para revenderlos a sus propietarios una vez reflotadas.
¿Significa eso que los estados y las TN habrán encontrado una especie de «gentlemen’s
agreement» y que de ahí en adelante el capital internacional va a colaborar con los estados
nacionales? Parece que es muy prematuro para aventurarse en una teoría de este tipo, sabiendo
que las compañías siguen una guerra muy feroz entre ellas y no vacilan en dominar totalmente
el estado cuando este se pone débil, no reacciona o está en quiebra (failed state). Una
colaboración, si esta puede existir, sólo tendría bases firmes en un marco de estados y
gobiernos decididos a defender y valorizar los recursos naturales en un contexto de soberanía
nacional y cooperación regional.
Se debe considerar sin embargo que la situación es diferente según los subsectores del
sector extractivista (minerales metálicos y nometálicos, hidrocarburos). En los hidrocarburos,
las compañías estatales controlan 77% de la reservas mundiales, mientras que en el sector
minero las transnacionales dominan ampliamente el mercado )( UNCTAD 2007, World
Investment Report 2007, Transnational Corporations, Extractive Industries and Development,
UNCTAD, New York and Geneva, United Nations).
En este sector el crecimiento de las inversiones ha sido fabuloso en los veinte últimos años.
De 1990 a 2005, en los países en desarrollo, el crecimiento del stock de inversiones a sido de
41% anual. En Argentina de 113%, en Colombia 35.5 % y en Venezuela de 87.5. (Barclay
2010, table 1).
La demanda va seguir creciendo
El juego entre los estados y la TN depende también de la situación política al interior de los
países de América latina y de la existencia de consensos sociales favoreciendo la solidaridad
nacional y una actitud de firmeza de parte de los gobiernos frente a intereses que lesionan la
capacidad de desarrollo.
Depende igualmente del contexto internacional y del balance de fuerzas a este nivel. Varios
acuerdos de protección de las inversiones fueron firmados en los años 90 y 2000 entre los
EstadosUnidos y algunos estados de América latina como Bolivia, Venezuela, Ecuador,
Argentina, Colombia (pendiente), Perú. (Hugo Ruiz Díaz, CADTM, 5806,
www.cadtm.org/Actualitesdesregles). Estos acuerdos prohíben explícitamente la expropiación
y la nacionalización de las inversiones. Los conflictos eventuales deben ser llevados al CIRDI o
CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) que es un
tribunal del Banco mundial. Las decisiones del CRDI no se pueden apelar.
Los acuerdos de protección de inversiones se consideran por parte de los estados neo
socialistas como contrarios a la soberanía nacional, que es un principio incluido en la
Resolución 1803 de las NacionesUnidas del 14 de diciembre de 1962 relativo a la soberanía
permanente de los Estados sobre sus recursos naturales así que otros instrumentos jurídicos
como la CBD (Convenio sobre la biodiversidad, 1992). (CADTM, 28 de diciembre 2008).
En virtud del principio de soberanía sobre recursos naturales, Bolivia dejó el CIRDI en
mayo 2007, afirmando la primacía de los tribunales nacionales y el arbitraje en segunda
instancia, según la «doctrina Calvo». Este principio está incluido en el articulo 135 de la nueva
constitución de Bolivia (2007). En el articulo 366 referente a hidrocarburos se estipula que:
El carácter tangente de este texto marca bien la voluntad firme del control del estado
boliviano sobre sur recursos, así como se nota también en Venezuela y Ecuador.
Industrialización
Las acciones de expropiación y nacionalización no tienen sólo como fin la recuperación de
las riquezas nacionales, el control del subsuelo y del suelo, del agua y de la energía, tiene
también un alcance más lejano, más avanzado, que es el de desarrollar las cadenas de
producciónconsumo. Si bien el cobre o el petróleo son extraídos por compañías nacionales,
estas normalmente no valorizan el producto bruto, lo que sí tiene lugar en países compradores
por compañías transnacionales o de estos países compradores.
El objetivo de los gobiernos de la nueva izquierda latinoamericana es de industrializar sus
países, refinando y transformando la materia prima hasta cierto punto de elaboración. Este
proceso, si es aplicado sistemáticamente, va a ser una poderosa fuente de empleo y de
desarrollo técnico, aunque la dependencia en este campo no puede superarse de la noche a la
mañana. Pero la voluntad expresada va en esta dirección.
Para concretizar este proyecto, Bolivia está construyendo una planta de extracción
refinación de litio, un metal cuya demanda internacional está creciendo fuertemente en el
marco del desarrollo de la utilización de la energía solar.
Nuevos actores
Quizás una de las diferencias importantes con la situación política de los años treinta es el
hecho de que en la situación del inicio del siglo veintiuno, los actores sociales en juego se han
diversificado mucho más. No se debe pensar que el estado y las transnacionales eran los únicos
actores enfrentados durante el pasado siglo veinte, sino que los trabajadores, los sindicatos,
jugaban un rol importante. En el caso de la nacionalización de los hidrocarburos en México, en
mayo de 1938, este acto gubernamental fue precedido por amplias manifestaciones de
descontento de los trabajadores del petróleo, pero también de habitantes contaminados de las
zonas de extracción, así como de líderes políticosindicales que denunciaban una actitud de
«racismo» entre los técnicos extranjeros y los Mexicanos. De hecho los mineros se habían
puesto en huelga nacional y en este contexto Cárdenas promulgo el decreto de expropiación
(Santiago 2009).
En 1952 en Bolivia, es la presión sindical en el MNR, Movimiento nacionalista
revolucionario, que hizo la revolución, la que logró estatizar los tres grupos de propietarios de
minas, Aramayo, Hoschild et Patiño y poner el sector minero bajo control de sociedades
estatales, como ya existía desde 1937 con YPBF (Yacimientos petrolíferos de Bolivia).
Pero en esta época los dirigentes no tenían mayores preocupaciones por temas referentes al
medio ambiente. No existía grupos de presión en este campo como es el caso hoy en día.
Además no había organizaciones indígenas capaces de reivindicar el derecho a sus tierras de
manera eficiente, sus recursos bióticos y también sus condiciones de salud y de ambiente sano,
de ríos y lagos preservados de contaminación.
Tampoco se había desarrollado la participación popular institucional a nivel local, a través
de la descentralización, el poder local y los alcaldes electos en municipios dotados de poderes y
medios financieros.
Finalmente, no existía tampoco una conciencia internacional sobre estos temas, ni ONGs, ni
grupos organizados, ni convenios entre los países.
Todos esto logros del avance de la democracia aparecen conjuntamente con la reafirmación
de la soberanía nacional y revigoran el sentimiento de la legitimidad del control popular sobre
los recursos nacionales. Sin embargo debemos retener que uno de los actores clave de la época
19301970, los sindicatos obreros, como fuerza organizada, han casi desaparecido de la escena
social, diezmados por las olas de reestructuraciones de los años 8090. Su reemplazo por
grupos de activistas, manifestaciones populares, ONGs, no ha podido llenar totalmente el vacío,
lo que constituye también una de las razones de la entrada vigorosa de los estados de la nueva
izquierda en los problemas y conflictos laborales.
¿Una maldición de los recursos naturales?
El proceso de nacionalización es muy criticado por los medios económicos dominantes, los
países del Norte en general, aunque muchos de estos países cuentan con un sector publico
fuerte, que controla entre 30 y 50% del PIB. Pero los intereses lesionados de firmas que operan
en los países del sur, en extracción, e igualmente en servicios, abastecimiento de agua,
mantenimiento, transporte, comunicaciones (telefonía) provocan reacciones de descontento y
de hostilidad. Estas compañías recurren a sus estados, provocando así conflictos no solamente
jurídicos sino diplomáticos, enemistades y recelo. Se podría entonces pensar que la inversión
extranjera va a bajar en estos países que nacionalizan, pero cuando se miran las cifras de la
inversión, no se nota esta tendencia, todo lo contrario.
Además, para muchas compañías internacionales un mercado como el de Venezuela o
Bolivia es poca cosa comparándolo con las ganancias realizadas al nivel mundial. Si
consideramos la nacionalización de las compañías de cemento Lafarge (Francia), Holcim
(Suiza) y una firma mexicana por Hugo Chávez en 2008, aunque las protestas fueron vivas, se
ven sin embrago que para Lafarge Venezuela representa menos del 1% de la producción física
mundial del grupo, para Holcim 1.5 %. El más afectado fue el grupo mexicano (Seymour
2008). Otra serie de consideraciones insisten en el aspecto de relativa ineficacia del sector
público en la esfera productiva. Este sector tendría menos incentivos, una capacidad gerencial
más reducida, el ausentismo más frecuente entre los trabajadores, etc. Estos fueron argumentos
utilizados durante los años de privatización, pero nunca se comprobó que las fábricas vendidas
fueron después más eficientes. En muchos casos fueron simplemente cerradas. Las nuevas
empresas que surgieron en el sector textil o de distribución se integraron rápidamente a grupos
más grandes como Saga Falabella, Carrefour y otros que tienen capacidades internacionales.
En el sector hidrocarfurífero las compañías públicas son dominantes y no parece que sean
tan ineficientes. En las minería no se puede realmente comparar, dado que las privadas son
mayoritarias, pero compitiendo con empresas chinas semiprivadas a un alto nivel.
Un argumento que se puede invocar es la dependencia y las distorsiones económicas y
sociales que conlleva consigo las industria extractiva. Este fenómeno es evocado bajo el lema
“la maldición de los recursos naturales”, (Auty 2001, Bebbington 2008).
Hay varios aspectos que considerar bajo este concepto, que tiene que ver históricamente con
la teoría de la dependencia y el análisis de la economías de enclaves.
Desde el siglo XIX las economías de la América latina se han desarrollado bajo la forma de
enclaves geográficos, mineras en los Andes y en México, de plantaciones monoproductoras en
América central y de ciclos de producto en el Brasil (madera, oro, azúcar, caucho, café, etc).
En las economías de enclaves, la producción se hace en el país, el producto es exportado y
las ganancias beneficiarán a unos pocos capitalistas extranjeros y nacionales, así como una
pequeña parte al estado.
La crítica fundamental consiste en que si bien hay crecimiento de la producción, hay pocos
efectos de distribución en la zona de producción, y en el país en general. Además es un sistema
poco sostenible, sometido a las fluctuaciones de la demanda externa y de la competencia
externa.
Si bien se puede considerar unos puntos de esta teoría, no se ve sin embargo porque eso
sería una “maldición”. De hecho, son los gobernantes que toman decisiones y si no las toman,
es que por razones políticas u otras no lo pueden hacer. No es así que por fuerzas naturales
haya una fatalidad en el proceso de explotación de yacimientos petrolíferos o de minas de
cobre. El argumento de la “enfermedad holandesa” tampoco es ineluctable y si bien hay una
perversión económica, esta es el resultado de acciones humanas o de acciones no tomadas por
el sistema político (Humphreys et al. 2007).
Los conflictos que surgen entre actores en la explotación minera o petrolífera (Bebbington
2007, Coller et Hoeffler 2004 y 2005) tampoco son ineluctables y aparentemente son menos
virulentos en los países donde la izquierda está en el poder (ArrellanoYangas 2008).
Los gobiernos nacionalistas y de la nueva izquierda han justamente demostrando que se
puede revertir los procesos considerados como inalterables, dar más peso al estado y aplicar
políticas de redistribución social a favor de los desfavorecidos y de regiones marginales.
Bibliografía
ArellanoYangas, Javier (2008). A throughly modern resource curse? The new natural resource policy
agenda and the mining revival in Peru. University of Sussex, IDS, Working paper 300,
Auroi, Claude (1997) "Chile and Peru: Political Stability as a Factor of Successful Adjustment". In:
Auroi (1997), ed. Latin American and East European Economies in Transition, A comparative View,
London, Frank Cass, EADI Book Series No. 21, pp. 143167.
Auroi, Claude (2008), “New Left, Populism and Integration in Latin America”, in: Michael Tul (ed.)
Vision, Latin American Day 2008, University of St.Gallen, AIESEC, pp.410.
Auty, Richard (2001), Resource Abundance and Economic Development. Oxford, Oxford University
Press.
Barclay, Lou Anne, (2010) “Creating an Instittutional Environment for FDIfacilitad Development: the
Case of Jamaican Bauxite Industry”, The European Journal of Development Research, Vol 22, no 2,
April 2010, table 1, segun cifras de CNUCED 2007).
Bebbington, Anthony, ed. (2007), Minería, movimientos sociales y respuestas campesinas. Una
ecología política de transformaciones territoriales. Lima, IEP/Centro Peruano de Estudios Sociales.
Bebbington, Anthony y otros (2008), “Contention and Ambiguity: Mining and the possibilities of
development”, Development and Change, No 39, pp.887914.
Calvo, Carlos (1868) Derecho internacional teórico y práctico de Europa y América. Paris, 1868
Collier, Paul and Anke Hoeffler. (2005), «Resource Rents, Governance and Conflict».Journal of
Conflict Resolution 49(4): 625633.
Collier, Paul and Anke Hoeffler. (2004), «Greed and grievance in civil war», Oxford Economic Papers
56(4): 563595.
El Watan (Alger) 16 décembre 2009 Texto francés traducido por C .A.: «Tentant de démystifier ce
phénomène, Nordine Aït Laoussine, consultant international et ancien ministre de l’Energie, estime
que la tendance évolue au profit d’un partenariat entre les sociétés nationales. D’après lui, le rapport
de forces entre les sociétés nationales (NOC) et les sociétés internationales (IOC) (les firmes) évolue
à l’avantage des sociétés nationales. En d’autres termes, il y a, en quelque sorte, une remise en cause
de l’ancien modèle de partenariat et la tendance de ces dernières années fait comprendre que les
sociétés nationales (NOC) préfèrent traiter entre elles. L’ancien ministre de l’Energie a expliqué que
«dans les formules classiques du partenariat NOC/IOC, l’intervention des IOC est généralement
limitée à l’amont du pays hôte».
C’estàdire que le partenaire étranger est censé apporter le capital risque et la technologie, tandis
que la NOC, agissant au nom du pays hôte, perçoit l’impôt pétrolier et subventionne le marché
intérieur. D’après Nordine Aït Laoussine, la tendance actuelle tourne plutôt vers un partenariat entre
les sociétés nationales. Et «à la faveur de cette évolution, des formules novatrices de partenariat sont
possibles pour accompagner les efforts des producteurs pour le développement hors hydrocarbures»
Guzman, Augusto (1990), Historia de Bolivia, septima edicion, La Paz, Los Amigos del Libro
Hermet, Guy; Loaeza, Soledad y JeanFrançois Prud’homme (comp.) (2001), Del populismo de los
antiguos al populismo de los modernos., Mexico, El Coleman de Mexico.
Hufty, M., Auroi C. y Manuel de La Fuente, eds., (2005),¿A donde va Bolivia? Gobernancia,
gobernabilidad y democratización. La Paz, Plural editores.
Humphreys, M., Sachs, J. and Stiglitz, J. (2007). Escaping the Resource Curse, New York, Columbia
University Press, Initiative for Policy Dialogue.
Koné et al, CADTM, 28 dec. 2008
Santiago, Myrna. (2009).The Ecology of Oil: Bringing Workers into Environmental History and Nature
into Labor History. A Presentation for the conference on “Rethinking Extractive Industry:
Regulation, Dispossession, and Emerging Claims,” York University, Toronto, Canada, March 57,
2009
Seymour JeanJacques, (www.jeanjacquesseymour.com/2008/04/hugochaveznationalise.htlm)
Wikipedia, Railway nationalization in Argentina
AttributionNonCommercialNoDerivs 3.0 ReconocimientoNoComercialSinObraDerivada 3.0
You are free: Usted es libre de:
to Share — to copy, distribute and transmit the work copiar, distribuir y comunicar públicamente la obra
Under the following conditions: Bajo las condiciones siguientes:
Attribution — You must attribute the work in the manner Reconocimiento — Debe reconocer los créditos de la obra de
specified by the author or licensor1 (but not in any way that
la manera especificada por el autor o el licenciador 3(pero no
suggests that they endorse you or your use of the work). de una manera que sugiera que tiene su apoyo o apoyan el uso
Noncommercial — You may not use this work for commercial que hace de su obra).
purposes. No comercial — No puede utilizar esta obra para fines
No Derivative Works — You may not alter, transform, or comerciales.
build upon this work. Sin obras derivadas — No se puede alterar, transformar o
generar una obra derivada a partir de esta obra.
With the understanding that:
Entendiendo que:
Waiver — Any of the above conditions can be waived if you
get permission from the copyright holder. Renuncia — Alguna de estas condiciones puede no aplicarse
Public Domain — Where the work or any of its elements is in si se obtiene el permiso del titular de los derechos de autor
the public domain under applicable law, that status is in no Dominio Público — Cuando la obra o alguno de sus
way affected by the license. elementos se halle en el dominio público según la ley vigente
Other Rights — In no way are any of the following rights aplicable, esta situación no quedará afectada por la licencia.
affected by the license: Otros derechos — Los derechos siguientes no quedan
• Your fair dealing or fair use rights, or other afectados por la licencia de ninguna manera:
applicable copyright exceptions and limitations; • Los derechos derivados de usos legítimos u otras
• The author's moral rights; limitaciones reconocidas por ley no se ven afectados
por lo anterior.
• Rights other persons may have either in the work
itself or in how the work is used, such as publicity or • Los derechos morales del auto;
privacy rights. • Derechos que pueden ostentar otras personas sobre la
propia obra o su uso, como por ejemplo derechos de
imagen o de privacidad.
Notice — For any reuse or distribution, you must make clear to
others the license terms of this work. The best way to do this is
with a link to this web page.2 Aviso — Al reutilizar o distribuir la obra, tiene que dejar bien
claro los términos de la licencia de esta obra.
1 It shall clearly include author(s) name(s) and the text, if applicable, 3 Debe incluir claramente el nombre de su autor o autores y, si es
“Article originally published in Entelequia. Revista aplicable, el texto “Artículo originalmente publicado en
Interdisciplinar. Available at <http://www.eumed.net/entelequia>”. Entelequia. Revista Interdisciplinar. Accesible en
2 <http://creativecommons.org/licenses/byncnd/3.0/> <http://www.eumed.net/entelequia>”.