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Dichosa Saudade
Quince poetas portugueses
Caracas - Venezuela
2007
Impreso en Venezuela
XI
A. P. Alencart
Abril y en Tejares, 2007
XII
BRASIL
Brasil
Donde viví,
Brasil donde pené,
Brasil de mis asombros de muchacho:
Hace ya mucho tiempo que te dejé,
¡Muelle del otro lado de mi destino!
A LOS POETAS
¡Somos nosotros
Las cigarras humanas!
Nosotros,
Desde los tiempos conocidos de Esopo.
Nosotros,
Perezosos insectos perseguidos.
Somos nosotros los ridículos comparsas
De la fábula burguesa de la hormiga.
Nosotros, la tribu hambrienta de gitanos
Que se abriga
Al resplandor de la luna.
¡Nosotros, que nunca pasamos
UNAMUNO
D. Miguel...
Hacía palomas blancas de papel
Que volaban desde Iberia al fin del mundo...
¡Unamuno Tercero!
(Fue el Cid el primero,
D. Quijote el segundo).
¡Unamuno Tercero!
Murió loco.
Y su amor, aun siendo inmenso, fue poco
Para ensanchar el vientre de la Doncella.
D. Miguel...
Hacía palomas blancas de papel,
Y guardaba la más pura en la solapa.
IBERIA
Tierra.
Cuanto la palabra diera, y nada más.
Sólo así la resume
Quien la contempla desde lo más alto de la cumbre,
Cargada de sol y de pinares.
Tierra-tumor-de-angustia de saber
Si el mar es profundo y al fin deja pasar...
Una antena de Europa para recibir
La voz lejana que le quiere hablar...
¡HOSANA!
PROSPECCIÓN
MADRE
Madre:
¿Qué desgracia sucedió en la vida
que quedaste fría e insensible?
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Madre:
Al menos abre los ojos, ¡di que sí!
Di que todavía me ves y me quieres.
¡Que eres la eterna mujer entre las mujeres
Y que ni la muerte te apartó de mí!
LA TIERRA
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¡Tierra, mi canción!
Oda alzada de polo a polo
¡Por la belleza que no sabe a pan
Pero sí al gusto de la vida!
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VER
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RÉQUIEM
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(Sobre mi cabello
estará descansando tu mano.
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JAULA DE VIDRIO
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Y si es verdad el hambre,
si es verdad el abismo,
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CABELLO DE SOMBRA
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AMOR
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LIBERTAD EN PIEDRA
No importan facciones,
curvas del seno y nalgas,
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Importa la libertad
de no ceder a la vida
un segundo siquiera.
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LOS ABANDONADOS
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LOS SOSPECHOSOS
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PATRIA
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LA ESTRELLA
Yo caminé en la noche
Y entre el silencio y el frío
Sólo una estrella secreta me guiaba.
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LAS MORAS
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PIRATA
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25 DE ABRIL
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CÍCLADAS
Viviste en lo avieso
Viajante incesante de lo inverso
Exento de ti mismo
Viudo de ti mismo
En Lisboa escenario de la vida
Y eras el inquilino de un cuarto alquilado encima de una
lechería
El empleado competente de una casa comercial
El frecuentador irónico delicado y cortés de los cafés de la
Baixa
El visionario discreto de los cafés orientados hacia el Tajo
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Naciste después
Y alguien empleará en sí toda la verdad
El camino de la India ya fuera descubierto
De los dioses sólo subsistía
El incierto caminar
En el susurro y en la fragancia de los paisajes
Y tenías múltiples rostros
Para que no siendo nadie lo dijeses todo
Viajabas en el revés, en lo inverso de lo opuesto
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POEMA A LA MADRE
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ARIADNE
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Descubrimos
en las altísimas y lúcidas bayas de septiembre
una sabiduría próxima todavía de las nacientes.
Era esto
donde una sola piedra quema los dedos.
Si quieres un ejemplo
coge en este mar de estaño
mírate en él
pero no te demores contemplando
la blanca quietud de las violetas.
Vamos
es noche ahora y tiempo
cuando mis labios brillan
de algún morir sobre tu cuerpo.
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VERDAD POÉTICA
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LA EXALTACIÓN DE LA PIEL
MADRE PROEMIO
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MADRE ISLA
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EL ESPÍRITU
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No sé
si respondo o si pregunto.
Soy una voz que nació en la penumbra del vacío.
Estoy un poco ebrio y estoy creciendo en una piedra.
No tengo la sabiduría de la miel o la del vino.
De pronto me yergo como una torre de sombra fulgurante.
Mi ebriedad es la de la sed y de la llama.
Con esta pequeña centella quiero incendiar el silencio.
No sé lo que yo amo. Amo en total abandono.
Siento mi boca dentro de los árboles y de una oculta
naciente.
Indecisa y ardiente, algo todavía no es flor en mí.
No estoy perdida, estoy entre el viento y el olvido.
Quiero conocer mi desnudez y ser el azul de la presencia.
No soy la destrucción ciega ni la esperanza imposible.
Soy alguien que espera ser abierto por una palabra.
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ESPLENDOR CALCINADO
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Palabras áridas,
frente desierta,
pulso del sol.
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LA PALABRA
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PENÉLOPE
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ELECCIÓN
BLOQUES
SECRETO
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Era la primera
vez que estaban desnudos nuestros cuerpos
No obstante la penumbra con gusto se miraban
sorprendidos de tener tantos ojos
que podían ser luz de tantos candelabros
Era la primera vez cerradas las cortinas
Sólo el rumor del mar permanecía en casa
y sabías a sal, y olías a limos
Al haber oído el canto de las cigarras
había más que cielo en el cielo de sonrisa
Madrugada de todo en todo que soñabas
en tus brazos tocar era tocar los ramos
que estremecen al sol desde que el mundo es mundo
Al final es necesario llegar a los cincuenta años
para ver que a los veinte es cuando todo se tuvo.
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¡Y de pronto un cuerpo!
Alborada sombría, alborada nefasta envuelta
en unos cabellos... Eran negros y vivos.
¿Quién sufría, sólo de verlos? Eran negros;
y vivos como llamas. Brillaban, azulados
como la lluvia. Brillaban, azulados, como
escamas de sirena sombría sobre la lluvia...
Veo demasiado pronto el gran estruendo;
El viento me recordó quién soy yo.
¡Alborada perpleja contemplada por alguien
que llegó a un balcón y al borde vaciló!
TESTAMENTO
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PALABRAS
Ninguna rama
es segura. Frágiles
son las palabras.
EL RECORRIDO Y EL PERIPLO
Yo también
navegué, hice el recorrido
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ANTICIPACIÓN
GEOGRAFÍA
Pertenezco a esta
geografía, a la blanca
luz de la resina, al filo
del arado. Mi casa
es esta: un lecho
de jaras y una rosa
entre hojas secas abriéndose
al amparo del rocío.
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ENTRAS EN MÍ DESCALZA...
Entras
en mí descalza, vulnerable
como un blanco próximo, herida
en las rodillas y en los muslos. Por el tacto
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ARTE FLORAL
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PERFIL
UN DÍA
Un día volví
pegado a un verso, envuelto
en una hoja, doblegado
a un canto,
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y yo no sienta.
COMO UN LIBRO
RUTA
y justifique
y satisfaga.
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INVICTA Y SOLEMNE
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SEGUNDA ALEGORÍA
COMO UN ECO
No tenías
nombre. Existías
como un eco
del silencio. Eras
tal vez
una pregunta
del viento.
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AUGURIO
No anticipes la tristeza
de morir: no quieras mucho
las lágrimas: consuélate
bebiéndolas. Y sé grato al día
en que, vivo, las tragaste.
Y VUELVO A ULISES
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LOS LOCOS
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A UN MIRTO
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NACIENTE
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LOS EMPEDRADORES
Escriben en la calle:
juntan
cuidadosamente
palabras.
Las pegan
sílaba a sílaba,
escogen, unen,
completan,
tocan
lo sencillo por encima
y continúan.
Con el martillo
y el sudor
firman.
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LAS CONSTELACIONES
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AMAR
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Embrujo
que fue necesario romper:
amada cal de palabras.
MAIAKOVSKI
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NÚCLEO DE ABEJAS
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LOS NAUTAS
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MI MUERTE NO TE DOY
Mi muerte no te doy.
Tuviste todo el resto
-la flor, la siesta, el crepúsculo,
la inquietud del día 8,
el control de las madres, de las manos
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ESCRITO DE MEMORIA
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TE ESCRIBO DE CERCA
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LLAVE, KLEE
al canto de mi día?
Eres, como en Klee,
la virgen matemática
que todo me desvenda
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aguardando la llegada
de la muerte sin sorpresa:
del vacío al vacío.
Grandeza de existir:
el hambre como guía
de los cuerpos arruinándose.
MI MIRAR
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INFANCIA
RÍO VELOZ
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En el regazo de su calor
adormezco el cansancio,
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¿Y EL AMOR...?
EMIGRANTES
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APUNTE
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REVERSO
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MIS VERSOS
EL EXTENSO CONTINENTE
La senda se prolonga
en el extenso continente
donde viven las palabras:
dentro de él se esconde
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EPITAFIO
¿A QUÉ PAÍS...?
A Ramón Palomares
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CONSERVAR LA POESÍA
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ITINERARIO DE LISBOA
Es una ciudad
cercada cogida
es una ciudad
una muchachita
Casas de ocultar
los hombres allá dentro
mujeres que se muestran
envueltas en el viento
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Historias de brazado
que enseñan en la escuela
un castillo un rey
más una gloria
vean mis señores
es una ciudad
con sus niños
hombres sin edad
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Son tantos
los silencios del habla
De sed
De saliva
De sudor
Silencios de sílex
en el cuerpo del silencio
Silencios de viento
de mar
y de entorpecimiento
De amor
Los gemidos
en las camas
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MADRE
madre
terminó el tiempo
de sonreír
discúlpame la muerte
de las plantas
tatué tu antigua
imagen rubia
en todos los pulsos
que ángeles demuestran
de existencias
me perdí noche en la planicie
blanca
sobreviviente de las madrugadas
de la memoria
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INVIERNO
Oyes mi amor
sobre este viento
y sonido de la lluvia cayendo en los tejados
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SOBRE LA PAZ
El plomo en el cuerpo
la rabia
canta como una escopeta
recostada a muchas muertes
la paz domada en las
casas
arrimada a muchos
hombres
la mentira se torna imagen
viajes de muchos
puertos
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Ya no hay entendimiento
entre una paz
fabricada
para servir muchos fondos
pero no del hombre o del árbol
o cuerpo no amistoso
de la marca de una navaja
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Echa el cabello
en los hombros
el sudor por la
barriga
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cubre la desnudez
con las manos
busca el pan
en el cajón
Cuando desliza
el vestido
coge a la otra en la
azada
cuando duerme
en la cama
la otra le arregla
la casa
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RODILLA
Pongo un beso
demorado
en lo alto de tu rodilla
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Donde la lengua
sigue el trillo
hasta donde va el beso
No hay nada
que engañe
de ti aquello que veo
En torno un mar
tan revuelto
en la cumbre y en la cima del tiempo
Vuelvo entonces a tu
rodilla
entreabriéndote las piernas
Dejando la boca
hambrienta
seguir el deseo en ellas
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CRÓNICA FEMENINA
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¿apoltronarnos en un silla
o quedar fijamente delante
de un vaso de vino o de un barranco?
¿qué vamos a hacer mañana
PARTO
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1.
cejas espesas,
nariz ni mucha ni poca,
cicatriz en la frente izquierda,
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palabras y objetos,
sentimientos, paisajes.
también personas, claro,
y desenfocados, todo
lo que así se mezcla
y se entrevé en el espejo,
tiñendo sus aguas
de un vago manierismo
al que hoy cedo, quedando
hecho de tinta y feo.
2.
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no queda dibujado,
queda dentro de mí
y es cuando más me apago
y dejo de verme
y tan sólo me confundo,
amante transformado
en la propia cosa amada
por mucho imaginar.
así ni john ashberry
ni el parmegianino,
en el espejo convexo,
en el mismo autorretrato.
sólo una sombra que es,
en la sombra de quien amo,
probablemente la mía.
3.
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ENCANTAMIENTO
Vi a las mujeres
azules del equinoccio
volar como pájaros ciegos; y sus cuerpos
sin alas sumergirse, lentamente, en los lagos
volcánicos. Sus labios vomitaban el fuego
que traían de una infancia de magma
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PRINCIPIOS
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CARPE DIEM
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Gusto de las
mujeres que envejecen,
con la rapidez de sus arrugas, los cabellos
caídos por los hombros negros del vestido,
la mirada que se pierde en la tristeza
de los reposteros. Esas mujeres se sientan
en las esquinas de las salas, miran hacia fuera,
hacia el atrio que no veo, de donde estoy,
felizmente adiviné ahí la presencia de
otras mujeres, sentadas en los bancos
de madera, hojeando revistas
baratas. Las mujeres que envejecen
sienten que las miro, que admiro sus gestos
lentos, que amo el trabajo subterráneo
del tiempo en sus senos. Por eso esperan
que el día corra en esta sala sin luz,
evitan salir a la calle, y dicen bajo,
a veces, esa elegía que sólo sus labios
pueden cantar.
NAVIDAD
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EMIGRACIÓN
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Sigue tu destino,
riega tus plantas,
ama tus rosas.
El resto es la sombra
de árboles ajenos.
La realidad
siempre es más o menos
lo que nosotros queremos.
Sólo nosotros somos siempre
iguales a nosotros mismos.
Grato es vivir
solo.
Grande y noble es siempre
vivir sencillamente.
Deja el dolor en los altares
como exvoto a los dioses.
Mira de lejos
la vida.
Nunca la interrogues.
Ella nada puede
decirte. La respuesta
está más allá de los dioses.
Pero serenamente
imita el Olimpo
en tu corazón.
Los dioses son dioses
porque no se piensan.
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El poema lírico
nació de un rosal. No
digo que fuese la rosa de arriba, aquella que todos
miran, primero que todo, pensando
en cortarla para llevársela consigo. Es
esa rosa ni blanca ni roja, la rosa pálida,
vestida con la sustancia de la tierra:
la que toma el color de los ojos de quien la sujeta, por
casualidad, y la agarra como si tuviese
manos abstraídas por dentro de sus hojas.
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(Metáfora
continua de un único sentimiento).
ELEGÍA
Ni los
días largos me separan de tu imagen.
La abro en el espejo de un cielo monótono, o
dejo que la tarde la prolongue en el tedio de los
horizontes. El perfil ceniciento de la montaña,
hacia el norte, y la línea azul del mar, al sur,
le dan el marco cuyo centro se desvanece
cuando, al decir tu nombre, la realidad del
sonido apaga la ilusión de un rostro. Entonces deseo
el silencio para que de él puedas renacer,
sombra, y de esa presencia pueda separar
tu memoria.
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Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VII
Menos prólogo y más saudades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XI
Miguel Torga. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Brasil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
A los poetas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Unamuno. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
San Juan de la Cruz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Iberia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
¡Hosana! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Prospección. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
Madre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
La tierra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Jorge de Sena. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Ver. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Origen de la poesía épica. . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Cantar del amigo perfecto. . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Los cinco sentidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Réquiem . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Para el aniversario del poeta. . . . . . . . . . . . . . . . 22
En las vastas aguas.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Jaula de vidrio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Panfleto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Natércia Freire. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Cabello de sombra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Amor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Canción del verdadero abandono . . . . . . . . . . . . 32
Libertad en piedra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
Color. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
Caracas - Venezuela