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RELATOS PARA TI

POR

LUIS RUBEN PAZ MOLLAH


® Copyyright – 2003
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© Reservvados todo
os los Derrechos del Autor

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INDICE
Primera Parte – Cuentos de Aquí y de Allá

Página
Dedicatoria y Agradecimiento 2
Índice 3
Cuentos de Aquí y de Allá 4
Prólogo 5
1- Relato de la Patria Triste 6
2- Esperando a la Parca 25
3- Historia de Dos Estrellas 35
4- Perfume de la India 44
5- Una Noche de Pesca 58
6- El Cementerio de Martín 66
7- Dos Alcaldes Inútiles 78
8- Los Viejos Nazis 86

Segunda Parte – Un Cuento y Tres Crónicas del Futuro

Un Cuento y Tres Crónicas del Futuro 98


Prólogo 99
9- Cambios Radicales 100
10- Enseñanzas Chinas 113
11- El Legado de Fidel 122
12- Un País Fascinante 131
Ficha Biográfica del Autor 140

3
CUENTOS DE AQUÍ Y DE ALLÁ

4
Prologo

Los presentes cuentos, inspirados en hechos en parte auténticos, en parte

irreales, exponen mis sentimientos respecto a nuestra querida Patria y sobre

algunos sucesos que en ella se han dado. Algunos están ambientados en mi

Provincia, la sin igual Bocas del Toro, ya que es singular en muchos aspectos.

Otros en tierras foráneas, pero en parte alimentados con vivencias propias. Aún

cuando los personajes parezcan auténticos, no dejan de ser sólo cuentos en los

que a veces la realidad supera la ficción.

Bocas del Toro, como es sabido es una Provincia muy hermosa, que cada

vez gana más fama como lugar de interés turístico. Además de sus incontables

bellezas naturales, tales como selvas, montañas y playas; tiene el privilegio de

estar profusamente irrigada por numerosos ríos y es en esta zona del país adonde

se encuentra el mayor potencial hidráulico de la República de Panamá. Bocas del

Toro esta llamada a ser, sin duda alguna, una de las provincias más relevantes de

nuestro país. En la actualidad, y durante toda su Historia, ha sido una de las que

más contribuye económicamente con el desarrollo patrio, siendo al mismo tiempo

una de las Provincias más injustamente olvidadas por los gobernantes de turno.

Quisiera mostrar por medio de la vida y actitudes de algunos de los

personajes de estos cuentos algunas facetas importantes y sobre todo

desconocidas del quehacer bocatoreño, con la esperanza de que las situaciones y

personas que describo constituyan un aliciente más para el que desee visitarnos.

Luis Rubén Paz Mollah


Bocas del Toro, Año 2003

5
RELATO DE LA PATRIA TRISTE
Dedicado al amigo Don Juan Manuel Handal,
quien tanto nos ha prodigado con su amor patrio.

6
Cuando en Panamá se hacían preparativos para festejar por todo lo alto el

centenario de la importante Nación, el Espíritu de los otros países americanos le

solicitó al Poder Universal permiso para hacerle un homenaje a la pequeña Patria,

que recién cumpliría cien años de vida Republicana.

La idea nació de Brasil, siempre con ánimo festivo y ganas de sambear, pero

fue de inmediato secundada por todos, excepto por Cuba que en principio dijo que

aquello era una frivolidad pero, quizás recordando bien su altivo pasado, decidió

que la idea era buena y la auspició de buen grado. Faltaba escoger el lugar y la

fecha, que por lógica habría de ser antes del 3 de Noviembre, ya que ese era el

Gran Día de Panamá y la Madre Patria de aquel país tendría que estar con los

suyos, lo mejor acicalada y embanderada posible.

Se decidió hacerla en la Noche del 31 de Octubre, víspera del Día de Todos

Los Santos, en la Cima del Volcán Tajumulco de Guatemala y sería una sorpresa

para la invitada de honor, la bellísima y joven Panamá. Esa noche era una

Festividad especial – el mal llamado Halloween - en todos los países americanos

adonde la influencia de los gringos era probada, como el caso de Panamá, y nadie

advertiría la ausencia de su espíritu en ese país. En cuanto a las otras naciones,

bien valía la pena ausentarse momentáneamente de sus tierras y el Gran Hacedor

haría que ese tiempo no transcurriese para ellas. Se escogió el Tajumulco porque

desde su cima se divisaba toda la América Central y una buena parte de México y

el Caribe, con lo que el panorama sería bellísimo. El tiempo prometió comportarse

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como un caballero y lucir sus mejores galas y el firmamento haría brillar todos sus

astros de manera sin igual, para que la celebración fuese inolvidable. Por su parte,

el Volcán escogido, prendería sus resinas más aromáticas a pesar de estar en

estado de reposo, ya que sólo se encendía por orden del Creador, pero la esencia

de tan nobles naciones lo ameritaba. El perfume que exhalaría sería tal que se

sentiría en casi todo el hemisferio y así, inadvertidamente, parte de los habitantes

de América también lo apreciarían. Y al final expelería rocas incandescentes pero

inofensivas, con gran estruendo, para coronar la ceremonia. Guatemala reía,

siempre tan coqueta y traviesa, pensando en el susto que se llevarían los

habitantes cercanos al lugar. Ya estaba previsto que no pasara ninguna tragedia

que empañase el evento.

Se acordó no hablar de política y mucho menos sacar a relucir viejas

rencillas territoriales. Nubes especiales viajarían desde México, Cuba, Brasil y Chile

cargadas de tequila, ron, cachaza y vino con el que salpicarían sin cesar a las

participantes y el oxígeno más puro de las montañas de Costa Rica, Colombia

Venezuela y las Selvas del Amazonas les servirían de alimento. El espíritu

norteamericano, siempre mirado con recelo por los demás países, prometió

entonar sus más bellas melodías e impedir que en aquella noche llegara a la

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atmósfera terrestre contaminación alguna de su tierra. Y así, todos los demás

países de América contribuirían de alguna forma con la realización del evento.

Vendrían delegaciones espirituales del Viejo Mundo, de Asia, del Pacífico y

de África. Incluso los países más agobiados por las guerras y las enfermedades

enviarían algunas almas nacionales para decir presentes. La verdad es que el

Mundo estaba en deuda con Panamá, que permitió dividir su territorio en beneficio

de la humanidad, a pesar de que ello le acarreó muchos sinsabores. Pero el

tiempo había curado la mayor parte de aquellas heridas y los beneficios superaban

con creces el sufrimiento del país. Quizás por ello Panamá podía ser considerada

afortunada en otros aspectos y las desgracias naturales no se ensañaban con su

territorio, ni las epidemias causaban grandes bajas en su población.

Se convino que cada una vendría ataviada con sus mejores galas, con

disfraces alusivos a sus tierras o trajes regionales. También podrían caracterizarse

como más quisieran; de forma masculina, como el País; o de forma femenina,

como la Nación o República a la que representaban. Para las almas este detalle no

tiene la más mínima importancia, pues la espiritualidad está por encima de estas

cosas. A Panamá se le suplicaría que viniese como Gran Dama, ya que todos

sabían que ese era el papel con el que mejor armonizaba.

Por autorización del Gran Hacedor, el Tiempo se detendría esa noche

durante las celebraciones, pero nadie lo notaría pues una milésima de segundo

podría representar muchas horas para nosotros los humanos, a los que nos cuesta

entender que el Único que Todo lo Puede es precisamente Él. Y esta es una

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Verdad Universal, como la existencia de la esencia de todas las cosas, que puede

ser animada o inanimada. Algo así como lo que entendemos por “razón de ser” o

“razón existencial” y que por fuerza y lógica está ligada a la Fuente Eterna de

todas las cosas de donde todo emana. ¿Simple, verdad? Es fácil afirmar que no

existe un Creador o Fuerza Existencial, lo difícil radica en explicarlo, pues el acto

de negarlo implicaría negarse a uno mismo. No hay respuesta posible a algunas

interrogantes, porque la respuesta individual depende de cada quien. Lo que

importa es la conciencia de la existencia y la dependencia de la misma a su razón

de ser. No es pienso y luego existo, es comprendo y luego existo. Porque sino,

ninguna vida tendría una razón de ser, y aún teniéndola, implicaría una existencia

vana que equivaldría a lo insustancial o fútil.

Con el ansia que trae consigo la expectativa, llegó la noche esperada por

todos para ofrecerle homenaje a la pequeña Panamá. La anfitriona, Guatemala

estaba fascinante con sus galas mayas, ella adoptó la forma de hermosa princesa y

se veía radiante, sin duda lograría impresionar a sus invitados. Los primeros en

llegar fueron los delegados de Rusia, China, Mongolia, Irán y la India; cada uno

con impresionantes galas y especial fulgor. Siguió un grupo de Países Africanos y

del Océano Pacífico, hermosa combinación de atavíos y culturas. Luego llegaron,

también al unísono, los delegados de Europa, algunos Países Árabes, y la Antártica,

que no podía faltar como portentoso Continente que era y como tal, parte del

Mundo en que vivimos. Su presencia refrescó a todos los presentes pues de la

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misma emanaba un gélido frescor de pureza sin par. Era toda una Aristócrata,

deseada por todos pero dominada por nadie.

Llegó entonces Brasil, ataviada cual Princesa Amazónica, casi sin ropa y con

un cuerpo escultural tan hermoso que los ya presentes irrumpieron en aplausos y

vivas de aprobación. Ella, que fue la gestora del evento, fue por momentos el alma

de la fiesta pues llegó cimbreante, cantando melodías de cadencias increíbles en el

idioma universal que todos los presentes comprendían y que aún nos estaba

vedado a los humanos por impuros.

Pronto fueron arribando todos, alegres y entonando cantos de esperanza,

de paz y regocijo. El espíritu de los Estados Unidos llegó, claro está, vestido de

vaquero y entonando canciones populares conocidas por todos. Nadie osó

criticarle y todos convinieron que el mismo estaba impresionante y donoso a la vez.

La de Rusia, con apariencia de noble abuela o Babushka, como se hacía llamar,

hizo pareja con el gringo y gran parte de la noche conversaron entre ellos,

provocando la hilaridad de los presentes, que se preguntaban que podría hacer la

abuelita con el vaquero, cuando antaño eran antagonistas. ¡Rumbos de la vida!

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Sólo faltaba Panamá, quien de pronto, acompañada por el Embajador del

Cosmos, hizo su entrada triunfal en el magnífico lugar preparado para ello. Coros

de voces celestiales entonaron el Himno de Panamá como jamás se ha escuchado

en parte alguna del Universo y la mayoría de los allí presentes experimentaron una

emoción propia de los mortales. Se dice que las personas sensibles que habitaban

las faldas del Volcán percibieron el hecho y lo atribuyeron a sus sueños, pues las

melodías que escuchaban no eran ciertamente terrenales.

Panamá estaba conmovida y nerviosa, pues no esperaba semejante

homenaje. Joven y tímida, pensaba que una distinción así sólo la merecían sus

hermanas más antiguas, pero pronto el afecto de sus colegas y los embriagantes

efluvios de las nubes tuvieron un efecto relajante en el ambiente y hasta las

plantas que moraban en las laderas del Volcan se sintieron distendidas y felices. El

olor de aquel lugar era maravilloso pues a ello contribuyeron las fragancias de

flores que no fueron designadas para nosotros, sino para los mismos dioses del

Olimpo, que las prestaron para la ocasión. La Luna, que debía aparecer

plenamente diez días después, apareció de pronto aunque por breves momentos,

más radiante que nunca a presentar sus respetos a los espíritus de su Planeta

Madre y todos aplaudieron con frenesí, pues tal fenómeno, que no estaba previsto,

era un regalo especial del Gran Arquitecto del Universo y marcaba el momento en

que Panamá debía dirigirse a los presentes.

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La pequeña mulata que representaba a Haití, como una de las naciones más

antiguas del Continente, haciendo un esfuerzo para mantenerse serena declaró

solemne:

-“Escuchad Naciones y Países hermanos, que tan dignamente nos

acompañan en esta noche única y especial en la cual quien Todo lo Puede

nos ha concedido la Gracia de Reunirnos para rendir merecida pleitesía a la

Hermosa Panamá. Me ha tocado el honor de ser quien presente a la Nación

Hermana que muy pronto ha de celebrar sus primeros cien años de vida

Republicana, aunque todos los presentes sabemos que son muchos más los

años que ha vivido como Territorio Unido por la Gracia del Gran Maestro

Hacedor de Todas las Cosas que vinculó todos los que me escuchan, pues

Panamá, como todo lo que existe, es parte integral de un Único Universo.

Estamos felices de poder compartir con Panamá de esta manera, lejos de

los Gobiernos y los problemas que nos agobian de manera indigna. Lejos

de la contaminación y la falta de aprecio a los que a veces nos someten los

moradores de nuestros respectivos territorios. Lejos de las injusticias, el

hambre y la pobreza que no tienen razón de ser en un Planeta tan

brillantemente concebido. Dentro de muy poco escucharemos a nuestra

querida Panamá, quien ha de relatarnos sus alegrías y pesares en sus cien

años de Historia como Patria. Les demando que atiendan sus palabras con

el debido esmero, tal como una gran parte de nosotros ya ha merecido en

anteriores momentos de buen recuerdo y de igual forma le ruego a las más

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jóvenes naciones que aprendan de la experiencia de quien pronto ha de

hablar y a quien dedico estos versos que lleno de Amor compuse para ella”:

“Sigue el Camino, mi Panamá querida, que te traza el destino inexorable,

Que nunca el mal se ensañará contigo mientras rodeada estés de otras Naciones

En donde Reine el Bien y estemos juntas, hermanas como siempre…

Que nadie ose tu suelo mancillar, tus aguas enturbiar y el cielo que te cubre profanar,

Que nunca vuelva un gobernante inmundo a tu pueblo oprimir y tus leyes deshonrar

Y que siempre Protegida estés por quien te Hizo, con tan notable Amor como a nosotras”.

La mulata calló y todos aplaudieron emocionados, algunos como Bolivia y

Venezuela no pudieron contener el llanto, igual que Cuba… Panamá se aprestaba

a hablar, engalanada ella con una Pollera de Seda del Cielo, tejida por las Musas

más notables y con adornos que jamás orfebre pudo imaginar. La Verdad es que

se veía Altiva y Bellísima. Su hermosura opacaba a las otras, quienes estaban

felices porque la envidia era un sentimiento que las mismas no conocían. Y por fin

se aventuró a hablar nuestra querida Patria, cuando una ovación inmensa la

recibió, concientes de que realmente ella las personificaba a todas y que sus

palabras iban a determinar el valor y la representatividad de cada cual. El silencio

entonces fue absoluto, interrumpido quizás por el susurro imperceptible del olor

que estaba en el ambiente y que lo impregnaba todo. O del temor de las Naciones,

que en el constante callar de sus dificultades, quizás pagado por fuentes corruptas,

generaban un bullicio enorme que provenía de sus matrices, que moría cual

criatura antes de nacer. Y esto fue lo que dijo:

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- “Naciones amigas, Países Hermanos… No encuentro en el léxico al

que estoy acostumbrada, la palabra exacta pera expresar la

Gratitud Inmensa que les debo por haberme brindado estos

inolvidables momentos. De ustedes nació este homenaje, que no

puedo catalogar de merecido, porque considero que no es merito

suficiente el alcanzar tan significativa edad. Pero tampoco puedo

catalogar de inmerecido, porque para satisfacer las necesidades

mundiales tuve que permitir que el amado territorio al que

represento fuera dividido, contraviniendo quizás el deseo

primordial del Sublime Arquitecto, pero a la vez dando testimonio

del libre albedrío que el mismo permitió entre los humanos. Y así

fui dividida “Pro Mundi Beneficio”, pero con muy pocas mercedes

al principio obtenidas para mi y mis dependientes“.

- “Las cosas siguieron su curso y por designio Divino obtuve mi

Independencia de Colombia, y en cierto modo, mi dependencia de

los mal llamados norteamericanos, pues ellos sólo representan

una parte de tan gran territorio, también representado por

México y Canadá.”

- “Todo se manejó conforme quisieron los amos que dividieron mi

Territorio, pues cuando algún nativo osó hablar, la respuesta fue

contundente y yo permanecí callada y temerosa, con el temor de

regresar a las garras de Colombia, a la que con tanto Amor me

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entregué, o ser poseída definitivamente por el agresivo invasor

del Norte, que tanto daño me hacía mientras prodigaba sus

bondades en todas partes. Pero ese cuento no fue aceptado por

todos, las garras del gringo ya habían hecho su daño en México y

en otros países americanos. Habían vapuleado de forma

merecida a los ingleses y demostraban sin rubor que ellos

estaban hechos para dominar al mundo conocido. Sin sospechar

las sorpresas que el futuro tenía para ellos.”

- “Continué mi destino como país independiente de los colombianos,

pero aceptando humillaciones de los norteamericanos, que como

advertencia, ocuparon mi territorio varias veces. O sugirieron

invasiones de Costa Rica y Colombia, en forma de amenazas a

niño indefenso.”

- “Y continuó mi saga, ahora con la carga de dos terribles

conflagraciones que conmovieron al Mundo y lo hicieron

comprender, sin resultados prácticos, lo horrible de las guerras.

Pero de estas se hizo más patente la importancia de la división de

mi territorio, en lo que es conocido como el Canal de Panamá. El

contacto entre los continentes era más fácil, y así el comercio y el

entendimiento mutuo se acrecentó.”

- “Alguno de mis vecinos, al ver la importancia del Canal, intentaron

infructuosamente que en su territorio se construyese otro de

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mejores características. En aquel tiempo ello resultaba

prohibitivo, ahora resulta impráctico, pero la idea aún persiste en

el ambiente”.

- “Mientras tanto mi vida como República siguió con el mismo

frenesí que empleaban los marinos que mi territorio atravesaban.

Un Gobernante sucedía al otro, dejándome recuerdos de amor o

decepción. No puedo yo juzgar a aquellos que mi Pueblo elige,

pues de las almas del pueblo dependo. Un territorio sin almas es

un territorio sin vida y así estamos condenadas a sufrir o a

disfrutar de los aciertos de quienes manejan los destinos de

nuestro territorio. Y así, sus aciertos o desaciertos, influyen en la

forma como se nos describe en los determinados períodos de la

historia”.

- “Tales fueron mis vaivenes, que no me importó quien lo hacía bien

o quien lo hacía mal. Hasta que llegó el 9 de enero de 1964. Ese

día significó algo trascendental para mí. Ya tenía 61 años de

edad, muy joven como República, pero lo suficientemente madura

para determinar que a partir de ese momento no estaban

dispuestos mis habitantes a tolerar los abusos, la intolerancia, el

racismo y la ocupación de otros. Fue ese el preciso momento de

mi liberación espiritual, y no otro mal atribuido”.

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- “Pero así como en ese momento se tomó conciencia de mi Razón

Patria, se originaron en mi territorio corrientes que más tarde se

atribuirían lo que allí nació. Y cuatro años después vinieron 21

años que no quisiera recordar, no por amargos, sino porque

nunca los desee. ¿Qué Patria puede querer tantos años de

ignominia? ¿Quién decide cual debe ser su Gobernante sino el

propio pueblo? ¿Cómo pueden ser realmente catalogados los

Presidentes que nadie eligió? ¿Son acaso verdaderos Presidentes?

¿Merecen situarse al lado de los que el Pueblo, y no el dedo del

Dictador de Turno eligió? ¿Cómo podría sentirme yo como Nación?

¿Comprende quizás mi audiencia este sentir? ¿Qué Título Lícito

ha de llevar el Presidente que realmente no lo fue?

- “Pasaron los años y en 1989 vino una supuesta liberación que le

permitió a mi pueblo elegir. Y eligieron una vez, y otra vez… ¿Se

dieron cuenta quizás de que el daño ya estaba hecho? ¿De que

sería imposible desarrollarse con leyes que facilitaban la

impunidad, cuando no la alentaban? Al parecer esto aún no lo

han entendido”.

- “Ahora llegamos al año 2003, año de mi Centenario como

República. Tres días se me separan de aquellos recuerdos

imperecederos. Y estoy dichosa, como dichosos están todos los

presentes por ese acontecimiento. Gozosa de tener un pueblo de

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gentes sencillas, humildes y buenas en esencia. Alegre de

compartir con vosotros, de mis cien años de existencia

republicana, de mi existencia con personalidad republicana, pero

mi felicidad está lamentablemente empañada por el modo

irresponsable de actuar de los que me Gobiernan. Ni este, ni

muchos de los anteriores han sido lo suficientemente claros en

sus conceptos de honestidad. No han sido sinceros con su Pueblo

y como tal no han sido sinceros con su Patria. Sin vergüenza

alguna nombran a sus parientes en cargos para los que no han

sido preparados, o nombran a sus correligionarios políticos en

cargos que no podrán desempeñar por la incapacidad manifiesta

de sus acciones y preparaciones académicas o por la senilidad que

demuestran. Con sus indignas actuaciones le dan un ejemplo

pésimo a nuestros niños y jóvenes, que ven como algo natural el

despilfarro, el abuso de poder, el nepotismo, la corrupción, el

peculado y la inmoralidad. Así desperdician el potencial juvenil

de la Nación, al que influyen negativamente; al que inducen al

crimen y al delito; al que no miran sino como posibles votos,

cuando ellos son los receptores lógicos de la continuidad o la

esperanza anhelada de un futuro mejor. Por ello el pueblo, mi

pueblo se ha equivocado, no solo al escoger, sino al permitir que

malos gobernantes continúen con la malversación y el delito”.

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- “Y este es amigos míos el Patrón Mundial de la mayoría de las

naciones pobres. No sólo el modelo panameño, no sólo el molde

latinoamericano, sino la regla global de los países más

necesitados, salvo honrosas excepciones. Que es la pauta que

justamente convenía a las naciones poderosas, hasta que llegó el

11 de septiembre del año 2001, de tan triste recuerdo para todos.

Ese dia el Mundo cambió, pues se dio cuenta que tenía un

enemigo imprevisto, que es la intolerancia. Fue ese día cuando las

naciones que antes despreciaban a sus contrapartes menores

buscaron el apoyo de las mismas para justificar sus revanchas. Y

fue a partir de aquel día tan nefasto cuando la Humanidad

comprendió la importancia de la Unidad y la Tolerancia”.

- “Mientras tanto en mi país, las cosas no mejoraron. Como siempre,

las promesas de los políticos se esfumaron cual humo de

fumarolas. Y así las esperanzas de mi pueblo se hicieron añicos.

¿Estaría otra vez dispuesta la nacionalidad a permitir ser

engañada? ¿Permitiría la costumbre de los años anteriores un

engaño más? Era obvio que el pueblo, mi pueblo, no puede estar

feliz. Y que por consiguiente yo tampoco puedo estarlo”.

- “Repudio con todas mis fuerzas a la intolerancia, al terrorismo y al

racismo; pero de la misma forma repudio al nepotismo, a la

corrupción y al aprovechamiento ilícito de las arcas del Estado.

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No es justo ni comprensible, que los gobernantes a los que

elegimos con tanta ilusión, nos causen tanta zozobra y desilusión.

No es justo que los que pretenden elaborar leyes para beneficiar

al pueblo, de hecho elaboren leyes para beneficiarse ellos y

protejan de paso a los invasores foráneos representados por

algunas multinacionales que, cual vampiros modernos, desangran

a nuestros países y sus honorables habitantes”.

- “No puedo sentirme del todo feliz pues mi Patria no ha hecho los

avances que como Madre yo esperaba, pero tampoco siento que

la culpa ha sido mía, cuando el libre albedrío es sólo potestad

humana. Yo sólo soy la Guía, la Madre Patria que espera Amor,

Respeto, Defensa y Dignidad de sus súbditos. Soy indemne en

esencia, pero también sujeta a los caprichos del pueblo que me

habita. La vulgaridad de su lenguaje me ofende, de la misma

manera que su ignorancia me hace torpe”.

- “Estos cien primeros años no me han hecho del todo venturosa. No

puedo vanagloriarme de los mismos, pero no me avergüenzo. Soy

Panamá, yo soy la Patria Amada a la que recurrirán el Día de

Mañana mis hijos más preclaros. Y ante ellos nunca demostraré

timidez ni cortedad, pues son estos los que están llamados a

salvar mi nombre y a exigir, con denuedo y firmeza, el pago de los

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correspondientes débitos a quienes incumplieron su sagrado

deber”.

- “Soy Panamá, pequeña pero fuerte, como digna Nación que

obtiene su fortaleza del alma pura de la mayor parte de sus

habitantes, muchas veces ofendidos, muchas veces maltratados e

intimidados, pero nunca al extremo de impedir que se alce una

voz que represente mi sentir”.

- “Soy Panamá, la Tierra Hermosa y Dividida, no por designio

humano, sino por autorización Divina. Soy Panamá, soy vuestra, y

en el Acto de Amor en que me entrego al Mundo, en que permito a

sus buques y personas pasar por mis aguas, acercándonos más,

dejo en ustedes el sabor de las mismas, el olor de mis tierras y el

calor inconfundible de mis habitantes”.

- “Y triste estoy, igual que muchas de ustedes, porque el sectarismo

y la maldad se han apoderado de algunos de vuestros territorios.

Triste estoy porque mis habitantes no obtienen los enormes

beneficios que mi Tierra genera para ellos, igual que la mayoría

de ustedes. Triste estoy porque la sociedad no es perfecta,

cuando fue expresamente diseñada para ello. Y triste me iré

porque el panorama de mi Amada Nación no presagia ningún

cambio significativo”.

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- “Sin embargo, mi gratitud es grande como la conciencia de que no

todo es amargura, que existe la esperanza de un futuro mejor y

que en la Felicidad que ha generado esta unión momentánea,

Pletórica de Amor, radica el porvenir de nuestra Humanidad. Es

nuestro deber como Madre Patria de cada una de nuestras

naciones, llevar el mensaje inconfundible que este acercamiento

conlleva: con el Aroma Sagrado, la Cohesión del Amor; con el

Divino Alimento, la Fortaleza Eterna; con la Hermandad Perpetua,

la Paz Inmortal… y el Respeto, el Entendimiento, y la Verdad

serán la consecuencia de todo lo anterior”.

Y Panamá calló, sus ojos inundados de lágrimas formaron un Río de Emoción y

Hermandad, con afluentes de Amor y de Amistad. Por un momento nadie osó

profanar el silencio que tan sinceras palabras había originado. Y al silencio

siguieron los aplausos y vítores y la Alegría no decayó. El Volcán explotó con

fuego inofensivo y todo brilló, pues cada Nación o País era conciente del mensaje

que acababa de recibir. Las nubes, que por un instante quedaron perplejas, como

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estaban aún pletóricas de alcohol y sin quererlo, chocaron entre sí con la

confusión que siguió, originando relámpagos de increíble fiereza y poder

explosivo alimentado por el alcohol de las ricas bebidas embriagantes de tantas

tierras. Aquello fue un caos efímero que nadie podrá olvidar, ya que surgieron

llamaradas de fuego desde el cielo al volcán, que explotaban vistiendo al

firmamento visible. Esto, que no estaba previsto, despertó a la mayor parte de

los habitantes del área, que aún se preguntan cómo fue posible tal fenómeno,

que atribuyeron a fuerzas demoníacas o extraterrestres, olvidando que todo el

mundo se mueve por una Fuerza Única para lo que todo es posible o nada es

imposible, según sea más fácil de entender. Así los países se dieron un abrazo

final de Entendimiento y Fraternidad, el último en muchos años venideros. Y

rieron sinceramente, ya que cada uno había sido tocado no por secuelas de

tristeza, sino por emociones de Amor emanadas de la franqueza de aquel país

tan dulce, como pequeño. La fiesta terminó tan afable como empezó, todos

entonaron la “Oda a la Alegría” y asimismo partieron a enfrentar sus

responsabilidades territoriales. Panamá aún tendría más fiestas y problemas que

atender.

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ESPERANDO A LA PARCA

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Las tres primeras décadas del siglo pasado, la Ciudad de Bocas del Toro fue

una de las más prósperas y bonitas de la República de Panamá. El comercio era

notable y en el amplio boulevard que era la actual Calle Tercera se establecieron

negocios con mercancías procedentes de lejanos países, lo que le daba un toque

exótico a la Ciudad. Allí había chinos, españoles, hindúes, turcos, hebreos,

alemanes, franceses, ingleses… una gama increíble de nacionalidades e idiomas,

mezclando sus costumbres y tradiciones con sus manjares. La verdad es que

todos coexistían muy bien, en un ambiente de respeto y hermandad a decir de los

afortunados que vivieron esos días. Después las cosas decayeron y Bocas del Toro

vivió unos años de letargo y abandono hasta que el turismo la hizo renacer y hoy

vemos que los días de gloria de tan peculiar capital están regresando a pasos

agigantados, pero nunca con el encanto y la tranquilidad de antaño.

De los personajes de aquellos maravillosos días apenas subsisten unos pocos,

la mayoría hizo el viaje sin retorno y los que quedan aún añoran aquella época.

Recuerdan las tardes de retreta en el Parque, con hermosos recitales de la más

variada música, adonde los Ilustres de la Isla se sentaban en aquellas bancas con

sus trajes blancos de hilo o lino, inmaculadamente lavados y planchados a mano.

Allí charlaban o discutían acerca de las cosas más triviales, o escuchaban los

bochinches locales con evidente apego.

Don Víctor era uno de esos afortunados. Nació en 1904, así que vivió con

plenitud los mejores días de ese hermoso período. Podía describir mejor que nadie

las tertulias, las comidas locales y los escándalos que de alguna forma u otra

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impresionaron su mente y la plagaron de recuerdos. Todos los días se sentaba en

el portal de su casa a ver pasar las personas y con ellas el tiempo. Su mente era

ágil y sus remembranzas tan detalladas como un cuadro de Velásquez. A los que

le conocieron les encantaba oír de su firme voz esas historias. La mayoría de los

amigos que tuvo son parte de aquel pasado y muy pocos de los que aún viven

tenían la fuerza para visitarle, pues al igual que el mismo procuraban dar solo los

pasos necesarios para no agotarse.

A veces algún joven se aventuraba a saludarle, quizás temiendo que el viejo

se saliese con una recomendación. No comprendo porque los jóvenes rehuyen el

consejo de los longevos, estos casi siempre son acertados. Además, los jóvenes

de ahora, como los de ayer, piensan que lo saben todo y que escuchar sugerencias

es una pérdida de tiempo. Y sin embargo... ¡Cuántos males podríamos evitar

prestando atención a las lecciones de la experiencia!

La mayoría de las veces estaba de buen humor y cuando le preguntaban como

estaba el respondía risueño: “Aquí, esperando la parca”. Muchos seguían su

camino imperturbables, sin atreverse a preguntar quien era la famosa parca o

suponiendo que el viejo se refería a alguna vendedora de billete clandestino, o

quizás alguna mujer de baja estatura y poco hablar. Pocos sabían que ese es uno

de los nombres con que se designa a la muerte. En realidad no es una parca,

sino tres, Cloto, Láquesis y Átropos. De estas es la última la que se encarga de

cortar el hilo de la vida, mientras que Cloto lo hila y Láquesis lo devana. Átropos

es pues la temida pelona a la que Don Víctor esperaba.

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Pero la parca tenía muchos compromisos por todo el mundo y se negaba a

visitar al amigo Víctor. Esto era algo bueno, pues Don Víctor no tenía ninguna

prisa en acudir a la inevitable cita, así podría recordar con más detalle sus

andanzas y disfrutar del buen sabor de la cerveza local y del vino foráneo, que tan

formidable efecto hacía en su espíritu. Todos los días tomaba algo del uno u del

otro y si bien esto no ayudaba a clarificar sus ideas, al menos las alegraba mucho.

“A fin de cuentas ya están añejas”, pensaba el locuaz antañón. Y así, entre trago

y lectura, pues nuestro héroe también era un ávido leyente, seguía esperando a la

parca. Con noventa y tantos años suponía que la espera no debería ser mucha,

así que esto no era motivo de preocupación para él, sino de tiempo y procuraba

estar de chunga para asimilarlo.

Un día, uno de los niños que ocasionalmente le compraba los diarios o los

caramelos con lo que por muchos años suplía sus ganas de fumar, se atrevió a

preguntarle quien era la parca y para que la esperaba con tanto afán. Al principio

Don Víctor pensó en explicarle con detalles de que se trataba ese asunto, pero

temiendo asustar al inocente niño le dijo que la parca era una vieja amiga que

vendría de muy lejos a visitarle. Volvió el niño a preguntar:

- Pero, ¿por qué le hace esperar tanto? Ya hace tiempo que le oímos decir

que la espera.

Don Víctor no se incomodó por la interrogación del niño. Con tantos bisnietos y

tataranietos sabía muy bien que la curiosidad de los niños es arrolladora y que las

28
preguntas que hacen salen de la candidez que poseen. Así que meditó un poco la

respuesta.

- Verás, niño mío. La parca siempre anda muy ocupada, pero jamás nos

olvida. Ella vendrá a visitarme cuando lo estime conveniente, pero es

seguro que vendrá.

Y el niño volvió a espetarle:

- Pero Don Víctor, si la señora Parca, a la que usted hace tiempo que espera,

siempre está tan ocupada entonces debe ser una mujer todavía joven y muy

activa. ¿Cómo es que usted se refiere a ella como vieja amiga? Si fuera

anciana como usted entonces no tendría fuerzas para andar tan ocupada.

Esta vez Don Víctor se sorprendió un poco, pero pudo contestar.

- Es una mujer muy vieja, mucho más que yo. Pero es muy fuerte, astuta e

incansable. Por ello siempre tiene fuerzas para viajar por todo el mundo

haciendo de las suyas.

- ¿Y qué tal si se muere antes que usted? ¿Qué tal si sufre un accidente?,

dijo el chaval.

- Eso no va a pasar, dijo algo serio Don Víctor. Esa señora es indestructible,

nadie muere antes que ella, aunque a muchos les gustaría que eso pasara.

El niño quiso hablar, pero prefirió no hacerlo. Trató de imaginarse como sería

aquella vieja, con tantos años y tan activa. De seguro no sería muy agradable de

ver. Los viejos muy rancios nunca se ven muy bien, pensó el humilde niño.

29
Como la mayoría de las habitantes de este planeta, Don Víctor no había hecho

nada particularmente notable en sus años de vida. Era un hombre común, que

tuvo una niñez feliz, estudió solo el Bachillerato e hizo algunos cursos técnicos de

los de su época activa y trabajo casi toda su vida como contador y en oficinas

públicas. Llegó a ser Secretario del Juzgado en la Ciudad de Bocas del Toro, y era

un hombre muy respetado por su fluidez al hablar, producto directo de su amor

por la lectura y múltiples conocimientos. Se conocía al dedillo la historia Patria e

incluso fue parte de la misma por su participación en la guerra del Coto con la

República de Costa Rica.

Tuvo muchas mujeres, pues se casó varias veces y así fue padre de

innumerables hijos. Ahora vivía sólo, sus hijos y nietos le visitaban ocasionalmente.

Con su pensión de jubilado pagaba sus alimentos y necesidades básicas. Siempre

quedaba algo para vino y cerveza, que era el único vestigio de sus días de gran

bebedor. En definitiva, una vida como cualquier otra. Pero, ¿acaso no se puede

escribir de una vida así? Si bien nada en su existencia era impactante, la misma

estaba llena de recuerdos dulces y amargos que componían un universo único

como el resto de los seres vivos. Y en ese contexto siempre se encuentran

anécdotas dignas de reseñar. Y en efecto, solo el oírle hablar valía la pena, pues

contaba sus hazañas o las de los demás con verídica pasión, a veces salpicada con

productos de los ensueños de sus muchos años. Era un viejo encantador.

Como buen bocatoreño Don Víctor dominaba el inglés local y también el

francés, que en un tiempo pasado se habló en Bocas del Toro en forma de patois.

30
Actualmente el guari-guari aún se habla, aunque menos que antes. Don Víctor

no sólo conocía el guari-guari, sino que hablaba un inglés bastante bueno, pero

con un horrible acento gringo.

Le gustaba recordar a su madre y los años de infancia. También recordaba la

adustez de su padre, de origen español. Pero lo que más le agradaba eran sus

remembranzas de alcoba ya que tuvo muchos lances de este tipo. Las damas le

consideraban apuesto en sus años de juventud e interesante en los primeros años

de madurez y el supo aprovechar las circunstancias. Por muchos años fue un

entusiasta admirador de Baco, hasta que el hígado no aguantó más y tuvo que

refrenar ese deleite. Ahora se contentaba con bebidas menos fuertes.

En cuatro ocasiones tuvo encuentros cercanos con la pelona. La primera vez

en una operación de estómago, de la que por milagro salió bien librado. La

segunda fue en un accidente de automóvil, durante cuatro días de coma la parca

rondó su cama de hospital sin decidirse a llevárselo. La tercera y cuarta vez

fueron por causa del alcohol, pero tan grave estuvo en la última ocasión que pasó

dos semanas en coma y sus parientes inclusive prepararon la caja. Todos los

médicos opinaron que con ochenta y tres años era imposible que pudiese ganarle

la batalla a la muerte, pero asombrosamente el viejo Víctor demostró lo contrario,

aunque el susto fue mayúsculo y a partir de ese momento trató con más cuidado a

las bebidas destiladas. Con más cuidado, pero no del todo. En estas cuatro veces

Don Víctor vio muy bien a la parca, tanto que hasta le perdió el miedo. Y por eso

la esperaba, sin entusiasmo pero conciente de que algún día regresaría.

31
Y una tarde, viendo las noticias, llegó nuevamente la huesuda a buscarle.

Entró de repente a su cuarto, lo miró y extendió la mano hacia él. Don Víctor ni se

inmutó y le dijo:

- Hace mucho te espero, veo que cada vez tienes un rostro más desagradable.

Tu presencia al menos debería de ser menos escalofriante.

La parca no lo podía creer, aquel mortal hasta se burlaba de ella.

- Yo hubiese querido llevarte hace mucho, viejo impertinente, pero veo que

te has acostumbrado a mi. ¿Estás ahora preparado para el gran viaje?

A lo que contestó Don Víctor:

- ¿Preparado? Hace tiempo que lo estoy, aunque últimamente me he sentido

muy bien. No pensé que me tocaría eso en este momento, pero ya que

insistes enséñame el camino, yo te seguiré sin titubeos pero por favor no

poses tus manos en mí pues tu aspecto realmente es repulsivo y penoso.

Esto molestó más a la pelona, quien toma su trabajo muy en serio. Furiosa le dijo:

- No te das cuenta de lo grave que es este momento. Estás a punto de

finalizar tu vida terrenal y aún tienes coraje para burlarte de eso. ¿No tienes

miedo a lo que te espera en el más allá?

- Francamente no, replicó Don Víctor. Ya tengo muchos años, he visto

muchas cosas buenas, pero también muchas malas. Creo que mi futuro no

puede ser peor, además en mi vida procuré hacer el menor daño posible.

Dejaré este mundo con sosiego y tranquilidad, ni siquiera tú me espantas

32
con ese aspecto tan repelente, deberías presentarte ante uno con un rostro

más humano aunque comprendo que tú precisamente no eres mortal.

Entonces sucedió algo extraño, la parca sintió deseos de vengarse y tomó una

decisión insólita, lo señaló y le dijo:

- ¿Quién te has creído que eres para insultarme? ¿Acaso piensas que tendrás

la suerte de Alcestes? Como castigo a tu desfachatez e insolencia ahora he

decidido no llevarte por quinta ocasión. Con otro período en el mundo,

siendo un viejo tan decrépito e indefenso, quizás te convenzas de que

después de todo no vale la pena estar aquí tanto tiempo. Así aprenderás a

respetar y desearás haberte ido conmigo antes. Y cuando al final venga a

buscarte, ni el propio Hércules te sacará del Hades.

Don Víctor no pudo contestar cuando la parca desapareció. Se frotó los ojos

pensando que había tenido un mal sueño, las noticias estaban por finalizar. El

33
viejo estaba atónito y boquiabierto, por última vez más había burlado a la muerte.

Al día siguiente se colocó sus mejores galas, limpio sus zapatos y fue a sentarse

nuevamente al portal de su casa. Seguiría esperando a la no tan infalible parca.

34
HISTORIA DE DOS ESTRELLAS

35
En la Constelación de Quazaar, ubicada en un Universo Paralelo, tan lejano

que no podría escribir la distancia en esta historia, y al que se llegaba atravesando

un agujero negro, existe una Galaxia conocida como Tazari. Quiso el Gran

Arquitecto hacer un experimento en la misma y para ello dotó de voluntad propia a

las estrellas que allí estaban. De ese modo, pensó el Buen Dios, ellas mismas

decidirán su destino y para Él sería entretenido verlas desarrollarse.

Una gran parte de aquellas estrellas tenía sistema planetario, y como la

Galaxia Tazari era de formación reciente, aquellos planetas apenas empezaban su

evolución. Las estrellas que les dominaban podrían decidir la suerte de sus

planetas y de ellas mismas, según había dispuesto el Supremo Creador. Esta

Galaxia era de una hermosura indescriptible, no era muy grande, pues apenas

tenía unos cuantos cientos de estrellas, pero las mismas tenían formas y colores

nunca vistos en el Universo. Dios estaba realmente complacido con la belleza de

Tazari y estaba ansioso para ver como terminaría su experimento. Dotar de

voluntad a las estrellas era algo que nunca había hecho y El lo consideraba tan

interesante como emprender un nuevo juego.

En Tazari había estrellas de color naranja, las había rojas, blancas, amarillas

como nuestro propio Sol, violáceas, de color índigo e incluso una estrella multicolor;

única en todo el Universo. A pesar de las enormes distancias que las separaban,

las estrellas podían comunicarse entre ellas y contarse sus proyectos e ilusiones.

Una de ellas, Mahastaar, de un llamativo color crema brillante, poseía 20

planetas en su órbita. A ella le gustaba presumir de este hecho con sus hermanas

36
galácticas, y hacía planes para que la vida se desarrollase en tres de sus planetas.

En uno sólo habría vida vegetal; en otro sólo animales gigantescos, parecidos a

nuestros fenecidos dinosaurios y que se alimentarían entre ellos, y en el último

pondría plantas y toda clase de animales, algunos racionales, pero el planeta

estaría dominado por insectos de inteligencia y tamaño superior. Mahastaar hacía

complicados cálculos físico matemáticos para determinar la cantidad de luz que

habría de enviar a estos planetas para concretar sus ideas y, lo más importante,

como establecer un equilibrio entre el agua que los mismos necesitarían, pues es

sabido que el agua es fundamental para todas las formas de vida conocidas.

Otra estrella, una enana roja, conocida como Zarlet, se la pasaba

lamentándose de que no hubiesen planetas en su sistema, sólo algunos asteroides

a todas luces improductivos. Además, por su color rojo, las otras estrellas le

llamaban “la rubicunda”, lo que no le causaba ninguna gracia. Pero en realidad

sus compañeras no se burlaban de ella, la consideraban tan hermosa como un

extraño rubí. Y es que no existe nada feo en la Creación, pues todo tiene una

razón de ser a pesar de las apariencias. Y Zarlet le daba un color especial a esa

parte de su Galaxia, y sin saberlo constituía una atracción para las demás galaxias

cercanas de su Constelación.

Estaba la enorme y extraña estrella naranja, conocida como Gantara. Esta

poseía seis hermosos planetas de similar tamaño en su órbita, que era circular y no

elíptica. Estos tenían un movimiento muy extraño que retaba a las leyes de la

física universal, por lo que Gantara era admirada por todas. Entre sus planes

37
estaba dotar de vida a uno de sus planetas, y para ello recurría a sus hermanas

estrellas, ya que por el espectro de su luz, la vida que emanase de sus ondas

también sería especial.

Karoba era un sol muy parecido al nuestro, pero más grande y brillante.

Poseía doce enormes planetas que bailaban en su órbita elíptica. Karoba, que

tenía un espíritu muy bélico y agresivo, había adelantado mucho sus proyectos de

evolución, dos de sus planetas ya tenían algún tipo de vida y ella planeaba crear

seres muy fuertes, de gran inteligencia; a quienes pondría a pelearse entre sí. Ella

haría la casta de guerreros más grande de su Galaxia, sin sospechar que a la larga

esto conduciría a la destrucción de tan bellos planetas.

Y así discurría el tiempo entre estas estrellas de extraña perfección, con

gustos disímiles, angustias, pesares e ilusiones… casi como si de nosotros se

tratara. La Galaxia parecía un mercado adonde los asistentes discutían todos los

días, contándose sus penas e ideales, intercambiando ideas, aconsejándose

mutuamente… O simplemente haciendo acto de presencia, iluminando con luz

38
propia aquella audiencia tan peculiar, todas hermanas entre si, de una Galaxia en

la cual no existía ni la envidia ni el rencor. Otras, de pronto cantaban, con una voz

tan bella y apacible que sólo inspiraba nobles sentimientos. Cuando esto ocurría

las demás callaban por respeto, pero al finalizar la singular aria estelar, siempre

había otra estrella que replicaba con voz parecida, pero de tono diferente. Y todas

escuchaban extasiadas. En raras ocasiones cantaban al unísono y entonces, hasta

el mismo Dios prestaba atención al espectáculo y sin duda se complacía mucho de

su obra tan perfecta, solicitándoles que continuasen sus cantos por largos siglos,

ya que ellas callaban por timidez y respeto. Tal era la magnificencia de estos

cantos que el Creador los amplificaba para que se oyesen en toda la Constelación

de Quazaar y las demás Galaxias que la componían aplaudían con tal frenesí que el

estruendo se escuchaba inclusive a través del agujero negro, de donde

supuestamente nada, ni siquiera la luz puede escapar. Eran extraños fenómenos

sin explicación lógica, como muchas cosas del Universo.

Dos estrellas cercanas descollaban en la Galaxia Tazari. Una era

inmaculadamente blanca y tan grande como diez de nuestros soles, era la Estrella

Albahan, tan bella que me cuesta describirla. La otra era una estrella gigante

azulada, con un color tan excepcional y fastuoso que hacía enmudecer a quienes la

miraban. Esta era Zulhan, sin duda una de las creaciones más exquisitas del

Sublime Hacedor, que estaba particularmente complacido de la apostura de estos

dos astros, cuya beldad rivalizaba entre sí. Zulhan y Albahan eran luceros

colindantes, por lo que su proximidad causaba una natural atracción entre los dos.

39
Zulhan y Albahan
Albahan se sentía turbada ante la presencia de Zulhan, pues sabiéndose

hermosa la confundía ver tan cerca un astro de igual o mayor belleza y resplandor.

Igual pasaba con Zulhan, pues la venustez de Albahan lo azoraba y le producía

gran admiración. Tal era el éxtasis que se ocasionaban mutuamente que ello les

impedía hacer planes para su futuro y el de los planetas que les circundaban.

Pasaban el tiempo admirándose con infinito embeleso y pronto se hizo obvio que la

una era cautiva de la otra.

Luego de un millón de siglos de mutuo arrobamiento y de comunicaciones

esporádicas sin importancia, Zulhan se atrevió a dirigirse de este modo a Albahan:

- “No cabe duda preciosa Albahan que eres la estrella más hermosa de

nuestra Constelación. Debes perdonar mi osadía al decírtelo, pero después

de tanto tiempo has de saber que realmente me fascinas, ya no puedo

callar este sentimiento tan apacible que me ocasiona tu proximidad y tu

fulgor. Eres tan preciosa que el solo contemplarte es suficiente motivo para

justificar mi existencia”.

40
Albahan se sorprendió, aunque hace mucho deseaba oír tan dulces palabras, la

sorpresa hizo que su blancura por un breve instante tomara un tinte rosa, pero

enseguida se compuso y así le respondió:

- “¿Me llamas hermosa magnífico Zulhan? Viniendo de ti esto sí que es un

gran halago, pues no sé de un astro más perfecto que tú. Quizás pretendas

bromear conmigo, pero presiento que tus palabras son sinceras y he de

decirte que el mismo sentimiento que albergas respecto a mi es el que

siento yo por ti. Tu cercano resplandor me causa tal felicidad que ni

siquiera he tenido tiempo en pensar en mi porvenir y en el desarrollo de los

planetas que amparo. Quizás mi destino sea observarte en silencio y ver en

ti la grandeza del que nos hizo.”

- “Me causa tanta dicha el escucharte divina estrella, dijo Zulhan conmovido a

la vez que del mismo salió un resplandor inusitado del que toda la galaxia

fue muda testigo. Realmente no se como he podido esperar tanto para

decirte lo mucho que me impresionas, lo mucho que te admiro y la extraña

sensación que me produce hacerlo. Me cautivas a tal grado que tampoco

he podido planear mi destino, que parece estar sólo ligado al tuyo”.

Los demás luceros estaban perplejos al escuchar tales palabras, que ellos

consideraban apropiadas para admirar al Creador y no para dirigirse mutuamente.

Pero pronto comprendieron que no había nada de malo en ello, pues eran

espontáneas y pletóricas de veracidad y sentimiento. Poco a poco se fueron

acostumbrando a tales manifestaciones, que se hicieron más frecuentes. A veces

41
Zulhan le cantaba a Albahan, que respondía con la afable voz de la pureza y

emocionaba a todos los que tenían el placer de escucharla. Tales eran sus cantos

de ternura que las estrellas más lejanas e inclusive las de otras constelaciones

cercanas las aprendieron para entonarlas ellas mismas.

El Gran Arquitecto estaba intrigado. Si bien Él había previsto el libre

albedrío, no presintió el desarrollo de sentimientos entre aquellos luceros. Y en

vista de que esta emoción se transformó en puro Amor, no le quedó más remedio

que aceptarlo, puesto que Él Mismo era la evocación del Amor Perfecto y sabido es

que este sentimiento todo lo puede, por lo que aquella mutua admiración siguió su

noble curso con el beneplácito del Gran Hacedor.

Muchos miles de siglos después, la leyenda de aquella pasión tan candorosa

era conocida en todo ese Universo. Nadie se explica la forma en que seres

evolucionados tuvieron conocimiento de la misma, y se escribieron libros

inspirados en tan celestial relato. Zulhan y Albahan eran protagonistas de una

sorprendente historia de adoración recíproca, tan grande como no volverá a verse

en absoluto en cualquier Universo. El cariño que se profesaban se agigantó con el

pasar de los siglos y ellos se contentaban con cantarse mutuamente o decirse

palabras impregnadas de tal ternura que es muy arduo trazarlas por temor a

deformarlas. Sus planetas se llenaron de flores con los aromas más excelsos que

se han percibido alguna vez. El calor de uno envolvía al otro, creando dos

sistemas planetarios de apacible encanto y clima sin igual.

42
Ambos luceros se amaban tanto que realmente deseaban unirse para

siempre, por ello un día Albahan le propuso a Zulhan que se expandieran de modo

que estuviesen si acaso más unidos. Al principio Zulhan desechó esta idea porque

las consecuencias eran imprevisibles y sin duda ello afectaría a los planetas que

con tanto cariño habían visto desarrollarse en sus orbitas. Pero la insistencia

venció a la cordura y los dos decidieron intentarlo, para ello se prepararon durante

mil años, deberían aumentar su calor y agrandarse a tal punto que sus orbitas se

unieran. Todos notaron que el brillo de los mismos había aumentado, pero lo

atribuyeron a sus exaltaciones de amor. Sus gases se extendieron a tal punto que

de pronto no fue posible para ellos contenerse y ambos luceros estallaron al

intentar unirse, originando la supernova más espectacular de la que se tenga

noticia, de violencia tal que destruyó todos sus planetas y parte de aquella Galaxia

sin igual. Y millones de años después surgió de aquel microcosmos una nueva

estrella a la que Dios puso de nombre Albazul, la que sin duda es la Estrella más

Hermosa de Todos los Universos que hizo el Creador.

Albazul

43
PER
RFUME
E DE LA
A INDIA
A

44
Mysore es una de las ciudades más bonitas y notables de la India. Está

localizada en el Estado de Karnataka, en el Sur del país. Goza de un agradable

clima primaveral y no está excesivamente poblada pues sus habitantes no llegan al

millón de personas, lo que para la India es poco. También tiene un pasado

histórico y está rodeada de misticismo, como casi todo en ese bellísimo y

misterioso país. Mysore es famosa por la calidad de las sedas que allí se producen,

pero también por sus perfumes e inciensos, que son exportados a todo el mundo.

Posee uno de los Palacios más hermosos de la India, el Palacio del Maharajá, Lalita

Mahal, adonde se conservan tesoros de incalculable valor.

Al sur de Mysore, en Nanjangud, aldea de unos sesenta mil habitantes, vivía

una linda jovencita de dieciséis años llamada Leela. Era alta, de lindo talle, dulce

sonrisa y preciosos ojos verdes. Su belleza hacía perfecto juego con su bondad y

sencillez, siempre estaba dispuesta a ayudar al prójimo y el que tenía la dicha de

conocerla siempre ansiaba volverla a ver, pues ella irradiaba tal amor que hasta la

persona más severa e insensible se enternecía ante su presencia. Sus padres eran

humildes, como todos en esa aldea.

A Mysore y sus alrededores llegaban viudas de toda la India, sus creencias

religiosas las persuadían a dirigirse allí al enviudar, con la esperanza de una vida

mejor. Allí laboraban o mendigaban hasta el fin de sus vidas, pero eran felices

dando rienda suelta a sus convicciones. Las personas de religión hindú le dan una

importancia vital al karma y este rige todos sus actos. Mediante el karma se puede

decir que merecemos lo que damos, o lo que hayamos dado en vidas anteriores.

45
Los buenos hindúes procuran hacer el bien para de ese modo alcanzar la moksha o

la liberación del alma, que es la unión de la misma con la Verdad Suprema u OM,

lo que conocemos como Dios. A veces esto se logra solo después de muchas

reencarnaciones. Leela gustaba de conversar con estas mujeres, siempre tenía

chapatis, rotis o un buen nan, que son variedades de tortas hechas en la India y

que suplen al pan, para ofrecerles a las viudas y ellas comentaban que Leela tenía

un buen karma. Cuando elevaban sus plegarias a los dioses de sus preferencias se

acordaban de Leela y le pedían a Durga que la protegiera, a Saraswati que la

iluminara, a Lakshmi que le trajera buena fortuna y al dios Ganesh que su

camino siempre estuviese libre de dificultades. En la religión hindú existen muchos

dioses, infinidad de ellos, pero estos equivalen a los muchos santos de la religión

Católica, en la que también existen santos patrones para las profesiones o las más

diversas actividades. La verdad es que Dios sólo hay uno para ambas religiones, y

de hecho los hindúes creen en una Trimurti, que es el equivalente a nuestra

Trinidad. Tres entidades en un solo Dios, Brahma, Shiva y Vishnú; igual que

el Padre, Hijo y Espíritu Santo. El Dios Vishnú ha reencarnado en forma de

hombre varias veces, para los hindúes Narayana, Rama, Krishna y Budha son

algunas de esas reencarnaciones. El mismo Cristo es considerado por algunos

creyentes como la última reencarnación de Vishnú. Si estudiamos la vida de

Krishna, bien descrita en el Bhagavad Gita, encontramos algunas similitudes

con la vida del mismo Cristo, como el hecho de que ambos son hijos de una

madre Virgen.

46
Leela era muy creyente, lo primero que hacía al levantarse eran las

abluciones necesarias para la puja, la oración en la India, en honor a Parvati,

una de las formas de Kali, de la que era gran devota. Después ayudaba en las

faenas a su madre, iba a hacer las compras o acompañaba a Ravinder, su padre,

en su trabajo de repartidor de víveres. Siempre llevaba alimentos para repartir

entre las viudas más necesitadas y estas se deshacían en elogios y bendiciones

para la joven. Sus padres y familiares estaban muy orgullosos de las cualidades de

Leela y pensaban en lo afortunado que sería el hombre que llegara a tenerla como

esposa.

Durga o Kali Krishna

A pesar de todos sus atributos, había algo que se hacía notar de inmediato

sobre los demás. Este era más bien una peculiaridad y es que Leela siempre tenía

un olor a flores delicado y único que la caracterizaba. No era el olor de una flor

específica, sino el aroma de varias flores diferentes, un perfume finísimo que nadie

recordaba haber sentido antes. Como Karnataka, que significa “tierra elevada”,

tiene fama de poseer las flores más hermosas de la India y sus esencias son las

más finas que se pueden conseguir, todos suponían que Leela producía su

47
perfume mezclando aquellas, como era común entre las mujeres del área, de igual

forma que las amas de casa de toda la India mezclan sus condimentos para crear

un curry o masala único para cada hogar. Lo del perfume de Leela era muy

comentado por las viudas y muy pronto la historia se conoció en todos los pueblos

cercanos y en la misma Mysore: “Existía una bella joven, llamada Leela del pueblo

de Nanjangud, que posee un perfume cuyos efluvios parecen salidos del mismo

cielo”… Este rumor llegó a oídos del perfumista más famoso de la Ciudad,

Mayanand Ram, quien expresó su ferviente deseo de conocer aquella fragancia,

sin duda pensando en copiarla pues era sabido que el podía reconocer miles de

olores sin equivocarse. Mayanand conocía todas las flores, bálsamos, aceites,

resinas y esencias de la región, y era un maestro en el arte de mezclarlas. De

toda la India llegaban las Maharaníes más acaudaladas, las cantantes más famosas

y las actrices más bellas y conocidas para que el Maestro Mayanand les fabricara

perfumes especiales exclusivos para ellas, lo que él hacía consultando los astros y

examinando la piel y la retina de sus clientas, al más puro estilo Ayurveda.

Mayanand consultó con las viudas que frecuentaban el Palacio de Mysore en

pos de los turistas que allí llegaban procedentes de todas partes de la India y del

mundo hasta que un día una de ellas, de nombre Priyanka le manifestó que ella

había visto a la joven del perfume y a su padre en una tienda cercana al mercado

de Mysore. Y allí se dirigió de inmediato Mayanand Ram, con la esperanza de

saber algo más sobre Leela.

48
Los dueños del bazar recordaban a Leela y su padre. El hombre viajaba una

vez al mes a suplir aquel negocio de miel y artesanías, uno de ellos recordó

haberle escuchado decir que vivían en Nanjangud adonde al día siguiente, muy

temprano, fue Mayanand con la esperanza de encontrar lo que tanto le intrigaba.

Allí todos conocían a Leela y su familia, que era muy estimada y Mayanand no

tardó en dar con la casa adonde vivían. Leela no se encontraba allí, había ido con

su padre hasta Mangalore, un puerto de la costa del Mar de Arabia, adonde

Ravinder se surtía de pescado y camarones secos, los que vendía con buena

ganancia, ya que eran muy apetecidos en todas partes. Ellos estarían al menos

una semana en Mangalore, por lo que Mayanand explicó el motivo de su visita, lo

que hizo que Sushmita, la madre de Leela, sonriera ya que estaba acostumbrada a

que le preguntasen por el origen de su perfume.

La misma Sushmita no podía aclarar el origen de aquel perfume, que

impregnaba toda la casa pero era más intenso en la habitación de Leela. De

hecho nunca había visto a Leela perfumarse, así que la fuente del mismo parecía

ser la propia Leela, aunque nadie hablase sobre el tema en el hogar puesto que

era algo difícil de aclarar y mucho menos de creer. Y en verdad Mayanand estaba

incrédulo, podía percibir el aroma pero no pudo distinguir todos sus ingredientes.

Decidió irse pero prometió regresar después de una semana.

49
Unos días después, Mayanand recibió la visita de la Maharaní de Gwalior, que

era una de sus más queridas clientas. Ella expresó su deseo de comprar la más

delicada esencia para su hija, que haría su presentación en sociedad y Mayanand,

recordando el perfume de Leela, le describió el mismo con estas palabras:

- “Jamás sentí un aroma igual, era como si todas las flores de los jardines de

Brindavan hubiesen mezclado sus esencias en una sinfonía de fragancias,

pues quedé absorto y me di cuenta que no podía realizar tal mezcla con los

extractos que conocía. Muy pronto regresaré allá para ver a la joven e

intentar reproducir su perfume, pues quizás viéndola y sintiendo el mismo

directamente me sea posible hacerlo”

La Maharaní se sintió muy interesada y le pidió a Mayanand que le permitiese

acompañarlo para conocer a la virtuosa Leela y así comprobar por si misma si todo

esto era cierto, lo que complació a Mayanand Ram pues ello también sería un

halago para Leela. “Una dama tan poderosa visitando un lugar tan humilde sin

duda presagia buenas cosas”, pensó el perfumista.

Y llegó el día de la esperada visita, esta vez Mayanand estaba seguro que al

fin podría conocer a Leela y por ello sentía mucho alborozo. Puntualmente llegó la

Maharaní de Gwalior a recogerle y ambos partieron a Nanjangud donde no

tardaron en llegar, siendo recibidos con mucha alegría por sus habitantes para los

que la visita de la Maharaní era todo un acontecimiento. Las autoridades de

Nanjangud, avisadas de la presencia de tan ilustres visitantes, les dieron una cálida

bienvenida y al percatarse del motivo de la misma, decidieron acompañarles a la

50
morada de Ravinder. Allí estaba Leela, más hermosa y radiante que nunca, que

con su cautivante mirada fascinó de inmediato a Mayanand y su acompañante.

- “Namaste, es un honor conocer a Su Alteza y a usted Sahib”, dijo la joven

con auténtica modestia mientras que con unía sus manos y se inclinaba

levemente, haciendo el característico gesto para esa ocasión.

De inmediato los visitantes pudieron percibir la fragancia tan irresistible que de ella

emanaba. Era un olor especial que embelesaba, una mezcla de dulzura y amor

inmensos. “El perfume perfecto”, pensó la altiva Maharaní de Gwalior. Mayanand

no podía articular palabra alguna, tratando de descifrar los misterios de aquel

aroma mientras intentaba imaginar como reproducirlo y entre más cavilaba más se

convencía de que aquello era quimérico. Sin embargo, mirando atentamente a

Leela, se atrevió a preguntar:

- “Dinos Leela, virtuosa joven, ¿en dónde consigues el delicado perfume que

de ti exhala? Has de disculpar nuestra curiosidad, pero en verdad jamás

habíamos sentido una fragancia semejante y tal es la atracción que nos

produce que quisiéramos, si te parece adecuado, que compartieses esta con

nosotros permitiéndonos obtenerla”

Leela sonrío, pues ya otras veces había escuchado tal solicitud y dijo:

- “Sahib, aún cuando parezca incierto, yo no suelo utilizar fragancia alguna,

salvo ocasionalmente en las ceremonias y fiestas importantes a las que me

he permitido asistir. Y en esas ocasiones utilizo los bálsamos y esencias que

prepara mi madre, pues no podemos permitirnos el comprar perfumes

51
fabricados. Yo misma no tengo explicación para esa pregunta que ya me

han hecho anteriormente”.

Tanto Mayanand como la Maharaní comprendieron que Leela decía la verdad.

Entonces, ¿cómo explicar aquel olor que era innegable?... La Maharaní de Gwalior

hizo patente la curiosidad de todos los presentes al decir:

- “Estoy dispuesta a entregar un lakh, que son cien mil rupias, al que pueda

darnos una explicación veraz sobre el perfume de Leela”.

Maiyadin Takhur era el anciano más venerado de Nanjangud, un verdadero Swami

o guía espiritual, por ello le llamaban Sri Maiyadin como señal de respeto y cariño.

Si alguien podía tener la respuesta a la interrogante sobre Leela era él. Por ello

Baba Mustaqueem, el regidor de Nanjangud sugirió dirigirse al Templo adonde

normalmente se le hallaba meditando y, en efecto, allá fue una comitiva que

incluía a la Maharaní y a la propia Leela. Al llegar al Templo decidieron que fuera

Ravinder quien entrara a interrumpir las reflexiones del gurú para requerir su

parecer sobre el asunto. El Swami no se molestó, era un hombre notable y sereno,

siempre dispuesto a escuchar y dar sabios consejos. Solicitó ver a la joven Leela y

al hacerlo sus ojos se iluminaron por un breve momento. Suspiró pausadamente

52
al sentir el mágico aroma que de ella emanaba, sacudió la cabeza de muy leve

forma y dijo lo siguiente:

- “No soy yo quien pueda explicar este prodigio. Pero en el Templo de

Chamundeswara, situado en el Monte de Chamundi, existe un Mahant, un

hombre santo de gran poder místico, que podrá interpretar el por qué de

esta manifestación. Deben dirigirse a su templo, pues él mejor que nadie,

despejará vuestras mentes y les hará entender o que ahora les es vedado”.

Ganesh

Ahora deberían hacer un viaje más, al conocido Templo de Chamundeswara, la

deidad hindú de los drávidas y que no estaba lejos de la Ciudad de Mysore.

Mayanand y la Maharaní decidieron pernoctar en Nanjangud y visitar el Templo al

día siguiente, acompañados de Leela, y sus padres, Ravinder y Sushmita. Tenían fe

en que por fin iban a esclarecerlo todo.

53
Al día siguiente partieron hacia Chamundi después de recibir la bendición del

Swami, a quien la Maharaní hizo una buena donación para ayudar a los más

necesitados del lugar. Leela estaba radiante y durante todo el trayecto conversó

animadamente con la Maharaní, quien le relato muchos de sus viajes fuera de la

India. Entre ambas mujeres se inició una amistad que duraría por siempre y, a

pesar de su grandeza y de que ella era una brahmani, la casta más alta de la India,

la Maharaní sintió una auténtica admiración por la primorosa adolescente. Se

prometió invitarla algún día a visitar Gwalior y a ayudarla económicamente a

proseguir sus estudios en la Universidad que Leela escogiese pues pensó que sin

duda lo merecía.

El Monte de Chamundi es uno de los lugares más visitados de la India, allí

llegan peregrinos de todas partes. Realmente es una colina con una vista muy

54
bella de la Ciudad de Mysore y sus alrededores. Al llegar allí uno se impresiona

con la estatua de Mahishasura, el demonio rey que es el guardián de Chamundi y

su Templo, es una estatua de un coloso de fiera mirada que sostiene en su mano

derecha una típica espada curva de la India y en la mano izquierda una serpiente

Cobra, también descomunal. Los peregrinos miran la atemorizante talla, que está

bellamente ataviada, y siguen el camino hasta encontrarse con el no menos

formidable Toro Nandi, tallado en piedra y de apacible figura, que acarician con

mucho apego antes de dirigirse al Templo donde se encuentra la diosa. Según la

creencia hindú, el Toro Nandi es utilizado por el Dios Shiva para transportarse

Este sitio es considerado sagrado por lo que uno debe estar siempre descalzo. El

lugar es mantenido amorosamente limpio por los muchos voluntarios que allí van a

peregrinar y a rezar. Para entrar al Templo hay que tener gran paciencia, pues

son miles las personas que aguardan su turno con genuina devoción.

El Mahant siempre esta dentro del templo, rodeado de sus más fieles

seguidores. Es un hombre muy venerado y es muy difícil acercarse al mismo, lo

que por otra parte nadie intenta pues aquellos peregrinos se sienten felices con

sólo verle, su mirada basta para sentir una paz espiritual única y recibir su especial

bendición. Es una sensación única y uno se siente liberado de todas sus cargas,

tal es la grandeza que irradia de aquel hombre tan santo. Son tantas las personas

que, por lo general, el mismo Mahant escoge a quienes desea tocar; entonces uno

extiende la palma de la mano derecha y el Mahant deposita unas gotas de agua

por el bendecida que uno debe tomar, luego el mismo Mahant o alguno de sus

55
asistentes te ofrece una ofrenda que puede ser de frutas y flores que uno puede

comer o a su vez ofrendar a los dioses de su hogar. El ambiente es de gran paz

espiritual y todos sienten emoción y recogimiento. El Mahant parece saber

siempre cuando alguien desea consultarle algo y de ese modo te mira y se dirige a

ti, que debes esperar a que el te hable primero.

Por ello, cuando el Mahant vio a Leela de la mano de la Maharaní y rodeada

de sus padres y Mayanand su rostro se iluminó aún más y les sonrió a aquellas

personas. Entonces tocó con su mano a Leela, que estaba conmovida, le brindó el

agua bendita y posó su mano en la cabeza de la joven, al tiempo que le decía:

- “Eres en realidad una joven muy afortunada, has sido bendecida por el Dios

Shiva desde tu nacimiento. Tu virtud y tu pureza son tan grandes que

Parvati, a la que tanto veneras, ha permitido que ellas emanen de tu

cuerpo. Ese es el perfume que exhalas, un prodigio de Parvati, pero

producido por tu virtuosidad y el mismo se mantendrá mientras mantengas

esta. Por ello eres feliz y transmites esa dicha a los que te rodean”.

56
El origen del perfume estaba claro. Nadie osó hablar y salieron del Templo

pletóricos de paz. La Maharaní hizo la donación prometida, fiel a su palabra, que

serviría para mantener aquel lugar tan sagrado. Mayanand comprendió que no le

sería posible imitar algo de origen bendito, pero se sintió dichoso por haberlo

conocido. Los padres de Leela confirmaron lo que hace tiempo sospechaban. Y

Leela dio gracias a Dios y le rogó que por medio de Parvati le diera la dicha de

seguir ayudando a quien lo necesitara.

57
UNA NOCHE DE PESCA

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Soplaba brisa, pero era la habitual en el mes de abril. Felipe prefería pescar de

noche, hacía menos calor y si pescaba en los lugares adecuados, la captura era

más abundante. Y esa noche necesitaba pescar algo pues en los últimos días la

situación no era la mejor, todo estaba más caro y especialmente el precio de la

gasolina, que estaba por las nubes. Debía comprar libros y cuadernos para sus

hijos, que ya tenían un mes de haber empezado el nuevo año escolar. Eran las

siete cuando abordó su viejo, pero fuerte bote, herencia de su padre y que tantas

satisfacciones le había dado. Puso en marcha el motor y se dirigió al Cayo Bonito,

allí se sentía seguro y, por lo general, de noche se pescaban abundantes pargos y

otros ricos peces. Felipe era un hombre muy creyente, sus padres le habían

enseñado a encomendarse a Dios en las situaciones difíciles, ellos practicaban la

religión Metodista, pero en esa alejada Isla no había ninguna Iglesia y Felipe no

recordaba la última vez en que había asistido a algún culto. Sin embargo, entre su

esposa y él inculcaban a sus hijos el amor a Dios y a los semejantes, les

enseñaban a orar y a no hacer el mal. Era lo básico, pero sentían que sus vidas

eran simples y que hacían lo correcto.

Después de una hora de tranquilo viaje el motor se paró. Felipe no se asustó,

antes había pasado por lo mismo y sabía que lo más importante era no perder la

calma y remar hacia un lugar seguro, el Cayo estaba a media hora de remo y allí

podría intentar arreglar el motor o pescar hasta el día siguiente, cuando de seguro

llegarían otros pescadores al área, o los turistas frecuentes a bucear, si el tiempo

era bueno.

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La noche, en la que hasta entonces lucía un firmamento radiante de estrellas,

de pronto se hizo oscura y brumosa, pero él estaba muy cerca de los cayos. Remó

muy despacio durante veinte minutos y entonces decidió tirar el ancla y pescar

hasta que se aclarase algo aquella oscuridad, pues podía sentir las olas reventando

en los cayos y no quería arriesgarse a estropear su preciado bote.

Pasaron unas tres horas sin pescar nada, la oscuridad era total y la bruma

espesa, Felipe se sintió muy solo, perdió la noción de tiempo y espacio y pensó

que lo mejor era rezar, encomendarse a Dios, suplicar porque mejorase el

tiempo… y en eso estaba cuando oyó una voz que provenía del agua:

Psst, Felipe, escúchame y no temas. Si acercas tu mano al agua, a tu derecha,

podrás sentirme aunque no me veas. Soy el mero que reina en estás aguas, el

rey de los peces y de todo lo que se mueve en este mar. A pesar de que en

varias ocasiones has pescado a mis parientes y vasallos no te guardo rencor y

quiero ayudarte. Es necesario que pongas mucha atención a lo que te digo, no

sientas miedo, pues estas cosas suelen pasar a pesar de que nadie las admite,

pues lo tildarían de loco….

Felipe estaba aterrado y pensó que eran juegos de su imaginación, pero aún así

extendió su mano derecha tal como se lo indicaban. De inmediato tocó la enorme

cabeza de un pez, pudo sentir como esta se movía y también como abría la boca al

hablar aquel animal que no podía ver. Por instinto retiró la mano, que ahora

estaba húmeda y olía a pescado. Así supo que esto no era ningún sueño, sino

algo muy real. De modo que preguntó:

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- ¿Cómo es esto posible? ¿Qué clase de ángel o demonio eres? Los peces no

pueden hablar….

A lo que el pez mero respondió:

- En efecto, los peces no hablan. Pero he sido facultado por el Dios a quien

hace poco implorabas, para darte la ayuda que necesitas. Antes debes

escucharme, pues en esta agua todos me respetan, ya que soy el amo

absoluto y por muchos años he cuidado de mi territorio, como tú haces con

los tuyos y la finca que posees. Debes de creer, porque sólo así recibirás lo

que pides.

y continuó:

- Antes de ti he ayudado a algunos humanos, ninguno ha hablado sobre esto,

pero todos han vuelto a estas aguas para agradecer la ayuda, sin embargo

muy pocos han vuelto a verme o sentirme. Haz de saber que no siento

mucha simpatía por vosotros, muchos han intentado capturarme pero todos

han fallado. Sin embargo han pescado a mis hermanos, amigos y

congéneres. Esto lo comprendo porque es la Ley del que Todo lo Hizo, el

Maestro del Universo a quienes ustedes llaman Dios. Ese que Todo lo

Puede me dio la orden de ayudarte, en mi puedes ver Su Poder. Ahora

mismo eres más insignificante que yo, pues yo estoy en mi medio y

mantengo el equilibrio en este lugar. Tú ni siquiera mandas en la tierra a la

que perteneces.

61
Felipe no podía creer lo que escuchaba, pero lo hacía con admiración y hasta

respeto. Comprendió que como estaban las cosas, no tenía más alternativa que

escuchar y confiar en el pez. El mar, hasta entonces tranquilo comenzaba a

agitarse, el viento parecía moverse en todas las direcciones posibles y en aquella

oscuridad no había forma de orientarse.

Dijo entonces el mero:

- Dentro de poco el tiempo va a empeorar y es muy peligroso que estés aquí,

leva el ancla y deposítala en el bote, me das la cuerda de amarre y yo me

encargaré de que unos delfines conduzcan tu lancha a la costa donde vives.

Mientras tanto seguiré al lado de la misma pues es necesario que sigamos

conversando. No temas y confía en mí.

Felipe hizo lo que le indicase el pez y casi de inmediato sintió que su bote era

remolcado, incluso con rapidez… él estaba maravillado de lo que podía oír y sentir,

porque nada era lo que podía ver en aquella oscuridad. El viento era más intenso

y las olas más grandes y fuertes, sin embargo era obvio que su bote se iba

abriendo camino entre ese oleaje de forma estable y segura, casi con suavidad.

Era algo realmente asombroso.

Y el pez dijo con voz firme y potente:

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- Ya ves Felipe que no hay nada que temer. Cuando se es honrado y bueno

como tú, que además crees profundamente en Dios y confías en Él, siempre

hay un rayo de esperanza en la peor de las dificultades. Dentro de tu

pobreza siempre has procurado hacer lo mejor, crías y educas con denuedo

a tus hijos y eres justo y amable con tus amigos. Dios vela por ti y por

todos sus hijos, incluyéndonos a nosotros. Nos toca pues amarle y

respetarle, y hacer lo mismo con toda su creación. Muchas serán para ti las

enseñanzas de esta noche, que ha sido una prueba más para ti. Todos

tenemos nuestra importancia en el Universo, por ello debes de mirar con

Amor a todo lo que de Dios viene. Cuida al mar y a sus criaturas porque

también somos obra de Dios, y de ello vives. Cuando vuelvas a pescar coge

sólo lo necesario para tu subsistencia, no dañes lo que te mantiene. Y lo

más importante: haz que tus amigos tomen conciencia de lo que te digo

pues nadie debe malgastar nuestras riquezas. Siempre ha de haber un

equilibrio entre el hombre y la naturaleza.

Recordó entonces Felipe las veces que pescó más de la cuenta y los peces se

habían estropeado, pues no tuvo la oportunidad ni de salarlos o ahumarlos. Sintió

sincera vergüenza por ello. Peor fue rememorar que algunos de sus amigos

preferían botar los peces que no podían vender, en vez de regalarlos a los más

necesitados. Se consoló pensando que al menos el siempre regaló los peces a

quienes no podían pagarlos. Todo esto cavilaba nuestro amigo cuando se dio

cuenta de que llovía profusamente, el viento y el oleaje eran intensos, pero ahora

63
podía distinguir la proa de la popa, además de poder ver y sentir la lluvia. El bote

seguía su camino como impulsado por magia y el tiempo pasaba imperturbable

como siempre. Felipe entonces se atrevió a preguntar.

- Dime, poderoso mero, ¿tienes acaso algún nombre con el que pueda

dirigirme a ti? No sólo quiero agradecerte la ayuda que me prestas, sino

que además es necesario que sepas que he comprendido tus palabras y lo

que con ellas me has enseñado. Lo más importante es que sé que esto ha

sido posible porque Dios así lo ha querido, vayan por tanto a Él mis palabras

de agradecimiento y alabanza por haberme permitido sentir de esta forma

Su Poder y Su Presencia. ¡Bendito sea Dios y todas sus criaturas!

En eso el bote se detuvo y una gran ola cayó sobre el mismo, depositando

una buena cantidad de peces de diferentes especies. Casi de inmediato la

tempestad empezó a amainar y Felipe pudo distinguir la costa y la tenue luz de

su casita, tan familiares para él. Y el mero habló por última vez.

- Felipe, tu hogar está cerca y el tiempo ha mejorado. Desde aquí es muy

poco lo que debes remar para llegar allí, por lo que hasta aquí te

acompañaré. No tengo nombre, pero tu puedes llamarme Merik. Algún día,

cuando sienta tu presencia en mis aguas, nos volveremos a comunicar. Y

quizás podrás verme, así estarás seguro de que soy tan real como el mar

adonde vivo. Me he permitido hacerte el obsequio de estos peces para que

lleves algo a casa, pero este episodio ha de quedar entre tú y yo, con la

64
anuencia de Dios que lo permitió. Ahora has visto Su Poder y Misericordia,

no le ofendas jamás y difunde lo que has aprendido sobre respetar Su Obra.

Algún día ni tu ni yo estaremos en este mundo, pero el Universo continuará

existiendo porque este es parte del mismo Dios, que es eterno. Tienes la

oportunidad, mediante tu conducta y acciones en la Tierra, de llegar a

formar parte de Su esencia y vivir también eternamente. Se justo y ama,

pues, a los que te rodean, que el Amor te llevará a Él, te aseguro que para

ello no necesitas de ninguna religión, aunque las religiones sean buenas

pues constituyen una vía hacia el Amor de Dios, pero tu pareces haber

comprendido esto.

Eran quizás las tres o cuatro de la madrugada, no estaba seguro, pero ello

importaba poco. Remó hasta la costa, su amada costa de hermosas arenas.

Había sido la noche más intensa y especial de su existencia, que a partir de

ahora no sería igual. Se arrodilló en la playa y rezó como sus padres le habían

enseñado para dar Gracias a Dios. Aquel humilde pescador, que apenas sabía

sumar y restar y a cuyos lares no llegaba religión alguna, se sentía muy feliz y

en Paz con Dios, dirigió su mirada al mar y por un instante creyó ver entre las

olas la enorme cabeza de su amigo Merik, el mero salvador…

65
EL CEMENTERIO DE MARTIN

66
Martín era despreciado por todos. De cuarenta años, había desperdiciado la

mitad de su vida dedicado a beber. Era uno de los alcohólicos de Bocas del Toro y

como casi siempre estaba borracho la gente lo evitaba, igual que a sus

compañeros de infortunio. Porque ya sea que se considere el alcoholismo como

vicio o como enfermedad, la verdad es que es un auténtico infortunio llegar a tal

estado.

Martín y sus colegas subsistían realizando ocasionales trabajos en sus

momentos de lucidez, generalmente los trabajos más duros o que nadie gusta de

hacer. Pintaban, recogían la basura, limpiaban los tanques sépticos, chapeaban

los lotes baldíos… luego se reunían y compartían el dinero para comprar botellas o

pachas de alcohol puro, que mezclaban con agua y filtraban con pan viejo para de

ese modo obtener más cantidad del líquido que era la principal razón de su

existencia. A veces se acordaban de comprar algo de alimento para no desmayar

y recuperar fuerzas. La misma historia que se repite a diario en todas partes del

mundo, incluso donde el alcohol está prohibido por ley o no se puede comprar, un

alcoholito que se precie se las ingenia para fabricarlo.

En los tiempos en los que se desarrolla esta historia los borrachines gustaban

de libar sus bebidas en el Parque Municipal que queda frente a la Gobernación,

cuando ello no era posible o los echaban de allí se iban a un parquecito que

quedaba por Calle Sexta, pero el mejor sitio era para chupar era y sigue siendo lo

que se conoce como “La Cabaña” y sus áreas aledañas y que queda en la playa,

con una preciosa vista del Mar Caribe. Esa es una playa muy hermosa, pero igual

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de descuidada a pesar de las campañas que se hacen para incrementar el turismo.

Beber ahí les daba una sensación de libertad que no tenían, pues estaban

encadenados al guaro, además de que en la playa se podía cantar sin temor a

molestar a nadie pues el estruendo de las olas se encargaba de acallar las

inspiraciones operísticas de los improvisados bardos.

Para llegar a “La cabaña”, que queda como a una milla del centro de la Ciudad,

si se iba a pie uno podía acortar camino entrando por el actual Cementerio en uso,

desde allí se pasaba por el Cementerio viejo, que está casi abandonado, y ya

estaba uno en la entrada del área que es usada como recinto de la “Feria del Mar”,

que se celebra todos los años en septiembre u octubre y es cuando mejor se

aprecia el lugar pues las autoridades y el Patronato de la Feria mandan a limpiarlo

y remozarlo quizás con la idea de que los visitantes piensen que siempre está así

de bonito. Por lo general, pasada la Feria las cosas vuelven a su estado normal y

nadie se acuerda de limpiar el hermoso paraje.

Cuando el guaro era abundante, Martín y sus compinches se enfilaban a la

playa y allí, al pie de los árboles de almendro o de las uvas de mar chupaban hasta

jumarse; si podían regresaban a sus casas sosteniéndose los unos con los otros,

sino simplemente dormían en el sitio, sin que importara el día ni la hora. Los

alcohólicos retan las leyes de la física cuando pierden la noción de espacio y

tiempo; nadie se explica como se guían o se sostienen, así como es difícil entender

como subsisten.

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Una noche Martín fue el primero en caer y, a pesar del “esfuerzo” de sus

compañeros, no fue posible levantarlo por lo que allí lo dejaron, abandonado a su

suerte como otras tantas veces. En la fría madrugada Martín, quizás sintiendo las

caricias de las muchas hormigas y cangrejos del lugar, se levantó y decidió

regresar a casa pasando por el viejo cementerio ya que ese era el camino que le

indicaba su entumecida mente. Ya en el cementerio, Martín volvió a sucumbir al

sueño y la bebida, por lo que cayó como una hoja sobre una de las tantas tumbas

del tétrico lugar. Y allí durmió placidamente hasta el día siguiente cuando unos

desalmados mozalbetes que pasaban por el lugar decidieron orinar sobre él, que

despertó creyendo que era cerveza lo que le caía encima.

Los pelados corrieron riendo de la infamia que acababan de hacer, sin

considerar que quizás alguno de ellos pudiese correr igual suerte en el futuro, que

no se veía muy halagador para semejantes malandrines. Martín se sentó sobre la

tumba, llorando las desgracias de su miserable existencia, cuando de pronto

reparó en la inscripción del morador de aquella sepultura. La lápida era muy vieja

y no podía leerse bien ni el nombre ni las fechas, pero se distinguía la R y la ert de

principio y final del mismo y el apellido May, que era lo único claro. Por alguna

razón Martín sabía que el nombre correcto era Rupert May y recordó que ese era

un ciudadano jamaiquino, nacido en mayo de 1846 y fallecido el 30 de octubre de

1914, por consiguiente no era posible que Martín le hubiese conocido, ni él o

ninguno de sus amigos. El difunto Rupert May era muy anterior a ellos.

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Sin embargo, la vida de Rupert May pasó por la mente de Martín como si entre

ellos existiera una antigua amistad. Vio con claridad cuando llegó a Bocas del Toro

procedente de su Kingston natal, a su esposa Mary que era una negra local, a sus

hijos y amigos de la Logia Mecánica a la que perteneció e inclusive lo visualizó

trabajando como ebanista, en lo que fue un gran maestro. Compartió sus comidas

antillanas, que tanto disfrutaba el jovial Rupert, sus momentos alegres y los tristes,

como la pérdida de su hijo mayor en un terrible accidente. Todos los detalles de la

vida de Rupert estaban en su mente, su diente de oro mal hecho, la leontina que

siempre utilizaba, su impecable forma de vestir y el pésimo español que utilizaba al

hablar, pues por lo general lo hacía en inglés. Finalmente también pudo ver con

claridad como murió, de un ataque cardiaco cuando cortaba la madera para hacer

una mecedora, que era un regalo para su amada Mary. Llegó muerto al hospital,

no sin antes decir que tenía que terminar su trabajo lo antes posible y que era

mejor que lo llevasen a su casa. Luego vino el entierro, que fue todo un

acontecimiento pues asistieron todos sus “Hermanos de la Logia” y se practicaron

los complicados y coloridos ritos de los masones para esas ocasiones.

Martín estaba asombrado hasta el punto de que su mente se despejó

totalmente. Por primera vez en mucho tiempo fue a su casa adonde se bañó y se

afeitó, limpió la sucia morada, lavó su ropa y se vistió de forma presentable. Fue

70
entonces a buscar algo que hacer, hasta que consiguió un “camarón” limpiando el

local de unos chinos, lo que le redituó unos cuantos Balboas con los que, ¡gran

milagro!, comió opíparamente como no recordaba hacerlo. La sorpresa de sus

compinches fue mayúscula, y aún más por el hecho de que a pesar de tener algo

de dinero no quisiese tomar una gota de alcohol. Durante dos días Martín procuró

no salir de su casa, excepto para laborar en lo que se presentase. Aprovechó para

ordenar sus cosas, limpiar el patio de la casa y con el poco dinero que ganaba,

además de comer, compró algo de ropa nueva para lucir con mejor aspecto. Sintió

la necesidad de ordenar su vida y de regresar al cementerio…

Al llegar allí buscó el sepulcro de Rupert May y lo arregló lo mejor que pudo,

también resaltó y pintó las letras de la lápida, con todos los datos que claramente

recordaba. Al finalizar se sentó sobre la tumba e inesperadamente vio frente a el

la figura de una indígena. Ella se comunicó con él sin hablar, de forma inexplicable.

Era obvio que se trataba de un espectro, aún así Martín no sintió temor alguno

cuando ella le transmitió que había muerto el 12 de enero de 1923 de una

hemorragia al complicarse el último parto. En vida se llamó Vicenta Baker y tuvo

cinco hijos, el último de los cuales murió a la semana de haber nacido. Era una

71
chola muy pobre y muy feliz, como ella misma se describió. Su marido, llamado

Genaro, pescaba a diario y eran dichosos en su pobreza. Le gustaba cantar, coser

la ropita de sus niños e ir a nadar a la playa cuando era posible. Su plato favorito

era la tortuga, que comía con gran avidez acompañada de banano hervido y

ocasionalmente bebía “chicha fuerte”, que ella misma fabricaba para su marido.

Tenía muchos hermanos y parientes y hubiese descansado en paz sino fuera por el

hecho de que su pequeño bebé fue enterrado lejos de ella, contrario a lo que

deseaba. Desde el momento en que el mismo nació y ella murió, su espíritu sabía

que el niño también iba a morir, era muy frágil y nadie podría cuidarlo como ella

misma. Esa era su angustia, como la de Rupert May fue el hecho de morir sin

acabar su mecedora.

La fosa de Vicenta ni siquiera tenía una simple cruz; Martín sólo sabía que allí

estaba, por eso decidió fabricarle una, a la que le puso el nombre y las fechas de

nacimiento y muerte. También cortó la maleza sobre la misma y sus alrededores y

72
colocó unas flores frescas que escogió para ella. Después de esto no supo mas

nada de ella o de Rupert, por lo que supuso que ahora descansaban en paz.

Martín había cambiado su forma de vida, ahora tenía un trabajo estable como

Conserje Municipal, que le proporcionaba los suficientes ingresos para vivir y vestir

decorosamente. Reparó su casa y muy pronto se granjeó la amistad de sus

conciudadanos. De su antiguo vicio no quedaba vestigio alguno y sus amigotes de

antaño lo miraban como si fuese un traidor. No hay peor enemigo para un beodo

reformado que sus viejos camaradas, que en el fondo sienten envidia porque ellos

no tienen la fuerza de voluntad para salir de ese abismo.

Sus visitas al cementerio aumentaron y así su comunicación con los muertos.

Nunca se presentaban en grupos sino uno a uno, le transmitían sus alegrías y

pesares y después no se volvían a comunicar con él. Martín notó que todos tenían

en común el hecho de que murieron deseando algo, o haciendo algo, o de forma

violenta. La angustia en el último momento era el denominador común de

aquellos aparecidos. Martín jamás sintió miedo de alguno de ellos, a pesar de que

el aspecto de unos era temible, en especial los que murieron por suicidio o mano

criminal.

Le gustaba recordar a Luis, un hermoso niño de nueve años que murió de una

pulmonía en mayo de 1946 y cuyo último deseo era recuperar sus fuerzas para

terminar su tarea escolar, una bella manualidad sobre el mapa de Panamá. Luis

fue un niño muy activo y querido por todos, de mente ágil y travieso en extremo,

una de cuyas chiquilladas favoritas consistía en amarrar latas a los gatos, lo que

73
dejó de hacer cuando un mal día las mismas se enredaron en las ruedas de una

bicicleta y el pobre animalito murió atropellado por un carro que por allí acertó a

pasar. Luis sentía un amor especial por su madre y por su maestra, su pena era

no haber podido terminar el mapa, del que estaba muy orgulloso. Al describir su

congoja a Martin, el niño pudo por fin liberarse de la misma. Como Luis, otros

espectros infantiles narraron sus desventuras. Martín se impresionó con la ayuda

de Carmencita, que falleció el día de su graduación de sexto grado, en 1951,

cuando para ese fin se dirigía desde la Isla de San Cristóbal a la Isla de Colón,

volcando el bote que conducía su padre. Ambos se ahogaron y la pequeña no

pudo recibir su Diploma, para lo que tanto había estudiado. El padre de la misma,

llamado Ramón, murió con el tormento de no poder hacer nada para salvar a su

hija de las embravecidas aguas. A ambos les enterraron juntos.

Un caso terrible era el de Juana Mendoza, quien sucumbió en noviembre de

1928, cuando el celoso marido la decapitó por celos infundados, ella había ido a

comprarle un regalo y el infeliz pensó que andaba con un inexistente amante.

Cuando reconoció su error el hombre se suicidó. Martín únicamente se comunicó

74
con ella, que no lograba entender por qué había sido asesinada pues aún después

de muerta amaba a su victimario, el que se condenó para siempre. En el viejo

cementerio estaban enterrados varios suicidas, Martín percibió que estos jamás

podrían reposar en paz y sólo en una ocasión se comunicó con uno de ellos, un

chino llamado Ming Chen, que acabó con su vida al serle comunicado que padecía

de una enfermedad incurable.

Así pasaron dos años desde la última juma. El antiguo dipsómano ahora era un

hombre de bien, que había logrado prosperar en el trabajo y logrado el respeto de

sus paisanos. La gente se extrañaba de verlo arreglando el viejo cementerio,

quitando los herbazales y limpiando las vetustas tumbas. Era imposible que

comprendiesen el significado de estos actos, Martín jamás comentó con nadie lo

que sucedía, pues era conciente que entonces le tildarían de loco. Se buscó una

compañera y a partir de ese momento nunca volvió a tener contacto con sus

amigos fenecidos, pero seguía arreglando las tumbas con agrado.

Un día, cuando ya estaba cercano a los sesenta años y era un hombre feliz,

con tres hijos, el mayor de los cuales tenía quince, se hallaba haciendo los

preparativos para un paseo que se haría al día siguiente a la lejana Isla de Escudo

75
de Veraguas. Ayudaba a su esposa a cocinar unos tamales y el mismo

confeccionaba unos dulces que gustaban mucho a sus pequeños. Repentinamente

sintió el deseo de ir a visitar el viejo cementerio, adonde no iba hacía más de seis

meses. Ahora el que sentía angustia era él mismo y no podía explicárselo. Pensó

que quizás sus amigos fantasmas, como cariñosamente les llamaba, estaban

resentidos por los meses pasados sin visitar el lugar.

Mayor fue la sorpresa cuando, por primera vez vio a un grupo de ellos, todos

conocidos, que le miraban con infinita tristeza. En esta ocasión no se comunicaron

con él, se limitaban a mirarle pero con tal aflicción que Martín experimento un

temor que nunca antes sintió. Súbitamente le dio un dolor de cabeza muy agudo y

perdió el conocimiento cayendo al suelo. Dos horas después, su esposa, al no

verlo llegar fue a buscarle y allí lo encontró inconsciente por lo que de inmediato

solicitó ayuda y le trasladó al Hospital. Fue una hemorragia cerebral, de la que,

milagrosamente según los médicos, logró recuperarse con el tiempo. Mientras

estuvo sin sentido Martín sintió una terrible congoja porque sabía que no iba a

poder llevar a su familia al paseo que esperaban con tanta ilusión. Fue una

angustia indescriptible, que le hizo comprender que era algo similar a lo que

describían sus amigos del más allá al explicar sus penas. Con la afortunada

76
diferencia de que el estaba aún vivo. Cuando ya estaba totalmente recuperado y

comentó esto con sus seres amados, su esposa le explicó que aquel paseo había

terminado en una pavorosa desgracia pues el bote que trasladaba a los asistentes

al mismo había zozobrado y la mitad de los ocupantes desapareció en la

profundidad del mar; a causa de la gravedad de su estado ellos no pudieron ir y de

seguro habían salvado la vida. Martín comprendió que sus amigos del cementerio

habían pagado con creces el favor que el les hizo al escucharles.

77
DOS ALCALDES INÚTILES

78
Luego de la última invasión de Estados Unidos a Panamá, en diciembre de

1989, el país quedó sumido en un momentáneo caos. La vuelta a la democracia

trajo cambios profundos y largamente anhelados en la vida nacional. Había que

restituir el orden y hacer la transición lo mas placentera posible. Los gobernantes

hablaban de reconstrucción y perdón y en muchos lugares, como en Changuinola,

se nombraron Alcaldes a dedo, como antaño nombraban los militares a los

Presidentes títeres que les representaban.

Así llegó a ser Alcalde del Distrito de Changuinola, el flamante Clifton

Grinham, que por el nombre debería ser de origen inglés o Afroantillano. El

personaje no duró mucho tiempo en la Alcaldía, porque por sus actuaciones y

modo de ser, pronto se ganó la enemistad de la mayor parte de los habitantes del

Distrito y se hizo evidente que haberlo nombrado constituía un craso error, que

después repercutió en la vida política de su mecenas. En el tiempo que estuvo a

cargo de la Alcaldía, no sólo no hizo nada positivo, sino que se hinchó de soberbia

y quizás en su atribulada mente se sintió Marqués de aquellas tierras, para luego

caer pesadamente del inmerecido pedestal adonde fue colocado y pasar al olvido

por lo improductivo y fatuo de sus actitudes.

Antes de llegar a la Alcaldía, Clifton ocupó un cargo de relativa importancia

en el muelle de la “Mamita Yunai”, la transnacional bananera que dominaba

entonces todo el quehacer provincial. En su posición el hombre gozaba de la

estima de sus superiores, a costa del desprecio de sus inferiores, que veían en él

su potencial dictatorial y sus modales zafíos y altaneros.

79
Es necesario hacer un paréntesis histórico para que se comprenda parte de

la forma de ser del bocatoreño. Durante casi toda su historia republicana, Bocas

del Toro estuvo totalmente ligada a la influencia y control de la United Fruit

Company, que después se llamó Chiquita Brands, mediante la subsidiaria creada

para ello en Panamá, que se conocía como Chiriquí Land Company. Esta tenía

dos grandes divisiones, una en Bocas del Toro y la otra en Puerto Armuelles.

Inauguración del Muelle de Almirante

El Gerente de la Chiriquí Land Company tenía en nuestra Provincia un poder

equivalente al del Gobernador de la Zona del Canal. Por muchos años, hasta la

llegada al poder del General Torrijos, el Gerente era el personaje más influyente de

la Provincia y manejaba muchos hilos tras bastidores. Los empleados más

importantes de la Chiriquí Land Company eran norteamericanos o europeos.

Seguían en importancia algunos empleados traídos de las divisiones

centroamericanas de la multinacional. Luego algunos nacionales de raza blanca o

mestizos, y finalmente los empleados afroantillanos y los indígenas, quienes hacían

80
las labores más arduas. Algunos afroantillanos, por su inteligencia y docilidad,

llegaron a ocupar posiciones consideradas como buenas o de relativa importancia

para la “Mamita Yunai”, como se conocía a la bananera. Pero los pobres indígenas,

de la etnia ngobe buglé, entonces conocida como Guaymí, eran los que realizaban

las labores más pesadas, de siembra y corte del banano. Los estibadores del

muelle, que era un grupo muy numeroso e importante, eran casi todos panameños

de ascendencia afroantillana. El racismo era notorio, e incluso existían lugares

exclusivos para los blancos y sus invitados.

Esta situación se mantuvo inalterada hasta principios de los años sesenta,

comenzó a cambiar con la llegada al poder de los militares y el traslado de las

Oficinas Centrales de la Chiriquí Land Company, entonces ubicadas en el Puerto de

Almirante, a la Ciudad de Changuinola que comenzó a resplandecer como tal, ya

que Changuinola no fue Distrito sino hasta el año 1970.

Era costumbre entre las familias pudientes de Bocas del Toro, tomar en

especie de adopción a niños de ascendencia afroantillana o indígena, a quienes se

les daba educación al mismo tiempo que servían en el hogar como asistentes.

Pero esto no era costumbre exclusiva de los blancos, también los negros o

afroantillanos adoptaban niños indígenas, a los que incluso se les daba el apellido,

por ello muchos de los mismos tienen apellidos ingleses. Hay que reconocer que

muchos de los mejores maestros eran de origen Afroantillano, quienes enseñaban

con métodos drásticos pero eficientes. El idioma hablado entre los afroantillanos,

claro está, era el inglés y los indígenas criados por ellos también hablaban dicho

81
idioma, con el acento tan especial que todavía se habla. A pesar de esto, los

indígenas no veían con muy buenos ojos a los afroantillanos, y estos últimos les

trataban a ellos con auténtico desdén y siempre les consideraron inferiores.

El “General tercermundista” hizo algo muy bueno por los panameños

humildes: les dio facilidades para educarse. Así surgieron muchos profesionales

afroantillanos e indígenas, y estos últimos tomaron conciencia de su importancia

étnica y su superioridad numérica. Y las cosas cambiaron para siempre en Bocas

del Toro, pues en la actualidad los cargos de elección están determinados por los

votos de los numerosos indígenas en todos los Distritos. Y no sólo el voto de ellos

cuenta, sino su voz, que ahora se eleva con claridad suficiente para ser escuchada

en todo el país, pues cada vez cobra más fuerza.

Clifton Grinham no hizo ningún aporte a la historia municipal. Dedico su

tiempo a pasearse entre los personajes que el admiraba, gente adinerada y

poderosa que en el fondo lo repudiaba, pero que le toleró mientras estuvo en la

posición de Alcalde. Trataba a la mayoría de los indígenas con auténtico desprecio,

haciendo desaires a diestra y siniestra. Tal era su prepotencia que inclusive llegó a

decirle al Director de una importante Oficina del Gobierno, que él (Clifton) no

“trataba con gente chiquita”, creyéndose quizás un semidiós. El petimetre viajaba

en vehículo Oficial con chofer, acompañado de bellas damiselas a las que atendía

con ínfulas de magnate, sin sospechar que sus actuaciones, que merecían referirse

a las mismas con términos escatológicos, harían que su paso por la Alcaldía fuese

afortunadamente efímero. Pero el daño político que le ocasionó a la noble

82
persona que en esa posición le puso fue perenne, cualquier pretensión electoral

del mismo se vería definitivamente truncada por semejante error. Y es que a

partir de la última década del siglo pasado, las posibilidades de que llegue por los

votos a la posición de Alcalde de Changuinola algún Afroantillano, son muy escasas,

principalmente por la notable superioridad numérica de los indígenas, que ahora

han aprendido a seleccionar a sus candidatos entre sus congeneres o entre los que

sin serlo, hayan demostrado fuera de toda duda, un auténtico vínculo amistoso y

apego por tan valioso grupo étnico, como lo es el ngobe buglé.

Años después esto quedó demostrado cuando se eligió por gran mayoría

electoral al rutilante Samuel Batracios, cuyo mayor mérito era haberse dado a

conocer entre los obreros agrícolas de las bananeras, que son la fuerza laboral

más numerosa de la Provincia. Este era un hombre astuto, pero incapaz. A su

modo de ver sería fácil manejar la Alcaldía rodeándose de asesores. Para ello

nombró infinidad de asesores para todo. Asesor Legal, Asesor de Deportes, Asesor

Musical, Asesor Económico, Asesor de Limpieza y Ornato, Asesor de Parrandas, en

fin, un sinnúmero de nuevos funcionarios, la mayoría indígenas con estudios

universitarios, que constituían una importante erogación del Erario Municipal. El

“brillante” Alcalde resolvía los problemas enviando a los que se los presentaban a

hablar con sus “Asesores”; si estos no podían hacer nada, entonces buscaba

nuevos asesores, pero él mismo no se involucraba casi nunca en la solución de las

dificultades de las comunidades que componían su Distrito o las de sus moradores.

Aún así, se vanagloriaba de “resolver más problemas que San Pedro”.

83
Como Samuel no fue nombrado a dedo, los habitantes del Distrito tendrían

que soportarlo durante los cinco años para los que fue elegido, al menos claro está

que cometiese alguna imprudencia notoria que le costase el cargo. De eso

también cuidaban sus asesores, concientes de que si el Alcalde cesaba en sus

funciones ellos podrían correr la misma suerte. La francachela y la inoperancia

eran muy grandes, pero de vez en cuando se inauguraba algún mercado

improductivo o alguna vereda o acueducto rural para darle visos de actividad a sus

actuaciones, en realidad deplorables. La repulsa de su pueblo quedó demostrada

cuando Samuel decidió correr a las Primarias para Legislador, adonde selló su

destino político, pletórico de actitudes incomprensibles, injusticias y abusos de

poder. Su proceder como Alcalde fue igual de inútil que la del anterior.

Samuel y Clifton estaban condenados a proseguir sus vidas señalados con el

dedo de la ignominia, ignorados por todos y a regresar al mismo estado de

carencias de donde habían salido. No supieron aprovechar la oportunidad que la

fortuna les brindó, como muchos otros políticos del mundo, que terminaron sus

días dependiendo de la buena fe de sus vecinos y conocidos, soñando tal vez en

los días de gloria fugaz que un día tuvieron. Y es que este relato de lo que ocurrió

en un pobre Distrito de un pequeño país puede ser aplicado a cualquier

encumbrado personaje del mundo político mundial, que al llegar a la posición

anhelada olvidan sus compromisos con los electores y el hecho de que son los

contribuyentes los que pagan sus salarios. Lo que me hace recordar las sabias

palabras del controversial genio militar que fue el General Joe Stilwell, también

84
conocido como “Vinagre” Stilwell, que de ser comandante del Cuerpo de la Armada

de los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial, pasó a ser el principal

Asesor Militar del Ejército del General Chiang Kai Sheck y que siempre decía:

“Cuanto más alto sube un mono, mejor se le ve el trasero”.

85
LOS VIEJOS NAZIS

86
Wolfgang Schuller y Dieter Heindrich eran vecinos, vivían en un área apartada

de Volcán, en la provincia de Chiriquí. Ambos pasaban de los ochenta años de

edad, pero la bondad del lugar y sus habitantes les hacían aparentar muchos

menos, pues además estaban fuertes como los pinos de su Alemania natal.

Wolfgang nació en la bellísima Baviera, en la ciudad de Augsburgo, cerca de

Munich, y Dieter en Hildesheim, cerca de Hannover, en la Baja Sajonia. Eran

inseparables, todos los días recorrían pausadamente la Finca que ambos poseían

en Volcán, diez hectáreas sembradas con hortalizas, vegetales y una pequeña

granja con auténticas ovejas y cerdos traídos de Alemania, que utilizaban

exclusivamente para su consumo. Con la leche de las ovejas elaboraban ricos

quesos, y hacían embutidos y jamones que no compartían con nadie, excepto con

sus familiares.

Dieter tenía cuatro hijos y Wolfgang cinco, todos mayores y de ellos dos

parejas se habían casado entre si, Laura y Hans, hijos de Dieter, con Heinrich y

Eva, hijos de Wolfgang, pero todos residían lejos de Volcán, algunos en el

extranjero. El único que acompañaba a su padre era Werner, el más joven de los

hijos de Wolfgang. Por las tardes acostumbraban a tomar café acompañado de

dulces alemanes que ellos mismos preparaban.

Aún cuando eran muy corteses, no les gustaba relacionarse con los demás

moradores de Volcán y la gente llegó a habituarse a verles juntos, a veces

acompañados de sus respectivas esposas, pero a no tratar mucho con ellos.

Ambas esposas, Cecilia y Martina, oriundas de Bocas del Toro, eran al menos

87
veinte años más jóvenes que sus respectivos maridos y también se conservaban

espléndidamente. Parecían ser aún más circunspectas que sus alemanes, ya que

hablaban muy poco con los lugareños y cuando hablaban entre ellas a veces lo

hacían en alemán, idioma que las dos dominaban. Los residentes de Volcán les

miraban con mucho respeto porque a pesar de esa forma de ser tan discreta,

jamás dejaban de brindar ayuda cuando les era requerida. Asistían a la Iglesia

todos juntos y le daban buenas donaciones al Párroco del lugar, que incluían

vegetales, vino y embutidos de los que producían. Por ello inspiraban pocos

recelos y más bien eran mirados con cierta simpatía. A fin de cuentas no

molestaban a nadie. Muchas personas recordaban, que algunos años antes, en

una disputa por la posesión de unas tierras, Dieter y Wolfgang prefirieron ceder las

tierras en litigio para no verse enredados en problemas legales, a pesar de que

todos sabían que los alemanes tenían la razón.

A los germanos les gustaba hablar entre ellos de sus respectivas infancias.

Dieter recordaba con cariño a su madre y a su abuela, quien le dio las primeras

lecciones de alemán cuando apenas era un infante. La vieja era estricta en

extremo y lo obligó a expresarse en un alemán académico y puro y a leer a los

clásicos alemanes cuando otros niños a duras penas leían las historias de Hansell

und Grethel. Por ello Dieter hablaba un alemán refinado y aún podía escribir el

gotikdeutsch o alemán gótico. Wolfgang en cambio, como buen bávaro, era de

carácter más festivo, bajo de estatura y rechoncho. Le gustaba cantar viejas

canciones militares y prefería comer platos alemanes, excepto los tamales con

88
puerco que le preparaba su mujer, Martina. El alemán que utilizaba al hablar

estaba siempre salpicado de maldiciones y expresiones soeces, que por fortuna

sólo eran comprendidas por sus allegados. También consumía grandes cantidades

de vino y cerveza, la última elaborada por ellos mismos y de una increíble calidad.

Los vinos por lo general eran adquiridos en la Ciudad de David, adonde

invariablemente iban una vez al mes con ese propósito. Ellos preparaban un vino

con uvas cosechadas en su Finca, este no era de mala calidad, pero preferían

utilizarlo para cocinar y otros usos más corrientes. En definitiva, los alemanes

vivían bastante bien de lo que les producían sus tierras y de las rentas que

obtenían de algunos edificios de apartamentos que poseían en la Ciudad de

Panamá, y que eran administrados por sus hijos.

Nunca hablaban con nadie sobre su pasado. Ellos habían llegado a Panamá en

julio de 1945 con seis compatriotas más, a bordo de un submarino de la clase U

89
que luego siguió rumbo a Sudamérica. Los ocho desembarcaron en las costas de

Chiriquí Grande, en la Provincia de Bocas del Toro, adonde esperaban encontrarse

con otros paisanos residentes del lugar y de apellido Lange. El problema fue que

estos últimos estaban en un centro de detención construido para ese fin en

Chiriquí. Tuvieron la buena fortuna de no ser detectados por nadie al arribar al

suelo patrio, enterraron sus pertenencias y se fueron rumbo a las montañas

cercanas adonde convivieron por algunos años con los indios ngobes de los que

aprendieron muchas cosas y a los que a su vez enseñaron otras. Cuando

finalmente lograron localizar a los Lange, mucho después de la salida de los

mismos del campo adonde fueron recluidos, se diseminaron discretamente por el

resto de la geografía nacional. Wolfgang y Dieter se quedaron viviendo algunos

años en las costas de Chiriquí Grande, adonde comerciaban con los indios y demás

habitantes del lugar. Muy ocasionalmente iban a la Ciudad de Bocas del Toro,

adonde vivían muchos compatriotas que eran dueños de lucrativos negocios, eran

los años cincuenta y en esta parte del país a nadie le importaba con los alemanes,

salvo para obtener beneficios de los mismos. En Bocas del Toro conocieron a las

que serían sus esposas y allí se casaron, Cecilia con Dieter y Martina con Wolfgang,

pues aprovechando los últimos años del Dr. Arnulfo Arias en el poder habían

conseguido cédula y hasta pasaporte como panameños nacionalizados. Fueron

años de mucha bonanza para ellos, lograron hacer mucho dinero trabajando duro,

aún cuando se rumoraba que parte de su fortuna había venido en lingotes de oro

de su Alemania natal, pero eso era algo que sólo ellos sabían con certeza. Y nadie

90
se atrevía a preguntarles semejante cosa. Fue con ese dinero que decidieron

comprar terrenos en la ciudad capital, para posteriormente hacer lujosos edificios

en El Cangrejo, Obarrio y San Francisco, que claro está, estaban a nombre de sus

hijos, panameños de ascendencia alemana. Estos últimos recibieron una esmerada

educación en los mejores colegios nacionales y en universidades de Alemania y los

Estados Unidos, entre los mismos había dos médicos, un abogado, dos ingenieros

y un arquitecto. Los demás estudiaron Administración de Empresas.

La verdad es que Wolfgang había sido Mayor de las SS, inclusive estuvo unos

meses como asistente en el campo de concentración de Dachau, muy cerca de

donde había nacido. En el ejército recibió varias distinciones y estaba considerado

un excelente Oficial. Tuvo la oportunidad de conocer al mismo Heinrich Himmler

en persona, para el que laboró durante un año en el Cuartel General de las SS.

Era seguro de que, de no haber sido por la derrota de los nazis, Wolfgang hubiera

llegado muy lejos en ese engranaje ya que era ambicioso y gozaba de la estima de

Himmler, que entonces era Jefe de la GESTAPO.

91
Dieter Heindrich era en realidad un alias de Dieter Dietrich, el elegante y

sofisticado Jefe de la GESTAPO en Hannover, a pesar de lo temible de su empleo

no era un mal hombre, pero eso sí, cumplía sus funciones muy eficientemente. No

hacerlo así hubiese despertado las sospechas de sus colegas y, en ese ambiente

de intriga y conspiración que se vivía entre los mandos de la GESTAPO en los

terribles años de la II Guerra Mundial, sin duda hubiera puesto fin a su carrera y

quizás a su vida. Dieter era amigo y confidente de uno de los máximos jerarcas de

ese organismo policial nazi y como tal fue instado por el mismo para que se

trasladase a Sudamérica poco antes del fin de la Guerra, en marzo de 1945,

cuando ya era previsible. La misión era trasladar una maleta con oro y diamantes

acumulados por su superior, que pensaba reunirse con él al finalizar la guerra.

Dieter se enteró en el submarino que su antiguo jefe había sido capturado y

ejecutado por los rusos, por lo que decidió quedarse con los bienes, no sin antes

compartirlos con algunos de sus camaradas en la nave, quizás por el temor de

perderlo todo sino lo hacía.

92
Estos secretos eran conocidos únicamente por ellos y sus hijos primogénitos, ni

siquiera sus esposas tenían noción cierta de la identidad de sus maridos, aunque

bien conocían el hecho de las simpatías nazis de los mismos, porque varias veces

escucharon conversaciones en las que se mencionaban nombres como Himmler,

Hitler, Goebels, Bormann y otros igual de conocidos, aparte de que Wolfgang

cantaba, en especial cuando se excedía en la bebida, canciones sólo conocidas por

los nazis. Cecilia y Martina entendían pero no preguntaban.

De los ocho alemanes que desembarcaron en las costas panameñas sólo cuatro

residían aún en el país. Los demás habían fallecido, dos de ellos en Chile. Los otros

dos residentes en Panamá vivían en el Valle de Antón y uno de los mismos, Karl,

estaba muy delicado de salud. Postrado en su cama, solo recibía la ocasional visita

de su paisano Hans, también residente del Valle. Ambos habían pertenecido a las

SS y habían logrado abordar el submarino más por el poder de sus padres que por

el de ellos mismos, de hecho eran los más jóvenes del grupo.

El acontecimiento más importante en la vida de aquellos sujetos era la

celebración anual que realizaban el 20 de abril, aniversario del cumpleaños de

Führer. Todos los años se reunían en Volcán, adonde llegaban los nazis residentes

en Panamá y a veces alguno de Costa Rica, Venezuela y otros lugares de

Sudamérica. Para ellos era una fiesta muy importante, que planificaban con

elaborado esmero. Unas semanas antes, anuentes del número de visitantes que

recibirían, compraban vinos y cervezas alemanes y hacían un inventario detallado

de las viandas de ese país que planeaban ofrecer a sus huéspedes. Nunca faltaba

93
el hafermastgans o ganso bien cebado, el lieverwhurst o embutido de pasta de

hígado, el sauerkraut o col agria, el Westfalianham o jamón de Westfalia y otras

muchas exquisiteces alemanas. Por supuesto ello incluía las muchas variedades de

embutidos preparadas por Wolfgang, que era un auténtico maestro elaborándolos.

La fiesta se prolongaba durante varios días y después se volvía a la rutina diaria.

En Navidades y Año Nuevo festejaban, pero sólo entre familiares.

La última vez que se reunieron las cosas habían empezado mal. Hans había

informado que Karl había fallecido un mes antes en el Valle y él se encontraba muy

deprimido, pero a pesar de eso asistiría. Esta noticia entristeció a Wolfgang y

Dieter, ellos apreciaban a Karl que era un hombre muy divertido. En las fiestas

tocaba el acordeón con gran dedicación, interpretando canciones del sur de

Alemania. Siempre estaba de buen humor, además de que era el más joven de

ellos. Bebía cerveza a raudales y a pesar de ello permanecía delgado, algo que

nadie se explicaba. Lo iban a extrañar.

Los hijos de Wolfgang llegaron unos días antes de la fiesta, pues así podrían

ayudar a sus padres a organizarlo todo. Jurgen, el mayor de los hijos de Wolfgang,

se notaba triste pero su padre pensó que se debía a la muerte de Karl. No era así,

en la víspera del aniversario del Führer le comentó a su padre que se iba a

divorciar, se había enamorado de otra mujer y deseaba casarse con ella. Su

esposa, que había conocido en Alemania lo había tomado muy mal y por ello no

estaba en la fiesta, regresó a Alemania en cuanto se enteró de los amoríos del

marido. Jurgen sabía que su padre sentía mucha estima por esta mujer, ya que

94
ella era auténtica alemana igual que él mismo, se llamaba Adele y era de Stuttgart.

El asunto enfureció a Wolfgang, que hizo un esfuerzo para disimularlo, pero todos

en la casa notaron que algo le ocurría. También pensaron de forma errónea que

se debía a lo de Karl y padre e hijo acordaron no hacer comentarios sobre la

verdadera razón de su contrariedad.

En esta ocasión los invitados foráneos eran dos alemanes que habían venido

desde España adonde residían. Y además estaba Hans y otros tres alemanes

residentes en la vecina Costa Rica. La fiesta no tuvo el colorido de años anteriores,

cuando se prolongaba por varios días. Se bebió y se cantó sin mucho entusiasmo,

además se brindó por los camaradas caídos como era lo usual. Ya no quedaban

muchos nazis en el mundo, no al menos de los genuinos, los que vivieron la guerra

y los gloriosos días del Führer. Los presentes estaban anuentes también de que

en ese momento, en otras partes del mundo también había otros brindando, pero

que poco a poco irían desapareciendo. Algún día sólo quedaría uno, que de

seguro no tendría la mínima idea de ser el último de los nazis. Y finalmente ese

también moriría, cerrándose para siempre un capítulo de la historia que no debió

95
haber ocurrido jamás, pero que estaba escrito para ser recordado como una firme

advertencia para las futuras generaciones.

Los alemanes procedentes de España viajaron a Costa Rica para conocer aquel

país por invitación de sus paisanos. Hans regresó al Valle de Antón más triste que

nunca, pues ahora iba a estar solo. Los hijos de Wolfgang y Dieter regresaron a

sus domicilios, menos Jurgen, que intentaba ser convencido por su padre de

pensar bien el paso que pretendía dar. Definitivamente era algo que Wolfgang ni

esperaba ni aprobaba, Martina en cambio respetaba las decisiones y sentimientos

de sus hijos.

Esa tarde, antes de hablar con su hijo, Wolfgang decidió llamar a Adele hasta

Alemania. Todos habían partido y Jurgen y su madre estaban en casa de Dieter,

contigua a la de ellos. Cuando marcó el número telefónico tuvo en cuenta que

Adele podría estar dormida, pero tal era la urgencia de hablar que no le importó.

La misma Adele contestó el teléfono y le indicó que no se preocupara, pues ella

apenas se disponía a dormir. De hecho estaba feliz de escuchar a Wolfgang,

sentía gran afecto por el mismo. Wolfgang le dijo que sabía lo que estaba por

pasar entre ella y su hijo, y deseaba saber lo que ella pensaba al respecto. Adele

le respondió entre lágrimas:

- Querido Wolfgang, ha sido mucho lo que he amado a tu hijo. Todavía lo

quiero, pero es imposible que yo pueda hacer algo al respecto. Es obvio

que Jurgen se ha enamorado de esa mujer, que aún a sabiendas de que

estaba casado le ha aceptado. Ella también es divorciada, pero no tiene

96
hijos com
mo los que tenemos nosotros.
n A que no
Así o le importa
a destruir mi

matrimonio y todo esto


e ha causado gran
n conmoció
ón en su propia familia,

pues has de saber qu


ue para collmo, esa mujer es judíía.

Cuand
do Wolfgan
ng escuchó esto último
o, colgó el teléfono
t con furia y sin
n despedirsse,

gritó un par de maldiciones


m s e intentó llamar a Martina
M y a su hijo Jurrgen, pero no

lo log
gró hacer porque
p sinttió un dolo
or muy agu
udo en el pecho que
e le obligó a

sentarse en el primer silló


ón que alcanzó. Y allí
a le enco
ontraron de
esfallecido su

espossa e hijo, qu
ue sin tarda
anza le trassladaron a un Hospital en David. Falleció esa
e

misma
a noche y el
e único qu
ue sabía la verdadera
v c
causa de esto
e era Jurrgen, pero no

diría nada,
n a fin de cuentass no tardaría
a en sabersse.

Sólo quedab
ba Dieter en
n Volcán. El
E pequeño mundo que
e ellos habíían creado en
e

esa hermosa
h tie
erra chiricana comenzzaba a desmoronarse. Intuyó que
q él era el

último
o nazi.

97
UN CUENTO Y TRES CRÓNICAS DEL FUTURO

98
Prólogo

En las siguientes páginas narro un cuento y tres descripciones en forma de

crónica de hechos que aún no han sucedido, pero que vislumbro posibles. No

hace falta ser un moderno Nostradamus, para darse cuenta por el contenido de los

mismos, que en ellos la lógica hace real la posibilidad de que así sea. Así como la

imaginación no tiene límites, muchas veces en la historia nos encontramos que lo

que parecía ser una ilusión, a la postre se hizo realidad. Allí están los escritos de

Julio Verne y las notables descripciones de Da Vinci para corroborarlo.

Nada me gustaría más que los lectores de hoy, sean testigos de un mañana

cercano que yo intuyo fundamentalmente bueno para la humanidad. Habrá

cambios drásticos en nuestra actual concepción de vida y libertad, pero estos

cambios serán necesarios para poder seguir adelante. En toda la historia nos

encontramos con hechos, cuya gravedad y dramatismo requirieron de decisiones

firmes y trascendentales que marcaron el futuro. Esta vez no va a ser la excepción,

la diferencia estriba en que en esta oportunidad las decisiones han de tomarla las

naciones por consenso común, y con ello la antigua idea de las Naciones Unidas,

que en tantas ocasiones sólo ha sido una quimera, tendrá un valor real y pasará

por muchas pruebas de fuego, alguna de las cuales ya las estamos viendo.

El mundo del futuro será un mejor lugar para vivir. Mucho ha sido el daño

que le hemos hecho a la tierra y a los que en ella vivimos y sólo adoptando

medidas extremas, que protejan a la humanidad y su entorno seguiremos

disfrutando de las maravillas que el Creador nos prodigó.

99
CAMBIOS RADICALES

100
Eran las diez de la noche y muy pronto llegaría el Sr. Juez al Juzgado

Nocturno. Mauricio Ferrero conocía bien aquellas instalaciones que, como casi

siempre, estaban vacías. La tasa de delitos de la Ciudad de Panamá era una de las

más bajas de América Latina y a ese Juzgado solo llegaban casos esporádicos de

riñas, algunos beodos y muy poco más. Pero Mauricio estaba por “intento de

engaño, faltas al pudor de una dama y venta de hierbas medicinales sin licencia”.

Estos constituían delitos muy serios en el año 2024 y el acusado, que ya tenía

antecedentes por lo mismo, estaba muy preocupado.

A sus 52 años ir a la cárcel era lo peor que podía pasarle porque el sistema

penitenciario mundial era muy riguroso y en una sentencia de más de cinco años,

las posibilidades de salir indemne eran mínimas. Las condiciones carcelarias para

los reincidentes eran muy duras, no porque la cárcel en si fuera mala, sino porque

los tiempos habían cambiado muchísimo y al estar preso te veías obligado a

trabajar muy duro para poder subsistir decentemente.

Ante el aumento global de la delincuencia y el terrorismo, las Naciones Unidas

decidieron actuar de forma efectiva. Hacían falta reformas drásticas en los

sistemas penales mundiales y una unidad efectiva para combatir estos flagelos. En

101
todo el mundo las cosas empezaron a cambiar en los sistemas penales a partir del

año 2008, y en el 2015 se estableció un Sistema Carcelario Mundial unificado en el

que todos los países adoptaban las mismas normas, los mismos Códigos Penales

con sus severas penas y se construyeron colonias penales regionales para cumplir

penas de prisión perpetua por delitos como terrorismo, asesinato y homicidios en

primer grado, peculados, traiciones a la Patria y otros delitos considerados

mayores. El auge del terrorismo mundial en los primeros años del siglo XXI, con

víctimas inocentes en todos los continentes, el aumento global de la delincuencia y

el fracaso de la guerra contra Irak hicieron necesario que las Naciones Unidas

encarasen estos problemas de forma drástica y aunasen esfuerzos de forma

conjunta y efectiva para acabar con estos flagelos. Las naciones que en principio

tuvieron reticencias para firmar los acuerdos propuestos muy pronto tuvieron que

entrar en razón puesto que vieron amenazadas sus economías y sintieron el peso

de la proscripción mundial. No importaba tu nacionalidad o el lugar adonde fuese

cometido el delito, si este era lo suficientemente grave ibas a parar a un Penal

Regional. Cierto era que la pena de muerte había desaparecido en todo el mundo,

pero los Penales Regionales tenían unas exigencias tan extremas que nadie salía

vivo de los mismos y escapar era del todo imposible. Los penales regionales

estaban administrados por una comisión especial de las Naciones Unidas y

localizados en puntos estratégicos de la geografía mundial. En el año 2024 ya

había ocho de aquellos penales, el último, recién inaugurado, estaba ubicado en lo

más recóndito de Siberia, cerca del Círculo Polar Ártico y allí iba a parar la crema y

102
nata de los criminales mundiales... sin posibilidad de retorno, pues a estos penales

sólo iban delincuentes condenados a prisión de por vida. Mauricio tenía el

consuelo de que no iría a parar a ninguno de esos lugares tan selectos, a él le

tocaría ir al Penal Nacional. De estos había sólo uno por país, lo que indicaba lo

mucho que había bajado la delincuencia en el ámbito mundial, que era en realidad

casi inexistente. De los Penales Nacionales tampoco se podía pensar en escapar,

pero al menos quedaba el consuelo de poder ser visitado por tus parientes,

aunque muy ocasionalmente.

En eso pensaba Mauricio cuando entró a la Sala el imponente Sr. Juez Arnoldo

Carmona, hombre impresionante. De dos metros de estatura, parecía aún más

alto con su peso de 150 kilos de hueso y músculos. Era conocido como “El Enano”

y lucía más bien como luchador de peso completo. Parecía mucho más joven de

los 40 que tenía. Blanco, pelicorto y con unos enormes ojos negros que despedían

fuego, cejas muy pobladas y pestañas muy largas; una mirada suya bastaba para

sentirte condenado.

El Policía y el Secretario de Turno se levantaron de inmediato y saludaron con

voz muy queda. – Buenas Noches, rugió Carmona con potente pero agradable voz

- ¿Qué es lo que ha hecho este infeliz?

103
El Secretario, Ramiro Martínez, con muchos años de experiencia en los

Juzgados sacudió la testa como quitándose el sueño y leyó: “Mauricio Ferrero, de

54 años, número de identidad PAN-343-9625, cuya acusación aparece en el

expediente TMG 450-93-2024”

El Juez Carmona introdujo estos datos en el panel de su escritorio y al instante

se ilumino una pantalla con la foto y todos los datos conocidos de Mauricio. No

había nada de la vida de Mauricio que no estuviese consignado en ese expediente.

Su fecha de nacimiento, 14 de Julio de 1972, su código de ADN, fotos de su

infancia, adolescencia, juventud y actuales. Fotos de sus padres, estudios

realizados, delitos cometidos, infracciones de tránsito, hábitos, mujeres en su vida,

datos de sus hijos, enfermedades, absolutamente todo. Y una minuciosa

descripción de casi todo lo realizado día por día en los últimos dos años. La

tecnología al servicio del Poder Judicial.

En 1995 se concibió un sensor digital que podía ser implantado en los seres

vivos para registro de datos, originalmente la idea era para monitoreo y estudio de

animales en peligro de extinción, pero a raíz de lo acontecido el 11 de septiembre

del año 2001, se pensó en su uso futuro para los humanos y se utilizó el término

biochip. El biochip fue perfeccionado en el año 2004 y empezó a utilizarse en

animales, pero al mismo tiempo se experimentaba con humanos, prisioneros

militares, quienes no estuvieron anuentes de lo que se hacía con ellos. Los

104
atentados terroristas simultáneos, en Londres y California, en febrero del año 2004

que dejaron miles de víctimas, el ataque al barco de crucero noruego con torpedos

y misiles en el año 2005, y los atentados del 2007 y 2008 en Europa y

Latinoamérica, fueron el detonante que obligo a las Naciones Unidas a tomar

medidas tan drásticas como unificar las leyes penales y los procesos de

identificación de personas en todo el mundo. Para ello no había nada mejor que el

uso del biochip. Su uso se institucionalizó a partir del 2010, al principio sólo en

criminales, traficantes y terroristas potenciales, pero pronto se hizo obvio que el

mismo podía ser utilizado en vez del pasaporte y las tarjetas de crédito, sin

posibilidad de fraude o alteración. Este era un chip digital que interactuaba con el

ADN y la sangre del individuo, colocado al momento del nacer en el lado derecho

del cuello y totalmente inadvertido para el ojo humano pero que era

inmediatamente detectado por sensores especiales que en el año 2015 estaban

localizados en todas partes: ventanas, puertas, muebles, oficinas,

electrodomésticos... Bastaba que una persona se acercase al detector para que

este registrase todos los datos de la misma. Nadie podía entrar o salir de una

Oficina, Residencia, Negocio, o cualquier lugar sin que su presencia no fuese

detectada y registrada minuciosamente. Inclusive existían vestidos con sensores

incorporados que podían registrar tu presencia. Nadie podía cometer un delito sin

ser detectado Era posible que un sensor fallase, pero no que todos lo hicieran. Por

consiguiente, la delincuencia era casi inexistente. El biochip tenía tu número

genético o de ADN codificado, más tu Número de Identidad Nacional (NIN) y todos

105
los datos que se iban introduciendo a lo largo de tu vida. El nombre de tus padres,

abuelos y bisabuelos, tus datos escolares y universitarios con tus notas, hoja de

vida, trabajos realizados, aptitudes, pruebas de inteligencia, evaluación psíquica,

pasatiempos, código de las huellas dactilares, del patrón del iris y de las orejas,

enfermedades padecidas y sus tratamientos, fobias, alergias, todo estaba allí. No

podías entrar o salir de ningún lugar sin ser dejar una señal porque los sensores lo

detectaban todo. Incluyendo la presencia de tus mascotas, que también estaban

registradas por biochips animales.

Los biochips también servían para manejar las Cuentas de Bancos y se

utilizaban conjuntamente con las tarjetas bancarias, ello había eliminado la

posibilidad de hacer fraude con las tarjetas de crédito. En los cajeros automáticos,

al entrar a los mismos ya se tenía la identidad del usuario, solo bastaba con

introducir la tarjeta del banco y hacer las operaciones correspondientes. Los autos

sólo permitían el uso al propietario registrado o a quienes este programase, era

imposible accionarlos de otro modo. La llave de entrada y encendido eran

inexistentes en los modelos construidos después del año 2016. Todo funcionaba

en base a los biochips.

Nadie podía entrar o salir a de un país sin su respectivo biochip, de igual forma

eran obligatorios para conseguir trabajo, estudiar, recibir asistencia médica, en fin,

para todo. Las únicas personas que no lo utilizaban eran los habitantes de áreas

remotas y los indígenas nativos de las escasas reservas que había para ello y aún

estos eran automáticamente registrados al visitar las ciudades. La falsa identidad

106
era impensable y cualquiera que cometiese un delito era inmediatamente

capturado. El paraíso moderno.

En los penales existían diversos niveles de comodidad, inclusive con

restaurantes de muy buena calidad. Se podía acceder a los mismos pagando por

estos servicios, para lo cual el trabajo era la única solución. Los que se negaban a

trabajar tenían que conformarse con vivir en condiciones muy duras y alimentarse

de los compuestos especiales, que eran producidos con desechos comestibles de

todo tipo mezclados con insectos, grasas animales y vitaminas sintéticas. El sabor

siempre era el mismo y hasta la “leche” era producida de esa forma, que sin

embargo garantizaba de forma eficiente los requerimientos nutritivos esenciales

para la vida. Las cárceles tenían sus propios sistemas de seguridad social que

incluían beneficios como seguro de enfermedad, jubilaciones a los setenta años,

seguro contra accidentes y de defunción. Los detenidos que laboraban podían

acceder a cuentas bancarias y ganar intereses. En general los trabajos disponibles

estaban bien remunerados, pero el costo de vida en los penales era muy alto por

lo que ahorrar no era muy fácil.

Era imposible escaparse, incluso de los centros de detención de régimen

abierto, de los que también había uno por país. Allí llegaban personas que

cometían delitos menores o que estuviesen penalizados con menos de dos años de

cárcel, como embriagarse y reñir entre otros. Estos tenían programas muy

efectivos de rehabilitación y se permitía el trabajo fuera del centro. En los penales,

107
mediante el control de los biochips, los reclusos eran confinados a diferentes áreas

y no se podía pasar de una a la otra sin autorización. El intento de hacerlo hacía

que todas las puertas y ventanas del lugar donde se encontrase el infractor se

cerrasen herméticamente. Y la persona era localizada de inmediato perdiendo

todos los beneficios adquiridos, si es hubiese alguno, los ahorros y el tiempo

transcurrido en el penal quedaban en cero y el recluso debería volver a empezar a

cumplir su sentencia. Muy pocos se aventuraban a delinquir.

De todo esto cavilaba Mauricio cuando la voz del Juez Carmona se hizo

escuchar nuevamente:

- “Así que eres reincidente y te gusta estar engañando a los demás… ¿Qué

tienes que decir a tu favor? ¿Cómo te declaras? ¿Prefieres ir a juicio en

Corte Mayor o recibir una sentencia menor aquí mismo?”

Mauricio recordó que podía elegir ir a un Juicio con Abogados en una Corte

Superior y recibir, si era encontrado culpable como de seguro ocurriría en su caso,

una sentencia mayor o declararse culpable allí mismo y recibir una sentencia

mucho más benigna. Optó por esto último.

- “Me declaro culpable Señor Juez. Sólo ruego que tenga Ud. benevolencia

conmigo, me arrepiento sinceramente de mis delitos.”

El Juez lo miró. Aquella noche estaba de muy buen humor porque en dos días se

iría de vacaciones con su esposa e hijos. Decidió seguirle la corriente al infeliz de

Mauricio. Y le preguntó:

108
- “Intenta pues convencerme de que te de una sentencia menor de la que sin

duda mereces.”

Mauricio comprendió al instante que su sentencia iba a depender de lo que le

dijese al Juez. Su vida era muy irregular, muy joven perdió a sus padres en un

accidente y este hecho lo marcó profundamente. Dejó los estudios universitarios

de Ingeniería Aeronáutica y se dedicó a viajar por el mundo y trabajar para ganar

lo indispensable a fin de vivir y seguir viajando. Así conoció muchos países y se

hizo de una excelente cultura. Al regresar a Panamá se dedicó a practicar las artes

adivinatorias y el curanderismo, pues a pesar de que los tiempos habían cambiado

muchísimo y todo el modernismo del Siglo XXI, los panameños seguían creyendo

en videntes, hechiceros, parasicólogos y embaucadores afines. Sólo debía uno

mirar los diarios y ver los anuncios al respecto.

Otra cosa era la medicina natural, que era muy respetada, pero para la que se

exigía licencia a fin de poder ejercerla. Esto había acabado con la mayoría de los

brujos nacionales, pero aún existían algunos que se atrevían a ejercer estas artes

sin permiso alguno y que aún así eran consultados y muy respetados por los

incautos. De ese modo Mauricio, que compiló los conocimientos adquiridos a

través del mundo y de los años, vivía cómodamente de las ganancias de su

“profesión” aún cuando ya había tenido pequeñas diferencias con la justicia. Como

él, todavía existían en el mundo muchos iguales y seguirían existiendo porque los

cambios radicales que se vivían no podrían erradicar el deseo de las personas de

109
creer en algo más. El ser humano jamás se conformaría con lo que se le ofrecía,

siempre estaría en la búsqueda de algo más. A veces por el camino equivocado.

Esta vez el asunto era más complicado. Mauricio, atendiendo a una bella y

joven mujer, la convenció de que se desnudase para aplicarle unos ungüentos

especiales “traídos de las Selvas del Amazonas” o lo que quedaba de ellas. Lo

malo fue que en el proceso de aplicarlas Mauricio se entusiasmó demasiado y posó

sus manos en los lugares más íntimos de la dama, lo que provocó una violenta

reacción de parte de esta, que lo golpeó con todo lo que tenía a su alcance y armó

tal alboroto que los vecinos llamaron a la Policía. La mujer, que era casada, no

tuvo más remedio que denunciar a Mauricio. Y ahora este no sabía cómo explicar

los hechos ante el Juez.

- “Bien Sr. Juez, dijo al fin Mauricio. Realmente no tengo ninguna excusa

para justificar mi conducta. Debo ser sincero con usted. Yo no tuve

ninguna intención de ofender a la señora que me acusa. Tampoco quise

engañarla, porque ella llegó a mi casa por su propia voluntad, aquejada de

dolores por todo su cuerpo. En principio lo único que pretendí fue darle un

masaje, pero al ver semejante cuerpo desnudo mi mente se obnubiló y

afloraron a ella deseos normalmente reprimidos. Tenga en cuenta que mi

esposa e hijos me abandonaron hace algunos años y vivo soltero. El

ungüento que le apliqué en realidad sirve para quitar algunos dolores, en

especial los musculares, pero por alguna razón que me cuesta comprender,

110
El Juez no se inmutó y preguntó entonces:

- “¿Y cómo explicas el ejercer la medicina natural sin licencia alguna? ¿Y la

fabricación de remedios caseros con el objeto de venderlos?”

- “Cierto es, respondió Mauricio, pero no considero que dar un masaje sea

ejercer la medicina natural. A veces también doy consejos sanos, pero

nunca he causado daño a nadie y tampoco había incurrido en actos como

este. En cuanto a la fabricación de remedios caseros es un arte que

aprendí después de mucha observación y estudio, sólo me gusta compartir

mis conocimientos aunque sé que no me está permitido vender estas

pócimas. Prometo no volver a hacerlo más.”

El Juez Carmona y Mauricio Ferrero eran concientes de que todo lo que hablaban

estaba siendo registrado por la computadora del Juzgado, por ello cuidaban mucho

el lenguaje utilizado al expresarse.

- “¿Tiene Ud. algo más que decir?”, dijo el Juez.

- “Una cosa más Su Señoría, replicó Mauricio con voz resignada. Lamento de

veras lo que hice. Los últimos años de mí vida han sido muy agitados,

quizás no termino de acostumbrarme a estos tiempos modernos. Todo ha

cambiado muchísimo desde aquel 11 de septiembre del año 2001, pero por

alguna razón que desconozco yo no termino de cambiar y adaptarme.

Comprendo que tantos cambios han sido para el progreso de la humanidad,

111
pues ello es evidente. Realmente no quise ofender ni engañar a la señora

que me acusa, pero de alguna forma lo hice, sólo pido que Dios, ella y

Usted me sepan perdonar.” Su voz sonó muy genuina y compungida.

El Juez le creyó. Quizás esa noche se sentía vulnerable a la miseria humana

porque su estado de ánimo era compasivo. Entonces sentenció:

- “Mauricio Ferrero, le condeno a cumplir un año en el Penal Nacional y dos

años adicionales en el Centro Nacional de Detención y Rehabilitación. Tiene

Ud. suerte de que he sido en extremo magnánimo, porque merece Ud.

pasar al menos cinco años en el Penal Nacional. ¿Esta Ud. conforme con

esta sentencia o desea apelar a la misma?

- “Estoy muy conforme Señor Juez, Gracias por haber sido Ud. tan indulgente

con mi persona. Que Dios le Bendiga”, fue la respuesta de Mauricio, quien

se consideró muy afortunado con esa sentencia. El Juez Carmona tenía

fama de ser muy estricto e implacable.

Muy temprano fue trasladado al día siguiente a su nuevo hogar en el que pasaría

un año. Mauricio miró el paisaje de la moderna Ciudad de Panamá, mientras el

autobús del Gobierno lo trasladaba a muchos kilómetros de allí. La Ciudad

comenzaba a despertar de una noche más y los panameños se aprestaban a

dirigirse a sus trabajos. Trató de fijar esas imágenes de la ciudad soñolienta, de

respirar los aromas que iba a extrañar por un tiempo y el resto del camino lo utilizó

para acondicionar su mente a lo que le esperaba.

112
Los cambios del mundo eran muy grandes, no era lógico sustraerse a los

mismos. Por primera vez Mauricio comprendió que él también tendría que cambiar.

113
ENSEÑANZAS CHINAS

114
El “chinito”, como todos le llamaban en Buenaventura, era consciente de sus

enormes responsabilidades. Ya tenía 25 años viviendo en Colombia, pero conocía

muy bien toda la América Latina, los Estados Unidos y Canadá. Way Kam Bhi Zo

era el comerciante de mayor confianza del Gobierno de la República Popular China

en aquellas tierras. La imagen de acaudalado comerciante, con negocios de

importación y exportación en varios países le servía muy bien para justificar los

numerosos viajes que realizaba al año, pero todo era una pantalla que le permitía

ejecutar con suma eficiencia sus verdaderos cometidos, igual que el nombre Oficial

que utilizaba en todas sus identificaciones, Kam Bao King.

Kam llegó a Colombia a principios de 1990 como emigrante con documentos

legales emitidos por el Gobierno de su país. Se estableció en Buenaventura,

adonde el principio poseía un pequeño negocio de ferretería, como muchos otros,

en apariencia inofensivo. Pronto se hizo evidente que Kam no era un chino común,

su negocio prosperó muy rápido y construyó una residencia muy grande en las

afueras de la Ciudad, cerca de la Playa. Su hogar era frecuentemente visitado por

sus paisanos, lo que se justificaba porque Kam era propietario de una Liga de

Fútbol compuesta por chinos, y además miembro de varias Sociedades Chinas de

Beneficencia. Como tal hacía muchas obras de caridad en el país que tanto le

había proporcionado y era un ciudadano muy apreciado por todos. Con seis hijos

nacidos en China de su matrimonio con Mai Fen Zhu, mejor conocida como Doña

Lola, también tenía diez hijos adicionales reconocidos, con sus numerosas

“amigas”, como él prefería llamarlas. En su hogar nadie hablaba de esto y los

115
dieciséis hijos parecían llevarse muy bien, todos, tarde o temprano irían a estudiar

a la República China y consecuentemente todos dominaban el difícil idioma.

Kam, que en Colombia pasaba como un hombre muy trabajador pero sin

mayores estudios, era en realidad un hombre muy estudiado, con un Doctorado en

Economía y Licenciaturas en Filosofía y Psicología, graduado con honores en la

Universidad de Shangai y miembro prominente del Partido Comunista de la

República China Popular. Su falsa identidad había sido cuidadosamente elaborada

por las autoridades chinas, sin dejar un solo cabo suelto. Kam supervisaba las

actividades de los chinos adscritos al Plan “China Invencible”, concebido a

mediados de los años ’80 y que ahora en el año 2015, empezaba a tener una gran

fuerza y a perfilarse como muy exitoso.

A pesar de su enorme tamaño, China siempre ha sido un país superpoblado.

Por ello se estableció un riguroso control de natalidad mediante el cual las parejas

chinas sólo podrían tener un hijo. Quienes contraviniesen esta disposición se

arriesgaban a cumplir severas penas y sólo se exceptuaban de la misma, los

habitantes considerados como minorías étnicas. A pesar de esto China confrontó

problemas económicos muy serios, que comenzaron a resolverse con el nacimiento

del siglo XXI. Es en estos años, cuando ya obtenido el control de Macao y Hong

Kong, que el Gobierno Chino decide hacer cambios económicos importantes, con

una mayor apertura al exterior, que no lesionase en principio la estructura

socialista del Régimen. Era una difícil tarea, porque la carrera armamentista de los

años anteriores, unida a los tradicionales problemas de superpoblación y mala

116
administración había colocado a China en una grave situación, igual que muchos

otros países del área. Incrementando el Turismo, mejorando la calidad de sus

exportaciones y estableciendo rigurosos controles de calidad en las fábricas, que

empleaban mano de obra muy barata; las cosas mejoraron para hacía falta más.

Fue así que se concibió el Plan “China Invencible”, aprovechando el deseo

de muchos chinos de emigrar de la madre patria. Así nació un nuevo tipo de

emigrantes, los patrocinados por el propio Gobierno Chino. Enviando chinos fieles

a todo el mundo, con el compromiso de que estos a su vez remitiesen fondos del

extranjero, pagasen fielmente los gastos incurridos que eran “préstamos”

indirectos del mismo Gobierno a través de sus agentes y con la obligación de

procrear muchos hijos en los países adonde estuviesen, niños que tendrían que

estudiar en Escuelas de la República China adonde serían hábilmente instruidos

sobre sus responsabilidades para con China en sus nuevos países.

El plan dio muy buenos resultados, en una generación ya había cientos de

miles de nuevos chinos nacidos en el extranjero, la siguiente generación estos

serían millones de chinos la mayoría fieles a sus tradiciones y principios. De ese

modo la influencia China en América Latina, Estados Unidos, Canadá, el Caribe,

Europa y algunos países Africanos sería enorme para el año 2050. Pero los frutos

de esta influencia ya se cosechaban muchísimo antes en forma de divisas

procedentes del extranjero. La meta final era aún más ambiciosa: establecer

gobiernos de influencia china en países foráneos, con Ministros de Estado y hasta

Presidentes de ascendencia china que llegarían al poder a cualquier precio, pero

117
dentro de los limites de la legalidad constitucional de cada país. Pronto estos

“Gobiernos Amistosos” ayudarían a que China se constituyese en la máxima

potencia económica mundial. De forma pacífica, sin gastos revolucionarios como

antaño se hacía y de un modo sutil y sencillo.

Con el fin de no despertar suspicacias, los emigrantes siempre fueron de los

dos tipos conocidos, los legales y los ilegales, hasta que los estrictos controles

migratorios y la implementación de los biochips sólo permitieron la emigración

legal, pero para entonces los nexos familiares de los ya establecidos hacían esto

muy sencillo. Claro está, que con la complicidad de una gran mayoría de los

gobiernos de los países adonde se dirigieron los asiáticos en busca de “una nueva

y mejor vida”. La influencia de China en todo el mundo en el año 2015 ya era muy

notoria, el comercio de este país y su economía eran importantísimos y China era

uno de los escasos países sin deuda externa o con una deuda insignificante.

Además, China no tenía planes armamentistas, limitándose a mantener un ejército

moderno y con armas actualizadas, que siempre constituían un disuasivo ante

cualquier eventualidad bélica.

La calidad de los productos chinos era comparable a la japonesa, pero al ser

la mano de obra mucho más barata, en China se establecieron miles de Industrias

de todo tipo con Capital Extranjero. El país, oficialmente socialista, era el gran

capitalista y Mao Tse Tung se desintegró de tanto revolcarse en su tumba. Los

chinos eran en efecto, muy ricos y todos vivían “felices y contentos, como en un

cuanto de hadas”.

118
Además, China era autosuficiente, sus investigadores tecnológicos, de

primerísima calidad, consiguieron logros importantes en todas las ramas científicas

pero en especial en medicina, aeronáutica, transporte y comunicaciones. China

casi no importaba nada y en cambio exportaba mucho. Su moneda era muy fuerte

y los turistas que la visitaban ahora se contaban por cientos de millones anuales.

Todo esto se logró con gente como Kam. En cada país adonde la presencia

China era significativa existía un Kam, o a veces varios si el tamaño del país lo

hacía necesario. Todos ciudadanos fieles a su Gran Madre Patria, como llamaban a

la República China Popular, de conducta intachable y excelentes administradores.

Claro está que en todas estas naciones existían grupos minoritarios de “mafias

chinas”, pero esto estaba incluido en el designio original, de ese modo todo

parecía normal, con las costumbres y problemas tradicionales entre los chinos,

grandes aficionados a los juegos de azar. Con tal pantalla nadie podría imaginar el

verdadero alcance de tan elaborado proyecto. China a la larga lograría el sueño

fallido de los alemanes de “Deutschland Uber Alles” (Alemania sobre todos), pero

en versión Oriental carente de belicismo.

Una gran parte de los chinos que habían emigrado ni siquiera conocían la

existencia del programa. Con muchos sacrificios y desmesuradas deudas se

expatriaron buscando nuevos horizontes e inclusive huyendo de persecuciones

políticas. Sus nexos familiares, sus arraigadas usanzas y la ineludible costumbre

de respeto a sus antepasados y ancestros mayores de edad les compelían de

forma natural a enviar ingentes cantidades de dinero a su terruño patrio y, en

119
muchos casos, también a educar a sus hijos en las escuelas chinas. Los que no

tenían dinero para ello, o familiares a los que ayudar en la China, en todo caso

verían con muy buenos ojos las candidaturas de los paisanos nacidos en los

respectivos países que les acogían a puestos de elección popular tales como

legisladores, senadores, alcaldes, etc. Y de ese modo contribuirían a la noble

causa aún sin saberlo y, lo que es mejor, sin gastos para la Madre Patria. Los

chinos son personas muy unidas, por ello se casan entre si y mantienen siempre

vivas sus respetables tradiciones.

La obligación primordial de Way Kam Bhi Zo era velar porque las cosas

marchasen como estaban concebidas, que las deudas contraídas por sus paisanos

con el Gobierno Chino fuesen puntualmente pagadas en muy cómodos y

prolongados plazos, que los nuevos chinos nacidos fuera del territorio fueran

enviados lo más pronto posible a educarse en la República China, y no todos ellos,

sólo los hijos de las personas más fieles al programa y que estuviesen

consideradas piedras angulares del mismo. Los demás eran alentados a hacerlo,

inclusive mediante el ofrecimiento de becas que cubrían toda la educación de los

interesados. Kam además viajaba cada cierto tiempo a reunirse con sus

contrapartes ubicados en los países vecinos. Estas reuniones eran frecuentes,

pero siempre en países diferentes y entre grupos diferentes de agentes emigrantes.

Sólo de vez en cuando se les permitía a estos capos viajar a la China, adonde

rendían cuentas a sus superiores, eran tratados como héroes nacionales y recibían

fuertes sumas de dinero por los servicios prestados. Los familiares residentes en

120
la China de aquellos que osaban retar al sistema o se desviaban de los aspectos

fundamentales del programa sufrirían las consecuencias y de ese modo todo

marchaba como era esperado. Inclusive aquellos ungidos por el sistema podían

tomar decisiones importantes sin mayores consultas, siempre y cuando estas

beneficiasen los objetivos primordiales del diseño o los adaptasen a las

necesidades y características de cada nación. La libertad de acción dentro de

determinados parámetros era pues total y contribuía decisivamente a no levantar

sospechas de ninguna persona.

Los mejores agentes eran a veces trasladados de un país a otro si las

circunstancias lo exigían. La fachada de esto eran las grandes compañías

controladas por los capitales chinos, que además se usaban para remitir grandes

cantidades de remesas legales, pues todo se hacía con el mayor apego a las leyes

de las naciones adonde se operaba y teniendo en cuenta las leyes internacionales

que regían estas materias, que eran muy estrictas y no permitían fallos de ningún

tipo. Países como Colombia, Panamá, Guatemala, México, Venezuela, Brasil, Chile

y Argentina en América Latina requerían de personas muy eficientes y con una

esmerada educación, que incluía conocimientos muy profundos de las leyes locales,

las tradiciones nacionales y la idiosincrasia de los habitantes del país. Lo mismo

pasaba con los grupos residentes en Europa, Australia y en África. Con el objeto

hacer más llevadera la vida se ponía especial cuidado en facilitar a todos los

grupos de chinos los ingredientes necesarios para preparar sus alimentos básicos o

más apetecidos. Así se formaron grandes compañías de exportación de rubros

121
alimenticios que se ocupaban de distribuir estos productos a precios reducidos o

subvencionados hábilmente por el Gobierno. Los ciudadanos de origen chino

deberían sentirse cómodos y felices en sus nuevos países dentro de las lógicas

limitaciones que la emigración les imponía. Esto indujo al diseño de programas

culturales y de acercamiento con los países adonde existían plenas relaciones

comerciales y diplomáticas con la República China Popular, que en el 2015 eran

prácticamente todos los del mundo. El problema de Taiwán había sido resuelto

hace varios años de forma que satisfizo a ambas partes.

Los Estados Unidos, el Reino Unido y Rusia, que otrora fueron grandes

potencias económicas y militares, continuaban siéndolo, sin embargo las cosas

habían cambiado de manera drástica y estos países ahora se concentraban más en

resolver sus propios problemas económicos, que eran muchos. El poderío militar

de los mismos era innegable e increíble, ya no lo utilizaban como a principios de

siglo después de la lección aprendida en la Guerra con Irak, sino que concentraban

sus esfuerzos en cuestiones más prácticas y de orden científico. La tierra era un

mejor lugar para vivir. Y China cada vez afianzaba más su poderío económico,

gracias a la visión y habilidad de sus dirigentes y a compatriotas fieles como Way

Kam Bhi Zo.

122
EL LEGADO DE FIDEL

123
Las montañas andinas son un lugar muy frío para vivir, pensaba el

funcionario cubano que visitaba aquellas tierras Bolivianas. El Dr. Raúl Mendoza,

Director de los Programas Médicos de Ayuda para la América Latina, del Gobierno

de la República de Cuba no terminaba de acostumbrarse al altiplano andino, a

pesar de que dos veces al año era comisionado por el gobierno de la Isla para

viajar a esos lugares con el objeto de ofrecer programas de apoyo a los numerosos

médicos bolivianos de origen indígena que habían hecho sus carreras de Medicina

gracias a las Becas concedidas por el entonces Gobierno de Fidel Castro a finales

de los años ’90 del siglo recién pasado.

De igual forma el Dr. Mendoza u otros de sus colegas cubanos viajaban por

todos los países de América Latina adonde hubiese beneficiarios de aquel

programa concebido personalmente por el Dr. Fidel Castro Rus cuando era el amo

absoluto de la Isla de Cuba. Y si bien en América Latina radicaba el mayor número

de favorecidos del proyecto, este también había logrado formar médicos

procedentes de Vietnam, Indonesia, Birmania, Pakistán, Libia, Yemen, la República

Saharaui y otros muchos países africanos como Mozambique, Angola, Nigeria, etc.

A todos estos llegaban frecuentemente médicos visitantes de la Isla de Cuba a

ofrecer ayuda en forma de medicinas, instrumentos médicos, libros de

actualización y todo tipo de apoyo en asuntos de Salud.

En Latinoamérica los mayores receptores de aquellas becas eran ciudadanos

de etnias indígenas que de otra forma nunca hubiesen podido acceder a las

Facultades de Medicina. De ese modo, en Panamá por ejemplo, existían más de

124
400 médicos de la etnia ngobe, kuna y emberá. En los países andinos miles de

médicos de origen incaico; como miles de mayas, tarascos, zapotecas, náhuatles,

mixtecas, arahuacos, chibchas, yanomanis y otros en sus respectivos territorios o

países. Para ello Fidel Castro concibió la Universidad Latinoamericana de Ciencias

Médicas, dependiente del Ministerio de Salud de la República de Cuba. Allí se han

formado muchos miles de médicos, con enseñanzas sobre todo prácticas y cuyos

títulos de médicos, aunque no muy bien vistos por los Colegios Médicos y

Universidades de la mayoría de los países de sus agraciados, al menos son

aceptados con la condición de que estos médicos limiten sus prácticas a las áreas

rurales y más necesitadas. Los alumnos más aventajados de esa Universidad

también eran enviados a Congresos Mundiales, adonde se tocaban muchos temas

que nada tenían que ver con la medicina, contribuyendo así a formar verdaderos

líderes, preparados para bregar con toda clase de situaciones, tanto médicas como

políticas. Quizás sin quererlo, este fue uno de los mayores aciertos de Fidel Castro

pues el enfoque de los estudios de medicina cambió de forma drástica después del

primer decenio del nuevo Siglo. Con los nuevos descubrimientos en Medicina

Genética y en Medicina Preventiva, una gran parte de las enfermedades era

tratada antes que las mismas pudiesen desarrollarse y los tratamientos son

efectuados a medida de las características del paciente. Nuevas Facultades de

Medicina preparan a los galenos del futuro directamente como especialistas, sin

que ello signifique que desaparezca del todo la figura del Médico General. Pero los

estudiantes tendrán la opción de escoger lo que desean estudiar, perderán menos

125
tiempo preparándose y de hecho lo harán más a conciencia en sus respectivas

ramas. La Medicina Rural será muy importante pues los adelantos médicos aún

tardarán mucho en llegar a las comodidades más recónditas, pues sería algo

prohibitivo e ilógico desde un punto de vista económico. Y los médicos preparados

en Cuba serán entonces vistos con respeto y como pioneros de una clase médica

que nunca perderá vigencia. Al morir Fidel Castro, su hermano el Comandante Raúl

Castro, nombró nuevos Directores en aquel Proyecto, quienes continuaron

formando médicos durante los pocos años que estuvo Raúl en el poder. Después la

Isla se democratizó pero las ideas socialistas aún quedarían arraigadas en la

población, que no las consideraba del todo malas, durante muchas décadas. Fue

entonces cuando de muchos países, que mientras estuvo con vida lisonjeaban y

coqueteaban con Fidel, después de muerto lo tildaron de asesino cruel y

despiadado. Despotricaron además, al salir a relucir el hecho de que millones de

cubanos vivían fuera de la tierra de sus antepasados por obra y gracia de Fidel,

que por todas partes era catalogado como monstruo inhumano.

Muchos entonces recordaron lo acaecido con el también difunto General

Augusto Pinochet Ugarte, al que mientras estuvo en vida algunos mandatarios

evitaron, como temiendo contaminarse por su presencia y que tuvo que

permanecer un año detenido en Inglaterra, acusado de crímenes contra la

humanidad. Yo me pregunto si los cadáveres del General Pinochet, los de Mao Tse

Tung, los de Lenin y Stalin, los de Juan Vicente Gómez, los de Strossner, Hitler,

Franco, Duvalier, Napoleón, Atila, Ceausescu, Idi Amin, Osama Bin Laden, Jean

126
Bedel Bokassa y Fidel Castro, entre otros muchos dictadores y terroristas; tuvieron

alguna diferencia entre si. Todos estaban bien muertos y olieron igual, por lo que

hubo que enterrarlos o desaparecerlos de algún modo. Sin justificar a Pinochet y

en honor a la verdad, hemos de admitir que de todos ellos, él fue él único que dejó

una economía saneada en su país y se avino a una transición sin traumas. Todos

los demás, o fueron depuestos, o asesinados, o murieron de causas naturales;

pero causaron graves daños a las respectivas economías de sus tierras. Pero un

dictador es un dictador, así como un crimen es un crimen. Y Fidel Castro no fue la

excepción, sólo que en su tiempo no lo consideraron así.

Para el año 2010 la situación también había evolucionado en la Isla de Cuba,

la Universidad Latinoamericana de Ciencias Médicas no desapareció, sin embargo

sus programas de Becas se vieron mucho más limitados y la formación de médicos

se hizo más selectiva con el objeto de ganar más prestigio profesional, igual que

otras Facultades de Medicina de la República de Cuba, como la Universidad de La

Habana. Había que reconocer que el difunto barbudo sí había cuidado de la salud

de su pueblo y que los médicos cubanos tenían famas bien ganadas como

investigadores y científicos, a pesar de las limitaciones en equipos modernos que

tantos años tuvieron. Cuba había logrado indiscutibles progresos en materia de

salud y algunas enfermedades eran notablemente combatidas a nivel mundial con

métodos concebidos y diseñados por médicos cubanos. Otra cosa eran los médicos

formados en la Universidad Latinoamericana de Ciencias Médicas (ULCM), cuya

127
enseñanza estaba más orientada a la práctica médica rural y cuyos profesores eran

en general más condescendientes con sus estudiantes.

En aquel viaje, el Dr. Mendoza viajó por ferrocarril desde La Paz hasta

Cochabamba, pasando por Oruro. Desde esas tres importantes ciudades visitó a

muchos colegas que laboraban en las áreas aledañas. Al galeno le gustaba Bolivia,

rica en vestigios coloniales que en cierto modo le recordaban algunas Provincias

cubanas, pero no terminaba a habituarse a los cambios climáticos de las diferentes

zonas geográficas de Bolivia y mucho menos al soroche que le producía la altitud

de una gran parte de esos parajes de gran belleza. En Oruro se reunió con el Dr.

Carlos Yupanqui, que era el médico coordinador del gremio de egresados de la

ULCM en el área y además era un amigo a quien tenía mucha confianza y aprecio.

El Dr. Yupanqui expuso todos los problemas que confrontaban, que eran

muchos desde que los fondos económicos provenientes de Cuba empezaron a

menguar. Ahora ellos deberían de procurarse sus propios fondos, y esto no

alcanzaba para financiar las Escuelas que se habían montado como parte de los

programas de apoyo e instrucción para la población indígena. Oficialmente se

trataba de Escuelas de Salud, adonde se instruía según el esquema original a los

indígenas en materia de salubridad, prevención de enfermedades y primeros

auxilios. Muy pronto se hizo evidente que en dichas escuelas se enseñaban otras

asignaturas, como alfabetización y cultura general, según los médicos necesarias

para que los indígenas pudiesen comprender el alcance e importancia de los

programas de salud. El patrón era el mismo en toda la América Latina y gozaba

128
del beneplácito y apoyo de las autoridades locales, que veían con buenos ojos la

labor de aquellos médicos que se conformaban con salarios inferiores a los de sus

colegas de las ciudades y los que, en apariencia, no pedían demasiado. Lo mismo

ocurría en los otros países adonde laboraban los médicos egresados de la ULCM,

salvo que el apoyo a los mismos era mucho mayor en los países de gobiernos

socialistas como Vietnam, o en los países árabes como Yemen y Libia.

Para los indígenas los médicos eran una especie de dioses, una auténtica

bendición ya que por muchos años nadie se preocupó en serio por la salud de los

mismos. Ahora cada comunidad indígena contaba con al menos un médico y un

centro de salud y enseñanza… Muchos de aquellos médicos incursionaron el la

política y no tuvieron ningún problema para lograr posiciones gubernamentales

desde aquella plataforma, Alcaldes, Gobernadores, Diputados… Los indios elegían

a su gente, que además les ayudaban tanto. La influencia de estos médicos se

hizo cada vez más notoria en todas partes, para el año 2012 no sólo era indudable

sino que constituía una importante fuerza política en todos aquellos países.

Los médicos egresados de la Universidad Latinoamericana de Ciencias

Médicas controlaban a la mayor parte de las poblaciones indígenas de América

Latina adonde se habían radicado con el apoyo de los gobiernos de sus respectivos

países. Y es aquí cuando empezaron las exigencias y contrariedades. Fue

entonces cuando pareció obvio que aquellos galenos no sólo se ocupaban de la

salud de sus pacientes, sino que al mismo tiempo imbuyeron en sus mentes ideas

de progreso, de libertad, conceptos como explotación, segregación, hermandad,

129
proletariado y muchos términos que al parecer estaban olvidados y que ahora se

desempolvaban. Los indígenas, tradicionalmente ocupados en sus faenas agrícolas

y de subsistencia, ahora tenían conciencia social y volvía a aflorar en ellos

sentimientos otrora reprimidos. Fue muy fácil lograr todo esto con la

implementación de nuevas tecnologías y con los propios programas educativos de

los gobiernos nacionales, que procuraban que estos ciudadanos progresaran sin

constituir una molestia para la Nación o el Gobierno de Turno.

Así, las exigencias se hicieron cada vez mayores y en las áreas más

recónditas de aquellos países se oyeron las voces que antaño callaban. Fueron

muchos los años de labor y concientización imbuidas por los galenos, pero los

resultados eran los esperados por ellos. Y es que la gran mayoría de aquellos

médicos aún conservaba una profunda lealtad y una auténtica pasión por Fidel

Castro, que era el que le había abierto las puertas a la Universidad. Casi todos

ellos aprendieron algo más que ciencias médicas, eran notables defensores de las

virtudes del castrismo y se sentían obligados para con Fidel y su Revolución, su

gratitud era inmensa y la mejor manera de demostrarlo era precisamente aquella,

abrir la conciencia a los pueblos a los que pertenecían. En el Siglo XXI los cambios

de poder y las revoluciones se efectuaban siguiendo los principios de Mahatma

Gandhi, resistencia pacífica sin violencia y desobediencia civil, paralizando las

actividades del país. Era curioso, Mahatma Gandhi siempre tuvo la razón, la

humanidad hubiese evitado muchas muertes inútiles imitando a este insigne

personaje.

130
¿Habría previsto esto Fidel Castro? Nadie podrá asegurarlo jamás, pero es

lógico pensar, considerando la inteligencia del barbudo, que así fue. Y en

cualquier caso, la idea de exportar la Revolución que le costó la vida al Dr. Ernesto

Guevara en 1967 precisamente en tierras bolivianas, había sido lograda sin

disparar un tiro, sólo con buena voluntad y disposición de servir al prójimo. En los

países de mayoría indígena, como Bolivia, Perú y Guatemala; la influencia de los

galenos en la vida política fue cada vez mayor y llegaría el día en que ellos

controlasen al país. En los otros países, con menos indígenas la influencia sería

decisiva para conseguir logros más evidentes y mayores beneficios para los

indígenas y las áreas rurales sin que ello implicase una transición de poder. A

mayor cantidad de indígenas, mayor participación de los mismos en la vida política

nacional y más notoria la autoridad emanada de los mismos. Fidel había

conseguido su triunfo internacional más importante después de muerto y lo logró

ayudando al

prójimo.

131
UN PAIS FASCINANTE

Luis R. Paz Mollah

132
La India es un país maravilloso. No sólo es uno de los países más antiguos

del planeta, sino que está plagado de riquezas naturales y por su posición

geográfica tan especial goza de todos los climas. La herencia cultural que ha

dejado a la humanidad es enorme, desde el idioma Sánscrito que ha influenciado

en muchos de los idiomas modernos, incluyendo al español; hasta el concepto de

cero, que ellos manejaron por vez primera.

A sus bellezas naturales debemos añadir las innumerables obras de arte,

monumentos, esculturas, edificaciones, joyería y artesanías de gran valor además

de lo que representa su literatura escrita, con dos de las más importantes

epopeyas escritas, la Ramayana y la Mahabaratha. La hermosura sin par de su

música y la inigualable voz de sus numerosos cantores completan la importancia

de esta Nación tan especial. Nadie puede escribir sobre la India sin destacar el

hecho de que esa es la cuna de varias de las religiones que más han influido en la

humanidad y que sus corrientes filosóficas conservan una vigencia sin par y han

generado un torrente de estudios sólo comparable al caudal de los sagrados ríos

que tan pródigamente irrigan esas tierras.

La Religión Hindú, que es más bien considerada como una Filosofía (Toda

religión tiene mucho de filosofía), nos enseña que en realidad sólo hay un Dios, al

que llamamos Om, la Verdad Suprema, que está constituido por una Trimurti o

Trinidad, pues es en principio muy parecida a la Trinidad Cristiana (Padre, Hijo y

Espíritu Santo hacen un solo Dios). En la India la Trimurti la constituyen también

tres dioses, Brahma, Shiva y Vishnú. Este último, el Dios Vishnú, ha tenido diez

133
reencarnaciones sucesivas, que se conocen como Avatares, cuando la Humanidad

lo ha necesitado. Así reencarnó primero en un pez (marino) conocido como

Mastya; después como la tortuga (anfibio) Karma; luego como el jabalí

(terrestre) Varaha; entonces como Narasimha, un ser dual; después como

Vamana; luego como el guerrero Parasurama; seguido del valiente Rama, que

inspiró la epopeya Ramayana; entonces Vishnú reencarnó otra vez en el Pastor

Krishna, cuyo nombre y vida guardan similitudes con Cristo. El siguiente avatar

fue Buddha, que nos legó su propia Religión, inspirada en el hinduismo. El último

avatar de Vishnú fue el Dios Kalki. ¿Por qué no considerar al mismo Cristo como

un onceavo avatar de Vishnú, no nacido en la India? Después de todo, los

principios religiosos del Hinduismo, Budismo y Cristianismo tienen muchas

similitudes y nos hablan de Amor, Respeto, Obediencia y Perdón entre otras cosas.

Narasimha Avatar Parasuram Avatar Rama Avatar

Krishna Avatar Buddha Avatar Kalki Avatar

134
Es curioso, que a pesar de tener hijos que han descollado en todas las

ramas de las Ciencias y de las Artes, a uno de sus más notables habitantes nunca

se le concedió el Premio Nóbel de la Paz, a pesar de que su figura representa a la

Paz Mundial, nos referimos a Mahatma Gandhi, grande él como la humanidad

entera y que predicó la Paz y el entendimiento mutuo basado en el respeto entre

los seres humanos mejor que nadie. Con firmeza y dignidad condujo a su país a la

Independencia, mientras el mismo buscaba la Verdad suprema. Gandhi, como

Buda (Siddharta Gautama) son seres Universales que nacieron en la India, para

beneficio de la Humanidad.

Mucho antes de que las civilizaciones modernas se afianzaran y que los

ingleses decidieran invadir a un país de mayor tamaño, riqueza y estatura moral

que el suyo, con la excusa de “instruir y hacer prosperar a los salvajes” –igual que

hicieron los españoles en América- se dedicaron sistemáticamente a destruir,

saquear, robar y dividir a una Nación que mantenía una unidad muy especial. Los

habitantes de la India, siempre respetaron la individualidad religiosa, a pesar de

los profundos contrastes de todo tipo entre sus diferentes pueblos. Justamente

fueron los ingleses los más interesados en dividir a los grandes grupos religiosos

de la India, lo que a la larga condujo a la partición de tan Sagrado Territorio,

división que ha traído consigo una enorme cantidad de problemas de todo tipo.

Daño parecido al que ocasionaron en tierras árabes y adonde se han originado los

conflictos más serios del Siglo XXI.

135
La India de la segunda década del presente siglo comprendió a principios

del mismo que era muy necesario un cambio de actitud en lo que concernía al

manejo de su economía y sobre todo, de sus enormes valores educativos y el

potencial que el mismo genera. India no sólo es el segundo país más poblado del

planeta, sino que en el 2015 es también el más habitado, con todos los problemas

que tal distinción trae consigo. Los índices de pobreza aún son altos, pero

asimismo lo son los esfuerzos de sus gobernantes para mejorar esta situación. Y

no cabe duda de que lo lograran.

Para ello, India no sólo está luchando contra la corrupción administrativa,

que es un mal global, sino que está aprovechando el formidable caudal de seres

con inteligencia privilegiada que posee. Las universidades Indias de la actualidad

se cuentan entre las mejores del mundo, en realidad muchas de ellas siempre lo

han sido, pero ahora están mejor dotadas. Grandes inversionistas comprendieron

que en vez de importar genios indios a sus países, lo que después del 2004 se hizo

cada vez más difícil; era mucho más práctico subvencionar Centros de

Investigación y dotar a las Universidades de los medios más modernos a su

136
alcance. Los talentosos hindúes harían el resto. Del mismo modo se crearon

fábricas de alta tecnología y los fabricantes indios exportaron al mundo ingentes

cantidades de artefactos modernos de todo tipo. Consiguieron logros importantes

en materia aeroespacial, naval y de telecomunicaciones. Inventaron vehículos

económicos que funcionan con fuentes de energía como el agua y el hidrógeno,

además de los conocidos paneles solares.

Modernizando los habituales métodos de producción y aplicando la

Ingeniería Genética a las cosechas redujeron dramáticamente el problema

alimenticio y de paso aumentaron las exportaciones de sus productos, ahora de

muy alta calidad y variedad. Al mismo tiempo, otras naciones superpobladas imitan

ciertos esquemas educativos hindúes y al mismo tiempo envían a técnicos a

aprender de la metodología India, la mayoría de las veces con programas de apoyo

pagados por el propio Gobierno de la India, que hacía mucho había comprendido

la importancia de ayudar a los países más necesitados a desarrollarse.

Una gran parte de este desarrollo se originó cuando personas como Bill

Gates decidieron invertir en la India, a principios del año 2003. A estas

inversiones siguieron las de INTEL, que ya tenía centros importantes en la India;

IBM y otras grandes corporaciones Japonesas y Alemanas que comprendieron que

era mucho más rentable aprovechar la inteligencia natural de los habitantes de la

India in situ, proveyéndoles de los medios necesarios para que ellos mismos

desarrollaran nuevas técnicas. Especialmente cuando ya habían demostrado que

los hindúes eran sin duda los mejores programadores del mundo, considerándolos

137
como grupo étnico. Así comenzó un desarrollo inusitado para la India, que para el

año 2015 se había constituido en uno de los lugares con economía más

consolidada del Universo, lo que de por sí era toda una proeza.

La India comprendió que seguir la fórmula de su Ilustre hijo, Mohandas K.

Gandhi aún permanecía vigente y podría dar resultado, pacifismo y búsqueda de la

Verdad. Los problemas con Pakistán no estaban del todo resueltos, aún pendía el

fantasma de una confrontación, pero el vecino país advirtió que el progreso de la

India tenía mucho que ver con la paz y espiritualidad de un pueblo al que alguna

vez estuvo unido, aunado a un auténtico impulso formativo y de superación. Muy

pronto asimilaron estas premisas y las imitaron, así también llegó el progreso para

ellos y una mayor tolerancia para con sus hermanos vecinos.

En ambas naciones se instruyó al pueblo respecto a la negatividad del

fanatismo religioso, que estaba en contra de la esencia misma de cualquier religión

138
y constituía el escollo más importante a solventar en todas las regiones del mundo.

Esto no era una tarea fácil, pues muchas de esas discrepancias habían sido

fomentadas por las mismas naciones que se llamaban civilizadas y que ahora eran

el principal objetivo de la intolerancia y la obcecación fundamentadas en equivocas

concepciones dogmáticas. Al final triunfaría la sensatez sobre el caos, aunque

mucho de ello tuvo que ver con la unidad mundial de los códigos penales, la

severidad de las nuevas leyes al respecto y la seriedad con que toda la humanidad

encaró este asunto, comprendiendo al fin que era la única vía posible a la

tolerancia, la paz y el respeto mutuo.

139
Fin

140
FICHA BIOGRAFICA

Nombre: Luis Rubén Paz Mollah

Fecha de Nacimiento: 24 de abril de 1948

Lugar: Almirante, Bocas del Toro – República de Panamá

Nombre del Padre: José María Rubén Paz (+)

Nombre de la Madre: Albina Marta Mollah Vda. De Paz

Estado Civil: Casado

Hijos: Cinco

Estudios:
• Primaria y Secundaria en el Colegio La Salle de Panamá
• Estudios de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid .
• He realizado cursos diversos en Panamá, España, Estados Unidos y la India

Premios y Distinciones:
• Mención Honorífica del Instituto Panameño de Cultura Hispánica por el Poema “El
Descubrimiento de América” – Octubre, 1964
• Beca del Colegio Mayor Hispanoamericano Nuestra Señora de Guadalupe, Madrid
– España, 1966
• Beca del Gobierno de la India – Octubre 1994

Publicaciones:
Desde muy joven he colaborado en diarios locales publicando poesías y otros escritos.
Dirigí el diario estudiantil del Colegio La Salle durante dos años (1964 – 1965). También
he colaborado con escritos en revistas nacionales y del extranjero.

Otros Datos:
De ascendencia hindú por parte de madre y hondureño por parte de padre he viajado y
vivido en algunos países de Europa, Estados Unidos, Norte de África y Sudáfrica. También
conozco parte de Norte, Centro y Sudamérica. Me hago entender en inglés, portugués y
ruso. Entre mis pasatiempos, además de escribir, me considero un aceptable Chef y soy
amante de la buena mesa. Sólo escucho música clásica y me gusta leer literatura clásica,
rusa e hindú entre otras. También me gustan los temas científicos, místicos y religiosos.
Bautizado católico, practicante del hinduismo y nunca fanático de ninguna religión y
considero acertada la filosofía religiosa hindú y el budismo, que desciende de la primera.

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