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LOS ARQUITECTOS QUE NECESITAMOS AHORA

Alejandro Barraza Cedillo

"Detrás de cada edificio que ves hay un hombre que no ves."

Necesitamos más arquitectos talentosos, creativos, con oficio y vocación de servicio.

José Antonio Coderch escribió en 1960 un ensayo que ha trascendido por su contenido y
claridad “No son genios los que necesitamos ahora”, reflexiona en el texto:

“Necesitamos que miles y miles de arquitectos que andan por el mundo piensen menos
en Arquitectura (en mayúscula), en dinero o en las ciudades del año 2000, y más en su
oficio de arquitecto. Que trabajen con una cuerda atada al pie, para que no puedan ir
demasiado lejos de la tierra en la que tienen raíces, y de los hombres que mejor
conocen, siempre apoyándose en una base firme de dedicación, de buena voluntad y de
honradez (honor).”

A casi 50 años de esta publicación estos conceptos siguen vigentes, necesitamos más y
mejores arquitectos que den respuesta a los problemas más cotidianos de los ciudadanos, a
todos sin excepción. Esto no implica que los pasantes y arquitectos jóvenes no aspiren a
sobresalir y trascender, lo que la sociedad actual les pide con urgencia es solucionar los
problemas arquitectónicos más cotidianos en las viviendas, edificios y ciudades.

El sentido de servicio significa ser útil o valer para algo, la profesión de arquitecto en un
sentido social es un servicio, el arquitecto utiliza su talento para que la obra que produce
sirva a su cliente.

Necesitamos más y mejores arquitectos que cómo los médicos vayan a las comunidades
más necesitadas y presten sus servicios. Muchos municipios del Estado de Jalisco necesitan
los servicios de los arquitectos para mejorar y embellecer sus comunidades, que utilicen
toda su experiencia y arte para que sus espacios públicos sean un verdadero lugar de
encuentro. La pregunta es ¿hemos hecho lo suficiente para mejorar la calidad de vida de
nuestras ciudades?, y si no es así ¿qué nos impide hacerlo?

En otra parte del escrito de José Antonio Coderch se refiere a la vida colectiva en las
ciudades:

“(en el pasado) las pequeñas ciudades crecían como plantas, en formas diferentes, pero
con lentitud y colmándose de vida colectiva. Rara vez existía ligereza, improvisación o
irresponsabilidad. Se realizaban obras de todas clases que tenían un valor humano que
se da hoy muy excepcionalmente. A veces, pero no con frecuencia, se planteaban
problemas de crecimiento, pero afortunadamente sin esa sensación, que hoy no
podemos evitar, de que la evolución de la sociedad es muy difícil de prever como no sea
a muy corto plazo”.

No es posible crecer improvisadamente y cómo arquitectos no es ético dar soluciones


simplistas a problemas complejos, nuestras ciudades son sistemas complejos, por eso más
qué nunca es importante formar a los arquitectos en la complejidad.

Importancia social de la arquitectura

El arquitecto español Julio Cano Lasso en su última clase en 1996 (año en que murió) y
después de 57 años de ejercer la profesión, habló así del sentido social de la arquitectura:

“La arquitectura, además de ser un arte, es un servicio de gran importancia social. El


arquitecto no es un artista libre, no tiene la libertad de un escritor, un músico o un pintor.
Su servicio le obliga a la eficacia, eficacia que también se puede medir en términos
económicos. Por ello nos debemos exigir en alto grado la debida preparación técnica.
Una formación equilibrada en técnica y arte”.

“Es preocupante la brecha de incomprensión cada vez más profunda entre los
arquitectos y la sociedad, porque a la larga la arquitectura es reflejo de la sociedad que la
construye y habita. Es poco lo que podemos hacer los arquitectos en una sociedad
desinteresada por la arquitectura y desconfiada hacia los arquitectos, una sociedad en
cuyo orden de valores la arquitectura ocupa un lugar muy secundario. Y una sociedad
que no demanda buena arquitectura difícilmente podrá tenerla”.

“Detrás de toda buena obra de arquitectura hay siempre un buen cliente, cuyo primer
mérito comienza por la elección del arquitecto”.

Es urgente y necesario entender con profundidad y solucionar la problemática social en cada


proyecto en cada obra de arquitectura.

En una sociedad que casi no se interesa por la arquitectura y los temas urbanos ¿cómo
hacer para que los ciudadanos participen en los temas de arquitectura y urbanismo?, ¿cómo
podemos tener más y mejores clientes que demanden mejor arquitectura?, esos son retos
apasionantes que tendremos que solucionar de inmediato, el destino ya nos alcanzó, los
problemas de las grandes urbes son más que urgentes, ¿nos estamos preparando?
Arquitectos de la comunidad y la Arquitectura de la vida cotidiana.

El arquitecto argentino Rodolfo Livingston (1931) trabaja desde hace varios años en una
propuesta que considera a la arquitectura como un servicio a la comunidad, en 1990 publica
su primer libro “Cirugía de casas”, que sorprende al abordar los problemas de la vivienda
desde la vida cotidiana, se trata de un estudio profundo de las necesidades humanas que se
modifican en el transcurso de la vida.

Otro de los libros importantes de Livigston es sin duda ”Arquitectos de la comunidad, el


método” (2002), aquí expone dos temas importantes: el cliente y la creatividad, que
atendidos ambos, devuelven el lado más humano de la profesión, propone educar a los
arquitectos en la creatividad tan necesaria en la solución de los problemas actuales.

En este último libro Rodolfo Livingston hace las siguientes preguntas que contesta de
manera detallada en el contenido de la obra:

 Cómo lograr mejores espacios con menos materiales.

 Cómo instrumentar una relación inteligente y provechosa entre clientes y arquitectos.

 Cómo transformar las crisis de las viviendas existentes en oportunidades para


mejorarlas integralmente.

 Cómo lograr que los arquitectos tengan trabajos interesantes que los ayuden a ser
más felices.

 Cómo pensar viviendas nuevas más adecuadas a la vida real de la gente.

 Cómo lograr la participación del usuario en el pensamiento de su vivienda y no


solamente en la construcción.

 Cómo lograr que los arquitectos presten nuevos servicios a la población: consulta
para elegir casa, para mudarse, asesoramiento sobre ubicación de muebles y objetos
en general, ambientación del hogar con pocos recursos, etc.

 Cómo recuperar el goce de crear, resolviendo problemas que parecen insolubles en


lugar de dibujar hasta el paroxismo la misma vivienda tipo.
 Cómo romper de una vez las normas muertas que traban el pensamiento y la acción,
recuperando de este modo, la rebeldía frente a todo lo anquilosado, frente a todo lo
que no sirve.

 Cómo encontrar la libertad precisamente en el servicio a los demás, cara a cara.

Formación actual de los arquitectos en México

“Millones sin techo, millones de errores bajo los techos y miles de arquitectos sin trabajo”.

Rodolfo Schwartz (citado por Rodolfo Livingston)

Rafael de la Hoz, presidente de la Asociación Mundial de Arquitectos en 1978 reflexionaba


sobre la problemática para ejercer la profesión:

"La sociedad ha comenzado ya a prescindir de nuestros servicios. Una cuarta parte de


los arquitectos que somos en el mundo se encuentra hoy en paro laboral. Proporción
de muerte cuyo valor crece alarmantemente a medida que la especie experimenta
explosión de natalidad. No es la sociedad culpable de nuestro genocidio. Somos
nosotros quienes estamos cometiendo suicidio colectivo al negarnos de plano a servir
a los demás. La mecánica instintiva, irracional, para lograrlo: 'Dejar de ser útiles,
frivolizarnos”

La pertinencia social de la profesión y era un tema de debate entre los círculos de los
arquitectos y las escuelas. La población contrata cada vez menos los servicios de los
arquitectos en parte sus servicios los consideran un lujo.

Según cifras recientes de la Asociación Nacional de Universidades e instituciones de


Educación Superior (ANUIES),

 Existen 65,000 estudiantes de arquitectura inscritos en 180 programas académicos


de Arquitectura registrados en el sistema educativo de enseñanza superior.
 La carrera de Arquitectura es la novena más demandada a nivel nacional.
 Del 100% de la población escolar en las escuelas de Arquitectura egresa el 15% y
solo se titula el 9% de la matrícula.
 Dos terceras partes de los estudiantes de arquitectura están inscritos en un programa
acreditado con calidad académica, es decir, alrededor de 43,000 estudiantes están
cursando sus estudios en un programa de reconocida calidad educativa.
 Hasta la fecha se han acreditado 50 programas académicos de Arquitectura. (60%
corresponden instituciones de carácter público y 40% a instituciones privadas). Lo que
representa el 70% de las escuelas que participan activamente en la Asociación de
Instituciones de enseñanza de la Arquitectura de la República Mexicana (ASINEA).
 Se considera que existen más de 90 instituciones que están fuera de la ASINEA, que
no cuentan más que con el REVOE (Registro de validez oficial de educación),
Algunas de ellas han intentado ingresar a la ASINEA, pero han sido rechazadas por
no contar con los parámetros mínimos de calidad en la enseñanza de la Arquitectura.

Los datos ilustran lo que desde hace años se discute ¿las escuelas de arquitectura en
México, están formando en cantidad y calidad a los arquitectos que nuestra sociedad
demanda?

Es importante recordar que los arquitectos no terminan su formación en las universidades, la


educación es continua y variada, es responsabilidad del pasante de su propio proceso,
además los Colegios, Cámaras, instituciones públicas y asociaciones ciudadanas pueden
aportar y ser corresponsables para formar mejores arquitectos que hagan mejores obras de
arquitectura que contribuyan a dar solución a los grandes problemas que la sociedad nos
demanda.

Alejandro Barraza Cedillo

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