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Posted: 2 febrero 2011 by  in HISTORIA, PERSONAJES ILUSTRES
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Rendimos respetuoso homenaje al notable y heroico escritor pasqueño Luis Fabio Xammar
Jurado, al recordarse el centenario de su nacimiento en tierras yanahuanquinas. El Colegio
Nacional de Huacho que lleva su nombre y otros del territorio pasqueño, son el homenaje
más brillante a su legado cultural y humano
Este distinguido maestro, crítico y poeta yanahuanquino, truncado trágicamente a la edad
de treinta y cinco años cuando empezaba a florecer pletórico y triunfal en el ejercicio de la
docencia y el quehacer literarios, honra a las letras de nuestra patria con sus creaciones de
singular calidad.

Por expresa disposición del Rector, doctor Luis Alberto Sánchez, fue nombrado para
presidir la Delegación de la Facultad de Letras de la Universidad Mayor de San Marcos al
Congreso Internacional de Literatura en México. Para entonces estaba regentando las
cátedras de Autores Selectos de la Literatura Universal y el Curso de Monografías de
Literatura Peruana en la vieja Casona de San Marcos. El avión que lo transportaba tuvo que
hacer escala en Medellín en donde se incendió. Tuvo como resultado, su trágica muerte.
Era el 17 de marzo de 1947. ³Fugar entre la niebla recién amanecida, destrozándose el
ropaje material y humano entre la peñolería de un monte colombiano, para luego arder en
pira selvática y holocáustica, es verdaderamente morir como poeta sin dejar rastro de física
osamenta y evitar los cánticos rituales y toda la ornamentación cristiana de la muerte´ ±
decía su amigo entrañable y fraternal, José Alfredo Hernández´.

Días antes de su partida había escrito estos premonitorios versos que publicó EL MINERO
del Cerro de Pasco.

EN LA CRUZ DEL CAMINO

En la cruz del camino


ha expirado una senda
ha nacido una duda
y ha brillado una pena.

El ayer arrimado
a su cruz de madera
se ha quedado temblando
como música vieja.

Frente a mis tres caminos


palpitantes de tierra,
me han brindado sus voces,
como mudas, sinceras

En la cruz del camino,


ha expirado una senda,
y el ayer era un perro
custodiando a la muerte.

Luis Fabio Xammar Jurado, nació en el fundo CHACAPAMPA, heredad de su señora


madre, doña Clotilde Jurado, unos kilómetros más abajo de Yanahuanca, el 11 de mayo de
1911. Su padre de origen catalán, tenía una tienda de comercio en la Plaza Chaupimarca del
Cerro de Pasco. Allí habían nacido sus dos hijos mayores -hermanos de Luis Fabio-:
Antonio, el primero, notable periodista que en calidad de Director el periódico ³Universal´,
había viajado a Francia, Italia, Alemania; Carmen, la segunda, una poeta notable.
(Continúa«.)

Don Antonio Xammar conformaba el núcleo de prósperos mineros y comerciantes


catalanes residentes en la ciudad más alta del mundo. En este grupo estaban don Manuel
Clotet, dueño de las minas de Colquijirca, suegro de don Eulogio Fernandini; los
comerciantes y empresarios, Vicente Martorell, Ferran Coll y Claudí Privat. Conjuntamente
con sevillanos, gallegos, madrileños, vascos y asturianos conformaban el Consulado
español. Sus paisanos llegaron a disgustarse profundamente cuando Xammar se declaró
activo miembro del partido comunista. No lo podían creer. Ese hecho determinó que lo
apartaran de su exclusivo círculo de paisanos. Su madre, la señora Clotilde Jurado, hermosa
dama, natural de Yanahuanca, tuvo que abandonar el arte de la pintura en el que había
obtenido plausibles creaciones, en aras del matrimonio.

EL SURCO AVIDO.

Amo la honda llaga que en la tierra,


el árbol ha dejado al caer,
como muda protesta dolorosa
de un pasado que fue.

Hay oculto deseo en esa herida,


siempre nueva en su fe,
y es que entre sus bordes se desliza,
la semilla que alienta un nuevo ser.

Es un eterno poeta el surco ávido


siempre y nunca saciado en su sed.

Luis Fabio Xammar se aleja de la heredad paterna a muy tierna edad para realizar sus
estudios primarios y secundarios en el Colegio de los Jesuitas, LA INMACULADA de la
ciudad de Lima. Su paso por estas aulas, le deparan nueve premios de excelencia en diez
años. Su profunda inclinación religiosa y su apego a los estudios sufre un significativo
vuelco en el último año de su permanencia en el plantel, (1929); sin embargo, por sus
cualidades especiales, y la unánime designación de sus condiscípulos, se le concede el
honor de decir el discurso de despedida a nombre de la promoción. Este fue un discurso de
tinte revolucionario -rememora su entrañable amigo de infancia y compañero de estudios,
José Alfredo Hernández- que descubre su alma rebelde e insatisfecha por los destinos del
Perú. ¿Fue influenciado por su padre?. No lo sabemos. Pero es necesario mencionar que su
padre, don Antonio Xammar llegó a ser un activo dirigente comunista en la década de los
treintas ±década por lo demás convulsiva de la que hablamos en nuestros libros- por lo que
fue muchas enviado a prisión a la Penitenciaría de Lima y en la isla del Frontón.

Terminada su secundaria, ingresa en la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos


en donde, a poco de su incorporación, interviene activamente en varios grupos y cenáculos
literarios. Su primer trabajo lo constituye una revista: VERTICAL. Mecanografiada, con
dibujos de Arturo Jiménez Borja, futuro médico y etnólogo. En esta revista volcaron sus
inquietudes, Augusto Tamayo Vargas y José Alvarado Sánchez, con el seudónimo de
³Vicente Azar´; los juveniles Carlos Cueto Fernandini y Luis Felipe Alarco, ambos futuros
educadores y ambos, Ministros de Educación en regímenes democráticos de Belaunde. En
el grupo ACCION SOCIAL DE LA JUNTA, por ejemplo, Xammar muestra sus dotes de
enjundioso y notable orador, polemista agresivo y periodista revolucionario. Es en el
transcurso de estos años cuando reúne a un inquieto grupo de jóvenes y funda con ellos la
revista SURSUM donde inicia sus escarceos de poeta. (Continúa«)

LAGUNA VISION DEL CIELO

Laguna, visión del cielo


aprisionada aquí abajo,
frágil cinturón de juncos
y vestida toda en pájaros. .

Paréntesis en la tierra,
formada un día de llanto,
silenciosa, que va en brazos
de un río rodando llanos. .

Doncella pura asediada


por el sol enamorado,
amoroso espejo mudo
del aire, la luz y el canto
Confidente de la nieve
más blanca de lo más alto,
que para llorar contigo
bajó hecha de luz y ocasos

Laguna, compendio inmóvil


del sol, del cielo y del llanto;
mudo espejo en soledades
claro bullicio de pájaros.

El año de 1930, cuando Luis Fabio cuenta con diecinueve años de edad, se inicia como
notable versificador con el volumen PENSATIVAMENTE. Su ávida necesidad de
expresarse lo incita a publicar inmediatamente LAS VOCES ARMONIOSAS (1932),
revelando su acuciosa inquietud estética. De 1930 a 1932, con un grupo de inquietos
sanmarquinos de su promoción, entre ellos Alberto Tauro del Pino y Emilio Champion,
publica también la revista, PALABRA, en la que muestra una gran curiosidad por las
novedades estéticas de moda así como todos los sucesos de ámbito cultural, especialmente
los relacionados con las tradiciones populares de nuestra patria.

Se había producido la toma del poder a cargo del despreciable tirano Luis Miguel Sánchez
Cerro que no sólo atiborró las cárceles de luchadores sindicales peruanos sino que nos
arrebató la capital del Departamento de Junín en una torpe medida política. Sus acciones
fueron tan nefastas que el Perú vivió una de las más negras épocas de oscurantismo.
Cuando recesa la Universidad de San Marcos en 1932, Luis Fabio Xammar retorna a su
tierra natal donde es recibido con especial cariño por la colectividad minera. LOS ANDES,
dice en su página principal: ³Nuevamente está entre nosotros el distinguido intelectual
yanahuanquino Luis Fabio Xammar al que le damos nuestra más respetuosa bienvenida,
lamentando que los dramáticos momentos políticos que estamos viviendo nos impida de
gozar de sus notables conferencias a las que nos tiene acostumbrados. Por especial
disposición de la policía local, se le ha ordenado completo hermetismo en su accionar toda
vez que su señor padre se halla perseguido como lo están la más grande pléyade de
luchadores populares´. Sin embargo, el poeta no perdió el tiempo, en su tierra encontró su
profunda vena telúrica de clara inspiración folklórica al estilo de Vallejo y Valdelomar,
pero con una muestra muy personal de su ³cholismo´ auténtico.

En esta época nos regala con una serie de creaciones poéticas que va a compilar en
WAYNO, la más lograda de sus concepciones artísticas, reflejo de su profundo y notable
personalidad lírica.

Te seguiré hasta el puquial


cholita, aunque no quieras.

Me dejarás que abandone


tu tinaja en una piedra.

Que cante para ti sola


un huaynito de mi tierra.

Que el agua moje tu piel

Que se escapen tus borregas


y sobre todo, cholita,
me dejarás que te explique,
cómo se quiere en la yerba.

En esta época, sus obras son publicadas con acertados y favorables comentarios en los
diarios LA PRENSA y LA NACION de Buenos Aires.
Decíamos que en esta época, sus obras habían sido publicadas con acertados y favorables
comentarios en los diarios LA PRENSA y LA NACION de Buenos Aires. El crítico
literario de EL COMERCIO, Aurelio Miró Quesada Sosa, refiriéndose al mencionado
poemario, dice:

³En una fina y elegante edición, que revela una vez más el sentido artístico y el vigilante
cuidado de la forma que tanto distinguen a su autor, acaba de publicar Luis Fabio Xammar
una nueva versión de WAYNO, el bello libro de poemas que había alcanzado muy
justificado éxito cuando hizo su primera aparición ante el público.

Nacida en la cordillera
flor de agua fría, capulí,
con olor a sol y yerba.

De luna a luna creciendo,


te miras y te remiras
en el espejo del hielo.

Y vives con la congona,


sueñas con la escorzonera,
nieve y trueno en tu corola.

Cien amores bajo el poncho,


cien noches lloviendo recio,
al ver tu perfil, serrana
entre una cashua llegó.

Por ti se enciende la noche


-largo retumbar de truenos-
mientras me vuelvo un chiquillo
que está jugando en tus senos.

Y me voy llevando el ruido


de mi caballo mostrenco,
y una flor como tu risa,
y un blandor como tu pecho.

En WAYNO se reúnen, con sereno equilibrio, los poemas de tono subjetivo con las escenas
coloristas de la vida en el Ande. El autor mismo ha cuidado de distribuir ambas maneras en
una especie de ritmo alternado, que se manifiesta, desde el punto de vista de la forma, en la
inclinación por el endecasílabo de la primera y tercera parte de su obra, y el ágil cultivo del
romance en la parte central. Pero esta separación externa no perturba la unidad esencial de
los poemas, hermanados por una gracia lírica, una suave ternura y una agradable lozanía
que es don común de todos.

Para alcanzar la virtud de pintar la belleza de la mujer andina


y la grandeza de sus paisajes, Xammar ofrece en WAYNO una visión alegre y optimista de
la sierra peruana. Lejos de las preocupaciones de carácter social, sin el rebuscamiento y las
exageraciones torturadas de muchos poemas andinistas Xammar llega a los temas y paisajes
del Ande con limpia emoción y sin prejuicios. Por eso ha conseguido tales escenas líricas,
hechas con aire matinal y suave sentido campesino, que nos presentan no una sierra áspera,
sino una sierra amable, con valles y trigales, rumor de agua y fulgores de estrellas.

La luna, taza de leche


blanca de la vaca pinta,
en un descuido esta noche
se ha derramado a la pampa.

La ordeñadora, allá arriba,


cómo le estará llorando.

Sus personajes son los adecuados para unos paisajes tan galanos. Con sus manteletas de
colores y sus husos ligeros, pasan cholitas suaves con sonrisas de fruta, cuerpos de ³pan
moreno´ y ³mejillas de ají´. Camino al puquial, o entre las pircas, van desfilando esas
flores de arcilla que andan y andan en silencio, mientras el sol encendido ³las aguaita y el
río se precipita´. A veces hay una nota de ironía, como en los romances ³Andando la chola
linda´, ³La chola a bañarse al río´, o el intencionado: ³Te seguiré hasta el puquial, cholita,
aunque no lo quieras´. Otras veces es sólo un elogio tierno y fino, con cierto dejo de
melancolía, como en el poema ³Eres serrana y rubia como el trigo en agosto´, o el bello
romance que comienza:

Murió la cholita ufana


una mañana de abril.
Murió porque Dios le dijo
que tenía que morir.

Si los primeros poemas de WAYNO tienen una inclinación más musical, en los romances
hay un alegre despliegue colorista, de tonos vivos como en tela de poncho. Podrían citarse
algunos ejemplos:´Laguna visión del cielo, frágil cinturón de juncos´, ³tu cuerpo fértil de
greda, fresco tinajón de arcilla´, ³la luna taza de nieve blanca de la vaca pinta´. Pero son
sólo matices que no deslumbran, sino que se suceden en el fresco y lozano fluir de los
poemas, que hacen de WAYNO por la intención y por la forma, una de las colecciones
líricas más finas de nuestra poesía de estos años.
(Continúa) «

Tanto gustaron las creaciones de Luis Fabio que, Camilo Blas, gran
pintor peruano de aquellos momentos, ilustra la portada del libro y, el maestro Carlos
Sánchez Málaga, crea dos bellos ³Lieder´ musicales de homenaje a la obra. (EL
COMERCIO, 12 de julio de 1942)

ROMANCE DEL DIOS CHOLO.

Entre tempestades altas,


en potro de luna overa,
viejo el dios cholo desciende
emponchado por estrellas.

De tanto agitar los ángeles,


sus alas sobre la tierra,
un cortinaje de nubes
bajando relampaguea

En los espejos de hielo


se retrata la primera
-chola que no sólo es chola-
sino también es gacela
Y esa mañana se vio
-adornada con sus trenzas-
bajar, muy linda, sonrisas
en manojitos de hierbas.

Lleva toda la mañana,


una larga tarde lleva,
llega la noche y la guagua
la muerte ya se la lleva.

Con una ovación de truenos


llega el dios cholo a su puerta
-´mamacha´ del cielo vengo
a ver la guagüita enferma.

Abajo, la chola tiene


su corazón de cereza,
como una planta medrosa
creciendo entre la tormenta.

Hasta la nieve subió


por huira-huira azucena
y vinieron las vicuñas
calladitas, a lamerla.

Frutos de alegría caen


de entre sus manos repletas.
En la frente de la guagua
brillan dos estrellas nuevas.

Con una sonrisa dulce


como una naranja, sueña
la chola con sus sembríos
florecidos de borregas

Y el huallqui todo repleto


de dulce coca morena;
muy maduros los duraznos
muy lejanas las tristezas.

Mientras por los cielos altos


galopando en nube almendra,
-arriba, arriba, el dios cholo-
vuelve a la cordillera.

(Continúa) «
Levantado el receso universitario en el año de
1935, deja su tierra y retorna a Lima inscribiéndose en la Facultad de Derecho de la
Universidad Católica para seguir estudios de leyes. Simultáneamente sigue asistiendo a la
Facultad de Letras de San Marcos en donde obtiene el grado de Bachiller en el año de 1937
y el de Doctor en Letras en el año de 1938. Ese mismo año, en mérito a sus cualidades
intelectuales y humanas es incorporado a la docencia superior, siendo entonces el
catedrático más joven de la Universidad. En San Marcos profesa la cátedra de Literatura
Antigua (1938) en reemplazo del patriarcal maestro y poeta tarmeño don José Gálvez
Barrenechea y, de 1939 a 1947 ³Autores Selectos de la Literatura Universal´.

´ Se entregó a la investigación no para detener el espíritu del demonio, sino para afirmar la
marcha de futuras andanzas. Así encontró viejos amigos y les ofreció su amor fraterno para
hacerlos revivir como la mejor afirmación de que en el pasado existen valores sin los cuales
no se puede construir el futuro.´ ( Amadeo Delgado Pastor)

Fue en su condición de reconocido maestro universitario ±dice Manuel Zanutelli Rosas-


que, el 19 de abril de 1941, en una ceremonia realizada en el Salón de Actos de la Facultad
de Letras de San Marcos, dio la bienvenida al conferencista y escritor español Ramón Pérez
de Ayala. Trazó una sucinta biografía del ilustre visitante y le cedió la palabra para lo que
sería una reunión de significativo provecho intelectual.

Invitado por prestigiosas universidades de países hermanos viaja por Chile, Brasil,
Argentina, Uruguay y Bolivia y, dolido por la ignorancia en que se tenía al Perú, funda la
revista TRES en compañía de sus más grandes amigos: Arturo Jiménez Borja y José
Alfredo Hernández. Esta revista cumple con orden y acierto la difusión de los valores
ecuménicos de la Literatura del Perú.

C H O L A L I N D A.

Andando la chola linda


con una flor en la mano,
con una flor en el pelo,
andando por la campiña.

Su risa es el agua nueva.


Ella camina, camina,
y la flor de su corpiño
!Qué nieve color de arcilla!.

Junto a la oreja, una flor,


sólo otra flor se abriría:
y sobre ella cien miradas
como flores de codicia.

Camino al puquial, los cholos,


parados tras de las pircas.
Ella camina, camina
y camina calladita.

Y la chola linda va
a la chacra de la orilla,
por sembrados que se queman
de esperanzas y delicias.

Tierra que pisó su planta


es tierra de maravilla:
de cada huella una flor
esparce su lumbre fina

Flores de sus ojos. Casi


flores de amor primitivo
las que caen de sus brazos
y mueren en su alegría.

Mucho la quieren los cholos:


mucho, en esta serranía.
Más flor que la flor de coca
y que la papa amarilla.

Y sin voltear la cabeza


ella camina muy digna:
bajo el arco de sus cejas
hay dos flores amatistas.

!Y toda la chola linda


es una flor cabritilla,
nacida en noche de cashua
y entre porongos de chicha!.

Simultáneamente con el ejercicio de la docencia, publica sus obras en prosa con los
siguientes títulos: VALORES HUMANOS EN LA OBRA DE LEONIDAS YEROVI
(1938), VALDELOMAR, SIGNO (1940), DON RICARDO PALMA (1941); JUAN DE
ARONA (1943); MANUEL ATANASIO FUENTES (1945); ENRIQUE BUSTAMANTE
Y BALLIVIAN (1945) y JUAN DEL VALLE CABIEDES (1946). Finalmente el año de
1947, poco antes de partir al viaje sin retorno, escribe su libro LA ALTA NIEBLA que lo
presenta en Colombia. Varias de sus canciones escritas con mucho amor, fueron
musicalizadas por el maestro Carlos Sánchez Málaga.

³Artista en el más amplio sentido del vocablo, la poesía fue dilecta e inseparable
compañera de su vida, y el mejor desahogo para esa creciente angustia que, desde el aula
escolar, habíase entronizado en su espíritu. («) Desde sus primeros libros (Pensativamente
apegado a su estilo clásico y, Las Voces Armoniosas, cuya factura simbolista recuerda a
Eguren y a la Mistral), hasta Alta Niebla poemario de sentido más universal y de
resonancias más profundas, donde el Lérida reafirma su aptitud poética, liberado ya de
extrañas influencias; pasando por Wayno , conjunto de acuarelas campesinas y la más
lograda expresión de nuestro cholismo, recoge la inquietud de su alma atormentada y los
versos que, desde el muro abrumado a las coloradas mejillas de la chola que se baña en el
río, le sopla el viento´( José Alfredo Hernández).

EL BAÑO DE LA CHOLA.

La chola a bañarse al río


apuradita camina
el sol goloso la aguaita
y el río se precipita.

Ardiendo ! qué coloradas


qué redondas sus mejillas;
cómo se adivina alegre,
linda, cómo se adivina!

Como vizcacha se esconde,


es desconfiada y no mira;
-amoroso cazador-
quisiera cazarte viva.

Cómo se ensombrece el río


-río abajo, río arriba-
al abrazarte desnuda,
quisiera arrastrarte viva.

En la espalda quipichado,
su atado de ropa limpia,
y de la boca a los ojos
bailándole la sonrisa.

!Qué no diera por mirarla,


que no diera por seguirla.
Como tuna de huayunca
es sabrosa y con espinas.

Tu cuerpo fértil de greda,


fresco tinajón de arcilla
cocido al calor del sol
para chamicar la chicha.

¿Cuándo te tendré en mis brazos


cuándo beberé de tu vida?.
borracho por nuestras penas
y borracho de alegría.

Su inagotable capacidad de trabajo y su brillante inteligencia, determinan que don Manuel


Beltroy lo nombre Jefe de la Sección Bibliotecas en la Dirección Artística y Extensión
Cultural del Ministerio de Educación Pública (1941-1943). De 1943 a 1946, el maestro
peruano don Jorge Basadre, Jefe de la Biblioteca Nacional, lo nombra en el cargo de
Secretario General de la misma, cargo que ejerce hasta 1946, año en que recibe el
nombramiento de Director de Educación Artística y Extensión Cultural.

En marzo de 1947, por expresa disposición del Rector de San Marcos, doctor Luis Alberto
Sánchez, viaja a México presidiendo una delegación de sanmarquinos, como lo hemos
dicho. Tras una escala en Medellín, a las 10.10 de la mañana, reemprendió el vuelo a Costa
Rica para continuar a la meta establecida, pero a 40 kilómetros al noroeste de Medellín, se
estrelló el avión contra el pico de una montaña escarpada e inaccesible. Su fallecimiento
fue trágicamente inmediato. Los restos del avión carbonizados y esparcidos por los cuatro
vientos de la altura, impidieron la repatriación de sus restos mortales para sepultarlos en su
tierra amada. El diario ³La Crónica´ al informar el acontecimiento, dijo: ³En un trágico
accidente de aviación, la muerte ha arrebatado a un hombre joven y quien, no obstante su
consagrada obra, se nos presentaba repleto de promesas y listo para nuevas realizaciones en
nuestra literatura («) Luis Fabio Xammar, jamás pensaría, y sobre todo sus amigos, que el
día epilogal estaba señalado para un lunes al mediodía, en las inadvertidas alturas de
Medellín´.

Xammar como la mayoría de los escritores peruanos no vivió de la Literatura, que era la
pasión de su vida. Fue miembro del Directorio de la Negociación Ganadero-Agrícola
PEDRO N. CARDICH. Él, premonitoriamente también, escribía por aquellos días de su
trágica muerte, recordando a su Yanahuanca querida y a su hermana, lo siguiente:

Hermana, vienes tú con el crepúsculo,


a traerme el aliento de la casa.
Porque yo sueño siempre
con nuestra casa lejana.

Sus notables compañeros de promoción han perennizado en una placa recordatoria en el


patio de Letras de la Universidad de San Marcos, su generoso paso por aquellas aulas. Y lo
que en su tierra, ni en el Cerro de Pasco se ha hecho, una calle de Miraflores, en Lima, lleva
su nombre.

LA MUERTE DE LA CHOLITA

Murió la cholita ufana


una mañana de abril,
murió porque Dios le dijo
que tenía que morir.

Al morir volvióse toda


carne de bronce y marfil.
La envolvieron en su pullo
de bayeta carmesí.

Cómo lloraron los cholos


abrazándose entre sí.
Ya se murió la cholita
sin venirse a despedir.

Cómo llegaba a la gloria,


cómo ingresó sin pedir;
cómo sonaban las llaves
de San Pedro en el mandil.

El día en que la cholita


llegó al cielo a sonreír,
todo el cielo era naranjas
de un confín a otro confín.

Los ángeles con guitarras


entonaban unos huaynos, y
ella bailaba y bailaba
con un cholo serafín.

Toda la noche bailaron


la cashua del perejil,
con la coca entre los dientes
para olvidar y dormir.

La enterraron fresquecita
como una flor capulí,
guardada en cajón de palo
sin cepillar ni pulir.
Una mañana de jebe
prolongándose hasta el fin,
vio cómo subió la chola
por un cielo verde gris.

Su corazón chiquitito
era un corazón de anís,
que subía con las notas
que bajaban del violín.

Nunca te vieron cholita


los cholos de este país,
como esa noche en el cielo
con las mejillas de ají

Y todavía te espera
más de un cholo por aquí;
-Cuándo vendrá la cholita
que se fue sin despedir.

Mientras tú sobre las nubes


pareces ir a morir,
bailando y bailando ufana
con el cholo serafín.

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