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NUESTRA MISIÓN
Hace un año concurrí a este Congreso Pleno a convocar a todas las chilenas y
chilenos a asumir una misión y abrazar una causa noble y factible: hacer de
nuestra patria, antes que termine esta década, un país desarrollado y sin
pobreza. Ese fue el sueño que nuestros padres y abuelos siempre acariciaron,
pero nunca lograron. Y esa es la misión y el deber de nuestra generación, la
generación del Bicentenario.
Una sociedad de seguridades significa una vida digna para todos los chilenos y
también atenuar los temores que a tantos oprimen. Para ello necesitamos una
red de protección social firme, siempre disponible, para acogerlos. Pero no una
telaraña para atraparlos. Por eso los chilenos siempre nos alegramos más
cuando un compatriota logra superar la necesidad de esa red que cuando debe
recurrir a ella.
El año 2010 fue un año difícil y que nunca olvidaremos. Ese año vivimos
tristezas y alegrías, temores y heroísmos, dolores y esperanzas.
Pido a este Congreso pleno un aplauso por nuestros mineros y por quienes los
rescataron con vida.
Y están presentes con nosotros, don Luis Urzúa, el que me dijo que sólo me
iba a entregar el turno que le correspondía como jefe cuando todos y cada uno
de sus compañeros estuvieran sanos y salvos en la superficie. Y así ocurrió don
Luis. Usted cumplió con su deber.
Sin embargo, a pesar de la adversidad, el año 2010 fue también un año muy
fecundo y de grandes logros para todos los chilenos.
RENDICIÓN DE CUENTAS
Queridos compatriotas:
Hoy es tiempo de balances y de que hablen los hechos, con toda su fuerza, con
toda su elocuencia.
BALANCE DE LA RECONSTRUCCIÓN
Este esfuerzo permitió que un millón 250 mil niños que no podían volver a
clases porque sus escuelas estaban destruidas o dañadas, pudieran normalizar
su año escolar.
Esta semana, hemos dispuesto recursos para que todas las familias que aún
viven en viviendas de emergencia, puedan contar con la ayuda del Estado para
mejorar sus viviendas y para enfrentar mejor el frío y las lluvias de este
invierno.
A fines de este año habremos entregado los 220 mil subsidios comprometidos,
100 mil soluciones habitacionales estarán terminadas y 80 mil más iniciadas. Y
antes del invierno del próximo año, todas las familias que viven en aldeas
habrán recibido sus viviendas definitivas o éstas estarán en notable estado de
avance.
Por eso enviamos a este Congreso Nacional el proyecto de ley que crea la
Agencia Nacional de Protección Civil, que reemplazará a la antigua ONEMI, y
que estará dotada de la última generación en materia de tecnología y de todos
los recursos humanos y materiales necesarios para cumplir con su misión.
Hace un año atrás, en este Congreso Pleno, le dijimos a los chilenos que
además de la reconstrucción, teníamos la responsabilidad de cumplir nuestro
Programa de Gobierno. Nos habíamos comprometido con siete grandes
misiones y desafíos para Chile, y le pedimos a los chilenos y chilenas que nos
juzgaran no sólo por las buenas intenciones, sino que, especialmente, por los
logros y los resultados. Los chilenos ya estamos sintiendo el cambio que está
mejorando nuestras vidas. Y de esos siete grandes compromisos paso ahora a
rendir cuenta.
Hace un año fijamos una meta muy audaz. Tan audaz que muchos creyeron
que era imposible: que nuestro país duplicara su ritmo de crecimiento,
alcanzando un seis por ciento promedio anual.
Pues bien, durante los primeros catorce meses de nuestro gobierno, y a pesar
de los devastadores efectos del terremoto y maremoto, Chile está creciendo a
un promedio superior al siete por ciento anual, el ritmo más alto de los últimos
quince años. Y hemos recuperado una posición de liderazgo tanto en América
Latina, como en los países desarrollados de la OCDE. Y ese crecimiento es
sólido y sustentable, porque lo estamos construyendo sobre roca y no sobre
arena.
Durante el año 2010, por fin logramos no sólo detener, sino que revertir la
caída que venía experimentando la productividad desde el año 2006, e incluso
hacer que ella en lugar de ser un lastre se transformara en el motor del
crecimiento. La tasa de inversión creció al 19 por ciento, 2,6 veces más que el
crecimiento promedio de la última década. Las exportaciones a precios
corrientes crecieron en 31 por ciento, alcanzando 71 mil millones de dólares, la
cifra más grande de nuestra historia. El consumo privado creció a más del diez
por ciento, duplicando el crecimiento promedio de la última década.
El que ha estado cesante sabe muy bien lo que esto significa: sufre la familia,
se resiente la dignidad y la angustia de no poder cumplir con los compromisos
muchas veces afecta a toda la familia. Una persona desempleada no es
solamente una persona desesperada, sino que también es un compromiso de
la sociedad entera. Por eso quiero compartir con ustedes la inmensa alegría de
haber logrado, todos juntos, el año pasado crear 487 mil nuevos empleos, la
cifra más alta por lejos de nuestra historia. Y también destacar que la mitad de
esos empleos fueron para las mujeres chilenas.
Pero sabemos muy bien que las modificaciones legales no bastan si no van
acompañadas de una verdadera cultura de la seguridad laboral. Por eso, las
reformas incluyen un completo protocolo de prevención al interior de las
empresas, con autoevaluaciones y con la plena participación de los
trabajadores. Nuestra meta es reducir sustancialmente los accidentes del
trabajo y salvar así muchas vidas. Son metas exigentes y obligarán al
gobierno, pero también a los empleadores, a los propios trabajadores y a sus
organizaciones sindicales y a las entidades de prevención, a trabajar por crear
en Chile una cultura de respeto por la seguridad de nuestros trabajadores.
Han transcurrido sólo catorce meses desde que pusimos en marcha una alianza
estratégica entre el gobierno, las policías y la ciudadanía, para empezar a
ganarle la batalla a la delincuencia y al narcotráfico y para devolverle a
nuestras familias su derecho a vivir con mayor paz y tranquilidad. El esfuerzo
ha sido inmenso, pero los frutos ya están arriba de la mesa. En el año 2010 los
delitos cayeron en un 16 por ciento, lo que significa que 222 mil familias
chilenas dejaron de ser víctimas de la delincuencia, la mayoría de ellas de
hogares muy humildes o de clase media. Y también el temor por fin empezó a
retroceder.
El éxito está en invertir más, pero también en exigir más. Por eso estamos
construyendo una alianza sólida que requiere el compromiso y liderazgo de
todos. De los alumnos y profesores en la sala de clases, de los directores en
las escuelas y liceos, de los padres en los hogares, de los alcaldes en las
comunas, de los parlamentarios en este Congreso, del Ministro de Educación y,
por cierto, del Presidente en La Moneda.
Reitero nuestra voluntad que la educación sea siempre tratada como una
política de Estado. Podremos tener diferencias, son legítimas, pero el futuro de
nuestros niños sólo debe unirnos.
Pero también aquí nos queda mucho por hacer, las tareas de este año están
muy claras. Mejoramos y tendremos que seguir mejorando la Lectura, pero
tenemos que hacer un inmenso esfuerzo en Matemáticas. Y para que en el
futuro Chile sea un país bilingüe, necesitamos y estamos preparando un Plan
Nacional de Inglés.
Pero no queremos que nadie se quede atrás. Por eso, simultáneamente hemos
implementado un plan de ayuda a los mil colegios con las mayores dificultades
de aprendizaje.
¿Cuáles son los desafíos del futuro? Los tenemos muy claros. Tal como hicimos
la reforma a la educación básica y media, llegó la hora de hacer una gran
reforma a la educación superior y a la educación preescolar en nuestro país. En
la educación preescolar, este año vamos a alcanzar cobertura total para los
niños pertenecientes a las familias más vulnerables y de clase media del 40
por ciento de nuestra población.
Para enfrentarlos con éxito, y tenemos que enfrentarlos con éxito, necesitamos
una nueva actitud. Las responsabilidades deben ser compartidas: los
ciudadanos deben asumir el cuidado de su propia salud. Porque al fin y al cabo,
cada uno de nosotros es sin duda el más interesado y el mejor médico de sí
mismo. Por ello la ley de etiquetado de alimentos y la campaña Elige Vivir
Sano, que encabeza la Primera Dama, apuntan en esa dirección. Apuntan en
esa dirección alimentarse mejor, practicar más deporte, compartir más con la
familia, aprovechar mejor nuestra maravillosa naturaleza. Esos son los ejes de
la campaña Elige Vivir Sano.
Si yo tuviera que escoger un solo legado por el cual quisiera que recuerden al
gobierno de la Coalición por el Cambio, sería el de haber logrado derrotar la
pobreza extrema en nuestro país y el haber sentado las bases para que, por
fin, Chile deje atrás el subdesarrollo, la pobreza y las desigualdades excesivas.
Chile es un país que ha progresado tanto y tenemos hoy día el ingreso per
cápita más alto de América Latina. No podemos seguir tolerando que medio
millón de compatriotas y 2,6 millones de chilenos vivan en la pobreza extrema
o en la pobreza, incluido uno de cada cuatro niños de nuestro país. Es una
herida abierta en el alma y sanarla es nuestra misión.
Todos sabemos que para combatir las causas de fondo se requiere mejorar la
educación, crear empleos y fortalecer la familia. Pero eso tomará tiempo,
estamos trabajando. Y para eso hemos implementado una política más activa,
más inmediata, para aliviar y también promover las potencialidades de la
gente que vive en pobreza: el Ingreso Ético Familiar, que no es un programa
asistencialista, sino que es un programa cuyo corazón apunta a potenciar las
capacidades de las propias familias que viven en pobreza para que puedan,
ellas mismas, con la ayuda del Estado, pero con su propio esfuerzo, superar
esa condición.
En esta primera etapa, que ya estamos implementando, esas 130 mil familias
están recibiendo, en promedio, 38 mil 500 pesos todos los meses, lo que unido
a sus ingresos propios y otros aportes del Estado les permiten alcanzar una
cifra promedio de ingreso mensual de 180 mil pesos, cifra que tendremos que
ir haciendo crecer a medida que las posibilidades lo permitan.
Pero las familias también van a tener que asumir sus propios compromisos,
simples pero significativos. Por ejemplo, que sus niños tengan más de 85 por
ciento de asistencia a sus escuelas, que sus controles de salud y de vacunación
estén al día y que todos los que están en edad de trabajar, trabajen, se
capaciten o busquen trabajo, de forma tal que la familia haga también su
propio esfuerzo y sepa que mientras se esfuerce va a tener a una sociedad y a
un gobierno acompañándola y apoyándola todos los días.
Iremos en ayuda de los casi 20 mil chilenos para quienes la calle es su único
hogar, para que ninguno de ellos se vea obligado a tener que dormir en la
calle. Y por eso estamos aumentando la cobertura de albergues y hospederías,
a través de un nuevo programa que se llama Noche Digna.
Y no nos hemos olvidado de las 30 mil familias que ya llevan décadas viviendo
en campamentos, sin acceso a servicios básicos. Durante los próximos tres
años haremos un tremendo esfuerzo, entregando el doble de los subsidios
habitacionales que se asignaron en los últimos años, de modo tal de lograr
que, antes que termine esta década, también los campamentos sean historia
en nuestro país.
Pero nos queda mucho por avanzar. Tenemos que modernizar nuestros
gobiernos regionales y comunales, y por eso vamos a incorporar la elección
directa de los consejeros regionales y vamos a extender la Alta Dirección
Pública para los cargos claves, tanto a nivel regional como comunal, y crear los
mecanismos de capacitación de la gente y funcionarios de esas instituciones.
Quiero decirlo con mucha franqueza, como Presidente trabajo todos los días
con muchos funcionarios públicos honestos, capaces y con una tremenda
vocación. Yo soy hijo de un funcionario público y siempre he sabido apreciar la
entrega y la vocación de los funcionarios públicos de Chile. Pero este Estado
muchas veces no les permite cumplir a cabalidad sus funciones. Ni el mejor
funcionario público puede entregar lo mejor de sí mismo en un Estado que fue
creado en el siglo XIX, parchado durante el siglo XX y que todos sabemos que
no responde a los desafíos y necesidades del siglo XXI.
Por eso tenemos que poner al Estado al servicio de las prioridades de los
chilenos y por eso estamos trabajando para modernizarlo. Sólo un ejemplo:
¿cuántas veces nos han pedido certificados, por ejemplo, certificado de
nacimiento? ¿Qué paradoja? Nos piden un certificado de nacimiento cuando el
que lo otorga es el propio Estado. Y por eso estamos trabajando, para que lo
antes posible a ningún ciudadano chileno el Estado le pida un certificado que el
propio Estado tiene la obligación de emitir.
OTROS COMPROMISOS
CULTURA
DEPORTES
En materia de deportes, queremos hacer de Chile un país de deportistas,
porque el deporte no solamente mejora la salud, el estado de ánimo, la
condición física. También nos enseña valores, dentro y fuera de la cancha, el
valor del esfuerzo, del trabajo en equipo, de respetar al rival, de saber ganar y
saber perder. Y, además, es un poderoso instrumento para luchar contra males
que afectan especialmente a nuestra juventud, como es la droga, el alcohol y
la delincuencia.
Hoy, casi el 80 por ciento de los chilenos son sedentarios. La meta es duplicar
el número de deportistas, pasando de dos a cuatro millones de chilenos que
practiquen deporte con regularidad.
Por eso, este año inauguraremos los estadios de Arica, Copiapó, Ovalle, Curicó
y Talca, de forma tal de poder ampliar las facilidades en materia de deportes.
Y además de eso, días atrás dimos a conocer el Plan Chile Estadios, que con
financiamiento nacional y regional, va a permitir modernizar, durante los años
2012 y 2013 y con estándares FIFA, siete estadios de fútbol en nuestro país:
Antofagasta, Calama, La Serena, Viña del Mar, Valparaíso, Rancagua y
Concepción. Esto significa una inversión de más de 75 millones de dólares, y
estamos evaluando ampliar ese plan.
Adicionalmente, y para recuperar los estadios para los amantes del fútbol y la
familia, y arrebatárselos a los violentistas y a los delincuentes, hemos
desarrollado el Plan Estadio Seguro.
Pero lo más significativo son los 147 mini estadios de fútbol amateur que
vamos a desarrollar durante nuestro gobierno, y que con financiamiento
compartido y con proyectos de hasta 300 millones de pesos cada uno, van a
permitir en 147 comunas de Chile contar con mini estadios con canchas de
pasto sintético o natural, iluminación, graderías, camarines y servicios
higiénicos.
Y por eso, porque queremos hacer de Chile un país de deportistas y crear una
verdadera cultura de la vida sana, vamos a enviar un proyecto de ley que crea
el Ministerio del Deporte en nuestro país.
Con los adultos mayores, no queremos ser un país ingrato con nuestros
adultos mayores. Queremos tratarlos a ellos hoy como mañana queremos que
nos traten a nosotros mismos. Y a eso apunta el Bono Bodas de Oro, que es un
reconocimiento al matrimonio, a aquellos que han cumplido 50 o más años de
matrimonio, y que recibirán un bono de 250 mil pesos. Y este bono se empieza
a pagar a partir de la próxima semana, y va a beneficiar a 420 mil adultos
mayores.
Por eso hemos puesto en marcha una serie de programas para pagar esa
deuda histórica. Son chilenas y chilenos que viven en condiciones más
vulnerables.
Pero también este respeto se manifiesta con símbolos. Y por eso emitimos un
Instructivo Presidencial para que las autoridades de nuestros pueblos
originarios reciban la debida consideración en todas las ceremonias oficiales, a
nivel regional y comunal.
Pero también debemos proteger sus derechos. Por eso estamos trabajando
intensamente en el proyecto de ley que crea el Sernac Financiero, que va a
evitar tantos abusos; y los proyectos para reducir los costos de los créditos, a
través de más transparencia, en los créditos hipotecarios, los créditos de
consumo, las tarjetas de crédito. Enviamos un proyecto de ley que evita las
ventas atadas, que apunta en la misma dirección.
Y además el Bono AUGE ha significado para nuestra clase media que las
garantías AUGE no solamente vivan en el papel, sino que vivan donde tienen
que vivir, en la realidad diaria de nuestra clase media.
Y como sabemos que nuestra clase media está compuesta también por
pequeños y medianos empresarios y comerciantes, la Agenda Impulso
Competitivo incorpora, tal como lo dijimos en nuestro programa, no solamente
el Chilecompra, sino que también el Chilepaga, para que en el futuro la
pequeña y mediana empresa, que le vende servicios al Estado, sepa y tenga la
certeza que va a recibir el pago oportunamente.
AGRICULTURA
Pusimos fin a la retención del IVA a los contribuyentes agrícolas con facturas
electrónicas y, además, rebajamos sustancialmente las retenciones para
aquellos que aún no tienen factura electrónica.
VIVIENDA
MINERÍA
En materia de minería, estamos proyectando una inversión de sobre 50 mil
millones de dólares, la más alta de nuestra historia, de los cuales 20 mil
millones van a corresponder a Codelco y se van a materializar la inmensa
mayoría de ellos durante los próximos cinco años.
Y esto constituye una gran noticia, pero también un formidable desafío. Y junto
con el Ministerio del Trabajo, estamos transformando la institucionalidad para
garantizar que en Chile el trabajo sea protegido y la vida de nuestros
trabajadores sea resguardada por el gobierno, por las empresas y por los
propios trabajadores.
TRANSPORTES
El Transantiago fue un problema que nos deja una gran lección: no es posible
diseñar políticas públicas solamente con voluntarismo. Y estamos enfrentando
las grandes transformaciones que nos van a permitir por fin tener en nuestro
país, y también en regiones, sistemas de transporte público más dignos, más
eficientes y más seguros.
El próximo año iniciaremos las obras de las nuevas líneas número 3 y número
6 del Metro, que van a incorporar 37 kilómetros nuevos a la red del Metro que
tenemos en nuestro país y, adicionalmente, van a incorporar a cinco nuevas
comunas a su red: Pedro Aguirre Cerda, Cerrillos, Independencia, Conchalí y
Huechuraba. También van a poder contar con el Metro en nuestro país.
TELECOMUINICACIONES
RELACIONES EXTERIORES
En relaciones exteriores, Chile siempre ha tenido una sola voz. Y esa voz
transmite unidad y fuerza, que es la mejor garantía de protección de nuestros
derechos. Y agradezco esa actitud de unidad y de compromiso que siempre
este Parlamento ha demostrado con la política exterior.
Pero quiero ser claro. Dentro del marco del respeto a los tratados vigentes y
del espíritu de las conversaciones que hemos llevado a cabo, Chile va a seguir
avanzando y va a tener la más total y plena voluntad de diálogo para
encontrar esas soluciones útiles, concretas y factibles para ambos países.
Esos tratados han sido invariablemente reconocidos por Ecuador y por Chile, y
recientemente confirmados, pero además por toda la comunidad internacional,
y también, durante más de 50 años, por el propio Perú.
Y, por tanto, la nota enviada recientemente por Perú a las Naciones Unidas, en
que reconoce sin ninguna observación la Carta Náutica enviada por Ecuador a
ese organismo, donde se establece con meridiana claridad que es el paralelo el
límite marítimo entre ambos países, en función de los Tratados del 52 y del 54,
solamente confirman la naturaleza limítrofe del tratado del año 52 y del año
54.
DEFENSA
En materia de defensa, sabemos que tenemos instituciones armadas de las
cuales podemos sentirnos orgullosos, son instituciones modernas y capaces de
proteger nuestra soberanía, nuestras fronteras, nuestro territorio y nuestro
mar, y también de ser solidarios en tiempos de paz.
Y además, el próximo año presentaremos los proyectos de ley para cumplir con
otro compromiso y eliminar, gradualmente, la cotización del seis por ciento que
afecta a nuestros pensionados de las Fuerzas Armadas y terminar con muchas
distorsiones y excesos para tener un sistema más eficaz y al mismo tiempo
más justo.
Todos sabemos que Chile es un país comprometido con la paz. Y por eso los
tratados internacionales y el respeto al Derecho Internacional ha sido un pilar
de nuestra política exterior.
MEDIO AMBIENTE
En materia de medio ambiente y energía nuestro país tiene muchos desafíos, y
nuestro gobierno no los va a eludir. En esto no tenemos tiempo que perder. El
tiempo no es nuestro aliado, va a ser nuestro juez.
Y por eso tenemos que tener plena conciencia que la protección del medio
ambiente y el desarrollo no son objetivos que compiten entre sí, sino que se
complementan.
Creamos el Parque Marino Motu Motiro Hiva, de 150 mil kilómetros cuadrados,
en torno a la Isla Salas y Gómez, la sexta reserva natural más grande del
planeta.
Estas exigencias deberán ser cumplidas en forma inmediata por los nuevos
proyectos y en forma diferida, pero también cumplidas, por los proyectos
existentes.
ENERGÍA
Pero quiero compartir con ustedes una reflexión respecto al desafío energético.
Pero también, tenemos la más firme intención de priorizar las energías limpias
y renovables, como la energía del sol, del viento, de las mareas y la geotermia.
Pero digamos la verdad, ellas, las energías limpias, representan sólo el tres por
ciento de nuestra matriz. Algo similar ocurre en Estados Unidos y un poco más
en la Comunidad Europea.
Y, por tanto, yo creo que aquellos que dicen que en las energías limpias y
renovables está la solución a nuestro problema, están induciendo a error a
nuestros compatriotas.
Tengo muy claro mi compromiso con el medio ambiente, pero también tengo
muy claro mi compromiso con el desarrollo de Chile y con la erradicación de la
pobreza.
Por eso, yo quiero decirles con meridiana claridad: no podemos decir que
necesitamos energía, consumirla abundantemente y, al mismo tiempo,
oponernos a todas las fuentes que la generan.
En los últimos días la sociedad chilena ha sido cruzada por un profundo debate
respecto de un proyecto hidroeléctrico en una región del sur y también
respecto de la línea de transmisión que ese proyecto traería aparejada.
Chilenas y chilenos:
Quiero terminar estas palabras compartiendo con ustedes una felicitación, dos
reflexiones y muchos agradecimientos.
Han sido 200 años. Por estas salas y por este Congreso han pasado más de
cuatro mil senadores y diputados, incluyendo a figuras como Bernardo
O’Higgins, Manuel Rodríguez, Diego Portales, Benjamín Vicuña Mackenna y el
senador Jaime Guzmán, único senador asesinado cumpliendo su deber.
Y por eso este año en que cumple este Congreso 200 años, a través de
ustedes quiero felicitar a los que los antecedieron y desear una fecunda labor a
los que vendrán.
Nuestro país tiene por delante un futuro muy promisorio. Estamos avanzando,
y a paso firme, en los siete ejes que son los más importantes para la vida de
los chilenos: crecimiento económico, creación de empleos, mejorar la salud y
la educación, luchar con mayor eficacia contra la pobreza, hacer retroceder a la
delincuencia y la droga, modernizar nuestra democracia, modernizar nuestro
Estado, impulsar una mayor autonomía de nuestras regiones. En los siete ejes,
y las cifras lo muestran con elocuencia, estamos avanzando con gran fuerza y
a paso firme.
Cuando los países destinan sus mejores esfuerzos a una lucha fratricida entre
sus propios hijos no tienen destino. Y tal vez no merecen tener destino. En
cambio, cuando nos unimos, considerando y respetando nuestras diferencias,
detrás de un proyecto nacional grande, noble, generoso y ambicioso, en el cual
todos tenemos un lugar para aportar y todos sabemos que vamos a hacernos
también parte de los beneficios, los países avanzan en forma sólida.
Por eso, como Presidente de Chile llamo una vez más a la unidad de los
chilenos, a que no dejemos que las legítimas diferencias terminen enrareciendo
el clima político y anulando la capacidad de diálogos y acuerdos, que ha sido lo
que ha distinguido a nuestro país. Ya recorrimos ese camino en el pasado y
sabemos que terminó con la destrucción de la democracia y de la sana
convivencia en nuestro país.
Por eso, también hoy día quiero llamar a todas las chilenas y chilenos, y muy
especialmente a los que ejercen liderazgo por elección popular, a cuidar la
unidad de nuestro país y a cuidar a nuestras instituciones.
Y por supuesto, quiero agradecer también desde el fondo del corazón a mis
cuatro hijos y a mi mujer, Cecilia, por acompañarme en esta cruzada, por
compartir conmigo los momentos de felicidad y también los momentos de
tristeza, por apoyarme con esa incondicionalidad y ese amor sin el cual
simplemente este cargo no se puede cumplir a cabalidad como lo exige.