FEDERACIÓN DE BALONCESTO DE MADRID

CURSO DE ENTRENADOR DE 2º NIVEL

DIRECCION DE GRUPO

Gonzalo Gabino Diestro

DNI: 12328440A

gonzgab@gmail.com
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DIRECCION DE GRUPO

1.- Descripción del equipo

Se trata de un equipo Junior A1, con un nivel medio. Está compuesto por
jugadores de primer y segundo año mezclados (4 y 7 jugadores respectivamente).
Se cuenta con un equipo de 11 jugadores que no han podido ser
seleccionados, sino que se ha formado con el total de jugadores del que se
disponía.
La ficha que falta en principio no es cubierta por nadie, si hiciera falta se
subiría a algún cadete, pero no es la tónica habitual.

1.1.- Descripción de los jugadores

1. Base 1: jugador de equipo. Implicado tanto en los partidos como en

los entrenamientos. Manda, lleva el ritmo del partido. Es mejor
repartiendo juego que anotando, aunque puede anotar sobre todo de
penetraciones y de tiros estáticos. Técnicamente no destaca en nada
y es bueno en todo. Buen defensor. Sobre todo es un base que está
pendiente de todo su equipo, es la prolongación del entrenador tanto
en la cancha como en el vestuario; sin embargo, a veces es difícil
que asuma ese rol porque los jugadores de 2º año no lo aceptan.
Junior de 1er año.

2. Base 2: jugador muy rápido, gran anotador. No domina bien los

tiempos del partido, pero tiene una técnica individual superior al 1er
Base. Mal defensor. Un poco “crecido” mentalmente, hay que
dirigirle hacia el bien común. Junior de 2º año.

3. Escolta 1: jugador muy completo, buen anotador tanto de tiro

exterior como de penetraciones, buen pasador y buen defensor. No
tiene aspiraciones a ser líder, le gusta jugar y juega para disfrutar,
pero no quiere más responsabilidades dentro del equipo. Podría
ejercer de 3er base. Es alegre y hace grupo. Junior de 1er año

4. Escolta 2: gran defensor. Sin embargo en ataque no aporta

demasiado, por falta de confianza en sí mismo. Prefiere el pase
antes que el tiro. Es algo introvertido. Junior de 2º año.

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5. Alero 1: tirador. Jugador de rachas atacantes, capaz de ganar

partidos y levantar el ánimo del resto del equipo con su flujo
atacante. En defensa no es muy intenso, pero es rápido de manos y
roba balones. Mentalmente un poco “creído” por lo que hay que
intentar contrarrestarle la euforia personal y enfocarle hacia el
equipo. Junior de 2º año.

6. Alero 2: jugador con gran talento ofensivo, pero de actitud de trabajo

mala. No le gustan los entrenamientos, no se esfuerza en ellos y
durante el partido se esfuerza al máximo sólo en ataque. Blando
cuando defiende a su par. Junior de 2º año.

7. Ala Pívot 1: jugador potente físicamente, muy sacrificado por el

equipo. No tiene buen tiro de larga distancia, pero penetra con
mucha fuerza y rebotea muy bien tanto en defensa como en ataque.
Es buen defensor. Tiene muy buena actitud, está comprometido. Es
uno de los líderes del vestuario. Capitán del equipo. Junior de 2º
año.

8. Ala pívot 2: jugador de buenos fundamentos técnicos, más cerca de

un alero que de un pivot, aunque no lo suficientemente rápido. No le
gusta “pegarse” cerca de la zona, por lo que suele jugar demasiado
alejado del aro. Buen reboteador y defensor. Es alegre y nada
problemático. Junior de 1er año.

9. Pívot 1: jugador de gran intensidad, en determinados momentos,

demasiada. Suele tener problemas con los árbitros en los partidos e
incluso con sus compañeros en los entrenamientos y/o partidos
porque su nivel de activación es demasiado alto y no controla sus
“prontos”. Sin embargo, luego rectifica. Hay que estar vigilando ese
aspecto. Tiene gran envergadura, domina el rebote, ayuda en
defensa y en ataque le falta mejor técnica individual, aunque suele
ser efectivo podría ser más determinante. Junior de 2º año.

10. Pívot 2: menos altura y envergadura que el primer pivot, pero bueno
técnicamente cerca del aro. No tiene miedo al contacto, bloquea
bien, tanto en jugada como de rebote. Buena actitud. Junior de 1er
año.

11. Pívot 3: jugador muy limitado tanto física como técnicamente. Sin
embargo tiene una actitud tremendamente buena. Tiene una gran

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filosofía de trabajo y está comprometido, con lo que “arrastra” al

grupo hacia buenas actitudes. Junior de 2º año.

Con estos jugadores, el club pretende que el equipo se clasifique para jugar
el play-off de ascenso; piensa más en formar lo mejor posible a los junior de
primer año, para el año siguiente intentar subir porque el equipo cadete actual sí
tiene buen nivel. Para ello pretende que este año, se coja experiencia en el play-
off, aunque sea “sólo” primera ronda.
De los junior de segundo año, no se pretende subir a ninguno este año al
senior B y, para el siguiente, se valorará a priori el primer base, el capitán y el
pívot titular si se le consigue corregir su actitud.

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2.- Reunión del equipo técnico

El equipo técnico está formado por un Entrenador y un Delegado de equipo.
Además se dispone de un Fisoterapeuta y un Preparador físico del club, pero
disponibles para el equipo.
En la primera reunión con el equipo técnico se deben sentar las bases de lo
que será el año. El (primer) entrenador informará al resto de las prioridades del
club para con el equipo y de sus objetivos intentando involucrar en los mismos a
todos los miembros del equipo técnico.
Además se deberá llegar a definir estrategias de cada área para conseguir
los objetivos definidos.

Las funciones que tendrán los distintos roles serán:

Entrenador: es el responsable máximo del equipo. Una vez reunido con

el director técnico del club y que éste le informe de los objetivos generales del
mismo para con su equipo, el entrenador tendrá que buscar objetivos particulares
para el grupo y realizar una planificación de la temporada con la perspectiva de los
miembros que componen el equipo, del calendario y de los objetivos identificados.
Será responsable de lo que ocurra en los partidos, del sistema de
entrenamiento y de la gestión de grupo. Dentro del círculo del equipo, él es el
“jefe” de todo y será quien mantenga relación con todos los roles identificados
dentro del grupo, desde los jugadores hasta el delegado. Con el preparador físico,
la relación es directa, porque ambos han de coordinar la planificación de la
temporada conjuntamente para conseguir los picos de forma de los jugadores en
los momentos que el entrenador necesite o haya identificado como más
importantes.

Segundo entrenador: este equipo no cuenta con la figura de 2º

entrenador.

Delegado: el equipo cuenta con un delegado que se trata de un jugador

retirado el año anterior. Es el encargado de llevar el material, las fichas, recoger
actas y realizar las estadísticas de los partidos del equipo. Como no hay segundo

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entrenador, también hay una labor más cercana al vestuario para comprobar el
ambiente del mismo y comunicar al 1er entrenador cualquier problema que
pudiera surgir. Acude al entreno de los viernes y al partido.

Fisioterapeuta: existe en el club una fisoterapeuta que trata a los 4

equipos del club de mayor categoría. Su trabajo consiste en recuperar de las
lesiones a los jugadores y realizar un seguimiento de las mismas para cada uno
de ellos.

Preparador físico: compartido con otros 3 equipos del club. Realiza sus
sesiones con el grupo 45 minutos antes de cada entrenamiento. Obviamente, su
principal misión es la de conseguir un buen tono físico de los jugadores. Al
principio de la temporada se reúne con el 1er entrenador para revisar el calendario
y los objetivos principales para decidir así donde conseguir los picos de forma.

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3.- Casos prácticos

3.1.- Caso 1: Tras explicarles los objetivos del club, los jugadores lo
ven excesivos. ¿Qué procedimientos y actuaciones llevarías a cabo para
subsanar esta negativa?
Al principio de la temporada nos reunimos con el equipo y, entre otras
cosas, se les comunica de los objetivos del club y se insta a buscar también
objetivos decididos por el propio equipo. Sin embargo es posible que los jugadores
consideren excesivos los objetivos elegidos por terceros.
Por esta razón lo mejor hubiera sido intentar conseguir que fueran los
jugadores los que eligieran los objetivos siempre “guiándoles” y encaminandoles
para que realmente hubieran elegido lo que el entrenador (en este caso
consensuado con el club) consideraba un objetivo válido para todos. Cuando los
objetivos los deciden los jugadores, están más identificados con ellos y se implican
más en su consecución.
De todas formas si en dicha primera reunión se les comunica los objetivos
del club y no los aceptan habría que intentar explicarles la razón de la elección
desde un punto de vista positivo, ensalzando al equipo. Es decir, habría que
intentar explicarles que el hecho de marcar objetivos ambiciosos es porque son un
reto, pero también porque se considera al equipo con la capacidad necesaria para
conseguirlos.
Los jugadores deben comprender que se confía en ellos y se entiende que
si se tiene una buena dinámica de entrenamientos se puede conseguir un nivel
alto de juego y una mejora en la progresión individual de cada uno de ellos por
separado y como equipo que permita alcanzar el objetivo marcado.
El entrenador debe mostrar una postura firme y optimista ante el objetivo
marcado por el club dando ejemplo y creyéndose el objetivo como el que más.
También debe aprovechar para marcar el camino correcto para conseguir
los retos. Es decir, no sólo informar de qué se pretende conseguir, sino
también del cómo se puede llegar a conseguir. Por ejemplo, fomentar la unión,
el equipo por encima de la individualidad, el espíritu de sacrificio en cada
entrenamiento, la ambición por la mejora, la confianza y el respeto en el
entrenador y su trabajo, etc…
Además, el entrenador debería dividir la tarea compleja que “asusta” al
equipo en tareas más sencillas que den la impresión de ser más fácilmente
alcanzables. Esto quiere decir, marcar objetivos más a corto plazo, cuya
consecución permita llegar al final de los mismos a la consecución del objetivo de
clasificación del club. Por ejemplo, 1.- en la pretemporada conseguir una
preparación física alta para conseguir una intensidad defensiva durante todo el
partido – 2.- Conocerse todos y cada uno de los jugadores y conocer como jugar

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como un equipo – 3.- En la primera vuelta conseguir un balance positivo en casa y

equilibrado fuera de casa… etc…
Por último, si vemos que los reticentes son de verdad uno o dos jugadores
que arrastran al resto, hablar con ellos por separado para convencerlos a ellos
primero y que en la reunión de grupo no boicoteen la misma o, incluso, estén de tu
lado y empujen al resto por el camino que tú marcas.

Caso 4: Cuando el equipo recibe un parcial en contra, se desmotiva y

pierde los encuentros. ¿Qué hacer?
Lo primero es exponer al equipo el problema identificado y buscar las
opiniones que los propios jugadores tienen al respecto. Se puede aprovechar la
reunión post-partido que se realiza todos los lunes antes del entrenamiento para
hablar sobre el último partido.
A los jugadores se les explica el problema que hemos identificado. Si se
dispone de ellos, se puede apoyar la explicación con datos estadísticos de los
últimos encuentros. Mostrando cómo el porcentaje de los tiros baja después de
una racha en contra o los tiros libres o los parciales de los cuartos bajan, etc…
Es importante que ellos asuman el problema para que sean más receptivos
a las soluciones. En principio, la solución pasa por regular los niveles de
activación, aprender a rebajar tensión cuando el nerviosismo sube ante una racha
positiva del contrario focalizando en lo interior y cercano que cada jugador puede
dominar por conocido y no en lo externo. Además hay que realizar trabajo
psicológico de auto-confianza para no bajar los brazos ante errores propios
consecutivos.
Para aprender a vivir con estas situaciones, lo que se puede hacer es que
durante los entrenamientos de la semana se entrenen más ejercicios de
competición de lo habitual. En dichos ejercicios se puede trabajar con un equipo
en desventaja en el marcador y con reglas de compensación en función de
pequeños objetivos que el equipo que va perdiendo consigue durante el ejercicio.
Por ejemplo:
3x3 en el que el equipo que defiende pierde por 10. Se puede poner
como regla que si se defiende bien los ataques y se consigue forzar
el fallo contrario y coger el rebote defensivo se resta 2 a la
desventaja  así se fomenta la idea de que se empieza a recuperar
por la defensa.
5x5 en el que un equipo pierde por 14 y defiende primero. Se puede
poner como regla que si se llega a rebajar la diferencia a 10 puntos
jugando a más de 3 pases, pueden atacar dos veces seguidas como
premio como si hubieran robado balón; ó se rebaja la diferencia en 4
de golpe, ó el equipo que recupera puede beber agua y el otro no, ó
algún premio similar…  así se aprende a que la diferencia se
aborda poco a poco, no queriendo recuperar la distancia de golpe

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sino canasta a canasta y que no hay prisa que nos lleve a la

precipitación, sino calma y jugar como se conoce.

Caso 5: A falta de un mes para terminar la competición el pívot titular

se lesiona y tenemos que darle la baja y contratar a un nuevo.

Lo primero sería hablar con el médico y el fisoterapeuta del club para

conocer los detalles de la lesión y su alcance real. Como se supone que vamos a
sustituir al jugador por otro, el director técnico del club debe ser totalmente
consciente de la situación y apoyar la decisión.
Una vez conocidos los detalles habría que hablar con el jugador con dos
objetivos diferentes. Por un lado, hay que informarle de la situación personal que
está atravesando. Para esta primera parte de la charla sería conveniente que
estuviera el médico o fisoterapeuta para que diera más credibilidad y objetividad a
la explicación. El jugador debe ser consciente de su problema. Y que la
recuperación aunque indefinida no será inmediata y que no conseguirá un
rendimiento del 100% antes del final de la competición.
Por otro lado, en la segunda parte de la charla habría que tratar el tema de
su sustitución. Él es un jugador respetado y líder de grupo, por lo que necesitamos
que esté conforme con la decisión de su sustitución (o, al menos, que no esté en
contra, sino que la respete y la entienda).
Lo ideal sería tener una charla distendida con él en la que podría participar
el director técnico. Hay que hacerle ver o guiarle hasta que él se de cuenta que lo
necesario para el equipo a estas alturas de la temporada y jugándose entrar en los
play-off sería fichar a un nuevo jugador. Se le podría incluso pedir opinión sobre lo
que el equipo necesita, sobre el tipo de jugador y su personalidad. Hay que
hacerle sentir importante y que es parte de la solución, para que luego la “venda”
mejor al resto del equipo.
Además hay que dejar claro que el hecho de que haya un nuevo jugador no
significa que él no forme parte del equipo. Todo lo contrario, hay que intentar que
siga yendo a los entrenamientos, que se siente en el banquillo en los partidos
(aunque sea con ficha de delegado) y que participe del día a día del equipo.
Finalmente para fichar un jugador nuevo para un solo mes, en estas
categorías inferiores, hay que tener muy en cuenta su personalidad. Hay que
conocer cómo es en el trabajo en equipo, se busca una persona extrovertida que
se acople rápidamente a un nuevo grupo. Hay que saber si ha tenido rencillas con
alguno de los jugadores, pues esto puede ocasionar rechazo en el equipo.
En cuanto a sus aptitudes, se intentará buscar un jugador lo más parecido
posible al jugador lesionado porque, en principio, es ahí donde el equipo tendrá
carencias.

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Por último para comunicárselo al equipo, habría que explicarles la situación

real del pivot titular y apoyarnos en él para que entiendan que lo “menos malo”
para el equipo en esta situación es fichar un jugador. Además sería bueno que el
pivot diera su opinión (si finalmente él está de acuerdo con la solución aportada) y
valore el fichaje y le comente al grupo que él ha participado de esta solución para
que el equipo acepte al nuevo jugador sin ningún tipo de rechazo preconcebido.

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4.- Conclusiones
En las etapas formativas el entrenador es también un educador y como tal
hay que ayudar a la formación integral de los jugadores.
El entrenador tiene que ganarse el respeto del equipo y mostrar interés en
los jugadores individualmente y en el trabajo del equipo.
El baloncesto es un deporte de equipo, hay que trabajar por formar un
grupo unido, cohesionado que juntos se enfrenten a retos y dificultades y se
apoyen unos en otros para salir adelante.
Como todo grupo, tiene que haber un líder, y éste no puede ser otro que el
entrenador; para ello él tiene que creer en su trabajo, mostrar entusiasmo en lo
que hace y predicar con el ejemplo, fomentando las buenas actitudes de trabajo
delante del equipo.
Es bueno establecer unas normas que sean válidas para todos, que se
puedan y se deban cumplir y sean creíbles para fomentar la disciplina y que, una
vez más, el entrenador cumpla dando ejemplo al resto.
Es muy importante la comunicación. El grupo tiene que saber lo que le
afecta y el entrenador también tiene que escuchar lo que el equipo tiene que decir
respetando sus comentarios.
La motivación en toda actividad es fundamental por lo que el entrenador
debe intentar activarla, reforzando positivamente las buenas actitudes y
recompensándolas si fuera necesario.
Aunque sea un grupo, está formado por individuos independientes, por lo
que el trato debe individualizarse para crear un camino particular para cada
miembro del mismo con el objetivo final de formar un equipo.
Hay que ayudarles a crecer la autoestima y la autoconfianza, fomentando
los valores que nos interesan tales como el compromiso, la constancia, la
responsabilidad individual, el respeto a las normas y a los compañeros, el trabajo
en equipo y el aprender a competir.
El entrenador debe enfrentarse a los problemas, debiendo asumir las
responsabilidades que tiene por ser líder y tomando decisiones a favor del bien del
equipo.

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