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Karen Horney

El hombre es algo más que el producto de sus interacciones con otros


hombres dentro de un orden social. La cultura y las normas, costumbres
y roles particulares de los grupos humanos influyen y dejan su marca
sobre el hombre.

Horney pensó que la cultura en la que vivimos genera una gran cantidad
de ansiedad en los seres, por lo que la neurosis es un resultado natural
del individuo que vive en una sociedad industrializada como la que
conocemos.

Uno de los factores causales de la neurosis, fue el establecimiento de


una civilización que se basa en la competencia individual y de grupos.

La estructura del carácter es el total de las experiencias que el adulto


acumula durante su vida, en la que se combinan la totalidad de los
hábitos infantiles. La personalidad no queda establecida en la infancia.
El hombre sigue siendo producto de su medio, y éste, al estar
cambiando, cambia también el individuo; mientras viva el individuo, su
carácter seguirá siendo moldeado y remodelado. Sin embargo el hombre
tiene la capacidad de autodirigirse internamente. El conocimiento de sí
mismo es sumamente importante en la formulación de la estructura del
carácter.

Concepto del self

Horney considero que cada individuo, partiendo de su self real o actual,


desea lograr una realización completa de todas sus necesidades para
alcanzar al máximo de su desarrollo, y que esto es un sentimiento
universal.

Para poder alcanzar esta autorrealización, el hombre debe tener un self


idealizado al cual pueda seguir como modelo.

El problema de esto reside en que en muchas ocasiones dejará de lado


la meta genuina de la autorrealización, para enfrascarse en actividades
y conductas que correspondan más a su self ideal que al otro.

Cuando sucede esto, el individuo está luchado por alcanzar una meta
inaccesible, y al ver frustrada esta lucha, por no poder lograrla, surgirán
conductas neuróticas en el sujeto, perdiendo la posibilidad de regresar a
la espontaneidad del self real y alejándose cada vez más de éste para
dedicarse a seguir la imagen de lo que le gustaría ser.

Entre más se aleje el hombre de ese self real, tratando de acercarse a


metas ilusorias, más conflicto interno se producirá y, por ende, se
presentará la conducta neurótica, como último intento de resolución a
los conflictos creados.

Uno de los mecanismos que el neurótico emplea en su intento de lograr


acercarse lo más posible a su imagen ideal, es la externalización.

El sujeto que externaliza, no solo traslada su responsabilidad hacia


otros, si no que siente que esas cosas se llevan a cabo fuera de sí
mismo. Todos los fracasos que le acontecen en su funcionamiento
alineado dentro del patrón ideal que tiene del self, son producidos por
fuerzas externas a él, precisamente por otros.

Pensó que en cuanto el individuo pierde su espontaneidad o se abstiene


de ser espontáneo, su self real se enferma y se trastorna
emocionalmente.

Necesidades neuróticas

Todas las personalidades se enfrentan a 10 necesidades, que Horney


clasificó como neuróticas, en cierto grado, durante el transcurso de sus
vidas, para resolver el problema de la ansiedad básica.

Clasificó estas necesidades en tres tipos de conducta o actitudes que los


sujetos pueden aportar para tratar de satisfacerlas.

Actitud de sumisión

Necesidad de afecto y aprobación que tiene, como aspectos


sobresalientes vivir para agradar a otros, lo cual se logra dirigiéndose
hacia otras personas en sus relaciones humanas.

Necesidad de un compañero dominante en la vida, siendo sus aspectos


característicos los de darse y ser protegido por un compañero fuerte a
cambio de un amor duradero.

Necesidad de restringir los límites de la vida hasta donde sea posible,


teniendo como aspectos más sobresalientes el ser ultrarreaccionario,
conservador y retenedor del status quo, retirándose hacia atrás en el
ambiente, dando por resultado que el hombre se aleje o desprenda de la
gente en sus relaciones interpersonales.

Actitud de agresión

Necesidad de poder, en donde encontramos como aspectos


sobresalientes la glorificación del poder y la fuerza, el desprecio por la
debilidad, reflejándose en un movimiento en contra de la gente en sus
relaciones interpersonales.

Necesidad de explotar a los demás, que tiene como aspectos


conductuales característicos ganar en todas las situaciones, ser
dominante, y reflejarse en movimientos contrarios a la gente en sus
relaciones interpersonales.

Necesidad de prestigio, que se refleja en los aspectos sobresalientes de


la urgencia de ser reconocido por los demás y se logra teniendo
relaciones interpersonales en las que se vaya en contra de la gente.

Necesidad de admiración personal, que tiene como aspectos relevantes


el desear que otros lo perciban como su imagen idealizada, dando como
resultado unas relaciones interpersonales en las que el sujeto se mueve
en contra de la gente.

Necesidad de ambición de logro personal, teniendo como aspectos


sobresalientes el tener un fuerte deseo de ser rico, famoso, importante,
sin importar el costo para sí mismo o para otros; esto se refleja en
relaciones interpersonales que se mueven en contra de la masa.

Actitud de desprendimiento

Necesidad de autosuficiencia e independencia, que tiene como aspecto


primordial hacer cualquier cosa con tal de no sentirse obligado con
otros, lo que se logra alejándose de la gente.

Necesidad de perfección, que tiene como aspectos principales el ser


infalible y perfecto debido a la hipersensibilidad a la crítica, lográndose
al desprenderse de los demás en sus relaciones interpersonales.

Desde el punto de vista cronológico, la personalidad atraviesa por estos


tres tipos de técnicas de ajuste, correspondiendo en forma gruesa a lo
siguiente: la actitud de sumisión se adopta durante la infancia; la
agresiva durante la adolescencia, y la de desprendimiento durante la
adultez.

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