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Cristo Rey

.. Ergo Rex ex Tu? - Tu dixisti... Sed


Regnu7TJ.. '171etnn. non est de h.oo 'rn u n d o ·'.
JOAN.. XVIII> 33-36

El ano 1925, accediendo a una solicitud firnlada por Illás


de ochocientos obispos, el Papa Pio XI instituyó para "toda
la Iglesia la festividad de Cristo Rey, fijada en el últiIno
domingo del mes de octubre. Esta nueva invocación de
Cristo, nueva y sin eITlbargo tan antigua corno la Iglesia,
tuvo lTluy pronto sus mártires, en la persecución que la
masonería y el judaisll10 desataron en Méjico, con la ayu-
da de un hnperialis:rno extranjero; sacerdotes. soldados,
j6venes de Acción Católica y aun Illujeres que n-lurieron al
grito de c<¡Viva Cristo Reyr'
Esta proclalnación del poder de Cristo sobre las na-
ciones se hacía contra el Ha.rrra-d-o liberalislTIo. El libera-
Hs rrro es una peligrosa herejía Dloderna que proclama la
libertad y tOIna su nOnlbre de ella. La libertad es un
gran bien que, COIll.O todos los grandes bienes, sólo Dios
puede dar; y el liberalisnlo 10 busca fuera de Dios; y de
ese Inodo sólo llega a falsificaciones de la libertad. Libe-
rales fueron los que en el pasado siglo rOITIpieron con la
Iglesia, Illaltrataron al Papa y quisieron. edificar naciones
sin contar con Cristo. Son hoIll. bres que desconocen la per-
versidad profunda del corazón hUITIano, la necesidad de
una redención, y en el fondo, el doxninio universal de
Dios sobre todas las cosas, COITlO Principio y COITIO Fin de
todas ellas. incluso las sociedades humanas. Ellos son los

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que dicen: "Hay que dejar libres a todos", sin ver que el (lUC 110 está aquí. Dice que no es carnal, pero no dice que

que deja libre a un malhechor es cómplice del malhechor; no es real. Dice que es reino de almas, pero no quiere
"Hay que respetar todas las opiniones", sin ver que el que decir reino de fantasmas, sino reino de hombres. No es
respeta las opiniones falsas es un falsario; "La religión es indiferente aceptarlo o no, y es supremamente peligroso
un asunto privado", sin ver que, siendo el hombre natu- rebelarse contra él. Porque Europa se rebeló contra él en
ralmente social, si la religión no tiene nada que ver con 10 estos últimos tiempos, Europa y con ella el mundo todo se
social, entonces no sirve para nada, ni siquiera para 10 halla hoy día en un desorden que parece no tener com-
privado. postura, y que sin El no tiene compostura ...
Contra este pernicioso error, la Iglesia arbola hoy la Mis hermanos: porque Europa rechazó la reyecía de
siguiente verdad de fe: Cristo es Rey, por tres títulos, cada Jesucristo, actualmente no puede parar en ella ni Rey ni
uno de eUos de sobra suficiente para conferirle un verda- Roque. Cuando Napoleón 1, que fue uno de los varones
dero poder sobre los hombres. Es Rey por título de naci- -y el más grande de todos- que quisieron arreglar a
miento, por ser el Hijo Verdadero de Dios Omnipotente, Europa sin contar con Jesucristo, se ciñó en Milán la
Creador de todas las cosas; es Rey por título de mérito, corona de hierro de Carlomagno, cuentan que dijo estas
por ser el Hombre más excelente que ha existido ni exis- palabras: "Dios me la dio, nadie me la quitará". Palabras
tirá, y es Rey por título de conquista, por haber salvado que a nadie se aplican más que a Cristo. La corona de
con su doctrina y su sangre a la Humanidad de la escla- Cristo es más fuerte, es una corona de espinas. La púr-
vitud del pecado y del infierno. pura real de Cristo no se destiñe, está bañada en sangre
Me diréis vosotros: eso está muy bien, pero es un ideal viva. Y la caña que le pusieron por burla en las manos,
y no una realidad. Eso será en la otra vida o en un tiempo se convierte de tiempo en tiempo, cuando el mundo cree
muy remoto de los nuestros; pero hoy día... Los que que puede volver a burlarse de Cristo, en un barrote de
mandan hoy día no son los mansos, como Cristo, sino los hierro. "Et reges eos in virga férrea":xi.
violentos; no son los pobres, sino los que tienen plata; no Veamos la demostración de esta verdad de fe, que la
son los católicos, sino los masones. Nadie hace caso al Santa Madre Iglesia nos propone a creer y venerar en la
Papa, ese anciano vestido de blanco que no hace más que fiesta del último domingo del mes de la primavera, lla-
mandarse proclamas llenas de sabiduría, pero que nadie mando en nuestro auxilio a la SAGRADA ESCRITURA, a la
obedece. Y el mar de sangre en que se está revolviendo Teología y a la Filosofía, y ante todo a la Santísima Vir-
Europa, ¿concuerda acaso con ningún reinado de Cristo? gen Nuestra Señora con un avemaría.
La respuesta a esta duda está en la respuesta de Cristo
a Pilatos, cuando le preguntó dos veces si realmente se
tenía por Rey. "Mi Reino no procede de este mundo". No
Los cuatro Evangelistas ponen la pregunta de Pilatos y la
es como los reinos temporales, que se ganan y sustentan
respuesta afirmativa de Cristo:
con la mentira y la violencia; y en todo caso, aun cuando
sean legítimos y rectos, tienen fines temporales y están "-¿Tú eres el Rey de los Judíos?
mechados y limitados por la inevitable imperfección hu- "-Yo lo soy".
mana. Rey de verdad, de paz y de amor, su Reino proce- ¿,Quó clase de rey será éste, sin ejércitos, sin palacios,
dente de la Gracia reina invisiblemente en los corazones, atadas las manos, impotente y humillado?, debe de haber
y eso tiene más duración que los imperios. Su Reino no pensado Pilatos.
surge de aquí abajo, sino que baja de allí arriba; pero eso
no quiere decir que sea una mera alegoría, o un reino in-
visible de espíritus. Dice que no es de aquí, pero no dice 56 "Los regirás con cara de hierro".

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San Juan, en su capítulo XVIII, pone el diálogo com- Pero ellos gritaron: "s-Todo el que se hace Rey, es
pleto con Pilatos, que responde a esta pregunta: enemigo del César. Si lo sueltas a éste, vas en contra
Entr6 en el Pretorio, llamó a Jesús y le dijo: "¿Tú eres del César".
el Rey de los Judíos?" He aquí solemnemente afirmada por Cristo su reyecía,
Respondió Jesús: "¿Eso lo preguntas de por ti mismo, o al fin de su carrera, delante de un tribunal, a riesgo y
te lo dijeron otros?" costa de su vida; y a esto le llama El dar testimonio de
Respondió Pilatos: "¿Acaso yo soy iudio? Tu gente y la Verdad, y afirma que su Vida no tiene otro objeto que
los pontífices te han entregado. ¿Qué has hecho?". éste. Y le costó la vida, salieron con la suya los que di-
Respondió Jesús, ya satisfecho acerca del sentido de la jeron: "No queremos a éste por Rey, no tenemos más
pregunta del gobernador romano, al cual maliciosamente Rey que el César"; pero en lo alto de la Cruz donde murió
los judíos le habían hecho temer que Jesús era uno de este Rey rechazado, había un letrero en tres lenguas, he-
tantos intrigantes, ambiciosos de poder político: "Mi brea, griega y latina, que decía: "Iesúe Nazareno Rey de
reino no es de este mundo. Si de este mundo fuera mi los Judíos"; y hoy día, en todas las iglesias del mundo y
reino, Yo tendría eiércitos, mi gente lucharía por Mí para en todas las lenguas conocidas, a 2.000 años de distancia
que no cayera en manos de mis enemigos. Pero es que de aquella afirmación formidable: "Yo soy Rey", miles
mi Reino no es de aquí". Es decir, su Reino tiene su prin- y miles de seres humanos proclaman junto con nosotros
cipio en el cielo, es un Reino espiritual que no viene a su fe en el Reino de Cristo y la obediencia de sus cora-
derrocar al César, como Pilatos teme, ni a pelear por zones a su Corazón Divino.
fuerza de armas contra los reinos vecinos, como desean Por encima del clamor de la batalla en que se destrozan
los judíos. El no dice que este Reino suyo, que han pre- los humanos, en medio de la confusión y de las nubes de
dicho los profetas, no esté en este mundo; no dice que sea mentiras y engaños en que vivimos, oprimidos los corazo-
un puro reino invisible de espíritus, es un reino de hom- nes por las tribulaciones del mundo y las tribulaciones pro-
bres; El dice que no proviene de este mundo, que su pias, la Iglesia Católica, imperecedero Reino de Cristo,
principio y su fin están más arriba y más abajo de las está de pie para dar como su Divino Maestro testimonio
cosas inventadas por el hombre. El profeta Daniel, resu- ele Verdad y para defender esa Verdad por encima de
miendo los dichos de toda una serie de profetas, dijo que todo. Por encima del tumulto y de la polvareda, con los
después de los cuatro grandes reinos que aparecerían en ojos fijos en la Cruz, firme en su experiencia de veinte
el Mediterráneo, el reino de la Leona, del Oso, del Leo- siglos, segura de su porvenir profetizado, lista para so-
pardo y de la Bestia Poderosa, aparecería el Reino de los portar la prueba y la lucha en la esperanza cierta del
Santos, que duraría para siempre. Ese es su Reino ... triunfo, la Iglesia, con su sola presencia y con su silencio
Esa clase de reinos espirituales no los entendía Pilatos, mismo, está diciendo a todos los Caífás, Herodes y Pila-
ni le daban cuidado. Sin embargo, preguntó de nuevo, tos del mundo que aquella palabra de su divino Funda-
quizá irónicamente: "<-Entonces, ¿te afirmas en que eres dor no ha sido vana.
Rey?".
Respondió Jesús tranquilamente: "-Sí, lo soy -y añadió En el primer libro de las Visiones ele Daniel, cuenta el
después mirándolo cara a cara-; yo para eso nací y para profeta que vio cuatro Bestias disformes y misteriosas que,
eso vine al mundo, para dar testimonio de la V erdad. saliendo del mar, se sucedían y destruían una a la otra;
Todo el que es de la Verdad oye mi voz". y después de eso vio a manera de un Hijo del Hombre
Dijo Pilatos: "-¿Qué es la Verdad?" que viniendo de sobre las nubes del cielo se llegaba al
y sin espernr respuesta, salió a los judíos y les dijo: trono de Dios; y le presentaron a Dios, y Dios le dio el
<: y o no le veo culpa", Poderío, el Honor y el Reinado, y todos los pueblos, tri-

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bus y lenguas le ser viran, y su poder será poder eterno después de obtener de sus rudos discípulos el reconoci-
que no se quitará, y su reino no se acabará. miento de que él era el "Ungido", el "Rey", y más aún,
Entonces me llegué lleno de espanto -dice Daniel- a el mismo "Hiio Verdadero de Dios vivo", se dirigió al
uno de los presentes, y le pregunté la verdad de todo eso. discípulo que había hablado en nombre de todos y solem-
y me dijo la interpretación de la figura: "Estas cuatro nemente le dijo: "y Yo a ti te digo que tú eres Kejá, que
bestias magnas son cuatro Grandes Imperios que se levan- significa piedra, y sobre esta piedra Yo levantaré mi Igle-
tarán en 14 tierra [a saber, Babilonia, Persía, Grecia y sia, y los poderes infernales no prevalecerán contra ella;
Roma, según estiman los intérpretesJ, y después recibirán y te daré las llaves del Reino de los Cielos. Y Yo estaré
el Reino los santos del Dios altísimo y obtendrán el reino con vosotros hasta la consumación de los siglos",
por siglos y por siglos de siglos". y desde entonces, víose algo único en el mundo: esa
Esta palabra misteriosa, pronunciada 500 años antes de pequeña Sociedad fue creciendo y durando, y nada ha
Cristo, no fue olvidada por los judíos. Cuando Juan Bau- podido vencerla, nada ha podido hundirla, nadie ha podido
tista empieza a predicar en las riberas del Jordán: "Ha- matarla. Mataron a su Fundador, mataron a todos sus
ced penitencia, que está cerca el Reino de Dios", todo ese primeros jefes, mataron a miles de sus miembros durante
pequeño pueblo comprendido entre el Mediterráneo, el las diez grandes persecuciones que la esperaban al salir
Líbano, el Tiberíades y el Sínaí resonaba con las palabras mismo de su cuna; y muchísimas veces dijeron que la
de Gran Rey, Hijo de David, Reino de Dios. Las setenta habían matado a ella, cantaron victoria sus enemigos, las
semanas de años que Daniel había predicho entre el cau- fuerzas del mal, las Puertas del Infierno, la debilidad, la
tiverio de Babilonia y la llegada del Salvador del Mundo, pasión, la malicia humana, los poderes tiránicos, las ple-
se estaban acabando; y los profetas habían precisado de bes idiotizadas y tumultuantes, los entendimientos corrom-
antemano, en una serie de recitados enigmáticos, una gran pidos, todo 10 quc en el mundo tira hacia abajo, se arras-
cantidad de rasgos de su vida y su persona, desde su naci- tra y se revuelca (la corrupción de la carne y la soberbia
miento en Belén hasta su ignominiosa muerte en Jerusalén. del espíritu aguijoneados por los invisibles espíritus de las
Entonces aparece en medio de ellos ese joven doctor im- tinieblas); todo ese peso de la mortalidad y la corrupción
petuoso, que cura enfermos y resucita muertos, a quien el humana que obedece al Angel Caído, cantó victoria mu-
Bautista reconoce y los fariseos desconocen, el cual se pone chas veces y dijo: "Se acabó la Iglesia". El siglo pasado,
a explicar metódicamente en qué consiste el Reino de no más, los hombres de Europa más brillantes, cuyos nom-
Dios, a desengañar ilusos, a reprender poderosos, a juntar bres andaban en boca de todos, decían: "Se acabó la
discípulos, a instituir entre ellos una autoridad, a formar Iglesia, murió el Catolicismo". ~Dónde están ellos ahora?
una pequeña e insignificante sociedad, más pequeña que y la Iglesia, durante veinte siglos, con grandes altibajos
un grano de mostaza, y a prometer a esa Sociedad, por y sacudones, por cierto, como la barquilla del Pescador
medio de hermosísimas parábolas y dc profecías deslum- Pedro, pero infalible irrefragablemente, ha ido creciendo
bradoras, los más inesperados privilegios: durará por en número y extendiéndose en el mundo; y todo cuanto
todos los siglos - se difundirá por todas las naciones - hay de hermoso y de grande en el mundo actual se le
abarcará todas las razas - el que entre en ella, estará sal- debe a ella; y todas las personas más decentes, útiles y
vado - el que la rechace, estará perdido - el que la com- preclaras que ha conocido la tierra han sido sus hijos;
bata, se estrellará contra ella - lo que ella ate en la tierra y cuando perdía un pueblo, conquistaba una Nación; y
será atado en el cielo, !J lo que ella desate en la tierra cuando perdía una Nación, Dios le daba un Imperio;
será desatado en el cielo. Y un día, en las puertas de Ca- y cuando se desgajaba dc ella media Europa, Dios des-
farnaúm, aquel Varón extraordinario, el más modesto y el cubría para clln un Mundo Nuevo; y cuando sus hijos
más pretencioso de cuantos han vivido en este mundo, ingratos, creyéndose ricos y seguros, la repudiaban y aban-

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donaban y la hacían llorar en su soledad y clamar inútil- de una gran desobediencia y -·consolémonos- es la pre-
mente en su paciencia ... ; cuando decían: "Ya somos paraciáti de una gran obediencia y de una gran restaura-
ricos y poderosos y sanos y fuertes y adultos, y no nece- ción del Reino de Cristo. "Porque se me subleven una
sitamos nodriza", entonces se oía en los aires la voz de parte de mis súbditos, Yo no dejo de ser Rey mientras
una trompeta, y tres jinetes siniestros se abatían sobre la conserve el poder de castigarlos", dice Cristo. En la ulti-
tierra: uno en un caballo rojo, cuyo nombre es La Guerra; ma parábola que San Lucas cuenta, antes de la Pasión,
otro en un caballo negro, cuyo nombre es El Hambre; está prenuncíado eso; "Semejante es el Reino de los cielos
otro en un caballo bayo, cuyo nombre es La Persecución a un Rey que fue a hacerse cargo de un Reino que le
Final; y los tres no pueden ser vencidos sino por Aquel tocaba por herencia. Y algunos de sus vasallos le mano
que va sobre el caballo blanco, al cual le ha sido dada la daron embajada, diciendo: No queremos que éste reine
espada para que venza, y que tiene escrito en el pecho y sobre nosotros. Y cuando se hizo cargo del Reino, mandó
en la orla de su vestido: "Rey de Reyes y Señor de que le trajeran aquellos sublevados y les dieran muerte
Dominantes". en su presencia". Eso contó Nuestro Señor Jesucristo ha-
El Mundo Moderno, que renegó la reyecía de su Rey blando de sí mismo; y cuando lo contó, no se parecía
Eterno y Señor Universal, como consecuencia directa y mucho a esos cristos melosos, de melena rubia, de sonrisita
demostrable de ello se ve ahora empantanado en un ato- triste y de ojos acaramelados que algunos pintan. Es úh
lladero y castigado por los tres primeros caballos del Aro- Rey de paz, es un Rey de amor, de verdad, de manse-
/
KALYPSIS; Y entonces le echa la culpa a Cristo. Acabo de dumbre, de dulzura para los que le quieren; pero es Rey
oír por Radio Excelsior una poesía de un tal Alejandro verdadero para todos, aunque no le quieran, iY tanto peor
Flores, aunque mediocre, bastante vistosa, llamada Ora- para el que no le quiera! Los hombres y los pueblos
ción de este Siglo a Cristo, en que expresa justamente esto: podrán rechazar la llamada amorosa del Corazón de Cristo
se queja de la guerra, se espanta de la crisis (raciona- y escupir contra el cielo; pero no pueden cambiar la na-
miento de nafta), dice que Cristo es impotente, que su turaleza de las cosas. El hombre es un ser dependiente,
"sueño de TJllZ Y de amor" ha fracasado, y le pide que y si no depende de quien debe, dependerá de quien no
vuelva de nuevo al mundo, pero no a ser crucificado. debe; si no quiere por dueño a Cristo, tendrá el demonio
El pobre miope no ve que Cristo está volviendo en estos por dueño. "No podéis servir a Dios y a las riquezas",
momentos al mundo, pero está volviendo corno Rey -¿o dijo Cristo, y el mundo moderno es el ejemplo lamenta-
qué se ha pensado él que es un Rey?-; está volviendo de ble: no quiso reconocer a Dios corno dueño, y cayó bajo
Ezrah, donde pisó el lagar El solo con los vestidos salpi- el dominio de Plutón, el demonio de las riquezas.
cados de rojo, corno lo pintaron los profetas, y tiene en En su encíclica QUADRAGESIMO ANNo, el Papa Pío XI
la mano el bieldo y la segur para limpiar su heredad y describe de este modo la condición del mundo de hoy,
para podar su viña. ¿O se ha pensado él que [esucristo desde que el Protestantismo y el Liberalismo lo alejaron
es una reina de juegos florales? del regazo materno de la Iglesia, y decidme vosotros si
Y ésta es la respuesta a los que hoy día se escandalizan el retrato es exagerado: "La libre concurrencia se des-
de la impotencia del Cristianismo y de la gran desola- truyó a sí misma; al libre cambio ha sucedido una dicta-
ción espiritual y material que reina en la tierra. Creen dura económica. El hambre lj sed de lucro ha suscitado
que la guerra actual es una gran desobediencia a Cristo, una desenfrenada ambición de dominar. Toda la oida eco
y en consecuencia dudan de que Cristo sea realmente nómica se ha vuelto horriblemente dura, implacable,
Rey, como dudó Pilatos, viéndole atado e impotente. Pe- cruel. Injusticia y miseria. De una parte, una inmensa
ro la guerra actual no es una gran desobediencia a Cristo: cantidad de proletarios; de otra, un pequeño número de
es la consecuencia de una gran desobediencia, es el castigo ricos prooistos de inmensos recursos, lo cual prueba COll

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evidencia (/lIC las riquezas crearlas cn tanta copia por el siendo probado y purificado ahora por cinco castigos y
industrialismo moderno no se hallan bien repartidas". cinco penitencias:
El mismo Carlos Marx, patriarca del socialismo moder-
no, pone el principio del moderno capitalismo en el Rena- Idolatría de la Ciencia, con la cual quiso hacer otra torre
cimiento, es decir, cuando comienza cl gran movimiento de Babel que llegase hasta el cielo; y la ciencia está en
de desobediencia a la Iglesia; y añora el judío ateo los estos momentos toda ocupada en construir aviones, bom-
tiempos de la Edad Media, en que el artesano era dueño bas y cañones para voltear casas y ciudades y fábricas;
de sus medios de producción, en que los gremios ampa- Idolatría de la Libertad, con la cual quiso hacer de cada
raban al obrero, en que el comercio tenía por objeto el hombre un pequeño y caprichoso caudillejo; y éste es el
cambio y la distribución de los productos y no el lucro momento en que el mundo está lleno de despotismo y los
y el dividendo, y en que no estaba aún esclavizado al pueblos mismos piden puños fuertes para salir de la con-
dinero para darle una fecundidad monstruosa. Añora fusión que creó esa libertad demente;
aquel tiempo, que si no fue un Paraíso Terrenal, por lo
menos no fue una Babel como ahora, porque los hombres Idolatría del Progreso, con el cual creyeron que harían
no habían recusado la Reyecía de Jesucristo. en poco tiempo otro Paraíso Terrenal; y he aquí que el
Los males que hoy sufrimos, tienen, pues, raíz vieja; Progreso es el Becerro de Oro que sume a los hombres
pero consolémonos, porque ya está cerca el jardinero con en la miseria, en la esclavitud, en el odio, en la mentira, en
J
el hacha. Estamos al fin de un proceso morboso que ha la muerte;
durado cuatro siglos. Vosotros sabéis que en el llamado Idolatría de la Carne, a la cual se le pidió el cielo y las
Renacimiento había un veneno de paganismo, sensualismo delicias del Edón; y la carne del hombre desvestida, exhi-
y descreimiento que se desparramó por toda Europa, prós- bida, mimada y adorada, está siendo destrozada, desga-
pera entonces y cargada de bienestar como un cuerpo ple- rrada y amontonada como estiércol en los campos de
tórico. Ese veneno fue el fermento del Protestantismo' batalla;
"rebelián de los ricos contra los pobres', como lo llam6
Belloc, que rompió la unidad de la Iglesia, negó el Reino Idolatría del Placer, con el cual se quiere hacer del
Visible de Cristo, dijo que Cristo fue un predicador y un mundo un perpetuo Carnaval y convertir a los hombres
moralista, y no un Rey; sometió la religión a los poderes en chiquilines agitados e irresponsables; y el placer ha
civiles y arrebató a la obediencia del Sumo Pontífice casi creado un mundo de enfermedades, dolencias y torturas
la mitad de Europa. Las naciones católicas se replegaron que hacen desesperar a todas las facultades de medicina.
sobre sí mismas en el movimiento que se llamó Contra-
rreforma, y se ocuparon en evangelizar el Nuevo Mundo, Esto decía no hace mucho tiempo un gran obispo de
mientras los poderes protestantes inventaban el Purita- Italia, el arzobispo de Cremona, a sus fieles. ¿Y nuestro
nismo, el Capitalismo y el Imperialismo. Entonces em- país? ¿Está libre de contagio? ¿Está puro de mancha?
¿Está limpio de pecado? Hay muchos que parecen creer-
pezó a invadir las naciones católicas una a modo de niebla
lo así, y viven de una manera enteramente inconsciente,
ponzoñosa proveniente de los protestantes, que al fin cuajó pagana, incristiana, multiplicando los errores, los escán-
en lo que llamamos Liberalismo, el cual a su vez engendró dalos, las iniquidades, las injusticias. Es un país tan ancho,
por un lado el Modernismo y por otro el Comunismo. En- tan rico, tan generoso, que aquí no puede pasar nada;
tonces fue cuando sonó en el cielo la trompeta de la cólera queremos estar en paz con todos, vender nuestras cose-
divina, quc nadie dejó de oír; y el Hombre Moderno, que chas y ganar plata; tenemos gobernantes tan sabios, tan
había caído en cinco idolatrías y cinco desobediencias, está rectos y tan responsables; somos tan democráticos, subi-

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mos al gobierno solamente a aquel que lo merece; tenernos Rey es invencible, que su Reino no tendrá fin, que !ltl
escuelas tan _lindas; tenernos leyes tan liberales; hay li- triunfo y Venida no está lejos y que su recompensa su-
bertad para todo; no hay pena de muerte; si un hombre pera todas las vanidades de este mundo, y más todavía,
agarra una criaturita en la calle, la viola, la mata y des- todo cuanto el ojo vio, el oído oyó y la mente humana
pués la quema, ¡qué se va a hacer, paciencial; tenemos pudo soñar de hermoso y de glorioso.
la prensa más grande del mundo: por diez centavos nos
dan doce sábanas de papel llenas de informaciones y de
noticias; tenemos la educación artística del pueblo hecha
por medio del cine y de la radiotelefonía; ¡qué pueblo
más bien educado va a ir saliendo, un pueblo artístico!
¡Qué país, mi amigo, qué país más macanudo! -¿Y reina
Cristo en este país? -¿.Y cómo no va a reinar? Somos
buenos todos. Y si no reina, ¿qué quiere que le hagamos?
Tengo miedo de los grandes castigos colectivos que ame-
nazan nuestros crímenes colectivos. Este país está dor-
mido, y no veo quién lo despierte. Este país está engaña-
do, y no veo quién lo desengañe. Este país está postrado,
y no se ve quién va a levantarlo.
Pero este país todavía no ha renegado de Cristo; y sa-
bemos por tanto que hay alguien capaz de levantarlo.
Preparémonos a su Venida y apresuremos su Venida. Po-
dernos ser soldados de un gran Rey; nuestras pobres efí-
meras vidas pueden unirse a algo grande, algo triunfal,
algo absoluto. Arranquemos de ellas el egoísmo, la moli-
cie, la mezquindad de nuestros pequeños caprichos, ambi-
ciones y fines particulares. El que pueda hacer caridad,
que se sacrifique por su prójimo, u solo, o en su parroquia,
o en las Sociedades Vicentinas... El que pueda hacer
apostolado, que ayude a Nuestro Cristo Rey en la Acción
Católica o en las Congregaciones. El que pueda ense-
ñar, que enseñe, y el que pueda quebrantar la iniquidad,
que la golpee y que la persiga, aunque sea con riesgo
de la vida. Y para eso, purifiquemos cada uno de faltas
y de errores nuestra vida. Acudamos a la Inmaculada
Madre de Dios, Reina de los ángeles y de los hombres,
para que se digne elegirnos para militar con Cristo, no
solamente ofreciendo todas nuestras personas al trabajo,
como decía el capitán Ignacio de Loyola, sino también
para distinguirnos y señalarnos en esa misma campaña del
Reino de Dios contra las fuerzas del Mal, campaña que
es el eje de la historia del mundo, sabiendo que nuestro

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